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MARIO A. LOPEZ OSORNIO TRENZAS GAUCHAS SEGUIDO DE: EL CUARTO DE LASSOGAS y AL TRANCO Titulo: TRENZAS GAUCHAS, seguido de EL CUARTO DE LAS SOGAS y AL TRANCO Autor: MARIO.A. LOPEZ OSORNIO © Editorial Hemisferio Sur $.A. en coedicin con LIBROS DE HISPANOAMERICA 2009, 28. Reimpresién Reservados todos los derechos de la presente edicién para todos los paises. Este libro no se podra reproducir total-o parcialmente por ningtin método grafico, electrénico, mecdnico o cualquier otro, incluyendo los sistemas de fotocopia y fotoduplicacién, registro magnetofénico o de alimentacién de datos, sin expreso consentimiento de la Editorial. IMPRESO EN LA ARGENTINA PRINTED IN ARGENTINA Hecho el depésito que prevé la ley 11.723 EDITORIAL HEMISFERIO SUR S.A. Pasteur 743 - 1028 Buenos Aires - Argentina Telefax: (54-11) 4952-8454 informe@hemisferiosur.com.ar www.hemisferiosur.com.ar ISBN 978-950-504-355-2 - Editorial Hemisferio Sur S.A. MARIO A. LOPEZ OSORNIO LIBROS DE __ HISPANOAMERICA TRENZAS GAUCHAS SEGUIDO DE EL CUARTO DE LAS SOGAS Y AL TRANCO Wemisrenio sua HEMISFERIO SUR 1934 . 1935. 1987 « . Al Tranco. Premio Regional de la Comisién Nacio- 1938 1939 . 1939 . 1941 . 1941. 1942 . 1942 . . Teatro de Titeres (Optisculo con dramas histéricos 1942 1942 . 1942 . 1944. 1945 . 1946 . . Cuentos de ayer. 1950 . 1950 . 1949 Obras de Mario A. Lépez Osornio Trenzas Gauchas. Premio Regional de la Comisién Nacional de Cultura, 1936. El cuarto de las sogas. Premio Regional de la Comisién Nacional de Cultura. Albardones. Cuentos. nal de Cultura. Un poblador de Monsalvo (Biografia novelada). Monografia sobre el Lazo. Premio Regional de la Comisién Nacional de Cultura, 1940. Las boleadoras (Monografia). Mamaita (Drama histérico). Paraderos Querandies. Fundacién del Pueblo de General Lamadrid (Folleto). en miniatura). Esgrima Criolla. Viviendas en La Pampa. Oro Nativo (Tradiciones bonaerenses, poesia popu- lar y antologia del payador en la pampa). Habla gauchesca. Punta de rieles (Novela costumbrista). Amansados (Novela costumbrista). Don Clemente Lépez (Vida del abuelo de Rosas). INTRODUCCION —Y, como V’iba diciendo, exclamé el viejo Jacinto Nieves, dende los catorce afios que gtiérfano risulté por causa de un malén de los indios y su finadito agiielo (Dios tenga en su santa gloria), me recogié, hasta el presiente, he estao al servicio de su familia. Primero como cebador de mates p’al patrén y endespués como peon de campo me yevaron una punta’e afios, sin mas aspiraciones que cumplir con mi deber y pasar los ratos de ocio repartidos por partes iguales, entre mis dos afi- ciones predilectas, la de tocar la guitarra que sacaba del juicio a las chinitas de mi tiempo, y la de adornar con primorosos trenzados las pilchas ’e mi recao, qu’eran el constante asombro (modestia aparte) del paisanaje entero. Al pisar los trainta y cinco u cuarent’afios, época en que murid su pobre agiielito, su padre, siendo un mocito enttuavia, me nombro capataz de la estancia re- cién heredada. Ocho o diez afios pasaron y yo era cuasi s’unico duefio. Mientras él estaba en | capital, yo hacia y deshacia a mi antojo. Preparaba: tropas y ordenaba selecciones en el vacaje. Disponia de ventas y calcu- laba compras a mi albedrio y el dia llegd, en que él vino a hacerse cargo de todo. Encontré de tal manera cuidados sus intereses que, llenandome de felicitaciones 42 — me dejé en sus dominios como si juera su propia som- bra. Un afio mas tarde nacié usted, nifio, y jquién lo creyera! que en estos vainte afios ultimos cambiaran tanto las cosas! Se trabaja de forma tan diferente que muchas veces pienso que los gauchos, ya estan de mas en esta tierra. Ya han desaparecido los dias venturo- sos, en que el paisanaje feliz acudiera a las yer ahora sélo cuatro extranjis, atendiendo los bretes des- empefian la tarea de veinte paisanos de mi tiempo! Claro esté que se lidiaba con hacienda muy distinta a la de aura, la una chicara, cimarrona y bravia y la otra mansita como lecheras. —Y bueno, viejo, contesté el actual duefio de la es- tancia, justo es que las cosas cambien con el trans- curso de los afios, la constante renovacion de los seres significa la renovacién de los gustos, de los oficios y por consiguiente, de la indole de los trabajos. Antes un estanciero poseia miles de hectareas para su apro- vechamiento, sus descendientes que por lo general eran muchos, al recibir por herencia lo dejado por aquel, infinitamente dividido, cada uno con cada porcién correspondiente, debe hacer en igual forma que su an- tecesor frente a la vida y con el agravante de mayores necesidades por el adelanto de la civilizacion. Solo us- ted viejo, por un privilegio de Dios, conserva su exts tencia y puede con ello hacer Jo que no todos podremos observar: tres generaciones, mi abuelo, mi padre y yo. y cumplir dentro de ese ciclo la vida completa de un gaucho. Con uno se inicié como cebador de mates y peon, con el otro .capataz y hombre de confianza y conmigo que soy el tltimo, relegado al término de trenzador. aS, —13— —jTrenzador! ; Vaya un trabajo! exclamo el viejo, francamente le diré que yo hago al revés de los paisa- nos, pues con sdlo trabajar los domingos tengo de sobra para mantener mi obligacién cumplida. En mi tiempo, y con la estancia que usted tiene, trabajando todos los dias del afio, no daria a basto para tener en orden el cuarto de las sogas. —Sin embargo, bastante trabajo tiene para su mere- cido descanso. —Descanso... Mire que buscar descanso yo, yo que soy mas pobre que las ratas y dura que no sirvo ni pa’ladrar cuando viene gente, como decia el loco Ve- nancio. Nosotros, los que hemos nacido gauchos, te- nemos el mesmo destino que el caballo ladero: hemos de morir con las cuartas pegadas a los costillares. —No, viejo, no, ya vé usted que a pesar de ser an- ciano y decir que sus dedos estan inutiles en las manos como guasca vieja, tiene usted una habilidad digna del mejor hombre. Ya vé, sus trenzaditos son la envidia de mis amigos. ; Y tan luego ahora, después que hemos convenido en hacerlos conocer! jAjah! — exclamé don Jacinto, componiendo su pe- cho y entornando los ojillos con picardia, brillantes de sincero orgullo, propio del hombre de campo que se sabe suficiente. Ajah, repitid y agregando: ; De manera que usted cree, patroncito, que tales zonceras podran interesar a la gente de estudio? — Si podran interesar? ; Qué pregunta la suya! jsi en la actualidad corre como una ola de gauchismo! Buenos Aires entera, y por no decirle todas las ciuda- des de importancia o sin ella, de toda la Republica, se creen con derecho de defender al hijo de las pampas —m— y a revivir en los teatros, libros, diarios y revistas, la epopeya heroica de los émulos de Martin Fierro y San- tos Vega. Le han perdonado sus crimenes, su falta de constancia, porque lo vieron solo y desamparado al azar de su destino, sin mas justicia que la de su propio pufial. —Sin embargo, no sé qué importancia podran tener las habilidades que usted dice que no fueron otra cosa que el fruto de sus horas ociosas y de la paciencia que Dios le did. —zQue no tendran importancia? Imaginese que no conozco ningtin libro que trate de todo eso y que ni siquiera los diccionarios lo mencionan. —Los disionarios, dijo? Y gqué es eso, pues? —Los diccionarios son unos libros grandotes, Ilenos de las palabras que se usan en un idioma y que dan la explicacién de cada una de ellas. —jAjah! Y usted tiene uno de esos? —Y cémo no. En la Biblioteca, en el escritorio, agre- gO para ampliar la explicacion. — Aqui en la estancia? —Aqui en la estancia. —Y por qué no me lo amuestra? —pidid el viejo paisano con un dejo de extrafia inocencia. Y el iniciado estanciero por toda réplica tom6 el som- brero que habia dejado sobre el burdo camastro de tientos, apenas cubierto con una matra pampa. El gaucho comprendié la muda invitacién y, al seguirlo encendié el pucho apagado y ennegrecido por el tabaco y la nicotina. Al salir del pequefio cuarto, el sol ra- diante, puso una estrella de fuego en sus pupilas que los enceguecié, favoreciendo por consiguiente, al anu- is — lar las sensaciones fisicas, el desarrollo libre del pen- samiento en el campo intelectual. Callados marchaban hacia la biblioteca, el uno cal- culando en la ayuda que habia de encontrar en sus libros y el otro, imbuido de astucia gaucha, mascu- Haba ideas que habian de ponerlo en duro aprieto al hombre ilustrado. Jacinto Nieves, al penetrar en la amplia alcoba cru- zada de anaqueles atestados de libros, dijo, frotando sus toscas manos: —Muy bien, vamos a ver. Usted sabe que para ha- cer un trenzado, lo primero que se necesita, son los tientos. Muy bien: zqué dice ahi sobre los tientos? —Tiento, leyé el estanciero— Ejercicio del sentido del tacto, tiento, pulso, seguridad o firmeza en la mano para ejecutar una accién con acierto. —jAjah! Qué mas? —Nada mas, —exclamé el estudioso con enfado. —Pero, scdmo? Nada mas? :Y usted dice que es una cosa buena y que estan todas las palabras de un habla? —Y sostengo lo dicho, a pesar de ser el diccionario Enciclopédico. —Que ciclopédico ni que nada, si lo que hay, patrén, es que todo lo que sea gaucho no tiene valor. El decir gaucho es lo mesmo que decir cuatrero, entretenido y vicioso, y al decir esto, nada mas que la justicia son los tinicos que los nuembran y se acuerdan de ellos. —No hombre, no, ya hemos de encontrar algo. Es- pérese, vamos a buscar otras palabras. Trenzas, por ejemplo, exclamé el joven, ansioso de encontrar alguna explicacién satisfactoria a sus deseos. Aqui esta, ¢ve? Iai a. Trenza (del latin, cosas que se enredan). Enlace o union de tres o mas ramales entretejidos. ‘I'renza: toda clase de fibras pueden trenzarse, es decir, entrelazarse, formando un tejido especial para constituir una tren- za: los cabellos suficientemente largos, la crin de los animales, el esparto, lino, cdfiamo, abaca, yute, ramio, etc., pueden emplearse para hacer una trenza. —jAjah! Y al cuero no lo nuembra? —Tenga paciencia. Todavia no he terminado: la trenza se puede hacer de varias hebras o grupos de ellas, formando ramales 0 cadenas y el niimero de estos es el que da el nombre a la trenza. —jAjah! Eso esta bien. Aqui sucede lo mesmo en ja mayoria de los casos, el nimero de tientos da el nombre de la trenza, aunque hay algunas que tienen sus nombres propios, como ser: la del nudo de espue- las, la redonda, la chata, caracol, la patria, pero, eso sera para diferenciarlas de otras del mesmo nttmero © para indicar un tipo o especie de las mesmas. En lo que no estoy es en eso de “enlace de tres u mas rama- les” al explicar las trenzas. gQué queda entonces pa’las hechas de una y dos hebras como nosotros Ilamamos ? Y sin embargo, son trenzas también... —Vamos a ver en ese otro diccionario, en el de “Espasa” si hay alguna cosa que nos interese. ; Ve? Aca dice: En el estilo romantico, se hallan toros fre- cuentemente adornados con trenzas y sobre todo en los monumentos de la Edad Media... —jAjah! Interrumpié Don Jacinto, aca el tnico adorno que le metemos a los toros, es el lazo, pa cor- tarles lo que les sobra si no es de giiena raza o pa me- terle cuchillo si-la necesidad lo obliga a uno. —-V— —Callese, Don Jacinto, no haga chistes, que ya en- contraremos el queso, como usted dice. Sigamos leyen- do: Los primeros de quienes se tiene noticia de que emplearan el cuero o sea la piel curtida, fueron los fenicios. Mas tarde, en Grecia, la industria del cuero did origen a varios oficios, guarnicioneros, construc- tores de corazas. Los romanos hicieron lo mismo. —iLos romanos, dijo, patroncito? ; Ah! ;Qué van a hacer hombre! Si los romanos esos eran tres herma- nos que vivian contra la pulmeria de “Tome y Traiga” y no sabian hacer nada. Ellos si decian que de todo sabian y hasta trenzados que hacian pasar como de ellos y eran comprados. ;Si lo sabré yo! —i No hombre, no! —exclamé riendo el interlocutor — los romanos a que me refiero es un pueblo que vivid cientos y cientos de afios antes que nosotros ynoa los Romano, a que usted hace referencia. —jAaaah! —exclamé Don Jacinto, azorado y bo- quiabierto—. Dispénseme la interrupci6n y siga nomas. El joven estanciero comenz6 a hojear libros y a pasar de un tono a otro en el inutil afin de encontrar lo que deseaba. Buscé la palabra tejido y le leyé al pobre pai- sano lo siguiente: ‘Tejido: los hilos de una tela pueden entrelazarse de mil mancras diferentes, pero general- mente y cualquiera que sea la que se siga para el cru- zamiento, este es en sentido perpendicular, entre la trama y la urdimbre, formando dos series, una longi- tudinal, que constituye la urdimbre y otra transversal (a la tela) que forma la trama... —Muy bien, dijole Don Jacinto... es el mesmo fraile con distinto habito. Aca le Ilamamos armadura y rete- jido, y Aura que me acuerdo, quiero que me dé la raz6n ie de por qué varios tientos reunidos en forma de tren- zado tienen una resistencia infinitamente superior a la que podrian tener sin trenzarse. —La explicacién, Don Jacinto, acabo de leerla, y aunque es para otra clase de materiales, puede muy bien servirnos para los nuestros y, cuando la lei, no lo hice fuerte pensando enturbiarle las ideas, y ya que usted me la pide, se la daré. La razon esta en el deter- minado nimero de vueltas que cada tiento da sobre el imaginario eje central de la trenza, de manera que cada uno de ellos, atin estando el trabajo trenzado terminado y en tensién, cada uno de ellos, le repito, se mantiene enrollado como una espiral. Una traccion moderada tiende a estirar dicha espiral, como si fuese un resorte, dandole por consiguiente, una especie de elasticidad que impide que el conjunto estalle. —Francamente, objeté Don Jacinto, no le entiendo mucho, pero algo alcanzo a comprenderle. —Por aca, interrumpié el estudioso, veo que dice que las trenzas de ntimero par siempre son redondas. —Y yo le contesto, dijo Don Jacinto, que sobre eso es dificil hacer una clasificacién, porque con nimero par se hacen redondas y chatas, y con nimero impar, se hacen chatas y redondas y a veces se pueden hacer las combinaciones de unas y otras. Ahora quiero ha- cerle otra pregunta, continué el viejo. Quiero que me busque la palabra lonja y soga. A ver qué expli- cacién nos da. —F diccionario Espasa comienza diciendo que es un americanismo y nos las explica bien. —Quiere decir entonces, objeté Don Jacinto, que si comicnzan confesando que son americanismos, lo acep- te tan como cosas nuestras, es decir, de esta tierra argen- tina que tanto queremos. —Tal vez tenga usted razén, sin embargo hay cosas que me hacen sospechar Ja neta procedencia espafiola, como nos lo comprueba la aplicacién justa y exacta de palabras perfectamente castizas en trabajos, elementos, maniobras, etc., en el arte del trenzado que sdlo por expertos conocedores de idiomas pudieron ser Ilama- das, por ejemplo, tiento, desvirar, hebra y otras. —Pero usted se me olvida, patroncito, que hay tra- bajos en trenzados que Ievan el nombre de una region, de una raza o simplemente una voz india, ahi esta el botén oriental, est el botén pampa que en su sencillez esta diciendo de la haraganeria y despreocupacién de un pueblo. Ahi esta el estribo chalay (chanay,.chaney © chanais, 0 chalais, como algunos le llaman) y que ha de proceder de los indios quichuas, porque no sé si usté sabe que chala, en indio, es la envoltura de la espiga del maiz y el estribo chalay no es mas que un trenzado, que, como la chala, envuelve el corrién de la estribera. —Muy bien, Don Jacinto, se est contagiando de las lecturas y me esta resultando un discipulo mag- nifico. —j Oh! {Qué se cree, patron! Seré ignorante pero no dormido, replicé el viejo paisano, un tanto amos- cado. —No se ofenda, Don Jacinto, y atienda otras razones que voy a darla. Ein este libro “El Cacique Blanco” de Filiberto de Oliveira Cézar, al hablar de los indios que marchaban a la pelea, dice: “Llevando cuanto puede necesitar, que se limita generalmente a su lanza, —20— su cuchillo y un pedazo de carne de yegua, colgada en el fiador de su caballo (1). —Y como usted comprendera, Don Jacinto, algiin motivo habra tenido para afirmar tal cosa. En este otro libro famoso, “‘Facundo”; de Don Domingo Faus- tino Sarmiento, en una nota de la edicién de 1850, dice, textualmente: “No es fuera de propésito recor- dar aqui las semejanzas notables que representan los argentinos con los arabes. En Argel, en Oran, en Mas- cara, y en los aduares del desierto, vi siempre arabes reunidos en cafés, por estarles completamente prohibido el uso de los licores, apifiados en derredor del cantor, generalmente dos, que se acompafian de la vihuela a dio, recitando canciones nacionales plafiideras, como nuestros tristes. La rienda de los drabes es tejida de cuero y con azoteras como las nuestras; el freno que usamos es el freno arabe, y muchas de nuestras cos- tumbres revelan el contacto de nuestros padres con los moros de Andalucia...” —jAjah!, exclamé Don Jacinto, no se puede poner en duda la palabra de un hombre tan famoso como usté dice, pero, sin embargo, yo le diré, como cuento nomas que le he preguntao a mas de una veintena de arabes, que tuitos los dias nos visitan vendiendo bara- tijas, “‘cémo son los aperos que aya usan” y tuitos me han dicho que son monturas y los trenzaos tuitos son de cerda como los que aqui hacen los presos. ; Hasta los lazos dicen que primero hacen con manojos de cri- nes y el todo lo forran con un tejido de cerda y con punto de medio bozal! Y dicen que son durisimos, (1) Fiador: especie de collar de origen arabe. — 2k — fieros pa’las manos que las quema lo mesmo que yesca si uno se descuida, pero juertes como nada p’aguantar el tirén mas recio del toro mas bravo. —Ah si? no sabia. Estaba pensando, Don Jacinto que podia acercarse a la cocina y. ver si hay algun des- ocupado que nos alcance un mate, que con tanta lec- tura y tanta conversacién la garganta se nos esta se- cando que da gusto. —Y claro, pues, y si tuviéramos un traguito de gifiebra p’asentarlo y p’aclarar ideas... Que es tan giiena. Se atrevié a decir el gaucho, y, valido de su vejez y por el hecho también de creerse imprescindible en la tarea comenzada. Mientras el paisano fuése a cumplir el cometido, el patron continud leyendo, y con asombro observé que no era poco Io que tenia marcado con pequefias sefiales en los libros, para cuando Ilegase el caso de precisar citas de autores reconocidos. Ahi, por ejemplo, don Martiniano Leguizamén en “Cepa Criolla”, dice: “Es un hecho comprobado que el cuero de las vacas y yeguarizos importados por los conquistadores, fué la materia prima empleada por los pobladores del Rio de la Plata, en los usos mas diversos, desde la rtstica tienda hasta esas miltiples aplicaciones de la industria casera, que Sarmiento denominé “La civilizacién del Cuero”; y...”. —Sabe, patrén, le interrumpié Don Jacinto, zqué se me ha ocurrido otra pregunta? No habiendo perdido la mafia de su juventud, a pesar de los afios y recor- dando los .contrapuntos y guitarreos que habianle hecho desplegar toda su astucia gaucha en la mocedad y cuando estaba de payadas. a —:Por qué todos los trenzadores son criollos, y los tinicos extranjis que trabajan como tales, han apren- dido su oficio en esta tierra? —La explicacién es muy sencilla. La gente venida de allende los mares, eran soldados o simplemente tra- bajadores, que para nada necesitaban del oficio que nos ocupa. —Su raz6n es muy pobre, patrén. La verdad habra sido que alli no sabian trabajar gran cosa, por no decirle nada. —Sin embargo, acd habran podido aprender poco, porque en verdad, el gaucho en eso era poco explicito y casi le diria egoista. —z¥ cémo quiere que no sea egoista, patron? Si usté bien sabe que el gaucho a pesar de estar en su tierra, era echado como bicho malo y tratado peor que sabandija, obligandolo a hacerse justicia por si mismo. Y al eliminarlo de la sociedad y quitarle poco a poco sus medios de vida lo obligaban a vivir alzao, y a tratar de conservar para si, lo que podia darle alguna utilidad. Ademis, evitando que su habilidad o arte, como usté dice entrase en el terreno de la vulgaridad, y que cada uno pudiera hacerse lo que necesitaba en sus pilchas, perdia por lo tanto, interés y mérito y hasta la almi- racién que bien se la merecia como premio a sus obras, hijas de la paciencia y del sobrado tiempo que tenia para efectuarlas, exclamé Don Jacinto entusiasmado. —jOh, si!, exclamé el joven estanciero, no se me va quedando atras para contestar. Lo que es ahora, seré yo quien pregunte. Siguiendo con los libros, por aqui leo en uno de Emilio P. Corbiere, lo siguiente: “Copid el nativo, de —e— los andaluces, los adornos con que enjaezd su caballo y el apero de plata fué la alcancia de sus ahorros...” —Y, que tal vez tenga razén nomas, patroncito, pero, lo que es, yo, los gauchos que he conocido con chapeao eran gauchos ricos o no eran gauchos de verdad, y, los que son ricos, no hacen ahorros, dandose el gusto. En cambio, el pobre, cuanto mas lujoso deseaba su recao, mas trenzaos le ponia o los hacia o buscaba raros a veces y pocos conocidos, con el inocente afan de ha- cerse almirar. —Asi debe ser, nomads, Don Jacinto, pues recuerdo que en un libro de Eduardo Gutiérrez, de Leyendas Gauchas, al presentarlo a Santos Vega, decia: “El apero era tan sencillo como el traje de su duefio. No se veia en todo él la mas pequefia chapita de plata, siendo su prenda mds valiosa un maneador y riendas trenzadas con botones gauchamente colocadas de tre- cho en trecho...” —Y es curioso, continué el joven estanciero, mas que dirigiéndose al viejo trenzador, a si mismo, como si estuviera contestandose a sus propias preguntas. Es curioso, repitid, (si es que origen pudiera llamarse a las causas productoras del arte que me ocupa), pensar que se deba en gran parte, a la extremada presuncién del gaucho. Sabido es que estos, al tener facilmente resuelta su vida vegetativa, gracias a las riquezas naturales del suelo donde moraba, no pensase jamas en el ahorro, y lo poco que dispusiera fuese de inmediato destinado para la adquisicién de las prendas de su vestuario. Aun siendo miserable, no le falté el buen poncho, la ma- yoria de las veces de vicuiia, los amplios chiripas y ohn los pafiuelos de seda con primorosos bordados, fueron el constante adorno de sus cuellos retostados por el sol. El agua florida fué tan comtin en los jévenes como el nauseabundo olor a ginebra en los viejos, de los que ya tenian penas para ahogar... El pufial con cabo de plata labrada y la rastra, no pocas veces fueron prendas de empefio en las reuniones de las pulperias, después de las carreras de los fletes y buscando el des- quite con la “baraja...” Y pensar que todo este afin, este deseo de adornarse personalmente (rayano en la coqueteria si no fuese en hombres, y bien varoniles por cierto), pasase mas tarde a la “especie de prolongacién de si mismo” que era el caballo. El noble bruto habia pasado a ocupar dentro de la vida del gaucho, el puesto que no ocupéd ni su mujer ni sus hijos. Los unos significaban cargas de constante preocupacién, y en cambio los otros le prestaban patas que eran como alas para ponerse a salvo en caso de aprieto. Sin contar que en el lomo de su compafiero, cruzaba enormes distancias, era ademas elemento de trabajo y también por él obtenia sus alimentos y con ¢1 hacia sus diversiones predilectas, boleadas, corridas, juegos y de la misma forma que le sirvid para marchar a la guerra, se aproveché para Nevar en sus ancas la prenda de sus amores... Siendo todo esto el caballo para el gaucho y ocu- pando por lo tanto un lugar tan importante en su vida diaria, justo es que echase sus ojos sobre él y fuese objeto de tantas atenciones y tantos cuidados, como los que dispensaba a su propia persona. De ahi que no sdlo emplease las horas del dia libres de andar por los campos, en atenderlo como no atendia a sus padres y en preparar los elementos para dominar el bruto, como buscar la comodidad y lujo dentro de sus aperos. Fl confeccionar un botén o hacer una trenza para su recado, era como peinar su airosa melena y prender la vincha que su china le bordé, o calzar tras la oreja, un rojo clavel. —Muy bien. Tiene sobrada razén, exclamé Don Jacinto, encantado de oir de boca de su actual patron una apologia al gaucho, por no decir a él mismo. Sabe usted, patron, agregé que cuando un caballo se enrieda me gusta desatarlo en el acto y lo mesmo me gustaria que me hiciese una explicacién resumida de lo que ha leido y dicho, pa ver claro como a la mafiana y poder entonces emprincipiar mis lesiones como usté dice, teniendo por lo menos, un pie ande apoyarme. —Tiene raz6n, Don Jacinto. Voy a hacerle a gran- des rasgos lo que usted me pide. Los primeros habi- tantes del globo “de quienes se tiene noticia de que emplearan el cuero, o sea la piel curtida, fueron los fenicios” (1). Estos invadieron el norte africano, pro- bablemente hacia el afio 1600 A. J., transmitiendo su arte a los moros. En algunas tumbas antiquisimas del Egipto se han encontrado momias (2), envueltas en una especie de trencilla, que no es mas que el arte primitivo que nos ocupa. Mas tarde, los arabes atacaron Europa y a princi- pios del siglo VIII franquearon el estrecho de Gibral- tar y penetraron en Espafia, Ilevando a las regiones conquistadas un periodo de brillante civilizacién. En (1) Enciclopedia Espasa. A. Malet. J. Isaac. (2) Enciclopédico Hispano-Americano. X. Seignobos. oe Cérdoba, que era la capital de uno de sus cuatro im- perios y en Grecia, la industria del cuero did origen a varios oficios, y entre ellos estaban el de guarnicionero. Del siglo IX al XIII se produjo la reconquista cris- tiana, y al ser desalojados los arabes de Europa, esta se aprovechdé y beneficié de la portentosa civilizacién dejada por aquellas, guardando para si no sdlo las obras de arte abandonadas, sino también la técnica para efec- tuarla. De ahi, entonces que los espafioles en el afio 1536, al traer con Don Pedro de Mendoza los primeros ani- males a América, pocos lustros atras descubierta por Col6n, trajese con ellos a hombres capaces de amaes- trarlos y conocedores de la industria del cuero. Pocos afios bastaron para que las praderas ameri- canas se poblaran de innumerables manadas salvajes, que los criollos, es decir, los hijos de Ja soldadesca espafiola con las indias, habrian de aprovecharlos. Y lo que al principio fué una ensefianza rudimen- taria, con el transcurso de los afios, la aficién al noble bruto, la paciencia para atenderlo, el raro afecto nacido al calor del agradecimiento hacia el compafiero inigua- lable y el sobrado tiempo para dedicarse a los trabajos industriales del cuero, dieron comienzo al complicado y dificil arte de los gauchos. —:De manera, entonces, exclamé Don Jacinto, que lo nuestro no es nuestro. —Si, viejo, es nuestro y bien nuestro. Se lo com- pruebo con sélo repetirle las palabras de don Leopoldo Lugones, que en su libro “El Payador” (tomo 1°, pa- ginas5O y 51 de la edicién de 1916), dice: “Las correas hallabanse sustituidas también por trenzados cilindricos Ji de cuero crudo, lo cual era mas sdlido y elegante a la vez. De ahi saliéd toda una industria local, como debia suceder dadas la abundancia de la materia prima y la importancia del caballo”. Y le insisto Don Jacinto, afirmé nuevamente el joven estanciero, que las trenzas usadas por nuestros gau- chos, aunque hayan tenido su origen en otras partes del mundo, la verdadera “‘Civilizacién del cuero” crudo, como dijo Sarmiento, y que marca por consiguiente una época, ha sido propulsada en Sudamérica, y con esto le doy la palabra a Ud. para que comience las lecciones prometidas con el sano propésito de divul- garlas. PRIMERA LECCION TRENZAS ¥ bien, exclamé Don Jacinto Nieves, “emprincipiaremos la primera lisién”, como Ud. dice, haciendo unas pequefias observa- ciones sobre la manera de preparar el cuero crudo. Este cuero crudo como Ud, sabe, puede uno transformarlo en sogas o en lonjas. Sogas es cuando apenas desollado y dejado orear, extendido a la sombra un par de horas, se comienza a trabajarle, Se em- pieza por “desgarrarlo”, es decir, cortar el cuero correspondiente a la cabeza y extremidades, de manera de dejarlo lo mis re- dondeado posible. Hecho esto se contintia “sacando sogas”, vale decir, cortar en todo el perimetro el cuero como una especie de espiral. Puede uno d’esa manera obtener una soga del largo re- querido. No olvidando que al cortar la soga hay que hacerlo en una tercera parte mas ancha de la deseada, puesto que al secarse estirada se habra encogido otro tanto. Se humedece y se le quita el pelo a filo de cuchillo, para luego extenderla de palo a palo, a manera de maroma, bien tensa, hasta que se haya secado. Con s6lo sobarla estara lista para entrar en uso. Y, entendemos por lonja, cuando dejamos secar a la sombra el cuero, previamente estaqueado y, hecho esto, se le fracciona generalmente en tres partes, Una central que abarca el cogote, lomo y anca y, otras dos laterales (los flancos del animal), costi- Mares, verija y parte inferior del anca. Se les coloca dentro del agua para ablandarlo bien durante cuatro o seis dias y se esta- quean de nuevo, que cuando se hayan secado, con un palo y con cenizas, se les quitard el pelo raspando con atencién (1). (1) Actualmente preparan una lechada de cal en proporcién de 1 kilo- gramo de cal viva y apagada en 15 6 18 de agua. Se sumergen los trozos elie La lonja quedara asi en condiciones de prestarse para cual- quier trabajo. Claro esti que esto que acabo de explicarle, es para cueros que no han sido quitados de exprofeso para lonjas y como gene- ralmente se procede con los animales de consumo o epidemia, Pero, cuando dispone sacrificarlos exclusivamente para aprove- char en debida forma el cuero, se empieza por marcar, aunque mis no sea en la imaginacién, el lugar por donde pasara el filoso cuchillo, inmediatamente de muerto. Estas lineas serdn cortes 0 tajos hechos uno a cada costado y a 3 6 4 centimetros del centro del animal y en todo el largo y sobre las costillas, quedando asi, libre, lo que Iamamos “corrién”. Otro corte a cada costado y por debajo de las costillas nos habran dado 3 lonjas, 2 costillares con sus respectivas ancas y una inferior o barriga. De esta manera habremos obtenido lonjas que conservaran un mismo espesor mas 0 menos. Desearia también que no echara en saco roto un consejo que voy a darle, para que el cuero resulte bueno si le toca “cuerear de noche” o la noche lo agarra sin tener tiempo para estaquearlo; nunca lo deje colgado en el alambre de Ja ranchada atravesado a Jo ancho, sino a lo largo para que conserve la debida resistencia. La causa no sabria explicirsela, pero la experiencia asi me lo ha ensefiado, Quiero también patrén, decirle dos palabras sobre la manera de aprovechar el cuero, aunque es dificil hacerlo con exactitud, debido a que éste se corta, segiin el trabajo que se desea hacer. Por ejemplo, para sacar tientos para lazos se emplean los costillares solamente de las vacas no muy viejas y algunos los de cuero y se mantienen durante 5 6 6 dias, al cabo de los cuales se estaquean tal como salen del recipiente, Este procedimiento tiene 1a virtud de favorecer la répida depilacion del cuero con suma facilidad y con slo emplear un pequefio frote, efec~ tuado con 1a extremidad de un palo, ademds de desinfectarlo perfecta- mente, aunque nunca he oido de algim gaucho, que haya muerto de alguna infeccién por tal causa, =i uusan de potro, aunque no es tan fuerte y se extraen en redondo, cosa de que no tenga “ingeriduras”, es decir, uniones como Ud. bien sabe. De la linea central que parte de la frente del animal y pasando por los costados del testuz, lomo y dividiendo en dos las caderas hasta Ia cola, se sacan los lindisimos corriones. De las ancas las fuertes encimeras y de la cola los revestidos para los cabos de los rebenques. EJ gartén de las patas servia admirablemente de talén para la antigua confeccién de botas y también se prestaba para el retobe de las boleadoras pampeanas. EI cogote de los toros sacado en bolsa, es el indicado para quitar en redondo los fuertes atadores, capaces de aguantar el cimbronazo més bravo del potro mas salvaje. Y la fina piel de los potrillos, sirve para sacar tientos para costuras generales y para algunos trabajos de tejidos que, mas adelante no faltar ocasién de enseflarle y por tltimo la crin, aunque esto no viene al caso, la aprovechaba el gaucho para-re- tejidos, que si Dios le ha dado paciencia, también aprendera, como el cuajo, que fué empleado para retobar los mates que uno les tomé carifio, por ser algin “ricuerdo” que la torpeza de un chiquilin los rompid. . Y para “emprincipiar” creo que ya Je he dicho bastante, dijo Don Jacinto, al menos todo lo que yo sé-y aura paso a explicarle las trenzas que una vez aprendidas por Ud., encontrard Ja manera de expresarse y de que le entiendan los que lean su libro. Fic No 1 =~ TRENZAS DE UNO Aunque este trabajo no es en realidad una trenza, es al menos un elemento de ellas en infinidad de prendas del apero gaucho, EI tiento debe estar bien preparado y a cu- chillo darle un mismo espesor. Se humedece ¥ comienza a torcerse en un movimiento de rotacién, teniendo un extremo fijo y ajustando cada tres 0 cuatro espiras con pequefias trac- ciones. El encarne va hacia adentro, ae La cola (a) o sea una extremidad de la hebra, quedaré en su sitio y nos servird de guia para el retejido; (b) sera la extremidad que teje. Al subir, la TRENZA DE UNO © TRENZA DE ALEZNA vemos en la fig. n° 3, va completando la trama. Al bajar, después de abrazar la argolla, encauza en el surco dejado en la anterior vuelta (entre M y N) de las figs. n® 3 y 4, y pasando por arriba de uno y debajo de otro, es decir, separando las dos retorcidas de la fig. n°2, va descendiendo hasta la argolla inferior. Allllegar a ésta, la aprisiona y vuelve el tiento a subir, a la derecha y ala par de la cola (a) que nos servird de guia. Sigue bajo uno y sobre otro. Dificilmente nos podremos equivocar si consideramos que, al tapar uno siempre seri una puntada larga (Z, J) y al pasar bajo de otro siempre ser una puntada corta (R). Todo esto resulta més dificil el explicarlo con texto o con ilustraciones que cl ponerse a hacerlo pues hecho el primer paso, los demés lo indican la sola orientacién natural adoptada por la hebra. Este trenzado se emplea en la confeccién de bozales especialmente. Sirve para unir la argolla del anillo con la argolla de la hociquera. Se puede retejer y con dos vueltas mas de la hebra que teje, es decir con siete en total, nos ofrece una trenza igual a la de ocho redonda. Para retejer, sdlo nos bastaré acompaftar una vez ala guia en todas sus pasadas y,al volver, venir separindolas y pasar por debajo, donde el par pasa por arriba y viceversa, Como su nom- bre lo indica, es- ta trenza, se con- fecciona ‘con una sola hebra, aun que al quedar ter- minada, el mismo tiento ha ido y vuelto entre una argolla y otra cinco veces. Es redonda y presen- ta el aspecto ex- terno similar a la de cuatro tientos. Se comienza por retorcerlo hacia la izquierda co- mo lo indica la figura No 2, Fic, Ne 4 Fic, Ne 2 eaggees TRENZAS DE DOS La trenza de dos es corrientemente usada en los «maneadores», puesto que ‘ocupan muy poco espacio y la larga extensién de aquellos queda reducida a un corto trenzado, bien aprovechable, por cierto, desde que se le emplea para hacer grupay en el recado. Se comienza por tomar por la mitad el maneador. Se hace un medio bozal como el dela figura n° 6 y las dos colas (a) y (b) iguales serén las que constituirén el trenzado, Ahora (a) en la fig. n° 7 pasa por el nudo y deja una enlazada. Haciendo otra enlazada con (b) la haremos penetrar en la anterior, como vemos en la figura n® 8, Se ajusta (a) de la misma figura y con la misma cola se procede a una tercera enlazada que se introducira dentro de (b), se ajusta la cola (b) y asi sucesivamente, obtendremos el trenzado. * La figura n° 9 muestra las dos ultimas pasadas explicadas anteriormente. Fic. Ne 6 Fic, Ne 7 Fic. No 10 Fig, Ne 9 En el grabado de la izquier- da podra usted ver una trenza de dos terminada y ajustada convenientemente, Resulta_chata, ¢ le hace con un tiento redondo sale absolutamente re- donda, is de facil desate. Con sdto pisar (a) y tirar de (b) en un segundo queda deshecha. —— 2GES TRENZA DE DOS (de tiento ojalado) Se preparan dos tientos, como el de la figura (a) y hacen incisiones 0 tajos longitu- dinales, de un largo muy po- co mayor que el ancho de aquéllos y se- parados ‘muy débilmente en- TRENZA DE TRES, CHATA, O TRENZA DE PELO, CRIZNEJA No la explico porque no habré uno que no la conozca, Fig. 13, tre si, Se co- Fic. Ne 12 mienza por Fie. Ne 13 pasar uno dene No olvidando que tro de otro, cuando un tiento pa- use como vemo. .¥ 5 Pe oe ees peri TRENZA DE TRES, CUADRADA (o trenza de tientor hendidos) Los tientos se pre- paran como en la de dos, ya explicada, no olvidando la particu- laridad que tiento que pasa por dentro de otro, al cruzarse con ef tercera tender ‘que abarcarlo, La fi- gura(b) muestra claramente tas. pasa- das y los tajos se allan muy separa dos para poder indi- car la trama. Claro est que al hacerla, Fra. No 17 las incisiones del estar tnuy juntas No 12, hasta pasada el otro pasa- dejarla termi- ri dentro de él, nada, Fic. Ne 11 TRENZA DE DOS RETORCIDA Esta trenza se hace retorciendo un tiento, y manteniéndolo tenso y fijo en sus extremos, se toma por la mitad y se dobla, Sosteniendo con una mano los cabos primitivos, se deja al aire el nuevo, y en un movi nto de rotacién sobre si mismo, en un instante se confecciona sola, Esta trenza es harto f4cil; se emplea en la presilla de los lazos. En riendas y boleado- ras, y mis adelante la veremos usada en re- vestidos de rebenques y arreadores, Aspecto & ofrece la mise Fic. No 18 ma trenza a Trenea de tres, os costados. de tiento ojala: do, terminada. y Vista de frente ¥ parte poste: ior, que ‘es el Fic, No 14 esq benque, fija a la presente m: Fic, Ne 20 se van retorciendo los tientos, pero cada cinco vueltas se enderezan y se pueden peinar como si recién se comenzase esta bonita labor, em- pleadas en las manijas de rebenques y arreado- res y no pocas veces en las frenteras de las cabezadas. TRENZA DE TRES SIN PUNTAS Un pequefio trenzado que atraviesa cl mango del re~ con dos botoncitos en sus extremos, por a y b, dejando libre por consiguiente en toda su extensin, a dicha trenza, que los ojos pro- fanos, no se explican la manera de como fué hecha. ‘Al ‘mirar el presente grabado, se puede observar que, mientras la mano izquierda sostiene la labor efectuada, (la vulgar trenza de tres), la mano derecha va impri- miendo movimientos al resto del trenzado, que se traducen en vueltas por los espacios indicados por la hebra que te- je. A medida que avanza el trabajo, la parte superior del mismo aparece per- fecto_y en cambio la inferior, a pesar de seguir los movi- mientos, como he dicho con la diestra, ‘TRENZA DE CUATRO DE TIENTO OJALADO En (a) vemos cla- ramente cémo van dispuestos los tientos que, debidamente ajustados, constitui- ran la trenza ya ter- minada mostrada en Ia figura (b). Fic, Ne 22 TRENZA DE CUATRO, CUADRADA Dibujo de tren- za de 4 termina- Hecho el nudo de espuelas, el tiento da. Puede efec- tuirsela de cual- quicr mimero de tientos. rubierto, ‘e dobla yor si mismo. y Gb), que’ a. si ver hae racion espace de enlazatlo. (c)_apet ato) f2) a. 2gue tara foto. 4 fo tm), qiie forma (3) al 4 De esta manera se va haciendo fun nudo de espuelas, arriba de otro has. Wa terminar fa trenea. Figs 25. Fic, No 23 , ges TRENZA DE CUATRO REDONDA (a) Manera de colocar fos tientos para empezar la trenza, Para efec- tuarla, éstos se moverdn de la siguiente forma: EI Ne 1, yendo por detras de la trenza, da la vuelta y pasando entre el 4y el 3 cubre a este iiltimo, para quedar al centro. El ctiatro hace aah f Fic, No 26 tay | Fic. No 25 Jo mismo pero en sentido contrario. Pasa entre el 2 y el 1 en su nueva Posicién, que lo tapa y asi, sucesivamente, hasta concluirla, (b) Como va quedando la trenza antes de ajustar debidamente, aL TRENZA DE CINCO, CHATA La cola (a) va al centro (c), por arriba, es decir, pasa sobre dos tientos. Con (b), que ¢s la orilla opuesta, se procede de igual manera, Quiere Fic, D Trenza de § tientos terminada, Fic, No 28 decir que del costado que hay tres tientos, el de 1a orilla, se va volcando al centro, por sobre de dos, una vez de la izquierda y otra de la derecha hasta dejarla terminada. = TRENZA DE SEIS, REDONDA El tiento (a), da la vuelta por detras de la trenza y dejando un tiento (el de Ja orilla opuesta), monta sobre (b) y pasa debajo de (c) para quedar en el centro, M, hace el mismo recorrido pero, hacia el lado contrario, Esta trenza se usa en la confeccién de lazos. Fis, Ne 30 Trenza terminada, Es susceptible de llevar en su interior relleno o “tripa”, para aumentar su resistencia. Mas adelante veremos como se procede, puesto que es lo mismo que en la trenza de ocho. aaa TRENZA DE SEIS CHATA Se peinan los tientos, unidos de una misma lonja, Se separan de tres en tres. Unos van a la mano derecha y los otros a la izquierda. En ef caso de Ja figura adjunta vemos que (a) pasa baio 2 tientos Fic, Ne 31. (Armadura) ‘Trenza de 6 chata, terminada, Fic. No 32 y queda en el medio We la trenza (b) de la orilla opuesta, tapa 2 y cae bajo (a) que al cruzarse forman alli la traba de la trenza. EI movimiento de los tientos es siempre igual, es decir, por la derecha, las orillas van cubriendo siempre dos para ser tapadas por uno. Y en la izquierda, los tientos que van quedando en la orilla, pasan siempre bajo dos y sobre uno, hasta terminarla, —8— TRENZA DE SEIS, DE DOS CARAS O TRENZA DE DOS TRENZA DE SIETE TIENTOS, CHATA Y UNA, LLAMADA GENERALMENTE De un lado se sostie- nen tres tientos y del otro, cuatro. De este iltimo es del lado que se va haciendo la tren- za, volcando el de la orilla hacia abajo y pa- sando por uno y uno hasta Iegar al centro de Ia trenza y quedar por consiguiente cuatro en Para continuar esta tren- za es necesario pasar el tiento (a) de a figura No 34 y del lado izquierdo por detris de aquélla, hacia el lado derecho, tapando dos (b) y (c) y bajo Fic, No 33. — Cara posterior, chata. Fic, Ne 35 La siguiente pasa~ da corresponderd. a {a orilla opuesta (b) (Fig. Ne 34, y efec- tuard un trayecto se- mejante al anterior, es decir, dando ta vuelta por detras de Ia trenza al subir, tapard dos tientos y pasar bajo 1 y asi sucesivamente, & 4 Fic. Ne 34, — Cara anterior, redondeada. el lado opuesto. Se vuelve a hacer la misma operacién pero, a la inversa, es decir, de derecha a izquierda, puesto que, det lado que van quedando cuatro es de donde se procede para confeccionar la trenza y, asi, hasta terminarla, No sélo de siete tientos puede efec- tuarse, pues de cinco tientos hasta el néimero que se desea puede hacerse, de- pende s6lo de la anchura que se le quie- ra dar. Es usada en cintos, pretales, etc. Fic, No 36, — Trenza de 7 tientos concluida. —50— TRENZA DE OCHO, CUADRADA figura N° 37 muestra la forma de iniciar la trenza que me ocupa. He _numerado los tientos para su mejor comprensién. El tiento 2 va por detris del trenzado y cubre el tiento 4 yel3. E17 da Ja vuelta y cubre el 6 y el 2, El 1 cubre el 3 y el 2. EL 8, el 2y el 1. El 5 el 7 y el 8. Y, de esta ma- nera queda armado el “arranque” de la trenza y en condiciones de poderla continuar como podremos ver en Ja figura ta, el tiento (a), yendo por de- tras’ de Ia trenza 'y wubrir vel re- leno (si es que se le ha puesto) aparece separando los dos centra- Jes del lado. opuesto, es decir, entre (b) y (c); “debajo de dos y sobre dos tientos”, para ir a colocarse a la par del grupo de cuatro tientos al cual pertenece y solo abandoné por un instante. (D) hace ta mmis- ma vuelta por detriis y sale entre (e (D),cubriendo a timo y a (a) su nueva _pposicién, que ya esti‘a la par de (4). Fic, No 38 NOTA: La parte posterior de este trensado, ‘presenta el mismo -aspecto. que gl Gente, "sus costados de igual” manera, pera. con. la ‘diferencia Ge ofrecer 1a cclocasn de'aus tentos, fe (del irene, verti fate trensado, se" usa" en’ lazon, aunque’ poco, por set muy “brava” y quemar Jas manos cuando se trahaja con’ ella, " sa : es Sl TRENZA DE OCHO (de cuatro caras) Esta trenza de ocho, usada en la confeccién de bozales, presenta la caracteristica de ser absolutamente cuadrada, con sus aristas bien agudas. Para que esto resulte, una ver terminada, se abren los costados y se “machetea”, ofreciendo asi, su lindo aspecto de cordén uniforme en todas sus caras, ae se SiS ae Fic, No 39 ¥, oy 4 7 Trenza terminada. Sélo tejen Jos tientos que van quedando en las oriflas. En este caso, el No 8 pasa bajo tres y, en el centro espera el del lado opuesto que, pasando sobre tres viene a quedar debajo del 8, En Ja siguiente pasada el tiento Ne 7 pasard sobre tres y el dos bajo tres y sobre el Ne 7. Como se we, en este trenzado, en cada orilla; uma vee bajo tres y otra sobre tres y ‘busca la traba en el del Iado opuesto, como lo demuestra la figura adjunta, =o TRENZA DE OCHO, REDONDA Esta trenza de ocho es hueca, circunstancia que se aprovecha para poner en su interior un tiento redondeado (actualmente una piola de céfiamo), para mantenerla perfectamente armada y evitar su achatamicnto, ofre- ciéndole a, su vez, mayor resistencia. Tomado el trozo de lonja, cuya anchura permite separar de ella los ‘ocho tientos necesarios para confeccionarla, se comienza el trenzado pei- Fra. Ne 41 (a) Vista de frente y lista para empezarla a tejer. nindolos, es decir, separar los que van a Ia mano derecha y los que van a Ja izquierda, Asi por ejemplo, en el grabado adjunto, he dejado tres para 1a mano siniestra, el 3, 5 y 7, suponiendo que los hubiera definido de izquierda a derecha por orden numérico. El 2, 4 y 6 para la diestra, cruzindose todos, pasando por arriba y abajo sin permitir dos que no estén alternados. i Quedan por consiguiente el 1 y 8 libres. Este iiltimo pasa por detris del tejido, cubriendo el relleno, como lo muestra la figura siguiente y, alojndose encima del 3 debajo del 5 y arriba del 7, pasando a pertenecer al grupo sostenido con la mano derecha. Vista de atrés y mostrando cémo va quedando envuelto el relleno o “tripa”. Fro, Ne43 ‘Trenza de ocho redonda con relleno de piola. El tiento Ne 1 pasa como el anterior, por debajo del conjunto y aparece entre el 6 y el 4, es decir, cubriendo éste dltimo y seguir por debajo del 2 y encima del 8, que ya pertenece a ese grupo (por su anterior movimiento) ¢ ir a morir a la par del 7. De esta manera se procede con todos, lievando siempre uno de un lado y otro del otro, hasta terminarla, que queda asi. Fig. 43. — 4 TRENZA DE NUEVE TIENTOS (llamada caracol) Esta trenza es de una simplicidad tal, que no precisa mayor explicacién, observando la figura. El tiento (@) del lado derecho, después de pasar por encima de uno ¥ bajo de otro, Iega al extremo opuesto y allf queda solo, aistado det Testo de elementos que constituyen 1a trenza, hasta que (b), que ha hecho la operacién igual que él, se le pone a la par. Entonces (a), pasando Por detrés de (b) y torciéndose, toma la direccién de (c), es decir, de Ia totalidad de los tientos. De idéntica manera se van comportando tedos hasta dejarla terminada, Esta trenza es chata y poco uso tiene y puede también hacérsele del niimero de tientos que uno dese. ) 0 frenza Mamada “Patria” TRENZA DE NUEVE (chat fi rel i za, tendrlamos que empezar por i quisigramos continuar esta trenza, ten¢ ae i ic ey ‘cinco tientos, es decir, el izquierdo, Y debe pasar po viente: bajo 2, sobre 2. bajo 2, sobre 2. aval jo 2 y asi sucesi- Yd o vuelve el costado izquierdo, sobre 2, bajo 2 y asi sucesi- Y de nuevo vuelve vamente. a Como se ve, el tiento que pasa por encima de 2, Ja siguiente vex ‘ara bajo 2 y lo, mismo ocurriré en un lado como en otro. pasar bajo 2 y lo, ae TRENZA DE DIEZ Mano izquierda, Fic, No 46 EXPLICACION: Anudados por sus extremos cinco tientos largos y fijos de éstos, a un soporte cualquiera, ubtendremos cinco enlazadas y que se dispondran segin figura adjunta, es decir, “tres” para la mano izquierda (una en el indice, otra en et dedo mayor y la iiltima en el anular), Y, “dos” para la mano derecha (una enlazada sostenida por los dedos indice y mayor y otra por el anular), Ahora bien, para efectuar el trenzado, se acercan las dos manos, el indice derecho toma por abajo la enlazada del anular de la mano izquierda ¥ se la quita, pasindola por dentro, con un movimiento rapido, de la enlazada que 4 sostenia junto con el mayor. La Meva hacia arriba y se queda con ella, desembarazdndose de la anterior, que se 1a abandona al dedo medio. Por consiguiente, 1a enlazada del anular izquierdo, pasada por dentro de Ja primera enlazada de 1a mano derecha, toma posicién en el indice derecho. El mayor de la misma mano, se queda con la que a tenia junto con el indice y el anular diestro con la suya, Hecho esto, se efectiia exactamente la misma operacién con la mano izquierda y asi sucesivamente hasta terminar la trenza. Se ajusta, abriendo los brazos. Fis, No 47 ‘Trenza de diez terminada, pero sin ajustar y vista por la parte superior. Usada en tas confecciones de “bocados” para 1a doma de potros. Fro, No 48 Esta trenza podriamos Mamarla triangular, puesto que el frente ofrece casi dos caras y la inferior © base es completamente chata, da Grectea” desrdics deat segiin veremos en la figura ni s6lo. ocho tlentos pueden mero 47. verse del total, puesto que Jos dos restantes son los que forman ta cadena del frente. Base 0 cara posterior de Esta trenza_generalmente se hizo con hebras de Jana hilada Porque su uso fué exclusivo en los bocados como antes dije. —8— TRENZA DE ONCE, CHATA Peinados los tientos, con una mano, se sostienen seis y con la otra cinco. Se da “puntada” siempre con la de mayor némero, En ésta que nos sirve de ejemplo, ¥ remos el movimiento de unidades para constituirlas, é ‘ Fic. No 49 1 EI uno pasa encima de dos (el 2 y el 3) y bajo de tres (el 4, 5 y 6). Por el lado derecho se hace io mismo, 2 decir ail, cubre 10 yet 9 ¥ Levanta’ el 8, 7 y el 1 en su nueva posicion. Y de esta manera se procede con ef resto de la trenza, Es decir, repitiendo, los de tw orilla van bajando ‘al centro, cubriendo 2 fentos.y levan tando tres. Fic. Ne 50 Trozo de trenza terminado. TRENZA DE DOCE Trozo de trenza de doce tientos. Es redonda y hueca por consiguiente, necesita alma o relleno de cuero. Para confeccionarla se comienza por peinar las hebras y hacer dos lotes de 6 cada uno. El de Ja orilla externa del lado izquierdo, por ejemplo, da la vuelta por detras de la trenza y pasa por debajo de los dos primeros tientos del lado derecho, sobre dos y bajo dos. La siguiente pasada corresponderi al de la derecha y se comportard de igual manera que el que se acaba de explicar, no olvidando que siempre es sobre dos, bajo dos y sobre dos. mos TRENZA DE TRECE TIENTOS, CHATA Para confeccionar esta trenza de 13 tientos, chata, es necesario hacer dos grupos de los mismos. Uno de iete y otro de seis, El tiento de fa el trenzado. Se dirige al centro pasando encima de tres, bajo de dos y sobre uno. Del lado ‘opuesto, se efectiia 1a misma opera- cién y asi sucesivamente hasta ter- minarla, Fic, No 53 Pedazo de trenza de 13 tientos. =a TRENZA DE TRECE TIENTOS, CUADRILONGA EI tiento Ne 1, ubica- do a la izquierda, debe pasar al grupo de seis, opuesto. Para hacerlo, tapa tres (el 5, 6,7) y, levanta otros tres (9, 11 y 13) EI tiento Ne 12 va debajo de tres (el 10, 8 y 4). ¥ cubre tres (el 3,2y1). Volviendo ala izquier- da, ha quedado en la orilla el Ne 5, que al pasar levanta tres y ta- pa tres, El de ta derecha es el Ne 10, que quedd afuera y pasa al centro, tapando tres y levan- tando tres. Como se habré podido ver: se teje del lado que van quedando 7 tientos. Va de tres en tres. Cuando levanta tres, tapa_ otros tres. Y una vez que va por arriba, la siguiente sera por abajo por cada lado. No olvidando que de fos dos fados se va procediendo lo mismo mientras avan- za el trenzado, No olvidar que cuando la izquierda, es decir que el tiento, va sobre tres y bajo tres; de- recha sera sobre tres y bajo 3 y, en la segunda pasada empezara bajo tres y. sobre tres, para los dos tientos de la orilla (izquier- da y derecha) y asi suce- sivamente. Al terminar la trenza, su perfil es una especie’ de cordén hendido en su cen- tro, Hay que abrirlo y dar- Fic, No 55 Te pequefios golpes de ma- ‘Trozo de trenza de 13 tientos 4 ‘ara que resulte como Fic. No56 terminada, el det grabado adjunto, Perfil =o TRENZA DE DIECISIETE TIENTOS, CHATA Dispuestos los tientos como en la presente figura y numerados para facilitar 1a explicacién, empezaremos cl trenzado. Ay GY will 4 y) E19 tapa 3 tientos (8, 7 y 6), levanta 3 (5, 4, 3) y pasa por encima de dos el (2 y el 1) Ahora con el tiento su- perior de ta orilla con- traria, es decir, el 10. Por abajo de 3 (11, 12, 13) por arriba de 3 (14, 15, 16) y por abajo de dos el 17 y el 9, en su nueva posicién, Ahora se repite 1a operacién pero a la inversa, donde era abajo es arriba y Fic, Ne $8 viceversa. ‘Trozo de trenza concluida. -@— TRENZA DE DIECINUEVE TIENTOS La confeccién de la tren- za de 19 tientos, es suma mente facil, s6lo se requie- re dividir a aquellos en dos lotes. Uno de 9 y otro de 10. Con este iiltimo se co- mienza, puesto que el tiento de la orilla (a), cruza por encima de tres (b,c y 4) y continiia bajo tres para volver a pasar sobre tres. Del lado opuesto se hace de la. misma forma. No ol- ido que en todo el te- lo lo hacen los tien- tos que van quedando a lla crilla_y del lado que ‘hay diez € invarialilemente es: sobre tres, bajo tres y so- bre tres, tanto para un lado como para otro, Fic. Ne 60 ‘Trozo de trenza de 19 tientos, — 6 — TRENZA DE VEINTIUN TIENTOS Fic, No 61 El tiento va al centro de ta trenza y lo-hace por arriba de cinco y abajo ide cinco. Este tiento (a), como podri verse, es el primero de ‘dos lotes de tientos, uno de 11 y otro de 10. Ahora Te corresponde moverse al de la ila opuesta y este es el (b) que empezar al revés, es decir, por abajo de cinco y arriba de cinco con (a) en su nueva ubicacién. Hecho esto, se vuelve a la izquierda, es decir al (c), que tendré que pasar bajo cinco ¥ cubrir cinco, Luego (d)_correra en- cima de cinco y debajo de cinco, ‘Como se por’ comprender, todo se reduce a cubrir 0 pasar bajo cinco y siempre alternadamente y en todo ‘sentido, Fro, Ne 62 ‘Trozo de trenza de 21 tientos, mth COMBINACIONES Y APLICADOS Fic. No 63 Combinacién efectuada con trenzas iguales a fa anterior figura, con la di- ferencia que la trenza de cuatro (a, b), corre formando “eses”. Combinacién de trenzas empleada en frenteras de bozales, bozalejos, pehuales, pretales, etc., confecciona- da con tres de trece tientos, (ab dye §), y dos en zig-zag de cuatro tien- tos, uniéndose unas con otras por medio de simples costuras perdidas por la parte posterior, Fig. No 64 ype Vistosa combinacién de trenzas, empleada en la confeccién de cin- chones, Las laterales son de trece tientos y las “eses” y las barras separatrices de éstas, de cuatro. Se fijan por la parte posterior por medio de simples enlazadas, he- chas lo més ocultamente posible. Fic. No 65 Una trenza de trece al frente-y otra de tres en zig-zag por la parte posterior, ofrecen a la vista este bonito combinado o “embuti- do”, como solian llamarle antigua- mente y que fué usado como retén de la hociquera al anillo en los bozales. En la siguiente figura veremos como se prepara la presente labor. Preparada Ja trenza de tres, 1a aplicaremos en forma de va y viene sobre el borde o festén de la de trece tientos, teniendo en ‘cuenta que marcharé siempre pun- tada de por medio, Asi por ejem- plo, en Ia figura Ne 67, va hacia adentro por (B) y saldré por (D) para volver por (F), sepa- rados convenientemente con la alezna y salteando, como se ha- bré podido observar, las punta- das (A, C y E). Fic, No 67 Fic, No 69 AR Vedat ty Trenza de 13, donde las aan columnas centrales son cu- biertas por tejido “pluma”, En la figura siguiente ex- plico ta forma de hacerlo, Usada fué en tas hoci- queras de los bozales. A, B, es el ancho de Ia trenza y (1, 2, 3, 4, 5, 6,7 y 8) los tientos que correran a lo largo de 1a misma y que han de dar otra tanta cantidad de puntadas de “tejido labor”, sobre la trenza de trece tientos. Se opera como se podré ver en la presente figura y, la unién del tejido con aquella se hace aprovechando las puntadas de cualquiera de las cadenas longitu- dinales, como son (M, N) y (O, P) de un lado y otro. Fic. Ne 70 Bozal confeccionado con una bonita combinacién de trenzas y aderezos, corrientemente usados y que ponen en evidencia 1a influencia espafiola hasta en las mis pequeiias cosas, como Ia podemos observar, en los ador- nos de la frentera, especie de modillones o nudos empleados, en el orna- mento de las rejas de las ventanas coloniales y que el gaucho pudo apreciar y copiar para lucirlos en sus aperos. SEGUNDA LECCION BOTONES AS BOTON REDONDO Fic. Ne 72 EI presente botén de cuatro tientos, qite me sirve de ejemplo, puede lo mis- mo hacerse de 6 u 8. Sélo depende det tamafio puesto que su confeccién es la misma, En la figura Ne 72, vemos la primer Pasada o nudo de espuelas, hecho hacia abajo, Fic. No 71 En esta figura No 74 vemos la primera y se- gunda maniobra ajusta- das y, la tercera sin ajustar. Observando 1a tercer pasada, es un nudo de espuelas hacia arriba. El grabado Ne 73 nos muestra la pasada anterior o sea la primera y la segunda sin ajustar que en realidad no son mas que nudos de espuelas hacia abajo. En la quinta pa- sada, la alezna le abre’ paso al tiento (a), en la esquina que’le sigue al mis- mo, penetrando con suavidad y movien- dola de un lado a otro para no lasti- mar los tientos del centro del botén y venir a aparecer en- tre la armadura cua- drada de Ja primer @ pasada y el tejido exterior (que es co- mo una trenza de tres doble), Fic. Ne 76 Fic. No 75 Y asi como fa alezna marca el trayecto a cubrir de (a), se procedera con los tres res- tantes. Al iniciar ta sexta pasada, los tientos se encuentran en la parte inferior del botén y hay que llevarlos hacia arriba, para esto, el tiento No 1 ‘pasa sobre el No 2 y se introduce en el dngulo formado por el No 2 y 3 y sale al centro del botén en la parte superior, es deci en el primer nudo de espue- as de la primera pasada. El 2 penetra entre el 3 y el 4 E13 entre el 4 y el 1. Y el 4 entre el 1 y el 2. Los tientos en esta iiltima pasada se van dejando tan flojos como floja se ve la pasada del Nv 1 enel grabado ni- mero 77, Deben quedar eruzados con sus inmediatos. Una vez que los cua- tro han atrav do el botén, se procede a ajustar tuno por uno, has- ta hacer saltar cl cuadrito del cen- tro mismo del botén en ta parte superior. Fic. No 78 Botén terminado, a BOTON CUADRADO En el presente grabado se observan dos pasadas Tanto en uno como en otro, las pasadas son hacia abajo, Este botén puede hacerse de seis u ocho tientos te- niendo por consigniente tan- tas caras como mimero de ellos, pero resultan extre- madamente voluminosos, Ne 80 En Ia tercera maniobra. — EI tiento (M), vuelve hacia la izquierda y pasa por el dngulo 0 codo dejado al pasar en cf tiento anterior y en la anterior maniobra. Va hacia abajo, Asi como éste, los tres restantes, § comportan de idéntica manera. El tiento (M) yendo ha- cia atrés o sea hacia la derecha, busca el tajo de separacién hecho en Ta ton- ja, cuando se separaron los cuatro cabos para confec- cionar el botén y pasando por él, lo atraviesa integro para aparecer en el centro mismo, es decir, en el cua- dradito del primer nudo de cespuelas. Fic, No 81 Fic, No 82 Botén cuadrado terminado. De igual manera se procede con Jos tres extremos restantes, —7— BOTON PAMPA PARA CABESTROS Fic, No 86 d Botén pampa terminado. La cola (0) del botén, en la figura (b), se introduce en M, y una vez asada, ajustada y dejado un trozo libre que serviré de sostén al mismo, penetra en (1) de la figura (c) y dando vuelta por la parte posterior, sale por el agujero No 2 y volviendo a salir por 3, deberd aparecer” or ‘iltimo por el agujero N° 1, para seguir corriendo a la par del tient que mantiene el botén. Al iegar a éste, lo cruzard totalmente, hasta aparecer en su parte superior y de alli hacer una pequefia enlazada y perderse en su interior, como vemos en la figura (d) en el punto (x). —B— BOTONES REVESTIDOS Una clase de botones que fué muy usada hasta el aio 1890, es la que presento a conti- nuacién. Sencilla ‘pero muy vistosa, requiere como todos estos trabajos una paciencia ex- traordinaria, Se comienza por colocar sobre un bot6n comin (generalmente redondo), una serie de ti ‘omo muestra la figura No 87, con una separacién de 3.6 4 mm, entre si, considerando elementos delgados y, se efect ligaduras (a y b) para mantenerlos fijos en sus respec- tivos lugares, mien- tras se maniobra, <7 Se continiia con enlazadas hacia abajo, del nudo de espuclas, co- mo muestra la fig. No 8, Fic. Noss / La tercer figura nos ensefia el arranque del tejido que, no es mis que una vuelta de cada hebra (siempre en la misma di- reecién), sobre los tientos que se hayan atados por abajo con la ligadura (b). Al hacer esta pasada y terminarla, se debera quitar la ligadura (a) con extremo cui- dado y, enderezar los tientos ajustindolos suavemente, El resto del tejido se continuaré siempre igual, de manera que al ter- minar la dltima pasada, conserven los tientos la direccién iniciada, Se efectéia una ligadura fuerte- mente hecha por el borde interno de la ligadura (b de ta figura Ne 87), Se quita ésta y sobre aquella se hace una sortija simple de una pa- sada, teniendo cuidado de ir traban- do los tientos 0, se introducen en el centro del botén y se les hace apa- recer (habiéndofo atravesado) en la envergadura del mismo. Se recortan los sobrantes y con esto queda ter- minado, como podri verse en fa gura Ne 91, Fic. Ne 90 En Ia confeccién de “Bombas”, vere- mos otra manera de revestir botones, Nota: He visto que algunos sogue- ros, hacen éste botén al revés de lo explicado, es decir, que lo comienzan por la parte superior (b, de la figura 87) y lo terminan en la envergadura (a, de la figura 87), pasando los so- brantes por el centro del botén, hacia el exterior, donde se cortarén. Fic, Ne 91 TERCERA LECCION — 83 — NUDO DE CORREON Este nudo mantiene la unién entre la ba- rriguera con la encimera en el punto deseado, Es de facil desate, como podra observarse en Ja figura No 92, NUDO POTREADOR, (con rosa Para poderlo desatar facilmente) Al ajustarse el nudo no puede correrse y evita, por consiguiente, que el animal pu- diera ahorcarse, figura Ne 93, NUDO DE PALEN- QUE DE FACIL DESATE La linea punteada (a) indica el recorrido del ‘extremo de la soga con mofio rosa, en la par- te posterior del palo. Es suficiente una pequefia traccién en dicha cola para deshacer el mudo, figura Ne 94, Fic, Ne 94 NUDO DE ESPUELAS Armadura: ¢ y d se anudaban en el soporte de las rodajas en Jas es- puelas, y A, B, atados en el empeine del pie, Ievantaban el conjunto a yo- Yuntad. Actualmente se usan estos nudos para mantener uni- das las _colas de las riendas para frente- as de bozales y para la con- feccién de ‘trenzas. — 85 — NUDO FRENTERO: ARMADURA Fie, No 97 Nudo usado en la frentera del bozal, donde (a) y (b) van a terminar al anillo del mismo y (c) y (d) a la hociquera, En el presente grabado, podemos ver ta armadura del nudo frentero mas simple, Esta armadura también fué usada para retejer sobre ella, ef nudo del alza prima de las espuelas, que ya veremos més adelante, NUDO FRENTERO DE DOS PASADAS Primera manio- bra: el extremo de abajo (4), pa- sa hacia arriba. — Segunda ma- niobra: el de arri- ba (a), pasa ha- cia abajo. Ajus- tandolo puede usarse asi, o de Jo contrario. ha- ciedo mover los extremos ¢ y b, tendremos el de Ja figura néme- ro 100. NUDO FRENTERO DE CUATRO PASADAS Donde podre- mos observar que los cuatro extre- ‘mos se han mo- vido y cada uno ocupa el de su cabo diagonal- mente apuesto— Advertencia: Se Te puede dar las CUARTA LECCION REVESTIDOS REVESTIDO, A CUADRITOS ALTERNADOS Este revestido se emplea generalmente como forro de tos cabos de rebenques, fustas, arreadores, etc. Primera maniobra: Sobre el cabo se colocan tantos tientos sean nece- sarios para cubrir todo el perimetro del mismo, dejando una separacién Fic. Ne 101 a entre uno y otro, igual a la anchura de los primeros. Se van sujetando con un tiento lo bastante largo como para que alcance a cubrir el cabo, enrollindose en él y se le fija de un extremo a un objeto inmévil. Segunda maniobra: Efectuado aquello, con un Ieve movimiento de rotacin, sobre el’ cabo ido el tiento transversal y a su paso todos los longitudinales van haciendo una pasada de “medio bozal” hacia adelante, como lo indica el grabado (b). Nora: Esta labor fa emplean los penados, en Ia confeccién de lapiceros, etc. Usando hilos de seda 0 cerda. Si la enlazada se hace al revés, Jas Tineas transversales que se van formando, vuelven hacia el lado contrario, Terminado el trabajo, se nos muestra en la forma que indica la figura 103, Nora: Se presta mucho para confeccionarlo con un tiento negro y otro blanco, alternados. Fic, Ne 102 b Se colocan los tientos unos al lado de otros, tocdndose y lon- gitudinalmente al cabo. En senti- do transversal se comienza a en- rollar uno de mucho mayor exten- sién y fijo en una extremidad. Fic, Ne 104 a Fic, No 105 b Cémo van quedando los tientos. A su paso se deja un tiento bajo de él y otro por encima, Se ajusta con el inmediato anterior, que pasa por debajo y presionando hacia arriba, Fic. Ne 106 ¢ ‘Terminado. — 93: REVESTIDO EN ZIG-ZAG Este revestido se puede hacer como el “a cuadritos alternados” pero, también puede hacerse, enrollando previamente un tiento, aunque bastante flojo, al cabo a forrar en forma de espiral. No sélo debe estar flojo sino que antes de comenzar el trabajo, débesele enjabonar bien, Fic. No 107 Fic, Ne 108 Se comienza pasando el primer tiento, dando vueltas sobre ta armadura, como lo muestra la seccién m, en B, es decir, en yueltas hacia Ia derecha. Liegado al punto (b) en la figura A, el tiento pasa hacia {a izquierda, formando asi lineas quebradas de muy buen gusto. —-4— REVESTIDOS, CON NUDO DE ESPUELAS El presente revestido combina espléndidamente con el anterior y sobre todo se presta por la disposicién de los tientos al final, que es alternado. Se hacen enlazadas como las del nudo de espuelas, hacia la derecha hasta Fic, Ne 109 a Fic, Ne 110 b Fic. Ne llc Ejemplo de dos pasadas. circunscribir el cabo por completo. Hecho ésto, se procede a la inversa, es decir, hacia la izquierda y asi sucesivamente. ‘Algunos Ie Haman tejido pluma al presente trabajo. Nota: Para ajustarse es necesario ligar dos tientos vecinos. Hecho to, se comienza la siguiente vuelta. ‘La parte superior fué empleado el revestido en zig-zag, y la inferior “con nudo de espuclas” anteriormente explicado, fig. Ne 111. REVESTIDO, DE et ona] ENVOLTURA Laborado con una trenza de dos retorcida y un tiento redondeado del mismo grosor que la anterior. Se envuelve en movimiento de rotacién, bien tenso. Fic, No 112 Se colocan dos filas de tientos, tuna encima de otra y con incli- nacién sesgueada, completamente contraria, cosa de que Ia trayec- toria de cada tiento sea una espiral que se envuelve en el cabo y que se vayan cortando en puntos opuestos y alternados. Dispuestos asi los tientos, en un punto cualquiera se cruzan, pasando los de abajo a arriba y, haciendo una enlazada grande que Fic, Ne M13 a, cireunscriba el cabo (1) de la fig. b y, atando sus extremidades, nos servira de guia y de retén o ar- madura, puesto que, los tientos que vienen de la derecha iran a morir debajo de dicha enlazada y a la izquierda y viceversa con los ‘opuestos. Los tientos iin cruzindose siempre y pasando por arriba y abajo, arriba y abajo, conservando siempre su orden exacto de ubi- cacién primitiva. Fic. Ne 114 b, Este trabajo se hace mis facil por medio de Ja “trenza de alezna” que en otra parte explicaré. Fie, Ne 115. — Terminado. REVESTIDO A MEDIO BOZAL Fic, Ne 117 b. Primeras vueltas donde se aprecia el tejido muy suelto para Ja ficil Fic. No 116 a. comprensién, NOTA: Este trenzado fué preferentemente usado en Ia confeccién de revestidos de pelo, para cadenas de reloj, anillos, etc, Actualmente los Penados, Jo emplean en trabajos de cerda. Algunas veces suelen hacer juegos muy bonitos, de cabezadas, riendas, etc, con algodén trenzado o “pabilo”, cuyos remates, pasadores, bombas y botones son hechos con hilos de seda de diferentes colores y empleando para ello, el presente revestido, QUINTA LECCION —9— EXPLICACION PREVIA Como es dificil la explicacién de la confeccién de las sortijas, bombas, pasadores, etc, por el hecho de ser especies de anillos y que, al verse cl frente resultaba imposible ver 1a parte posterior, he creado un manguito construido con un viejo palo de escoba y al cual, en su parte superior le he labrado un dado con cuatro caras numeradas (del 1 al 4). Fie, Ne 118 De las aristas de cada una de estas caras, he tirado hacia abajo lineas punteadas que vienen a dividirme el mango en cuatro superticies iguales (a, bc y d). De manera que cada movimiento del tiento que teje, puedo yo consignarlo en cada una de ellas y dibujarlo por consiguiente. Una vuelta que dé alrededor del palo, significa para mf, cuatro anotaciones por orden numérico, con varias de éstas he Iegado a la confeccién com- pleta de tos elementos del recado gaucho. ARMADURA DE SORTIJA Fic. Ne 121 (a) cola inicial del iento o guia, (B) resto del tiento que avanza hacia Ia izquierda siempre (Fig. 119). Con 1a mano izquierda hacemos girar hacia la derecha el manguito y vemos como quedé en la Parte posterior (Fig. 120). Con el mismo movimiento Megaremos hasta pasar el tiento por debajo de 1a guia, quedando por lo tanto, arriba de uno y abajo de otro tiento en su nuevo recorrido (Fig. 121), All dirigirse hacia arriba pasa por encima de uno ¥ vuelve levantando otro (Fig. 122). Pasando la alezna por debajo de la pasada M M’ se toma la pasada inferior O P y’se lleva hacia arriba Para ser levantada por la extremidad del tiento que va formando el tejido, segiin indica la flecha (Fig. ‘No 123). Pasando por consiguiente por arriba de un tiento, Por abajo de otro y arriba de un tercero, Fic, Ne 125 Sortija_termina- da (Con sus ex- tremos perdidos). — 101 — guia En el grabado (Fig. Ne 124) se observa que, Ja cola N, pasa por debajo de la guia, y tanto tno como otro se mantienen encimados en su trayectoria, si es que la sortija no se ha de seguir. Ahora si a ésta la hemos de continuar, el tiento N, debe pasar por delante de la guia, para poder seguir retejiéndola. — 102 — guia Fic. Ne 126 Fic, No 127 Fic, No 128 El tiento que arranca delante de Ta guia, va hacia arriba cubriendo dos y baja levantando uno (Fig. 126), Bajando cruza dos y subiendo le- vanta uno (Fig. 127), Pasa por arriba de dos y levanta otros dos, saliendo delante de la guia (Fig. 128), Baja sobre dos y al subir lo hace levantando dos, separando un par que habian comenzado a correr juntos (Figura 129), = 103 — Pasa sobre dos y separa otros. dos al _levantarlos (Fig. 130). Cubre dos y levanta tres, contando la guia que debe quedar atrés, si se va a continuar el tejido (Fig. No 131) Usada generalmente en bozales que ofrezcan resis- tencia a la tensién, o a la humedad de 1a baba del animal, donde otro trabajo de tiento fino no podria aguantar, Fig, Ne 132 Sortija de una pasada termi- nada, — 104 — SORTIJA DE DOS PASADAS Fic, No 135 Fic. No 134 Yendo hacia arriba cubre tres tientos y baja levantando dos, saliendo para correr a la par del tiento guia y por delante del mismo (Fi- gura 133), Sobre tres y bajo dos, junto y delante del tien- to guia (Fig. 134). Cruza tres y levanta tres, separando los pa- res (Fig. 135). — 105 — Fic, Ne 137 Cruza tres y levanta tres, separindolos (Fig. 136). Sobre tres y bajo tres, se~ parando un par (Fig. 137). Antes de hacer la iltima pasada se quita Ia guia y se pasa por debajo de tres para ir al encuentro del tiento del tejido, wna vez alli, se corta el sobrante. EI tiento M, en su iiltima pasada cruza sobre tres de arriba a abajo y sube pe- netrando por donde salié 1a guia y, de esa forma queda, la sortija terminada y con sus dos extremos. escondi- dos (Fig. 138). SEXTA LECCION ARMADURA DEL PASADOR DE VUELTA Y MEDIA. Manera de comenzar Ja armadura del pasa- dor de vuelta y media (Fig. 139). Yendo de abajo a arriba, eruza sobre 2 y dando a vuelta por’ de- tris, aparece por debajo de uno, sigue sobre 1 y bajo uno (Fig. 140). Sigue pasando sobre 1, y al girar hacia arri- ba, forma borde para luego: cruzar bajo uno (Fig. 141). * Fie, No 143 Al dirigirse de abajo hacia arriba, la brida, tapa 1 y le- vanta 1 y en el borde superior tapa 1 y da la vuelta por la parte posterior del manguito y aparece levantando uno, al se- guir avanzando cubre 2 y vuel- Ye a levantar otro, casi al inferior (Fig. 142) Al efectuar esta pasa- da no es suficiente mirar cl grabado, hay que leer para evitar confusiones, por la for- ma en que la desarrollo. En la figura 143 se observa que la brida pasa sobre 2, for- mando el borde inferior’ y al subir bajo tno (a la derecha de la guia), Sobre 2, bajo 1 (Fig. 144) Fic, Ne 145, Sigue sobre 1 y hajo 1, formando tno de los Angulos superiores (Fi- gura 145) Sobre 1, bajo 1, sobre 1 y bajo 1 (Fig, 146), Sobre 1, bajo 1, sobre 1 y bajo 2 (delante de la guia) (Fig. 147). Con el solo hecho de pasar delante de la guia, se indica que ya comien- za ct retejido y queda terminada por consi- guiente, “la armadura”. Esta armadura puede emplearse como remate de trenzas de 1 y 1 Fis, Ne 146 Fic. No 147 PRINCIPIO DEL RETEJIDO DEL PASADOR DE Fic, No 148, Fic. No 149 Sobre 1, bajo 1, sobre 1, bajo 3. (en Ja esquina) (Fig, 151) Viniendo de 1a esquina y de abajo de 3, tapa uno y pasa bajo de otro, Cu- bre uno, al seguir avan- Viniendo de cru- zar 2 y pasando por delante de ta guia, bajo 1, tapa 1, pasa bajo 1, cubre 1 y bajo 1 (Fig. 148), Sobre 1, bajo 1, sobre 1, bajo 2 en la esquina (en los dn- gulos opuestos de la eruz que hallamos al avanzar) (Fig. 149), zando y cruza bajo de 2 (Fig. 152). Sobre 1, bajo 1, sobre 1, bajo 3, en ta esquina y formando parte del borde superior (Fig. 153). Sobre 1, bajo 1, sobre 1, bajo 2 (Fi- gura 150). Fic, Ne 153 Frc. Ne 150 Fic, No 154 Sobre 1 al bajar de la esquina, bajo 1, sobre 2, bajo de 2, sobre 1 y bajo 1 (Fig. 154). Sobre 2, bajo 3 (en la esquina), Sobre 1 y bajo de 1 (Fig. 155). Pasa sobre 2, bajo 2, so- bre 1 y bajo 1 (Fig. 156). Fic, No 156 Fic, Ne 159 Fig, Ne 158 Sobre 2, bajo 3 (en el borde superior). Sobre 1, bajo 2 (Fig. 157). Sobre dos, bajo 2, sobre 1, bajo 2 (Fig. 158). Arriba de 2, bajo 3 (en a esquina inferior). Sobre 1y a la derecha de la guia). Bajo 2 (Fig. 159). Fic, Ne 160 Arriba de 2, abajo de 2, arriba Sobre 2, bajo 3 (en el bord Fic, No 162 Fic. Ne 161 Arriba de 2, abajo de 2, arr ba de 2, abajo de 2 (Fig. 162). Arriba de 2, ¥,abajo de 4, con s6lo esconder los cabos después de ajustarlo, queda terminado el pa- sador (Fig. 168), a on a ow Ke CMRI ESS f SS ea ir b SST aa de 1, abajo de 2 (Fig. 160) le superior), sobre 2 y bajo 2 (Fig. 161), Fic. No 163 SEPTIMA LECCION LUIJO CAMPERO —119— ESTRIBO CHALAI Se preparan tientos de 60 a 80 centimetros (segin el fargo de envoltura del correén y trenza deseados) y se colocan doblados por la mitad, como indica la figura Ne 164 y se mantienen con dos ataduras (b y c). Se co- mienza el tejido conforme se observa en dicha figura, haciendo pasadas que no son mis que nudos de espuelas de adentro hacia afuera, Se continda con una o dos pasadas, de uno y uno para dar resistencia y seguridad al tejido en total y después se puede seguir con pasadas in- dividuales de cada tiento de dos y dos, tres y tres 0 com- binar unos y otfos de manera de formar un tejido de esteri- Ma, Conviene sin embargo, dar uniformidad 0 fondo, es de- cir, hacer prevalecer una este- rilla para efectuar lo 10 al bifurcarse y transformarse de tejido de envoltura (en el correén), en dos trenzas que, abrazardn 1a parte superior del estribo. Maniobrando hasta 1a figura Ne 165, yo he continuado la labor con una esterilla de dos y dos, es decir, cada uno de los tientos libres de ata- dura, tapa dos y pasa debajo de dos tientos, de los que se hayan reunidos con una ligadura transversal. (Esta ligadura se va corriendo hacia abajo a medida que avanza el tejido). — 120 — Dicho tejido se hace de 12 a 14 centi- metros de largo de su arranque hasta la parte superior del estribo y, al llegar a este limite, se procede. a efectuar dos Jotes del total de los tientos para con- feccionar con ellos, dos trenzas iguales e independientes, donde cada una de las cuales envolveré un costado del mismo. Un lote se mantiene atado, mientras el otro del lado opuesto se trenza. Al comenzar dicho tren- zado hay que “peinar” los tientos, \\¢s decir, ordenar su perfecta ubi- Fic, Ne 166 cacién y dar las pasadas necesarias de uno y otro para que no haya variacién (ver el tridngulo a, b, c) de la figura 166), entre el tejido de envoltura del correén y las trenzas del estribo en lo referente a la trama, Es imprescindible conservar fa orientacién que van Tlevando los tientos, para no tener “erradas” y buscar con paciencia el sitio correspondiente de cada tiento en el mo- mento de bifurcarse el trenzado para obte- ner una pieza perfecta. _ Estos estribos se hacen de 14, 16, 20, 28 tientos, segiin el grosor de los mismos y es siempre preferible buscar un niimero de ellos ue divididos por 2 resulten impares para poder confeccionar mejor las trenzas ter- minales, La manera de hacer estas trenzas ter- minales que son chatas, las explicaré al cons- truir las Hamadas “Trenzas de esterilla”. Fic. No 167 —Sélo nos resta, dijo el joven estanciero, levantando la vista del grueso manuscrito y mirando al viejo trenzador, Don Jacinto Nieves, entregarlo a la imprenta. Ya vé, jla labor de un afio reunida en este montén de paginas! Y lo peor de todo es que temo al darlo a publicidad, ser juzgado como dibujante y no como el fiel intérprete, de las lecciones sobre trenzas gauchas que Ud. me ha dado. Y por otra parte, tampoco quedo satisfecho porque mucho, muchisimo trabajo terminado se me queda sin agregar a esta coleccién presenta- da hoy. —ii¥ las bombas, remates, ingeriduras, boleadoras, costuras y, qué sé yo cudntas cosas que tiene debidamente anotadas, no las piensa dar a conocer 4ura!?, preguntd sorprendido el paisano. —iAsi es!, contestéle pensativo el mozo. Pero le prometo para dentro de poco una segunda parte, que habra de dejarlo contento y ya sabe que mi palabra es como plata... —...que siempre vale, gnu es verdad, patrén?, y ademas, yo tendré tiempo para ir refrescando la memoria y acordarme de tanta cosa linda qu’el gaucho dendenantes sabia hacer... Y al terminar su dltima palabra el pobre viejo, tomé su raido sombrero de sobre una silla del escritorio y salié, dejando tras si, al joven hacendado, intimamente feliz, con el sano gozo que da el trabajo terminado, mis todavia, con la alegria indecible de ofrecer un libro itil mientras él, “rumbeaba p'al cuartito ¢ las sogas” a continuar su tarea diaria: Trenzar tientos y penas. .. LIBRO SEGUNDO EL CUARTO DE LAS SOGAS PREFACIO Si bien es verdad que el cuarto de las sogas era una de las dependencias mas aisladas de la poblacién de las estancias, no por ello fué de las menos concurridas. Simples razones motivaron tal causa: la primera y mas importante era que ese humilde rinconcito guar- daba en si, los enseres y utiles usados diariamente por sus moradores, y, la segunda, la de estar atendida por lo comun por sélo una persona, y esa persona ser el viejo trenzador. El pobre paisano estaba la mayoria de las veces imposibilitado para otras obligaciones que no fuese la mansa tarea de trenzar, por hallarse ma- terialmente deshecho por los rudos afios de trabajo en el campo y los naturales achaques de la vejez. Esta final reclusién en el cuartito de las sogas era consi- derada por los patrones como un premio a su adhesién, creyéndolo bien remunerado con pequefias cantidades de tabaco. El viejo soguero ejercia sobre el resto de los compafieros de faenas, la autoridad propia del ar- tista, creador de primorosas filigranas en cuero, aparte de la experiencia acabada de los que ruedan la pen- diente de la vida, y regalandoles la palabra perfumada de sus narraciones picarescas, o la flor sangrante de las penas... — 126 — i EI cuarto de las sogas! Al pensar en él, evoco ris- ticas arcas, sencillos cofres que no por ello dejaban de ser celosos guardianes de la riqueza artistica escon- dida en su vientre. Sus paredes y su pajiza techumbre cobijaron el mas regio galardén del ingenio gaucho al atesorar, motivos del arte del trenzado que tanto des- arrollo tuvo, en nuestro pueblo de antaiio. De uno de sus muros pendian lazos, boleadoras, hozales, todos engrasados debidamente, y aguardando, sobadus y suaves, su hora oportuna en las “yerras”, el trabajo trocado en fiesta de los paisanos de aquella ¢poca. Estas prendas, (reliquias actualmente) eran en aquel entonces, el producto de un dulce pasatiempo. Del otro lado colgaban iguales cosas pero reventadas, rotas, cortadas por la inexperiencia de algiin mozo o la brutal sacudida de los animales bravios. Algun angulo sostenia los “fierros” de las tradicio- nales marcadas, y otro, el infaltable cajoncito con los trebejos del trenzador. Las agudas aleznas en las respectivas vainas de cuero crudo y los cuchillos eternamente gastados pero de noble acero y amolado filo, semejante a las tranchetes, capaces de “cortar un pelo al aire” como decian los gauchos en su jerga pintoresca. Y los rollos de lonja de varias especies, al amparo de los elementos atmosféricos, gruesas y delgadas, de un color o de otro pero, siempre en condiciones de prestarse a la habilidad prodigiosa de quien las em- pleare. Y era de ver a esos viejecitos enjutos, de manos temblorosas, sujetar del alero o de un clavo a Ja puerta del rancho la materia prima y adquirir como por en- — 127 — canto en un instante, la firmeza de pulso y la pasmosa seguridad en la diestra para empufiar el cuchillo y de un tajo exacto, desprender un tiento de la lonja madre, tan delgado que se enrrollaba en el aire en mil contor- siones y formando espirales en continuos temblequeos como resortes; poco mas gruesos que hilos de seda v no mas cortos que dos brazadas. Y la mayor parte de las veces siguiendo la conver- sacién con quien se le acercase, sin abandonar el deli- cado trabajo, 0, lo que es peor, girar la cabeza al lado opuesto al que efectuaba la maravillosa tarea en la que habia puesto su portentoso tacto, sin la menor vacila- cién en el pufio ni el mas insignificante desvio, que pudiese perjudicar en lo mas minimo, el elemento pri- mordial de los trenzados. Sabido es que el potentado de antafio —me atrevo a decirlo— tenia una doble personalidad. En las tem- poradas libres de las rudas tareas campesinas, era siempre el patrén y su prestigio sentaba en la firmeza de su voluntad, en la seriedad de sus procederes, aparte de la superioridad inherente a sus pecunios que de por si, bastaba para establecer jerarquias, pero, en las épo- cas de fatigosas faenas, jornadas en que el barbaro quehacer tendia un manto de absoluta democracia, el estanciero dejaba de ser el amo para ingresar jubiloso al montén de trabajadores. Entonces se convertia en uno de ellos, estrechando esta unién el mate absorbido de tanto en tanto a la vera de los fogones, siendo de esta manera el puente de castas, y el lazo de camara- deria, al mismo tiempo que su compaiiera inseparable, la limeta de cafia, corriendo de boca en boca los enca- denaba en besos fraternales como si fuese la teta ma- — 128 — terna, para tanto hijo disperso que el destino reunia en una misma labor. El cuarto de las sogas fué, ademas, un simbolo de esa igualdad, ya que sus muros de adobe guardaron en franco consorcio los primorosos aperos, de pilchas suaves y muelles del patrén con el duro recadito “do- minguero” de sus peones. Y, como estos trabajos mios, reunidos en libros no son mas que una simple exposicién de manualidades criollas, una rapida revista a las paredes de la legen- daria pieza donde se guardaron las prendas de paseo y los elementos de faena, nos daran una impresién de su arte, y, al evocarla, he querido perpetuar su nombre en lo posible a mi esfuerzo, denominando a esta se- gunda serie de trenzados gauchos: “EL CUARTO DE LAS SOGAS” PRIMERA LECCION MANA GAUCHA — 121 — EI presente grabado, recuerda 20 animales machos marcados y operados y 4 hembras, Lo sabemos por el No de agujeros atravesados por los tientos laterales sueltos y, por la ubicacién adoptada. Fic, No 168 Fig. Ne 168, — TARJA. Usada para contar los animales marcados, en las hierras. — 132 — BOTON PAMPA Fic. Ne 169 Es el botén primitive y fué usado para estribar calzindolo entre el dedo gordo y el mayor del pie. ENLAZADA DE CORAZON (Para frenteras de bozales) En un trozo de tonja de una anchura no menor de 2 centimetros, se hacen ta- jos que la abren en varios ramales. Quedando de la manera indicada en la fi- gura Ne 170, En la mitad del espacio comprendido entre las bi- furcaciones M y N se efec- tia una incisién en el es- pesor del ramal, tal sea x. Lo mismo se hace en ef lado opuesto (x'), y por filtimo en el brazo derecho, una tercera (conservando la misma distancia, mis o menos), marcada con la tetra x”, Se incurvan los cabos y se hacen pasar como lo in- dica la figura Ne 171 y con esto queda terminada la en- lazada corazén, (Los ra- males superiores yan al co- Mar y los tres inferiores a Ja hociquera). — 133 — Fic. No 171 — 134 — MANEA PAMPA = Fic. Ww ee ~\ ic. Nv 173 Cuando el gaucho se vio en la necesidad de montar un potro sin la ayuda Personal de algin compafiero, us6 de la manea pampa para mantenerlo amarrado, mientras acomodaba el recado y subja sobre él y luego desmanearlo sin apearse, con s6lo hacer una pequefiatraccién sobre el cabo (M), que habia mantenide en Su mano izquierda junto con las riendas (Fig. n° 173), — 135 -— ALZA-PRIMA Fra, No 174 Se toma por la mitad un tiento que correspondera ala (x) et ra No 174, Se efectiia la armadura como en dicho grabado y m parte superior se mantiene fija entre el pulgar y el indice, Ia enlazada cada con la mencionada (x), se trataré de tenerla abierta con el mefique para que al final del trabajo nos sirva de retén en la espuela. El extremo (b) doblan- do hacia abajo y pasando sobre uno, bajo uno, etc, hasta aparecer en cl lado ‘puesto. ei Fic. No 175 — 136 — — 137 — Mientras que (a) cruza sobre (b), se dirige hasta (a’) de la figura Ne 176 y volviendo sobre su trayecto aparece a la par de (b). Fic. No 176 Fis. Ne 177 Forma en que el gaucho calzé cl alza-prima de as espuelas, sirvién- (b) yendo hacia arriba y tapando a (a), doblaré hacia a derecha dole para cubrir el talon de 1a bota de potro (figura Ne 177) a la vez Pasando bajo uno y sobre uno, etc, hasta llegar a (a') de la figura que de nivelador de las mismas, Al anudar (a con b) por delante, a ta Ne 176 y quedar por consiguiente, construida el alza-prima que sélo nos par de las pihuclas y sobre ef empeine del pie, ajustado o flojo, levantaba restaré ajustar debidamente (figura N° 177). © bajaba a voluntad a aquiéllas. SEGUNDA LECCION DIVERSIDAD DE BOTONES — m1 — BOTON REDONDO (Circuido com una trensa de tres simple) ‘Ya en mi anterior libro “Trenzas gauchas”, presenté un botén redondo, Hevando la caracteristica de hallarse circunscripto de una trensa de tres doble, es decir, al terminar su confec- cién, cada hebra de la cadena externa lo constituia un par de tientos, El presente botén, mis bonito tal vez, encuéntrase envuelto por una trenza de tres simple. Se comienza como el botén cuadrado Pastelito, siguiendo por Io tanto las dos pasadas consig- nadas en Ia fig. No 182, La tercer pasada, es un nudo de espuelas hacia abajo. Terminada ésta, debe el todo, quedar como la figura Ne 178. to (M) al dirigirse hacia abajo formando un par, ta~ pa uno y, pasando bajo 2 va hacia arriba. Viene en realidad, en esta dltima puntada, a separar otro par. Fic, No 179 — 142 — yendo de abajo hacia arriba y con una inclinacién de derecha a iz- quierda se introduce en el entra~ mado del botén siguiendo el re- corrido de la flecha, Tapa 2 y pasa bajo 4, Los tres restantes tos hacen lo mismo. En Ia sexta pasada, habré que evar Ios tientos de abajo hacia arriba pasando por el centro mismo del botén. En la envergadura, deben trabarse (figura Ne 189), es decir, el primero por debajo del segundo y éste debajo del tercero, ete. Fig. Ne 181, — Botén terminado. Espléndidamente circunscripto por una trenza de tres simple. También se puede confeccionar con sélo tres tientos. Los de seis y ocho son gene- rales y tienen Ia caracteristica de ser resistentes ¢ imposible su desar- me en las fuertes tracciones. Fic. No 181 — 143 — BOTON CUADRADO (Pastelito) La tercera es volcar cada uno de los cabos hacia atrés y pasarlo sobre si, como muestra la figura No 183, con el tiento marcado con una (a). Los restantes harén un trayecto semejante. La primera y segunda maniobra consiste en dos nudos de espuelas. Uno para abajo y el otro de abajo para arri- ba (Figura Ne 182). Fic, No 183 - 144 La cuarta, Pasar los tientos de abajo para arriba, buscando tra- ba, es decir, cruzindose (ver fi- gura Ne 184, el marcado con una b) en Ia parte inferior, para lue- Bo aparecer en el centro mismo del botén, Ajustados, se recortan los sobrantes, Fro. No 185 Fic, Ne 184 Fig. Ne 185. — Botén “pastelito” (cuadrado) perfectamente ajustado y terminado, — 145 — BOTON CUADRADO, SURERO Este botén también se le fla- ma chileno, tal vez, por el hecho de encontrarsele en lazos retorci- dos (de un solo elemento) y abandonado en estas regiones por los indios araucanos en sus co- rrerfas por el Sud. Como se podré observar, stu armadura se comienza por nudos de espuelas exactamente iguales el botén cuadrado (cimarrén) (fi- gura No 190), El primero es un nudo hacia abajo y el segundo de abajo para arriba. Con la diferen- cia que en el botén que me ocupa, ef tiento se ha doblado por la mitad, de manera que el extremo queda para abajo y, para arriba, un ojal (fi- gura No 186). Efectuada toda fa vuelta con estas puntadas, nos ofrecera cuatro ojales u orejas (a, b, ¢, d) de la figu- ra Ne 187 que, serdn aprove- chadas en la tercer pasada, Claramente se ve en Ia figura Ne 187 que el extremo (0), volviendo hacia arriba pasa por dentro del ojal que le si gue (c). (P) pasard dentro de (d) y asf todos. Hecho es- to, se enderezarén los tientos y ajustaran de la mejor ma- nera posible. Fic, Ne 187 — 146 — Fig. No 188. — Asi como (x), pasa hacia abajo por detrés y adelante del que le sigue, harin su recorrido los tres restantes tientos en esta puntada, Fig, No 188 Fig. Ne 189. — Como (a), volviendo hacia arriba y saliendo por el centro mismo del botén y, habiendo pasado por encima de su inmediato Posterior (b) efectuarin el resto de los tientos, ae ‘Quedando con esto, —147 — BOTON CUADRADO (Cimarrén) Fig. Ne 190 Fig. No 191, — En fa tercer maniobra, cada uno de los tientos vuelven hacia atras (de Ja direccién que Mevaban) y, yendo para abajo, suben des- pués, enlazindose asi mismos, Puede observarse en la pre~ sente figura la pasada de un elemento como demostracién de como se harén los restan- tes (a). Fig. Ne 190. — Como se ve, la pri- mera y segunda pa- sada, consiste en dos nudos de espuelas. El uno hacia abajo y el otro de abajo hacia arriba. Fic. No 191 — 148 — Fic, Ne 192 Fig. Ne 193, — Botén terminado y convenientemente ajustado, Es imponderable su_resistencis ye gaucho al ponerle nombre se valié de su inagotable malicia, Probablemente es este, uno de los primitives botones, el sucesor del “pampa”. Fig. No 192. — La cuar- ta maniobra seré dar’ una segunda vuelta sobre si, como vimos en la anterior figura y penetrar al in- terior del mismo botén. Saldrén Jos tientos por el centro del primer nudo de espuelas. En esta figura podré observarse la trayec- toria de un ‘solo elemento y sombreado para hacer més clara la explicacién. Fic, No 193 — 149 — BOTON DE ROSETA (seis tientos) En un trozo de lonja, en a cual se deja el espacio conveniente para el envergue, se efectiian tantos cortes longitudinales segin el namero de tientos. En este caso, seis y de manera que todos conserven un mismo grosor y anchura. Con un largo de unos 15 cmts, sera suficiente para confeccionar el presente botén, Simples enlazadas como las que se observan en la figura No 194 daran comienzo al mismo y constituirén lo que se lama la primera faz de la armadura, Fic, Ne 194 Fig. Ne 194. — Se curvan hacia arriba y al ponerse horizontales, cruzan los dos inmediatos. Al Megar al iiltimo, en este caso (0), hard el recorrido marcado por la flecha. — 150 — Fig, Ne 195 Fig. Ne 196. — Se circuns- cribe el botén con una vuelta de enlazadas que Ievan una direccién opuesta a la que traian los tientos. Observar (x) y de la forma que éste lo hizo, lo harén los demas. Fig. No 195, — La segunda operacién consiste en doblar los tientos como se podré ob- servar en este grabado, de arriba para abajo y abrazan- do al anterior en su nueva ma- niobra para ser a su vez, abra- zado por el que le sigue. Fic. No 196 — 151 — Fic, No 197 Fig. Ne 197. — Aqui se ven tres tien- tos pasados de abajo hacia el centro del botén, Con el resto se efectuara de igual manera, La traba se va haciendo sola al pasar uno, por encima del que le sigue, teniendo en cuenta que la labor avanza de izquierda a derecha. Ej. (a) sobre (b), (b) sobre (c) y (c) sobre (d). Fig. Ne 198, — Botén en forma de “roseta”, de precioso aspecto. Usado en la presilla del 1azo “chileno” (conocido generalmente como tal, en el Sur de la provincia de Buenos Aires), 0 lazo re- torcido de una hebra, — 152 — BOTON DE OCHO TIENTOS (Redondo) Hago este botén aunque su confeccién es exactamente igual al de cuatro que en otra parte expliqué, en atencién a un pedido, sosteniendo que algunas personas saben hacer uno y no otro, De esta manera tendran Jos que Jo sepan una forma de recordarlo y 10s que no, un motivo para aprenderlo, Se emplea en atadores, Fic, Ne 199 Se prepara un trozo de lonja y se cortan ocho tientos. Se comienza Ja armadura con un nudo de espuelas para abajo y pasando sobre los dos inmediatos. Asi se continuaré hasta circunscribirlo. Al Iegar a los liltimos, el 2 por ejemplo, pasar por el codo (b) efectuado al incurvarse el primer tiento y segiin marca la flecha, El uno, cubriendo a todos Penetrard por el codo (a). Se ajustan bien y se ordenan los elementos. (Figura No 199), — 153 — La segunda maniobra consiste en un nudo de espuelas de abajo para arriba pero esta vez de uno en uno. (Figura No 200). La tercera es volcar Jos tientos de arriba pa- ra abajo, pasando bajo si, como se observa en la figura Ne 201 y con el elemento (h). Fic. Ne 200 Fic. No 201 — 154 — — 155 — La sexta es pasarlos de abajo para arriba. Lo ha- cen buscando traba, es de- cir, (a) cubre, (b), (b) a (c) y ast sucesivamente, Antes de pasarlos, se abre camino con la alezna, tra- tando de no lastimar los tientos, deben aparecer en el centro del botén, y en la parte superior. Una vez que lo han cruzado todos, Fic, No 202 se ajustan con fuerza y se- paradamente. Se cortan los La cuarta consiste en pasarlos de abajo hacia arriba, formando pares. sobrantes. (Ver figura nd- Ver figura No 202 y en especial el marcado con una (t) mero 204). Fic. Ne 204 La quinta maniobra seré bajar los elemen- tos, separando los pa- res. Observar el trayec- to de (x). Asi lo harén todos. (Fig. Ne 203). Figura No 205. — Botén de ocho ter- minado. Fic. No 205 TERCERA LECCION REVESTIDO DE BOTONES —ie = BOTON POR UNO Y UNO Poca habilidad demostré el gaucho que hacia este botén puesto que s6lo consiste en 1a armadura del pasador de una vuelta, con retejidos de armadura. En ta actualidad, 1a mayoria de las prendas de talabarteria traen sus botones con este retejido y, slo me resulta explicable, por la facilidad de confeccionarlo y por la gran venta al por mayor y a bajos precios que exigen poca atencién en el material ofrecido. Sin embargo, ‘a veces, ciertas trenzas lo requieren para.“hacer juego” 0, nos seran indispensables como més adelante veremos, al servirnos de base o arma- dura para determinados trabajos caracterizados, por el delicado aspecto ‘que presentan, ‘Se comienza por efectuar como ya he dicho, la armadura del pasador de una muelta, desde la fig. N° 279 hasta Ia fig. N° 286 inclusive, luego se continiia con Ia siguiente anotacién, correspondiente al SEGUNDO RETEJIDO DE ARMADURA Bajo 1 (a la par y a fa derecha Sobre 1 de la guia). Bajo 1 Sobre 1 Sobre 1 Bajo 1 Bajo 1 Sobre 1 Sobre 1 Bajo 1 Bajo 1 (borde superior) Sobre 2 (ver fig. Ne 284 del pa- Sobre 1 sador de una vuelta. Borde su- Bajo 1 perior). Sobre 1 Bajo 1 Bajo 1 Sobre 1 Sobre 1 Bajo 1 Bajo 1 Sobre 1 Sobre 1 Bajo 1 Bajo 1 (borde inferior). A la Sobre 2 (borde inferior, seme- par de la guia y a su derecha, jante a la fig, No 285 del pasa- Comienza el ... (1) oe. ae es ceelta) (1) Parrafo citado en “Otras Bajo 1 Tabores pluma”. ma TERCER RETEJIDO DE ARMADURA Sobre 1 Bajo 1 (a la par y ala derecha de la guia). Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 2 (borde superior, ver fi- gura No 284). Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 2 (borde inferior, seme- jante a la fig. No 285 del pasa- dor de una vuelta). Bajo 1 Sobre Bajo Sobre Bajo Sobre Bajo Sobre Bajo Sobre Bajo Sobre Bajo Sobre Bajo Sobre Bajo (borde superior) Sobre 1 (escondiendo el extremo obtendremos el botén termina- do). Fro. No 206 Fig. Ne 206. — Botén de uno y uno terminado. Si con tres re- tejidos de armadura no hubiese quedado bien cubierto, siguiendo Ja misma técnica se le podrén dar todos los retejidos necesarios. Nora: Remito al lector a ta pag. 99 de mi libro “Trenzas Gauchas” a objeto de enterarse de la “Explicacién previa” sobre el empleo del manguito especial, para la confeccién de toda esta clase de trabajos. — 161 — SORTLIA DE ORILLO (llamada botén de orillo) Fic. Ne 207 Fic. No 208 ARMADURA, Fig. Ne 207. — La brida (a), después de haber tomado la posicién del grabado, se dirige hacia arriba, cruzando en (b) mas 9 menos su trayecto anterior y, al dar la vuelta alrededor del manguito, completa- mente en la parte superior, aparece en cl punto (c) de la figura N? 208 y sigue las pasadas de esta figura. Al legar al punto (m), se traslada el lector al grabado siguiente y, este mismo punto (m), lo vera en la figura Ne 209, designado bajo la letra (a). — 162 — Fig. No 209. — Al salir la brida del eruce (a) y irse hacia arriba, tapa 1 y dando la vuelta por detras del manguito (su trayectoria Ia vemos punteada) aparece a la derecha del mismo y en Ia parte superior, Al bajar nuevamente, tapa 1 y pasa bajo otro. Sigue sobre 2 (el angulo de la cruz) y al seguir subiendo lo hace bajo un tiento, Fic, Ne 210 Fic. Ne 209 No 210. — Sobre 1, bajo 1, sobre 1, bajo 1, — 163 — RETEJIDO (R), — (Sobre 2 y a Ia izquierda de la guia). Aqui comienza el retejido y termina por consiguiente la armadura: Bajo 1, sobre 1, bajo 1 (figura Ne 211). «N? 2iL Fig. Ne 212. — Sobre 2, bajo 1, sobre 1, bajo 2 (R). — Donde dice “sobre dos”, puede descomponerse en: Sobre 1 y queda Ia guia y, cuando tapa el primero de estos queda con esa puntada, terminada 1a armadura fundamental. Si resultara dificil, podria hacerse Ja armadura del “pasador de una vuelta” figura Ne 279 inclusive hasta la figura 117 inclusive y donde dice: (a) Sobre 1 (borde inferior). = lee. Fig. No 213. — Sobre 2, bajo 1 (en el borde inferior) ; sobre 1 (su biendo) ; bajo 2 (separando un par). Fic, No 213 Fig. No 214. — Sobre 2 y bajo 1 (formando el borde superior) ; sobre 2; bajo 2 y separando un par. Fic. No 214 — 165 — Fig. No 215. — Sobre 2 y bajo 1, dejando formado el borde inferior. Subiendo, pasa sobre 2 y bajo 2 (separando un par), Fic. No 215 Fic. Ne 216 Fig. Ne 216, — Sobre 2 y bajo 2 (separando un par), dejando formado cl borde superior. Descendiendo sobre 2 y (separando). Bajo 2 y sepa- rando otro par). Sobre 3, contando fa guia y, al perderse las extremidades bajo el tejido, queda por lo tanto terminado el botén de orillo o sortija de orilfo, en su faz mas simple. = to — BOTON DE ORILLO Con doble armadura 0, armadura simplemente y un retejido de la misma que, bien puede emplearse como revestido para botones 0 como pasador, o como bomba. Este botén de orillo posiblemente tomé el nombre que lleva del hecho de ser retejido desde las puntadas mas externas de los bordes, contrariamente a otros trabajos similares. Y, se le llama botén por revestir a un item o una bomba y, ‘cuando abraz6 una lonja como un anillo, se le denomind «Sortija de orillo». Se confecciona comenzando con la armadura del pasador de una vuelta, de Ja figura n° 279 hasta la n° 286 inclusive. Luego se continiia con la siguiente Sobre 2 Bajo 1 Sobre 2 Bajo2 Sobre 2 Bajo2 Sobre 2} Borde superior, fig. n°216 Bajo2 } Borde inferior, fig. n° 213 Sobre 2 Bajo2 Sobre 2 Bajo2 Sobre 3 ¥, Con la guia, escondiendo Bajo3 J cl extremo y cortindolo, queda terminado el botén. anotacién: Sobre 2) Ver el borde semejante Bajol J deta fig. n°211 Sobre 1 Bajo Sobre 1 Bajo! Sobre 2) Borde superior semejante Bajol Sala fig.n°214 Sobre | Bajo | Sobre 1 Bajo2 Sobre 2 Bajo Sobre | Bajo! Sobre 1 Bajo2 Sobre 2 YBonde superior, fig. n° 214 Bajo | Sobre 1 Bajo Sobre 2 Bajo2 }Borde inferior, fig. n° 213 Sobre 7 Borde inferior, fig. n? 213 Bajo L Sobre | Bajo 1 Sobre 2 Bajo2 Sobre 2 Bajo | Sobre | Bajo2 Sobre 2 Bajo2 Byot peo inferior, fig. n° 213 Sobre 1 Bajo2 Sobre 2 Bajo2 Sobre 2) Bajo | Sobre 2 Bajo2 Sobre 2 Bae Fig. N° 217.- El mismo retejido de orillo, empleado en el botdn, se aproveché para utilizarlo como sortija. Borde superior, fig. n° 214 YBorde superior, fig. n° 214 Fic. No 217 CUARTA LECCION —11— SORTIJA DOBLE (Armadura) Para poder seguir la manipulacién, por la numeracién de los dados como voy indicando en el orden progresivo, es conveniente, fijar la guia al manguito, por medio de un clavito o chinche para evitar los cambios de lugar que, tracria como es de comprender, serios trastornos en la confeccién de la presente sortija. Fic. No 218 Fig. Ne 218. — Colocado el tiento de la manera expuesta en esta pagina, sosténgase firmemente con los dedos y dandose una media vuelta, al manguito de manera que el frente actual quede detrés. Obsérvese el siguiente grabado, —12~— Fig. No 219. — Se lleva ta brida hacia abajo cruzando sobre uno (punto a). Bien sostenido el ‘conjunto, se tuerce hacia arriba y deberd pasar por (b), marcado en Ja siguiente figura con igual letra. Fic, No 219 Fig. Ne 220. — Estas primeras pa- sadas son bastante engorrosas y es necesario acostumbrarse a emplear todos los dedos de la mano izquierda ara sostener las vucltas y revueltas de Jos tientos y fijar con Ia ayuda de aquéllos, la ubicacién exacta y correspondiente, Fic. Ne 220 — 173 — queda ter Fic, No 221 Fig. Ne 222, — Sobre 2, bajo 1, sobre 2, bajo 1, Fig. Ne 221, — Sobre 1 (borde supe- rior), bajo 1, sobre 1, bajo 1 (y a la derecha de la guia) (con esta pasada ida la sortija mas. simple: como trenza de tres), Fic. No 222 174 Fig. No 223. — Sobre 2 (formando borde en la parte superior), bajo 1, so- bre 2 (formando el borde inferior). Le- — 175 — Fig. Ne 225, — So- bre 1, bajo 1, sobre 1 (en el borde superior), bajo 1, sobre 1, bajo 1. vanta 1 al subir y a la derecha de la guia, Fig, No 225 Fic, Ne 223 RETEJIDO Fig. Ne 226. — Cruza 2 contando la guia y los tapa. Al pasar hacia la iz- a . quierda de la guia indica que comienza Fig. Ne 224. — Sobre 1, bajo 1, al retejido y ha terminado por consi- sobre 1, bajo 1, sobre 1, bajo 1. guiente la armadura, Al seguir avanzan- do pasa bajo 1, sobre 1 y bajo 1. Fic, Ne 224 Fic. No 226 — 176 — Fig. No 227. — Sobre 2 (en el borde superior), bajo 1 (descendiendo), sobre 1, bajo 1. Fic, Ne 227 Fig. Ne 228, — Sobre 2 (en el borde inferior), bajo 1 (y subiendo), sobre 1, bajo 1, so- bre 2 (en el borde superior), bajo 1, descendiendo, —w— Fig. No 229. — Sobre 1, bajo 2 (dejando a la derecha Ja guia y separando un par), sobre 2 (en el borde inferior), bajo 1 y su- biendo, sobre 1 y bajo 2. Fig. Ne 230. — Sobre 2 (borde superior), bajo 1 (en el borde su- perior), sobre 1, bajo 2, sobre 2, bajo 1 (en el borde inferior). Fic, No 230 — 178 — Fig. No 231. — Sobre 1, bajo 2, sobre 2 (borde superior, bajo 1 formando el borde). Sobre 2, ba- jo 2 Fig, Ne 231 Fig. No 232, — Sobre 2, (bor- de inferior). Bajo 1 (en el borde inferior), Sobre 2. Bajo 2. Sobre 2 (borde superior). Bajo 1 (bor- de superior) — 179 — Fig. Ne 233. — Viniendo del bor- de tapa 2, levanta 2, tapa 2 (en el borde inferior y al subir levanta 1, sobre 2 y bajo 2). Fig. Ne 234, — Sobre 2, bajo 2 (el segundo de estos es la guia), bajando, sobre 2, bajo 2, sobre 2 y en el borde, bajo 2, subiendo. — 180 — Fic, Ne 235 Fig. Ne 235. — Sobre 2, bajo 2, sobre 2 (en el borde superior), bajo 2, sobre 2, bajo 2, sobre 2 y debajo de la guia que, al perderse los dos cabos, guia y brida, queda, por tal causa, terminada la sortija doble. QUINTA LECCION REVESTIDO DE SORTIJAS — 183 — Fic. Ne 237 Fig. No 237, — Sobre 2 (de arriba a abajo y de abajo a arriba). SORTIJA DE BOMBA Hecha previamente una sortija co- min para que sirva de relleno, sobre el manguito se comenzara con Ia sor- tija de bomba, segiin la Fig. Ne 236, Es dificil su confeccién por la razén de que tiene un par de vueltas sin enlazadas ni trabas que mantenga en su sitio el tiento y a veces los dedos de las manos resultan pocos, para mantenerlo en su debido lugar, pero, hay que acostumbrarse a hacerlo, y con una sola, para que la otra teja, y buscar los nimeros del dado su- perior girando de una parte a otra parte dicho manguito, hasta que tome Jas posiciones necesarias para poder continuar el trabajo, Fig, Ne 238 Fig. Ne 238. — Sobre 4, — 184 — Fig. Ne 239. — Sobre 4, y bajo 1. Ta guia marcada con una (M). Fic. No 240 Fig. 240. — De arriba a abajo: Fic. Ne 239 Sobre dos. Esta tltima pasada forma el borde inferior: bajo 1. Subiendo sobre 2, Vig. 241. — Al bajar bajo 1 y sobre 1, bajo 1 (la guia), sobre 1 y bajo 1 (horde interior) Fic, No 242 Fig. 242. — Subiendo: sobre 1, bajo 1, sobre 1 y bajo 1 (borde superior), bajando: sobre 1, ba- jo 1, sobre 1, Megando con’ esta pasada al fin de la armadura, i Primera maniobra. — Formacién de pares. Fig. Ne 243, — Bajo 1, Al dar esta puntada, la brida comienza a correr a la par de la guia y a la derecha, como podré observar- se: Sobre 1, bajo 1 y sobre 1 y bajo 2, (Al hacer estas dos iilti- mas pasadas, el tiento que teje formé una arista del borde su- perior), Fic, No 244 Fic. No 243 Fig, No 244. — Sobre 1, bajo 1, sobre 1 y bajo 2, formando el borde inferior. Fig. No 245. jo 1, sobre 1, Fro. No 247 Fig. No 247. — Sobre 2, bajo 1, sobre 1 y bajo 2 (borde superior) Fic. No 246 Fig. No 246. — Sobre 2, bajo 1, sobre 1 y bajo 2, formando ei borde inferior. Fic, No 248 Fig. Ne 248. — Sobre 2, bajo 1, sobre 2, bajo 2 (borde inferior): — 187 — Fig, Ne 249 Fic. Ne 250 Fig. No 249, — Sobre 2, bajo 1, Fig, No 250. — Sobre 2, ba- sobre 2, bajo 2 (borde superior). jo 1, sobre 2, bajo 2 ¢borde in- ferior), Fic. No251 Fig. No 252 Fig. No 251.— Sobre 2, bajo 1, Fig. No 252.— Sobre2, bajo 1, sobre 2, bajo 3 (borde superior): sobre 2, bajo 3 (borde inferior) — 188 — Fic. Ne 253 Fic. No 254 ig. No 253. — Sobre 2, ba- Fig. No 254.— Sobre 2, bajo 2, jo 1, sobre 2, bajo 3. Chords sa- sobre 2, bajo 3 (borde inferior). perior). Fic, No 256 Fic. No255 Fig. Ne 256. — Sobre 2, bajo 2, sobre 2 Fig. No 255.— So- (borde inferior). Quedando con esto terminada bre 2, bajo 2 so- a primer maniobra, es decir Ia formacién de bre 2, bajo 3 (borde pares. De ahora en’adelante 1a brida comienza superior) a correr a la izquierda de la guia, bajo 3 (borde inferior). — 189 — RETEJIDO: 2” mani — Separacién de pares. Fic, No 257 Fic, No 258 Fig. Ne 257. — Ya en la anterior figura hemos visto que la iltima asada comenzaba separando los pares, las siguientes manipulaciones harén Jo mismo, es decir, cada puntada, va separando siempre fos tientos que corren juntos ya sea por un extremo 0 por otro o por los dos a la ver. Sobre 2, bajo 2, sobre 3, bajo 3 (borde superior). Fig. No 258, — So- bre 2, bajo 2, sobre 3, bajo 3 (borde inferior), sobre 2, bajo 2. Fig. Ne 259. — So- bre 3, bajo 3 (borde superior), sobre 3, ba- jo 2, sobre 3 y bajo 3 (borde inferior), — 190 — Fig. No 260.— Sobre 3, ba- jo 2, sobre 3, bajo 3 (borde superior). Fig. No 262, — Sobre 4, bajo 3 (borde superior), so- bre 3, bajo 2. Fig. 261. — Sobre 3, bajo 2, so- bre 4, bajo 3 (borde inferior), so- bre 3, bajo 2. Fic, No 263 Fig. 263. — Sobre 4 y bajo 3 (bor- de inferior), ‘sobre 3, bajo 2, so- bre 4, bajo 4 (borde superior). — 11 Fro. No 264 Fig. No 264. — Sobre 3, bajo 2, sobre 4, bajo 4 (borde inferior), Fic. Ne 266 Fig. 266. — Sobre 3, bajo 3, sobre 4, bajo 4 (borde inferior), sobre 3, bajo 3, sobre 4 (borde superior), Fro, N' Fig. 265. — Sobre 3, ba- jo 2, sobre 4, bajo 4 (hor- de superior). Fic, No 267 Fig, 267. — Bajo 4 (borde su- perior), sobre 3, bajo 3, sobre 4, y al esconder la hebra que teje junto a la guia, quedara termi- nada la bombita. - 192 — SEXTA LECCION Fig. Ne 268. — Sortija de bomba terminada y vista con una lupa para observarla mejor. Para confeccionarla hubo necesidad de un metro diez 0 un metro veinte de tiento y de una anchura de J milimetro y medio mis o menos. — 195 — BOLEADORAS PAMPAS Seca la piel del garrén, se su- merge en agua y mantiene en ella hasta que adquieta flexibilidad. (Fig. Ne 269), Se introduce una piedra dura, canto rodado, perdernal, etc., lo mas redondeada posible y por pe- queiias incisiones efectuadas, co- mo se ve en la figura Ne 270 en (M), se pasa un tiento for- mando una ajustada jareta, Los dos extremos del tiento los unian con una trenza “de dos de tiento hendido", pig. 40 del libro Tren- sas Gauchas. Cortado el excedente del forro y por debajo de la jareta pasaban un tiento ancho, de afuera hacia adentro y en el medio de este, un ojal daba pasada a los dos cabos que se retorcian. Un tercer tiento anudado en el extremo como retén, completaba los elementos que retorcidos y en una sola pieza formaban un ramal de los tres que constituian las boleadoras, la mas temible de las armas indias, Fic, Ne 270 Fic, Ne 271 — 196 — BOLEADORAS DE LUJO yucho encontré piedras es decir, que reunieran las condiciones de dureza_y belleza natural, ya sea por el color o delicado pulimento, deseé dejatlas a Ia vista para lucirse con ellas. Entonces las preparé de ferente manera. Hizoles una especie de garganta (0) de la Fic. No 272 Fig. No 272, que tlamé cintura, pas6 un fuerte tiento por ella (faja), dejando una oreja (N) de la Fig. Ne 273, para que luego arrancara de alli uno de los ramales. Y por ‘iltimo le hizo un forro de igual manera que (269 y 270) de “boleadoras pampas”, aunque en és- tas buscé un cuero mas delicado Puesto que no descmpefiaria mas que Fic, Ne 273 el papel de cubrir el retén o faja, Empleé de preferencia ‘el cuero de potrillo “yaguané”, barriga de peludo o vibora. Cortando el excedente una vez secado perfectamente, por las lineas punteadas de la Fig. Ne 274 (a, b, ¢ y d), descue briendo con tal operacién, dos segmentos de esfera que era cl fin perseguido. SEPTIMA LECCION OTRAS LABORES PLUMA OTRAS LABORES «PLUMA» Botones, bombas y pasadores El tejido en sf de estos trabajos, es casi igual al ofrecido por el pasador de una vuelta, con la pequefia variante de sus bordes solucionados en diferente forma, motivado por el arrangue inicial del retejido. En el anterior «pasador de una vuelta» la brida corria a la izquierda de la guia y, en este caso, comenzard corriendo a la derecha, Como se vera, el botén y fa bomba de la fig. n’ 278 fueron confeecionados con a armadura correspondiente y dos retejidos previos en ella, antes de comenzar el retejido total. Quiero recalcar que, segin el ntimero de esos retejidos de armadura, seré el tamaito (en volumen) del trabajo efectuado. El mayor que he visto constaba de tres retejidos en unos botones para camisa y que no explico, por considerar que quien ha podido seguirme hasta aqui no tendré ningin inconveniente en hacerlo, sabiendo que no hallaré nada extraordinario fuera de ‘alguna pasada més, causada por e! mayor nimero de vueltas del tiento al formar laarmadura, ‘Tanto la bomba como el botén presente, como un pasador si asi quisiéramos dejarlo hecho, debemos comenzar con la armadura del pasador de una vuelta desde la fig. n° 279 hasta la n° 286 inclusive. Luego se continuard con la anotacién del segundo retejido de armadura del botén revestido por uno y uno, hasta la parte donde dice: «Bajo 1, borde inferion» (exclusive esta puntada) «A la par de Ja guia y a su derecha. Comienza el tercer retejido, etc., etc.,...» pagina 159 (1). De alli en adelante, avanzaremos con la siguiente anotacién, correspondiente ya, al retejido general, Bajo 1 (y a la par de la guia. Figura Ne 277). Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 2 (que corren como una X y, eru- zando h orizontal- mente sus brazos). Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 2 (como una X). Sobre 1 Bajo 1 Sobre I Bajo 1 Sobre 1 (ver figura Ne 275). Bajo 3 (ver figura Ne 275). Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 (ver figura No 276). Bajo 3 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 — 200 -- Sobre 1 (ver figura Ne 275). Bajo 3 (ver figura Ne 275). Sobre 2 Bajo Sobre Bajo Sobre Bajo Sobre Bajo Sobre Bajo Sobre Bajo Sobre Bajo Sobre Bajo Sobre 1 (ver figura No 276). Bajo 3 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 (ver figura No 275). Bajo 3 (ver figura Ne 275). Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 3 Sobre 2 seb 00 ace: Yon B98 Sw Bajo Sobre Bajo Sobre Bajo Sobre Bajo Sobre Bajo Sobre Bajo Sobre Bajo Sobre Bajo Sobre Bajo Sobre Bajo Sobre Bajo Sobre Bajo Sobre Bajo Sobre Bajo Sobre Bajo Sobre Bajo Sobre Bajo Sobre 2 Bajo 2 (Y escondien- do lo extremos ten- dremos terminado el trabajo). WR NRE KN ENN SRN RNN ENN ND NGENONNGH AND — 201 — Fic Ne 275 Fig. No 275. — Trozo de borde superior, mostrando la forma de comportarse el tiento que teje, al legar a las orillas y volver. Fig. No 277. — Donde se observa a la brida comenzando @ retejer a la derecha de la — 202 — TEJIDOS "PLUMA” I revestido de bombas, pasadores y botones es siempre el mismo a pesar de ofrecer un curioso efecto de variedad, en el presente caso, cons- tituido por un trozo de manea (fig. N° 278), La tinica diferencia real seria el niimero de “Retejidos de armadura”” pero que en verdad, no hharian un distingo en el mecanismo de su confeccién intrinscea. Los botones empleados como gemelos para camisa, llevan generalmente Ja armadura o ésta y uno o dos retejidos de armadura confeccionados con tiento negro y el resto blanco, ofreciendo un bonito aspecto, OCTAVA LECCION PASADOR DE UNA VUELTA — 205 — PASADOR DE UNA VUELTA O BOTON PLUMA Con la misma armadura puede confeccionarse el botén de orillo, mas aun, ¢5 Ja misma en realidad y la consigno por si aquélla hubiese ofrecido algiin inconveniente en su manipulacién, Fic. Ne 279 Fig. Ne 279, — Manera de comenzar el pasador de una vuelta. Los puntos X y M, quedarin explicados en la siguiente figura. =e — 27 — Fig. No 280,—Cruza so- bre 1 (la guia, marcado con el punto X) y diri- éndose hacia arriba pasa: bre 1 (panto M) y dando la vuelta por detras de} manguito, aparece en O, Para ir hacia abajo eruzan- do bajo 1 (punto T) y so- bre 1, Fic, N# 283 Fig, Ne 280 Fig. Ne 283, — Bajo 1 (parte de} borde superior), sobre 1, ba- jo 1, (a) sobre 1 (borde infe- rior), bajo 1 (borde inferior), (a) ver nota en la siguiente pagina. Fic, No 282 Fig. Ne 281, — Bajo 1, sobre 2 (borde superior), bajo 1, sobre 1 (parte del borde inferior), Fig. No 282 Sobre 1 (parte del borde in- ferior). Bajo 1 Fic, Ne 281 Sobre 1 (borde superior). Fig. No 284. — So- bre 1, bajo 1, sobre 2 (borde superior), bajo 1, sobre 1. Fic, No 284 (a) Con esta pasada termina la armadura y comienza el “Retejido de armadura”. Nora. — Si hubiese resultado dificil la confeccién de esta “armadura fundamental”, seria bueno probar de hacerla con los dibujos e indicaciones de la sortija de orillo desde la figura No 207 hasta la 211 y donde dice (R) sobre 2 (aunque para este trabajo seria sobre 1). Nota secunpa. — Es dificil obtener lonjas totalmente negras para extraer tientos en cantidad y a veces en extensién, conforme a las nece- sidades del trenzador, motivo por el cual, el gaucho buscando encontré, en lo que estaba a su alcance, substancias con propiedades tintéreas, En un recipiente cualquiera, puso dos o tres litros de agua en la cual sumergié varios trozos de hierro, cuanto mas oxidados tanto mejor, Vacié sobre el conjunto, varias cebaduras de mate (yerba-mate usada) y dejé el todo por un lapso de ocho o diez dias en reposo, al final de los cuales, se habia formado la tinta deseada, Era suficiente sumergir por un par de dias la lonja y estaquearla que, de ella, habrian de poderse extraer Ios tientos buscados, tefiidos de un hermoso negro mate, indeleble. — 2 — Fig, Nv 285 Bajo 1 Sobre 2 (berde int rior) Bajo 1 Sobre 1, Bajo 1 Sobre 1 (parte del bor- de superior) Fic. Ne 285 Fig. No 286 Bajo 1 (parte det bor- de superior). Sobre 1. Bajo 1. Sobre 1. Bajo 1. Sobre 1, (Con esta pa sada queda terminado el “primer retejido de la armadura”) — 210 — RETEJIDO Fig. No 287 Bajo 2 Sobre 1 Bajo 1. Fig. No 288 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 2 (borde supe- rior). Sobre 1. Fig. Ne 290 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 3. (borde supe- rior). Sobre 1 Bajo 1 — a — Fig. No 289 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 (la guia). Bajo 3 (borde infe- rior). Sobre 1 Bajo 1 8 — 213 -- Fig. Ne 291 Fig. No 293 Sobre 1 Sobre 1 Bajo 1 (la guia). Bajo 2 Sobre 2 Sobre 2 Bajo 3. (borde infe- Bajo 3° (borde infe- rior) rior). soe 1 Sobre I ajo 1 Bajo 1 Sobre 1 Fic. No 293 Fig. No 294. Bajo 2 aud Sobre 2 nee Bajo 3 (borde supe- Sobre 1 rior). Bajo 1 Sobre 1 Sobre 2 Bajo 1 Bajo 3 (borde supe- Sobre 2 rior). Bajo 2 Sobre 1 Bajo 1 Fic, Ne 292 Fig, No 294 — 214 — — 215 — Fig, Ne 297 Fig. Ne 295 Sypreg Bajo 2 Sobre 2 Sobre 2 Bajo. 3 (horde inferior). Bajo 3 (borde inferior). Sobre 1 Bajo 1 Fro, No 295 Fic, Ne 297 Fig. No 296 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 3 (borde supe- rior). ig. NO und Fig. No 298 Bajo 2 Sobre 1 Bajo 2 Sobre 2 uy Bajo 2 ae Fic, Ne 296 Fic. Ne 298 — 216 — Fig. Ne 299 Sobre 2 Bajo 3 (borde superior). Sobre 2 Bajo 2 Fre. Ne 299 Fig. Ne 300 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 (el 2° es la guia). Sobre 1 y, encondiendo el ca- bo, tendremos terminado el trabajo deseado, NOVENA LECCION UN REVESTIDO PLUMA MAS OTRO BOTON PLUMA Se comienza con la armadura del “pasador de una vuelta”, siguiendo las figuras del 279 al 286 inclusive y de ahi en adelante segin las anotaciones dadas a continuacién, Si hubiese alguna dificultad en hacerlo por el hecho de ser un botén, dificil de sostener al principio, hagase sobre un palito de grosor semejante a éste y Iuego traspasese con cuidado, ajustando stavemente el tiento, desde su comienzo hasta el final de la ar- madura. 220 — mi — Fig. Ne 304 Fig. No 301 Sobre 1 — Bajo 1 Sobre 1 — Bajo 3 Bajo 1 (ala par ya la dere- cha de la guia). Sobre 1 — Bajo 1 Sobre 1 — Bajo 2(en cruz). Fic. Ne 304 Fic. No 301 Fig. Ne 305 Fig. Ne 302 — Bajo 1 Sobre 1 — Bajo 1 Sobre 1 — Bajo Sobre 1 Sobre 1 — Bajo 3 Bajo 2 (en cruz) Fic, Ne 305 Fig. Ne 306 Fig. Ne 303 Sobre 2 — Bajo 1 Sobre 1 — Bajo 1 Sobre 1 — Bajo 3 Sobre 1 — Bajo 3 Fic, Ne 303 Fic. No 306 — 222 — Fig. Ne 307 Sobre 2 — Bajo 1 Sobre 1 — Bajo 3 Fig. Ne 309 Sobre 2 — Bajo 2 Sobre 1 — Bajo 3 Fic, No 307 Fig. Ne 308 Sobre 2 — Bajo 2 Sobre 1 (la guia — Bajo 3 — 23 — Fie, No 310 Fig. Ne 311 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 3 (debajo de la cruz y Ja siguiente puntada), Fic, Ne 312 Fig. Ne 310 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 3 Fic, No 311 Fig, No 312, — Sobre 2, bajo 2, sobre 2, bajo 2 (con esta puntada, damos fin al revestido pero, si desea- mos dejarlo terminado en debida for- ma deberemos pasarlo: Bajo 2 (en cruz y saliendo a la izquierda de la guia, Cortando el resto de la brida, quedaré su extremo perdido en el interior), DECIMA LECCION COSTURAS — 227 — COSTURA EN ESES (de un tiento) Costura usada en innfinidad de imple- mentos det recado gaucho y muy espe- clalmente para unir lis dos tablas de lonja de los arrea- Se comienza_ por marear las hendidu- ras (actualmente con una ruleta) que, se figlan tos puntos a igual distancia unos Fic, Ne 313 Distancia a b) igual a (bc) © (c d), ete. El ancho (a i) de la costura, puede darsele et que uno desee. Explicacién de ta fig. Ne 313. — El extremo (S) del tiento, viniendo de atris de la lonja pasa al frente por el agujero hecho con fa alezna, marcado con la letra (a), Va hacia atrés por (b) y dando Ja vuelta aparece en (a) otra vez. Hace un recorrido por el frente y se introduce en (j), da la yuelta por detrés y aparece en (i), va hacia (c) que atraviesa saliendo por detras de la lonja volviendo al frente por (b) y de alli a (k) da vuelta y aparece en (j) y de alli a (d) y, asi sucesiva- mente, hasta obtener el largo deseado, Al final se asegura de la misma forma como se hizo en su arranque. Para que este trabajo quede bien terminado deberd prepararsele “la cama” a la costura, antes de efectuarla, es decir, rebajar el frente en su espesor, quitando un trozo de cuero que aqui seria el comprendido en el rectingulo (i, 2, 0, h) de manera que, al quedar concluido el trabajo, aparezca la costura, embutida en la materia prima. Fic. Ne 314 COSTURA EN ESCALERA (de un tiento) Con la ruleta se marcan los puntos a distancias iguales y luego con la alezna de costuras, se hacen otras tantas hendi- duras (a, b, c,d, ef). El tiento (x) viniendo de atris hacia el frente, pasa por la hendidura (a) lado izquierdo, deja el trozo (N) para evitar que se afloje la costura, Vuelve hacia atrés por (b), efectia una enlazada y aparece en (a) lado derecho, Se dirige hacia abajo ses- guedando y penetra en (c) lado izquier- do y de alli vuelve hacia (b) tado de- recho y asi sucesivamente. Fig. Ne 314, — Costura en eses, Terminada. La par- te posterior aparece igual a la de la figura Ne 317 pero doble, = &. Fic. No 315 — 229 — COSTURA EN CADENA © ESLABONES (de un tiento) Explicacién. — Previamente marcados los puntos con fa ruleta, se efectian las hendiduras (A, B, C, D, E, F). El ticnto (O) viniendo de atras a adelante y pasando por (A) de- ja un trozo (P) para evitar que se desate la costura, Saltea un ojal y se introduce en (C) lado derecho de Ja hendidura, Da la vuelta por detras, subiendo hasta (B) lado izquierdo y de alli sigue por el frente hasta (D) donde se introduce para dar la vuelta y aparecer en (C) lado derecho de Ja hendidura y de alli a (E), ete, hasta dejar terminada 1a costura propuesta. Observar la figura mero 316. Fig. N°. 317.- Parte posterior de la costura en cadena, 37 Fie.) = 2 — 21 ia ris, deberé hacerlo a la cir, que ef ticuto det frente al posar hocia atrés, ‘ ‘Terecha del extremo que vino de atrds al frente, erusindose en el mismo ojal, (Figura Ne 319). COSTURA EN CADENA (terminada) Fig. Ne 318. — Trozo de pehual con costura de uno con tiento negro sobre fondo blanco, Esta costura en cadena suele usarse también en la fabricacién de encimeras, Fic, No 318 COSTURA DE DOS TIENTOS, COMUN Explicacién: Hechas las hendidu- Fas como en los casos anteriores, da- Femos con la costura, Fic, Ne 320 nzo a la confeccién de Se pasa el tiento (M.N.) por la hendidura (A) hasta Ia mitad del mismo més o menos, extremo que ha quedado por detrds, se tracrd hacia el frente, ha- ciéndolo volver por (B), bastante ajustado ya, El extremo del frente debera atras de la lonja a coser_y Io hard, pasando por (B) pero, a la derecha del anterior. Esta inelinacién deberd conservarse siem- pre en las siguientes puntadas, es de- Fig. No 320. — Trozo de rienda con Ia costura antedicha uniendo las dos tablas de la misma. Dos veces aumentada para observarla mejor. La parte posterior es semejante a la fig. Ne 317. Fie. No 319 — 232 — COSTURA DE UNO, DE TIENTO HENDIDO A distancias iguales se mares la lonja a coser y, se efeetian con la alezna los pequefios agujeros por donde pasara el tiento que iré del frente hacia atris por el 2%, Volveri por el 1° y se atravesara a si, por una pequeria hendidura Jongitudinal Checha al insiante) y (entre el ler, 2° gujeros) y continuar de alli al 39, dar vuelta por la cara posterior de lonja_y volver por el 2% atravesarse a si entre el 2¢ y 3° y penetrar en cl 4 y, asi sucesivamente, hasta obtener el largo deseado. Esta costura presenta el aspecto de la “Trenza de dos de tiento hen- didlo”, explicada en el primer libro: “Trenzas Gauchas” — 233 — COMO TRENZA DE PELO COSTURA DE DO‘ D. E. F. G. H. 1) se efectian inci- area untos (A. B. C. i se ies ean podran observar en Ia adjunta figura por siones sesgueadas como se medio de la alezna de costura. Desde (A) se hacen arrancar los dos tientos para la presente sae El tiento (M) saltea una hendidura y entrando por (C) da la vuelta por detrés y aparece por (B), de abi, pasa hacia In izquierda y abajo, — 2394 — quedando libre por ahora. Obsérvese a nivel de la linea punteada (1, 2) que divide los movimientos alternados de un tiento y otro. Ahora corresponde al tiento (N) que pasaré por encima del anterior hasta Iegar a (D), entrar en él y salir por (C) tomando direccién hacia abajo ¢ izquierda, Mirese a nivel de la linea (3, 4), y se abandona este tiento para tomar el otro que Ilevar4 el trayecto igual al efectuado en anteriores pasadas y asi, hasta dejar concluido el trabajo. Fro, No 323 Fig. No 323. — Angulo de carona (en cuero crudo), donde podra ob- servarse Ia costura de dos, anteriormente explicada, como una simple ornamentacién de dicha prenda del apero gaucho. A esta costura también se le denomin6 “costura en cresta de gallo”. — 235 — COSTURA DE TRES TIENTOS Esta costura de tres se comienza ubicando dos elementos por un lado (O y P) y uno por el otro (Q). El tiento (©) partiendo de (1, derecha) va al (3 izquierda). El tiento (P) pasa sobre uno, se introduce en el (tres derecha), da fa vuelta por detris y aparece por el (2 derecha) y va hacia el (4 izquierda). Ahora corresponde mover el del lado opucsto, El tiento (Q) que, saliendo del (1 izquierda) eruzindose a si mismo pasa bajo uno—sobre uno y se introduce en el (4 derecha) y, aparece en cl (3 derecha). Hecho esto, se vuelve sobre el lado que corre el par que salen det (2 y 3, izquierda) respectivamente hasta terminarla. No debemos olvidar que para efectuar ta presente costura, hemos apartado los tientos en dos - 246 — Seeciones. Una de dos tientos por un lado y otra de uno por otro, Ubi- cacién que deberin conservar mientras dure la labor. El resto se reducira 4 Fepetir por una parte y otra, lo ya explicado al principio, Si las dos lonjas adheridas My N, fuesen transparentes, veriamos asi {a trayectoria de un tiento, es decir, por el frente (que no se ve mis aut Dunteado), corre el hilo de la costura en zig-zag ascedente, mante. niéndose visible en gran extensién y manteniendo fijas dichas lonjas por simples pasada o enlazadas, como son las de (x, x’ en a figura Ne 325) Por la parte posterior y que bien pueden observarse en dicho grabado, — 237 — Fic. No 326 Costura de tres en Ia encimera 5 niendo el extremo, des- de un pehyal io le tres en la pués de aprisionar la argolla, Por Ja parte posterior queda como la figura No 317. a COSTURA DE CINCO TIENTOS én de dos y dos. Para efectuarla, se marcara; a igual rane siones sesgueadas como en Jos anteriores casos. a Ja parte superior y en el centro, se habran agregado tres, a las dos columnas laterales, que nos servira dosh » Que nos serviran para el arranque perfecto de la Fic. Ne 327 Fig. Ne 827.—Costura de cinco tiento empleada en fa paleta de tos rebenques, La colocacién de los tiento: a s se habrd evado a efectos, como podré observarse en la adjunta figura y, habiéndolos separado en dos lotes, ‘Uno de dos tientos a la izquierda y otro de tres a la derecha, . Tejeré el de mayor nimero, por consiguiente, le corresponderd al tien« — 239 — to (a) que, pasando sobre 2 (b y ¢) penetraré por el agujero (M) dando Ja vuelta por detrés y subiendo un paso, aparecerd por (0) y, cruzindose a si mismo, continuaré bajo 2, dirigiéndose al lado opuesto, La siguiente pasada correspondera al tiento (c). Y asi, una vez de un lado y otra del otro, hasta el largo deseado y siguiendo siempre, la norma empleada por cl tiento (a), en la puntada que anteriormente me sirvid ce ejemplo. Fic, Ne 328 Fig. Ne 328. — Feliz aplicacién de la costura de cinco tientos en la confeccién de un cinturdn, hecha por un paisano de la época actual, Esta costura es semejante a la de tres tientos (fig. No 160), con Ia diferencia que es mucho mas ancha y abraza cada puntada dos tientos y aquélla, sélo uno. — 240 — COSTURA DE CINCO TIENTOS Llamada también de uno y uno porque el tiento que teje ‘ : siempre camina » sobre une, bajo uno, - Agni, por cjemplo on la fig. pueste que de ese dado esti el te €ineo. que consti » 329, Je correspond al tiento (a) © mayor o sean tres elementos, de los Dicho tiento (a) ha pasado previameme: rin 1a costul ‘i Sobre 1 — Bajo 1 — Sobre 1. Luego dara ta vuelta por detris de la lonja a coser y subir un paso, es decir, volverd al frente por el agu- jero (P) y pasara hacia la derecha: Sobre 1 (cruziindose a si mismo). Bajo 1 (ct tiento b) x, — 241 — Sobre 1 (el tiento C), poniéndose a la par de te) La siguiente puntada corresponderd al tiento (d) que, penetraré por la hendidura (M) y dara ta vuelta por detris volviendo al frente por (N) y sequird: Sobre 1 — Bajo 1 (el tiento (e) — Sobre 1 (nueva posicién de (a). Para después continuar con (b) a semejanza de éstos y ast, sucesivamente hasta darle la extensién deseada a la costura que nos ecupit Fig. Ne 330, — Paleta de rebenque ornada con la costura de cinco tientos (de uno y uno) que acabo de explicar. — 242 — COSTURA DE SIETE TIENTOS Esta rastra de lonja y tientos que paso a explicar, es posiblemente uno de los trabajos mis bonitos del arte gaucho por una parte y por otr2, tiene la virtud de poner a prueba la paciencia magna del trenzador, Fic, Ne 331 ‘He tomado en la presente figura, un segmento de circulo, mejor atin, la cuarta parte exacta de la obra a efectuar, para abreviar el trabajo. 38 — Se comienza por preparar una lonja én Ja cual se ha hallado el cen- tro (0). Con el otro extremo del compas, trazaremos una circunferencia con una abertura O. B. Luego haremos otra circunferencia O C. ‘Trazaremos sus didmetros (aqui radios) OM - ON - OP -OQ- OR, eteétera, Con un espacio igual y constante en todos ellos. Tales sean: MN=NP. NP = PQ, ete, Efectuado esto, habremos obtenido en las dos cir- cunferencias primitivas, puntos que guardan proporcién entre si y por los cuales, con la alezna de costura los agujereamos obteniendo pequeiias hen- diduras sesgueadas que darén paso a los tientos en la manipulacién del trenzado que se hara més o menos, como en los casos explicadgs anterior~ n le. Es decir: El tiento (z) que es al que corresponde moverse, después de penetrar en (S) dara la vuelta por detrés de la lonja y subiendo un escalén apareceré al frente por (T) y dirigiéndose hacia la derecha pasara sobre 1 — Bajo 1 — Sobre 2. La siguiente puntada sera de derecha a izquierda y comenzando por el que esta arriba de todos y siguiendo el mismo compis que el anterior y asi sucesivamente, Hecho un trozo, se introduce en este caso la tripa o sca el alma o relleno, entre 1a costura y la lonja para que aquélla, cobre un hermoso relieve (flecha F). — 244 — trenzados negro g 2 5 f blanca. co Fig. No 332, — Rastra confecci de 5 y 2 respectivamente sobre COSTURAS DE NUEVE, ONCE Y MAS TIENTOS Se efectiian como estas anteriores de 5 y 7. Cuidando de formar dos lotes de tientos, Uno de cinco y otro de cuatro o uno de citico y otro de seis respectivamente. Pueden también hacerse en redondo y es curioso como viene a con- fundirse casi siempre, poniendo un poquito de cuidado, el arranque de estas costuras, con Ja terminaci6n de las mismas, sin dejar el mis pequeiio rastro de unién, Por eso también, suclen Mamarlas costuras sin fin, = 6 — 27 CIN ICHA CON COSTURAS DE SIETE TIENTOS COSTURA DE BORDES (de enlazada) (en el centro) ¥Y CON CINCO EN LAS ORILLAS Pig. No 334, — Para unir las tablas de los cinturones de rastra 0, para cerrar el material formando bolsillos, se usé a veces de estas cos- turas de bordes, Fic. No 333 Como se podra observar en la presente figura, la costura citada, consiste en dar puntadas de enlazada y luego completarla con medio-bozales. Pre~ viamente se habrin hecho los agujeros a distancias iguales con un saca- bocados. — 248 — — 249 — COSTURA DE BORDES (de envoltura) Como se podri ver en la fig. Ne 336, esta costura consiste en una imple envoltura en forma de paso de tornillo, Para que resulte bonita, los agujeros deberin ser pequefios, bastante mas pequefios que la anchura del tiento, para que éste, los atraviese ajustada- Trozo de cinturén mostrando parte de su bolsillo, rematado con la mente y sea necesario abrir dicho tiento, una vez hecha la costura. costura citada en la figura Ne 325. — 230 — COSTURA DE BORDE EN TRENZA DE CUATRO REDONDA No 337. — La primer pasada consistié. en envolver espiralmente el horde a coser, con puntada agujero de por medio, Al legar al iiltimo agujero, vuelve el tiento sobre los pasos pero, formando cruz (ver fa parte sin sombrear del dibujo Ne 328), Nora: Los agujeros deben estar he- chos muy cerca uno de otros y el tiento gue cose bastante grueso para que la trenza quede bien cerrada, Fis. No 337 feeabe 9 Fig. Ne 338, — Al egar fa brida al segundo agujero superior, vuelve hacia abajo en un movimiento de espiral y, pasando agujero por me- dio y entre uno y otro, cubre dos tientos que corren en puntada larga (es decir, tapando ellos a su vez, ‘otros tientos).. Para poder observar mejor esta Bridle. #, { pasada, la he dejado sin sombrear, Fic, No 338 — 251 — Fig. Ne 339, — El tiento (M) ML Megar al anteiiltimo agujero marcado con una (a), termina lu tercer pasada explicada en la anterior figura y, comienza al re- neesar, la cuarta pasada que, con- piste en levantar las puntadas cor- tas (pasar bajo etlas) y tapar las puntadas largas, es decir: Bajo uno, sobre uno, EL trayecto lo hace pasando agujero por medio. Fig, Ne 339 Fie, Ne 340 Fig. No 340, — Costura de borde formando trenza de cuatro, fué antiguamente muy usada para ribetear caronas, encimeras y_cinturones de rastra, lo mismo que para formar cl nido en los bolsillos de estas ‘iltimas. LIBRO TERCERO AL TRANCO PROLOGO —Este trabajito que me habia dao, d'ensefarle los trenzaos gauchos que conocia, ha llegao a su fin, ex- clamé Don Jacinto Nieves. Ahura, sdlo le falta a usted, patron, el ordenarlos y ponerle nombre, a esa nueva coleccién que presentara a juicio de sus lectores. —Tiene razén, viejo, tiene razon. Le contesté el estanciero, agregando: Y, ya vé, después de cinco aiios de constantes busquedas de nuevas labores, y de im- probos trabajos para su desentrafiamiento, y de pre- tender hallar la forma de hacer comprensibles los dibujos y sus respectivas explicaciones, ahora me en- cuentro con el ultimo escollo que es el de darle un titulo. Y, aqui me encuentra, viejo, leyendo en el dic- cionario Espasa, la palabra tranco, que me ofrecia un asidero, al concepto dejado por esta postrera compila- cién de trabajos en tientos de cuero crudo. Y la expli- cacién que me da a dicho vocablo, es la siguiente: “Tranco: Paso largo; Salto largo que se da abriendo mucho las piernas. A trancos m, adv. fig. fam. De prisa y sin arte...” —jEpa!, jEpa!, le interrumpié el viejo paisano. {Con eso si que nu’estoy conforme! No creo que sea — 236 — ese, precisamente, el significado qu’el gaucho le did esa palabra. —Espérese Don Jacinto, que ain no he terminado de leer, que por aqui veo la definicién dada como tér- mino de equitacién: “Dicese asi al movimiento natural del caballo en el paso... ete.” —Por Ahi, por ahi... me parece que va rumbiando bien. Volvidle a interrumpir. —-..Y nosotros, Don Jacinto, podriamos agregar a todo ello que, como nuestro hombre de campo, primi- tivo, no tuvo otro medio de locomocién diario y logico que a la noble bestia, justo es que hallase en la misma. y en estado normal, dos formas de trasladarse. Al tranco, pausado, lento, descansado y, al galope. El maximo de prisa en distancias regularmente largas. De ahi, entonces, que la expresién de “al tranco”, la entendiese el gaucho, como a la marcha lenta, tranquil armoniosa, no s6lo del caballo, sino que, la compren- diera y aplicara en su léxico, diria, a cualquier accion desarrollada sin premura, reposadamente. —Ansina es, patroncito. ; Al tranco!, la éi a Dofia Marcelina, encargarle a su nietito de ocho afios, que juera a la'escuela. Después de haberlo visto trepandose por las manos del tordo viejo y montarlo en pelos. —Y al tranco, contestéle el estanciero, se descubre Ja majestuosa puesta de sol. Se observa el rosado re- tofio, la eclosién estupenda de la floracién y la tran- quila mansedumbre de las aguas dormidas en los cafiadones. . . —Y al tranco, agregé el viejo trenzador, una vez le escuché a Don Venancio, el capataz, replicandole a su patron cuando le pidiera cuentas por la tardanza — 257 — en un arreo: Y gcémo quiere que las apurara, si usté hien sabe qu’el vacaje esta prefiadazo? Al tranco... al tranquito, no mas, patron, se las truje... y, otra vez la senti a Dofia Rosa, la viuda e’ “la Colorada”, recriminandole a Domingo, su pioncito. Pero no te dije que golvieras pronto, so entretenido? gEn qué achurias habras andado, p’andar lerdiando tanto? —jPero patrona!, le contesté rapido el muchacho. Y ¢cémo quiere que me apurara si las calles estan como chiqueros e’barro?... Si pronto... {Ni los pajaros an a poder pasar!... Hay que moverse dispacito, al tranco, patrona, al tranco... —Cuando uno anda al galope, insinud el mozo. i Hasta los pensamientos parece que tuvieran idéntica prisa! Vienen y van las ideas, saltarinas, como las cri- nes del caballo. No hay tiempo de limitarlas, de dete- nerlas, y sdlo silbando o cantando, y eso, malamente, se puede pasar el rato. En cambio, al tranco, las ima- genes producidas en la mente por los objetos o los seres queridos, o las huellas abiertas en el alma por amargas percepciones, se fijan, se ubican, se arraigan, toman forma, cobran relieve y color y, hasta... Se puede pitar un cigarrillo!, interrumpidle el viejo. —jEso es!, se puede pitar un cigarro, o chupar un trago de cafia... a Al tranco silencioso del montado, se disefia una ilusibn, se plasma una esperanza o se columbra una quimera... Al tranco, se recuerdan las palabras, una a una de la mujer querida, y entonces, dulcemente, se les da el valor utépico que un enamorado puede darles. — 258 — Al tranco, reposado, tranquilo, isécrono diria, se solucionan los problemas serios que nos preocupan. Y de un corte seco, instantaneo, como golpe de guadafia, nos armamos de firmes resoluciones que apuntalan a la voluntad, para dirigirnos hacia el fin propuesto. Al tranco, con el compas del choque del martillo sobre el yunque, Itigubre y siniestro, se definen situa- ciones donde el cuchillo es el fiel intérprete de la jus- ticia personal, en los supremos designios del alma... Al tranco, cansino y breve. regresaron los gauchos de las montoneras de la Independencia, con un fulgor extraiio en las pupilas, al pregustar el juicio de la posteridad. .. . Al tranco, sigiloso, ensopado de astucia criolla, mar- chaba el caballo nortero del Cid-Gaucho, el General La Madrid, buscando la sorpresa que su sola presencia imponia, para desbaratar planes o incautar prisioneros, en proporcién de uno contra diez... —Y al tranco, dijo Don Jacinto, el viejo trenzador, interceptando las disquisiciones'de su patron, hay que andar con estas labores. Al tranco y, jcon los ojos bien abiertos! porque una sola pasada que haga mal, es suficiente pa’ estropiar tuito el trabajo. No se puede andar apurao ni ligero. Al tranco, al tranquito no mas... PRIMERA LECCION — 261 — BOTON ORIENTAL Pocas veces he visto un “botén” tan dificil de confeccionar. No tiene armadura. Sélo tres 0 cuatro vueltas del tiento, en torno al elemento sobre el cual se construiré, serdn suficientes para comenzarlo, El Gnico que he visto después de inspeccionar ricas colecciones de traba- jos gauchos, legé a mis manos en un trozo de rienda centenaria, traida de Pergamino. Me dijeron que sus anteriores duefios le habia llamado “el botén oriental”, ¥ por tal causa, respeto su nombre y lo incluyo entre los pasadores que a continuacién describo: Fic, Ne 341 Fig. No 341, — Al dar la segunda vuelta el tiento, que teje, pasa sobre 1, (Punto M de las figuras mimeros 341 y 342). ~~ 262 — Fig. Ne 342. — Sobre 1 (punto N) y se dirige habia abajo bus- cando de cruzar sobre la guia cuya pasada va consignada en la figura siguiente, Fig. No 342 Fig, No 343. Sobre 1 (la guia), Ahora do- bla hacia arriba, Sobre 1 (punto 0). Fic, No 342 Fig. Ne 344 345. — Sobre 2. Al Ile- gar a CR) penetraré por una pe- quefia hendidura que se habra hecho en el momento y sobre la Jonja, en su espesor y a fo ancho, saliendo por (S$). El tinico objeto de esta pasada es el de mantener inmovilizadas as yueltas y re vueltas del tiento, NOTA IMPORTANTE, — El tien- to (T) deber& ir bien aparejado al tiente (UD. = 86+ Fig. No 344, Sobre 1 (punto P) Sobre 1 (punto Q) Fig. No 347. Sobre 2 Sobre 2 Fig. Ne 346, Sobre 2 (puntos M y N) Sobre 2 (puntos O y P) Fic, Neo 348 Wig. Ne 349. Sobre 2 (borde inferior). Ba- jo 1 y, Mevando la misma orientacién iniciada al avan- zar pasaré, Sobre § Bajo 1 Fic, Ne 347 — 265 — Fig, No 348. Sobre 2 (borde superior). Ba- jo 1 y, yendo hacia abajo sin torcer su orientacién pa- sara, Sobre 5, entre el dos y el tres se pasard el tiento por una nueva hendidura hecha al efecto y a semejanza de fa (R, S, de Ja figura ni- mero 345). Bajo 1 (la guia). — 266 — Fic. No 350 Fig. Ne asi. Sobre 2 (borde inferior) Bajo 2 (borde inferior) Sobre 6 Bajo 2 — 267 — Fig. No 352. Fest Sobre 3 (borde superior). Sobre 2 (borde superior) Bajo 2 y, de aqui en adelan- Bajo 2 te sdlo dibujaré los bordes Sobre 6 del trabajo que, es en ellos Bajo 2 donde existen las mayores dificultades para su conti- nuacién, Las pasadas inter medias, tas haré por anota- ciones como se podri su- poner. Sobre 8 Fic. Ne 352 Bajo 2 Fig. Ne 353. Sobre 3 (borde inferior). Bajo 2 Sobre 8 Bajo 2 Fic. Ne 351 Fig, Ne 353 — 268 — Sobre 4 Bajo 2 Pasadas intermedias, Sobre 10 Bajo 2 Fic, No 354 Fig. Ne 355 (Borde inferior), Sobre 4 Bajo 2 Pasadas intermedias Sobre 10 Bajo 2 Fic. Nv 355 Fig. Ne 354 (borde superior). Fig. Ne 387 (borde inferior). Sobre 2 Bajo 1 Pasadas intermedias. Sobre 2 Bajo 2 Sobre 9 Bajo 1 Sobre 2 Bajo 2 — 269 — Fig. No 356 (borde superior). Sobre 2 Bajo 1 Pasadas intermedias. Sobre 2 Bajo 2 Sobre 9 Bajo 1 (la gufa). Sobre 2 Bajo 2 Fic. Ne 357 2A — — 270 — Fig, Ne 360 (borde superior). Fig. No 358 (borde superior), Bae 2 Sobre 2 Pasadas intermedias. Le Sobre 2 Pasadas itnermedias. Bajo 2 Sobre 2 Sobre 2 Bajo 2 Bajo 1 Sobre 10 Sobre 9 Bajo 2 Bajo 2 ~"6 Sobre 2 Sobre 2 Fic, No 358 Bajo 2 Bajo 2 Fig. Ne 361 (borde inferior). Sobre 3 = Fig. Ne 359 (borde inferior). Bajo 2 Sobre 2 Pasadas intermedias. Bajo 2 Sobre 2 Pasadas intermedias. Bain 4 Sobre 2 Sobre 2 Bajo 2 Bajo 1 Sobre 10 Sobre 9 Bajo 2 Bajo 2 Sobre 2 Sobre 2 Bajo 2 Bajo 2 Fig. No 361 —7~ — m3 — Fig, Ne 362 (borde superior). Hie NGSGt Guede pO Sobre 2 Sobre 4 Bajo 1 Bajo 2 Pasadas intermedias. Pasadas intermedia. Sobre 2 : Bajo 2 ee Sobre 2 Bajo 2 ‘obre 2 Sobre 2 Bajo 2 Bajo 3 sobre Sobre 10 Bajo 1 Bajo 2 Sobre 2 Sobre 2 Bajo 2 Bajo 2 Sobre:2 Bajo 2 Fig. No 365 (borde inferior). Fig. Ne 363 (horde inferior). Sobre 2 Sobre 4 Baio) Bajo 2 Pasadas intermedi sobre 2 Pasadas intermedias. Bajo 2 Sobre 2 pores Bajo 2 oor Sobre 2 Sobre 2 Bajo 3 Bajo 2 Sobre & Sobre 10 Bue Bajo 2 Bajo 2 Sobre 2 Sobre 2 Bajo 2 Bajo 2 eee Fic, No 365 274 — 274 i Fig. Ne 366 (borde superior). Fig, N° 368 (borde superior). Sobre 2 Bajo 2 Bae 2 Posada infermedias, Pasadas intermedias. Sobre 2 Sobre 2 yo Bajo 2 Sobre 2 Save 2 Bajo 2 Bajo 2 Sobre 2 me 2 eee Fic, Ne 368 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo. 2 Fig. N° 367 (borde inferior). Fig. Ne 369 (borde inferior). Sobre 2 Bajo 2 Sobre 3 jo 2 Pasadas intermedias. Bajo Sobre 2 Pasadas intermedias. Bajo 2 Sobre 2 Sobre 2 Bajo 2 Bajo 2 Sobre 2 Sobre 2 Bajo 2 Bajo 4 Sobre 2 Sobre 8 Bajo 5 Bajo 2 Sobre 9 Sobre 2 Bajo 2 Bajo 2 Sobre 2 Sobre 2 Bajo 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Fic, Ne 367 — 276 — Fig. Ne 370 (borde superior). Sobre 4 Bajo 2 Pasadas intermedias. Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 v hot Sobre 2 Fic. Ne 372 Fic, No 373 Fic, Ne 370 ene af Fig. N’ 372 (borde superior) Fig. N°373 (borde inferior) Bajo 2 Sobre 2 Sobre 2 Sobre 2 Bajo 2 Bajo 1 Bajo | Sobre 2 Bio 2 Pasadas intermedias Pasadas intermedias Sobre 2 Sobre 1 Bajo! Bajo2 Sobre 2 Sobre 2 Bajo 2 Bajo2 Sobre 2 Sobre 2 Bajo2 Bajo2 Sobre 2 Sobre 2 Fig. Ne 371 (borde inferior). . oe Sobce:s4 Bajo! Bajo! Bao} &2 Sobre 2 Sobre 2 Pasadas intermedias. Bajo ae Bajo 2 Bajo2 Bajo2 Sobre 2 Sobre 2 Sobre 2 Bajo 2 Bajo2 Bajo2 es io ; Sobre 10 (borde superior) Sobre 2 Sobre 2 Bajo 2 Bajo 2 Sobre 2 Bae" 2 Pasadas intermedias Fro. No 371 eae Sobre 2 Bajo2 = 279 — — 278 - Sobre 2 Bajo 2 gobs PASADOR “BARQUERO DE TRIPLE ARMADURA" Sobre 2 Sobre 2 Bae 8 Bajo 2 sree Sobre 3 (contando también a la Satve 3 guia). Con esta tiltima puntada ae quedaré coneliido el pasador oriental, que deseébamos hacer. Uno de los prodigios del arte gaucho lo constituye el presente pasador Hamado “Bar- quero” y que yo, para diferenciarlo de otros dos del mismo tipo he denominado “Barquero de triple armadura” y con retejido de esterilla De este pasador no dibujaré mas que la armadura por creerlo innecesario al retejido, puesto que éste se hace perfectamente por me- dio de anotaciones. He dicho que es un pro- digio del arte gaucho, por fa simple razén que para confeccionarlo se precisa un tiento de scis metros de largo (sacado en redondo) y, de un xrosor no mayor de un milimetro, ‘Terminado, con un elemento como el expresado, presenta una extensidn de unos 8 centimetros con un didmetro de 12 mm, y, jhe aqui lo prodigioso, en tan corto spacio se cruza, ya sea por arriba o abajo de mismo, alrededor de 1.600 veces, formando unos $00 Angulos rectos y 12 sortijas unidas entre si, como trenzas de cinco! Fic, Ne 376 Fic, Ne 374 Sobre 1 (punto mareado con una M). Sobre 1 (punto marcado con una N) 0 sca Ja guia, Da la vuelta por detrés del manguito Fig. No 374. — Pasador oriental, C (punteado inferior) y al subir lo hace. eee aa. ntal. Cuatro veces aumentado de lo que Sobre 1 (punto mareado con una O), — al - Fig. No 377. Sobre 1 (marcado con una Sobre 1 (marcado con una S) en el borde sup. Da la vuelta por detris del manguito y pasa Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Fic. Ne 377 Fig. No 379, Fig. No 379. Big. Nv 380, S horde inferior) Sobre 1 (punto mareado con Sobre 1 (horde in tuna ©) y, yendo hacia arri- fae ee ba pasa bre yom Bajo 1 (punto P) y cruz Bao | Sree aarcaln Sobre 1 (borde superior). Sobre con una ‘X) Da la vuelta por detras del manguito (punteado) y apa- rece en (Q) y sigue Bajo 1 la guia) Sobre 1 (borde inferior) y dando Ja vuelta por de- Sobre 1 tras del_manguito, cuya Bajo 1 trayectoria lo marca la Sobre 2 Tinea punteada en la parte Bajo 1 inferior, aparece a a vis- Sobre 1 (punto R) y dando ta en Z dirigiéndose hacia vuelta otra vez por detras lo at ee ee ae aon ea coe Bae ie Es provechoso observar cl trayecto Bajo 1 Bajo 1 Sobre 1 (horde inferior). mareado con pequefias flechas. Fig. Ne 381, Bajo 1 Sobre 1 (borde superior) ‘obre 1 Bajo 1 Sobre 1 Fic. No 381 Fig. No 382, Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 (borde inferior) Al dar esta iiltima puntada queda terminada con ella, la Primer armadura. (que es la guia) Bajo 1 (borde superior), Fic. Ne 383 Fig. Ne 384. Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 2 (borde superior) Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 2 — 283 — Fig. No 383. Bajo 1 (borde inferior). Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 — 284 — Fig. No 387. Sobre 2 Bajo 1 Bajo 1 Sobre 1 Sobre 2 Bajo 1 Bajo 1 Sobre 1 (borde superior) Sobre 1 Bajo 1 (horde superior). Bajo 1 Sobre 1 (horde inferior) Fra, No 385 Fic, No 387 Fig. No 386, Sobre 1 (borde inferior) oe Bae Bajo 1 (separando el par) Sobre 1 Sobre 1 Bajo 1 Bajo 1 Sobre 1 Sobre 2 Bajo 1 Bajo 1 Sobre 1 Sobre 1 Bajo 1 Bajo 1 Sobre | Bajo 1 Sobre 1 — 286 — — 287 — Fig. No 389 Bajo Fig. No 391, Sobre 1 " Bajo 1 Bajo 1 Sobre 1 Sobre 1 Bajo 1 Bajo: Sobre 1 Sat Bajo 1 axe Sobre 1 (borde inferior) Bajo 1 Con esta iltima puintada Sobre 1 quedé terminada Ja segun- Bajar da armadura y comienza la tercera, Sobre 1 (borde superior). Fic, Ne 389 Fig, Ne 391 Fig. No 390. Bajo 1 (borde inferior) y formando pares Fgi. Ne 392. Sobre 1 (borde superior). Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 — Bajo 1 Bajo 1 Sobre 1 Sobre 1 jajo 1 jo 1 Sobre 1 ea 2 Bajo 1 jobre Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Fic. Ne 390 Fic. No 393, Fig. No 394, Bajo 1 Sobre 2 (borde inferior). Bajo 1 (separando pares) Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 2 — 288 — Fig: 3 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 2 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Fig. No 395. Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 2 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 (borde supe- rior). Bajo 1 (borde supe- rior). Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 (iiltima pun- tada que se ve en el grabado). Fic, Neo 396 Fig. Ne 396, Bajo 1 | Bajo 1 Sobre 1 | Sobre 1 Bajo 1| Bajo 1 Sobre 1 | Sobre 1 Bajo 1| Bajo 1 Sobre 1 | Sobre 1 Bajo 1 | Bajo 1 Sobre 1 | Sobre 1 (fin de la Bajo 1] armadura total). Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 — 290 — ‘Terminada la armadura se continuara por consiguiente con ef retejido, Ys como sabemos, la primer maniobra consiste en la formacién de los Pares o dobles, como el gaucho indiferentemente denominé, Lo primero seré por Jo tanto seguir a la guia en sus pasadas por el entramado total, ¢s decir, que comienza acompafiindola y, a su costado derecho, Por las cifras dadas a continuacién veremos su trayectoria hasta el final, Bajo 1 (Ver fig. 397) | Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 2 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 (Ver nota 3)|Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 2 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 3 (borde supe- Bajo 1 Sobre 1 rior) (1). Sobre 1 Bajo 1 Bajo 1 (borde supe- Bajo 1 Sobre 1 rior) figura 399, Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 3. (contando ta| Bajo 1 Sobre 1 guia que es cubierta).| Sobre 1 Bajo 1 Borde infer. (1). | Bajo 1 Sobre 1 Sobre 1 Bajo 1 Bajo 2 Sobre 1 Fig. 406 Sobre 2 Bajo 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 2 (borde supe-| Bajo 1 Sobre 1 rior) figura 407. | Sobre 1 Bajo 1 Bajo 1 (borde supe-| Bajo 1 Sobre 1 rior) figura 407. | Sobre 1 Bajo 2 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 2 Bajo 1 Sobre 2 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 2 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 2 Sobre 3. (borde infe-| Sobre 1 rior) (1). Bajo 1 Bajo 1 (borde infe-| Sobre 1 rior) figura 406. |Bajo 1 Sobre 1 Sobre 2 Bajo 1 Bajo 2 Sobre 1 Sobre 2 Bajo 1 Bajo 1 Sobre 1 Sobre 1 Bajo 2 Bajo 1 Sobre 2 Sobre 1 Bajo 1 Bajo 1 Sobre 1 Sobre 2 Bajo 1 Bajo 2 Sobre 1 Sobre 3 Bajo 1 rior). Sobre 1 Bajo 1 Bajo 2 rior) Sobre 2 Sobre 1 Bajo 1 Bajo 1 Sobre 1 Sobre 1 Bajo 1 Bajo 1 Sobre 1 Sobre 2 Bajo 1 |Bajo 2 Sobre 1 Sobre 2 Bajo 2 Bajo 1 Sobre 3. (borde supe- | Sobre 1 rior) figura 399. | Bajo 1 Bajo 1 (borde supe-| Sobre 1 rior), Bajo 1 Sobre 1 Sobre 2 Bajo 1 Bajo 2 Sobre 1 Sobre 2 Bajo 1 Bajo 1 Sobre 2 Sobre 1 Bajo 2 Bajo 1 Sobre 2 Sobre 1 Bajo 1 Bajo 1 (1) Baos tres a que me refiero, pi Craze por sobre de dos que corren @1 Teva y pasa por encima ta puesto, Sobre 2 Bajo 2 Sobre 3 (borde supe- rior). Bajo 1 (borde supe- rior) figura 399. Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 1 (borde infe-| Sobre 1 Bajo 1 (borde infe-| Sobre 1 Figura 406. | Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 3. (borde infe- rior). Bajo 1 (borde infe- rior) figura 406, Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 2 descomponerse de Ja siguiente manera: Sblevamene yea. sent ave aa quer venia' Ta par 3 te cooen de Indo Sobre 2 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 3 (borde supe- rior). Bajo 1 (borde supe- ior) figura 399, Sobre 1 Bajo 1 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 2 Bajo 2 — 292 — Bajo 2 Sobre 3 (borde infe- rior) Bajo 1 (borde infe- rior) figura 406, Sobre 1 Bajo 1 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 3. (borde supe- rior) Bajo 1 (borde supe- rior) figura 399, Sobre 1 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 1 Sobre 1 Sobre 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 3 (borde infe- rior). Bajo 1 (borde infe- rior) figura 406, Sobre 1 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 3 (borde supe- Bajo 2 rior). Bajo 1 (borde supe- rior) figura 399 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 1 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 1 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 3 (borde infe- rior) Bajo 1 (borde infe- rior) figura 406 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 1 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 — 293 — Bajo 2 Sobre 2 Bajo 1 4 Fic, Ne 397 Formacién de pares, La brida (a) camina a la derecha de la guia (b). Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 3. (borde supe- ior) Bajo 2 (borde supe- rior) figura 405 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 (con esta pun- tada queda terminada ta formacién de pa- res y con fa siguiente comienza la separa- cién de los mismos. (Ver figura 400). Sobre 3 Bajo 3 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 3. (borde supe- rior) Bajo 3. (borde supe- Sobre 2 rior) figura 401 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 3 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 3 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 4 (horde infe-| do rior) Bajo 3 (borde infe- rior) figura 402 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 4 (borde supe- rior) Bajo 3 (borde supe- rior) figura 404 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 3 Sobre 3 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 3 Sobre 3 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 3 Sobre 4 (borde infe- rior) Arranque en la separa- Fic, No 400 Bajo 3. (borde infe- rior) figura 402. Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 3 Sobre 3 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 3 Sobre 3 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 3 Sobre 4 (borde supe- rior) Bajo 3 (borde supe- rior) figura 404 Sobre 2 (borde infe- (borde _infe- Figura 402 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 3 Bajo 3 Sobre + (borde supe- rior) Bajo 3 (borde supe- rior) figura 404, Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 3 Sobre 3 Bajo 3 Sobre 3 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 3 Sobre 3 Bajo 3 Sobre 3 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 3 Sobre 3 Fic, No 401 tre eruce en tos bordes, ‘conservando ristica — 296 — — ore ated “Fg| Baio 2 Sobre 3 Bajo 3 Bajo 3 Bajo 3 ! J, Sobre 2 Bajo 3 Sobre 3 Sobre 3 Sobre 3 A Bajo 2 Sobre 3 Bajo 3 Bajo 3 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 4 (borde infe-| Sobre 3 Sobre 3 7 Bajo 3 Sobre 2 rior) Bajo 2 Bajo 3 Sobre:s' Bajo 2 Bajo 3. (borde infe-| Sobre 3 Sobre 3 Bajo 3 Sobre 3 rior) figura 402 |Bajo 3 Bajo 3 Sobre 4 (borde supe-| Bajo 3 Sobre 2 Sobre 3 Sobre 3 rior) Sobre 3 Bajo 3 Bajo 3 Bajo 3 Bajo 3 (borde supe-|Bajo 3 Sobre 3 Sobre 3 Sobre 4 (borde supe- rior) figura 404 Sobre 3 Bajo 3 Bajo 3 rior) Sobre 2 Bajo 2 Sobre 3 Sobre 3 Bajo 4 (borde supe- Bajo 2 Sobre 2 Bajo 3 Bajo 2 rior) figura 398 Sobre 3 Bajo 2 Sobre 3 Sobre 3 Sobre 3 Bajo 3 Sobre 3 Bajo 2 Bajo 3 Bajo 3 Sobre 3 Bajo 3 Sobre 2 Sobre 3 Sobre 3 a Bajo 3 Sobre 3 Bajo 3 Bajo 3 Bajo 3 Sobre 3 Bajo 3 Sobre 3 Sobre 3 Sobre 3 '3, | Baio 2 Sobre 4 (borde supe- Bajo 3 Bajo 3 Bajo 3 | Sobre 2 rior) Sobre 3 Sobre 4 (borde infe- | Sobre 3 Bajo 2 Bajo 3. (borde supe- Bajo 3 rior) Bajo 3 Bajo 3 Sobre 3 rior) figura 404 Sobre 3 Bajo 3 (borde infe- | Sobre 3 Sobre 4 (borde infe-| Baio 3 Sobre 2 Bajo 2 rior) figura 402 Bajo 3 rior) Sobre 3 Bajo 3 Sobre 2 Sobre 3 Sobre 3 Bajo 3 (borde infe-|Baio 3 Sobre 3 Bajo 3 Bajo 3 Bajo 3 rior) figura 402 Sobre 3 Bajo 3 ‘Sobre 3 Sobre 3 Sobre 3 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 3 Bajo 3 Bajo 3 Bajo 3 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 3 Sobre 3 Sobre 3 Sobre 3 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 3 Bajo 3 Bajo 3 Bajo 3 Bajo 3 Sobre 3 Bajo 2 Sobre 4 (borde supe- | Sobre 3 Sobre 3 Sobre 3 Bajo 3 Sobre 2 rior) Bajo 2 Bajo 3 Bajo 3 Sobre 3 Bajo 3 Bajo 3 (borde supe- | Sobre 3 Sobre 3 Sores) Bajo 3 Sobre 3 rior) figura 404 | Bajo 3 Bajo 3 Bajo 2 Sobre 4 (borde infe-|Bajo 3 Sobre 3 Sobre 3 Sobre 3 Sobre 2 tior) Sobre 3 Bajo 3 Bajo 3 Bajo 3 Bajo 2 Bajo 3 (borde infe-|Bajo 3 Sobre 3 Sobre 3 Sobre 4 Sobre 2 rior) figura 402 | Sobre 3 Bajo 3 Sobre 2 Bajo 2 y, al esconder las puntas o scan la guia y la brida, queda con esto termi- Robes S. Bajo 2 Sobre 2 ado el pasador “barquero con retejido de esterilla”, que es uno de Ios Bajo 3 Sobre 3 Bajo 3 trabajds mis diffciles que el gaucho efectuo y que en la actualidad no se Sobre 3 Bajo 3 Sobre 3 ve, salvo el caso de una prenda muy antigua y de gran mérito por cierto, Fic. No 403 Fig. No 403. — Pasador barquero de tri retejido de exteritla: iple armadura, Terminado y con (2) Estos ejemplos grificos son de pasadas Sabre 3, bajo 2. Sobre 3, bajo dy sobre 4, bajo Sh erkens Se Sobre haem cok mms ed ae re unas veces la brida va izquierda a Gaccies ct ped iti tulad ete $k ara pam, eat ide tede ses es Ga ta aoe 7 4s Se, ) Estas columnas de cifras se prestan sejo a quien prucbe de hacerlos = a a confusién y para evitarla le acon- mismas ‘con una moneda cada puntade heck ” V7" pando 0 cubriendo a las f i i PASADOR REQUINE ‘Acabamos de ver como se confeeciona el pasador “Barquero de triple armadura” que tuvo dentro del trenzado en ya lejanos tiempos su reco- nocida fama, por la dificultad que se tropezaba por su enorme extensién y Ia falta de otros medios que no fuera una prodigiosa memoria, para recordarlo sin fallas y al final no resultare una pieza frustrénea. Ahora bien, con sus dos primeras armaduras, puede también efectuarse otro pasador igual a aquél, pero més corto, exactamente las tres cuartas partes, ‘es decir, viene a estar constituido de nueve sortijas yuxtapuestas y enlaza- das entre si. Para diferenciarlo de unos y otros. lo he Hamado Requifié que, en araucano quiere decir, Ginico, Y al ponerle este nombre no hago otra cosa que honor a la verdad puesto que sélo una vez he visto una pieza semejante. Se comienza, como ya he dicho, haciendo 1a armadura del pasador “barquero”, figura y texto Ne 375 hasta la figura Ne 389 de la pigi- na 286 y donde dice: “Con esta diltima puntada qued6 terminada la se~ gunda armadura y comienza De alli en adelante se continuaré por la siguiente anotacién : Formacién de pares: | Sobre 1 Sobre 1 Bajo 1 (a Ia par de|Bajo 1 Bajo 1 la guia). Ver figu-|Sobre 1 (borde supe-| Sobre 1 ra 397. rior) Bajo 1 (borde infe- Sobre 1 Bajo 2 (borde supe-| rior) figura 410 Bajo 1 rior) figura 409 Sobre 2 (borde infe- Sobre 1 Sobre 1 rior) figura 410 Bajo 1 Bajo 1 Bajo 1 Sobre 1 Sobre 1 Sobre 1 Bajo 1 Bajo 1 Bajo 1 Sobre 1 Sobre 2 Sobre 1 Bajo 1 Bajo 1 Bajo 1 Sobre 1 Sobre 1 Sobre 2 Bajo 1 Bajo 1 Bajo 1 Sobre 1 Sobre 1 Sobre 1 Bajo 1 Bajo 1 Bajo 1 Sobre 1 Sobre 2 Sobre 1 Bajo 1 Bajo 1 Bajo 1 — 300 —. =e Sobre 2 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 2 Sobre 2 Sobre 2 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 2 Bajo 2 ae Sete Bajo 1 Sobre 2 Bajo 2 ieee ey peepee jo 1 Sobre 1 jo 2 Sobre 3 (borde supe-| _ rior) ver nota Bi Sobre 1 Bajo 2 Ses (borde supe- ore) tigers 200. [Bajo 2 (borde supe Sobre 3 (borde supe- Bajo 1 Sobre 3 (horde supe-| rior) figuea 399 Hee) Saeed Sobre 3 (borde supe-| rior) figura 399 | Bajo 1 (borde supe- See ca rior) figura 399 Bajo 1 (borde supe-| rior) Bele 2 et) Bajo 1 (horde supe-| rior) Sobre 1 Sole 2 ce rior) Sobre 1 Bajo 2 maior ez me Sobre 1 Bajo 1 Sobre 2 Sota et Bajo 1 Sobre 2 Bajo 2 eae? Sees Sobre 1 Bajo 2 Sobre 2 Sobre 2 Sobce’s Bajo 2 Sobre 2 Bajo 1 Las pee Sobre 2 Bajo 1 Sobre 1 Soles? ao Bajo 1 Sobre 1 Bajo 2 Bae 2 ae Sobre 1 Bajo 1 Sobre 2 Saeed mee Bajo 1 Sobre 2 Bajo 2 Bajo 2 ee Sobre 1 Bajo 2 Sobre 2 Sed Rae Bajo 2 Sobre 2 Bajo 1 Bio 2 Deed Sobre 2 Bajo 1 Sobre 1 Soe a Bajo 1 Sobre 1 Bajo 2 Babe ets Sete l Bais 1 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 3 (contando la ee ajo 2 Bajo 2 Sobre 3 (borde infe-| guia; borde inferior) | Bajo . Sobre: Bajo 2 Sobre 3 (borde infe- Wi) figs 405 [Bajo 3 Cade nf a ee mia tee Bajo 2 Sobre 3. (borde infe-| rior) figura 406 Bajo 1 (borde infe-| rior). Con esta pun-| rior) ver nota figu- Sobre 3 (borde infe-| rior) figura 405 | Bajo 1 (borde infe- rior) tada comienza ta se-| | t0 402 is rior) figura 406 | Bajo 1 (borde infe-| rior) Sobre 2 eee [do pire) [Plo © = Coaedes tate Bajo 1 (borde infe-| rior) Sobre 1 Bajo 2 Nee vote 0 ie rior) Sobre 1 Bajo 2 Sobre 2 Sobre 2 Sobre 2 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 2 Bajo 2 Bajo 2 ores Bajo 1 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Sobre 2 =. Sobre 1 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 1 Bajo 2 a Bajo 2 Sobre 2 Bajo 1 Sobre 2 Sobre 2 sere 8 Sobre 2 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 2 Bajo 2 Bajo 2 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 2 Sobre 2 Sobre 2 age Sobre 1 Bajo 1 Sobre 2 Bajo 2 Bajo 2 ee Bajo 1 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Sobre 2 Sobre 2 Sobre 1 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 1 Bajo 2 oe Bajo 2 Sobre 2 Bajo 1 Sobre 2 Sobce:2 cues Sobre 2 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 2 Bajo 2 — — 303 — — 302 — Sobre 2 Bajo 2 Sobre 3 Sobre 4 (horde supe-| Bajo 3 (horde infe-| Sobre $ Bajo 2 Sobre 2 Bajo 3 rior) figura 402 ee as Sobre 2 Bajo 3 Sobre 4 (borde supe- Bale S! Coord, sage: | Sop Bajo 3 Bajo 2 Sobre 4 (borde supe-| rior) figura 404 rior) . : Bajo 3 Sobre 4 (borde supe-| rior) figura 404 Bajo 3 Sobre 3 tes rg 3 rior) figura 404 | Bajo 3 (borde supe- | Sobre 2 Bajo 3 Bae ¢ sobre 3 Bajo 3 (borde supe-| rior) Bajo 3 Sobre 3 oF Bajo 3 rior) Sobre 2 Sobre 3 Bajo 3 ee Sobre 3 Sobre 2 Bajo 2 Bajo 3 Sobre 3 poe Bajo 3 Bajo 2 Sobre 3 Sobre 3 Bajo 2 Bere 3 Sobre 3 Sobre 2 Bajo 3 Bajo 2 Sobre 3 nie Bajo 3 sain ; eared Sobre 2 Bao ® Gain Sobre 3 23 Bajo 2 ilo 3 Sobre 3 a jo 3 Bajo 2 Sobre 2 eared Bajo 3 pee ears Sobre 2 Bajo 2 bes Sobre 3 cee Bajo 3 jo 2 ji i ue 2 Sobre 3 Sohee’s ene Sobre 3 Sobre 4 (y perdiendo cee a Bajo 2 sae song el extremo dentro del Sobre a Sobre 3 Bajo 2 Sed Sobre 3 Sexe 4 (Goede) eue| Beate: =. oe Bajo 2 Sobre 2 ae : Bajo 3 Ben) SEEN Sobre 2 Bajo 2 as Soret, orde le (Eee Sie ni ne ioe) Bere rior) figur Sobre 2 Bajo 3 Sobre 4 (borde infe- Bajo 3 Sobre 4 (borde infe-| _ Tir) figura 402 Sobre 4 (borde infe-| rior) figura 405 | Baio 3 rior) figura 402 | Bajo 3 (borde infe- | Sobre 2 Bajo 3 (borde infe-| rior) eae rior) Sobre 2 Sobre 3 Sobre 2 Bajo 2 Bajo 3 Bajo 2 Sobre 3 Sobre 3 fnag aegis Sobre 2 Bajo 3 Bajo 2 Bajo 3 Sobre 3 Sobre 2 Sobre 3 Bajo 2 Bajo 3 Bajo 2 Sobre 2 Sobre 3 Sobre 2 Bajo 2 Bajo 3 Bajo 2 Sobre 3 Sobre 3 Sobre 2 Bajo 3 Bajo 2 Bajo 3 Sobre 3 Sobre 2 Sobre 3 Bajo 2 Bajo 3 Bajo 2 Sobre 2 Sobre 3 Sobre 2 Bajo 2 Bajo 3 Se comienza con ta armadura del “B: rf igi el wor sarquero”, desde la pagina 279, puntada..., ete.", Formacién de pares: Bajo 1 (ver figura nd- mero 397) Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 2 (borde supe- rior; ver figura 407) Bajo 1 (borde supe- rior; ver figura 407) Sobre 1 Bajo 1 Sobre 2 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 SS PASADOR CAYU I a los dos anteriores, s6lo que s yuxtapuestas, figura Ne 382 y donde dice: “al dar esta ltima Sobre 2 |Bajo 2 Bajo 1 Sobre 2 Sobre 1 Bajo 1 Bajo 1 Sobre 1 Sobre 3 (borde infe-|Bajo 2 tior; ver figura 406) | Sobre 2 Bajo 1 (borde infe-|Bajo 1 rior; ver figura 406) | Sobre 1 Soe 1 Sobre 2 ae : Sobre 3. (borde infe- oes rior; ver figura 404) Scee 1 Bajo 1 (borde infe- rior; ver figura 404) Sobre 1 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 2 Sobre 2 Fic, Ne 405 me i Bajo 1 peat Sobre 2 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 3. (borde supe- rior ; ver figura 399) Bajo 1 Sobre 1 Fig. No 406 Sobre 3 (borde supe~ rior; ver figura 399) Bajo 1 (borde supe- rior; ver figura 399) Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 1 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 1 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 3 (borde infe- rior; ver figura 404) Bajo 1 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 1 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 1 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 3 (borde infe- rior; ver figura 403) Bajo 2 (borde infe- rior} ver figura 403) Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 — 305 — Sobre 3 (contando la guia que es cubierta también; borde infe- rior; ver figura 400) Bajo 3 (borde infe- rior; ver figura 400) Comienza la separa- cién de los pares. Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 3 (borde supe- rior; ver figura 401) Bajo 3 (borde supe- rior; ver figura 401) Sobre 2 Bajo 2 Sobre 3 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 3 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 4 (borde infe- rior; ver figura 402) Bajo 3 (borde infe- rior; ver figura 402) Sobre 2 Bajo 2 Sobre’ 3 Bajo 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 3 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 4 (borde supe- rior; ver figura 404) Bajo 3 (borde supe- rior; ver figura 404) Sobre 2 Bajo 3 Sobre 3 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 3 Sobre 4 (borde infe- rior; ver figura 402) Bajo 3 (borde infe- rior; ver figura 402) Sobre 2 Bajo 3 Sobre 3 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 3 Sobre 3 Bajo 2 — 306 — Sobre 2 Sobre 3 Sobre 3 Bajo 3 Bajo 3 Bajo 3 Sobre 4 (borde supe-| Sobre 3 Sobre 3 rior; ver figura 404) | Bajo 2 Bajo 2 Bajo 3 Sobre 3 Sobre 3 Sobre 3 Bajo 3 Bajo 3 Bajo 3 Sobre 4 (borde infe-| Sobre 3 Sobre 3 rior; ver figura 402) | Bajo 2 Bajo 2 Bajo 3 Sobre 3 Fig. Ne 409, Fig. Ne 410, Sobre 3 Bajo 3 Sobre 3 Bajo 3 Sobre 3 Bajo 3 Sobre 4 Y, al esconder ef ex- tremo sobrante con Ia direc- cién que Ievaba, queda el pasador concluido, una sortija que ya explicaré y en ella haré ‘men completarin con un solo pasador (Cay), la figura 398) Bajo 4 Sobre 3 Bajo 3 Sobre 3 Bajo 3 — 307 — Fic. Ne 408 i inacié: atro veces aumen- Fig, No 408, — Cofa de rienda con su terminacién, eu : tein bole pop tn al puuice Cay AY nde sds sprecirs i ij los das yuxtaput 7 ‘ituida por seis sortijas de dos pasa Dp a ter enactamente Ia mitad del “pasador barquero de triple armadura”, (2) Seis (Arcane), — 309 — Tot @ Fig. Ne 413. (borde inferior) 3 z Sobre 2 Bajo 1 PASADORES “PLUMA” Pasadas intermedias, Sobre 1 (Pasador de vuelta y media) Bajo 2 Sobre 1 Bajo ~8: Sobre 1 Bajo Se comienza con Ia armadura del “pa- Ba Ney sador de vuelta y media” Ia explicado en el libro “Trenzas gauchas” desde la figue ra N@ 139 (inclusive), hasta la figura fn. _N? 147 y, con la pequefia diferencia en maa a esta figura que, donde dice Bajo 2, en a esa altima puntada deberd decir Sobre3, say como se podré observar claramente en Fig. Ne 414 (borde: superior: la figura Ne 411. Sobre 2 Al haber pasado sobre 3, habré terminado la armadura y daré comienzo Bug. or consiguiente al retejido, Pasadas intermedias. Sobre 2 Bajo 1 Bajo 2 Pasadas intermedias. ot Sobre 1 Sobre 2 Fic. No 414 Bajo 1 Bajo 2 Sobre 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 1 Fig. Ne 415 (borde inferior) Fig. Ne 412, ‘salve? Sobre 2 Bajo 1 Bajo 1 Pasadas intermedias Pasadas intermedias. ee, 2 io at i Sobre 1 Bajo 1 Sobre 2 Sobre 1 Bajo 2 Fic, Ne 412 Bile 2 Fic. No 415 — 310 — Fig. Ne 416 (borde superior) Sobre 2 Bajo 2 Pasadas intermedias. Sobre 2 Bajo 2 Sobre 1 Bajo 2 Fic. No 416 Baie 3 Fig. Ne 417 (borde inferior) Sobre 2 Bajo 2 Pasadas intermedias. Sobre 2 Bajo 2 Sobre 1 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Fic, No 417 Fig. No 418 (borde superior) Sobre 3 Bajo 2 Pasadas intermedias. Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Fro, Ne 418 sores a wall) 2, caso idiendo: el extremo en el totter” da oh Pine = Berfectamente terminado el pasador puma que nos hablamos propuesto — 3 PASADOR PLUMA DE DOS VUELTAS Este bonito adorno en el apero gaucho es usado en combinacién con la sortija retejida, Para hacerlo, nos sera suficiente con empezar con la “armadura del pasador barquero” desde Ia figura Ne 375 hasta la figura Ne 382 inclusive, De alli en adelante nos bastard con seguir paso a paso 1a siguiente anotacién, para obtener el retejido buscado. Fic, No 419 Fig. Ne 419, — Pasador pluma de vuelta y media, debidamente ajus- tado. —312— — 313 — Bajo 2 Sobre 2 ss ct Retejide del pasador pluma de dos vueltas one Sobre 3 (borde superior. figu- ajo ra Ne 418) Sobre 3 (borde inferior, ver Sobre 1 a Bajo 2 een one 4 Sobre 2 (borde inferior, figu- Soret = a sesh me! Bajo 1 Sobre 2 (borde superior, figu- one 2 Bajo Scbee ° p Sobre Baio 1 apa Baio 2 Bajo 2 Sobre 1 Bajo 2 sone) Sobre 2 Bajo 1 Bajo 2 ee Bajo 2 Sobre 1 Sobre 1 beige Sobre 2 : Bajo 1 Bajo 1 Sobre 1 Bajo 4 (contando a ta guia). Sobre 1 Sobre 2 “ Bajo 1 Bajo 2 & terminado el pasador de dos vueltas. La tmica mee: «Eee er ee jo Pasadas intermedias. Sobre 2 tercio mis largo que aquél. Bajo 1 Bajo 2 Sobre 1 Sobre 2 (borde inferior, figu- Bajo 2 ra, No 413) Sobre 1 Bajo 1 Bajo 1 Sobre 2 Sobre 1 Bajo 2 Bajo 2 Sobre 1 aoa Sobre 1 Bajo 1 Bajo 1 Sobre 2 Sobre 1 Bajo 2 Bajo 2 Sobre 1 Sobre 2 (borde inferior, figu- Bajo 1 ra Ne 413) Sobre 2 Bajo 1 Bajo 2 Pasadas intermedias. Sobre 2 (borde superior, figu- Sobre 1 ra Ne 416) Bajo 2 Bajo 2 Sobre 1 Sobre 2 Bajo 1 Bajo 2 Sobre 1 Sobre 1 Bajo 2 Bajo 2 — 314 — COCUELA Para confeccionar este pequefio pasador, habré que construir_prime- ramente su armadura, que no es otra que la del “pasador de vuelta y media” que conocimos en el libro “Trenzas gauchas” en la pagina 101, Dicha armadura comenzé en fa figura 139 y termin6 en la 147 inclusive, menos Ia iiltima puntada de esta iltima figura que dice: “Bajo 2”, Pues en Ja labor que nos ocupa, seré: Bajo 1, desde el momento que comienza el retejido y, al hacerlo, lo haré a la derecha y a la par de la guia. Ver figura No 397. Formacién de pares. Sobre 1 Sobre 1 Bajo 2 Bajo 1 Sobre 2, bajo 2 (borde infe- Sobre 1 rior) Bajo 1 Sobre 1 Sobre 1 Bajo 2 Bajo 1 Sobre 2 Sobre 1, bajo 2 (borde supe- Bajo 1 rior) Sobre 1 Sobre 1 Bajo 2 Bajo 1 Sobre 2, bajo 2 (borde supe- Sobre 2 rior) Bajo 1 Sobre 2 Sobre 1 Bajo 2 Bajo 1 Sobre 2 Sobre 2, bajo 2. (borde infe- Bajo 1 rior) Sobre 2 Sobre 1 Bajo 2 Bajo 1 Sobre 2, bajo 2 (borde infe- Sobre 2 rior) Bajo 1 Sobre 2 Sobre 1 Bajo 2 Bajo 1 Sobre 2 Sobre 2, bajo 2 (borde supe- Bajo 1 rior) Sobre 2 Sobre 1 Bajo 2 Bajo 2 Sobre 2, bajo 3 (borde supe- Sobre 2 rior) Bajo 1 Sobre 2 — 35 — Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 (borde inferior) Aqui hemos terminado la formacién de pares. Veamos su separacién: Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 3, bajo 3 (borde supe- rior) Sobre 2 Bajo 2 Sobre 3 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 4, bajo 3 (borde supe- rior) Sobre 2 Bajo 2 Sobre 3 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 2 Sobre 4, bajo 3 (borde supe- rior) Sobre 2 Bajo 3 Sobre 3 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 3 Sobre 4, bajo 3 (borde infe~ rior) Sobre 2 Bajo 3 Sobre 3 Bajo 2 Sobre 2 Bajo 3 Sobre 4, bajo 3 (borde supe- rior) Sobre 3 Bajo 3 Sobre 3 Bajo 2 Sobre 3 jo 3 oe 4, bajo 3. (borde infe- rior) Sobre 3 Bajo 3 Sobre 3 Bajo 2 Sobre 3 Bajo 3 Sobre 4, bajo 4 (borde supe- rior) Sobre 3 Bajo 3 Sobre 3 Bajo 3 Sobre 3 Bajo 3 Sobre 4, y escondiendo la ex- tremidad bajo la guia, ob- tendremos el pasador de- seado, tote gasador wna vee terminado, presenta el, mismo aapesto_ ave NOTA, — tat, parades wnt Cine ference que aquél we encuentra con SEIS OM is Fae wo oe cme — 316 — CULA Este pasador que aqui presento, ofrece el mismo aspecto que el que hhemos visto en la figura 408, pero, con la diferencia de que aquél se hallaba constituldo de seis sortijas y éste s6lo de tres. Hacen, tanto uno ‘como otro, juego con el “barquero”, sirviendo por consiguiente, el que estamos tratando, para ser empleado como revestido de sortija o como “bomba”, simplemente. Se comienza con la armadura del pasador de una vuelta con un rete: jido de armadura, es decir, desde 1a figura 279 a la 286, del libro “El cuarto de las sogas”. Luego se deberin formar los pares, siguiendo a Ja guia y a su derecha. Ver figura No 397. Y continuar después con Ia anotacién dada al pie: Bajo 1, sobre 1 Sobre 1, bajo 2 -Bajo 1, sobre 1 Sobre 2, bajo 2 Bajo 1 Sobre 2, bajo 2 (borde inferior) Sobre 1, bajo 2 (borde superior) Sobre 1, bajo 2 Sobre 1, bajo 1 Sobre 2, bajo 2 Sobre 1, bajo 1 Sobre 2, bajo 2 (borde superior) Sobre 2, bajo 2 (borde inferior. Sobre 2, bajo 2 EI segundo es 1a guia). Sobre 2, bajo 2 Sobre 1, bajo 1 Sobre 2, bajo 2 (borde inferior) Sobre 1, bajo 1 Sobre 2, bajo 2 Sobre 2, bajo 2 (borde superior) Sobre 2, bajo 2 Sobre 1, bajo 1 Sobre 2, bajo 3 (borde superior) Sobre 1, bajo 2 Sobre 2, bajo 2 Sobre 2, bajo 2 (borde inferior) Sobre 2, bajo 2 Sobre 1, bajo 1 Sobre 3 (contando la guia) Sobre 1, bajo 2 Bajo 3 (separando a los pates, Sobre 2, bajo 2 (borde superior) Ver figura No 400) Sobre 1, bajo 1 Sobre 2, bajo 2 Sobre 2, bajo 2 Sobre 2, bajo 2 Sobre 2, bajo 2 (borde inferior) Sobre 3, bajo 3 (borde superior) Sobre 1, bajo 1 Sobre 2, bajo 2 Sobre 2, bajo 2 Sobre 2, bajo 2 Sobre 2, bajo 2 (borde superior) Sobre 4, bajo 3 (borde inferior) — 37 — Sobre 2, bajo 2 Sobre 2, bajo 2 A Sobre 4, bajo 3 (borde superior) Sobre 2, bajo 2 Sobre 2, bajo 3 Sobre 4, bajo 3 (borde inferior) Sobre 2, bajo 2 Sobre 2, bajo 3 ; Sobre 4, bajo 3 (borde superior) Sobre 2, bajo 2 Sobre 3, bajo 3 . Sobre 4, bajo 3 (borde inferior) Sobre 2, bajo 2 Sobre 3, bajo 3 Sobre 4, bajo 3 (borde superior) Sobre 2, bajo 3 Sobre 3, bajo 3 Sobré 4, bajo 3 (borde inferior) Sobre 2, bajo 3 Sobre 3, bajo 3 Sobre 4, bajo 3 (borde superior) Sobre 3, bajo 3 Sobre 3, bajo 3 Sobre 4, bajo 3 (borde inferior. Ver figura Ne 402, Sobre 3, bajo 3 Sobre 3, bajo 3 Sobre 4, bajo 4 (borde superior) Sobre 3, bajo 3 Sobre 3, bajo 3, sobre 4 y, es- condiendo el extremo, obtendre- mos el pasador deseado. SEGUNDA LECCION REMATES =o REMATES EN ESLABONES Y ARGOLLAS Este remate ha sido y es usado en Ia confeccién de tiros y en la Fic, Ne 421 yapa de los torzales o lazos de elementos retorcidos, como as{ en las argollas de los mismos. Se comienza como podremos ver en Ia figura N° 420, colocando cabal- gados los tientos en el eslabén, EI tiento (M) por el momento no tejerd. Sélo los dos restantes lo hardn y seré como lo indica Ja figura Ne 421. NOTA. — He presentado el caso de tres elementos, Si fueran cuatro, se dejaria otra tiento a la par del tiento (M) que en la figura 421 quedé sin sombrear y lo seguirh en todas sus pasadas. Si fueran dos, cada uno de ellos se dividird y se rerolveré el caso como en el de cuatro, y si fuera uno (los lazos chilenos) ya veremos mis adelante emo se deberi hacer (ver figura 427). Al continuar marchando (siem- pre el tiento M), abrazaré a la argolla. Y pasara bajo uno, como lo indica ta flecha de Ja figura Ne 423, Ajustados debidamente los dos tientos que corrian juntos en las pasadas anteriores, tomaremos el tiento (M) y, pasando sobre dos, y dando media vuelta al eslabén, Jo haremos pasar bajo dos, como To vemos en la figura No 423, Fic, No 423 Fig. 425. — Visto de atrés con relacin a la figura anterior. — 33 — Ajustado (M) (que deberdn quedar como se ven en la figura ‘No 424) se comenzaré por iniciar el entrelazamiento de los tres tientos con los ramales del torzal. Pasaran bajo uno, sobre uno, etc., alternadamente. Ver fig. Ne 425. Fic, Ne 425 = 35 = REMATE EN LOS LAZOS CHILENOS En los lazos Hamados “chilenos", es decir, en aquellos en que un solo tiento lo constituyen, la atadura a la argolla se debera hacer como lo demuestra la figura adjunta. Para cllo nos sera suficiente con observar el grabado y seguir la trayectoria marcada con las flechas por su orden (a, b,c). Dos pequefias incisiones al dar pasada al tiento, lo aprisionarin y disimularn su extremo libre. — 327 — Hecho el nudo de espuclas, se deberé trabar las anteriores pun- tadas, El tiento (a) penetraré y haré el recorrido que marca la REMATE EN SORTIJA SIMPLE flecha (b). Figura Ne 429, Fig. No 428. — Aprisionada la argolla como lo indica la figura No 428, se continuaré con un nudo de espuelas hacia arriba, (b) abrazaré a (a); (c) a (b); ete. Fig. Nv 430. — Aspecto que debera ofrecer 1a labor terminada, REMATE PARA REVESTIDOS Fic. Ne 431 Este mismo remate que acabamos de ver en las anteriores paginas, puede usarse en todos los casos presentados en Ia cuarta leccién de “Trenzas Gauchas”, Revestidos. Se comeinza por un nudo de espuelas para arriba (fig. N° 428), y la traba como en la (fig. N? 429). Ahora, pueden los tientos cortarse como en el caso de la (fig. 430) 0, hacer con cada tiento, un par de puntadas como si fuera una costura sobre el revestido, (Fig. Ne 316 del “Cuarto de las Sogas”,) y cortar los sobrantes. También he visto este misma emate en la terminacién 0 escondida de los tientos al finalizar los chalais sin trenzas. Be ee REMATE EN TRENZA DE UNO En realidad, las figuras (432, 433, 434 y 435) ilustran sobre la con- feccién de una trenza que no expliqué en el capitulo correspondiente a cllas, porque a pesar de ser una de tales, no ~ trons antiguas Fic, No 432 mis que bajo la forma de simples remates, o cubriendo la parte riistica de labores delicadas, donde es necesaria su presencia para un acabado perfecto, embargo, actualmente, he tenido ocasién de admirarlo, en pulsera- clojes, supliendo a las mil maravillas la correa de talabarteria, 0, el fino moaré. Las figuras (432 y 433) no necesitan explicacién por su claridad. Y (434), nos muestra Ia manera de ir y volvér en los bordes, el tiento finico que teje al dar sus puntadas. Como se comprenderd, al confeccionar la presente trenza, el nimero de vueltas iniciales (fig. 432) nos daré — 390 — — 31 — Ja anchura de la misma y hasta su nombre, Esta que me sirve de ilustra- Fig. Ne 436, — Trozo de un cabo de rebenque, donde vemos: tbs eve cunt, fermen por Toft otras aes: eden ong tudinales, 1. Remate en trenza de uno (cubriendo Jos extremos que han for- mado Ja enlazada de la manija, junto a la argolla). En (432, 433 y 434), la trenza arranca de un clavo, por iniciarla de un soporte cualquiera, 2. Sortija doble, aprisionando la manija y ofreciendo sus bordes supe- riores para arranque y terminacién de dicha trenza. 3-y 4. Manija confeccionada con una trenza de trece (cuadrilonga). Fic. Nei3s 5, Tejido de alezna. 6. Remate en trenza de uno, que acabamos de estudiar. _En (435), comienza del borde de una fonja, a la cual se te ha hecho 7. Sortija que ofrece sus bordes para arranque y terminacién del cinco hendiduras. remate que nos ocupa. —~ 332 - REMATE DE LAS YAPAS Sabemos que la yapa en los lazos, es Ia parte entre la argolla ye resto del trenzado. Generalmente se hace de dos o tres brazadas de largo con un doble objeto. Uno de ellos es el de darle mayor peso en Ia extre- midad libre, para que su desliza- miento en el aire se haga con per- fecta soltura, y el otro, ofrecer mayor resistencia en la zona que sufriré mas intensamente las pre- siones al cerrarse el mismo sobre el animal elegido. La yapa, por consiguiente, deberd ser mis grue- sa que el resto de la trenza. Si el lazo es de cuatro tientos, Ia yapa sera de seis. En la figura No 437 vemos que los cuatro tientos de fa trenza al llegar al ojal (d) de la yapa, vuelven sobre si y se retejen. De la forma que lo ha hecho el tiento (c), to habrin hecho anteriormente los tres res- tantes. Las fechas (b y a) indican por orden, las dos vueltas que aiin Podria dar el tiento (c), que he dejado sin ajustar, para_mejor comprensién del que me siguiera en esta labor. Fic, Ne 437 Fic, Ne 438 Fig. Ne 438, — Remate de la yapa, perfectamente ajustado. tomado de 0 ents, Jc tamado de cjemple un remate de cstro tenon, per, de {oN be Ihetho tte, podrh hacer de cantauier nimero ds que sea sobre un trenzado. REMATE DE CADENETAS Fic. Ne 439 Soe Querian ocultar ta parte de la lonja que aprisionaba a una 3 = ae 2 mee lo hacian por medio de cadenetas, exactamente i efectuadas por las mujeres, F ee sk ijeres, en sus labores de lana y aguja En Ia figura Ne 439 vemos que el tiento que formard Ia cadena, ha ido trabado a la lonja por una simple lazada a un ojal, hecho a expeasas pl de la epidermis de ta misma, — 335 — Luego de hacer dos tres pasadas o eslabones diriamos, se trabard Ja cadena por otro ojal, y asi, hasta abarcar toda la extensién deseada. Esta cadena se habra hecho casi en el borde de Ia lonja, es decir, siguiendo la linea (OP), Hecha ésta, se debera hacer la segunda, semejante en un Fic. Ne 440 todo a la efectuada, pero, en el borde opuesto (MN). Y por iiltimo, se hardn después, tantas cadenetas como sean necesarias para cubrir el ancho de la lonja, Estas Ievardn solamente dos trabas. Una al iniciar y otra al terminar las cadenas, Para cubrir los arranques y finales de los tientos se efectuaré una sortija (a y b) de la figura Ne 440. TERCERA LECCION — 339 — INGERIDURA DE UNO Esta ingeridura se empled antiguamente para unir las lonjas de las coyundas, es decir, 1a soga que servia para uncir los bueyes al yugo. Sin menoseabo de prestarse en Ta actualidad, en la restauracién de los fuertes tiros de los maneadores de “cogote”, en el amanse de potros cerriles, sin sufrir lo mas minimo en su resistencia, ni ofreces molestos burujones en su costura, Fig, No 441, — En esta figura pueden observarse los dos trozus bifidamente pre- parados del mancador, por ejemplo, a com- poner. Deberain accrearse hasta tocarse los Fic, No 441 dos arranques en las respectivas bifurcacio- nes (O con M). Las lengiietas (a, b) de una parte y (c, d) de otra, convenientemen- te rebajadas en su espesor y conservando su orientacién natural, comenzarin a pasarse de arriba a abajo y de abajo a arriba, y asi sucesivamente, hasta recorrer un tra- yecto de 6 6 7 centitnetros por cada una. Fig. Ne 442. — Aqui podra verse un lado cosido y otro por coser, demostrando clara- mente su facil procedimiento. — 40 — INGERIDURAS DE TORZALES DE UN ELEMENTO Estos torzales Mamados en la actualidad torcidos o retorcidos, emplea- dos en Ia confeccién de lazos (1) 0 boleadoras, se ingerfan de a misma manera que los torzales de dos elementos, que mis adelante veremos, Para Jo cual era necesario dividir cada trozo en dos en lo referente a anchura. Colocar un suplemento y hacer una trenza de cuatro y de alli continuar exactamente a lo expresado. Habia casos en que el torcido era de poca anchura y no tenia por con siguiente la suficiente resistencia para sufrir la incisién, como solia observarse en algunos ramales de boleadoras de avestruz, haciéndose entonces Ia ingeridura de una forma més simple, como Io era la de reunir los cabos con una simple enlazada a modo de eslabsn de cadena ¥ cubrirla perfectamente con una armadura del pasador barquero, que més adclante veremos, previamente redondeada, con el pie contra el suelo a manera de rodillo. (2) Latog lamados Chilenos en et Sud de la provincia de Buenos Aires y que fueron traidos probablemente por los indios araucanos en aus birberas corserine, asolando dicha regién, —Hi— INGERIDURAS DE TORZALES DE DOS ELEMENTOS Para ingerir torzales de dos clementos, el gaucho destrenzé unos 15 centimetros de cada trozo (previamente humedecidos y planchados a lomo de cuchillo) y, en uno de ellos (A, por ejemplo), intercalé un suplemento, es decir, un tercer tiento del gro- sor y anchura equivalente a los anteriores, tal sea (M, N) como nos lo ensefia la figura No 443. Efectuado esto, confeccioné una vulgar trenza de cuatro, redonda (ver figuras 25 y 26 del libro). Fis, No 443 Fig. Ne 443, — Manera de ini- ciar la trenza de cuatro, El tiento (M) deber hacer el recorrido marcado por la flecha y (N), yendo por detrés del trenzado, cubriendo a (M) en su nueva po- sicién, etc. Fic, No 444 “Trenzas Gauchas") y que para poder conocer su manera de empezarla, envio al lector a la explicacién de la figu- ra Ne 443, Hecha la antedicha trenza de cuatro (fig. N° 444) de unos diez 0 quince centime- tros en el trozo (A) y sin perder la orientacién de los tientos (fig. Ne 445) acercd + el trozo (B) del torzal a in- gerir, y tomando uno de los dos elementos, fe hizo Mlevar el trayecto de una de las ramas del suplemento, a medida que a éste lo extraia, Por ejem- plo: destrenz6 dos puntadas de (N) y pasé por esas dos puntadas a (O). Lucgo otras dos que (O) siempre siguié, y asi, hasta llegar a (P) de la figura Ne 444, punto de arran- que del suplemento. Al tiento (X) le hizo mar- char de igual forma que a su compafiero (O), es decir, si- guiendo a (M) hasta retirarlo en su dltima puntada, al su- plemento, que de nada le ser- Fic. No 445 viria ya. NOTA, — No elvidar que ctor trajos deten hacerse exeramenteajutades ntaon con agua jabonosa, EI gracho suas salva, ifiitomente superior 21s preconizada por mi, yor tra sinplisina rasée, Con la saliva ge ajst eel site tren ae tc bp « turn tae ater, hme si no t= reajuate, En cambio cl jabn ee paligroe, porque ewer e ce el en Precisamente donde no era necesario. “— = BB INGERIDURAS DE TORZALES DE TRES ELEMENTOS (de tres hebras 0 tres tientos, Hamados comianmente) En Ja actualidad suelen verse estas ingeriduras en las piolas de céfiamo que por una extrafia irrisién, en el pais del cuero, se va generalizando debido quizis, a las corrientes inmigratorias que desconocen las conve- niencias y ventajas aparte del manipuleo en el arte autéctono del trenzado. Cuando estos torzales reventaban por violentas tracciones, “ingi doles” volvian a servir, aunque no ya para trabajos delicados. En Ia figura Ne 446 se observa que el cabo (x) se destrenza en su extremidad y aparecen por consiguiente tres elementos (M, N, 0). Con (Z) ocurre fo mismo. Y (a, b, c) al acercarse los cabos mencio- nados lo mas aproximadamente posible, intercalan a cada uno de aquéllos. En la figura Ne 447, 0 sea la segunda maniobra, podremos ver cl comienzo de la traba. (O) pasa por debajo de (a) en el punto que marca la alezna. (M) por debajo de (b) en el punto sefialado con un (1) y, conservando In tai direccién de 1a alezua, de Ja anterior pasada, Y (N) debajo de (c), punto (2). ‘Los tientos (a, b y c) lo harén en igual forma, es decir, caminando cen sentido espiral y diametralmente opuesto al del cabo o grueso originario Fic. No 448 ¥, pasando por debajo de uno y arriba de otro, hasta completar cuatro o cinco vueltas de puntadas integras, por cada lote de tres tientos que teje. — 45 — Efectuada fa unién y ajustados convenientemente fos tientos, se coloca el todo sobre una superficie lisa, ya sea una piedra o una madera y con el pie se Je presiona, haciendo rodillo con un movimiento de vaivén hasta dejarla completamente cilindrica. Después de usada en dos o tres ocasiones, buscando el ceffido natural, se cortan los sobrantes dejando un par de centimetros para evitar que se deshaga alguna de las puntadas, Explicacién de la figura Ne 448: (a) pasa sobre uno, bajo uno, como indica Ia flecha (2). (b) bajo uno, sobre uno, ete, como sefiala a flecha (1). (c) avanzaré a semejanza de éstos. (P) y (R), flechas que marcan el avance espiral de los tientos al seguir cruzando invariablemente, bajo uno, sobre uno o vice-versa. Con cuatro cinco vueltas, como ya he dicho anteriormente, por cada lote de tres tientos, seré mis que suficiente para dejar terminada la “ingeri- dura”, con el maximo de resistencia a la par de hallarse perfectamente disimutada la unién de los elementos o hebras, como le Ilamé el gaucho. TORZALES DE CUATRO Y CINCO ELEMENTOS Para ingerirlos se procederd como en este caso de tres que acabo de explicar. INGERIDURA DE LA TRENZA DE CUATRO, REDONDA Se destrenzan los dos trozos, unos 20 centimetros cada uno, Se hume- decen un poco los tientos, para borrar las anteriores impresiones del tren- Fis. Ne 449 zado. Se rebajan a cuchillo en espesor los elementos, volviendo a tren- zarse un poco flojos. Se preparan los cabos a manera de la figura Ne 449, es decir, separado de dos en dos, cruzindose como si mantuvieran la posicién del trenzado. — 47 — Se acerean los dos cabos intercalandose los elementos por una y otra parte, habiendo observado previamente, la direccién de los tientos que debe ser la misma en ambos trozos (esto es facil, puesto que siempre hay un tiento mas grueso o mas delgado que los otros o algiin otro detalle que lo identifique con exactitud, en los dos trozos a unir, para que, al hacer Ia “ingeridura” sea la prolongacin de otro). Fig, Ne 450, — Al acercarse los cabos como anteriormente expliqué, y haberse buscado el encnentro de cada uno de los tientos cortados, haciéndolos correr a la par, tendremos la labor ofreciendo un aspecto semejante al de la presente figura. Fi, No 450 (dy F) Son dos extremos que antes de trozarse la trenza constituian tun solo elemento. Lo mismo ocurre con (A y M) y el resto de tientos que han quedado en la parte posterior. Por consiguiente, para hallar la unién o ingeridura habré que hacerles seguir el mismo trayecto que trae su opitesto. Por ejemplo, a (A) el que traia (M), pasando bajo (B), etc. (OM) seguiré 1a direccién de (A), pasando bajo (IK), etc. De igual manera se proceder4 con los restantes tientos, hasta completar un retejido de unos diez centimetros por cada lado (1). Efectuada ta primera vuelta, habiame olvidado en decirlo, habrinse ajustado todo lo més posible y uno por uno los elementos, para que la labor resultare perfecta. Después de redondedrsele, se habra tenido la precaucién de empledrsele en dos o tres ocasiones (buscando el cefiido natural) antes de cortarle los excedentes a un centimetro de 1a prenda ingerida. (1) Pero perdiendo cada uno de metros uno de otro, escalonades, 1s tres tientos por trozo de trenza a 5 centi: evitar los burajones.

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