No tengo la certeza de cuntas veces he dicho que no por miedo. Lo que
s creo tener es una lcera de tanto contenerme. Es extrao. Ayer cundo lo vi supuse que sera el fin de mi ayuno. Que hombre ms provocativo. Pareca estar hecho a mi medida. Los brazos fuertes, el trasero prominente, una linda sonrisa. Tengo que estar loca para haberme negado de nuevo. Con todo y lo que ello implica no me arrepiento, pero es que siempre vienen con las mismas peticiones y no puedo. Quieren que tal vez asuma el papel de quien ya no esta y yo lo siento No voy a lacerar el cuerpo de nadie, y menos por placer. No voy a lanzar el mpetu endiablado de un sexo contenido sobre la espalda de algn sumiso que pretenda ser mi cautivo, o sobre la parte superior de su abdomen, ni a lamer su pecho despacito ni a halarlo fuerte de su pelo. No, a eso me niego. Tampoco har que dance para m entre msicas a medio volumen ni dir sentencias fulgurosas. No le morder ni dejar que rueden entre mis pechos gotas de sangre inusitadas. No, cmo podra? He prometido jams desbaratar esta imagen tan bien creada y conservada, mis lentes de contacto podran arruinarse y quin sabe, incluso hasta podra llegar a gustarme. Lo ms importante es que tampoco lo hara por el amor que le tengo an a mi difunto marido, quien a mis cuarenta y cinco me ha dejado sola. De eso hace ya dos aos, y bueno, tuve que tomar las riendas de su cadena de gimnasios. Es un trabajo arduo y de todos los das. Creo que no lo hago tan mal. Me esfuerzo en atender a los afiliados, en cubrir todos los detalles Ahora comprendo por qu Octavio les dedicaba tanto tiempo.