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OTRAS OBRAS DEL MISMO AUTOR La Causalided (Buenos Aires, Eudabe, 1961). Metaaciontitie Queries ‘Springfield, TL: Chatles C. Thomas, 1959). Btiea y clencia (Bivenes iron, Siglo Veinte, 1972). The Myth of Simlicty (Englewood Cis, Ps fmHall, 1963). 7 cence (Buenos Aices, Budebs, 1965). Foundations of Physics (ew York, Springer-Verlag, 1967). La investigacén contiticn (Bareslons, Ariel, 1969). Phitorophy of Phrsice (Derdceckt, Reidel, 1972). Method, Mode, and Matter (Dordeecht, Rell, 1972). ‘Teoria y eealidad (Baroslons, Ariel, 1972). MARIO BUNGE ‘Miembro titular de ta Academia Tnternationsia de Phitslophie LA CIENCIA su método y su filosofia EDICIONES SIGLO VEINTE BUENOS AIRES éQué es la ciencia? ‘Queda hecho al depéaito que mares te ley 21.723 © by BDICIONES SIGLO VEINTE — Mare 177 — Bs Impreso en Ardention — Printed in Argentina Aires 1, Inteoduceién. ‘Mientras los animales inferiores sélo estan en el mun- do, el hombre trata de entenderlo: y, sobre la base de su Inteligencia imperfecta pero perfectible del mundo, of hombre intenta ensefiorearse de él para hacerlo mas confortable. En este proceso, construye un mundo ar- tificial: ese creciente cuerpo de ideas Mamado “cien- cia, que puede caracterizarse como conocimiento racio- nal, sistematico, exacto, verificable y por consiguiente faible. Por medio de la investigacién cientifica, el hom- bre ha aleanzado una reconsteuccién concentual del mundo que es cada ver mas amplia, profunda y exacta, ‘Un mundo le es dado al hombre: su gloria no es so- portar o despreciar este mundo, sino enriquecerlo cons- Eruyendo otros universos. Amasa y remoldea la natura Teza sometiéndola a sus propias necesidades: construye Ia sociedad y es a su vez construido por ella; trata luego de remoldear este ambiente attificisl para adaptarlo = ‘sus propias necesidades animales y espicituales, ast co- mo a sus suefios: crea asi el mundo de los artefactos y el mundo de fa cultura. La ciencia como actividad —como, investigacién— pertenece a la vida social; en cuanto se Ta aplica al mejoramiento de nuestro medio natural y at- {ificial, a Ia invencién y manufactura de bienes materia- Tes y culturales, la ciencia se convierte en tecnologia. Sin embargo. la ciencia se nos aparece como la més deslum- brante y asombrosa de las estrellas de Ia cultura cuando Ta consideramos como un bien por si mismo, esto es, co- mo un sistema de ideas establecidas provisionalmente (conocimienta cientifico), y como una actividad pro- ductora de nuevas ideas (investigacién cientifica). Tra- temos de caracterizar el conocimiento y la investigacion cientificos tal como se los conoce en la actualidad. 2. Ciencia formal y ciencia factica. No toda Ia investigacién cientifica procura el conoci- miento objetivo. Asi, la logica y la matematica —esto es, 9 Jos diversos sistemas de légica formal y los capitulos de la matematica pura— son racionales, siste- raticos y verificables, pero no son objetivos, no nos dan informaciones acerca de la realidad: simplemente, no se ‘ocupan de los hechos. La légica y la matematica tratan de entes ideales; estos entes, tanto los abstractos como los interpretados, slo existen en la mente humane. A los lbgicos y matematicos no se les da objetos de estudio: ellos construyen sus propios objetos. Es verdad que a menudo lo hacen por abstraccion de objetos reales (na- turales 7 sociales): mas atin, el trabajo del légico o del matemitico satislace @ menudo las necesidades del na- turalista, del socidlogo 0 del teendlogo, y es por esto que la sociedad los tolera y, ahora, hasta los estimula, Pero Ja materia prima que emplean los logicos y los matema- ticos no es factica' sino ideal or ejemplo, el concepto de némero abstracto naci6, sin duda, de la coordinacién (correspondencia biunivo ‘ca) de conjuntos de objetos materiales, tales como dedos, pot una parte, y quijaros, por In otra: pero no por esto quel concepto se reduce a esta operacién manual, ni alos signos que se emplean para representarlo, Los nd- ‘meros 10 existen fuera de nuestros cerebros, y aun alli dentro existen al nivel conceptual y no al nivel fisiol6- ‘ico, Los objetos materiales son numerables siempre que Sean discontinugs: pero no son niimeros; tampaco son inimeros puros (abstractos) sus cualidades o relaciones. En el mundo real encontramos 3 libros, en el mundo de Ia Biccion construimos 3 platos voladores. Pero quién vio jamas un 3, un simple 37 La Logica y Ia matematica, por ocuparse de inventar cntes formales y de establecer rclaciones entre ellos, se liaman a menudo ciencias formales, precisamente por- que sus objetos no son cases ni procesos sino, para em- plear el lenguaje pictérico, formas en las que se puede verter un surtido ilimitado de contenidos, tanto facticos como empiricos. Esto es, podemos establecer correspon- dlencias entre esas formas (v obetos formales), por una te, y cosas ¥ procesos pertenecientes a cualquier niv Bela realidad, por la ote: Ast es como la ise, la qut- 10 mica, Ia Fisiologia, la psicologia, Ia economia y lax de- mas ciencias recurren a la matematica, empleandola co- me herramienta para realizar la mas precisa teconstruce ion de las complejas relaciones que se encuentran entre los hechos y entre los diversos aspectos de los hechos; dichas ciencias no identifican las formas ideales con los objetos concretos. sino que interpreta las primeras en terminos de hechos y de experiencias (0, lo gue es equi- valente, formalizan enunciados facticos) Lo mismo vale paca la logica formal: algunas de sus partes —en particular, pero no exclusivamente, la I6- ica proposicional bivalente— pueden hacerse cozces- ponder a aquellas entidades psiquicas que lamamos pensamientos. Semejante aplicacién de lat ciencias de Ia forma pura a la inteligencia del mundo de los hechos se efectia asignando diferentes interpretaciones a los objetos formales. Estas interpretaciones son, dentro de ‘lertos ifmites, azbitrarias: vale decir, se justifican por el éxito, la,conveniencia 6 la ignorancia. En otras palabras, significado factico 0 empicico que se les asigna a los objetos formales no es una propiedad intrinseea de los mnsmos, De esta monet, las cenciag formales jams en- tran en conflicto con Ja realidad, Esto explica la para- doja de que, siendo formales, se “aplican” la realidad: en rigor no se aplican, sino que se emplean en la vida cotidiana y en las ciencias facticas a condicién de que se les superpongan reglas de correspondencia adecuada En suma, la légica y la matematica establecen contacto con la realidad a través del puente del lenguaje, tanto el ordinario como el cientfico. Tenemos asi una primera gran division de las cien- ‘iss, en formales (0 ideales) ¥y fécticas (o materiales) Esta ramificaciOn preliminar tiene en cuenta el objeto © tema de las respectivas disciplinas: también da cuenta de la diferencia de especie entre los enunciados que se Proponen establecer las ciencias formales y las facticas: mientras los enunciados formales consisten en relacio- nes entre signos, los enunciados de las ciencias fécticas se refieren, en su mayoria, a entes extracientificos: a sucesos y procesos, Nuestra divisién también tiene en cuenta el métedo por el cual se ponen 2 prueba los enunciados verificables: mientras las ciencias formales se contentan con la ldgica para demostrar riqurosamente Sup teoremas (los que, sn embargo, puicron Raber sido adivinados por induccion comin o de otras mane- fas). las ciencias facticas necesitan mas que la logica formal: para confirmar sus conjeturas necesitan de la observacién y/o experimento, En otras palabras, las ciencias facticas tienen que mirar las cosas y, siempre aque les sea posible, deben procurar cambiarlas delibera domente para intentar descubric en qué medida sus pétesis se adecuan a los:hechos. Cuando se demuestra un teorema logico 0 matematico no se recutze a la experiencia: el conjuto de postula- dos, definiciones, reglas de formacion de las expresiones dotadas de significado, y reglas de inferencia deductiva —en suma la hase de la teoria dads—, es necesaria y suficiente para ese propésito, La demostracién de los feoremas no es sino ina deduccién: es una operacion tall que es F". Se puede daz un atimero ilimitada de iater- Bretaciones (modelos) de este axioma, dindose ax" y 'F’ otzos tantos significados. $i decimos que "S de- signa punto, obtenemos un modelo geometrica dado; si adoptamos la convencién de que "L’ designa nimero, obtenemos un cierto modelo. aritmético, y ast sucesiva mente. En cuanto “llenamos” la forma vacia con un Con- tenido especilico (pero todavia matematico). obtenemos un sistema de entes logicos que tienen ef privilegio de ser verdaderos o falsos dentro del sistema dado de pro- Posiciones: a partir de abt tenemos gue habérnoslas con cl problema de la verdad matemética, Aun asi tan s6lo Jasconclusiones (teoremas) teadrin que set verdaderas: Jos axiomas mismos pueden elegirse a voluntad. La baz talla se habré ganado si se respeta la coherencia logica esto es, si no se violay las leyes del sistema de logt- ca que se ha convenido en usar En las ciencias facticas. la situacién es enteramente di ferente. En primer luger. ellas no emplean simbalos va~ ios (variables l6gicas), sino tan solo simbolos intespre- tados: por ejemplo, no iavolucran expresiones tales como x es F', que ao son verdadetas ni falsas. En segundo lugar, la racionalidad —esto es, la coherencia con un sistema de ideas aceptado previamente— es necesatia ppexo no suficiente para los enunciados Ficticos: en pat ‘ucular, la sumisiGn'a alga sistema de logica es necesa- a pero no es una garantia de que se obtenga ls ver~ dod, Ademés de Ia racionalidad, exigimos de los enun- ciados de las ciencias facticas que sean verificables en 4a experiencia, sea inditectamente (en el caso de las hiv 13 potesis generales), sea directamente (en el caso de las Consecuencias singulares de las hipdtesis), Unicamente despues que haya pasado las pruebas de la verificacion empicica podra considerarse que un enunciado es ade cuado a su objeto, o sea, que es verdadero, y aun asi hasta nueva orden. Por esto es que el conocimiento fac~ tico verficable se llama a menudo ciencia empicica. En cesumidas cuentas, la coherencia es necesaria pero no suficiente en el campo de las ciencias de hechos: para afirmar que un enunciado es (probablemente) ver- dadero se requieren datos empiricos (proposiciones acerca de observaciones 0 experimentos). En sltima instancia, s6lo la experiencia puede decienos si una hi- potesis relativa a cierto grupo de hechos materiales es adecuada 0 no.-El mejor fundamento de esta regla me- todolégica que acabamos de enunciar es que la expe- riencia le ha ensefado a la humanidad que el conoci- amiento de hecho no es convencional, que si se busca la comprensién y el control de los hechos debe partirse de la experiencia, Pero la experiencia no garantizacé que la hipétesis en cuestién sea la tinica verdadera: s6lo nos diré que es probablemente adecuada, sin excluir por ello le posibiidad de que un estudio ulterior pueda dar me- jores aproximaciones en la reconstruccién conceptual del trozo de realidad escogido. El conocimiento factico, aun- ‘que racional, es esencialmente probable; dicho de otto ‘modo: la inferencia cientifica es una red de inferencias Ee Weenie) g pobetlen Tenet tes). Las ciencias formales demuestran o prueban: las cien-

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