bicicleta suspendida en la suave brisa de lo que, crea, era la lucidez ms extrema, y se desbarranc. Tendido en el crter se pregunt cundo haba realmente visto, si cuando crea ver o ahora que se asuma como ciego. Y lo peor de todo: el mientras tanto; cmo demonios hara para transitar el mientras tanto desde su crter? Estaba ciego o alguien haba apagado la luz? Esto no est resultando. Nada est resultando. Quin es quien lee los pensamientos y los devuelve bajo la inocente forma de casualidades? Quin controla el clima? El ciego se revolvi en el crter y logr, finalmente, quedar sentado. Le dola el alma, si es que en algn lado le quedaba algo parecido a un alma. Su mente no paraba de intentar explicaciones para su pasado. El futuro? Envuelto en tinieblas. El presente? Tambin. Cmo aplicar soluciones retroactivas, una vez aprendida la leccin? Cmo ser otro, ante la imposibilidad de dejar de ser quien se es? Sentado, pensaba: Hasta aqu llegu y, sin embargo, sigo. La pregunta es: cmo? Ciego al fin, tena la imaginacin necesaria para vislumbrar hiptesis demonacamante paranoicas, hiptesis para las cuales no era ms que un sobrante, en cualquiera de los contextos que quisiera plantearse. Entenda que la mejor opcin lo acobardaba ms que lo que quera admitir. Abrumado por el dolor, volvi a acostarse, cuan largo era, en el crter.