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TEOLOGIA MORAL LA DOCTRINA DE LOS DOCTORES DE LA IGLESIA SANTO TOMAS DE AQUINO SAN ALFONSO MARIA DE LIGORIO R. P. FR. JOSE M. MORAN DE LA ORDEN DE PREDICADORES SEGUNDA EDICION \NOTADA SEGUN LAS ULTIMAS DISPOSICIONES DE LA SANTA SEDE, DE LAS CONGREGACIONES ROMANAS Y AL TENOR DE LAS VARIACIONES DEL CODIGO CIVIL ESPANOL VIGENTE, POR UN PADRE DE LA MISMA ORDEN. TOMO IV. CON LAS DEBIDAS LICENCIAS MADRID MEXICO LVESEHIA CATOUICR CE SRE TOLLE MEF Ealte die la Paz, nim, 6. Se reserva la propiedad de esta obra.— Queda hecho el depésito que marca la ley. Linge te be Vines © Hija Penton TABLA DE LOS LIBROS, TRATADOS Y MATERIAS QUE CONTIENE ESTE TOMS CUARTO, CON INCLUSION DE J.0S NUMEROS DE CADA TRATADO, Y EXPRESION NE LOS NUMEROS QUE COMPRENDE CADA LIBRO NUMEROS. Nimeros que aborace . | tinge teatsbo — TITULO DE LAS MATERIAS QUE CONTIENE Del. al ‘ada libra. Lo Explicacién de la bula de la Cruzada., 3512 3010 2." De los benefictos eelestisticas 3° Del estado rel’groso...... +6... 4° De los privilegios de los re guiare \DICES |. Dos elencos de las proposiciones retyvactadas por Sar Alfonse Maria de Ligorio. IL. Diseordancias entre el Doctor Gury v Antonio Balleriii. acultates et declarationes Sac. Penit. Apost. Pro Regul. vio- leuter supp IV. Letras del Entuo. Cardeial Prefecto dela Sagrada Congrega- cién sup. Discipl. Regul. \. De los privilegios concedidas por Leéiu XI dla Ainévica lating, ¥ dos declaraciones autéuticns sehre la jiteligencia de los mISTHIOS. NL Facultates quinquemnates que Episcopis couced? solent, absol- vend? a censuris, VIL Complenento del Elenco de las proposiciones coideinadas NIU. fimportante declaraciéit de la Congregaciéi del Coneiito acerca de los matrinioutos imixtos. IN. Una resoluciéu dela Sagrada Cougregacioi del Concilio acerca to T. Sobre las condiciones que debe reuniy en ciertos casos la delega- cin, para que licttamente pueda cl delegado antorizar el ina- frimonio. Xi. Dos Pastorales Sau Ligorio v los PP. Pedro sobre los daitc s gite han causadoa x caiusan en la ‘s del liberalisite mod ne, 4 facultad que se concede 4 los que to- man la bula (dicen los Salmaticenses) vedendi lacticinia tempore Quadrage-} sime, et audiendi et celebrandi Mis-j sam tempore interdicti, aliaque sim’ lia; (que quidem) sunt contra jus commune, ejusque vulneratio, qua, ut exorbitans, prohibetur a jure: sed dis- pensatio juris communis, utpote odiosa et exorbitans a jure, stricte et non late est accipienda, ut constat ex cap. 1, De itis prety, et exregul, 28, De regal. jer, . Siquidem omnia privilegia pull, licet secundario sint concessa ob bonum commune, pri- mario sunt ob bonum particulare eam accipientium, respectu quorum vul- nerant legem communem, cum ab illa per dispensationem sint exempti.» Para mayor claridad, pondré las palabras de los Salmaticenses en eljrritorio sujeto 4 su dominio, lugar citado, nim. 16, De los privi- legios de la bula los hay que consis- ten en dispensas acéiales, como la fa- cultad de comer hueves y lacticinios en la Cuaresma, la facultad de cele- brar y oir Misa en tiempo de entre-}Joca éranseant, transeunter rebeviu dicho, y éstos se han de interpretar estrictamente: hay otros privilegios concedidos por la bula, que no con~ sisten en dispensas actuales, sino en la facuitad de poder absolver de pe- cados y censuras, 6 de conmutar vo- tos; y estos privilegios se han de in- terpretar latamente. LIBRO VII. TRATADO I. ARTICULO II Al quicnes se concede la bula, y por cudnto tentpo, gre A quiénes se concede la bula. 8514. La bula de ta Cruzada se concede, no sdélo 4 los espaiioles que viven en los dominios de Espaiia (1}, sino también 4 los extranjeros que vienen 4 nuestra patria: Ja bula latina dice que se concede «omnibus in His- paniarum regnis consistentibus, et ad iam declénantibus.» jo solamente pueden gozar de los privilegios de la bula los que tienen residencia habitual en Espafia 6 te- sino también los extranjeros, como dicen los Salmaticenses, con la opinién co- munisima: «Qui in regnis Hispaniz, vel recreationis gyatia, vel alicujus pediendi negotii, aut ut per d alia r, vere consistunt in prefatis regnis, ad ipsaque declinant, Unde non est cur eis denegetur quod bullam sume- re ejusque privilegis uti possint: sic sentiunt Henr,, etic., etc.» Es mas: los Salmaticenses, en el mismo nim. 32, dicen que el extran- jero que llega 4 un puerto de Espajia, La razén es, porque esta clase de|6 de alguno de sus dominios, puede privilegios no son contra el derecho | tomar Ta bula de la Cruzada y usar comin; porque, como dicen los Sal- maticenses, nim. 17, «facultate dis- pensandi principaliter intenditur fa- yore quodam ac*beneficio afficere eum cui conceditur, sine violatione juris; quod quidem favorabile est juri communi, cum sit in favorem regi- minis, in quantum facilius subve- nitur necessitatibus particularibus; quod, cum sit preter jus, in nullius cedit detrimentum.» de sus privilegios, aungus io salte i tierra; y dan la razén: «Quia etsi in terram non prosiliat, vere ad Hispa- niarum regis regnum devenit, et ad ipsum declinat, potestque bullam su- mere et ejus frui privilegiis, que ad regna Hispaniarum regi subjecta de- clinantibus expresse in bulla a Pon- (2) Cualquier territorio espaftol que se separa definitivamente de inio del Rey de Espafia, pierde tod de la Cruzada, ¥ dei bula. como to he visto en DE LA BULA DE L. tifice conceduntur. Ita Mendo et Bardi.» Me parece bien esta opinion, por- que el barco que se halla en el puer- to de Cadiz, de la Corufa, etc., se encuentra ya en dominio espafiol. 8515. P. Elextranjero que es- tando en Espafia de paso toma laj bula de la Cruzada, si regresa 4 su pais, donde no se publica la bula, 2podra usar de los privilegios de ésta? R. Es sentencia comunisima que puede usar de todos ellos, lo mismo que el espafiol que, después de tomar la bula, hace un viaje 4 Francia du- rante el afio de la publicacién; no obstante, hay alguna excepcién. El Sr. Sanchez en su Teologia Moral, trat. NIII, nim. 6, dice asi: «Todos los espafioles, como los ex- tranjeros, cuando después de haber! tomado la bala en Espaiia se trasla- dan 4 pais distinto, pueden disfrutar durante el afio de todos los privile- gios de la bula, exceptuando el de la comida de carnes.» En estas paiabras hay una inexac- iitud y una omisién notable: una in- exactitud, porque Ja bula de la Cra- zada, 4 Jos que van al extranjero, donde no hay bula, no les quita el privilegio de comer carnes wf sze, sino tan sélo que no puedan comer carnes de cousili medici temporibus jefundorum lotius anni. Hay una omi- sidn notable, porque fuera del domi- nio espafiol tampoco tienen, privilegio para comer huevos y lacti¢inios. He aqui las palabras de la bula latin altem, ut dicto anno darante, in om- nibus et singulis Regni, insulis, locis, terris et dominiis pradictis (eb non extra illa) carnibus de consilio utrius- que medici temporibus jejunioram totius anni, etiam quadragesimali- bus, vesci, ac pro eorum libito ovis ac lacticiniis, etc.» La bula aprovecha también 4 los extranjeros que vienen 4 Espaiia tan sdlo por tomar la bula, con animo de regresar inmediatamente 4 su P A SANTA CRUZADA. 5 {cosa que sucederé 4 los que viven en los Pirineos, en territorio francés); porque, aunque Trullench y algan otro lo niegan, fundados en que asi- milis bull acceptio in ipsius bulle fraudem videtur fieri, et fraus nemini debet patrocinari,» Bardi, Mendo y los Salmaticenses defienden como cosa cierta, y en mi concepto con razén, que dun cuando los extranjeros ven- gan 4 Espaia tai sdlo con animo de tomar la bula y regresar 4 su pais, llegando 4 él pueden usar de todos los privilegios de la bula, exceptua- dos solamente los que se ha dicho que contiene la bula latina, de que, sin perder el ayuno eclesiastico, pue- ‘dan comer carnes dz cousilio utriusgue medici, y huevos y lacticinios en los dias de Cuaresma: porque de estos privilegios no pueden usar los extran- jjeros que vuelven 4 su pais donde no hay bula, ni dun los espafioles que van. 4 territorio donde no la hay, después de haber tomado la buia en Espafia. El Papa concede la bula 4 todos los fieles «in regnis Hispaniarum regi subjectis consistentibus (nétese bien), et ad illa declinantibus.» Agui no hay excepcién alguna, y asi tiene lugar \aquel axioma dei derecho: Nuilus vi- \detur dolo fasere, qui utitur jure suo (lege Nullus 56, /f. de regulis juris); pero se ha de notar que es preciso to- mar la bula en territorio espafiol, y no basta que el que esta, por ejem- plo, en Francia, encargue 4 ami- go que se la tome; es ver ie si después viene 4 Espaiia, p: co- menzar 4 usar dz sus privilegios has- ta terminar el afio de su publicacién. Para tomar la Crazada y gozar de sus privilegios, no se necesita estar en gracia, exceptuados aquellos qu jo exigen especialmente; por ejemplo: el que esté en pecado mortal no podré ganar fara si las indulgencias que jconcede la bula. 3516. P. jPueden los religiosos tomar la bula y gozar de sus privile- igios ? LIBRO VIII. R. Con la sola bula de la Cruzada jos religiosos no pueden comer hus- vos y lacticinios en la Cuaresma, porque la bula latina dice expresa- mente que no aprovecha para comer huevos y lacticinios 4 las personas re- gulares, sino que es necesario que tengan ademés la bula de carne; y si no son sexagenarios los presbiteros re- gulares, 6 son sacerdotes de las Orde- nes militares, necesitan también la bula de lacticinios. A las religiosas y 4 los religiosos que no son presbite- ros les basta la bula de la Cruzada y de carne para comer huevos y lacti- cinios en la Cuaresma: pueden tam- bién con estas dos bulas comer carne en los dias de abstinencia y ayunos de todo el afio, exceptuados algunos que se expresan en la misma bula de carne. *En confirmacién de lo que dice aqui el P. Moran, insertamos 4 con- tinvacién el siguiente importante do- cumento, emanado del Santo Oficio, en contestacién 4 una consulta eleva- da 4 aquel Tribunal por el Comisario general de la Santa Cruzada, Emi- nentisimo Cardenal Paya. Dice asi, literalmente ; «Eme. et Rme. Domine mihi Obs- me: In Congregatione habita Feria IV die 4 curr. mensis, ad examen voca- tis dubiis ab Eminentia Tua propo- sitis litteris datis die 28 Februarii annielapsi, circa interpretationem no- vissimi decreti hujus Supreme Con- gregationis super Bulla Cruciata, Emi. Dni. Cardinales, una mecum In- quisitores Generales decretum ipsum in hune modum evulgandum manda- runt: Regulares utriusque sexus, ex- ceptis fis, qui voto speciali sunt ad- stricti, in jejuniis etiam Quadragesi- mz possunt vi Bulle Cruciate ede- re carnes, ova et lacticinia, necnon ova et lacticinia cum piscibus in ea- dem comestione miscere. Presbyteri vero regulares extra claustra commo- rantes (vulgo exclaustrados), preeter Bullam Cruciate et Summarium car- TRATADO I. nis tenentur Summarium quoque lac~ ticiniorum suscipere, ut Presbyterisz- culares.—At Regularibus intra claus~ tra degentibus, sive sacerdotes sint, sive laici, sive moniales, sufficiunt Bulla Cruciata et Saummarium carnis, nisi sint ex Ordine Minorum S, Fran- cisci, qui nulla bona possident, qui- bus sufficit Bulla Cruciata.— Precor E. T. summopere curare ut hoc de- cretum apostolica Summi Pontificis auctoritate firmatum, quo primum poterit publici juris fiat, ejusque jam publicati exemplar ad me transmitta- tur in Tabulario Supremz Congrega- tionis asservandum.—lInterim im- pensos altissime@ estimationis mex sensus testatos volo Eminentia Tue cui manus humillime deosculor.— Eminentiz Tuze.—Romee die 7 Mar- tii rSgt.—Humillimus et addictissi- mus servus verus.—R., CARD. Mona- co.— Dno. Cardinali Archiep. Tole- tan. , Commissario generali Bulle Cruciate.» Y mandamos insertar el anterior decreto en el Boletin Eclesiistico de esta archididcesis para que obtenga la debida publicidad, ccmo en el mis- mo se nos encarga.—Toledo 21 de Marzo de 1891.—EL CARDENAL Pay: arzcbispo de Toledo. (Publicado en Boletin de Toledo en 23 de Abril de 1891.) * P. 3Pueden los religiosos usar de los privilegios de la Cruzada sin li- cencia de su prelado? R. No se trata aqui de los privi- legios de elegir confesor aprobado por el Ordinario, ni de la facultad de po- der ser absuelto de censuras y reser- vados en virtud de la Cruzada por un confesor de la Orden 6 de fuera de la Orden (de esto se tratar4 mds adelan- te}, sino de otros privilegios que la buia concede 4 los que Ja toman. Acerca de este punto hay dos opinio- nes: Bardi y Trullench dicen que los religiosos no necesitan de la licencia del prelado, porque el Papa concede la bula a todos los fieles generalmen- DE LA BULA DE LA SANTA CRUZADA. te, sin exigir para los religiosos la li- cencia de su prelado. La segunda opi- nién la exponen los Salmaticenses del modo siguiente (nim. 59): «Sed alii non minus probabiliter, et in praxi tutius afifirmant, preelati licentiam necessariam esse ut religio- si bullam sumant, et illius gratias et privilegia participent. Ita Villal., trac- tatus XNVII, claus. 12, num. 27. Mendo, disp. 4.", num. 1g. Et ratio illorum est, quia credendum est Ponti- ficem velle, ut discipline regularis ob- servantia in omnibus vigeat; quod non ita bene fieret, si in bull acceptione et usu a prelati voluntate religiosi non dependeret (1). Uiterius, nam ut refert Rodrig. (in Bull,, § 12, dub. 1, num 11), in bulla a Pio [V concessa anno 1564 apposita erat clausula, in qua Pontifex asserebat religiosos absque preelati licentia bullam accipe- re posse; que clausula in bullis que deinceps concesse sunt, sublata est, nec in aliqua reperitur: ergo, cum hoc matura deliberatione Pontificum fiat, manifeste colligitur, velle Pontifices ut in acceptione bulle religiosi sub- sint voluntati prelatorum.» A continuacién del parrafo anterior Jos Salmaticenses (nim. 60) ponen la siguiente excepcién de los autores que niegan 4 los religiosos la facultad de tomar y usar de la bula sin la licencia de sus prelados: «Addunt tamen, pree- dicti auctores cum Diana, part. 1.* tract. XI, resol. gg, prelatum non posse negare religiosis licentiam bul- lam accipiendi, nisi ex justa causa; et si sine illa licentiam deneget, pec- cabit mortaliter, et subditus poterit bullam sumere, ac si licentia illi de- negata non esset; quia Pontifex non ab injusta, sed solum a justa prelati \ os que emplea- sen lo imosne en tomar Ie bula contra la la voluntad racion presuata del prelado. 7 voluntate creditur velle dependere, ne deterioris conditionis ac seecularis fiat, et indulgentiis aliisque bonis spi- ritualibus privetur sine cansa.» Después dicen los Salmaticenses que aunque el prelado sin justa causa no puede negar 4 sus sibditos la fa-" cultad de tomar la bulade la Cruza- da, «nihilominus (ajunt Diana et Vil- lalob.) valet, dum licentiam concedit, bullam subditis limitare quoad usum unius vel alterius privilegii et faculta- tis; et tunc, quantum ad usum privilegii et facultatis interdictz, bulla subditis favere nequibit. Tum quia facultatem nedum limitandi et restringendi, ve- rum etiam penitus tollendi omnia aut quzecumque privilegia a Sede Aposto- lica dimanantia, ne illis subditi utan- tur, concessit Leo X Minoribus et Augustinianis, Clemens IV Cister- ciensibus, et Gregorius XIII Societa- ti Jesu. Que privilegia, sicut et qua- libet alia, prelati aliarum religionum habentium privilegiam communica- tionis, communicant. Tum etiam, quia presumi nequit, ut jam insinua- yimus, Summos Pontifices, qui ma- gnopere in regularibus observantiam zelant, velle ut religiosi privilegiis ab ipsis concessis utantur contra justam voluntatem suorum prelatorum. Per quod constat quod, etsi bulla ex prela- ti licentia a subdito jam accepta sit, poterit a prelato ex justa causa limi- tari, aut ejus usus subdito totaliter interdici, quia in hoc procedunt apos- tolica auctoritate, ipsis a relatis Pon- tificibus tributa.» Al fin del tomo 2 de Gury (edicién de 1863} se pone un tratadito sobre ja bula de la Cruzada, trasladado li- teralmente del que antes se habia puesto en la Teologia Moral de Svavi- ni, con la censura aprobativa del muy docto P. M. Fr. Narciso Puig, y man- dado imprimir por el vicario general -|de la didcesis de Barcelona, doctor Ezenarro. En este tratado (quer. 4, resp. 6) se lee lo siguiente: «Item religiosi possunt, de licentia | LIBRO VUL prelati, habentes pecuniam ad usum honestum, bullam sumere, et omni- bus ejus frui indultis, quin prelatus possit ea limitare, nec licentiam ne- gare, » Como queda dicho, el autor de este tratado, publicado en Barcelona, no conviene en un todo con Jo que dicen jos Salmaticenses, porque éstos, en el jugar citado, facultan al prelado para limitar algunos privilegios de la bula. Diré mi humilde parecer: cuando las constituciones de una Orden reli- gicsa mandan que se use de comida cuadragesimal en toda la Cuaresma, no es de creer que Su Santidad, al conceder la bula de Ja Cruzada , qui- siese facultar al religioso para violar las constituciones 4 que se obligé en su profesién. Es verdad que si las constituciones tan séloobligan 4 pena, y no 4 culpa, el religioso que se apro- veche de la bula no por esto faltard al precepto de abstinencia impuesto por ja Iglesia; y si las constituciones de su Orden le obligan 4 culpa leve, pecara venialmente, y si 4 mortal, mortalmente, De esta manera se con- cilian las dos opiniones, porque se guardan los iueros de la profesién re- Jigiosa y se respetan, basta donde es posible, los privilegios dela buia. 8517. P. ;Aprovecha la bula 4 jos infantes, 4 los Gementes, 4 los fa- tuos y 4 los furiosos? R. A los que no han llegado al uso de la razén, ies sirve la bula para poder ser enterrados con moderada pompa en tiempo de entredicho, En nto 4 jos dementes, frenéticos y iosos, les aprovecha, dicen los Salmaticenses (num, 63, punct. 7), para gue vin mortis articulo consti- tuti eodem interdict? tempore sacra- mentum Extreme Unctionis susci pliant, et a censuris absolvantur; dummodo non ccnstet in peccato mortali mori, et a contumacia ob quam censuras incurrerunt , non re- cesisse. Guia tunc nec sacramentum Extrema Unctionis, nec hsolutio a TRATADO I. censuris potest illis impendi. Insuper potest illis indulgentia plenaria buile applicari. Et omnium ratio est, quo- niam bulla indifferenter et absque distinctione wxtatis et status omnibus praefata privilegia concedit ; et alias pueri ef amentes voluntatem inter- pretativam accipiendi builam eamque acceptandi habere judicantur, siqui- dem velle censentur omnia sibi uti- lia; acceditque in pueris voluntas pa- rentum, vel aliorum nomine illorum bullam accipientium, que videtur suf- ficere ut bulla eis suffragetur, sicut accidit in baptismo pro ejus receptio- ne et valore. Unde non est cur pue- ris et amentibus relata indulta dene- gentur. Ita Rodr., in addit. ad § 5, num, ; Truilench., libh 1, § 1, laub. 6, nums. 1 et 2; Bardi, part. r, tract. II, cap. 4, sect. 5, nums. Sr et | 87: Mendo, disp. 4, cap. 3, num. 12 ‘Busemb., lib, 5, cap. i, art. 2, et alii communiter. Consultosacramenti Eu- charistie mentionem non fecimus, | quia pueris ante usum rationis et per- |petuo amentibus nequit ullo tempore, etiam in mortis articulo, Eucharistie | sacramenium ministrari,utstatuimus tract. LV De E: cap. 7, punct. r, num. 7. Amentibus antem , illis , vi- | delicet, qui post rationis usum in jamentiam incidertnt, tantum in mor- itis articulo rinistranda est Eucha- tistia ; verum ad hoc ui in dicto ar- ticulo illis ministretur, etiamsi sit tempore interdicti to modo indi- gent bulla; facu. gue reci- ;piendi Eucharistiam .empore inter- {dicti conceditur in articulo mortis constitutis, dummodo, si fuerint _specialiter interdicti, aut interdicto jcausam dederint ; Prius satisfactio- jnem, ut precipitur in capit, dima water, De 2 excomnn, in 6, ex- hibere curent ; cap. Oued in ze, De | gent et vemiss.; cap. Permiitimus, De | Sent. exconint.» | En cuanto 4 los catectmenos, es indudable que no necesitan de ja bula ipara comer carne, huevos y lactici- DE LA BULA DE LA SANTA CRUZADA. 9 nios en los dias prohibides por la iglesia; porque , como no son stibdi- tos de ella, no les obligan los precep- tos meramente eclesidsticos. Tampo- co les sirveia bula paraelegir confesor, ser absueltos de censuras yreservados, porque ni pueden recibir Sacramento alguno antes del bautismo , ni incu- rrir en censuras, por no ser stibditos de la Iglesia. Sobre si los catecime- nos pueden ganar las indulgencias de la bula, es indudable que no se les pueden aplicar per modu absolutionis, porque Ja absolucién de la pena debi- da al pecado perdonado en cuanto 4 Ja culpa, es acto de jurisdiccién espi- ritual; y como los catectimenos no son stibditos de la Iglesia, el Papa no les puede conceder induigencias per mzo- dumm abscludéonis. 3518. Sobre si se pueden aplicar A lcs catectmencs las indulgencias de la bula fer medune suffragti, hay dos opiniones , que se pueden ver en jos Salmaticenses, punto 7, nim. 66 y siguientes, donde tratan muy lata- mente esta cuesiion. Estos doctos autores se inclinan 4 que les pueden sovechar , y lo mismo que pueden : enterrados en lugar sagrado en mpo de entredicho , si habian to- mado en vida Ja bula de la Cruzada. Por ultimo, tienen también por muy srobable «bullam posse favere cathe- cumenis ad faciendam corapositio- nem pro bonis injuste acquisitis, quo- rum certus dominus ignoratur, si velint Ecclesiz sponte se subjicere;» pero como estas cuestiones no las juzgo de mucha importancia , no me detengo en ellas. En la explicacién de la bula de la Cruzada publicada en Barcelona en 3, después de hablar de los here- jes y excomulgados, se lee lo siguien- te: «Non desunt auctores qui aliter censent; quoad cathecumenos nullo possunt bulie privilegio frui, cum non sint intra Ecclesiam, nec legibus ipsivs subdantur ut possint cum illis exerceri actus jurisdictionis et cla- vium, ad quos pertinent omnia bulla indulta.» Los Salmaticenses , en el nim. 74 del lugar citado, dicen que la bula de Ja Cruzada no puede aprovechar 4 los catectimenos para que se les puedan conmutar los votos que hicieron, por- que esta conmutacién es acto de ju- risdiccién espiritual , y la Iglesia no tiene jurisdiccién alguna espiritual en los que no estan bautizados. 8519. P. ¢Pueden los herejes, los cismaticos y los excomulgados gozar de los privilegios de la bula? R. En cuanto 4 los herejes for- males, tengo por cierto, moralmente, que no les aprovechan los privilegios de la Cruzada , porque ésta‘no apro- vecha sino 4 los files de Cristo, ut Christa fideles, etc., y la buia repite varias veces esta misma palabra, Chiisti fidelibus, singulis Chivisti fideli- bus, etc., ete.; y es claro que los apds- tatas 6 herejes, vulgarmente hablan- do, se pueden llamar cristianos, por- que conservan elcaracterdel bautismo, pero de modo alguno son ni se les puede lamar files de Cristo. Lo mis- mo se ha de decir de los cismaticos formales, porque éstos estan también separados voluntariamente de la uni- dad de la Igiesia catélica; y, como muy bien dicen los Salmaticenses en el lugar citado, nim. So, «quia cre? dendum non est Ecclesiam velle ali- quo favore prosequi eos qui volunta- rie et pertinaciter ab ejusrunitate et obedientia se separant; sed ita sunt schismatici: ergo dicendum est de illis, sicut de hereticis, bullam quoad nuilum ejus privilegiam posse eis favere.» No obstante lo que dicen los Sal- maticenses de que no aprovecha la bula de la Cruzada 4 los cismaticos 4 los herejes , si éstos abrazasen sinceramente la fe catolica, y aqué- llos la unidad de la Iglesia, ya serian verdaderamente fieles, y podrian to- mar la bula y usar de sus privilegios. Es mas; dun cuando al converiirse de 10 LIBRO VIII. sus errores no se justificasen por una buena confesién 6 por la contricién perfecta, serian verdaderos fieles y les aprovecharia la bula; porque, como dicen Cayetano, Suarez, los Salma- ticenses y otros autores, bien se pue- de infundir el habito de la fe teolégi- ca, sin que se infunda el habito de la caridad; y asi lo dice expresamente Santo Tom4s, 2. +q. 6, art. 2 ad 3." (1); y se equivoca Bardi cuan- do impugna esta doctrina, como pue- de verse en los Salmaticenses en el lugar citado, nim. 79. En cuanto 4 los excomulgados , si son tolerados, pueden usar de todos los privilegios de la Cruzada , excep- tuados dos: he aqui las palabras de los Salmaticenses (nim. 82 del lugar citado): «Primum est privilegium as- sistendi sacris et divinis tempore in- terdicti: quia eis, sive vitandi sint, sive non, quocumque tempore assiste- re divinis officiis inhibetur jure cano- nico, cap. Respous., cap. Nufer , De sent, exconm., etc... Secundum est, privilegium indulgentiarum que in hae bulla conceduntur; quia excom- municati, sive tolerati sint , sive non, privantur omnibus orationibus Eccle- sie communibus , suffragiis , in- dulgentiis , et sacrificiis: cap. A no- bis 2; cap. Sacris, De sent. excomm.; et caus. 11, q. 3.", per plura capita. Eo quod ille qui Ecclesia praceptis con- tumax inobediensque fuit, dignus est privari suffragiis et indulgentiis, qui- bus Eclesia fideles ad salutem- juvat.» 3520. En cuanto 4 los difuntos, he aqui lo que dice Ja citada explica- cién de la bula publicada en Barcelo- une eam modum datur ali- ini a Deo quod credat, non ei charitatis donum, ‘sicut etiam aliquidus absque charitate datur do. num prophetie, vel aliquid simile y Santo Tonvis en este lugar habla manities- temerte, Slo el aetu, sino también del TRATADO I. ina, en la respuesta 5.* al qu@rves 4: «Pro defuncto, qui adhuc vivens petiit bullam vivorum, potest illa accipi, ut absolvatur ab excommunicatione, et sepeliatur in loco sacro, et tempore interdicto, moderata pompa: si autem non petiit , non potest ei valere; quia in primo casu permanet ejus voluntas virtualiter, sicut in aliis dispositioni- bus, non vero in secundo; sicque non verificatur ipsum dare et accipere, et ly in quantum dedisti, etc. Sic cunci- hantur opposite sententiz.» a $22 Por cudnto tiempo se concede la bula. 3521, P. Por cuanto tiempo se concede la bula? R. La bula se concede por un ato. Asi consta expresamente de la bula latina: «Qui intra annum a die pu- blicationis presentium in singulis locis praedictis faciende inchoan- dum... infra dictum annum; dicto anno durante.» La bula en castellano dice: «Que durante el dicho ajio de la publicacion... puedan,» etc. De modo que antes de la publicacién de Ja bula en el lugar donde se toma, no se puede gozar de sus privilegios. El que toma la bula en un lugar donde se ha publicado ya, y pasa 4 otro donde no se publica hasta después de un mes, por ejemplo, si permanece en este lngar hasta la publicacién det afio siguiente, se pregunta: la bula que tomé en su pueblo, dle valdra aun pasado el afio de la publicacion en su pueblo, hasta que se haga la publicacién en el pueblo donde se halla, la cual se hace un mes después que en el pueblo donde la tomé? R. El Compendio Salmaticense (tract. NNVIII, nim. 28} responde asi: «Dicunt pie aliqui, posse illa frui usque ad immediatam publica~ tionem in hoc loco; quod videtur con jsonum rationi, astante bona fide re- | cipiendi quotannis bullam. Alii tamen |reluctantur, dicentes quod juxta ejus DE LA BULA DE LA SANTA CRUZADA. verba solum durat per spatium unius anni computati a die publicationis in loco ubi bulla accipitur. Unde, hoc transacto, nihil proficit; qued confor- mius est litterze ejusdem bulla.» Los Salmaticenses (tract. VI, capi- tulo I, punct. 3, nim. 33) tratan con su acostumbrada erudicion esta cues- tién, y después de referir la opinién de Palao, que afirma esse pie dictum que el que tomé Ja bula en Madrid en la primera dominica de Adviento, que es cuando se publica, y se mar- cha 4 Salamanca, donde no se publi- ca hasta la dominica de Septuagési- ma, y si permanece en Salamanca hastala Septuagésima del afiosiguien- te, puede usar de la bula que tomé en Madrid hasta la publicacién que se haga en Salamanca en la domini- ca de Septuagésima; la de Trullench, que dice que no es improbable esta opini6n, etc. Pensaba continuar esta cuestién, y habia extendido ya las razones de la una y de la otra opinién, y los auto- res que Jas defienden; pero arranqué Ja hoja escrita, y elevé al Eminentisi- mo Sr. Cardenal Moreno, comisario general de la Cruzada, una consulta sobre esta cuestién para que, autori- zado como esté por Su Santidad para dirimir todas las dudas que ocurran sobre la Cruzada, se dignase resolver la siguiente. La pregunta que se hacia al sefior Comisario general era la siguiente: El que tomé la bula en Madrid en el primer domingo de Adviento {que es cuando alli se publica}, € inmediata- mente viere 4 domiciliarse 4 Ocafia, gpuede usar de Ja bula de Madrid hasta que se publique en Ocajfia, sea un mes 6 mds después de la que se publicé en Madrid? El Sr. Comisario respondid que bien puede usar de la bula que tomé en Madrid en el pri- mer domingo de Adviento hasta que se publique la de Ocafia, aunque haya pasado un mes 5 mds del afio natural desde que se publicd la que IL tomé en Madrid, pues puede aprove- charse de ella hasta que se publique la de Ocaiia. 3522. También hice al Sr. Co- misario general la siguiente pregun- ta: Si en un pueblo se acostumbra 4 publicar la bula en el dia de Reyes, pero por cualquier evento se dilata en un afio la publicacién hasta el do- mingo de Quincuagésima, ¢sirve hasta entonces la bula del afo ante- rior? El Sr. Comisario general de la Cruzada respondié asi: «Afirmativa- mente, porque la bula esta vigente mientras no se publica la del afio en- trante. Los afios se cuentan de pu- blicacién 4 publicacién.» Es indudable (diga lo que quiera el Jaxista Juan Sancio) que si se publi- ca la bula en Ocafia en el dia de Reyes, si en el aflu que viene se pu- blica la bula en el dia primero de Enero, para los de Ocafia caduca la bula del aiio anterior en el dia pri- mero de Enero, en que se publica la nueva bula; porque aun cuando no se ha cumplido el aio natural de la an- tigua bula, hecha la publicacién de la nueva, la anterior no tiene efecto alguno, 3528. Algunos fieles creen con buena fe que después de publicada la bula pueden usar por algunos dias de la bula anterior, especialmente en ciudades muy populosas, donde se necesita algun tiempo para la expen- dicién, 6 cuando, aunque los pueblos sean pequefios, algunas personas no tuvieron oportunidad de tomar la nueva; asi piensan el muy ancho Juan Sancio, el nada escrupuloso Diana, y algunos pocos més. Otros creen, también con buena fe, que para aprovecharse de los privilegios de la bula, basta tener intencién sin- cera de tcmarla, pero las opiniones anteriores las creo destituidas de s6- lido fundamento; porque, publicada la bula nueva, expira del todo la anti- gua. Ni la im posibilided fisica 6 mo- ral de tomar ja bula, ni la intenciin 12 de tomarla, autorizan para usar de sus privilegios; porque la bula tan slo sufraga 4 los que realmente la toman dentro del afio de su publica- clon, Aqui mueven los autores una cues- tidn: gpuede el Papa derogar los pri- vilegios de la bula, diciendo que no tengan efecto alguno respecto de aquellos que ya la tomaron y dieron ja competente jimosna? R. Cuando el Papa concedié 4 Es- paiia la bula de la Cruzada por seis afios, es indudable que, aunque mue- ra el Pontifice antes de expirar el plazo concedido, permanece el privi- legio por los seis aiios; porque, como dicen los Salmaticenses, nim. 37 del lugar citado, «privilegium et gratia, que non sunt gratia faciend@, sed gratia facia, in oniuiuin senteniza morte Pontificis non spirant, eo quod jam sit facta gratia, et sit velut donatio quedam, quw morte donantis mini- me extinguitur, cum ex vi illius res donata in dominium donatarii jam transierit, ut tenet Sanch., etc.» 8524. LP. Si cl Pepa durante el aito de Ja publicacién revocase la bula @ los que la habian tomado ya y dado la limosna, seria valida la re- vocacién? R. Hay dos opiniones; los unos dicen que si el Papa, sin causa algu- na, revocase la bula del modo dicho, la revecacién seria valida; pero no solamer ‘cita, sino que el Papa deberia al que did la li- mosna a ,coporcion del tiempo que jaltaba para cumplirse el ajio de la bula; asi cpina Bardi, y da la razon siguiente para probar que la revoca- cidn es valida: quidem Pontifex concedendo bulia privilegia non ab- dicavit a se potestatem imponendi Adelibus iterum precepta, ut jura, a quibus per preedicta privilegia exe- mit, observent;» y gue no ganarian jas induigencias por ia misma raz6n ce que el Papa, aunque ilicitamente, jas habia revocado. Otros, entre los LIBRO VIII. TRATADO I. que se cuentan los Salmaticenses (nim. 38 y siguientes), dicen que no sélo seria ilicita la revocacién, sino también nula, porque el Papa habia celebrado un contrato oneroso con el que dié la limosna, y asi que «falso asseritur quod a se non abdicaverit potestatem aliquid agendi contra bul- la concessionem intra annum publi- cationis, illamque posse absque ulla aut sufficienti causa revocare; cum Pontifex concedens bullam, dummo- do hee publicata fuerit, contractum ex justizza ilum obligantem cum fide- libus celebret.» Confieso que la opinién de Bardi me agrada mds que la de los Salma- ticenses; porque si bien, en el caso propuesto, el Papa que arbitratia- mente revocase la bula publicada pe- caria contra justicia y estaria obliga- do 4 indemnizar 4 los que habian dado la limosna, no veo yo cdma abdicé ni pudo abdicar la potestad de revocar validamente los privilegios que se conceden en la bula para absolver de censuras, de pecados reserva- dos, etc., dejando 4 los espaiioles con las mismas restricciones y deberes que tienen todos Jos catélicos de los paises donde no hay bula. Este es mi parecer, salvo wzeliori. Bardi dice también que si el Papa tuviese justisima causa para revocar la bula de la Cruzada en medio del afio de su publicacién, no tendria obligacién de indemnizar 4 ios que la habjian tomado; y da la razén: «Quia, cum bulla {inquit ille} sit pri- vilegium omnino gratuitum, nullo modo est pr#sumendum Papam vo- luisse se obligare ad recompensatio- nem, quando existit causa ob quam ipse Pontifex debet Cruciatam revo- care,» Diré mi humilde parecer: Bardi se equivoca en decir que la bula de la Cruzada es un privilegio omnizo gra- tuitum, porque para usar de él es ne- cesario dar la limosna seijalada; y los Saimaticenses, en mi concepto, se DE LA BULA DE LA SANTA CRUZADA. equivocan en exigir del Papa que in- demnice 4 los que tomaron la bula, por mas que tuviese tan justa causa que debiese revocarla en medio del aiio de la publicacién. La razén es, porque el Papa cumplié su deber en; revocarla; nada entré en su poder ni en beneficio suyo de las limosnas dadas, y todo el producto de la Cru- zada se invierte en el culto divino y subsistencia de los templos de Espa- iia; y, por lo tanto, no se comprende por qué los Salmaticenses quieren imponer esta carga al Papa. Nise! diga que en tiempo de los Salmati- censes las limosnas, producto de la Cruzada, no se empleaban, como en nuestros dias, en beneficio del culto divino y de la reparacién de templos, porque también entonces se destina- ban 4 un objeto piadoso equivalente, esto es, 4 librar 4 las naciones cris- tianas de Jas yejaciones de los maho- metanos, etc. * El breve de Leén XIII dado en 17 de Mayo de 1890 para doce ajios, dispone, al tenor del breve de Pio 1X y del decreto de Leén XII, que parte del producto de las limosnas de la bula se destine 4 los templos patriar- cales del Vaticano y de Letrdn, al Nuncio de Su Santidad en Madrid y Ala Secretaria de Breves en Roma, Jo cual, al parecer, apoya la opinion de los Salmaticenses. * ° 3. Para gozer de los privilegios de la Cruza- da ¢s necesario tomar la bula, aceptarla retenerla y poner en ella el nombre dei que la toma, 8525. Santo Tomas, en el Su- plemento de la 3.* parte, hablando de las indulgencias que se conceden (apliquese esto mismo 4 otros _privi- Jegios 6 gracias}, dice asi: «Remota causa, removetur effectus: si ergo aliquis non facit hoc pro quo indul- gentia datur, quod est indulgenti causa, indulgentiam non consequi- 13 tur..., eo quod, non existente condi- tione, non consequitur illud quod sub conditione datur: unde cum indul- gentia detur sub hac conditione, quod aliquis aliquid faciat vel det, si illud non exerceat, indulgentiam non con- sequitur.» (Q. 27, art. 3.) Supuesta la anterior doctrina de Santo Tomas, voy 4 poner las pala- bras que se leen en la bula traducida al espafiol, publicada por el Comisa- rio general de la Cruzada: «Y declavamos que los que la to- maren hayan de recibir y guardar este sumario y bula, que va impreso de molde, y firmado y sellado de nues- tro nombre y sello; porgue de otra ma- neva no genan ni gozan de la dicha bul. ni gracias de ella.» De las palabras literales del Comi- sario se infiere que la bula se ha de tomar de hecho y conservarla durante el afio de la publicacién, porque lo mismo se dice en la bula latina: Re- cepiatur ed retineatur. Como es indispensable la recepcion de la verdadera bula, se infiere que el que por equivocacién, malicia del ex- pendedor, 6 por cualquier otro moti- vo, tomase una bula falsa 6 del afio anterior, no podria usar vdlidamente de los privilegios de la bula, por mas que tuviese buena fe, segtin la doc- trina citada de Santo Tomas, 4 quien siguieron comdnmente los autores: no pecaria por su buena fe, pero tam- poco le aprovecharian los privilegios de la bula. 3526. P. El que no conserva la bula, zpuede gozar de sus privile- gios? R. Cominmente los autores dicen que si la bula se perdié por negligen- cia grave del que la tom4, en ese caso no le aprovecha la bula: «ut (sou palabras de los Salmaticenses) si ex negligentia gravi bullam amittat, aut voluntarie dilaceret, vel a se proji- |ciat; secus vero de illo qui eam non jretineret, quia inculpabiliter amisit. | Iste enim, etsi ballam vere non reti- 14 LIBRO VIII. neat, omnes ejus gratias participare poterit;» y afiaden los Salmaticenses: «Ad hoc autem, ut quis bullam in- culpabiliter amisisse dicatur, sufficit mediocrem diligentiam in ea custo- dienda et servanda adhibuisse. Id enim, et non amplius, est quod a Pontifice pracipitur, dum prescribit ub bulla summarium retineatur:» pero cuando se dice que la bula se debe retener, no se entiende que se tenga consigo; basta que se tenga en poder de alguna persona, aunque ésta se halle 4 grande distancia. En la bula latina de Pio IX, publicada en Gaeta en 11 de Mayo de 1849, no se pone la condicion acerca de la bula ut yetineatuy: de esta omisién inferia el Illmo. Sr. Gainza, obispo meriti- simo que fué de Nueva Caceres, del Orden de Predicadores, que en el dia no es condicién esencial la retencién de Ja bula. Fuera de desear que el se- for Comisario general diese una de- claracién. Confieso que me parece} duro que la retencidn de la bula sea condicién necesaria para usar de sus privilegios (1). 3527. Es necesario, ademas, que en la bula se ponga el nombre de aque] para quien se toma: he aqui las palabras del Comisario, nim, 72: «Es menester aplicarla nominal- mente yen particular, Para eso ve- réis que en el sumario de cada una de las cuatro bulas se deja un blan- co, y es para que escribiis 6 hagdis escribir en él vuestro propio nombre y apellido, 6 el de aqnél para quien se destina la bula.» Sobre si el poner el nombre del que la toma es esencial 6 solamente con- sejo, hay dos opiniones, como se 2) Dias después de haber escrito esto, del Emmo. Sr. Cardenal Moreno, rio general de la Santa Cruzada, una deslaracién auténtica, que expresa que la conservacidn de la bula no es ne- ria para su validez, y cova declaracié se copiara hteralmente mis adelante. Véa-! se el nim. 3597 ¥ siguientes.) TRATADO I, puede ver en los Salmaticenses, en el lugar citado, ném. 98 y siguiente, donde tratan esta materia con su acostumbrada erudicién. Los unos dicen que no es necesario esencial- mente poner el nombre; y los autores que la defienden son ciertamente gra- ves: «Secunda sententia, dicen los Salmaticenses, quam Guerrero cum aliis quos suppresso nomine refert Larraga, etc., affirmat esse necessa- rium in bulla nomen recipientis scri- bere, ut valeat ejus indultis frui.» Lo cierto es que en la bula latina se po- nen las siguientes palabras: «Rece- perint, receptum penes se retinuerint, prefatum typis excusum bull sum- marium, descripto ibidem uniuscujusque nomine proprio;» wet, noster (es decir, que era Carmelita descalzo) Valen- tin. dicit quod in nova bulla compo- sitionis exigitur ut conditio, quod in illa nomen scribatur: ergo non est ita verum quod in bulla latina hoc non precipiatur.» Los Salmaticenses, después de re- ferir las razones de la una y dela otra parte, que omito por brevedad, concluyen de este modo, 4 cuya opi- nién yo me adhiero: «Hee sunt fun- damenta que hanc sententiam (que es necesario poner el nombre) proba- biliorem et securiorem reddunt, et ut tali illi adheremus. Ideoque aucto- res utriusque sententiz monent, con- sultius et tutius esse nomen recipien- tis bullam in ea inscribere,» 3528. Esademés necesario, para gozar de los privilegios de la bula, que la acepte aquel para quien se toma. La razon es, porque, como di- cen los Salmaticeases en el nim. g2, cualquier privilegio es como una do- naci6n, y ésta no tiene efecto sin el consentimiento y aceptacién del do- natario: de aqui es que, segiin la opi- nién comin, si Pedro toma una bula para Juan y pone en ella su nombre, si Juan no acepta la bula, Pedro pue- de aplicar esta bula 4 cualquiera otra persona, 6 dondndosela, 6 recibiendo DE LA’BULA DE LA SANTA CRUZADA. fa limosna que dié por ella, 6 reci- biendo del expendedor de la bula la limosna, si éste quisiere recibir la bula, en cuyo caso deberia borrarse el nombre que estaba puesto; pero una vez aceptada la bula por aquel cuyo nombre se habia puesto, ya no podria darse validamente 4 otro. 8529. P. {Qué certeza se exige de haberse tomado la bula 4 favor de una persona, para que ésta pueda usar de sus privilegios? R. Grosin (trat. XNXIX, cap. 1, preg. 18) dice que «un estudiante que est4 cursando en Pamplona, 4 quien sus padres, que viven en Madrid, suélen tomar la bula todos Jos afios, pien puede usar de sus privilegios, sé tiene certezt moral de que se la toma- ron; pero lo mejor sera que se asegu- re por carta.» Hasta aqui Grosin: de modo que en realidad deja la cuestion irresoluta. Los Salmaticenses (nim. 96, pun- tog, del cap. 1 sobre la bula) dicen que Trullench niega que el estudian- te, en el caso propuesto, pueda usar de los privilegios de la bula, si no tiene por otra parte algtin testimonio de que se la tomaron; porque la cer+ teza de que le tomaron la bula otros giios no basta para causar certeza moral, sino tan sdlo presuncién de que se la tomarian en el presente; y como la bula puede afectar 4 la vali- dez de la absolucién de censuras y pecados reservados, no basta la pre- suncién, sino que se necesita la cer- teza moral de haberse tomado la bula; y afiaden los que defienden esta opinion: «Cum contingere possit bul- lam vere non fnisse receptam propter parentis, amici, aut consanguinei mortem, morbum, aut aliud impedi- mentum.» 8580. Acerca de que el expende- dor de la bula ponga dos cruces en ella antes de distribuirla, 6 en su de- fecto el que la toma ponga tres rayas A cada lado de Ja firma del Comisa- tio general, se ha observado general- 35 mente, no sélo por el comtin de los fieles, sino también por los hombres sabios. Se pregunta: jes esto necesa- rio para el valor de la bula? R, El Sr. Claret, en una nota que puso 4 Grosin (trat. XNXIX, cap. r, preg. 22), dice asi: «Para evitar frau- des € impedir que se perjudique 4 los intereses de la Santa Cruzada expen- diéndose dos veces acaso los suma- rios mismos, 6 volviéndolos 4 recoger los cogedores, verederos 6 receptores después de ya expendidos, esta pre- venido que no se distribuya ninguno sin poner antes al pie de ellos dos cruces, una 4 cada lado de la firma del sefior Comisario general. Si por omisién de dichos expendedores no se hubiesen puesto dichas dos cruces en algdn sumario, los mismos que lo toman podran suplir esta falta, po- niendo en lugar de cada una de ellas tres rayas de arriba abajo; pero si por descuido 6 ignorancia de unos y otros no se hubiesen puesto ni cruces ni tayas, 10 por eso deja de aprovechar el sumario, si se ha tomado de buena fe y se ha escrito en élel nombre y ape- Nido de la persona por quien se tomd.» Yo nada tengo que afiadir 4 las palabras del Sr. Claret; pero como algunas personas escrupulosas, y de ellas no pocas de bastante sabiduria, siguen poniendo las seis rayas cuan- do el expendedor no pone las cruces, seria conveniente que el sefior Comi- sario general de la Cruzada declarase que no habia necesidad de esas cru- ces ni de esas rayas; porque aunque yo especulativamente no las creo ne- cesarias, en la practica no me atrevo 4 omitirlas. No se crea que la cos- tumbre de poner esas cruces fué in- troducida por una arbitrariedad. He aqui las palabras de Grosin en ei lu- gar citado: «En la explicacién de la bula de la Cruzada que de orden del sefor Co- misario general se imprimié en To- ledo en el aio de 1755, se manda, en 16 LIBRO VII, TRATADO I, el ntim. 67, que se tome legitimamente, |acreedor, 6 el expendedor la diese al esto es, segrin el vito y formalidades que | fiado. se prescriven por qiten tiene autovidad| P. El que toma Ja bula con dinero legitima.» ‘hurtado, hace suya Ja bula? Una de estas formalidades es que| . He aqui la respuesta del Com- se pongan por los repartidores dos | pendio Salmaticense (tract. XXX VIII, cruces 4 los dos lados de la firma deljnum. 32): sefior Comisario, y otra que se esctiba| «Resp. Negatur posse, absolute lo- en el sumario el nombre y apellido | quendo; quia eleemosyna ex alieno del que la toma. : ‘aut furto comparata, non est eleemo- Después de escrito esto, consulté|syna, sed potius continuatio seu con- al sefior Comisario general de la Cru-|summatio furti. Verum si intra‘an- zada, suplicdndole se dignase decla-/num restituat, a die restitutionis tar auténticamente esta duda; y de-/bullam facit suam, quia jam non re- claré que el poner en Ja bula las dos|tinet moraliter pecuniam alienam. cruces, 6 en su defecto las seis rayas, Idem est si, hanc retinens, non hac, era una mera formula, y que no era sed alia pecunia propria bullam acci- necesario para su valor. (Véase el nii- piat. Sicut etiam si habens pecuniam Mero 3597 y siguientes.) ‘furatam mixtam cum pecunia pro- pria, ita ut illa agnosci nequeat, ex $40 | mixta tribuat eleemosynam pro bulla; De la necesidad de dar Ja limosna tacada |4N¢ quippe est verus dominus totius ra el sumario de la bula. pecunia, sed cum obligatione resti- | tuendi in specie debitam.» 3531. Otra de las cosas que se} A continuacién de las palabras ane mecesitan para la validez de la bula es|teriores aflade dicho autor: «Idem que se dé Ja limosna sefialada por el’ (que se puede tomar Ja bula) de me- Comisario general ti otro competente- | retrice, et aliis qui acquirunt, esto mente autorizado. Digo por ef Com \illicite, dominium pretii sibi ob alt- savio general, porque el Papa no deter-|quod opus pravum collati, quia vere mina la limosna, sino que faculta al! possunt illud pro libito in eleemosy- Comisario para que lo haga. Digo'nas, vel ad sibi necessaria expendere.» también 6 por otro legitimamente auto-' Lo mismo dice Santo Tomés (2.* 2."; rizado, porque hemos visto en la gue- | q. 62, art. 5 ad 2.0"): tra de sucesion entre Isabel II y don, «Alio modo aliquis illicite dat, quia Carlos de Borbén que en ei ejército| propter rem illicitam dat, licet ipsa catlista habia un Comisario autori-|datio non sit illicita; sicut cum quis zado por Gregorio XVI, que no de-| dat meretrici_propter fornicationem. pendia del Comisario general de la’ Unde et mulier potest sibi retinere Cruzaia de Madrid. Esto es indu-| quod ei datum est; sed si superiiue dable. jaliquid per fraudem vel dolum extor- La limesna que se ha de dar para’ sisset, teneretur eidem restituere.» : tomar la bela ha de ser propia, 6 do-! Como en el dia hay no pocos mari- nada per persona que tenga propiedad dos irreligiosos, tal vez incrédulos, sobre ella, como si el padre 6 el ami-' que no permiten 4 sus mujeres tomar go la toman 4 favor de otra persona; las bulas, creo que, si estan en una porque, como dicen todos los autores, | posicién regular, pueden muy bien no aprovecha si se toma con bienes' tomar la bula de la Cruzada y la de ajenos 6 robados; pero aprovecharia!carne, no sélo para si, sino también si se tomase al fiado con tal que hu-|para sus hijos y criados, sin que lo biese verdadera intencién de pagar al! sepa su marido, y 4um contra su ex= DE LA BULA DE LA SANTA CRUZADA. presa prohibicién; pero de nada servi- ria que tomasen la bula para su ma- rido contra su expresa voluntad, por- que como éste no la aceptaba, antes bien la repugnaba expresamente, de nada le aprovecharia. 3532. P. iNo es simonia dar li- mosna pecuniaria por fa bula de la Cruzada, por la cual se conceden in- dulgencias y jurisdiccién para absol- ver de ciertos pecados? R. Santo Toms se opone 4 si mis- mo el siguiente argumento (in 4 Sent, dist. 20, q. 1.*, quaestiune. 3."): «Remissio peccatorum (et indulgen- tia} est quoddam spirituale; sed dare spirituale pro temporali est simonia: ergo hoc fieri non debet.» He aqui la lacénica y sélida solu- cién del Angélico Maestro, que adop- taron los tedlogos para resolver esta y otras cuestiones semejantes: «Ad tertiam questionem dicendum, quod temporalia ad spiritualia ordi- nantur, quia propter spiritualia tem- poralibus uti debemus: et ideo pro temporalibus simpliciter non potest fieri indulgentia, sed pro temporali- bus ordinatis ad spiritualia, sicut re- pressio inimicorum Ecclesia, qui pa- cem Ecclesia perturbant, vel sicut constructio ecclesiarum, et pontium, et aliarum eleemosynarum collatic. Et per hoc patet quod non sit ibi simonia, quia non datur spirituale pro temporali, sed pro spirituali-» Afiadese 4 esto que la limosna que se da por la bula se invierte en favor del culto divino y en favor de las igle- sias necesitadas. Se ha de notar que las limosnas de la Cruzada se destinaban antigua- mente para auxiliar al rey de Espafia en las guerras que tan gloriosamente scstuvo por muchos siglos contra los infieles, especialmente mahometanos, y contra los herejes, para defender la fe catélica y extenderla por todo el munco; y siendo esto una gloria pe- culiar de nuestra patria sobre todas las naciones, por esto los Papas qui- Tomo IV. 7 sieron distinguirla con los singulares privilegios que concede la bula de la Cruzada; pero como esas guerras de religién cesaron casi del todo, por esto Pio IX (de santa memoria), 4 peticién de Isabel II, did 4 las limos- nas, producto de Ja bula de ia Cruza- ida, el destino que se expresa en las palabras siguientes de la bula dada en Gaeta en 11 de Mayo de 1849. He aqui las palabras literales de la bula, en el exordio de ella: «Etsi tanta illa belli contra infide- les necessitas, mutata tandem tempo- rum causa, fere cessaverit; que qui- dem ejus indulti recentiores conces- siones eo consilio facte sunt, ut eleemosynz inde collect, sin minus ad prelia eadem, in alios tamen pios usus erogarentur. Novissime vero a dilecto filio Francisco Martinez de la Rosa, Tuo apud Sanctam hance Se- dem oratore Catholic Majestatis Tuz nomine supplicatum Nobis est, ut denuo illud proregare . velimus: atque una cognovimus, consilium | Tibi esse ut summa que inde coll gantur, cedant onzino in expensas ati ni cultus et levamen hispanicarum eccle- | star, que in anteacta temporis icalamitate tot tantisque suorum re- dituum et obventionum detrimentis tafflictee sunt. Nos igitar Tuum hujus- modi consilium meritis efferentes lau- dibus, desiderio illi et postulationi (Tu, quatenus id Nobis opportunum in Domino visum est, obsecundare decrevimus. ‘Quare auctoritate Apes- tolica, Nostrisque hisce litteris, ad duodecim annos a die prima illarum publicationis computandos, et non ultra id tempus valituris, concedi- mus et indulgemus ut Christi fideles utriusque sexus in regno Hispania- rum, et in insulis, aliisve locis eti: ultramarinis civili ditioni Majestatis Tue subditis commorantes, vel ad regnum, insulas, aut ad loca eadem divertentes, qui intra annum a con- suetis publicationibus harum earum- idem litterarum de more computan-

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