Está en la página 1de 3
que vuelan cuando bailan por de ‘otros que parecen como eg, ¥ estos eran para davie baniles, carpinteros, qué\todes en- tendian en las obras de si también digo que tenia tantas tas queria, No olvidemos las huertas de flo> res y arboles olorosss, y de los chos géneros que de ellos teni concierto y paseaderos de de sus albercas y estanqyes dulce; cémo viene el cabo y va por ot que dentro tenia, (Cos que en jos arbo- de qué yerbas medi- gra cosa de ver, y para todo esto muchos hortelanos,-y todo la~ BERNAL D{AZ DEL CASTILLO brado de canteria y muy encalado, asi bahos como paseaderos, y otros retretes y apartam.entos como cena- deros, y también adonde bailaban y cantaban; y habia tant que mirar come en 10uo iosos lectores, lo dejaré de D\diré cémo fue nuestro Cor- chcs de nuestros capita- a ver el ‘Late.ulco, Plaza de México, y donde estaban cay su Uichi~ que es la gi subimos en altd sus iolos ‘Tezcate lobos. ¥ esta iue la Peimera vez que nuestro capitin salié a er 1a ciudad. y lo que en ello mas pasds CAPITULO XCII COMO NUESTRO CAPITAN SALIO A VER LA CTUDAD DE MEXICO Y EL TATELULCO, QUE ES LA PLAZA MAYOR, ¥ EL GRAN “CU” DE SU UICHILOBOS, ¥ LO QUE MAS Pas6 Como wanta ya cuatro dias que es- tabamos en México y no salia el capitan ni ninguno de nosotros de los aposentos, excepto a las casas y_huertas, nos dijo Cortés que seria Bien ir a'In plaza mayor y ver el gran adoratorio de su Uichilobos, y que queria enviarlo a decir al fran Montezuma que lo tuviese por bien. Y para ello envié por mensa- jero a Jeronimo de Aguilar ya dona farina, y con ellos a un pajecillo de nuestro capitan que entendia ya algo la lengua, que se decia Orte- guilla. Y Montezuma como lo supo envié a decir que fuésem2s mucho fen buena hora, y por otra parte temié no le fuésemos a hacer alein deshonor en sus idolos, y acordé de fr él en persona con muchos de sts princinales, yen sus rieas andas ‘salié de sus palacios hasta la mitad del camino; cabe unos adoratorics se apeé de las andas, porque tenia por gran deshonor de sus fdolos ir hasta su casa y adoratorio de aque- Ma manera, y Tevabanle del brazo grandes princinales: iban adelante de él sefiores de vasallos. y Hevaban Gelante do bastones ccmo cetros #l- zados en alto. mie era sefial cue iba alli el ran Montezuma, y cuando iba en las andas evaba’una varita medio de ono y meio. de_nalo. lex vantada, como vara de justicia. ¥ ast se fue v sub'é en su gran cu, acom- pafiado de muchos papas, y comen26 & sahumer v hacer otras ceremo- nias a Uichilohos. ‘Devem9- » Montezuma, que ya hax bia ido adelante, como dicho teneo, y volvamos a Cartes y a nuestros Ganitanes vy soldados. cue, como jemnre tenfamos or costumbre de noche v de dia ectar armados, y asi nos veia estar Monteziima cuando Te ibamos 4 ver, no lo tenia por cosa” nueva, Digo esto porque a caballo muy encalado, deros, y otros tos como cena- ade bailaban y nto que mirar } com en Louo hartabamos de si, por el con- § olicios entre idos gran can- itros “de ellos. rto de escribir ‘nas lo estaran lo dejaré_ de » nuestro Cor- lestros capita el ‘late.uleo, de México, ¥ jonde estaban a y su Uichi- imera vez que ver la ciudad. EL TATELULCO, ¥ Lo QUE MAS sus idolos ir torio de aque- nle del brazo iban adelante os. y Ievaban cmo cetros Al- sefial cue iba ma, y cuando ba'una varita 9 de alo, Ie- fusticia, ¥ ast ran cu, acom- ‘as, y comenz6 otras ceremo- ‘aa, que ya ha- > dicho tengo, Ya nuestros © aue, como costumbre de rmados, y asi zuma cuando tenia por cosa que a caballo nuestro capitan con todos los demas que tenian caballo, y la mas parte de nuestros soldados muy apercibi- dos, fuimos al Tatelulco. Iban mu- chos caciques que Montezuma envi Para que nos acompafiasen; y desde que Megamos ‘a la gran plaza, que 8e dice el Tatelulco, como no habia- Mos visto tal cosa, ‘quedamos admi- rados de la multitud de gente y mer~ caderias que en ella habia y del gran concierto y regimiento que en todo tenian. ¥" los principales que iban con nosotros nos lo iban-mos- trando; cada sénero de mercaderias estaban por si, y tenian situados y sefialados sus asientos. Comencemos Por los mercaderes de oro v plata y Piedras ricas y nlumas y mantas ¥ cosas labradas, y otras mercaderias de indios esclavos y esclavas; digo que traian tantos de ellos a vender fa] aquella gran plaza como traen Jos portugueses los negros de Gui- nea, y traianlos atados en unas va- ras’ largas con colleras a los pes- cuezos, porque no se les huyesen, Y otros dejaban sueltos, Luego es taban otros mereaderes que vendian ropa mas basta y algodén y cosas dé hilo torcido, v cacahuateros que vendian cacao, y de esta manera ¢s- taban cuantos géneros de mereade- rias hay en toda la Nueva Espafia, Puesto por su concierto de la manera, que hay en mi tierra. cue es Me- dina del Campo, donde se hacen 1as ferias, “ue en cada calle estan sus mercaderias, por si; asi estaban en esta gran plaza, y los que vendian mantas de henequén y sogas y co- taras, que son Jos zapatos que cal- zan y hacen del mismo Arbol, y ‘res muy dulees cocidas, y otras rebusterias, que sacan del mismo ar- bol, todo estaba en una parte de Ia plaza en su lugar sefialado; -y cueros de tigres, de leones y de nutvias, y de adives y de venados y de otras alimafias, teiones y gatos monteses, de ellos adobados, y otros sin adobar, estaben en otra parte, ¥,ottos réneros de cosas y merca? ming, ‘Pasemos adelante y digamos de Jos que vendian frijoles y chia y otras legumbres y yerbas a otra par te. Vamos a los que vendian galli- has, gallos de papada, conejos, lie- bres, venados y anadones, perrillos y otras cosas de este arte, a su parte STORIA VERDADERA—CAP. XCIT 159 de Ja plaza. Digamos de las fruteras, de las que vendian cosas cocidas, ma- 2amorreras y malcocinado, también a su parte. Pues todo género de loza, hecha de mil maneras, desde tinajas grandes y jarrillos ‘chicos, que estaban por ‘si ‘aparte; y tam~ bién los que Vendian miel y melco- chas y otras golosinas que hacian como ‘nuégados. Pues los que ven- dian madera, tablas, cunas y vigas Y tajos y bancos, todo por ‘si. Va- Mos a los que vendian lefia, ocote, Y otras cosas de esta manera. Qué quieren mas que diga que, hablando con acato, también vendian muchas canoas lenas de yenda de hombres, que :tenian en los esteros cerca de la plaza, y esto era para hacer sal © para curtir cueros, que sin ella dicen que ne se hacia buena. Bien tengo entendido que algunos sefiores se reiran de esto; pues digo que es asi; y mas digo que tenian por cos- tumbres que en todos lo caminos tenian hechos de cafas o pajas o yerba, porque no los viesen los que pasasen por ellos; alli se metian si tenian ganas de purgar’los vientres, Porque no se les perdiese aquella Suciedad. Para qué gasto yo tantas palabras de lo que vendian en aque- Wa eran plaza, porque es para no acabar tan presto de contar por menudo todas las cosas, sino que Papel, ‘que en esta tierra aman amat, y unos cafiutos de olores con liguidémbar, Ienos de tabaco, y otros ‘ungtientos amarillos y cosas de este arte vendian por si; y ven- dian mucha grana debajo jos por tales que estaban en aquella gran plaza. Habia muchos herbolarios ¥ mercaderias de otra manera; y te- nian alli sus casas, adonde juzgaban, tres jueces y otros como alguaciles flecutores ue miraban las merca- lerias. Olvidado se me habia la sal y los que hacian navajas de peder- nal, y de cémo las sacaban de la misma piedra. Pues pescaderas y otros que vendian unos. panecillos que hacen de una como lama que cogen de aquella gran laguna, que se cuaja y hacen panes de ello que tienen un sabor a manera de queso; y vendian hachas de latn y cobre ¥ estafio, y jicaras, y unos jarros muy Pintados, de madera hechos. ‘Ya auerria haber acabado de de- cir todas las cosas que alli se ven- 160 BERNAL DIAZ DEL CASTILLO dian, porque eran tantas de diversas fmuindes, que para que lo acabéra- co €1 dos papas, y con muchn ree Fran “Siet @,inquinir, que como la to que hicieron a Cortés, ye tase Eonte plaza estaba lena de tanta noso\ros, Je dijo: “Cansade estarcoh gente y toda cercada de portales, en sefo\Malinche, de subir s seas Gps das no se viera todo. Y rumos iro glan tempio” ¥ Costes Gi Bran cu, y ya que fbamos cerea con migstras lencuas, que ibn, We Se iSU5 Brandes patios, y antes de nosotroy, que él mi nostteo ee oe Sehr, de Ja misma plaza estaban cansibalnos en casa soctien, Shee Bu aljeror er gaceres, Que, se- go le toks6 Dor la mano y" lel ais gin Geron, eran de los que traian que mirake sur gran ciad y Aone & vender oro en grands como lo san can de Jas minas. ‘metido el oro en unos canutillos delgados de los de ansarones de la tierra, y asi blancos Pordue se pareciese el” oro por de : fuera; y por el largor y gordor de la podria’ ved pas Jos canutillos ‘tenian eritre ellos su cuenta qué tanta mantaso qué wiquipiles de cacao valia, 0 qué es- clavos u otra cualesaniera cosas a Que lo trocaban, ¥ asi dejamos la gran plaza ds verla ¥ llegamos a los gra patios y cercas donde esta el eu\ tenia antés de llegar a g circuito de patios, que Jas mas cludades que habia dentro en el agua) y otros muchos queblos. alrededor de la misma lagyna, en sino habia vig es la de Iztapalaha, qi que entramos cuatro éran Ja de Tacuba, qi ‘I un después salimos hi @ Pa- de nuestro gran de \iue eran més que la pjdza que Cuedlabaca, ‘nueva An Salamanca, y con dj de la ciudad, cor alrededor, de calicanto, y/el mismo mos, y Sitio todo empgdrado de Aias habia, y le por donde endo la noche Ermes, de loseé blancas y Chapultepec, de (que sh provera Se saGellas Ried et Onde, Yo habia de ciudad, yen. ghvelias eee te Baki: Remnes estab encalado y das, las puentes/aue tenik Recto as brufiido y\todo muy. hallaran ‘ud él. ¥ desde \q impio, que no trecho a trech, paja ny polvo en todo las; y veiamos \que ca- aquelia gran ciudhd, y de és cludades que | que acompa- fo Sapitan, y al subir Ge, das grads. auk eran ciento y pobladas dn el aman ie toe satoree, le ian a ttmar de los bra- no se pasfiba sing por acs Pi Zoe para ayfidarle a \ubir, creyendo levadizas/que tentan he f ayudaban a era, o lontezuma, \y Cortés no Hegasen a’ é\ ¥ despues que subimos a lo alto dal gran cu, en ung/placeta que arriba se hacia, adondé tenfan un espacio d . Y inqueando, que era cosa'de Mm, ¥ Jas casas de azotdas, y en lds calzadas otras torrecillay ¥ adoraforios que eran como fortale. después de bien mirado y edn. sideyado tod fi is frigfes Indios para sacrificar.\V allt haifia un gran bulto de como arygén, tras malas fieuras, y mucha fan. © derramada de aqiiel dia, ¥ asi como Iezamos salié Mok tezuma de un adoratorio, adond\ estaban sus malditos idolos, que cra en, lo alto del gran cu, y vinieron| tre nosotros bian estado mundo, y en‘ da Italia y R za tan bien « concierto y t ta gente no) Dejemos es tro capitan, tolomé de ©. Por mi memo ‘Paréceme, s bien que dem zuma sobre qi nuestra iglesi« sera bien, si Je parecia qu nible hablar ¢ veia a Monte tal cosa conce Cortés dijo a Marina, ia le. fior es vuestra mas es merec de ver vuesti 0s pido por n estamos aqui, que nos most towiles.” Y Mor mero hablaria s. ¥ luego qi lado dijo que torrecilla yap ra de sala, don altares, con i encima’ del tec estaban dos bu te, de muy al gordos, y el pr mano derecha, Uichilobos, su’ « tenia la cara } Y los ojos disto en todo el cuer dreria y oro y gado con engruc ta tierra de un: todo el cuerpo 3 no de ello, y ce a manera’ de gr chas de oro y mano tenia un e flechas. Y otro alli junto a él que era su paje, fo larga y una } oro y pedrerii cuello el Uichilo indios y otros c los mismos indio: de ellos de plata,

También podría gustarte