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Cartruto 1 ORGANIZACIONES DE PARTICIPACION COMUNITARIA: UNA APROXIMACION A SU PAPEL EN LA PRESTACION DE SERVICIOS SOCIALES A LOS POBRES EN AMERICA LATINA Tear Casco Nawaso* ‘oordiador del poyeca regional Har quisers expeear ss ptud = ‘ar El Deon cel Banc Iterumercano de Desaell Mano! Argue ti alerouinas de Desrolo gnaco traiaval, det Deparamento do sonoma de it Universidad de Cle ya Rosa Amelia Gone, del TESA, por i aus cotibuctones que heron 2 pares ern de ee Exudk cmpastve. El stor rene toch responsi po as fas rntaoncr dese usb a Desde hace décadas numerosos grupos de base y organiza ciones no gubernamentales cercanas 2 las comunidades vie hen trabajando en practicamente todos los paises latinoa- mericanos —as' como en otros paises en desarrollo— Mu cchas de ellas se entienden 2 si mismas como respuestas fauténomas y espontineas de las comunidades a los proble- mas caracterfsticos de Is situacion de pobreza, lo que las haa llevado a desarrollar iniciativas —tales como cooperati- vas de produccién o de consumo, grupos femeninos, gru- pos de promocidn cultural 0 de educacién popular, y Ofros— dirigidas unas « combatir o aliviar tal situacién, oncebidas otras como insirumentos para la afirmacion de Ciertos valores de inspitacién teligiosa, politica 0 ética Muchas de estas organizaciones parecen haber desarrolla- do una orientacida a la gestién y a la prestacion de servic clos, en lugar de —o ademas de, en cleras oporunidades— ‘canalizar el camplimiento de sus objetivos en la forma de Asociaciones reivindicativas, grapos de presige 0 partidos pollticos, Algunas de clas han sleansede wa crecimiento Considerable, extendide sus servicios a dmbitor geogrificos y sociales muy’ amplios y desa‘rollado estructuras organiza- clonales de relatiwa complejidad, mientras que otras han ppermanecico como iniciativas muy localizadas cuya principal {ares gira alrededor de ls canslizacién de ls participacion y la cooperacién entre habitantes de cierts poblaciones. En ‘muchos casos, la partcipacién de la comunidad pacece juga ‘un papel principal en el ‘uncionamiento y los objetivos mis: mos de estas organizaciones, otorgindoles un cardcter distin~ tivo que permite diferenciarlas en primera aproximacion de otras orginizaciones no gubemnamestales En su) mayor parte, sin embargo, estas organizaciones a0 han sido estudiadas sisteméticamente desde el punto de vista de su contribucién real potencial —como proveedoras de servicios— al alivio de stuaciSn de pobreza de los sectores mis desfavorecidos de las sociedades latinoamericanas. Si bien existen algunas contribuciones imporantes al estudio de dichas organizaciones, se trata genefalmente de estudios Focalizados sobre su signifcacion politica o sobre la dindmi 2 cultural con las comunidades en que actias, y apenas marginalmente interesados en su papel como proveedores de servicios sociales (levine, 1992). a SSSSSSSFSFFFSFFFFseseseese ‘Mas recientemente, los gobiernos de la regién y las agen- cias multilaterales han emprendido iniciativas de colabora ‘ion con este tipo de organizaciones a propésito de la ins- tramentacién de programas de lucha contra la pobreza y en sgeneral de prestacidn de servicios a individuos, hogares y ‘comunidades pobres. Las primeras revisiones de esta expe- riencia que se han realizado Galmen y Eaves, 1989) revelan al mismo tiempo el buen potencial que encierran procesos de cooperacién entre el sector publico y estas organizacio- nes y la gran cantidad de dilemas conceptuales ¥ practicos ‘que espetan por considerables esfuerzas de reflexién e in- vestigacién, dilemas respecto a los cuales apenas se ha co: menzado a trabajar en forma sistematica, Con pocas excep iones, las recientes experiencias de colaboracién directa con los gobiernos nacionsles, en particular, esperan aun una evaluacién. EI proyecto de investigaci6n —cuyo producto fal es este ‘ensayo— foe empreadido con los objetivos de arribac a una primera aproximacisn al alcance de las actividades de las orga- Aiaacionet de participacion comunitaria en In prestaciin de ser vicis sociales @ grupos de bajas ingresos en diversos pafses de ‘América Latina; identifica y analizar experieneias organizativas seleccionadas desde el punto de vista de su papel como pro ‘weedoras de servicios; y examinar en cada caso las caracterist- ‘as principales de la relacin entre las orginizaciones estudia~ das y al gobierno en el diseno y Ja puesta en prictica de pro- _gramas. En lo que sigue, se presentan en primer lugar algunas Precisiones con respecio al objeto de investigacion, introdu= ‘iendo los principales elementas concepiuales que guiaron el proyecto, y luego se desarrolla una revision comparatva de los resukados de los tes estudios nacionales includes en el pro- yecto, a saber, Chile, Cosa Rica y Venezvela, revision que con- ‘luye con el intento de formular algunas recomendaciones de politica, EL oyecro {Las organzacones a estudiar Un primer problema a resolver en la marche del proyecto lo cconsttuyé la definicién misma de -organizacién de participa- earunonsciows 3 ‘ci6m comunitari que contribuye ala luchs contra la pobreza», Fundamental para deliastar el grupo de organizaciones suscep tibles de ser incluides en los estudios nacionales.! ‘Dado al interés de los centros de investigaciSn participan- tes y del Banco Interamericano de Desarrolio en el aspecto sprestacién de servicios, asi como tenicado en cuenta los va ‘fos existentes en la hieratura, se opts por concentrar Ia aten- ‘cn en organizaciones que han desartollado capacidades de intermediacién entre las comunidades pobres rismas y los ‘grupos de base en ellaexlstentes y el gobierno w otras organi Zaciones nacionales 0 jaternacionales.' Mis especificamente, fueron incluidas en el proyecto, oxganizaciones con una stmt de las siguientes caracteristicas: + Tienen como su principal o al menos como una de sus prine cipales misiones el prover de servicios socales a sectores de bajos ingresos. Se incluye en la categoria de servicios sociales a Servicios nulricionales, de atencién médica, educativos, de romocién cultural, de organizaciéa econémica para la pro- ‘uceién y el consumo o alguna combinacion de los anterio- res, Esto exclave organizaciones que solamente realizan fun- Clones de investigicion social © ecoxémica, aunque sea sobre Ta pobreza, ya aquellas que tienen como mision Gnica la ccapiaci6n, generacioa © canalizacin de fondos para las act vidades de otras orgsnizaciones, También quedan excluidas forganizaciones que tengan como principal misiGn una de tipo pplitico —tales como partidos— o de defensa o represents Eidn de intereses de grupos sociales tales como sindicaios, Asociaciones vecinales y gremios + Pueden ser consideradas organizaciones sin fines de hicro esto no significa que no cobren ea Jo absot:o por los serv 1 fa de uns adeundsmxonomia de erpniacints 20 auberamcriais ‘gee pera ocean de In tarea Se ivesgnon sae insocones ‘SEZersneas si meno speowimadamente homage ha sido seach (emo una de ls Jebiiales de Ts erat aera det mismas (Carl, 12. 2 Uno deo exis, que wats el Com de Saad Men del Bari Sera ‘rtendido coms un esti de ima un up comnts de base Des 3 ‘Sir ongens ima crganncn crest aa pemgn de sevicios de Shoe. ios que prestan, sino solamente que no son empresas hucrati- vas que distbuyen al fin de cada eercicio los benefiios 2 un arupo de accionistas—. + Se orginan o se desarrollan de forma que la paricipaciin co- ‘munitaria juega un papel importante y claramente determina- ble. Eto no excluye a grupos de origen comunitario de inspi- raciéa religisa, ni a aquellos que reciben apoyo financiero de findaciones o empresas privadas, st en cambio alos programas directamente disenados e implementados exclusivamente por funcionarios de dichas fundaciones, ‘ata delistacién de las OPC —por -organizacién de paricipa- ‘ign comunitaria-, con lo cual este proyecto contribuye a la ya abundance ofera de siglas er este campo— coincide bastante bien con lo que se ha dado en llamar Organizacianes no Guides ramentales de Desarrollo Sock © lo que Carroll ha denomirado fen un extudio reciente (1992), GSO —por -grassroots support organizations, a saber: Spoyor servicios a grupes lies de hogazese ndniduoe pobres. Por waorse de wna inatucion de imermediaién, wna GSO fora Snails ste los Benefcaas ls voles jeirgueos superiors, {hemos inaccesbles, e las inmuciones gubereamertaes, ancl y donates (.) (Cal, 1992, p.1) FIraducicn de ICN) Los componentes principales que permiten en definitiva isinguir e orpanizaciones de esti tipo de otras ONG son su ‘complejidad y au papel de intermediacién —propios de estas lorganizaciones en contraste con las organizaciones de base—, Sv ofientacida al servicio —en contaste con la vocacién de epresentar 0 defender interctcs particulares de ciettos grupos, como en el caso de las asociaciones de vecinos o pobladores, (0 los sindicatos—, y la importancia que en ellasjuega la part- Cipacion de la comunidad —que las distingue de la.mayor par- te de las fundaciones de origen empresarial y de las caridades ‘radicionales— HL marco de referencia conceptal A diferencia de la mayor parte de los estudios que han incursionade en el area, se decidid utilizar en este proyecto et marco de referencia proporcionado por la economia del bienestar, {que aborda el papel del sector publico como la respuesta social a falls en el funcionamiento del mercado y alas insatisfacciones resutantes de la disiibucion de Ja riqueza que su operacién pro- ace, y por sus Complementos contemporineos aparecidos en la literatura sobre cleceiéa pablica y economia politica del desarro- tio. Eats perspectivas entiencen Ine peculiares combinaciones fence los seetores pablica y privado camo resuliado de una con- juncién de fallas de mezcado y de fallas del gobierno, asf como elas dstorsiones que apatecen y se acumulan en el proceso de toma de decisiones colectvas. Eto no implica desconocer las con- tribuciones de la literature que tata sobre metodologias panicipaivas en el destrollo soeial (ckisy ots, 1986; Konten y |honso, 1979, Brown y Koren, 1969; Drabek, 1967), sino simple- fente utlizaras alli donde foese pertincnts en el contexto de un smafco conceptual ms ampli, "ast, la fuente de orientaciones teésicas y metodologicas mis rica para encuadrar las preocupaciones del proyecto se encontré en las relativamente recientes exploraciones sobre el papel y la conducta de las organizaciones no gubersiamentales Sin fines de luero en econamias de mercado, tanto en los pat Ses desarrollados como, incipientemente, en los pafses en de~ Ssarrollo (Hansmana, 1987; James, 1987). Si bien las sociedades Gitieren grandemente por lo que toca a la importancia de las rganizaciones no gubemamentales en su economia, existe un patron extremadamente coincidente en lo que respecta a los, Sectores donde aparecen organizaciones no gubernamentales, zo lucrativas, Estas orgenizaciones florecen en todas partes en Greas como la educacion, la salud, la conservacién del medio ambiente natural, a cultura y los servicios sociales en general, actividades generalmente asociadas a la produccién de fexteralidades signifcativas. ‘a primera pregunta no es tanto cSmo las ONG se compa ran con Firmas comerciales Sino cémo se comparan con el tipo Ge organizacién nifs comin en Tos campos en Jos que apare- ten, esto €2, con las organizaciones gubernamentales. De he- Cho, una de las respuestas sugeridas por la literatura es que las, Crganizaciones no gubernamentales sin fines de Iucro tienden {a aparecer justamente cuando uno de los siguientes Factores 0 {ni combinacion de los mismos esté presente: 36 _Lasoncamzacions a vaRTCPAcon COMNHARLA Muy altos costos de la produccion gubernamental, en comps acion con la procuccion privada sin fines de luero, ‘Oferta limaada del gobierno de detemminado bien pablico 0 ‘cussi-pablico, lo que leva a aquellos ciudadanos con preferen- cas por dichos bienes por encima de las determinadas por el ‘votanie mediano a fomentar la apariciin de proveedores no gubemamentales, ‘+ Demancia no s6lo excesiva sino idosincritica: cuando un bien es demandacio con caracteristicas muy peculiares que la pro- duccién piblica no puede satisfacer —educacién dentro de estos valores religiosos, por elemplo— Problemis de agencia en I produccion de ciertos bienes 0 servicios en los que la asimetria entre proveedores ¥ consumi- ddores hace a esos dikimos prefer organizaciones sin fines de lucro eso es, con menor inclinacisn a explotar si ventaja de informacin— + Distrbucion disrazada de beneficos en aquellos sectores en Jos que le ley probe la constitucion de entidades comerciales privadas + Mosivaeién seligizes de pare de los qusinician la onganizacio es, que los leva a emprende lay iniciativas atin en ausencia de una demanda preexistente « un nivel signficativo ‘+ Motivacién politica, alli donde determinado grupo con una iden- tidad evkural claamente definida ve en la constitucién de uns red de organizaciones no gubermamentales la fuente de apoyo la posibilad de defensa frente 4 una mayoria potencialmen- las primeras cvato de estas explicaciones son generalmente ‘consideradas como sdel lado de la demanda+ y las resantes el Jado de ba ofena.. En su conjunto, pueden ser relacionadas fc ‘mente con uno de los principales factores que explican el renova do y creciente interés en estudiar el papel de las organizaciones ‘no guberameniales en América Latina, a saber, el fuerte interés {que existe en los gobiernos de la region y en las insttuciones ‘ulilaterales por redisefar las instiuciones ¥ polltcas del rea social, en el contexto de economias que atraviesan procesos de ajuste y de reesirucuracion del sector public. 1a siguiente pregunta es zpor qué el gobierno decide delegar fen ONG ¥en panicular en OPC la presacion de ciertos servicios cn lugar de hacerlo direcamente, como habia sido su costumbre? El hecho de que el gobierno haya desarrollado iniciatvas de co- ‘operacin con organizaciones no gubernamentales y de que éstas fea muchos casos hayaa respondido favorablemente 2 tales inicia tas pareceria indicar que smbas partes deben ver beneiclos en una relacion que, todo bace pensar, podria conducir hacia arre~ sos iastrucionales socialmente mas beneficiosas en la prestacion de servicios sociales ‘Algo mas especticamente, y de acuerdo con fa ieratura, en- tee las motivaciones de parte del gobierno para buscar el apoyo de ONG podrian esta, en el con plazo: + Busqueda de apoyo politica + Recuceién de la proporcion de los costos de proveer los servi- clos que recae sobre el gobierno, puesto que muchas veces las corganizaciones no gubernamentales tienen menos resticeiones legales y politicas para actaze, lo que les permite por ejemplo establecer cargos 2 os usuarios ali donde al gobiemo le resu- lari politicamente muy difell 0 suscian el tabaio voluntario Ge individuos ¥ comunidades en forma que resulta muy dificil 2 orpanizaciones publias. + Ahorro de costos, puesto que las organizaciones no guberna mentiles pueden product en acasiones los servicios sin el ex- ceso de burecracia ¥ con mayor flexibilidad y adaptbilidad 2 1a vaniedad de la demanda de diversos grupos 0 20m38. + Venza de las organizaciones en materia de conocimiento del terreno, contacto con los beneficisrios poteaciales y acceso a tos, en. comparacion con las organizaciones publicas, cuya ‘entralizncién sucle tadictse en coberiralimiteda, baa adap. lubilidad 2 circunsuncis locales y creacién de relaciones paternalistas 0 de dependencia para los usuarios de los servic fos. Este factor puede ser especialmente crftco tratindose de programas dirigidos a poblaciones pabres,frecuentemente 1o- falizadas en zonas aislidas ode difill acceso, + Solucion a problemas de agencia, que hacen snconveniente para el gobierno delegar la prestacion de los servicios en em- presas lucrativas, dado que los productos son diicles de medir © los process productive difilles de supervisas, como ocurre frecuentemente en 4feas como educacién, silud, 0 servicios sociales en general las organizaciones, por su parte, que generalmente se en- cuentran en un ambiente en el que el acceso al capital es extre- ‘madamente imitado, bien pueden ver el apoyo gubernamental como una forma de expandir 9 contolidar sus actividades, diversficando y foraleciendo sus fuentes de financiamiento, Un asunto acicional al que el proyexo decid entonces prestarle ‘especial atencia fue cudles son las fuentes de fondos diferentes al gobierno. jorganizaciones Flantrépicat intenacionales?gracio- rales? ,cafgos a los usuarios? cprictins de sutidio enuzad entre diversos sersicios presiados por a misma orgenizacién? srebajo voluntari? ‘Adicionalmente, un aspecto crucial de esa colaboracién go: bierno-orgarizaciones no gubernamentales no hucrativas 3 la Jimposicién de controls y regulaciones sobre las actividades de estas lkimas como resultado o bien de ln necesidad legal de su- pervisar el uso de fendos pablicos o de tentaivas de lograr con- twol politico de sus acthidades. sInuoduce este elemento cambios desfavorables en la conduct de las organizaciones? qué modal ddades de supervision y regulacion se ullzan y por que? éproduce tensiones que lucen fragt o poco sostenible en ei tempo la cla- Doracion con el gabierno® zanula los beneicis en eficiencia pro- ducidios en principio por a, colaboracia? Preguntas como éstas debian encontrar 21 menos Un tratamiento exploratorio en el pro- yyecto de investigation. as organizaciones estuiiadas Para avanaar en el conacimiento de los aspecos de organizacio- nes como las que se han caracterizado, y dadas las severss limita- Ciones en la disponibilidad de informacion agregida relevante, se decidi6 ular el estudio de casos de unas pocas OPC selecciona- das en cada pais includo en el proyecto. Sumando el total de casos tabsjado en el estudio de Chile a cargo del departamento de economia de la Universidad de CChile— mis los contenidos en el estudio de Cosa Rica —baja lt responsabilidad de Alternativas de Desarollo— y los incuidas en el de Venezuela —a cargo del TESA— el total fue de 14 los cuales incluyen 13 oxganizaciones de paricipacién comunitaria y un pro- rama pablies de cooperscién eatre gabieme y OPC. Cinco de las orginizaciones esueiadas tenon ala salud como su sector de Esumio mesos 9 actividad principal, dos a Ia educacién, ctras dos a vivienda, mien- tras que la proteccida del medio ambiente, el apoyo a ‘icroempresasy el desarrollo agricola estin representados como ‘Sectors por una organizacién cada no; a esto debe sumarse una Sranizacén que por Ia amplitud de sus actividades resiste los Intentos de clasificaria en uno de estos sectores, y que mis bien podria considerase como una OPC de servicios sociales en genera ‘Mis en particular, las organizaciones fueron SOINDE (salud), FUNCASE (educaci6n), TVS (viviends) y FINAM (fomento a ‘microempresasfundadas por mueres) en el caso de Chile; UPAGRA, (Gemvicios varios a produtores agricola), ARSC y Vivames Mejor (Galud), CECODECE (medio ambiente) y FUPROMI (vivienda) en {el cis0 de Casta Rica ¥ CESAP (servicios sociales varios), Fe ¥ ‘Alegria (educacién formal y no formal), ASCARDIO y Comité de Salud Mental del Barrio Siera Maes (salud), ¥ FONCOFIN (pro frama gubernamental de apoyo a microempresas), ene] caso de Venezuela. ‘dems de los casos, cada estudio nacional debia proporcio- rar un marco contextial que propereionars informacién acerca Ge la naturaioza y dimensiones de as actividades de ls organiza ‘clones no gubernamentales en el pas Los rrstizanos {La influencia de los contextos nacionales en Ia actividad de fas OPC 1as tes sociedades estudiadas cuentan hoy en dis, con un buen ndmero de organizaciones de paticipacién comunitaia —y en igenctal ce ONG, El estudio cileno identifies 423 ONG en Chile, TP inmensa mayoria de las csales ealifica como OPC. Fl estudio Venezolano identified 427 ONG, de las cuales cerea de unas 350 ppockian califcarse muy probablemente como OPC, mientras que {En el casa de Costa Ries, aunque la informacién es probablemen- te de aniemano menos complet la cifra total se encientra con. seguridad por encima de 320 ‘i inmenss mayorta de ests organizaciones operan, de acuerdo con lo esperado, en seciores relacionados con Ia produccién ‘de bienes pblicas o generalmente tenidos como productores de considerables extemalidades posivas tales como educacin, 3a Tad y viviends, Por otra pane, dado que se ocupan predominan- 29 Las cnoanaciotes 0 pnmicinciow conentana temente de stender a poblaciones en situacién de pobreza, sus actividades suelen tener una indole redistibutiva muy clara. Resulta muy difcl realizar comparaciones a mayor nivel de desalie, dado que i informacion obtenida en cada eso nacional para Ia elaboracign de los contextos nacional se basa en fuentes ‘muy diversas y dfcimente comparables? Se perciben, na abstan- te, slgunas cisparidades en la concentracién de las onganizaciones er sectores entre Ios tes palses. emplos netrioe son la reatia ausencia de organizaciones dedicadas prncipaimente al medio am- biente en Chile, 0 I vvienda en Venezvels; es diel discernir un patrin explicativo de estas diferencias sn realizar otros estudlios en Drofundidad. También es bastante notorio, y comin en exe caso, el que la mayor pane de las organizaciones registrdas —y cera ‘mente de las estudiadas en profundidad— datan en sus origencs de las décadas de los setentay las ocherta, Mis al de las earactersicas o el mtimero de las onganizacio- es contadas en el proceso de contentualiza la actividad no gu bernamental no lucrativa en cada uno de lo paites, se desprende del conjunto de Ir investigacion realizads para cl proyecto que 0 de las principales fuentes de Contam ence lus estulie Fee liados en ‘cada ‘uno de los paises includes lo proporciona la diversidad de los contextos nacionales, especialmente en elentos aspecios que pasamos 4 detaar. Para comenzat por el aspecto politico, en el contexto chileno se produce un auge en ia creacion y la actividad de las OPC durante la dictadura mila, mientras que un auge similar se expe. iment durante los setenta y los ochenta tanto en Costa Rica como en Venezuela en contextos politicos demoeriticos. Sia esto se suma el que una vez restaurada la democracia en Chile la actividad de las OPC no esti, de acuerdo con el estudio, llamada a desaparecer o debilitarse seriamente, la conclusion pareceria Ser que, aunque las OPC tienden a verse a si mismas —y esto es lun rasgo comin en los tes paises— como portadoras de modelos alternatives de desarolo, no deben su existenca necesaria 9 prin- 2 ae fe de fecho dl resalago, «pes de lox urns vealiados co Te cape preparaon dl proyeao prs hosogercnal menos parce las caegoriany panspos de caacin gue ve tlisaran en eas pane Se ‘es etuios racine: Un camp sn adh enel que e poo sven cr conocimiento de as ONG y OPC es ds progr hac taxonemis ‘shoe de arpa consume en vaice pas Se ele erento neem 3) ipalmente a una reacciéa a un modelo politico cerrado 0 repre- ‘50, pussto que fa presencia de éste ro es necesaria para si ‘surgimiento y malsplicacién, muy por el coatrano, la democracis puede albergar y nutri a un fuer sector de OPC. “Algo mits compleja resuka la relacson entre el papel y el des ‘empeho del Estado en los sectores en los que trabajan lis OFC y las actividades de éstas. Una primera rela de interés se produ- ‘ce entre el debtamiento dela capacidad del sector publico para ‘ocuparse del sector social por restrcciones presupuestaras cre- Cientes —general aunque no exclusvamente asociadas 2 prosra- zmas de guste estructural— y el auge y crecimiento dela actividad de las OPC; los tres estudios nacionales registran la presencia de festa relacda, si bien no con Ia misma intensidad o atrbuyéndoles Ta misma imponancia para todas las OPC. ASf, la relacion se pose tla con gran éafasis en el ciso de Costa Rica, y se introduce Como uno de los elementos presentes, si bien 0 el tnico tal Nez no al principal, en los esnudios comespondientes 2 Chile y Venezia ‘En otto sentido, nos encontmimes con tres cazoe noterie mente diferentes en términos de la reputacion y las capacida- des del gobierno para actuar —prestarservicios— en los secto- tes en los que se presenta actividad de las OPC, contraste que hemos esquematizado en el Cuadro 11, En el caso de Costa Bia, nos ehcontramos con un Estado que se hia mostrado ca- ‘paz Ge producir servicios sociales con niveles considerables de coberusa ¥ calidad dentro de modelos relativamente tradicio- rales de organizacion del sector‘ Io cual pagece guardar uns telacion con el hecho de que justamente la actividad de las ‘OPC en el campo educativo parece muy limitada y en el de la salud ha enfrentado competencia de parte de organizaciones piiblicas, al punto que uno de los e2s05 menos exitosos anal- zados en todo el proyecto es precisamente una OPC que acta ‘en el campo sanitario en Cosia Rca, y que enfrent6, en deter- minado momento de su desarrollo, ert rivalided con organi- zaciones piblicas que presiaban servicios similares a la misma poblacién. 4 Tym eprcnan ire aun sta de presclon deseo socales = {gore sector publica acum al memo tempo come: ane: y Fidel sdmintador reno des inmemsa mayors de ne scvicades oe Shar eecor eduencn, sls ee ‘cunoRO 1.1 {asonvastantescapacidades del sui pobic sei elo escstosnaionles| sus eonsecuencine sabe las OPC Inecnms [Years ‘Statute y exopracion comes | Mints coperaciény | Faia const Price dea eaves. : El caso de Venezuela ofrece un agudo contrase, pues aunque el modelo de prestacion de servicios ha side de cone tadicional, cl desempeio de as oganizaciones publicse neargadas de a pres tacidn do servicios ha sulfide un deteriorssigniistive om la tk ‘mus dos décadas, presentndo niveles bajor ¥ descendentes de calidad, ficiencia y eaancamiento en la cobertsra, En este conten: 1, las OPC con considersdas por sus usvaros,inclayende uswarios fen suacién de pobreza, como alternativas deseables 8 oanica- ciones que no funcionan panicularmente bien o qve simplemente lo hacen en forma del todo defiiente. Las estudios de caso sugie- fen que esto podria exar detis del sigificaivo grado de desarro- lio y del tainaho relawvamente grande de las OPC venezolanas, _muy especialmente en campos como la educacicn yi slud, cua do se las compara con las analizadas en los dems puses. Er caso de Chile contasta a su vez con os anteriores, pues la politics gubernamental hacia el sector social ha sido reformada ‘Para adaprarse a un modo de itervencion publica que enfatiza el papel de entidad financiera y reguladora del Estado, y hace pasar a segundo plano su papel como proveedor y administrador direc- ‘ode servicios. En las organizaciones estudiadas en Chile, puede pereibise, por una parte, una preferencia de los wsarios pobres por servicios prestados por OPC frente a servicios similares pres tados por organizaciones piblicas, y por ora, que la coexistencia de servicios sociales publicos y privadot no iucratives no parece haber creado dinimicas desinuctivas o desplazado a las OPC. De lo primero puede desprenderse, tl como lo hace el estudio, que Eroia mciows 8 ‘existe una serie de apores distintvos de las OFC como proveedo- res de servicios que son percibidas y valorados por los usuarios ppesar de lt existenca de contrapartes pablicas razonablemente fectivas; de lo segundo, que [a efecuvidad y calidad del sector pilblico alli donde se presenta, no tiene necesariamente la conse ‘Guencia de hacer dessparccer del todo las actividades de las OPC, EL adjetivo sinsuficente- que se asocia a la situaciSn propia de CChile por lo que respecta a la influencia del contexto sobre bs felacién OPC-gobiemo obedece ala intencin de sugerir que un ‘marco regulatoio optimo podria no ser suficiente para que ka sociedad sague el mayor provecho de la existencia de las CPC, pero sobre este tema se regress mis adelante Ta conclsién preliminar pareceria ser (esta discusion se pro- longa en la seccin sobre la relacisn Fstado-OPC) que un modelo {que pone el acenta en Ia definicion de un marco regulator bien ‘Gefinido y transparente —algo bastante adelantado, si no comple- to, en Chile, y echado de menas por las OFC venezolars ¥ cos- tarricenses— induce en efecto ia svalidad y la competencia conse tructivas care orgenisnciones de lo diveros secorer de manera ‘mis efectiva que un modelo més trdiconal de prestacion de Servicios sociales publicos, en el que la inserciéa de las OPC es potencislmente més problemitica, aunque no del todo imposible [El sector vivienda en Costa Rica, el nico an el que al parecer insereisa de las OPC se ha producido en forma de cooperacién, ‘dentro de un marco regulator bien defini, y la evolucién de las normas contractuales que rigen las rlaciones entre OFC y el programa pablico de fomenta s la microempresa en el caso Vene- zolano parecen confirmar este punto. El balance de esa discusion tiene consecuercias sobre la ve sion mls general ala que puede legarse con respect al papel de las OPC y ONG en una economia de mercado, pero dejaremos para més adelante el desarrollo de este asunto para continuar en fo inmedisto presentando los hallzzgos del proyecto en oitas ci rensiones de interes I tema de Ia eficiencia y la efectividad de las OPC ‘Varios de los cases inciuides en el esudio venezolano y en el estudio chileno ofrecieron fa oportunidad de realizar compara Cones de costo/efecividad entre OPC y organizaciones publics en la prestacin de servicios sociales equiparables. Los resultados fueroa, en general, entre neuiros y ampliamente favorables a las ‘OPC. Aun cuando tales resultados no dejan de ser primeras apron. maciones ¥ cieramente resuluris aventurada exter generalisa. Cones del andlisis de unos posas casos, los hallaagor en relacion 8 este punto se inclinan en una direccisn clara, a saber, que las (OFC pueden ser proveedoras privadas de servicios sociales con niveles de costo/efectvidad aceptables cuando se los compara on Jos del sector pablico las fuentes de estas ventajas pueden tener que ver con un ‘mayor conocimiento del terreno en que operan, dadas las reds de contacto con benefciarios pecenciales que han venido cult vando buena pare de las orpanizaciones a través de aos de Dresencia eri barrios populares wibancs y en asentarnientos cain Pesinos, todo lo cual probablemente incide en menores costos de Dromaeién e instrumentacién de diversos tipos de programas (Ota fuente, documentada en algunas de los ¢2808, e5 el desarto” lo de sparstos de administacion mds ligeros, menos burocratizados Yyadapeables a cambios, que leva areducir los costes operacionales 6e las oxganizaciones en su conjunt. Adicionalmente, cn vatlos de 10s €360 estudiados los traba- indores de las OPC aceptan tabajar por salarios por debajo de ‘1 costo de oportunidad, siendo a cambio compensados por Su sentido de contribucin a una causa en cuyo valor intrinseco ‘ren, expresada en la mison de la organizacin en la que labo. ‘an, Aunque este Ukimo rasgo no es general —SOINDE, por cjemplo, remunera mejor al personal medico y paramédico que sus Contrapanes publicas—, y por supuesto tiende + prodilcir problemas, podris autorizar a inclu a varias —si no.a todas Jas inicauivas estudiadas como parte del sector voluntario., pues ' pesar de que en general los tabajadores de las omganizaciones reciben aigin tipo de compensacién via sueldo, el hecho de ae ext compensaciGn esié por debajo de su costo de oportuni. dad podria ser conceprualizido como una forma de donacin voluntars de tiempo, Por timo, aunque no menos importante, existenrazones para pensar que Jos modelos gerenciales ¥ las estrucnras de incentivos Fa ee 5 "tee eaenis de Fe y Alegria dendena eas peor companies arate (4 los maesuos empleados por el Misero de Edcacon en Venera "xe hs producdo prebienas ss cnpanizacin, pues cies ecto pa sue un macs cayos cones ce eneramisit he Rranciade Fey alee {que enfrentan los lideres y los empleados de as OFC son lo su Clentemente distinios de los del sector publico como para inducie, cena supesiordad en terminos de desempeto. [No es un secreto que los modelos de administracion de las oxpanizaciones del gobierno en la mayor pare de los paises de ‘América Latina han llegado a presentar severas dstorsiones que alslan a los trabaiadores de la administracin publica de presiones ‘competitvas y, en consecuencia, redundan en importantes falls fen el desempeto y la rendicién de cuentis (Reid, 1993). Pues bien, del proyecto se desprende evidencia circunstancial de que les modelos organizatvos y la préctica de la gerencia corre por cauces muy diferentes en les OPC, las cuales, por sus mismas ‘aracteristicas de organizacicn ¥ financiamiento que se presestan leneste ensayo, tenden a ser muy conscientes de los costos de sus, actividades ¥ tienen incentives para estar aleas a las preferencias de los ciudadanos 4 los que sirven: para sélo car un ejemplo, los, maestros de Fe y Alegria 0 los médicos de ASCARDIO son los, mismos médicos 0 los mismos maestros que tabaian en escuelas ‘hacpitalee rel gobierno —por sv formacién, a veces inchica Porque tabajan otto tuma en instituciones pablieas—,y sin em bargo su conduct es dstinta en uno tr lugar en correspon. dencia con las distinas estructura de incentivos que encaran en ‘eda no. ‘Vale la pena recordar aquf que, si bien es dificil sopesar Ia importancia relatva de este factor con respec a los mencions dos previamente, buera parte dela lterturacontemporénea acerca de teoria de agencia, asf como la coments de iavestigacion sobre Jas sescuelas efecivas:apuntan en principio a que éste debe se tun factor importante en la explicacion del desempenio de las OPC. (llgrom y Robens, 192; Hanushek, 1985). os aportes dstitivos de las OFC oda argumenuarse que, desde el punto de vista del diseno y la puesta en prictca de esquemas de entrega de servicios sociales ‘desde el sector public dirigides a estates poblacionales en con- dicion de pobreza, la ventaja de costos seri por si sola condicion suficente para induc a Un uso mls intenso y frecuente a las OPC. De hecho, no cbstante, el trabajo de estas organizaciones crea, de acuerdo con los estudios de los tes pases, otra serie de beneficios que el secior publico tiene sin dida problemas pars 25 us oncantaacrots 9¢ nmscion cowenrTania valorar, en buena parte por su intangbilidad, pero que sin duda son percibides y Valoradoe por los usuarios. Asi, podria decise, varias de las OPC han pasado la prueba del mersado, en el sentido de que estas organizaciones Wenden 4 prestar servicios bajo condiciones 0 con earactedisicss que los ‘usuarios —estamos hablando de usuarios en condicin de po- bbreza— aprevian. Varios hechas registrados en los esudios res- ppaldan esta afirmacién: las opiniones diectas de los usuarios en cl caso del estudio chileno ¢ indivectamente la preferencia por las OPC atin en presencia de proveedores publicos gratuits en cl caso venezolano, asf como las fueries presiones en los tres ‘paises para un aumento de la oferta de servicios por parte de las Pc. aCusles son esas carsctefstcas? En primer hugar aparece consistentemente en varios de ls casos el tema dela atencion integral al beneficiario, Una y otra vez en los tres estudios na- ‘ionales sale a relucir el hecho de que el usuario de determina {do servicio social —atencién sanitaia, eduucacion formal, cré- dito a microempresa inclusive—, se siente tratado como perso na, tiene la percepcién de que [2 OPC atiende a aus necesida des psicosociales mas ampliasa la hora de prestarel servicio, ¢ incorpora dimensiones éticas o de trato humanitario que es 1s dificil sino imposible encontrar en organizaciones del sec tor pliblico que prestan servicios equivalentes. Al ‘microempresario no solamente se le presta dinero, ino que se le entrena, se le acompana, se le asste en forma contiaua. Al no no sélo se le educa o se le cuids, sino que se involucra a Ja comunidad activamente en la forma de conduct los plante- Tes educativos. Al enfermo no solamente se le examina o rece 1, Sino que se le atiende en un ambiente agradable, calido y se le'acorta el tiempo de espera. Muchas veces, al usuario se le ‘consulta directamente acerca de au evaluaciGn del servicio re cibido o de las prioridades comunitarias para la inversidn de nuevos esfuerzos. Cosas como éstasresaltan todavia mis en el contexto de las veatajas de costo exhibidas por las OPC, ya ‘mencionadas ‘Ademis, un factor que sesulta imposible ignorar a ta hora de hacer un balance de los beneficios de las OFC e¢ que I prestacion de servicios es muchas veces vista por estas ofgani Zaciones como un objetivo muy importante, pero intermedio, ‘pues a lo que verdaderamente se apunta es a realizar una con: \wibucion twascendente al surgimiento y el foralecimiento de ‘apacidades de organtzacién, autovaloracién y artculacién de ‘demandas por parte de comunidades humanas que viven en ‘ondicion de pobreza, capacidades que, se presume, constitur yen uno de los prerrequisitos mds importantes pura que tales ‘comunidades puedan superar esa condicion. Se apunta, pues, al desazzollo social integral: o al -empowesment- que tanto ha Sido ciscutido en la leratura acerca de modelos de desarrollo ¥y pasticipacion de base (Icks v otros, 1986), y que mas recien temente, por lo general bajo la denominacion de -capital so- cial, se encuentsa ganando renovada relevancia en la literatu- ‘2 acerca del dessrrallo econdmico ¥ politico (Putnam, 1993) Existen elementos para afirmar que este efecto se logra, no siempre ni definisvamente, pero se logra, sobre todo en aque libs lugsres en los que se producen largos procesos de madu- racion de varios ates, a waves de los cuales el abajo de apo- Yo por parte de las OPC a las comunidades y a grupos de base termina por rend Futos muy significaivos, o casos en los que adicionoe de partcipaciin reivindicativa trsinan por evoli= ‘ionar hacia esquemas orgaaizatvos para la prestacién de ser- vicios; los casos del Comité de Salud Mental del Barrio Sierra Maestra en Venezuela ¥ de UPAGRA en Costa Rica constituyen ‘excelentes ejemplos de este tipe de proceso. ‘Un efecto social boneficioso de In existencia y operacion ‘de OPC puede tener que ver, probablemente, con la introduc- tin de competencia en los sectores en que opestn, contribu yendo ast a Ia conformacion de cuasi-mercados' de servicios sociales, tradicionalmente monopolizados par proveedores del Sector pUblicO, lo que consituye una de lus recomendaciones de politica mas nitidamente formulada y al mismo tempo me- os adaptada de la literatura sobre eleccién piblica. Como tendremos oportunidad de revisar mas adelante, la competen cia entre OPC y enire ésas y el gobierno no siempre se pre~ an de camara prgue fe rompe el sanopaioguberamentl Si.E prenacion del sense, yt lo seampana com competence ene [rovectores inaependeacs que enetan a un consumider ue comet 2 {lhe opotuniades de li ee mejores opciones, pro al mie Gero ‘spe de comport ure ere ents Sin fines ect, eran foo pres necrsiinmers rs capaedad de papa ce bs wares fen {vee be tananccencr cetencrrmedin Ge Conideles asm Se ‘Nirmacin yen presen Se ignfesvas extrac Le Grad, 1950. ee senta en forma sociaimente constructiva, pero al menos, como es bastante evidente en vatios de los casos estudiados en los ues paises, la existencia de proveedores privados no Iucratives de manifiesta superioridad desde el punto de vista de las pre~ ferencias del consumidor crea presiones sobre organizaciones pblicas que operan en los mismos sectores, Silos sistemas de enitega de servicios sociales han de reformarse en la direcciGn e introducir mayor competencia, las OPC pueden muy bien cesar jugando ya un papel de avanzada a este respecto en va. tos pafses de la region. En esta misma lines, y 0 menos importante, vale la pena tomar nota de que en su conducta, las OPC han introdueido, generalmente con lz mayor naturalidad, innovaciones Oorganizativas y gezenciales que han resultado especialonente di fcles si no totalmente imposibles de implantar en muchos de los sistemas pablicos, y esto 2 veces a pesar de is insistencia de corganismos multlaterales, 12 recuperacién parcial de costos @ través de cargos a los usuarios es, en pantculir, una prictica ‘uy extendida: CESAP, Fe y Alegria, SOINDE, ASCARDIO, son torlos ejemplos de organiaaciones que han incerporady est cle ‘mento en sus mecanismos de entsega de servicios a poblaciones Pobres, en parte como consccuencia de su urgene necesidad de fondos, y en parte, en varios casos especificos, con la inten- ign deliberada de converir al usuario también en vna persona coniciente de los costos, iferenciandose asi de patrones tradi. ionsles de conducta del sector publico en el ares social, que suponen la entrega de beneficios a individuos en condicion de pobreza sin exigit como contaprestacion ningdn tipo de esfuer- 20 0 contribucion. ‘Los problemas de la replicablidad y la escala CCabe por supuesto la Guda rezonable con respecto a que tanto se teat, en los casos particulars examinados, de resultados obtent. dos en contextos sociales exremadamente pecularesy sobre todo a escalas muy reducidas, lo que convierte a experiencias como las estudiadas en algo interesante pero basicamente inapicable alli donde la prestacion masiva del servicio a grandes contingentes Poblacionales es un requisio ineludible, De ser eso cieto, los 2503 analizados serian tan interesantes como imposibles de re- Drodiucir en condiciones en las que cieras combinaciones exire- Eso mctonal 9 rmadamente improbables de liderazgo, capacidad gerencial yre- El punto es en principio digno de ser considerado can mayor detenimienta, pies afeca ala valides misma de los resultados de teste proyecto de invesjgncién ¥ de muchas tras aproximaciones al estudio de las arganizaciones no gubemamentales. Sin embar 20, la evidenciareunida en este volumen es suficiente para qu, ‘menos yt como se ha tratado de sintctizar en el Cuacra L.2, se pueda decir que nuestro conocimiento del tema de las pote” Cialidades de las OPC como organizaciones de servicio nos per mite descamsar los nesgos de precipizicion —propios del esudio de experiercias incipentes— para dearnos preocupadas sola mente por el riesgo de la sobreestimacion, caracteristico del estu io de experiencias consolidadts. ‘cuapRo 1.2 acta casas cutbies: al logo dela sbtreestnacign em el ete ipacien cine 0° Fase evolutiva suai struc veipene [Grrr meanee reso e pespaa | Consoitesm | mbige te sbrertinacin | Choe cenbie Puan: basta en abe Menozay Ane Ga (132) “Ast, en varios de los casos —li red escolar Fe y Alegria, por ejemplo, o la comparacion en el marco del programa de mmicroempresas desarllado pos el gobieeno venezolano a taves ‘de FONCOFIN— Ia escala en la que as OPC prestan servicios ha ttascendido con mucho el 4mbito local AUGE, el programa de microempresas de CESAP, tiene cobertura nacional, y existen es- ccuelas de Fe y Alegria en pricticamente todas las regiones de ‘Venezuela, al punio que el modelo de red escolar se ha extendido 2 ottos diez paises de la region. De esta forma, Ia tesis seg la ‘cual las veniajas de cox, calidad v ocas apores distinives de las ‘OPC podtrian deberse 2 pequefias escalas pero desaparecerian en Contextos mis amplios no aparece respaldada par los resultados de este proveco. a 30 tas onearazsconss oe mRTERACION COMA os resultados, mas bien, parecen suger que en esta contea- posicién de coberturs masiva a calidad de los servicios de las OPC nos encentramos frente a un falso dilema. Asi, por un lado ¢$ indudable que algunas oxganizaciones perciben en el creci miento répido y la masifeacion clea amenaza a la posibiidad de cumplir efecivamente su misién, al puro que pudo ser ana- lizada al menos una experiencia en la que una organizacion fenit6 en problemas por haber sobre-extendido su cobertura, generando decepcién y desconfianza en sus usuarios al verse Obligads 2 replegarse parcalmente —es el caso de CODECE—; Ja imporancia de esta amsenaza queda subrayada por las inten- S85 presiones que muchas organizaciones experimentan para amplar sus servicios. Por otro lado, sin embargo, es probable {que pensar el problema en términos de tamafio de una determi- ‘nada OPC no sea lo més indicado, puesto que, de existir deman- da por los servicios de exte tipo de organizaciin, lo que puede fesperase es que aparezcan varias, o muchas, que en su conjun- to podein satisfacer tal demanda conservand cada una la esca- la que estime mis adecunda, Si por un momento aceplamos como ciena esta proposicin, cl segundo paso seria admit que el verdadero dilema no es entre nganizaciones grandes e ineficientes contra pequeras y efecti- vas, sino entre sistemas centalizados y monopdlicos de presta- ign de servicios contra sistemas descentralizados y competitivos. De hecho, CESAP, que es probablemente I organizacién de ma- yor tamafio de todas las estudiadas, se encuenta tomando deci Sones muy concretas pars descentalizar su estructura, dando in- ependencia a sus representantes en las diversas regiones de Ve- rnezuela para buscar y gastar sus propios fondos y decidir acerca de su programacion. ASCARDIO, que se ha negado a erecer més silt de una ciertaescala que considera apropiads,resistiendo pre- siones ambientales en esa direccién provocadas por el precario tstado de los servicios de salad en Venemica, ha sin embargo {niciado un proceso de asesora a Inicatvas independientes pero de propastos similares en cas regiones de pat. En consecuencia, si admitimos que las economtas de escala| fen la produccion de servicios sociales tienden a ser bajas, no hay por qué pensar que las OPC —en su conjunto, no una de ellis en particular por supuesto— no puedan dar respuesta s2- Usfactora a demandas crecientes por servicios. 1a Unica obje- cin restante serfa. la presencia de lo que Salamon (1987) ha denominado -insuiciencia filantrépica- queriendo con ello de- Signar el hecho de que, por festicciones en la disposicion de Jes ciudadanos a financiar voluntariamente al sector no Tucrati- Vo, éste ¢ea incapaz de crecer mis als de un punto socialmente “subsptimo, lo cual jusificaria Ia intervencin pblica. Este argu- mento es compatible con varios sistemas diferentes de entre Ge servicios sociales, incluyendo uno en el que las OPC, ahora Financladas en parte con fondos publicos, actuaran como las entidades productoras de servicios. {a importancia y las modalidades de la participacion Varies de las vertats y beneficios de las OPC que se han venido smencionando hasta ahora estin relacionadas estvechamente con Clearieter panicipativo de las organizaciones estudiadas. Piénsese por ejemplo en lo difell que seria conseguie resultados en el Terreno del desarrollo social trscendente —esto es, en Ia adquis- tin por pane de ls comunidades de earactrsicas y habilidades ‘SNgetioves para stacer sus problemas yrevolvelor, come ya se ha Comentado- sin cortar con la partcipacién comunitaria como prerequisite {it participaciin de la comunidad en el funcionamiento de la crganizacién y sus programas toma de hecho muy diversas mods Tidades; desde buzones para recibc ertcas y recomendaciones de Jos usuarios hasta la Integracion de miembros de la comunidad a la directiva de la OPC, pasando por el desarollo de metodologias ‘pra! trabajo con la Comunidad y la puesta en prictica de pro- [Bramas que involucrin el punto de visa de la comunidad afect- ‘da coma el punto de part ‘En cierto sentido, dada la dificuad pars que los deseos y las necesidades de las poblaciones pobres se taduzcan en deman- Gas ——por fata de capacidad de pago—, ura forma de ver ln participacién podria ser la de un sustiuto a seftales de mercado sms convencionales, que permite a las OPC mover su oferta de Servicios en la dreccion més apropiada desde el punto de vista Ge los usuarios. Varias de las organizaciones estudiadas reportan fl haber sufrido fueres presiones de Iss comunidades en que Trabian implantado vn determinado programa sectorial —cen- ttado en sald, edacacién o microempresas, por ejemplo— pars extender horizontaimente sus actividades hac otros sectores, Algo por otta pare fail le comprender dadas ias grandes caren- me eesSSSsSeSSsSsSssesesF 32 Las oncanzsciows be unmcicrSn cOMESTEARK as en ln satisfaccion de necestiades bsicas que son caracterts- ticas de los estrats sociales en los que las OPC trabajan con referencia En otto sentido, Ia panicipaciéa comunitaris uene mucho que ver con Is constraccion de ura forma de reliessn entte la OPC y J comunidad que intenia —y, 2 uzgar por los resultados de los ‘esudios, muchas veces log ser iferente dela elacion eientclar fomentads tradicionalmence por buena pacte-del sector social pili, en la que se pretendia con frecuencia troci trnsferen« ‘is incosdicionales y muy especificas a los pobres por apoyo Paridisa, y también de la acttud paternaists de las crkdades tradicionales. Esto no deja de ser curioso cuando se lo ve en perspectiva, Buesto que, en el contexto del desarollo de les sociedades hoy’ ‘mis ics, el surgimiento de fuertes intervenciones guberamen- tales en el area Social tuvo como uno de sus principales spoyos politxos It posibilidad de introducir patrones universalisas Je prestacion de servicios —esto es, no fundamentados en ningtin lipo de discriminacion politics, religisa, étnica o cultural ni en preferencias idiosincritics de grupos particulaes— ali donde ‘hablan preciominado los particularsmos ¥ sesaos propios de las Ongarizaciones no gubernamentales dedicadas 2 prearles. Para dojcamente, lo que parece estar sucediendo en Ie resin es que Ja tntroduccién de tales pavones universalistis en la poltica 50. ial “lo que equivale a todos los efectos rfctos a I elisina cin o al menos reduccién de la influencia indebige de partidos Politicos en decisiones administratvas— estdsiendo una contt- bbucién de las OPC, dejano a las organizaciones piblicas cl tote bajo de seguir el camino, dedas las expectativas en evolucin de 1a poblacién respeeto al ssunto, HL papel de la mujer Demasiado destacado para pasar desapercibido results el papel de la mujer en las OPC. En pricicamente todas las organizaclo= nes esudiadas una o varias mujeres ocupaban el papel diectivo principal o uno de los principales en la jerarquia organizacional lo cual incluye una organizaciénligada al apoyo a tabajedores del campo en Costa Rict, como lo es UPAGRA—. También se Puede afsmar que en muchas casos el grueso de los beneficarios de los programas de las OPC son mujeres —el estudio de Chile ‘ncluy6 un caso, FINAM, en el que por definicin el grupo meta al que se dirigen los esfuerzos de la OPC es el de mujeres en condicin de pobreza—. sta presencia destacada de la mujer noha levado sin embar- 0, en todos y cada uno de los casos, al desarrollo de programas especialmente disetados para las necesidades de las mujeres, 0 {cestinados a promover activamente It elevaciSn del estatus de la mujer. En muchos casos la mujer ha ascenddo o influido como resultado de sus dotes de gerente o lider, mas no a consecuencia de un deliberado intento por parte de lz organizacion por incor pporar a la mujer Esta situacién, con todo, no es general, puesto |gue es posible encontar en el grupo de casos algunas organiza clones cuya preocupacién por el papel de Is mujer Ita sido un ‘componente imporante dese el inicio mismo de sus actividades —CESAP, por ejemplo, lo que sc ha traducido en iniciativas de acciéa especiicamente dedicadas a atender necesidades de la iujer En este segundo grupo de organizaciones, por cierto, ha apa- reco wna altemutiva de imeres, acerea Oe [a que results «diiel scar conclusiones en el marco de este proyeco, pero que probi- Diemente ofrece un campo fénl para futuos esfuerzos de inves- tigscion: se wata de Ia opeia de desarrolar programas sectoriales | ‘dlvisiones dentro de ls organizaciones especialmente ditigidos | 4 Ja mujer, en contraste con la altenativa de incluit lo femenino como tun componente a ser considerado por cada programa sec- ‘oral v organizacién espectica. Si bien Iz primera posibilidad parece a primera vista otorgar mayor reconocimiento explicito a |i importancia de la mujer en el trabajo de una ONG, puede también conduct, como en efecto ha conducido en algin caso, a {que el resto de las iniiativas de la organizacin sean insensibles especto a la problemtica de la mujer con la excusa de que -de Jos problemas de ia mujer se ccupa el programa de mujeres, no | nosotros aconducta dels OPC: orges, rpanizacia,financiamiento ifhvencia Hl estudio presenta un recuento de experiencias de organizacin socal que dificilmente podernos resumie aqui sin perder Ia mayor pane de la riqueza de cada una de ellis, El nimero de casos incluidos, aunque signiicaivo, es sin duda todavia insuficiente para extraer conclusiones generales acezea de Ia conducta de las oo 34 tas cnsamzactonss or strict connate OPC 0 las ONG en general. Pueden discernirse, sin embargo, algunos patrones. ‘Tres tpos difexentes Ge dindmicss parecen carscteritar tipica- ‘mente el inicio de una OPC, Ea ccasiones, las mds frecuentes, se trata de la existencia de un grupo de profesionales o en todo caso e personss con ciertacalificacion en habilidades apropiadas para 1a orpanizacién comunitaria, que decide poner en accién una vi- sién 0 proyecto akesnativo- de a forma de prestar servicios sani= tarios, educativos 0 de organizar a la comunidad, vision que tiene ‘muchas veces inspiracion religiosa, pero que tiende & ganar muy pido basante independencia de Ir organizacion eciesial comm tal este parece ser el caso de CESAP Fe y Alegria y SOINDE En ottos, owpanizaciones con propesitesrelvindicatives 0 gremia. les —sindicatos, asociaciones de productores o de vecinos— se ‘ransforman a pantir de su experiencia y oportunidades en organ Zaciones de servicio —esta parece ser una descripcién de ln evo lucion de UPAGRA, del Comité de Salud Mental del Basi Sierra ‘Maestray de CODECE—. Todavia un terer tipo proviens de una iniciatva original del sector publico que con el tempo se Independiza del mismo y adquisre caracterinicns de OPC, yu sea Porque el gobierno se desinteresa en sus actividades 0 porque ‘simplemente la prestacion de servicios genera una dindmiea que ‘ebasa al sector pblico llegando a hacer a las mismas organiza Sraepic Management Sect Depot ‘Connect Kumaran Press Sous, Ee 11983. How Nonprofits Grow: A Model, Journal of Policy Analysts and Managemens, 2 @): 330-65. 1987

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