Está en la página 1de 9
Contar cuentos Desde la practica hacia la teoria Ana Padovani Cémo contar cuentos 147 EL TRABAJO CON LAS IMAGENES Este trabajo sera la Have de apertura para entrar en el interior del cuento. Todo texto implica un mundo en el que es necesario penetrar para “vivir” la historia, el lugar, las circunstancias, y desde ese niicleo transmitirla. Convendra hacerlo con todos los sentidos, no solamente con la vista y el ofdo, que son aquellos a los que estamos mas habituados, sino con los olores, los sabores, el tacto, Consecuentemente con las imagenes habré que estar atento alas emociones que se movilizan en el narrador: cuanto mas profundas sean, mejor recepci6n tendrn en el oyente. No se trata de “proponerse hacer sentir algo a otro”, sino de que el narrador lo vivencie profundamente, pues eso es lo que naturalmente se transmite y se recibe. Por lo tanto es importante visualizar, entrar en el mundo del cuento, hacerse un es i icarse y desde el cual, o “dentro” del cual, se va “viviendo” la accién que se est comunicando, No importa tanto estar deseoso por lograr un fin, como por gozar con el proceso, lo demas viene solo, tal vez precisamente porque no se lo propone deliberadamente. De alli la importancia de la eleccién personal de los textos Por el compromiso emocional que se pone en juego. No se puede hacer reir sino con aquello que causa gracia, ni hacer Horar sino con aquello que conmueve, ni provocar miedo sino con los propios fantasmas que atemorizan. El narrador y el puiblico no imaginan lo mismo. Uno de los méritos de la narraci6n consiste precisamente en actuar como disparador de las propias imagenes y no cercenar posibilidades; cada uno tendré las suyas, su “archivo personal”, al decir de Daniel Mato. Tal vez por eso se considera la imagen del abuelo como la del narrador por antonomasia: la edad y la vida lo han enriquecido y le han dado sabidurfa. Y aunque quien se decide a narrar no necesita esperar el paso del tiempo para hacerlo, deberfa considerar que son sumundo interior, sus experiencias, sus ideas, sus lecturas, sus imagenes, los que se ponen en juego a la hora de contar, aunque no haga una especial referencia a ellas. No deberia escatimar por ello en absorber todas las posibilidades que abren la conciencia y enriquecen el coraz6n. A los docentes se les sugiere trabajar muy especialmente este specto. Sabido es que los nifios son especialmente afectos al juego de la imaginacién Y por su mismo desarrollo evolutivo viven inmersos en ella. Sera tarea del 148 CONTAR CUENTOS maestro preservar su riqueza y contribuir a su desarrollo. En este sentido tanto Ia lectura como la narracién oral son eficaces colaboradores porque ayudan a desplegar la fantasia, a ver con los “ojos del alma” a través de las imagenes auditivas y no solamente de las visuales, tal como pareceria queen este momento se tiende a jerarquizar. Por eso puede ser interesante pedira los alumnos que cada uno evoque todo lo que el texto le suscita y le “hace ver", {al como si asistiera a la proyeccién de una pelicula; esto contribuird a Propiciar y estimular la creacién de nuevas imagenes. Para esto parecen mas Propicias las historias con accién y descripciones. No obstante ésa no deberfa Constituirse en una estrategia tinica. También puede ser bueno alternar con otro lipo de cuentos que apelen a las emociones y queden resonando en el alma. Siguiendo con el proceso que estamos describiendo puede ser titil tomar cada secuencia e imaginarse dentro de ella, como ese narrador omnisciente que todo lo ve y sabe, sintiendo lo mismo que el personaje, viendo, oliendo ¥ oyendo lo mismo que él, reparando hasta en el menar detalle, si hay otro Personaje hacerlo luego desde él y asf con cada secuencia, En este sentido el narrador debe desarrollar su capacidad de observaci6n: si tiene un personaje con determinadas caracteristicas puede buscar a su alrededor alguien que se le parezca y repararen cada detalle: cémo habla, como camina,eémo piensa, observar su ritmo, sus expresiones, Es importante tener en cuenta que el narrador, adiferencia del actor, no desarrolla personajesen profundidad, sino con una pintura rpida, con un detalle suficiente para evocar Transcribiremos aqui, por considerarlos conceptos igualmente vélidos para la narracion oral, 1a opini6n de un gran escritore “imaginador”, Michael Ende, quien cuando se le pregunté qué tenia en cuenta al escribir un relato contest: Imaginar con gran exactitud todo lo que quiero contar y describit, representan- dolo tan exactamente que uno lo vea en la imaginacidn hasta en sus menores detalles. Eso no quiere decir que haya que describir todos esos detalles, Cuando se hace la descripeién basta con limitarse a lo esenc ial, lo caracteristico. O sea, hay que imaginarse “mucho més” de lo que hay después en el texto escrito. ¥ sin embargo, de una manera misteriosa, esa representaci6n exacta se transmite después al lector. Yo eseribf una vez una historia que tiene lugar en una zapateria. Un amigo que la habia lefdo pudo describirme después con toda exactitud esa zapaterfa: dénde estaban la puerta, la caja, la fila de sillas para probarse los zapatos... Todo coincidfa exactamente con que yo habia Como ce.siar cuentos 149 tenido ante méal escribir, aunque en la historia no se habia descrito nada de eso (Ende, 1996, pag. 8). A CONTAR Una vez que se ha practicado todo esto (o sea cuando se tienen claras las estructuras y secuencias de acciones y se encontraron las imagenes corres- pondientes) viene el paso siguiente, que es lisa y Hanamente comenzar a narrar el cuento, pero {dénde?, ;a quién?, ,e6mo? Aqui, como en todo, cada uno encontrara su propio sistema y estilo, aquello que le resulte més titil y apropiado. Puede ser contarlo solo, a otro, ala silla, al espejo, al grabador (si se resiste la impresién que al comienzo puede causar, dado que tales aparatos no captan los sonidos arménicos internos, 0 sea, el registro que cada uno tiene de su propia voz. Por eso produce despersonalizacién, se la oye como si fuera de otra persona y puede resultar desagradable). Para este proceso, como en todo, no hay una regla general; Daniel Mato, por ejemplo, sugiere escribir dos columnas, en la de 'aizquierda anotar las acciones principales y en la de la derecha los didlogos y/o detalles complementario Hay a quien le resulta titil reescribir todo el texto de acuerdo con |; adaptaciones que le practique (sobre todo si posee buena memoria visomottiz), nientras que otros preferirén apuntar la secuencia de acciones, y para otros bastard simplemente con escribiralgunas frases o palabras guia de la misma, Otros prefieren un nuevo guién que funcione como nexo entre la fuente original y la versi6n propia (que tratandose de cuentos literarios deberia tener en cuenta lo apuntado en cuanto a la preservacién del estilo del autor y su articulaci6n con el propio). Existe aquel a quien nada de esto lo beneficia, sino que necesita tan s6lo de la repeticidn oral (si posee buena memoria auditiva) y habré también quien invente su propio sistema. Este tiempo de estudio y preparacidn deberd ser desarrollado preferente- mente en soledad, con un puiblico imaginario, hasta lograr la mayor riqueza y fluidez del habla, amplificando y dimensionando la cotidianidad gestual hasta lograr toda la expresividad necesaria que la constituya en un hecho artistico. Estos primeros ensayos son un acto privado; es aconsejable no tener miedo de poner todo el cuerpo, de moverse y desplaizarse cuanto se quiera y necesite, auunque esto después no se reproduzca al narrarel cuento, se ganar 150 CONTAR CUENTOS en confianza, soltura y espontaneidad, Por eso es necesario contar con un espacio aislado donde sentirse solo y tranquilo, sin ninguna mirada que pueda entorpecer la sensacin de libertad y seguridad que debe primar. Margaret Read Mac Donald aconseja, en uno de sus libros, tomar una grabacién de audio del modo més casual posible después de que el cuento haya adquirido “forma” y guardarla hasta el aio proximo. Entonces volver a escucharla, pues puede ocurrir que més de una buena idea o invencion hayan sido olvidadas y perdidas doce meses después, si bien también pueden encontrarse cambios favorables. Con este proceso de sucesivas repeticiones se iré ganando en confianza yseiird logrando el “moldeado” que permitird llevar esta materia prima hasta Su punto justo. Cuando se practique este trabajo, que puede ser largo y/o arduo, si se esta bien instalado en el “centro” del cuento, es decir, si fluyen armoniosamente la emocién y la imaginaci6n, se verd cémo van apareciendo todos los “condimentos” que se requieren para hacer su escucha mas atrapante y su visién mas grata: las voces de los personajes, si fuesen hecesarias, los gestos, las onomatopeyas, el ritmo, las'pausas: se decidird si narrarlo de pie, sentado, 0 tal vez con algtin movimiento, etcétera. Lo importante al contarlo sucesivas veces, y especialmente si se tiene una actitud abierta y de juego, sera observar y registrar los recursos expresivos personales que van apareciendo, que tal vez ni se sospechaba tener, Ira apareciendo espontdneamente el estilo de cada uno y habra que estar atento para descubrirlo, para hacer uso de él o bien modificar aquello que no se considere pertinente. Asi, puede aparecer el exagerado, el mentiroso, el seductor, el gracioso, el dramiatico, etc. En este sentido son particularmente valiosos los cuentos tradicionales y las historias 0 anécdotas personales Porque permiten descubrir, potenciar y desplegarel narrador que cada unoes, EI medio rural, si bien ofrece relatos costumbristas, propone otros que despliegan lo magico o lo fantastico, con personajes miticos o remotos, y los centros urbanos también propician innumerables historias que podrfan reinventarse desde la personal 6ptica de cada narrador. Puede ser un buen Gjercicio para quien se propone contar cuentos, 0 bien para que el maestro Proponga a sus alumnos, transmitir una anécdota desplegando al maximo algunas de sus posibilidades, observando qué modo particular se tiene al hacerlo: ¢se exagera?, ,se dramatiza?, ;se pone humor?, ;picardia?, ;suspen- so?, {cuesta soltar la palabra?, se gesticula?, etcétera, En esto un indiscutido maestro es el ya mencionado Luis Landriscina, 151 Cémo contar cuentos quien toma anéedotas, chistes, dichos del habla popular y los “vl ie ne arma y estructura como cuentos con su observadora mirada ost a m describe las circunstancias con tal sabidurfa que es imposible no trasladars 2 a mento por él pintado. como hemos dicho, relatos de viajes 0 situaciones varias que no imple entrar en el mundo de la ficcién, sino limitarse a contar los sucesos, reales tal y como se desarrollaron cronolégicamente, Este puede ser un buen camino introductorio para en un segundo momento hacer intervenir la fantasia. Si estamos ante cuentos literarios habra que tener en cuenta su ae to particular. Una sugerencia puede ser que a medida que se a y om fe se vayaremitiendo paulatinamente al texto escrito, buscando} cat f ie a proximidad con el escritor, con su estilo para describir 0 exp ican oe expresar determinado sentimiento. Hay fra S ¥ gir0s que no pue ee dichos de otro modo, si se quiere transmitirel espiritu que lo origin6 yal Ee i (Por ejemplo una frase del cuento a a de ee ‘Hay un momento de jue la Hanura esta por decir algo... + Soran repararen as espuesas del auto, yaquelas ees efieaces convendr fijarlas para posteriormente repetirlas, La “asimilacion” del relato no significa su rigida memori: zacion, si por ésta se entiende la repeticién mecanica que quita espontaneidad y Mei interior, sino tener clara. la secuencia dramatica, una clara intuicién del sentido de la historia y un dominio de su forma literaria, respetando su espiritu y su estilo. a A propésito de este temaes interesante saberlo que dice Walter Ong Me el modo de memorizar de los antiguos transmisores de la oralidad, llamados, bardos o juglares: [...]el bardo que habré de recontar Ia historia que ha eseuchado #00) waa menudo prefiere esperar un dfa més o menos después de ofa, anes rea él mismo. Al aprender de memoria un texto escrito, el aplazamiento de st recitaci6n por lo general debilita e1 recuerdo. Un poeta oral no ene que tae textos ni con un marco textual. Necesta tiempo para permitirie ata historia adentarseen su propio acervo de temas yférmulas, tiempo paraidentificarsecon el relato. Al recordar y recontar la historia, no ha “aprendido de memoria”, o ningtin sentido literal, la disposicién métrica de'la versi6n del otro intérprete (Ong, 1996, pag. 65). 152 CONTAR CUENTOS Cuando se trata de un texto escrito suele ser motivo de temor para quienes se inician en la practica de contar cuentos, o quieren hacerlo, el que les “falle la memoria”. Conviene recordar que ésta no es una funcién aislada de la mente que opere s6lo mediante un esfuerzo mecdnico, y por tanto a veces puede fallar. La memoria existe en funcidn del deseo, es decir de la estructura unificante de la llamada personalidad, pero reconoce sus raices en lo inconsciente que la causa, De modo que si se esta bien instalado en lo que se desea hacer, no habré nada que temer, las imagenes fluirin sin esfuerzo ni duda. El memorizar algo supone siempre una necesidad o interés y ello lleva aconcentrar la atencién en lo que se quiere recordar, de modo que mantener la atencién concentrada es la primera condicién del registro. También es nes io tener en cuenta que la misma puede alterarse por cau circunstanciales que implican interferencias: interrupciones, distracciones, fatiga, ansiedad, depresi6n, euforia, represién, etc. Al narrar, la atencién deber ser “flotante”, o sea, dirigida tanto a lo que,se cuenta como a uno mismo, al pablico y a las miltiples circunstancias que rodean el acto, todo habré que capitalizarlo en funcién de lo central que es el cuento y que retine a todos en el mismo ritual. Es dificil plasmar en palabras un trabajo tan arduo y delicado como es la transmisi6n de la literatura, Nos remitiremos para ello a lo expresado por Mempo Giardinelli, eximio conocedor de estos temas. Aunque estos concep- tos estin dirigidos no a quien intenta contar un cuento sino a quien quiere escribirlo, consideramos que pueden ser aplicables a la narracién oral si tiene en cuenta que cambiar la forma pero no su sentido ultimo, Cada cuento requiere su propia manera de ser narrado. Siempre es ~debe ser— distinta, Jamés repito la experiencia de un texto porque cada vez me he contado cada cuento sobre Ja base de una imaginacién y un suefio diferentes. En este sentido la técnica es lo de menos, porque no me planteo un cuento como elaboracién técnica; no es por ese camino como voy a crearlo. Pero al mismo tiempo, esti presente la exigencia del dominio de la técnica literaria. El rigor en Ja practica de la revisidn y la correcci6n junto con el dominio de la graméttica, de las leyes de la sintaxis y la correcta exposici6n, obligan a sucesivas reescrituras. EL trabajo, el oficio, supera y mejora la espontaneidad. No creo en la espontanei- dad pura, tan celebrada titimamamente en América latina, y para muna excusa, generalmente, para encubrir las limitaciones, para disimular la impreparacién, 0 para no hacer tan evidentes las simplificaciones estéticas de algunos autores. Ademis, tampoco creo que el exceso de correccién mate la espontaneidad contrario, la correccidn sistematica, cuidadosa y purificadora, mejora y da brillo Cémo contar cuentos 153 aun cuento surgido esponténeamente. Si no, es sélo el bettin sobre el zapato, El brillo resulta si se trabaja con cuidado, con olfato, con paciencia, con dominio de las reglas del idioma. La correccidn, puesto que corregir significa mejorar un rumbo, nunca es excesiva en arte, como lo ensefiaron Alfonso Reyes y Borg entre otros (Giardinelli, 1992, pag. 34), Finalizando estas consideraciones citaremos a un gran narrador de cuentos, Ernest Hemingway, quien dijo: “El estilo es uno mismo. Un estilo cultivado serfa como una méscara. Yo creo que uno trabaja y se desarrolla; y cl estilo es una emanacién del propio ser” (Hemingway, 1989, pag. 3). ALGUNAS FORMULAS PARA COMENZAR Y TERMINAR LOS CUENTOS Habja una vez. Hace muchos aiios Erase que se era... En un viejo pais... Pues sefior... Aunque les cueste creerlo... Cierto dia... {Ustedes sabfan que. Allé por el aio. Hace mucho, mucho tiempo... En un lejano lugar... Este era un. Vivia una vez... En un pais muy lejano... No lo creeran pero ...y entonces el gallo canté y este cuento terminé, -y viruento, viruento, este cuento se lo llevé el viento, -y vivieron contentos y todos los dias se contaban cuentos. «-y los cuentos los Ileva el viento. colorado, colorin, este cuento Heg6 a su fin. esto es verdad y no miento y como me Io contaron lo cuento, 154 CONTAR CUENTOS ~-cuento contado de la chimenea al tejado, del tejado al pozo, para que 10 lo oyera ningtin mocoso. --¥ fueron felices y comieron perdices, y a mf me dieron con el hueso en [as narices. ~-y vivieron felices y comieron perdices, y a mf no me dieron porque yo 0 quise. +-SI supieran cuanto lo lamento, porque aqui se acabé el cuento. --Zapato limpio, zapato roto, otro dfa te cuento otro. --colorin, colorado, este cuento se ha acabado. DISTINTAS MANERAS DE CONTAR Lo que a continuaci6n se expondra se refiere tanto a los cuentos literarios como a los tradicionales. No creemos que exista, o por lo menos no deberfa existir, un modo tinico de narrar, en la medida en que se trata de una actividad mi personal y conectada con el descubrimiento de uno mismo, pro- fyndamente creadora y expresiva, para la que no hay recetas, Nos referiremos aqui a las posibles maneras que puede adoptar el ngtrador, © sea el emisor, al contar su cuento. Esta interpretacién no infenta establecer dogmas, sino un modo de registrar los hechos opservables, a) Fl narrador cuenta en tercera persona los sucesos ocurridos a otros, puede Ser omnisciente 0 testigo de acuerdo con el punto de vista que adopte y puede presentar variantes de acuerdo con el grado de involuctamiento emocional que adopte. b) Elnarrador cuenta en tercera persona pero haciendo intervenira los distin- os personajes, interpreténdolos en sus caracteristicas, ya sean vocales 0 gestuales (se produce lo que damos en Hamar “quiebres del discurso”: pasar de los personajes al narrador y viceversa). Acé el narrador puede ser omnisciente o testigo, y por momentos protagonista, segtin lo describimos en el capitulo destinado al andlisis del cuento literario. ¢) El narrador cuenta en primera persona, es protagonista. q) El narrador cuenta en tercera persona, pero con la intencién y la interpre- acion propias de la primera, 0 sea de los personajes. En este caso el narrador es omnisciente o testigo pero con la emocisn propia del narrador protagonista, Cémo contar cuentos 155 Como puede apreciarse, hay distintas posibilidades y elecciones pero consideramos que la narracién oral tiene algunas convenciones especificas. Una es que aun siendo el personaje el que cuenta, éste siempre deberia hacerlo al publico presente, no a otro personaje imaginario, para evitar un distanciamiento mayor con el auditorio, dado que la narraci6n, para ser tal, necesita frontalidad, de lo contrario se establece una cuarta pared que es propia del teatro. Otra convencién propia de la narraci6n de cuentos es hacerlo en tiempo pretérito, Si se lo hace en presente y dramatizando lo que se est viviendo en ese Momento, se constituird en un monélogo de caracter teatral. Esta es una distincién hecha solamente a los efectos de intentar conceptualizar los estilos, de ninguna manera implica una valoracién de otro orden, Cada cual lige su camino, pero sera bueno que sepa qué es lo que hace y por qué lo hace a fin de lograr mayor conviccién, eficacia y plenitud en su btisqueda. Una consideraci6n a tener en cuenta es el uso de los tiempos verbales. En los cuentos tradicionales se establece claramente la convencién que marca el estilo propio de los mismos utilizando en el comienzo el pretérito imperfecto. Por ejemplo: “Habia una vez un rey que tenia...” Al referirse a lasituacién puntual que contintia puede utilizarse el pretérito perfecto simple que es el mas habitual para el relato. Por ejemplo: “El rey subié a su caballo y cabalgé hi -” El pretérito perfecto simple ubica claramente en la situacién de pasado, en tanto que el presente histérico marca una densidad emocional diferente y puede ser ms adecuado para narrar anécdotas 0 hechosa los que no se les quiere dar distanciamiento espacial o temporal. Por ejemplo: “El choferbaja del auto, el policiase acerca, le pide documentos...” Por eso siempre sera interesante utilizar los verbos de acuerdo con el efecto que se quiera lograr, pero manteniendo siempre la misma forma verbal durante todo el transcurso del relato, si es que no se imponen dos para mantener la secuencia l6gica del mismo. No es ésta una premisa complicad: aunque lo parezca. Si se ha hecho una preparacién previa, estas indagaciones te6ricas fluiran adecuadamente y a la hora de contar cuentos lo que més importa es el compromiso emocional que entra en juego. En cuanto al modo de encarar personajes, hay marcadas diferencias respecto de lo que puede hacer un actor en el teatro. Como ya se dijo, el narrador oral no cuenta con tiempo suficiente para desarrollarlos; sus caracterizaciones son inmediatas, rapidas, no requieren trabajo de composi- 156 CONTAR CUENTOS, cidn, sino casi una pincelada, un trazo grueso. Esto implica una minorfa de recursos para lograr un efecto mas rotundo. / Por otro lado, el actor desarrolla un solo personaje durante toda su actuacién y el narrador, por el contrario, puede asumir sucesivamente varios Hay que tener en cuenta, ademéas, que los personajes de los cuentos son caracteres, no personalidades, de modo que en general no tienen contradic- ciones, facetas, matices, que puedan componerse y desplegarse como en el teatro, el cine o una novela. Con esto no se quiere significar que la caracterizacién ha de ser necesariamente gruesa, puede ser muy sutil, pero jempre es univoca. El empleo de estos recursos muchas veces es considerado “demasiado teatral” y ajeno a la esencia misma de la narraci6n, pero aqui es conveniente teneren cuenta la premisa basica de este trabajo: la entrega de lo mas genuino, Todo narrador deberfa ser consciente de sus dones, posibilidades y de lo mejor que puede dar de si, porque en eso encontrar el mayor agradecimiento del piiblico y la mas honda satisfaccién personal Para conceptualizar esta distincidn, a vaces sutif, y muchas veces contro- vertida, entre narracién oral y teatro, la investigadora del tema, Beatriz Trastoy (1995), opina En losespectéculos de cuentos no estarfamos en el mbito més tradicional del teatro de representacién que reproduce, remitiendo a otra cosa diferente de si, sino en el del teatro de presentacién que acenttia la autorreferencialidad, el aspecto productivo, en tanto privilegia el cuerpo del artista convertido en sujeto/ objeto [...] cuyo trabajo se desenvuelve en el espacio y el tiempo reales. Por lo tanto [...] la narraci6n oral [...] no puede dejar de considerarse una expresién teatral, que cuestiona la tradicional nocién de teatro, Qué camino elegir Cuando se esti por contar un cuento, ,cudl de estos caminos conviene adoptar? Indudablemente es el mismo cuento el que ofrece una propuesta, para eso habré que estar atento, abrirse a sus posibilidades e imbuirse de su espiritu. Si se trata de literatura escrita, la forma ya estard dada por el mismo texto y la interpretaci6n correrd por cuenta de quien lo aborde. Se intentaré que el ritmo interno del relato fluya junto con la interioridad y laexpresividad propias de quien lo interpreta. Cémo contar cuentos 157 Otra pregunta que suele aparecer muy frecuentemente es: {hay que narrar sentado, parado o desplazéndose? En esto tampoco puede haber normas 0 imposiciones. Cada narrador elegird la manera mas coherente con el cuento. y consigo mismo del mismo modo que si decide narrar desde el personaje 0 pasar al estilo directo incluyendo didlogos. ‘Tal como se ha dicho, habra que escuchar atentamente la interioridad, el espiritu de la historia y elegir con coherencia, hasta con sentido comin, Por ejemplo, si el que narra es un personaje, su actitud corporal, ya sea de pie 0 sentado, deberfa ser acorde con sus caracteristicas: el modo de sentarse, de moverse, los gestos 0 el uso de las manos serdn distintos segiin se trate de una nifia, una dulce abuelita o un militar, Lo importante es no buscar actitudes forzadas ni acciones agregadas que puedan desviar la atenci6n 0 no ser orgdnicas con la dindmica interior del personaje. Una postura 0 gesto sugerente pueden ser mucho mas potentes que todo un despliegue corporal, por muy bueno que sea, si éste no responde a la légica interna del personaje o a sus circunstancias. Habra que tener en cuenta que si el cuento tiene escenas en distintos lugares, entradas y salidas de personajes, o transcurre en un espacio con unit ambientacién determinada y se quiere dar cuenta de todo ello con el desplazamiento del narrador, habré que hacer un ajustado trabajo de prepa- racion previa a fin de que la actitud adoptada potencie los resultados y no se convierta en un motivo de dispersi6n o un agregado superfluo o sin sentido, Del mismo modo, si se trata de un didlogo, convendria dirigir la mirada siempre al mismo punto donde se sittia a los personajes (si se elige esa modalidad, porque también se lo puede hacer sin dejar de mirar frontalmente al piblico). Tal como se expres6, el que vaa narrar tiene que imbuirse de las imagenes interiores que el cuento le sugiere, para instalarse fuertemente en su interio~ ridad, a fin de transmitir desde alli, con seguridad y conviccién, todo lo que ve (0 vive). Si se trata, por ejemplo, de la entrada o salida de un personaje, éste deberd hacerlo siempre por el mismo lugar. No hay que olvidar que el que mira y oye puede perder rapidamente la ubicacién y el sentido general de lo que se le est contando. (Pues como tanto se ha dicho hay tiempos distintos para oir y para leer.) Hay también que considerar las circunstancias de la narracién: no sera lo mismo hacerlo en el aula, al lado de la cama de un, nifio que est por dormir, que en el teatro. Si hay un firme deseo de desarrollar 158 CONTAR CUENTOS lo actoral habria que hacer un entrenamiento especifico o bien potenciar al maximo este tipo de aptitudes si se las posee. Sugerimos no emprender caminos complicados sin necesidad: el ser sencillo y espontaneo sera siempre mas eficaz, porque lo més importante es siempre ser verdadero. Un ejemplo: contar desde el personaje Los anteriores fueron ejemplos referidos a la adaptaci6n de la estructura. El pr6ximo tendra que ver con el estilo 0 modo de narrar. Se experiment6 con el cambio del papel de! narrador tomando un cuento muy conocido, como en este caso “Caperucita Roja”. Se analizaron cuales son los personajes princi pales (Caperucita, el lobo, la mamé, la abuela, eventualmente el leniador), y por otro lado los personajes secundarios inanimados (la caperuza, los pastelitos, el hacha de! leftador, la cofia de la abuela, etc.) Es decir aquellos personajes que son testigos de laacci6n sin serdirectamente activos propulsores de la misma, Se eligié uno para contar la historia desde alli. En este ejemplo el narrador ser la canasta de Caperucita. Carerucita ROJA Ana Padovani iQué vida triste la mial Ando saltando de un lado para otro, revoleada por los aires, a veces con migas, restos de comida o todas las basuras que a mi dueRa 9¢ le ocurre recoger por‘el camino. Ee que pertenezco a una nena, una chiquilina mejor dicho, a quien le dicen Capeructta Roja por la gorrita que le hizo ou abuela. Ay, qué vida la mial Me lleva de aqui para alld y yo ya estoy vieja para estos trotes. Ademds, jes de desobediente! Sin ir mas lejos les voy a contar lo que pasé el otro dla. La mamd me cargé con pasteles y le dijo que me lleve a la casa de Su abuelita porque estaba enferma, le advirtid que tuviera cuidado al cruzar el bosque porque se podla encontrar con el lobo, que era muy peligroso y que no le hiciera caso, pero... 66 intitil con esa chica.. Cémo contar cuentos Iba yo como siempre sacudida y golpeada por todos lados cuando de pronto joi la voz del lobo! Eacuché lo que le decia jla engafabal {Le hizo tomar un camino equivocado! Yo me di cuenta, pero écémo podia advertirselo? Yo sabia que aquel lobo ladino algo habia tramado. Ademds ella, que con tal de jugar nole importa nada, jamas piensa en las consecuen- cias, 6 cierto que es chica, pero a veces me parece que se porta como una tonta. Pero ya era demasiado tarde. Cuando llegamos ala casa me dicuenta de que la abuelano aparecia por ningtin lado y pengé:"A ver si este lobo ladino se la comié”. Pero Caperucita como si nada. Yo noté que la abuela no era la de siempre porque se la vela horrorosa en la cama, como negra y peluda y Caperucita empez6 a preguntarle: —Abuelita jqué ojos tan grandes que tienes! Y la otra le contestaba: —Son para verte mejor. —Abuelita jqué orejas tan grandes que tienes! —Son para ofrte mejor. —Abuelita jqué nariz tan grande que tienes! —Es para olerte mejor. —Abuelita jqué boca tan grande que tienes! —jEs para comerte mejor! iY de un bocado ge la engulld! iAy, qué desesperacion! Se imaginaran mi angustial Por- que esta bien que me tiene cansada con todo lo que me maltrata, pero después de todo una se encarifia, y es una criatura. Pero cuando ya daba todo por perdido, se abrié de golpe la puerta jy era el leMador del bosquel, un muchacho muy bueno y trabajador que pasé por ahi y escuché por casualidad el batifondo y de un semejante golpe que le dio al lobo le hizo escupir a Caperucita que salié casi asfixiada pero contenta. Y también sacé a la abuela, porque el lobo ge la habla comido antes. (Yo supongo que é| debe haber llegado primero porque le indicd a Caperucita el camino ms largo y el muy vivo tomé el més corto y asf se comié ala abuela.) 160 CONTAR CUENTOS Al final nos quedamos todos contentos. A Caperucita la retaron bastante y espero que le sirva de leccién. Con el lobo no sé qué pasd joi tantos comentarios! Algunos dicen que el lefiadorlotiré al rio, otros dicen que lo maté del golpe, otros que prometié que se iba a portar bien y no iba a molestar mas alos chicos ni a nadie. (Qué sé yo! El asunto es que ahora estamos todos en paz y yo paseo mucho més tranquila por el bosque. SINTESIS Ya se trate de cuentos tradicionales o literarios, haremos, para finalizar, una sintesis de los pasos sugeridos para su narraci6n, a modo de ordenamiento, no para considerarlo una regla inamovible. a) Comenzar con una cuidada busqueda y selecciép del cuento. b) Leerlo reiteradas veces procurando hacerlo “entre lineas”, 0 sea: mas alla de lo escrito, qué se quiere decir con él, por qué se lo elije, etcétera. ©) Trabajar sobre su estructura haciendo las adaptaciones que se consideren necesarias (valorizando el conflicto, dejando en claro sus antecedentes y consecuencias, ordenando y separando lo esencial de lo accesorio). 4d) “Entrar” con la imaginacién y los sentimientos en el escenario y el clima del cuento. e) Comenzar a contarlo, a modo de ensayo. Si se trata de un texto literario tener en cuenta el estilo del autor, elegir el modo que se sienta m coherente y orgdnico con el texto, ya sea de pie, sentado, 0 con algtin movimiento. A medida que se va haciendo este trabajo irén apareciendo los juegos vocales, las voces de los personajes, los ruidos y onomatopeyas, las pausas y aceleramientos del ritmo. Si se tiene en mente y en el coraz6n un personaje, su voz ird fluyendo gradualmente. Lo fundamental seré no perder el goce que implica el juego y el trabajo, © sea después de probar, insistir, corregir y perfeccionar, encontrar la respuesta atenta y agradecida de los que lo reciben. Citaremos algunos de los preceptos escritos por otro maestro, Horacio Quiroga, en su “Decdlogo del perfecto cuentista” (Quiroga, 1986, pag. 1) que también podria ser “del perfecto narrador": Cémo contar cuentos 161 — Cree que tu arte es una cima inaccesible. No suefies con dominarla, Cuando puedas hacerlo, lo conseguirds, sin saberlo ti mismo. — Ten fe ciega, no en tu capacidad para el triunfo, sino en el ardor con que lo deseas. Amaa tu arte como a tu novia, dandole todo tu corazon, — Noempieces a escribir [o a contar] sin saber desde la primera palabra adénde vas. En un cuento bien logrado las tres primeras Ifneas tienen casi la misma importancia que las tres tiltimas. — Si quieres expresar con exactitud esta circunstancia: “Desde el rio, soplaba un viento frio”, no hay en lengua humana més palabras que las apuntadas para expresarla. Una vez duefio de las palabras, no te preocupes de observar si son consonantes 0 asonantes. — Noadjetives sin necesidad. Intitiles serdn cuantas colas adhieras a un sustantivo débil. Si hallas el que es preciso, él, solo, tendra un color incomparable. Pero hay que hallarlo. — Toma los personajes de la mano y IIévalos firmemente hasta el final, sin ver otra cosa que el camino que les trazaste. Note distraigas viendo {ti lo que ellos no pueden o no les importa ver. — No escribas [o cuentes] bajo el imperio de la emocién. Déjala, y evécala, Si eres capaz de revivirla tal cual fue, has Hegado en arte a Ja mitad del camino. — Nopiensesen losamigos al escribir [oal contar] ni en la impresién que hard tu historia. Cuenta como si el relato no tuviera interés mas que para el pequefio ambiente de tus personajes [y de quienes teescuchan], de los que pudiste haber sido uno. No de otro modo se obtiene la vida en el cuento, Y concluiremos con el “Credo del cuentista”, de Robert Fulghum (1989): — Creo que el mito tiene mas poder que la historia. — Creo que la imaginacién es mas fuerte que el conocimiento. — Creo que los suefios son més poderosos que los hechos. — Creo que la esperanza triunfa siempre sobre la experiencia. — Creo que la risa es el tinico remedio para el dolor. — Creo que el amor es més fuerte que la muerte.

También podría gustarte