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Revista del Archivo y Biblioteca Nacional 9 En el Pueblo de Guascoran en ziete dias del mes de marzo de mil y seysienttos y ochentta y ttres afios nottifique éstte despacho 4 Po, hernandez Alcalde y demas Justticias y ttottoques en sus perzo- nas los cuales dixeron que lo oyan y obedezian y que anzi lo arian y cumplirian como en ello ze conttiene y lo firmo el mo, de su pueblo y matheo Palomino y feliPe de santiago que se allaron presenttes a dha nottificazion FABIAN DE ALVARADO ESTEBAN ERNANDEZ , maestro tto. MaTHEO PALOMINO PHELIPE DE SANTIAGO. En el Pueblo de Lange en ocho dias del mes de marzo de mil y seyscienttos y ochentta y ttres afios notifiqué estte despacho a Juo. godines Alcalde destte Pueblo y demas justticias y ttottoques en sus perzonas los cuales dixeron que lo oyyan y enttendian y que lo obe- dezian y que anzi lo arian y cumplirian como en ello se conttiene y no firmo ninguno por no saber ni ttener maesttro en su pueblo sien- do ttesttigos Bernardo de maldonado y Diego de la Cruz y Anttonio de Santtiago y alvarado. FABIAN DE ALVARADO. t.° DIEGO DE LA CRUZ. testigo JUAN MATUTE. DISCURSO ~ del primer Jefe Supremo de Honduras en la instalacion de la primera Asamblea Ordinaria del Estado x _ ASAMBLEA ORDINARIA: . i ge ‘i La Asamblea Constituyente abrié sus sesiones en Cedros, las _continud en Tegucigalpa y las cerré en Comayagua, en diciembre del afio anterior. X sue | 7 Desde este momento sus tareas pertenecen sélo al tribunal de la opinién ptiblica, y en él van 4 ser juzgadas con la severidad de la ta- z6n fria y tranquila. No tienen las pasiones, no tienen los partidos, Y Wi a hae Wy a RA Sa 10 Reptiblica de Honduras — América Central no tienen Jos intereses privados influjo alguno en los decretos de este tribunal irrefragable: En su justa balanza sdlo se pesan el bien 4 ¢| mal que hayan hecho, el esmero 6 descuido con que hayan llenado , sus deberes los Diputados y la suma/ de felicidad 6 desgracia que ha- yan causado 6 preparado 4 los pueblos, sus comitentes. La Asamblea ordinaria abre sus sesiones después de un recesg ; que pudo sumir 4 los pueblos en un abismo de males y que es conse_ , cuencia natural de que el espiritu pttblico aun no ha llegado al gra- do de perfeccién 4 que debe llegar, para que la independencia y Jas instituciones que hemos adoptado produzcan todos los bienes que de- ben producir y que columbramos atin 4 distancia harto remota. Es dado 4 los legisladores de un gran pueblo abreviar el camino y llegar al término de la carrera en un tiempo mds corto que el que parecen demandar los obstaculos que se presentan por todas partes y b, las combinaciones de espiritus pequefios, apaticos, é€ intereses que causan tantos atrasos 4 la prosperidad ptiblica como los enemigos P de ésta. 5 é é¥ por qué Honduras ha de caminar con tanta lentitud, tenien- do elementos para marchar 4 par de los primeros Estados? Volved la vista, ciudadanos legisladores, 4 esa drea inmensa comprendida desde el Atlantico al Pacifico. Ella es habitada por hombres que conservan en la mayor parte su inocencia primitiva y que se hallan dispuestos 4 recibir las mejores impresiones. No han sido corrom- pidos por vicios destructores ni por reyoluciones desastrosas. Se han hecho siempre distinguir por sus talentos, por su caracter y por sus virtudes. Nada mAs les falta, para no ser inferiores 4 los habitantes _ de la Atica y del Lacio, que los medios de ilustrarse y de desarrollar E toda la energia de su genio. ___-# ‘Ved esos campos en ‘que parece que Ia naturaleza ha querido os- ae tentar su poder ya en la variedad de producciones; ya en la fuerza y vigor de su vegetacién. No necesitarfamos que los dominadores de las orillas del Indostin nos trajesen el té, la canela y la pimienta, -arfancdndola alld por la fuerza y dandola 4 nosotros por.el engafio. Nuestros campos bastan para surtir al Africa de aromas y perfumes, d de | lantas medicinales, 4 la Europa de tintes y de frutos que nti merla concurrencia de ningunos otros. Nada nos falta brazos fomento; lo uno y lo otro puede proporcionar la 1 montafias, que parecen creadas para mitigar los ar- . Ellas son el depésito de todos los minerales. _ El oro tivamente, entre nosotros mas abundantes que ico. Nuestras inmensas masas de hierro hardn ; . + mensos tesoros, La Europa nos ofrece en abundancia estos podero Revista del Archivo y Biblioteca Nacional teal it Seer ee puscar al sueco y al vizcaino otra clase de industri nas de cobre son abudantes, y nuestro cobre ti Rie , ie e tien i jos mercados por Ia. mucha eantidad de ero

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