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VII CONGRESO DE HISTORIA DE COLOMBIA UNIVERSIDAD DEL CAUCA POPAYAN, NOVIEMBRE 19 A 23 DE 1990 EL ARCHIPTELAGO DE SAN ANDRES Y PROVIDENCIA, 1886-1930: SOCTEDAD, INTEGRACION Y CONFLICTO EN EL PROCESO DE “LA "COLOMBTANIZACTON". Por centro oF ig e F: BOCUENTACION JUAN CARLOS EASTMAN ARANGO Historiador[*] Popaydn, Noviembre de 199 [*] Wiotorfador, Tnveatigador-Pocente del Departamento de Wiatorta y Geograffa, Facultad de Ciencias Sociales y Educacté niversidad Javertuna. Coordinador del Seminario de Investigactén "Regiones e Integractén ritorfal en la historta de Colombia: Eutado, Necién y Frontera "iPin de la historia?. “Para nosotros, no es ninguna novedad. Hace ya cinco siglos, Europa decreté que eran delitos la memoria y la dignidad en Américe. Los nuevos duefios de estas tierras prohibieron’ recordar la historia, y prohibieron hacerla. Desde enton ces, sé1o podemos aceptarla," Eduardo Galeano, "El Desprecio como destino". “Las utopias no son pronésticos ni proyeccio nes de datos, -ni resultados de encuestas, ni siquiera presagios; més bien son destellos de la imaginacién, aspiraciones casi inveros{ miles que sin embargo llevan en si mismas 1 germen de lo posible." Mario Benedetti, "El capitalismo gané un Bartido, no el campeonato”. “Hasta ahora, América Latina era la tierra del futuro. Cobarde consuelo; pero era. Ahora nos dicen que el futuro es el presente," Eduardo Goleano, "El Desprecio como destino", . Historia Archipiélago/Eastman-1 PRESENTACTON En.el proceso de construccién de la nacién, simulténeo con el de su afirmacién e integracién territorial, e1 Archipiélago de San Andrés y Providencia se constituye en un motivo de reflexién y de evaluacién de nuestra experiencia histérica. Por un lado se trata dettatiipercepeisntiquetttcnemoatiaeltiverritstio tania rennet ee fisica y ecolégica; por otro, se trata de nuestra identidad con él: es ‘decir, nuestro sentido de pertenencia en su doble flujo de derechos y deberes. Finalmente, y quizés lo més importante por su infinite posibilidad de sintesis, nuestra visién y comprensién de los "otros", o sea, de los habitantes inmediatos, cercanos o lejanos en nuestro espacio, segin estemos plantados en la geografia colombia na una percepcién del “otro” en su etnia, su lengua, su religién, su cultura y su derecho a la vida, en la pluralidad de tonos, de sonidos y de formas. El gran sentido de la existencia politica y en el proceso mismo de construccién de esta nacién, es en nuestros dias -y frente al fin y cambio de siglo- fundir sin eliminar ni negar la riqueza étai €a, social y cultural de las fuentes humanas de nuestra nacion, Colombia; posibilidad que reside en la construccién de un sistema que democratice lo politico y le econdmico, y donde el bienestar social y piblico sea la fuente de la seguridad y del desarrollo: que la nacién se cogstruya y afirme a partir de su pertenencia y participacién en wn proyecto histérico que aspire y conquiste el Primero de los derechos: el de vivir dignamente. Historia Archipiélego/Eastman-2 La actual situacién def archipiélago, como la de muchas provincias fronterizas de nuestro territorio nacional, que debemos denunciar como une situactén de abandono, desprecio, “olvido” y filo infinite de saqueo de su riqueza husana y natural, sujeta a le feroz rivalidad } competencia econémica individual y empresarial el margen de los intereses futuros del pate y de ‘sus habitantes, es fruto de un proce so histérico en donde han participedo la politica centralista, el clientelisno bipartidieta, las prioridades andinas de desarrollo, la opcién cultural que excluye, la educacién que no recoge la totali dad sino la parcielidad: en suma, ignoremos y desconocenos lo que | sucede en nedia Colombia, y conocenos mal 1o que sucede en 1a media. 4 restante. Nuestra identificacién territorial es fragil; nuestro sentido de pertenencia ain més; nuestra credibilided ha rofdo lo social y se oculta en lo individual; en medio de visiones exéticas que promueve el turismo, contemplanos media Colombia con paternalismo © indiferen cia, con una tolerencia que hiere. LCubl he sido Ja contribucién de dichos habitentes y tierras a las —transformactones econémicas y politicas en Colombie?; icuél debe ser e1 lugar de ellos en le que ofonos con delirio casi como "Una Colombie Nueva", de la “Nueva Era", y que nos va a introducix en el equilibrio de poder econémico y politico-militer del siglo XXI?. La periferie colombiana, sélo sacudida en le “conciencia nacional” por los irrupctones hostiles y peligrosas del “pacionalismo fronterd zo", nos sirve de dramdtico testimonio de e-construceién del Estado 4 Historia Archipiélago/Eastman-3 y de la Nacién en Colombia. Guajira, Chocé, las Intendencias y Comisa rfias, y ain el Departamento de Norte de Santander, nos deben obligar 8 .reconsiderar su lugar y posibilidad politica, administrative aconémica y cultural.’ Existe y ha existido un desarrollo desigual al interior de Colombia; ese desequilibrio ha profundizado en aque llas regiones las contradicciones y conflictos que se han dado en el conjunto de la sociedad internacional y en el conjunto de 1a sociedad y del territorio nacionales. Pero nuestra creencia de que Colombia es solamente urbana, capitelina y andina nos ha lievado @ tolerar abusos, corrupcién y violencia en la otra Colombia: aqui encontramos las otras vertientes de la nacién como son las comunida des negras, las comunidades indigenas, los colonos y los “nativos", todos portadores de experiencias histéricas de ilusién y frustracién, de expropiacién, violencia y desplazamientos, de esperanza y de negacién, proceso integral que se viene dando desde el momento de la invasién de la regién que luego reconoceriamos como “La Nueva Granada", y que viajando a través de los sigloe y de la geografia encontramos hoy en medio de una nueva revolucién mundial del capita lismo, con el ofrecimiento de viejas f6rmulas para viejos y nuevos problemas. iCudl es el lugar de los "viejos territorios" de la periferia m{tica y m4gica colombiana en los nuevos proyectos de modernizacién que nos ofrece le llamada “revolucién neoliberal o de la ‘Nueva Dere cha'"?, Aan fe lee conocemos. Y salvo la retérica caracteristica de los buenos propésitos y del ".,,ahora s{l", no existe una propues ta para los llamados "Territorios Nacionales" y de Frontera, especial Historia Archipiélago/Eastman—4 3 ‘| mente cuando la media Colombia ‘restante se encuentra sumida en la incertidumbre, el temor y el “suspenso".(1) ff cane oC) ( BOLUMENTACION 5 ay Cuando nos referimos a San Andrés y Providencia durante este perfodo INTRODUCCION (1886-1930), sin luger a dudas 10 hacemos sobre un territorio insu jar, caribefio, ajeno @ una Colombia que atin hoy no logramos represen tar en nuestras ‘ideas, palabras y realidades. Esta relacién “extra fia", “invasora" y “extranjera", fue reconocida por les autoridades continentales que se imponian como PREFECTOS nombrados por el Goberna dor de Bol{var, y como INTENDENTES nombrados desde Bogoté, un lugar muy lejano desde dgnde se trataba de decidir sobre el pasado, la vida diaria y el futuro de la comunidad nativa del archipiélago. Entre 1686 y 1930, e1 archipiélago de San Andrés y Providencia es una porcién extrema y desconocida de la "patria", habitada por una comunidad cuyas raices, cultura, lengua, formas de autoridad, relacio nes econbmicas y proyecciones no tienen nexos, ni fuerte tradicién con una Colombia que llamaremos "Continental", y tampoco objetivos comunes, Este panorama y estas relaciones trataron de ser transformadas, de forma répida y hostil, por un programa politico conocido como "COLOMBIANIZACION", piedra angular de 1a integracién al proceso polftico, cultural y administretivo de una nacién en formacién y @ un Estado en construccién. Los instrumentos de la "colombieniza cién" fueron: le Administracién Tntendencial, 1a Educacién en Eepaiiol Historia Archipiélago/Eastman-5 ’ y la Catolizacién por medio de las Misiones. El proceso de integra! cién a Colombia, y el proceso de su propio reconocimiento como “colom bianos", intentaba pasar por la negacién de si mismos, especialmente, por el cuestionamiento de la validez de sus tradiciones y de su identidad cultural y religiosa como vehiculos apropiados y exitosos para la integracién: es decir, exigia su negacién como condiciéa para seguir existiendo en un marco politico nuevo. Por estas razones, las relaciones entre Colombia y San Andrés no fueron faciles ni amistosas. Colombia irrumpié en la historia y en la vida de la comunidad de las islas, con mayor fuerza y decisién, a partir de la segunda mitad de los afios veinte, consolidando una presencia que se habia hecho més urgente desde 1904, Y lo hizo conven cida de portar los medios para llevar “civilizacién", “progreso", “verdad” y "orden"; su politica de dominacién. adelantada por les nuevas instituciones y autoridades civiles, militares y reiigiosas, va a incorporar a lo largo del siglo XX nuevas experiencias de conso lidacién de la soberania, como el traslado de poblacién continental a las islas, especialmente desde la costa atléntica colombiana La visién continental de las islas va a transformar sus actividades econémicas, sus asentamientos humanos y su trabajo, con los planes hoteleros y comerciales en torno al turismo, y con la introduccién de la burocrecia y del clientelismo politico bipartidista; fifialmen te, su politica de consolidacién de la “colombianizacién" va a ser el objetivo durante la década de 1980, a partir de la reaparicién de las resistencias "raizales" o nativas, combinadas con les presio Historia Archipiélago/Eastman-6 nes estadounidenses contrarreyolucionarias y niceragienses sandinis tas, que comprometian la neutralidad de las islas .en el conflicto centroamericano; frente a estos nuevos desafios, el gobierno entendié la “colombianizacién" a partir del incremento demogr&fico colombiano continental, agudizando asi las contradicciones entre nativos e inmigrantes, entre islefios e inmigrantes, y amenazando con alta peligrosidad 1a existencia de 1a vida en las islas, por las despropor cionadas presiones humanas sobre el espacio y los recursos. La apreciacién que se tiene, en fin, de las relaciones y del proceso de "colombianizacién" nos conduce a hablar de una “ofensiva institu (2) la posicién del gobierno cional" que algunos ven como “colonia y de las autoridades civiles y eclesidsticas que llegan al archipiéla go es la de homogeneizar cultural, lingufstica y religiosamente la sociedad nativa, con los valores y.creencias de los gobernantes “ofensi y de la sociedad colombiana continentales. La vivencia se esa va institucional” fug registrada en numerosos memoriales y denuncias hechas por representantes de la comunidad nativa, especialmente de aquellos que resintieron m&s los cambios administrativos y los Pura finalen de low afew ahuson de low funcfonarton cont tnentales volute, ef “procéngul" se constitufa wn el principal enemigo de la integridad de este sector de los isleios. Durante este périodo, finalmente, se desarrollé la otra historia de las releciones del archipiélago con Colombia;.esa fue la de los tratados internacionales que delimitaron las fronteras maritimas de Colombia con paises centroamericanos y del caribe. Entre 1886 Nistoria Archipiélego/Eastman-7 y 1904, Colombia redefine su influencia Serritorial por la vie det recorte o de la pérdida de territorios; Nicaragua y Panamé, con el creciente protagonismo politico, militar ¥ econémico de los Esta dos Unidos, Ievé ‘a Colombia a sus fronteras caribefias actuales, dejando al archipiélago sin su contexto colombiano continental iame diato, al menos, el que tenta haste 1904. Entre 1886 y 1930, ias Prestones militares y politices sobre las islas fue otro factor importente en el fortalecimtento de la “opcién caribefia" de los ie @ cino o¢ eet 8 ‘Se anane ba accién del “gobierno colombiano sobre las islas tuvo varios frentes LA “COLOMBTANIZACTO! 1A _“COLOMBTANTZACTON" Y varios niveles; Yao primero giré en torno a la estabilidad administrative, proceso conflictive y ruinoso para la imagen de los functonarios colombianos foutinentales que se debatieron entre 1a corrupciéa, et nepotismo y el autoritarismo, _ Jno segundo egiré en torno al Proceso de “colombianizacién" Propiamen se dicho, “mucho més profundo en el Propésito gubernamental de asegu “ar y consolidar sus imégenes, valores y s{mbolos de pertenencia il territorio y a la historia de Colombia continental, she_tercero, que giré en torno a las relaciones tradicionules Historia Archipiélago/Eastman-8 del archipiélago. a nivel de su comercio, movimientos “de poblacién y comunicaciones, que existian desde el siglo XVIII: al respecto, el archipiélago sufrié dos procesos decisivos para su historia futu ra; el primero cuando su relacién con la Mosquitie, les Islas Mangles (Corn Island) y Penamé, que eran territorios colombienos (heredados del Virreinato de 1a Nueva Granada pare 1610), se desprendieron del contexto islefio para formar parte de las nuevas fronteras naciona les de Centroamérica (Panam& y Nicaragua), quedando familias e indivi duos separados por nuevas lineas fronterizas politicas y pasaportes. Y el segundo, cuando la creacién de la Intendencia Nacional y les nuevas ofensivas nacionalistas entre 1912 y 1928, convirtieron al archipiélago en una frontera amenazada, y en un punto estratégico -naval y aéreo sobre territorio centroamericano-, reforzando las limitaciones de desplazamientos de las partes, y con aquellos islefos que estaban establecidos en la costa atl4ntica centroamericana (Nica ragua, Costa Rica y Panama). Los tres frentes, de accién del gobierno colombiano chocaron con la identided cultural, lingifstica y religiosa de los habitentes @e las islas, y chocaron contra los intereses y las presiones de los paises vecinos y de los Estados-Unidos, Particularmente los fos veinte en Ja historia del archipiélago se van a ceracterizar, en este sentido, por las constentes fricciones entre importantes sectores de la dirigencia nativa y los intendentes, por le resisten cia protestante a 1a ofensiva gubernamental de introducir mistones catélicas y el espafiol como nueva lengua oficial; también por los problemas econémicos generados por 1# dependencia en Je produccién Historia Archipiélago/Eastman-9 y exportacién de coco (caida de los precios en el mercado de Nueva York y la difusién de una plege en las plantaciones @ lo largo de 1a década), por la sequia que afecté los restantes cultivos agricolas y por el peso reducido que en las exportaciones tenian las frutas; finalmente, aunque no menos importante, quedaria por establecer e1. impacto de los nuevos controtes fiscales’ que trajo la creacién ’ de la Intendencia y la afirmacién del Estado en la vida de las isles: (3 canto of 3 pocurentAcion * LA VISION CONTINENTAL DE LAS ISLAS g % Anares Quizés lo més caracterfstico de les relaciones entre Colombia y el archipiélago ha sido su mutuo desconocimiento, més profundo en algunas épocas de 1a historia continental, menos profundo pero més "tropicalizado" en otras; los informes~de viajeros y funcionarios continentales enfatizaban con vehemencia en este hecho, que se tradu cia en debilidad y desonocimiento del “pais” al cual pertenecian y en indiferencia o critica al juzgarlos como extranjeros y agentes de un poder extrafo e invasor. Entre 1886 y 1930 el archipiélago conocié dos formas de administracién: una primera, deetruf{a la aparen te autonomta de las islas que se-habia dado bajo el gobierno federal bf el de los redicales entre 1863 y 1885 uis de Providencia". Esta forma de entonces se llamaba "Territorio” Nacional de San Andrés y San administracién recuperaba la antigua cuando se le habfa entregado al Departamento de Bolivar. Entre 1886 y 1912 fue edministrada por éste, una vez-mas--Y a partir de 1912, volveré a la administracién central como Intendencia Nacional de San Andrés y Providencie, luego de un agrio debate entre sectores bolivarenses, islefios y centralis Historia Archipiélago/Eastman-10 tas, en medio del cual se tendié una atmésfera de amenaza a la inte gridad del territorio por intereses foraneos y sentinientos separatis tas de los nativos. La primera imagen que tuvieron los funcionarios continentales fue / ‘| la de un lugar donde era f4cil y rApido hacer una fortuna personal, no importaba si fuera a costa del erario piblico, de los intereses de la politice nacional y de los derechos e intereses de los nativos. En la memoria dé 1a comunidad permanecié desde 1a primera administra cién bolivarense este inclinacién por el abuso y la explotacién de las riquezas humanas y naturales de las islas. En el siglo XIX esta era la visié Parece que estas islas no tuvieron por largos afios més gobierno que el de algunos gamonales que, disponiendo de riqueza, llegeron e’\acerse temibles y se hicieron obedecer por fuerza. De las arbitra cseiedes conetidas por ellos en afios anteriores se habla mucho ain. El empeno con que ellos procuraban ocultar 1a verdad a los sborige nes, hasta el extremo de sostener que esto no dependencia de ninguna nacién, explica en parte por qué se ignoraba por aqui tanto de nues tra Repablica.(3) En medio del debate por la creacién de Je Intendencia y le deseada Liberaciéa de la Gobernacién de Bolivar, esta relacién con 1a comuni dad volvié e salir a flote. Un diario de Cartagena, El Porvenir, eewikiSSGiemtm un debate en sus paginas sobre "Nuestras Islas Misterio ses" a fines de 1911; un habitante de las isles escribia: (...) Si los colombianos en general y ofin cl Gobierno misno no saben a ciencia cierta lo que por estos lugares ocurre, ser& porque no Ratcaa tenido verdaero interés en saberio (...)+ Se ha escrito mucha fantasia sobre estas islas, y sin duda alguna se continuaré escribien do en le misma forma sobre ec] mismo tema, haciéndose cada dia mas . Historia Archipiélago/Eastman-11 dificil para el Gobierno resolver un problema tan sencillo y cuya solucién me permito darle aplicando las palabras del expresidente Reyes: 'M&s administracién y menos politica’, (...) Téngase especial cuidado al hacer los nombramientos de los empleados superiores, en que recaigan en perscnas de buen trato, patriotas, que posean el idioma inglés y un tanto diplométicas, ya que vienen a “tratar @ un pueblo verdaderamente sano en todo el sentido de le palabra. (...) Evitese hasta donde sea posible el frecuente cambio de autorida Ges, teniendo en cuenta que los recién llegados necesitan perder algdn tiempo antes de hacerse al patio."(4) . ! Las descripciones de las islas reconocian un lugar hermoso y rico i en ganados, frutas, coco, algodén, cafia de azicar, guano, cedros y palo brasil, y un importante comercio que alrededor de estos produc tos y recursos se desarrollaba; se reconocia también una sociedad estable, pacifica y laboriosa, que se destacaba por su aseo personal, su educacién y conocimientos proporcionados en e1 marco de la femilia; sin embargo, se registraban sus habitantes naturales como diferentes a los continentales, “distintos y distantes" por ejemplo, un viajero continental en 1913 escribia al respecto: Conociendo que era otro pueblo el que habitaba parte de su territo tio, no quisieron los colombianos de entonces (de la época colonial) COLOMBTANTZARLO, trayéndole su religién, sus idioma y svs costumbres. Solo reeorduban que an le mitad del Carihe habla ticrras colombianas cuando el dinero hacta falta en las arcas o habla necewtdad do envior, por exigencia de le politica, empleados que se velan como extranjeros en su misma Patria. (...) Pensamos con dolor infinito que estamos Gnormemente distunctados por el cardcter, por las creencias, por , el habla, Y sin embargo estamos unidos por e1 azo sacrantieimo j de una misma madre: Colombia!. Pero qué saben ellos de Colombia?, = © Nada saben porque cuando nifios no tuvieron escuelas donde ir a apren | der el dogma catélico escrito en las vibrantes palabras que tiene el idioma castellano, Ellos saben de Wellington y Nelson, de Washing ton y Lincoln, saben leer en la Biblia -y escuchan respetuosos 1a palabra del Ministro, discipulo de Lutero. (...) Sin estar bien ajustadas al caso les comparaciones decimos que en las, islas no se conoce a Colombia porque jamés se ha pretendido por un acercamien to, porque jam&s aqui se ha conocido nuestra tradicién, nuestros hechos gloriosos, nuestra Historia en una palabra,.ya que le Historia es algo como la genuina representacién de un pueblo.(5) . Historia Archipiélago/Eastman-12 M&s adelante, finalizando los alos veinte, nos volvemos a encontrar con las “Isles Desconocidas" y con la "Arcadia Feliz y Deseada", imagen patrocinada por uno de los Intendentes enviados a su adminis tracién, y donde se exaltaba a 1a comunidad islefa como pacifica, ingenua y bondadosa, expresién descriptive de gran valor politico que servia para descalificar a los disidentes y antipatriotas que querian aprovecharse de su malestar y descontento.(6) Jorge Tadeo Lo zano, Tntendente entre 1927 y 1929, comentaba al Ministro de Gobierno lo siguiente: Los hijos del Archipiélago son una excepcién ejemplar de bondad que bien puede servir para ser tenidaen cuenta por varias ciudades y pueblos del interior, v. gr. la misma Capital de le Repiiblica en la cual la ola de la criminalidad, sefaladamente en los delitos de sangre, ha aumentado en forma verdaderamente alarmante. (...) En el interior se tiene une idea y un concepto en relacién con la vida agitada y escabrosa en el Archipiélago, que es muy equivocado con lo que la realidad marca, pues no puede negarse que la ley y las autoridades son respetadas en forma muy consoladore, ya que no se registran aqui esos brotes de altaneria > desprecio manifiesto por las disposiciones de los funcionarios piblicos, como desgraciada mente puede observarse en otras de nuestras poblaciones. (...) Si la temperancia alcohélica y la temperancia religiosa son factores de sofiada tranquilidad, hay un tercero que viene a formar con los anteriores, una trinidad para constituir 1a ARCADIA FELIZ Y DESEADA del Archipiélago. Este factor es el de la carencia absolute de politi ca, ya que aqui en este terreno, no se sabe cual es tirio o tfoyano, rojo o azul, disidente o directoriste. Si estos tres factores no son los que constituyen la vida tranquila en un pueblo, no se yo cudles otros lo serén.(7) De cualquier forma, como "paraiso", o como “botin", los visitantes y los funcionarios reconocian que la presencia protestante, la exis tencia del idiomaginglés y la escasa identidad entre islefios y conti nentales se constitufan en obstaculos para la plena soberanie y autoridad de Colombia en las islas, y que un proceso de "colombianize cién" del territerio se convertia en una necesidad politica, c1Mino BE UNtNIAGION Historia Archipiélago/Eastman-13 as relaciones entre autoridades civiles y eclesidsticas, nombradas | reconocidas por el gobierno central colombiano, y los diversos jectores de 1a sociedad islefa en general y la native en particular, ambiaron sensiblemente a lo largo del perfodo 1866-1930. Une primera tase de dominacién gamonalistica" que se extendid entre 1886 y 1912, fue sustitu{da por una segunda fase en que se combinaron las expectativas islefias por 1a creacién de le Intendencia y la progresi va instauracién de 1a nueva administracién centralista, en torno a 1a cual comenzaron a chocar los intereses de unos y los derechos y précticas tradicionales de los otros; esta segunda fase se extendié entre 1912 y 1924. Y una tercera fase, cnflictiva y violente, en que el autoriteriemo intendencial, unido a la politica de misiones catélicas capuchinas, traté de arrencar y de someter las resistenciss natives le autoridad central e intendencial, fase que se extiende hasta 1930, fecha en que ag a hegemonia conservadora y se abria una nueva expectativa para la vida de las islas. $i bien Jos problemas de identidad de los islefios con los continenta les, como colombianos, fue un tema constante en los Informes y comunt cados al Gobierno Departamental y Central, en los afos veinte este aeunto toma dimenatones Algidas y complejas, La “colombianizacién" tiene no sélo su formulacién, sino sus primeras aplicaciones formeles durante estos afoa. La Instruccién Piblica, Ja Misién Catélica, la administracién Intendencial, la introduccién de los simbolos patrios y le edopetén del castellano como Gnica lengua, fueron alge Historia Archi piélago/Eastman-14 nas de las lineas de accién del gobierno. Dos centros coordinaron la politica oficial: la Intendencia y la Misién Catélica Capuchina; ésta sustituyé a la Misién de los Padres de San José, en Mill Hill, religiosos catélicos de origen inglés.e irlandés, y a quienes se habia reconocido desde 1902 la misién catélica en,las islas, especial mente en Providencia, A partir de diciembre de 1926, esos dos centros fundamentaron la politica de “colombianizacién", tratando de solucio nar los que consideraban como los principales obstéculos -Tdioma, Instruecién Péblica y Religién- para la formacién de una conciencia © identidad colombianas, Por ejemplo e1 padre Eugenio Carcagente, superior de la Misién Capuchina escribia: Es evidente que la Intendencia ha hecho esfuerzos que podiamos llamar titénicos, para fomentar la instruccién piblica en estas islas, pero a mi juicio, le ha faltado uno de los factores principales: el tener buenos maestros, salvo raras excepciones. El poner un cole gio de nifias en estas islas dirigido por Religiosas aptas, es una ecesidad reconocidc y afin reclamada, no sélo por los catélicos, sino afin por los mismos disidentes. Si el Gobierno Nacional quiere que hagamos, lo que podriamos denominar politica colombiana, en estas islas, opino, por lo que observo, que este es uno de los mayo res medios. Se ve, en efecto, que al ingresar los naturales en la Iglesia Catélica, ya se consideran como Colombianos; de modo, que se puede decir, que ser catélico es sinénimo de colombiano.(8) Casi un afio después de instalada la Misién Capuchina, el Intendente expresaba al Ministro de Gobierno, con gran satisfaccién, que final mente Colombia habia encontrado la férmula exitosa para conquistar espiritualmente el territorio; manifestaba entusiesta el Intendente: Las relaciones entre la Misién Catélica y la Intendencia son tan arménicas, tan legles y tan bien intencionadas que a ambas entidades 8610 parece que las anima unisonanente un s6lo pensamiento, en el cual han laborado con especial acuerdo: 1 de la colombianizacién ¥ cristianizocién del Archipiélago".(9) Historia Archipiélago/Eastman-15 In el proceso se habfan hecho esfuerzos en varios aspectos de las eleciones entre nativos - gobierno intendencial. Se habia denunciado .a poca viabilidad que tenia en el proceso de "colombianizacién" sl hecho de que un instruménto vital como 1a TInstruccién Péblice setuviere en nanos de maestros que no eran catélicos, ni sebian aspafiol, y por 10 tanto, no eran totalmente colombianos ni confiables en tan delicada misién.(10) Otros habian propuesto para afirmar e1 proceso, ademas del control catélico-continental de le educatién, dar estabilidad y permanencia a la guarnicién militar, promulgar un Reglamento de Policia, desplegar los simbolos y jornadas civico- patriotes y decretar el castellano obligatorio.(11) Otro fue més alld:tera necesario “castellanizar” todo, incluso aque lla geografia y aquellos lugares cotidianos que la historia telefe (negra, en inglés y protestante) habia construido por més de 100 aos; e1 Intendente Jorge Luna Ospina comprendia en estos términos 1a afirmacién de la identidad nacional: El Despacho prepara un decreto por medio del cual serd prohibide var ch actueciones oficiales las denominaciones inglesas que hoy weer en ie mayor parte de los lugares geograficos del Archipiélago: yi, 9 1a vez, impondré la obligacién de~traducir al castellano los nombres de almacenes y cantinas.(12)— - Luna Ospina incluso formulé una nueva politica de contratacién de nutivou pare lon Gargon pablicany commtderah que debtnn hablar onne fiol: Aparte de las diligencias que se hacen para obtener maestros que tienen les requisites apuntados, seré preciso estimuler el aprendize ’ : Historia Archipiélago/Eastman~16 je del idiome patrio, prefiriendo en los -puestos piblicos a las ersonas que lo hablen; y, si necesario fuere, extrahando de todo setsto remunerado @ aquellos que, contra toda légica, se denominan {fadadanos colombianos y no conocen la lengua oficial, ignorando: sor lo mismo, nuestra historia, nuestras instituctones y 70 partici pando de ese vinculo y esa fuerza poderosa de cohesién que es. 21 idioma.(13) Como un simbolo del resultado positivo de le estrecha relacién entre el Gobierno Intendencial y la Misién Catélica Capuchina, la sociedad islefia presencié a mediados de 1927 la “entronizacién™ del Sagrado Corazén de Jesis en San Andrés; se consideré, entonces, que le accién de gobierno tenia rasgos de “redencign" de los habi tantes de los islas, y que el protestantismo, "que estaba olli como en propio trono", seria finalmente erradicado, y sus habitan tes recogidos para 1a autoridad de Roma y de Colombia.(14) CARS Ze RES iw a, 2 ceneo of ¥ EL ARCHIPIELAGO ([f pocantwracion 2) yy eanasttY EL "CORAZON DE JESUS: Rl die 8 de junio de 1927, el Intendente de San Andrés y Providen. cia dié un paso decidido en le politica de colombianizectén det archipiélago; por medio del decreto No, 48, dicté algunas disposi ciones y fij6 algunas partidas para “entronizar solemnemente le imagen del Corazén de Jesis en e1 ‘salén del Despacho Intenden ciai".(15) Este imagen, al mismo tiempo que aseguraba que el gobier no de las Islas estaba "bajo la proteccién del favor divinot(16) como sucedia en las restantes Gobernanciones de la Repiblica, Ibid. (18) Ibid., -fls. 681-682. (19) Ibid., £1. 674. (20) Ibfid., fls. 674-675. (21) Ibid., £1. 675. (22) Ibid., t. 936, £1308, 7 Historia Archipiélago/fastman-31 (23) Ibid., t. 905, C18. 293-294: b. 906, fie. 184-189. (24) Thid., t. 906, fs. 313-316, (25) Ibid., t. 954, £1, 358, (26p Ibid., £1. 425. (27) Ibid. £1. 408. (28) Ibid., Fis. 481-482, (29) Ibid., £18, 518-521; Isabel Clemente, Op. cit., pag. 203, (30) Ibid. (31) Ibid., £1. 520, (32) Ibid., f1s. 500-502; 504-512. (33) Tbtd., t. 978, £1. 426. (34) Ibtd., £1. 427, (G2) Juan Carlos Eastman Arango, “Memoria de un visitante. Aproximo cién a1 Archipiélago de San Andrés y Providencia a fines de 1913". En Boletin de Wistoria, vol. 5, Nos. 9 y 10, 1988. pp. 57-77. También ver Eastman, —"Sobre Historie y el Archipiélago de San Andrés y Providencia”. En Universitas Humanistica, Vol. 17, Ni. 29, Enero-Junio 1988. pp. 161-170, (36) Eduardo Lunazzi, "San Andrés, Paraiso maltratado. facia un tugurio flotante", En'E1 Tiempo, Agosto 19/1990. pag. 1-3. (37) Violations of Human Rights in San Andres, Providence & Catali na_Islands. (Mimedgrafo, 4 pags.). JUAN CARLOS EASTNAN ARANGO Historiador ger Popayan, Noviembre 19 a 23 de 199

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