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ELEMENTOS FINITOS
PARA INGENIEROS
Conceptos básicos
y aplicaciones
La presente obra la es una contribución dedicada a los estudiantes de maestría como guía de
estudios en las carreras de ingeniería. El contenido se basa en la experiencia desarrollada en varios
años implementando el Método de Elementos Finitos así como sus variaciones, sin embargo esta
obra solo pretende ser un texto complementario para estas materias. La orientación principal del
material es su aplicación en ingeniería, sin descuidar los conceptos matemáticos básicos con los que
se fundamenta el método.
También se pretende que ésta obra pueda contribuir al desarrollo de textos virtuales en la Facultad
de Ingeniería Civil de la UMSS, de tal manera que puedan ser usados en línea e interactivamente,
aunque también puedan imprimirse, pero tratando de reducir al mínimo el uso de papel. Otra ventaja
importante de los textos virtuales es que pueden ser actualizados y mejorados continuamente sin
costos de impresión.
El texto ha sido compilado en formato pdf. El tamaño del texto en pantalla es controlable y tiene
un índice electrónico para facilitar la búsqueda de temas. Se pueden usar facilidades para resaltar y
marcar texto, agregar comentarios, notas, enlaces, revisiones, búsqueda por contenido, etc.
Al ser ésta una primera edición, se espera recibir críticas y sugerencias de los estudiantes y pro-
fesores para realizar las mejoras necesarias siempre en pos de tener un documento que satisfaga las
necesidades de ola materia.
2
Í NDICE GENERAL
1. Introducción 7
1. Método de los Elementos Finitos M EF . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
2. El Principio de la Mínima Energía Potencial Total . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
3. Varios grados de libertad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
2. Cálculo variacional 18
1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
2. Cálculo variacional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
1. Multiplicadores de Lagrange . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
2. Cálculo de máximos o mínimos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
3. Condiciones naturales de contorno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
4. La notación variacional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
3. Ejemplos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
1. El principio de Hamilton . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
4. Cálculo estructural . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
3. Teoremas energéticos 29
1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
2. Definiciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
1. Tipos de materiales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
2. Trabajo de las fuerzas exteriores y energía de deformación . . . . . . . . . . 30
3. Expresiones para solicitación axil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30
3. Principio de equivalencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
4. Teorema de los desplazamientos virtuales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
5. Teorema de las tensiones virtuales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
6. El principio de la mínima energía potencial total . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
7. Ejemplo práctico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
4. El método de Ritz 43
1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
2. El método de Ritz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
3. Ejemplos de aplicación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
1. Resolución en primer orden de una viga sometida a flexión . . . . . . . . . . 45
2. Barra solicitada axilmente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
3. Viga a flexión en teoría de segundo orden . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
3
4
ÍNDICE GENERAL
5. Elemento de barra 51
1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
2. Elemento de barra con dos nodos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
3. Ejemplo de aplicación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
6. Elemento de viga 57
1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
2. Cálculo de la matriz de rigidez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
3. La hipótesis de Timoshenko . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60
4. Determinación del coeficiente κ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
8. Elemento de placa 78
1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78
2. Placa plana con Hipótesis de Kirchhoff . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79
1. Obtención de las deformaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79
2. Ecuaciones de equivalencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 80
3. Planteo del Teorema de los Desplazamientos Virtuales . . . . . . . . . . . . 82
3. Placa plana con Hipótesis de Mindlin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82
4. Elementos isoparamétricos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84
5
6
ÍNDICE DE FIGURAS
En los últimos años, sobre todo con la generalización del uso de las computadoras, los ingenieros
y científicos han pasado de aplicar modelos matemáticos y físicos puramente analíticos a utilizar
cada vez más modelos matemático-numéricos. Esto se ha incrementado en los últimos 15 a 20 años,
principalmente por el abaratamiento y el exponencial incremento en la capacidad de procesamiento
de las computadoras personales.
Entre los muchos modelos numéricos usados hoy en día, uno de los más importantes es el MEF.
Este método nació para analizar las tensiones en las piezas, es decir, como parte de un análisis es-
tructural. Luego se extendió a otros campos, como la transferencia de calor, la mecánica de fluidos
y el electromagnetismo, entre otros. Hoy está en constante desarrollo y sirve como base para una
disciplina más amplia que es la Mecánica Computacional.
Uno de los conceptos básicos del método es la discretización, es decir, la de convertir un problema
que matemáticamente se puede representar con un modelo continuo en otro de similares caracterís-
ticas, pero «discreto». De ahí el concepto de finito por contraposición al infinito o, en este caso, al
infinitésimo. Por lo tanto, el objetivo del método no es obtener una solución completa al problema
sino una aproximación mediante un modelo discreto (finito) que se acerque lo más posible al modelo
tradicional continuo.
A partir de de lo anterior, podemos ensayar una primera definición:
Definición 1.1. El método de los Elementos Finitos es un método por aproximación discreta
que utiliza funciones sencillas como base para aproximar la función solución del problema.
Las funciones sencillas suelen ser funciones de interpolación entre puntos llamados «nodos».
En el campo del análisis estructural, la utilización del método de los elementos finitos suele incluir
los siguientes pasos:
1. Definir el problema (estructura).
7
8
1. MÉTODO DE LOS ELEMENTOS FINITOS M EF
Conocer las bases del método y de los principios que rigen el problema a encarar.
Un criterio ingenieril para analizar y entender los datos a ingresar y los resultados obtenidos.
En consecuencia, es importante conocer las bases del método para entenderlo y de esa manera
usarlo de la forma más eficaz y eficiente posible. Y la única forma de conocerlo es aprender las bases
matemáticas y numéricas junto con las bases del análisis estructural. De allí que el bagaje teórico es
importante como conocimiento fundamental. Justamente, uno de los puntos más importantes en estos
principios teóricos está en los métodos numéricos necesarios para resolver sistemas de ecuaciones
lineales, el cálculo de los coeficientes de la matriz del sistema de ecuaciones lineales mediante méto-
dos de integración numérica y el uso de funciones interpolantes para representar las características
físicas de los elementos que constituyen el modelo.
Además de los fundamentos numéricos, también hay que agregar para el caso del análisis estruc-
tural, el aprendizaje de otra de las ramas del cálculo o análisis matemático: el cálculo de variaciones,
sobre el que volveremos más adelante. El análisis estructural cuenta con modelos matemáticos que
pueden resolver problemas con ayuda de herramientas numéricas. De hecho, los métodos de las in-
cógnitas estáticas y cinemáticas, usados para resolver estructuras hiperestáticas, terminan generando
sistemas de ecuaciones lineales que pueden ser resueltos con suma facilidad por cualquier programa
que cuente con módulos de álgebra lineal numérica.
Es usual que en los cursos de grado se inste a los alumnos a hacer uso de estos programas.
De ahí que para algunos casos existen métodos tradicionales que son posibles de implementar en
modelaciones numéricas y obtener resultados tradicionalmente identificados como exactos. Pero estos
métodos suelen limitarse a modelos sencillos generalmente planos. La implementación de modelos
espaciales es más compleja y es ahí cuando el método de los elementos finitos es altamente eficiente.
No debe perderse de vista, de todas formas, algo importante: los resultados que presenta un pro-
grama pueden estar equivocados. El usar un elemento no apropiado, una malla pobremente definida,
9
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN
subestimar el pandeo o la fluencia, una mala definición de los apoyos (condiciones de borde), entre
otros, puede llevar a obtener malos resultados al aplicar un análisis por elementos finitos. Tampoco es
el método universal para resolver numéricamente cualquier problema. Existen otros métodos igual de
calificados para efectuar una análisis estructural, como el método de las diferencias finitas (que son
aplicados con gran efectividad en problemas de cáscaras de revolución) y el método de los elementos
de contorno.
Hay una frase muy conocida entre los ingenieros:
Es por eso que un programa de análisis por elementos finitos no debería ser usado sin un en-
trenamiento adecuado, pues sin una comprensión cabal de sus bases teóricas (físicas, matemáticas
y numéricas), además de su funcionamiento, puede ser mal utilizado, justificando la frase anterior.
Como primera aproximación al método, diremos que consiste en una transformación de un proble-
ma continuo en otro discreto, que puede ser resuelto mediante algoritmos numéricos. De esta forma
se pueden resolver problemas que eventualmente no tengan solución analítica (o sea, solución del
problema continuo).
Desde un punto de vista estrictamente matemático-numérico, se transforma la ecuación diferen-
cial que define el problema en un esquema de tipo algebraico discreto. Existe un modelo previo para
esta transformación y es el Método de las Diferencias Finitas, muy utilizado para resolver cualquier
tipo de ecuación diferencial. Muchos problemas y estructuras han sido resueltos con ayuda de este
método en el pasado y aún se sigue utilizando para algunos problemas en particular. Pero la formu-
lación de la solución por diferencias finitas es estrictamente matemática, pues no incorpora ninguna
consideración física, más allá de algunas características físicas (el módulo de Young) y geométricas
(el momento de inercia estático o momento de segundo orden).
Básicamente, el Método de las Diferencias Finitas, se concentra en la obtención de los valores
de los desplazamientos en puntos predeterminados denominados nodos, que son el resultado de la
discretización del modelo continuo, proceso que suele llamarse como creación de la malla (en inglés,
meshing) del modelo numérico. El método resulta en transformar una ecuación diferencial en un
sistema de ecuaciones lineales, para cuya solución se cuenta con varios algoritmos numéricos muy
conocidos. Pero obtener los parámetros estructurales para el dimensionamiento o verificación de la
estructura, lleva a agregar información o condiciones por fuera del modelo matemático-numérico que
no inciden en el resultado original, y en consecuencia, pueden modificar las hipótesis que se usaron
para la definición de los nodos. Más aún, la definición de la malla para la resolución de las ecuaciones
diferenciales mediante diferencias finitas no siempre resulta del todo adaptada a las condiciones del
problema, por lo tanto muchas veces deben realizarse modelos sucesivos de aproximación, lo que
incide en la rapidez y la convergencia de los resultados. No siempre se consiguen aproximaciones
aceptables. Una de las ventajas del método es que a medida que esa malla es más densa (mayor
cantidad de puntos), la solución numérica converge a una eventual solución analítica (continua).
A causa de estos problemas y por necesidades de los ingenieros aeronáuticos que intervenían en
el proyecto y desarrollo de los aviones a reacción, se comenzó a estudiar la posibilidad de analizar las
estructuras con otro enfoque. La idea que privó fue la de discretizar la estructura como en el caso de
las diferencias finitas pero ya no desde un punto de vista matemático-numérico sino que el modelo
numérico incluyera completamente las características físicas. En una primera aproximación tomaron
como referencia los modelos de cálculo matricial de estructuras, particularmente del método conocido
cono de las incógnitas geométricas (o de las rigideces), que justamente se basaba en el cálculo de los
desplazamientos en un estructura plana (un pórtico, por ejemplo), y que podía ser resuelto mediante
10
1. MÉTODO DE LOS ELEMENTOS FINITOS M EF
algoritmos de álgebra lineal numérica, que eran de fácil codificación en las computadoras de la década
del 50.
La idea que tomaron de este método fue la siguiente: en lugar de discretizar el dominio del proble-
ma estructural mediante puntos o nodos solamente, hacerlo con elementos de dimensiones pequeñas
pero no infinitésimos (de ahí el concepto de elemento finito), y que esos elementos incluyan todas
las características físicas y geométricas propias de la estructura en análisis: materiales y geometría.
Como ejemplo, supongamos una columna soportada desde arriba y cuya sección transversal varíe
según una función cuadrática, cúbica o cualquier otra, algo que es difícil de representar en un modelo
por diferencias finitas, pero que mediante la discretización por elementos pequeños puede hacerse sin
demasiada complicación, como se ve en la figura 1.
(a) (b)
1. El pre-procesamiento.
2. La solución numérica.
3. El post-procesamiento.
En todos los pasos es importante la intervención de ingenieros bien capacitados en el uso del
método, más que en la carga de datos en una computadora. Es por eso que este trabajo apunta a esto,
a explicar las bases teóricas del método, tanto desde la mecánica de materiales (física) como de la
matemática y la numérica, que capacite a los ingenieros para usar apropiadamente el método. Y uno
de esos conceptos fundamentales es el principio de la mínima energía potencial total.
Uno de los puntos más importantes para poder aplicar el método de los elementos finitos es
conocer sus bases matemáticas. Para ello, analizaremos primero un principio muy importante para el
cálculo estructural: el Principio de la Mínima Energía Potencial Total. Definamos como sistema a una
estructura y las cargas aplicadas en ella. La configuración de un sistema es el conjunto de posiciones
de todas las partículas de esa estructura. Sabemos que un sistema es conservativo si todos los trabajos
de las fuerzas internas y externas son independientes del camino seguido por dichas fuerzas (ver
caminos A y B en la figura 2). En un estructura elástica, el trabajo externo es igual en magnitud
al cambio de la energía de deformación. Además, tenemos dos tipos de condiciones de borde: las
esenciales (a veces llamadas principales o forzadas) y las no esenciales (o naturales).
Generalmente cuando aplicamos el método de los elementos finitos, las condiciones de borde
esenciales son los desplazamientos y los giros, de ahí que suelen conocerse como condiciones de
borde cinemáticas, en tanto que las condiciones de borde no esenciales suelen ser momentos flectores,
esfuerzo de corte o esfuerzo normal, lo que lleva a que se las conozca como condiciones de borde
estáticas. Desde un punto de vista matemático, las condiciones de borde esenciales involucran a la
función y a su derivada primera, en tanto que las condiciones de borde no esenciales involucran a
derivadas de orden superior.
Para cualquier sistema es necesario definir las configuraciones admisibles. Una configuración
admisible es aquella que cumple con la compatibilidad interna y las condiciones de borde esenciales.
Por ejemplo, en la figura 2, la configuración
1 no es admisible por varios motivos primero: no
cumple con las condiciones de desplazamientos y giros nulos en el empotramiento; segundo: viola la
compatibilidad interna en la discontinuidad en A y en el vértice B.
Los otros dos desplazamientos son configuraciones admisibles, aún cuando sólo una parece ser
razonable la
.
3 Es importante recalcar que una configuración admisible no necesita satisfacer las
condiciones de borde no esenciales (o naturales).
12
2. EL PRINCIPIO DE LA MÍNIMA ENERGÍA POTENCIAL TOTAL
Todo sistema mecánico conservativo tiene una energía potencial. Ésta, que también se denomina
energía potencial total, incluye a la energía interna de deformación y al trabajo de las fuerzas externas.
Surge, entonces, un principio denominado Principio de la Mínima Energía Potencial Total:
De todas las configuraciones admisibles de un sistema conservativo,
aquella que satisface la ecuación diferencial de equilibrio
hace mínima la Energía Potencial Total respecto de pequeñas variaciones
de los desplazamientos admisibles. Y dado que es mínimo, es estable.
Para ello tomemos el siguiente ejemplo:
ΠP = U + W ;
donde U es la energía interna de deformación y W es el trabajo de las fuerza externas. Para nuestro
caso de la figura 2, la energía interna de deformación es:
1
U = kD2 ;
2
en tanto que el trabajo de las fuerzas externas es:
W = −P D.
13
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN
Hasta aquí nos hemos ocupado de un sistema de un solo grado de libertad. ¿Pero qué pasa si
aumentamos esos grados de libertad? Analicemos ahora un sistema representado mediante resortes
pero con más grados de libertad, como en la figura 2. Para este sistema la expresión de la energía
potencial total es:
1 1 1
ΠP = k1 D12 + k2 (D2 − D1 )2 + k3 (D3 − D2 )2 − P1 D1 − P2 D2 − P3 D3 .
2 2 2
Al tener tres grados de libertad (D1 , D2 y D3 ), el equilibrio se dará cuando los tres desplaza-
mientos hagan que ΠP sea mínima. Para obtener los valores de los tres desplazamientos, hallemos la
derivada total de ΠP e igualémosla a cero:
k1 D1 − k2 (D2 − D1 ) − P1 = 0;
k2 (D2 − D1 ) − k3 (D3 − D2 ) − P2 = 0;
k3 (D3 − D2 ) − P3 = 0.
Estas ecuaciones se pueden reescribir así:
Ahora, analicemos el problema pero aplicando el análisis por cuerpo libre. Para el primer carrito, la
ecuación resulta ser:
P1 − k1 D1 − k2 (D1 − D2 ) = 0,
como se ve en la figura 3.
15
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN
P2 − k2 (D2 − D1 ) − k3 (D2 − D3 ) = 0;
P3 − k3 (D3 − D2 ) = 0.
Si juntamos las tres ecuaciones y las reordenamos convenientemente, nos queda:
es decir, el mismo sistema al que llegamos planteando el Principio de la Mínima Energía Po-
tencial Total. Vemos que con planteo puramente matemático, obtenemos un sistema de ecuaciones
lineales cuya solución es la configuración de equilibrio. La forma matricial sencilla es KD = P,
donde
k1 + k2 −k2 0 D1 P1
K = −k2 k1 + k3 −k3 , D = D2 , P = P2 .
0 −k3 k3 D3 P3
y de la cual podemos establecer que la Energía Potencial Total puede ser escrita como una forma
cuadrática:
1
ΠP = DT KD − DT P
2
Dado que la matriz K es simétrica y definida positiva, al anular la derivada de la Energía Potencial
Total respecto de D y obtener el Deq , la energía potencial total sea mínima, pues la segunda derivada
es mayor que cero.
Hasta aquí lo que hemos hecho es plantear la solución de problemas con grados de libertad (de-
splazamientos) discretos. ¿Qué pasa cuando el problema está representado por un sistema en el cual
los grados de libertad son infinitos, o sea, mediante una función continua? Por ejemplo, podríamos
tomar el caso de una viga simplemente apoyada con carga uniformemente distribuida (figura 3).
Ahora lo que tenemos como incógnita no son desplazamientos discretos sino una función, la elás-
tica de deformación. En consecuencia, si bien podríamos utilizar el principio visto, ya no podemos
16
3. VARIOS GRADOS DE LIBERTAD
discretizar el sistema como tal. Por lo tanto, ahora nuestras incógnitas dejaron de ser valores discre-
tos para pasar a ser una sola incógnita de características diferentes: es una función continua (f (x) o
w(x)). Nuestro problema pasó a tener que obtener una función que haga mínima la energía poten-
cial total de nuestro sistema estructural. En este sentido, es importante tener en cuenta que cuando
nos referimos al principio de la mínima energía potencial total, nos estamos refiriendo a un valor
numérico, un valor que es el menor de todos los que pueden calcularse para distintas funciones de-
splazamientos. Es entonces que queda en evidencia que cada sistema tiene una expresión particular
de la energía potencial total, si bien podemos hallar alguna forma general para expresarla.
Supongamos ahora un sistema sometido a cargas axiales como el de la figura 3. Para este sistema,
la expresión de la energía potencial total es:
Z Z Z
1 T T T T
ΠP = ε Eε − ε Eε0 + ε σ0 dV − u F dV − uT ΦdS − DT P,
V 2 V S
donde:
Z
1 T
ε Eε − εT Eε0 + εT σ0 dV = energía interna de deformación.
V 2
Z
uT F dV = fuerzas de volumen.
V
Z
uT ΦdS = fuerzas de superficie.
S
DT P = fuerzas concentradas.
expresión en la que hemos despreciado todos los términos diferenciales de orden superior. Como
dU0 es una derivada total, podemos inferir algo muy importante:
∂U0 ∂U0
= σ, ó = Eε − εT Eε0 + σ0 .
∂ε ∂ε
Si integramos la expresión de la derecha, obtenemos la expresión de la energía interna de defor-
mación por unidad de volumen:
1 T
ε Eε − εT Eε0 + εT σ0 ,
2
escrita en forma matricial y vectorial. A partir de esto, podemos definir para cada sistema estruc-
tural la función que representa a la energía potencial total del mismo y resolverlo mediante el Princi-
pio de la Mínima Energía Potencial Total. Hemos conseguido armar un modelo físico-matemático que
nos permite resolver nuestro problema estructural desde otra visión matemática y que no requiere el
análisis de la ecuación diferencial de equilibrio en forma explícita. Sin embargo, a diferencia del caso
discreto, como ya vimos, nuestra incógnita es una función, y es algo que está fuera de lo estudiado en
los cursos tradicionales de análisis matemático: obtener una función que haga mínima una cantidad
determinada. Para este nuevo análisis, supongamos que nos quedamos con la definición de la energía
potencial total de una estructura sometida solamente a fuerzas de volumen. Lo anterior entonces se
reduce a la siguiente:
Z
1 T T T T
ΠP = ε Eε − ε Eε0 + ε σ0 − u F dV.
V 2
Tenemos una expresión que nos indica que la energía potencial total del sistema es el resultado de
una integral definida, donde la función principal es el desplazamiento axil de la estructura. Esto nos
lleva a una rama de la matemática que se ocupa justamente de esto. El ejemplo universal para este
tipo de problemas es el siguiente:
En rigor, el problema que dio origen este tipo de análisis no fue la determinación de la función
que hace mínima la distancia entre dos puntos de un plano sino el problema de la braquistócrona o la
determinación de la función o curva que hace mínimo el tiempo que tarda una partícula para ir desde
un punto B, ubicado a una altura h, hasta el punto A, ubicado en el suelo, por acción únicamente de
la gravedad y sin considerar la fricción. La rama de la matemática que se ocupa de estos problemas
es el Cálculo de Variaciones o Cálculo Variacional, que veremos en el capítulo siguiente.
2 C ÁLCULO VARIACIONAL
2.1. Introducción
¿Qué tienen en común la recta, una línea geodésica, la elástica de deformación, la carga crítica de
Euler, y la ley de Snell (óptica)? Esta pregunta parece no tener sentido o una respuesta inmediata. Sin
embargo, todas tienen algo en común. Todas surgen de un razonamiento matemático, sin la necesidad
aparente de una interpretación física del problema, aunque cada una de ellas fueron obtenidas a partir
de problemas concretos.
¿Y cuál es la respuesta? Para ello debemos empezar recordando algunos conceptos ya vistos.
Empecemos por uno de los puntos importantes que se ven en los cursos de análisis matemático que
es la determinación de los valores máximos y mínimos de una función y(x), para una x ∈ (a, b).
Si la función y(x) tiene derivada continua en ese intervalo, la condición necesaria para que exista un
máximo o un mínimo, es que la derivada de y(x) respecto de x sea nula para un x0 , perteneciente al
intervalo (a, b). Es decir:
dy
= 0 para x0 ∈ (a, b).
dx
Por ejemplo, sea la función y(x) = sen x en el intervalo (a, b). Para obtener un máximo (o un
mínimo) debemos hallar el valor de x tal que se cumpla que:
dy
= d(sen x)dx = 0 para x0 ∈ (0, π).
dx
Si resolvemos, obtenemos lo siguiente:
d(sen x) π
= cos x = 0 → x0 = .
dx 2
Por lo tanto, cuando x = x0 el valor de y(x0 ) = sen x0 es un máximo (o un mínimo). Para que
y(x) sea un máximo (o un mínimo), se debe verificar que la derivada segunda de y(x) respecto de x
dos veces para x0 sea menor (o mayor) que cero, es decir:
d2 y
< 0 ⇒ Máximo para x0 ∈ (a, b)
dx2
d2 y
> 0 ⇒ Mínimo para x0 ∈ (a, b)
dx2
18
19
CAPÍTULO 2. CÁLCULO VARIACIONAL
π
Figura 2.1: Máximo para la función y(x) = sen x en x0 = .
2
El cálculo de variaciones es un caso análogo al cálculo diferencial, pero que se refiere a la deter-
minación de máximos y mínimos de expresiones que incluyen funciones inicialmente desconocidas.
Su importancia es tal que muchos de los principios físico-matemáticos pueden deducirse a partir de
él.
Tomemos inicialmente el caso general para una función de n variables f (x1 , x2, . . . , xn ). La
condición necesaria para que exista un valor máximo o mínimo relativo es que se cumpla lo siguiente:
∂f ∂f ∂f
df = d+ dx2 + · · · + dxn = 0, (2.1)
∂x1 ∂x2 ∂xn
en un punto interior al intervalo dado, y para todos los valores de las diferenciales dx1 , dx2 , . . . , dxn .
20
2. CÁLCULO VARIACIONAL
En este caso es posible, al menos en forma teórica, resolver las m ecuaciones para expresar las m
variables en términos de las n − m variables restantes, y expresar f y df en términos de las n − m
variables independientes y sus diferenciales.
También es posible hallar las m relaciones lineales entre la n diferenciales y, de esta manera,
expresar a m diferenciales como combinaciones lineales de las n − m variables independientes.
df = fx dx + fy dy + fz dz, (2.2)
Φ1 (x, y, z) = 0
Φ2 (x, y, z) = 0. (2.3)
debemos resolver las ecuaciones (2.4) para hallar dx y dy en términos de dz, e introducir esos
resultados en la ecuación (2.2). De esa manera obtenemos una expresión de la diferencial df sólo en
función de dz, es decir, (. . .)dz = 0, y como dz es arbitrario, entonces solo queda que se cumpla que
(. . .) = 0.
El método alternativo es multiplicar las ecuaciones (2.4) por las cantidades λ1 y λ2 respectiva-
mente y sumarlos a (2.2). Así, el esquema queda:
∂Φ1 ∂Φ2 ∂Φ1 ∂Φ2
fx + λ1 + +λ2 dx + fy + λ1 + +λ2 dy+
∂x ∂x ∂y ∂y
∂Φ1 ∂Φ2
+ fz + λ1 + +λ2 dz = 0,
∂z ∂z
21
CAPÍTULO 2. CÁLCULO VARIACIONAL
donde λ1 , λ2 son arbitrarios. Para resolver el esquema, obtengamos λ1 , λ2 de manera de que los
paréntesis de la expresión anterior sean nulos
∂Φ1 ∂Φ2
fx + λ1 + λ2 = 0,
∂x ∂x
∂Φ1 ∂Φ2
fy + λ1 + λ2 = 0,
∂y ∂y
∂Φ1 ∂Φ2
fz + λ1 + λ2 = 0.
∂z ∂z
Con las ecuaciones expuestas anteriormente disponemos de cinco ecuaciones para obtener x, y, z, λ1
y λ2 . Estas dos últimas cantidades son los denominados multiplicadores de Lagrange.
En el cálculo variacional el principal problema consiste en determinar una función tal que una
integral definida que involucre a esa función y a algunas de sus derivadas adopte un valor máximo o
mínimo. Así, lo que se busca es obtener las funciones estacionarias. En este caso estudiaremos sola-
mente la parte elemental de la teoría, que se refiere a una condición necesaria que debe ser satisfecha
por la función requerida. Es decir, nos ocuparemos de estudiar las condiciones que llevan a maxi-
mizar o minimizar una función determinada, sin estudiar si se trata de un máximo o un mínimo. La
demostración matemática de esto último es mucho más difícil que en el cálculo diferencial.
Esta condición necesaria suele estar en forma de una ecuación diferencial con condiciones de
contorno. Un ejemplo sencillo de este tipo de problemas es hallar la mínima superficie de revolución
que pasa por dos puntos dados y que gira alrededor del eje X. La función y(x) debe cumplir que la
integral Z x2 p
I = 2π y 1 + y 0 2 dx,
x1
sea mínima, y que y(x1 ) = y1 y y(x2 ) = y2 . (Suponemos además que tanto y1 como y2 son mayores
que cero.)
1. Que la integral Z x2
I= F (x, y + εη, y 0 + εη 0 )dx,
x1
Elegiremos otra función cualquiera también diferenciable η(x) que se anule en los puntos ex-
tremos del intervalo (x1 , x2 ), es decir, que η(x1 ) = 0 y η(x2 ) = 0. En este caso, la función
y(x) + εη(x) cumplirá con las condiciones extremas para cualquier constante ε. Por lo tanto la inte-
gral: Z x2
I(ε) = F (x, y + εη, y 0 + εη 0 )dx,
x1
dI
tendrá un valor mínimo cuando ε = 0 si = 0, como se ve en la figura 2.
dε
22
2. CÁLCULO VARIACIONAL
Si integramos el segundo término de la derecha por partes (para unificar todo en η) obtenemos:
Z x2 x2
∂F d ∂F ∂F
η− η dx + η(x) = 0, (2.6)
x1 ∂y dx ∂y 0 ∂y 0 x1
pero como hemos definido que η(x1 ) = 0 y η(x2 ) = 0, entonces la expresión anterior queda
como:
Z x2
∂F d ∂F
− η(x)dx = 0. (2.7)
x1 ∂y dx ∂y 0
Para que la integral sea siempre nula, debe cumplirse que el integrando sea nulo. Como la función
η(x) es arbitraria, la expresión entre corchetes en (2.7) debe anularse en el intervalo (x1 , x2 ) para que
se cumpla la condición dada. Luego, para que la función y(x) haga mínima (o máxima) la integral de
(2.7)(es decir, sea estacionaria), se debe cumplir la ecuación de Euler-Lagrange:
23
CAPÍTULO 2. CÁLCULO VARIACIONAL
d ∂F ∂F
− = 0. (2.8)
dx ∂y 0 ∂y
∂F dy 0 ∂F
∂ ∂F ∂ ∂F dy ∂
+ + + = 0, (2.9)
∂x ∂y 0 ∂y ∂y 0 dx ∂y 0 ∂y 0 dx ∂y
d2 y dy
Fy0 y0 2 + Fy0 y + Fy0 x − Fy = 0, (2.10)
dx dx
1 d ∂F dy ∂F
F − − = 0. (2.11)
y 0 dx ∂y 0 dx ∂x
∂F
Como generalmente F no es una función explícita de x, entonces = 0, y la expresión (2.11)
∂x
toma una forma particularmente interesante:
∂F dy
F− = C,
∂y 0 dx
Analicemos la ecuación (2.6) nuevamente. Si inicialmente no fijamos los valores para y(x1 ) y
y(x2 ), entonces no es necesario que la diferencia entre y(x) y y(x) + εη(x) se anule en el intervalo
(x1 , x2 ). Sin embargo, el primer término debe anularse si y(x) es la función que minimiza (o maxi-
miza) nuestra integral, cualquiera sea η(x), y por lo tanto, también lo hará para el caso particular de
todas las η(x) que se anulen en ambos extremos.
Podemos deducir, entonces, que el segundo término también debe anularse para cualquier η(x),
es decir:
∂F ∂F
η(x) − η(x) = 0.
∂y 0 ∂y 0
x=x2 x=x1
Como hemos supuesto que y(x1 ) y y(x2 ) no han sido prefijadas, la funciones η(x1 ) y η(x2 ) son
arbitrarias, por lo tanto, para que se cumpla la expresión antes vista, se debe dar necesariamente que:
∂F
η(x) = 0,
∂y 0
x=x2
∂F
η(x) = 0,
∂y 0
x=x1
Estas condiciones que se deben cumplir, se denominan condiciones naturales de contorno, y veremos
que son de gran importancia.
24
2. CÁLCULO VARIACIONAL
δy ≡ εη(x).
Por lo tanto, para un valor fijo de x, el funcional F cambia en una cantidad ∆F , la cual se puede
expresar como:
Esta notación fue introducida por Lagrange para remarcar las similitudes y analogías con el cálculo
diferencial.
Si desarrollamos F [x, y(x) + εη(x), y 0 (x) + εη 0 (x)] como potencias de η, tenemos (en notación
simplificada):
∂F ∂F
F (x, y + εη, y 0 + εη 0 ) = F (x, y, y 0 ) + εη + 0 εη 0 + T (ε),
∂y ∂y
donde T (ε) son los términos de orden superior que se desprecian, con lo cual podemos expresar
∆F así:
∂F ∂F
∆F = εη + 0 εη 0 .
∂y ∂y
Por analogía con el cálculo diferencial, la ecuación anterior se define como la variación de F , o sea
∂F ∂F
δF εη + 0 εη 0 .
∂y ∂y
La diferencial de una función es una aproximación de primer orden al incremento de esta función
según una curva específica, la variación de una funcional es una aproximación de primer orden al
incremento de curva a curva.
Esta analogía se cumple totalmente, pues:
F (x, y, u, v, ux , vx , uy , vy ).
δu = εξ(x, y),
δv = εη(x, y).
2.3. Ejemplos
además que en los extremos se cumple que δrt1 = δrt2 = 0. Si integramos por partes el primer
término de la integral, nos queda:
Z t2 " t2 Z # 2
t2 Z t2
dr2 dr dr dr 1 dr
m 2 δr dt = m δr − δ dt = −m δ dt.
t1 dt dt t1 dt dt t1 2 dt
t1
Podemos ver que el primer término de la integral no es otra cosa que la variación de la energía
cinética de la partícula (δEc ), con lo cual, la expresión se puede escribir de la siguiente forma:
Z t2
δI = (δEc + f δr) dt = 0. (2.14)
t1
Esta expresión es general, pero si el campo de fuerzas aplicado es conservativo, significa que
existe una función Φ tal que:
por analogía al cálculo diferencial (recordemos que f dr = Xdx + Y dy + Zdz = dΦ). Esta es
la conocida función potencial. Entonces, si reemplazamos (2.15) en (2.14) tenemos que:
Z t2
δI = (δEc + δΦ) dt = 0.
t1
En lugar de la función potencial Φ se suele usar la función energía potencial tal que Φ = −Ep ,
de modo que finalmente tenemos:
Z t2 Z t2 Z t2
δI = (δEc − δEp ) dt = δI = δ (Ec − Ep ) dt = δ (Ec − Ep ) dt = 0.
t1 t1 t1
27
CAPÍTULO 2. CÁLCULO VARIACIONAL
El principio de Hamilton enuncia que la integral de la diferencia entre las energías cinética y
potencial es estacionaria para la trayectoria real de una partícula, pudiéndose demostrar que es un
mínimo.
Ahora nos ocuparemos del caso de una viga empotrada-apoyada, aunque este apoyo en realidad
es un resorte cuya constante es k, y sometida a una carga axil H como se ve en la figura 4.
d4 w d2 w d2 w dw d2 w dw
Z
EI 4 − H 2 δw dx + EI 2 δ − EI 2 δ +
dx dx dx dx dx dx
L
x=L x=0
3
d3 w
d w dw dw
− EI 3 + H δw + EI 3 + H δw +
dx dx dx dx
x=L x=0
+ kwL δwL = 0.
Analicemos los términos de la misma. Como δw debe cumplir con las condiciones
de borde, ten-
2
3w
d w d dw
emos que δw|x=0 = δw0 |x=0 = 0 y entonces son nulos los términos EI 2 y EI 3 + H δw
dx dx dx
x=0 x=0
28
4. CÁLCULO ESTRUCTURAL
Como δw es arbitraria, para que la ecuación anterior se anule, debe cumplirse que:
d4 w d2 w
EI − H =0 ecuación de equilibrio, (2.16)
dx4 dx2
d2 w dw
EI 2 δ =0 momento flector en x = L, (2.17)
dx dx
x=L
d3 w dw
EI 3 + H − kwL =0 corte en x = L. (2.18)
dx dx
x=L
Nótese que las dos últimas expresiones corresponden a las condiciones de borde del problema.
3 T EOREMAS ENERGÉTICOS
3.1. Introducción
3.2. Definiciones
Definición 3.1 (Material con efecto viscoso). Cuando en un material se cumple que la relación
σ − ε es dependiente del tiempo, es decir, el material sigue un diagrama σ − ε − t, entonces
se dice que el material posee efecto viscoso.
Si en cambio la carga es independiente del tiempo, entonces se habla de un material sin efecto
viscoso, y la representación del diagrama σ − ε − t se reduce al diagrama σ − ε, bidimensional
29
30
2. DEFINICIONES
Definición 3.2 ( Material con efecto plástico). Cuando el proceso de descarga en un material
no coincide con el proceso de carga, se dice que el material posee efecto plástico.
En particular, si la curva de descarga es una recta paralela al eje σ, entonces se trata de un material
plástico.
Definición 3.3 (Material elástico). Cuando ambos efectos, el plástico y el viscoso, son nulos
se dice que el material es elástico.
Definición 3.4 (Trabajo de las fuerzas exteriores). El trabajo de las fuerzas exteriores esta
dado por la expresión:
n
"Z Z Z Z #
X
W = Ri dui dV + Ti dui dS .
i=1 V u∗i S u∗i
Definición 3.6 (Energía de deformación). La energía de deformación está dada por la expre-
sión:
Xn Z Z
U= σij dεij dV.
i=1 V ε∗ij
Z
W = P dui . (3.1)
u∗i
Z
Wc = u∗i dP. (3.2)
P∗
Z
U =A·L σ dε. (3.3)
ε∗
Z
U =A·L ε dσ. (3.4)
σ∗
P uL
σ= ; ε= .
A L
32
3. PRINCIPIO DE EQUIVALENCIA
Figura 3.2: Trabajo de las fuerzas exteriores y trabajo complementario de las fuerzas exteriores.
W c = Uc ,
es decir, que el trabajo complementario de las fuerzas exteriores es igual a la energía complementaria
de deformación. La validez de este principio no está relacionada con las propiedades del material.
Vamos a relacionar ahora el principio de equivalencia con el principio de conservación de la
energía. Para que resulte más fácil de entender, nos vamos a valer de la barra solicitada axilmente de
la figura 3.
Fijémonos primero en la figura 3
33
CAPÍTULO 3. TEOREMAS ENERGÉTICOS
La curva OM A representa el proceso de carga de la barra. El área debajo de esta curva, como
vimos antes, es la energía de deformación U dividida por el volumen de la barra (A · L). Supongamos
ahora que el proceso de descarga está representado por la curva AN B. Como podemos observar, la
barra no ha retornado a su longitud inicial, sino que tiene una deformación residual representada por
el segmento OB. Podemos suponer, entonces, que el área bajo la curva AN B es la energía potencial
elástica, pues es la energía recuperable una vez que la barra ha sido descargada.
Planteamos el Primer Principio de la Termodinámica o principio de la conservación de la energía.
La energía potencial clásica, para una transformación isoterma, está dada por:
U = W − Q,
donde W es el trabajo realizado por las fuerzas exteriores, y Q es la cantidad de calor transferida por
la barra al medio ambiente. Por lo tanto, de lo anterior expuesto se puede deducir que
Q = U − U.
Así,la cantidad de calor disipada está dada por el área delimitada por las curvas OM A y AN B, de la
figura 3, multiplicada por el volumen de la barra. Si analizamos un poco más las definiciones vistas
en el punto anterior podemos arribar a las siguientes conclusiones:
1. Para un material elástico, la cantidad de calor disipada en los procesos de carga y descarga
es nula y por consiguiente las energías de deformación y potencial son iguales. Se trata, en
consecuencia, de un sistema conservativo.
2. Para un material plástico, la cantidad de calor disipada es igual a la energía de deformación,
siendo la energía potencial nula. En este caso, estamos ante un sistema disipativo.
3. Para un material viscoso pero sin efecto plástico, la cantidad de calor disipada estará dada por
el área encerrada por las curvas OM A y AN B y el segmento BO, multiplicada por el volumen
de la barra.
Tomemos nuevamente una barra de sección transversal constante (A = ctte) solicitada axilmente
con una carga distribuida axil t(x) y una carga concentrada P en el extremo de la barra.
34
4. TEOREMA DE LOS DESPLAZAMIENTOS VIRTUALES
Supongamos además, que existe una función desplazamiento u(x) virtual, que no conocemos,
que cumple con las condiciones de borde cinemáticas, es decir u(0) = 0, tal como se observa en la
figura 4. Como la función u(x) es desconocida, le aplicamos una variación de u (o sea δu) para poder
ajustar la curva, que también debe cumplir con las condiciones de borde, y entonces, δu(0) = 0.
U + δU = W + δW. (3.5)
δu U + δu W ⇒ δu (U − W ) = 0. (3.6)
De esta manera, lo que nos queda planteado en la (3.6) es la variación del funcional, que en
nuestro caso minimiza la energía (pero podría maximizarla) que desarrolla el sistema y por lo tanto,
la función u(x) que tratamos de hallar debe cumplir con esa condición.
Si definimos δu U como: Z
δu U = σδε dV,
V
dado que en la barra A = ctte y que, por hipótesis, adoptamos que se cumple la relación cinemática
du
(ε = ), podemos escribir la expresión anterior como:
dx
Z
du
δu U = σδ dx.
V dx
Como hemos visto, la variación y la diferenciación son conmutativas, de modo que la lo anterior
nos da:
Z Z
d
δU U = A σ δudx = A σdδu. (3.7)
V dx V
L Z
δu U = A [σ∆u(x)] − A σu dσ (3.8)
0 L
Z
dσ
= AσL δuL − A δu dx, (3.9)
L dx
pues por hipótesis hemos establecido que δu(0) = 0. Si definimos la variación del trabajo de las
fuerzas exteriores como
Z
δu W = t(x)δudx + P δuL , (3.10)
L
podemos reemplazar en la (3.6) las ecuaciones (3.8) y (3.11). El funcional nos queda de esta
forma: Z Z
dσ
AσL δuL − A u dxdx − t(x)δu dx − P δuL .
L δ L
Al reagrupar los términos, la ecuación nos queda de esta forma:
Z
dσ
− A + t(x) δu dx + (AσL − P )δuL = 0.
L dx
Como hemos visto, para que el funcional se anule para un δu(x) arbitrario, se debe cumplir que:
dσ
A + t(x) = 0 ecuación diferencial de equilibrio, (3.11)
dx
AσL = P condición de borde estática, (3.12)
36
5. TEOREMA DE LAS TENSIONES VIRTUALES
que son las condiciones necesarias para que el sistema esté en equilibrio. A partir de este resultado,
podemos enunciar el Teorema de los Desplazamientos Virtuales de la siguiente manera.
En este caso vamos a tomar la misma barra de la figura 4, pero en vez de estar solicitada por un
estado de carga, está afectada por un campo de desplazamientos. Partiendo de los teoremas comple-
mentarios y aplicando a esta barra un sistema de fuerzas virtuales en equilibrio que cumpla con las
condiciones de borde estáticas figura 5.
Al igual que para la energía complementaria, la variación del trabajo complementario es:
Z
δWc = u∗ (x)δt(x) dx + u∗L δP.
L
37
CAPÍTULO 3. TEOREMAS ENERGÉTICOS
Figura 3.8: Energía interna de deformación y trabajo de las fuerzas exteriores complementarios.
El sistema de fuerzas virtuales está en equilibrio y debe cumplir con las condiciones de borde
estáticas. En consecuencia, lo anterior se puede escribir como:
dδσ ∗ (x)
Z Z Z
∗ ∗ ∗
A ε δσ (x) dx + A + δt(x) u (x) dx − u∗ (x)δt(x) dx − u∗L δP = 0,
L L dx L
dδσ ∗ (x) ∗
Z Z Z Z
∗ ∗ ∗
A ε δσ (x) dx + A u (x) dx + u (x)δt(x) dx − u∗ (x)δt(x) dx − u∗L δP = 0,
L L dx L L
y reducir a:
dδσ ∗ (x) ∗
Z Z
∗ ∗
A ε δσ (x) dx + A u (x) dx − u∗L δP = 0, (3.13)
L L dx
dδσ ∗ (x) ∗
Z
integrando por partes A u (x) dx se tiene:
L dx
du∗ (x) ∗
Z L Z
∗ ∗ ∗ ∗
A ε δσ (x) dx + [Aδσ (x)u (x)] − A δσ (x) dx − u∗L δP = 0,
L 0 L dx
du∗ (x) ∗
Z Z
∗ ∗ ∗ ∗ ∗ ∗
A ε δσ (x) dx + AδσL uL − Aδσ0 u0 − A δσ (x) dx − u∗L δP = 0,
L L dx
38
6. EL PRINCIPIO DE LA MÍNIMA ENERGÍA POTENCIAL TOTAL
du∗ (x)
Z
∗
A ε − δσ ∗ (x) dx + [AδσL∗ − δP ] u∗L − Aδσ0∗ u∗0 = 0,
L dx
y reducir a:
du∗ (x)
Z
∗
A ε − δσ ∗ (x) dx − Aδσ0∗ u∗0 = 0,
L dx
puesto que por definición AδσL∗ − δP = 0.
Nuevamente, para que el funcional sea mínimo, se debe cumplir que:
du∗ (x)
ε∗ − = 0 relación cinemática (3.15)
dx
u∗0 = 0 Condición de borde cinemática. (3.16)
Por todo lo anterior expuesto podemos enunciar el Teorema de los Desplazamientos Virtuales
Complementario o Teorema de las Tensiones Virtuales.
Este principio lo hemos tratado al principio como una de las bases del método de los elementos
finitos, asociado al cálculo variacional. Ahora nos ocuparemos de ver que relación tiene con los dos
teoremas anteriores. Para ello, tomemos nuevamente nuestra barra de la figura 4, y definamos la
energía potencial total de dicha barra:
Z 2 Z
1 du
ΠP = EA dx − t(x)u(x) dx − P uL . (3.17)
L 2 dx L
Como vimos, para hallar la función u(x) que haga mínima el funcional (ecuación (3.17)), debe-
mos variar el mismo e igualarlo a cero. Eso nos lleva a lo siguiente:
Z 2 Z
1 du
δΠP = EAδ dx − t(x)δu(x) dx − P δuL = 0,
L 2 dx L
du
Como suponemos que se cumple la relación cinemática, entonces podemos reemplazar por ε.
dx
Así, obtenemos: Z Z
δΠP = EεδεA dx − t(x)δu(x) dx − P δuL = 0.
L L
Luego por la ley de Hooke, σ = Eε. Si reemplazamos en la anterior ecuación, nos queda:
Z Z
δΠP = σδεA dx − t(x)δu(x) dx − P δuL = 0,
L L
Queda en evidencia, pues, que la aplicación del Principio de la Mínima Energía Potencial Total
lleva a la aplicación de alguno de los teoremas vistos-si uno es válido, el otro lo es también.
Veremos más adelante que este principio es importante porque nos permitirá determinar cuales
de las soluciones aproximadas obtenidas mediante el método de los elementos finitos es la mejor
aproximación a la solución del problema, y consecuentemente, de la calidad de la malla de elementos
usada.
Vimos en capítulos anteriores la formulación de la energía potencial total para el caso de flexión,
o sea, el funcional del problema. Para la estructura en análisis, el funcional es:
2
d2 w(x)
Z Z
1
ΠF = EI dx − q(x)w(x) dx.
L 2 dx2 L
La función desplazamiento que resuelve el problema es aquella que haga mínima el funcional.
Por eso busquemos eso variando a éste e igualando a cero:
2
d2 w(x)
Z Z
1
δΠF = EIδ dx − q(x)δw(x) dx = 0,
L 2 dx2 L
40
7. EJEMPLO PRÁCTICO
d2 w(x) d2 δw(x)
Z Z
EI dx = q(x)δw(x) dx = 0,
L dx2 dx2 L
Ahora debemos proponer una función desplazamiento real aproximada y una variación de dicha
función, ambas que cumplan con las condiciones de borde cinemáticas, es decir, que w(0) = w(L) =
0 y δw(0) = δw(L) = 0. Para esto propongamos como función aproximada real:
x x
w(x) = c1 1− ,
L L
y como variación de la función: x
δw(x) = δc1 sen π .
L
Ahora bien, calculemos las derivadas segundas de las dos funciones anteriores:
2c1
w00 (x) = −
L2
π2 x
δw00 (x) = −δc1 sen π .
L2 L
y reemplacemos en (3.19):
π2
Z Z
2c1 x x
EI − 2 −δc1 2 sen π dx = q(x)δc1 sen π .
L L L L L L
π2
Z x Z
2c1 x
EI − 2 −δc1 2 sen π dx = q(x)δc1 sen π dx.
L L L L L L
2c1 π 2
EI = q,
L2 L2
y por lo tanto, podemos despejar c1 :
qL4
c1 =.
2π 2 EI
Con este c1 hemos aproximado la función desplazamiento propuesta, que llamaremos w1 (x), cuya
expresión es:
qL3 x
w1 (x) = 2 x 1 − .
2π EI L
Ahora bien, supongamos que tomamos otra variación de w(x). Para facilitar los procedimientos, esta
nueva variación de w(x) es:
x x
δw(x) = δc1 1− .
L L
41
CAPÍTULO 3. TEOREMAS ENERGÉTICOS
Z Z
2c1 2 x x
EI − 2 −δc1 2 dx = δc1 1− dx.
L L L L L L
Z Z
4 x x
EIc1 4 δc1 1dx = qδc1 1− dx,
L L L L L
2 L
4 x x3 L
EIc1 4 Lδc1 = q − 2 δc1 = q δc1 ,
L 2L 3L 6
0
qL4
c1 = .
24EI
Con este c1 formamos una nueva función w(x) que llamaremos w2 (x) y esta dada por:
qL3 x
w2 (x) = x 1− .
24EI L
Lo que queda es saber cuál de las dos funciones propuestas aproxima mejor el problema. Para ello,
calculemos la energía potencial total del sistema con cada una de las funciones. Los resultados para
la primera función, w1 (x), son:
Z L 2 2 Z L
1 d w1 (x)
ΠP 1 = EI dx − qw1 (x) dx
0 2 dx2 0
Z L 2 Z L
qL2 qL3 x2
1
= EI dx − q 2 x− dx
2 0 π 2 EI 0 2π EI L
Z L Z L
q 2 L4 qL3 x2
1
= EI 4 dx − q 2 x− dx
2 π (EI)2 0 2π EI 0 L
L
1 q 2 L5 qL3
2
x x3
= −q 2 −
2 π 4 EI 2π EI 2 3L
0
1 q 2 L5 q 2 L5
= −
2 π 4 EI 12π 2 EI
π 2 − 6 q 2 L5
ΠP1 = − .
12π 4 EI
42
7. EJEMPLO PRÁCTICO
obteniendo finalmente:
1 q 2 L5
ΠP 2 = − .
288 EI
Comparando ΠP1 con ΠP2 , queda en evidencia que ΠP2 < ΠP1 , por lo tanto, la función w2 (x) es
la mejor aproximación para el problema.
4 E L MÉTODO DE R ITZ
4.1. Introducción
Por lo estudiado hasta ahora hemos visto que la solución de problemas estructurales puede plantearse
desde otro modelo matemático como es el planteo variacional mediante los teoremas expuestos, todos
derivados del Principio de la Mínima Energía Potencial Total.
Estos modelos matemáticos obtienen soluciones que son equivalentes a las obtenidas mediante
el enfoque tradicional por medio del planteo de ecuaciones diferenciales usualmente enseñados en
los cursos de estática y resistencia de materiales, aunque hay que tener en cuenta que los métodos
variacionales también resultan en el planteo de una ecuación diferencial particular, la ecuación de
Euler-Lagrange.
Ambos enfoques tropiezan con el mismo problema: hallar una función (la solución de la ecuación
diferencial), aunque bajo diferentes condiciones. Y no siempre esto es posible. Por esa razón se han
desarrollado métodos para obtener soluciones aproximadas, los métodos numéricos.
Para resolver las ecuaciones diferenciales derivadas del planteo tradicional, se han desarrollado
varios métodos numéricos que facilitan la obtención de soluciones, entre los cuales el más usado en
su momento es el Método de las Diferencias Finitas. Este método tiene la particularidad que transfor-
ma la ecuación diferencial (o el sistema de ecuaciones diferenciales) en otro sistema de ecuaciones
generalmente lineales, cuya solución también cuenta con métodos numéricos para resolverlos.
Con este mismo criterio, puesto que resolver la ecuación de Euler-Lagrange puede tener el mis-
mo grado de dificultad que las ecuaciones diferenciales tradicionales, se han desarrollado métodos
numéricos que también facilitan obtener soluciones aproximadas de los planteos energéticos con apli-
cación del cálculo variacional. Uno de los métodos conocidos es el Método de Rayleigh-Ritz, también
conocido como Método de Ritz.
El método de Ritz se aplica como herramienta para resolver una funcional, en este caso, el de la
energía potencial total. Para resolver esta funcional, el método propone una función solución aproxi-
mada para dicho funcional que debe cumplir con una serie de condiciones.
Para explicar y mostrar cómo aplicar el método, supongamos por un momento un problema
cualquiera cuyo funcional, por ejemplo la energía potencial total, tiene la forma:
43
44
2. EL MÉTODO DE RITZ
Z
due
ΠP = F ue ; ; x dx, (4.1)
dx
donde ci es un coeficiente no conocido y φi (x) una función cualquiera (xi ; sen(iπx); etc.). Además
vamos a imponer que estas funciones deben satisfacer cada una de ellas las condiciones de borde, es
decir, se debe cumplir que:
Las funciones φi (x) deben ser continuas, no así las primeras derivadas, que pueden ser discon-
tinuas. Reemplacemos u en el funcional de (6.1) y teniendo en cuenta que δΠP = 0, llegamos a
que:
n
X ∂ΠP ∂ΠP ∂ΠP ∂ΠP
δΠP = δci = δc1 δc2 + · · · + δcn = 0, (4.2)
∂ci ∂c1 ∂c2 ∂cn
i=1
pues es una función de los ci . A su vez los δci son arbitrarios (y por lo tanto distintos de cero) y
∂ci ∂ci
deben cumplir con que = 0 si i 6= j y = 1 si i = j, lo que asegura que la sumatoria de
∂cj ∂cj
funciones sea linealmente independiente. De (4.2) inferimos que si:
∂ΠP
δci 6= 0 ⇒ = 0; i = 1, 2, . . . , n,
∂ci
entonces obtenemos un sistema de ecuaciones lineales.
Para asegurar la convergencia del método se debe cumplir que:
1. Las funciones de aproximación deben ser continuas hasta un orden menos que la derivada más
alta del integrando. Esta condición significa tener un integrando definido.
2. Las funciones deben satisfacer en forma individual las condiciones de borde esenciales.
Podemos agregar como una tercera condición que la serie de funciones debe ser completa. Se
entiende por completa que el error cuadrático se anule en el límite, o sea:
n
!2
Z x2 X
lı́m = ue − ci ϕi dx = 0.
n→∞ x1 i=1
Por todo esto es fácil ver que las funciones polinómicas y las trigonométricas son las funciones que
mejor se ajustan para aplicar el método de Ritz. Estudiaremos a continuación algunos conocidos
dentro de la ingeniería civil.
45
CAPÍTULO 4. EL MÉTODO DE RITZ
Tomemos ahora una viga como la de la figura 1. donde w(x) son los desplazamientos del eje de
la viga en dirección del eje z.
ε = −zw00 ⇒ δε = −zδw00 ,
Si seguimos con este razonamiento, el trabajo de las fuerzas exteriores está definido como:
Z
δw W = qδw(x) dx.
L
Para que el funcional sea nulo, se deben anular todos los términos. En el caso del primero, lo que se
debe anular es el corchete, es decir:
M 00 + q(x) = 0,
que es la ecuación diferencial de equilibrio de una viga sometida a flexión, mientras que los térmi-
nos restantes corresponden a las condiciones de borde del problema, que pueden ser esenciales o
naturales:
M0 δw00 = 0,
0
ML δwL = 0,
Q0 δw0 = 0 (M 0 = Q),
QL δwL = 0,
Ritz propone para resolver este funcional, adoptar una función w(x) de la forma:
X
w(x) = ci ϕi (x),
i
47
CAPÍTULO 4. EL MÉTODO DE RITZ
que cumpla con las condiciones de borde cinemáticas del problema. A partir de esta función se de-
ducen la primera derivada:
X
w0 (x) = ci ϕ0i (x),
i
y la segunda:
X
w00 (x) = ci ϕ00i (x),
i
∂ci ∂ci
pues = 0 para i 6= j y = 1 para i = j. Esto asegura que los ci sean linealmente independi-
∂cj ∂cj
entes.
Análogamente tenemos la variación de la derivada primera:
Como δcj 6= 0, y por definición es independiente de x, lo mismo que los coeficientes ci , si permuta-
mos la sumatoria y la integral, podemos reordenar la expreión anterior de la siguiente manera:
" Z # Z
X
ci Bϕ00i (x)ϕ00j (x) dx δcj = q(x)ϕj (x) dx δcj ,
i L L
con lo cual los términos que debemos igualar son los que están entre corchetes. Así:
X Z Z
ci Bϕ00i (x)ϕ00j (x) dx = q(x)ϕj (x) dx para j = 1, 2, . . . , n.
i L L
Esta expresión nos muestra que las incógnitas son los coeficientes cj de la función w(x) prop-
uesta. Lo que obtendremos es un sistema de n ecuaciones con n incógnitas donde n es la cantidad de
coeficientes cj .
Una última consideración importante, cualquier función w(x) que se proponga como solución
debe cumplir solamente con las condiciones de borde cinemáticas, en razón que las condiciones de
borde estáticas están implícitas en la funcional, como vimos en la introducción al cálculo de varia-
ciones.
48
3. EJEMPLOS DE APLICACIÓN
Podemos hacer el mismo planteo para una barra solicitada axilmente. Sabemos que en este caso
el funcional es:
Z Z
σδε dV = p(x)δu(x) dx. (4.4)
V L
du
y como además sabemos que σ = Eε y ε = , entonces podemos expresar la (4.4) así:
dx
Z Z
du du
AE δ dx = p(x)δu(x) dx,
L dx dx L
Como los δaj 6= 0, necesariamente las expresiones en los corchetes deben ser iguales, es decir:
X Z Z
ai AE φ0i (x)φ0j (x) dx = p(x)φj (x) dx para j = 1, 2, . . . , n.
i L L
En este caso podemos proponer una función para u(x) que sea lineal como solución aproximada del
problema.
49
CAPÍTULO 4. EL MÉTODO DE RITZ
Analicemos el caso de una barra simplemente apoyada con una carga horizontal axil de compre-
sión (N = −P ), como se ve en la figura 3.
iπ0 iπL
que cumple con las condiciones de borde del problema, pues sen = sen = 0. Hallemos las
L L
derivadas primera y segunda de w(x):
n
X iπ iπ
w0 (x) = ci
cos x ,
L L
i=1
n 2
X iπ iπ
w00 (x) = − ci sen x .
L L
i=1
El paso siguiente es hallar las variaciones de estas últimas funciones. Estas variaciones son:
0 jπ jπ
δcj w (x) = cos x δcj ,
L L
2
00 jπ jπ
δcj w (x) = − sen x δcj .
L L
Realizando los reemplazos convenientes tenemos:
Z n 2 " 2 #
X iπ iπ jπ jπ
EI ci − sen x − sen x δcj dx+
L L L L L
i=1
Z X n
iπ iπ jπ jπ
−P ci cos x cos x δcj dx = 0.
L L L L L
i=1
50
3. EJEMPLOS DE APLICACIÓN
n
" Z #
X iπ jπ iπ jπ
−P ci cos x cos x dx δcj = 0.
L L L L L
i=1
Resolvamos la ecuación, teniendo en cuenta que las integrales para este caso sólo tienen sentido
L
cuando i = j, y valen . Con estas consideraciones nos queda:
2
( 2 )
jπ 4 L jπ L
cj EI −P δcj = 0. (4.6)
L 2 L 2
Para que la ecuación (4.6) se anule para cualquier δcj , resulta evidente que se debe anular el
término entre llaves. Observemos que al anularse éste, implica que la ecuación se hace nula también
para cualquier cj , es decir, que la solución del problema es independiente de la función desplazamien-
to específicamente propuesta, esto es, la solución es independiente del coeficiente, pero no lo es de la
familia de funciones a la que pertenece, que es la que define la expresión.
Por lo tanto, podemos hallar P en función de E, I y L, y resulta:
EIπ 2
P = .
L2
La solución a la que se ha llegado es la carga crítica de Euler para una barra simplemente apoyada
con una carga axil de compresión. Es claro que hemos hallado la solución exacta de este problema,
pues partimos adoptando como solución aproximada para la función desplazamiento una función
que pertenece a la misma familia de funciones a la que pertenece la solución exacta del problema.
Si, en cambio, hubiésemos propuesto como solución aproximada una función perteneciente a otra
familia de funciones, (por ejemplo, una función polinómica), la solución hubiera sido simplemente
una aproximación.
5 E LEMENTO DE BARRA
5.1. Introducción
51
52
2. ELEMENTO DE BARRA CON DOS NODOS
donde:
d [HL (x)UL ]
= BL (x)UL .
dx
Por otro lado, tenemos que:
σ = Eε = EBL (x)UL ,
donde E es el módulo de elasticidad del material de la barra. Realizando los reemplazos convenientes
tenemos los siguiente:
Z
δU = δUL T BL (x)T EBL (x)UL dV
ZV Z
= δUL T BL (x)T EBL (x)UL dA dx
L A
Z Z
T T
= δUL BL (x) EBL (x) dA dx UL
L A
T
δU = δUL KL UL ,
Esta formulación parte de aplicar el Método de Ritz para una barra solicitada axilmente, pues
hemos utilizado la misma función para definir la variación de los desplazamientos.
53
CAPÍTULO 5. ELEMENTO DE BARRA
donde: Z
RL = HL (x)T HL (x)PL dx,
L
es el vector de cargas nodales equivalentes local.
Con estas dos expresiones podemos plantear el Teorema de los Desplazamientos Virtuales:
δU = δW.
δUL T KL UL = δUL T ,
KL UL − RL = 0 ⇒ KL UL = RL .
Hasta aquí hemos analizado simplemente un elemento. Para el caso de un sistema de varias bar-
ras, utilizamos este mismo razonamiento, ensamblando las distintas matrices KL <i> y los vectores
RL <i> , con i = 1, 2, . . . , n, siendo n es la cantidad de elementos en que se dividió el sistema, de
manera de obtener la matriz de rigidez global, KG , y el vector de cargas nodales equivalente global
del sistema. Así, lo que obtenemos es la misma ecuación anterior pero de la forma:
KG UG − RG = 0 ⇒ KG UG = RG .
Consideremos un ejemplo sencillo como aplicación del método. Tomemos el sistema de la figura
3.
Nótese que en este ejemplo tenemos un tramo de de la barra con sección constante y el otro, con
sección variable. Fijemos primero las incógnitas globales del sistema, que son U1 y U2 , como vemos
en la figura 3. Por las características del sistema, vamos a discretizarlo en dos elementos de barra para
analizar el sistema. Como primer elemento (e<1> ) definimos el tramo de barra de sección constante,
de longitud L1 . El segundo y último elemento (e<2> ) es el de sección que varía linealmente.
54
3. EJEMPLO DE APLICACIÓN
Ahora tomemos la discretización e identifiquemos las incógnitas locales para cada uno de los
elementos figura 3. En cada elemento tenemos dos incógnitas locales (UA y UB ). En consecuencia,
la discretizar tenemos cuatro incógnitas, que son: UA<1> , UB<1> , UA<2> y UB<2> .
Armemos la matriz de rigidez KL <1> del primer elemento. Adoptemos las mismas funciones ya
vistas en los puntos anteriores como funciones desplazamiento, por lo tanto, la matriz de rigidez del
primer elemento es:
1 1
−
Z L1 L1
<1>
KL = A1 B<1>T EB<1> dx = A1 E ,
L1 1 1
−
L1 L1
donde A1 es una constante y B<1> es una matriz con coeficientes constantes. Tomemos ahora el
segundo elemento y hallemos la matriz de rigidez, KL <2> . Adoptemos también las mismas funciones
desplazamientos que en el caso anterior. Sin embargo, en este caso la sección ya no es constante y no
55
CAPÍTULO 5. ELEMENTO DE BARRA
Con esto, ensamblemos las matrices de rigidez locales y armemos la matriz de rigidez global, que
queda así:
A1 A1
L1 − 0
L1
A A A + A A + A
1 1 1 2 1 2
KG = E − + − ,
L1 L1 2L2 2L2
A1 + A2 A1 + A2
0 −
2L2 2L2
que resulta ser simétrica, como en los casos ya vistos. De la misma forma, hallemos la matriz de
cargas nodales equivalentes global:
0
RG = 0 .
P
Lo que falta es armar el sistema KG UG = RG :
A1 A1
L1 − 0
L1 U 0
0
A A1 A1 + A2 A1 + A2
1
E − + − U 0 .
1
L1 L1 2L2 2L2
U2 P
A1 + A2 A1 + A2
0 −
2L2 2L2
56
3. EJEMPLO DE APLICACIÓN
Queda por imponer las condiciones de borde del sistema. En nuestro ejemplo es U0 = 0, entonces
podemos eliminar la primera fila y la primera columna. Nuestro sistema se reduce al siguiente:
A1 A1 + A2 A1 + A2
+ −
L1 2L2 2L2 U1 0 .
E
A1 + A2 A1 + A2
− U2 P
2L2 2L2
Si resolvemos el sistema de ecuaciones, obtenemos los valores de U1 y U2 :
P L1
U1 EA1
= P L .
U2 1 2L2
+
E A1 A1 + A2
Con estos dos valores podemos calcular la deformación ε y las tensiones σ para cada elemento. La
deformación ε<1> es:
0
1 1 PL = − P ,
ε<1> = B1 U1 = − 1
L1 L1 EA1
EA1
Observemos que para el primer tramo de la barra la solución obtenida es la solución exacta,
mientras que para el segundo tramo la solución es una especie de promedio, pues la tensión resulta
de dividir la carga P por el promedio de las áreas de ambos extremos. En realidad, el método calcula
la deformaciones y las tensiones en la sección media de cada elemento. En el primer elemento, como
la sección es constante, tanto la deformación como la tensión halladas coinciden con la tensión y
la deformación exactas. Pero en el segundo elemento, la sección de la barra no es constante, y en
consecuencia, al calcular los valores en la sección media, los resultados obtenidos arrastran un error
con respecto a la solución exacta.
6 E LEMENTO DE VIGA
6.1. Introducción
En el capítulo anterior estudiamos a los elementos de barra, aquellos que sólo pueden ser solici-
tados por cargas axiles. En este capítulo nos concentraremos en el análisis de los elementos de vigas,
elementos que pueden ser solicitados a flexión, tanto simple como compuesta.
En principio estudiaremos el elemento de acuerdo con la hipótesis de Bernoulli-Navier, es decir,
el modelo tradicional para un elemento sometido a flexión que supone que las secciones planas y
ortogonales al eje de la pieza antes de la deformación, se mantienen planas y ortogonales al eje de la
pieza una vez deformada y hallaremos la matriz de rigidez. Luego nos ocuparemos de de un elemento
más general al considerar la deformación por corte (distorsión) y veremos que dificultades nos agrega
al cálculo de las deformaciones.
Para empezar, consideraremos que cada elemento tiene tres incógnitas desplazamiento por nodo:
u, w y θ. Analicemos, entonces, en un punto cualquiera de un elemento de viga los desplazamientos
de los puntos en una sección, según la figura 2.
57
58
2. CÁLCULO DE LA MATRIZ DE RIGIDEZ
Z Z Z Z Z Z Z
00
UM = σε dV dε = σ dx dA d(−zw ) = − M d(w00 ) dx. (6.1)
ε∗ V w∗ A L w∗ L
u(x) = α0 + α1 x,
y luego, con la función desplazamiento para w(x):
w(x) = α2 + α3 x + α4 x2 + α5 x3 .
La función de θ(x) la definimos como w0 (x), por lo que nos queda:
θ(x) = w0 (x) = α3 + α4 2x + α5 3x2 .
Expresemos las funciones u(x) y w(x) en forma matricial:
α0
α1
u(x) 1 x 0 0 0 0 α2
= .
w(x) 0 0 1 x x2 x3
α3
α4
α5
Lo que se puede expresar como:
U(x)<n> = Φ(x)<n> α<n> ,
donde el superíndice n indica el elemento n en que se discretizó la viga.
Armemos la matriz para los desplazamientos de cada uno de los nodos del elemento de la figura
2, es decir uA , wA , θA , uB , wB y θB , suponiendo que el elemento tiene una longitud L:
uA 1 0 0 0 0 0 α0
wA 0 0 1 0 0 0 α1
θA 0 0 0 1 0 0 α2 ⇒ UL <n> = A<n> α<n> .
=
uB 1 L 0 0 0 0 α3
wB 0 0 1 L L2 L3 α4
θB 0 0 0 1 2L 3L2 α5
59
CAPÍTULO 6. ELEMENTO DE VIGA
y la debida a flexión: Z
δUN = M (x)δw00 (x) dx,
L
Definamos ahora el vector ε(x)<n> :
du(x)
d
dx 0 u(x)
dx
ε(x)<n> = =
d2
d2 w(x)
0 −z 2 w(x)
−z dx
dx2
Reemplacemos las funciones u(x) y w(x) por su forma matricial tenemos:
d
ε(x)<n> = HL (x)<n> UL <n> = BL (x)<n> UL <n> ,
dx
donde BL (x)<n> es la matriz derivada primera de HL (x)<n> respecto de x.
Ahora definamos al vector de tensiones σ(x)<n> :
Por último, nos queda hallar la expresión para la energía interna. Para ello, tomemos como base
las dos expresiones anteriores y tenemos:
Z
T
δε U = δε<n> σ <n> dV
ZV Z
T T
= δUL <n> BL (x)<n> EBL (x)<n> UL <n> dAdx,
L A
y, si sacamos fuera de la integral los términos con UL <n> que no son funciones de x, nos queda:
Z Z
<n>T <n>T <n>
δε U = δUL BL (x) BL (x) dAdx UL <n> ,
L A
60
3. LA HIPÓTESIS DE TIMOSHENKO
Queda por encontrar el vector de cargas del trabajo de las fuerzas exteriores. Tomemos el vector de
las cargas del elemento:
<n> px (x)
PL (x) = ,
pz (x)
a partir del cual obtenemos el término del trabajo de las fuerzas exteriores:
Z Z
<n>T <n> px (x)
δU W = δU(x) PL dx = [δu(x) δw(x)] dx.
L L pz (x)
Como hemos definido U(x)<n> en función de los desplazamientos nodales UL (x)<n> , el trabajo
de las fuerzas exteriores queda expresado de la siguiente forma:
Z
T T
δU W = δUL (x)<n> HL (x)<n> PL (x)<n> dx
L Z
T T
= δUL (x)<n> HL (x)<n> PL (x)<n> dx
L
<n>T
δU W = δUL (x) RL (x)<n> ,
donde Z
<n> T
RL (x) = HL (x)<n> PL (x)<n> dx.
L
Ahora sí, al igualar la variación de la energía interna de deformación con la variación del trabajo de
las fuerzas exteriores nos queda:
T
δU U = δUL <n> KL <n> UL <n>
T
= δUL <n> RL <n>
T
= δUL <n> KL <n> UL <n> − RL <n> = 0
que es, nuevamente, la ecuación tradicional para resolver nuestro problema (KU = R).
Por lo visto hasta ahora se ha estudiado el caso del elemento de viga suponiendo solamente el
cumplimiento de la hipótesis de Bernoulli-Navier. Esta hipótesis no tiene en cuenta las deformaciones
debidas al corte, deformaciones que introducen en la sección una distorsión. Una nueva hipótesis,
conocida como la hipótesis de Timoshenko, sostiene que la sección transversal se mantiene plana
pero no ortogonal al eje del mismo una vez deformada la pieza, como se puede ver en la figura 3.
Calculemos en primer lugar la energía interna de deformación por corte según la ecuación clásica:
Z Z Z
1 1
δUQ = γτ dz = γτ dz.
2 B H 2 h
61
CAPÍTULO 6. ELEMENTO DE VIGA
γ
Si reemplazamos γ por , e integramos en z, nos queda:
G
1 τ2
δUQ = A.
2G
Según la teoría de Jouravski para flexión y corte en vigas, la distribución del τ no es constante
sino variable, lo que se traduce en que la sección en realidad se alabea. Por lo tanto, es necesario
introducir un factor de corrección para aquellas secciones no circulares, a fin de mantener la relación
τ = Gγ. En el caso de la sección rectangular, ese coeficiente de corrección, que podemos llamar κ,
5
es .
6
Planteemos ahora las funciones que intervienen:
εT = −zβ 0 w0
−β ,
σ T = [σx τxy ] .
Ahora introduzcamos estas dos matrices en la expresión de la energía interna. Nos queda:
Z Z Z
0
δε U = T
δε σ dV = δ(−zβ )σx dV + δ(w0 − β)τxy dV,
V V V
y si reemplazamos a σx por E(−zβ 0 ) y a τxy por G(w0 − β), podemos escribir la expresión anterior
como: Z Z
0 0
δε U = δ(−zβ )E(−zβ ) dV + δ(w0 − β)G(w0 − β) dV.
V V
Ahora integremos ambos términos respecto de z y de y, con lo cual lo anterior expuesto queda
como: Z Z
δε U = EI δβ 0 β 0 dx + GκA δ(w0 − β)(w0 − β) dx.
L L
Propongamos ahora las siguientes incógnitas con las que vamos a definir las dos funciones desplaza-
mientos propuestas, como se ve en la figura 3, es decir, vamos a proponer una función para los
desplazamientos w:
w(x) = α0 + α1 x,
y otra para los giros β:
β(x) = α2 + α3 x.
Así, la matriz de incógnitas desplazamiento queda de la siguiente forma:
w1
w2
U = β1 ,
β2
y si expresamos las funciones desplazamiento en forma matricial, tenemos:
α0
w(x) 1 x 0 0 α1 .
u(x) = =
β(x) 0 0 1 x α2
α3
62
3. LA HIPÓTESIS DE TIMOSHENKO
w(0) α0
w(Le ) 1 0 0 0
= 0 Le 0 0 α 1 α = A−1 U.
β(0) α2
= Aα
⇒
0 0 1 Le
β(Le ) α3
63
CAPÍTULO 6. ELEMENTO DE VIGA
y si definimos por: Z
KF = Bβ (x)T EJBβ (x) dx,
Le
y Z
KC = [Bw (x) − Hβ (x)]T GAκ [Bw (x) − Hβ (x)] dx
Le
donde KF es la rigidez a flexión y KC es la rigidez a corte, la expresión de la variación de la energía
interna de deformación queda:
δε U = δUT (KF + KC ) U = δUT KU.
Finalmente queda el sistema:
KU = R
menos importantes que para el caso de un elemento de dos nodos, no ha desaparecido el efecto de
bloqueo.
La explicación de este fenómeno la obtienen a través del concepto de proyección de la solución,
es decir, asumiendo que la solución por elementos finitos es una proyección ortogonal de la solución
real, como podemos ver en la figura 3.
Así, cuando la solución aproximada no puede ser expresada como combinación lineal de poli-
nomios de Legendre, contiene oscilaciones espúreas y no puede representar correctamente las ten-
siones del elemento. Para obtener una solución correcta con un elemento de tres nodos, también
deberá usarse la integración reducida.
El coeficiente κ se determina a partir de la teoría de Jouravski. Según esta teoría, el γxy en una
viga de sección rectangular está dado por la siguiente expresión:
" #
Q h 2
τxy = − z2 ,
2Iz 2
bh3
donde Iz = .
12
τxy
La distorsión es γxy = . Así, la energía interna de deformación por corte, por unidad de
G
longitud, se expresa como:
Z bZ h
1 2 3Q2
UJ = τxy γxy dydz = .
2 0 −h 5bhG
2
Q
τxy = ,
bh
con la misma relación entre τxy y γxy . Por lo tanto la energía por unidad de longitud para este caso se
expresa de esta manera:
Z Z h
1 b 2 Q2
UT = τxy γxy dydz = .
2 0 −h 2bhG
2
66
4. DETERMINACIÓN DEL COEFICIENTE κ
Para resolver nuestro problema, ambas energías internas de deformación deberían ser iguales. Al
hacer esto nos queda lo siguiente:
3Q2 Q2
UJ = 6= = UT .
5bhG 2bhG
Como podemos ver, no son iguales. Para que sean iguales hay que afectar a la energía interna de
deformación por Timoshenko por un coeficiente κ relacionado con la sección transversal. Entonces
tenemos:
3Q2 Q2 3 11 5
= ⇒ = ⇒ κ= .
5bhG 2κbhG 5 2κ 6
En consecuencia, la energía interna de deformación por corte para una sección rectangular según
la hipótesis de Timoshenko queda así:
Q2
UT = ,
2 56 bhG
5
donde la sección bh es una sección equivalente para mantener la energía interna de deformación por
6
la teoría de Jouravski.
7 E LEMENTO DE ESTADO PLANO
7.1. Introducción
En el desarrollo de este capítulo vamos a analizar y estudiar los elementos de estado plano. Para
ello encararemos el armado de las matrices de rigidez de dichos elementos, tanto de estado plano de
tensión como de deformación.
El estado plano de tensiones es aquel que tiene dos tensiones principales preponderantes sobre la
tercera, es decir, se cumple que:
σx 6= 0, σy 6= 0, γx,y 6= 0
y
σz = τxz = τzy ≈= 0.
Este estado se da en estructuras que presentan la particularidad de tener dos dimensiones prepon-
derantes sobre la tercera y que las cargas están aplicadas en su contorno o en el plano medio (por
ejemplo, una viga de gran altura o viga pared, figura 1.)
Para este caso veamos las matrices definidas por la ley de Hooke:
1 −ν −ν
0 0 0
εx σx
−ν 1 −ν 0 0 0
εy σy
= 1
−ν −ν 1 0 0 0
εz γxy σz τxy
E 0 0 0 2(1 + ν) 0 0
γyz τyz
0 0 0 0 2(1 + ν) 0
γzx τzx
0 0 0 0 0 2(1 + ν)
Como se ha dicho, para un estado plano de tensiones se cumple que σz = τyz = τzx ≈= 0, de
manera que la matriz de la ecuación anterior se reduce a una matriz de 3 × 3. Si invertimos el sistema,
nos queda:
67
68
2. ESTADOS PLANOS
1 −ν
σx
0 εx
σy = E −ν 1 0 εy
1 − ν2 1−ν
τxy 0 0 γxy
2
Este estado corresponde a aquél en el que dos deformaciones principales son preponderantes
sobre la tercera (al igual que en el caso anterior, si ε1 y ε2 6= 0, entonces ε3 ≈= 0). Como ejemplo
de este caso podemos tomar un cuerpo infinitamente largo y en el cual las cargas son sólo función de
x y y, como en la figura 2.
1−ν
σx
ν 0 εx
E 1−ν
σy = ν 0 εy
(1 + ν)(1 − 2ν) 1 − 2ν
τxy 0 0 γxy
2
u(x, y) = α1 + α2 x + α3 y + α4 xy
v(x, y) = β1 + β2 x + β3 y + β4 xy
70
3. ELEMENTOS DE ESTADOS PLANOS
donde
<n> 1 x y xy 0 0 0 0
Φ (x, y) = .
0 0 0 0 1 x y xy
Del mismo modo que para los elementos vistos en los capítulos precedentes, podemos expresar
α<n> en función de U<n> :
−1
U<n> = A<n> · α<n> α<n> = A<n> · U<n> .
⇒
con
−1
H<n> (x, y) = Φ<n> (x, y) · A<n>
,
que es la matriz de la función interpolante de los desplazamientos U<n> . Esta matriz la podemos
expresar también de esta forma:
<n> h(x, y) [0]
H = ,
[0] h(x, y)
donde
h(x, y) = [h1 (x, y) h2 (x, y) h3 (x, y) h4 (x, y)] ,
y
[0] = [0 0 0 0] .
Si definimos las coordenadas de cada uno de los puntos de esta manera, P1 = (−1, −1), P2 =
(1, −1), P3 = (1, 1) y P4 = (−1, 1), para un elemento genérico cualquiera, cada una de estas
71
CAPÍTULO 7. ELEMENTO DE ESTADO PLANO
con
σx<n>
<n>
σy
σ <n>
=
,
σ <n>
xy
y E es una matriz que depende del estado plano en análisis (de tensión o de deformación).
Como ya hemos hallado todos los términos que componen la expresión (7.2), sólo nos resta
plantear los términos de la variación de la energía interna de deformación y la variación del trabajo
de las fuerzas exteriores.
La variación de la energía interna de deformación está dada por:
ZZZ
<n>
δU = δε<n> σ <n> dzdydx.
72
3. ELEMENTOS DE ESTADOS PLANOS
Para integrar esta expresión asumiremos primero que el espesor del elemento es constante y vale h
es decir, z ∈ (0, h). En segundo lugar, reemplacemos la integral en z por la sumatoria de los h<n> .
Con estas simplificaciones el término de la energía interna nos queda:
X ZZ
δU U <n> = h<n> δε<n> σ <n> dydx,
n
ZZ
T
X
= δU<n> h<n> B<n> (x, y)T EB<n> (x, y) dydxU<n> ,
n
donde R<n> son las cargas nodales equivalentes para cada elemento. Igualando las dos ecuaciones
anteriores obtenemos:
T T T
δU<n> K<n> U<n> = δU<n> R<n> δU<n> K<n> U<n> − R<n> = 0,
⇒
u(x, y) = α1 + α2 x + α3 y
v(x, y) = β1 + β2 x + β3 y
que sólo tienen términos lineales. Podemos expresar esto de forma matricial:
con
<n> 1 x y 0 0 0
Φ (x, y) =
0 0 0 1 x y
y
α1
α2
α3
α<n>
= .
β1
β2
β3
Como ya vimos para el caso anterior, tenemos que:
−1
U<n> = A<n> · α<n> α<n> = A<n> · U<n> .
⇒
con
1 x1 y1 0 0 0
1 x2 y2 0 0 0
1 x3 y4 0 0 0
A<n>
=
0 0 0 1 x 1 y1
0 0 0 1 x 2 y2
0 0 0 1 x 3 y3
y
u1
u2
u3
U<n>
=
v1
v2
v3
Finalmente, podemos escribir la función u<n> (x, y) como:
−1
u<n> (x, y) = Φ<n> (x, y) A<n> · U<n> = H<n> (x, y) · U<n> ,
con −1
H<n> (x, y) = Φ<n> (x, y) A<n>
.
74
3. ELEMENTOS DE ESTADOS PLANOS
1
N1 (x, y) = [(x2 y3 − x − 3y2 ) + (y2 − y3 )x + (x3 − x2 )y]
2AT
1
N2 (x, y) = [(x3 y1 − x1 y3 ) + (y3 − y1 )x + (x1 − x3 )y]
2AT
1
N3 (x, y) = [(x1 y2 − x2 y1 ) + (y1 − y2 )x + (x2 − x1 )y] ,
2AT
A1 A2 A3
N1 = N2 = N3 = ,
AT AT AT
1
u(x, y) = (A1 u1 + A2 u2 + A3 u3 ),
AT
1
v(x, y) = (A1 v1 + A2 v2 + A3 v3 ).
AT
Las funciones desplazamientos que obtenemos para este caso resultan ser funciones lineales, que
son mucho más sencillas de manejar que las funciones interpolantes que obtenemos con el elemento
cuadrilátero, tal como se indicó al principio. Como las tensiones surgen de derivar esas funciones
desplazamiento, que son constantes, al elemento triangular se lo conoce también como elemento de
tensión o deformación constante.
75
CAPÍTULO 7. ELEMENTO DE ESTADO PLANO
Un caso particular de los estados planos puede encontrarse en las estructuras o sólidos con
simetría de revolución, como pueden ser una cúpula o un tanque (especialmente en los sectores
alejados de los bordes). En estos casos se puede aplicar un análisis por elemento finitos utilizando
elementos de estado plano, introduciendo la relación constitutiva para estados con simetría de revolu-
ción.
Ahora, definamos las deformaciones de este elemento en función de los desplazamientos. Estas
deformaciones están dadas por:
∂
0
∂x
εx
0 ∂
εy ∂y
u(x, y)
=
v(x, y)
γxy ∂ ∂
∂y ∂y
εz
1
0
r
∂
0
∂x
0 ∂
∂y
<n>
(x, y)U<n> = B<n> (x, y)U<n> .
=
H
(7.4)
∂ ∂
∂y ∂y
1
0
r
1−ν ν 0 ν
σx
εx
ν 1−ν 0 ν
σy εy
E(1 − ν)
=
(1 + ν)(1 − 2ν) 1 − 2ν . (7.5)
τxy 0 0 0
2
γxy
σz ν ν 0 1−ν εz
Con las ecuaciones (7.4) y (7.5) podemos obtener la variación de la energía interna de deforma-
ción y luego aplicar el Teorema de los Desplazamientos Virtuales. La variación de la energía interna
76
4. SIMETRÍA DE REVOLUCIÓN
Si definimos que:
1−ν ν 0 ν
ν 1−ν 0 ν
E(1 − ν)
C= 1 − 2ν
(1 + ν)(1 − 2ν) 0 0 0
2
ν ν 0 1−ν
La variación del trabajo de las fuerzas exteriores por unidad de radián está dada por:
T R<n>
δU W = δU<n> ,
2π
donde R<n> son las cargas nodales. En caso de tener una carga distribuida (ver figura 4), hay que
obtener las cargas nodales equivalentes.
Para ello, tomemos las funciones unas funciones adicionales, u(s) y v(s):
y y
u(y) = u<n>
1 1 − + u<n>
2 0 + u<n>
3
L L
<n>
y <n> <n> y
v(y) = v1 1− + v2 0 + v3 ,
L L
que podemos resumir en una expresión matricial:
Con estas funciones desplazamiento, hallemos la variación del trabajo de las fuerza exteriores:
Z
1
δU W = δu(y)p(y) dy
2π
Z
1 T
= δU<n> H<n> (y)T p(y) dy
2π
T Z
δU<n>
δU W = H<n> (y)T p(y) dy.
2π
Nuevamente, para resolver el problema, basta con aplicar el Teorema de los Desplazamientos
Virtuales, realizando las igualaciones convenientes para obtener los desplazamientos o incógnitas.
77
CAPÍTULO 7. ELEMENTO DE ESTADO PLANO
8.1. Introducción
Definición 8.1. Una placa es el lugar geométrico de los puntos comprendidos entre dos su-
perficies que equidistan de un plano, llamado plano medio. Dichas superficies se encuentran
muy próximas entre sí a una distancia llamada espesor y que mucho menor que las otras di-
mensiones que se pueden medir sobre el plano medio.Las cargas son principalmente en la
dirección normal al plano medio.
Placa plana delgada. Una placa se considera delgada cuando su espesor es menor que un décimo de
la mínima dimensión en su plano medio. En este caso se parte de la hipótesis de Kirchhoff
Placa flexible o muy delgada. Se trata de placas cuyas deflexiones son mayores a 0, 5 h, siendo h el
espesor de la misma.
Membrana. Son placas que no tienen rigidez a flexión y sólo resisten las cargas normales al plano
medio con esfuerzos normales y tangenciales.
Placa gruesa. Cuando el espesor es mayor a un décimo de la mínima dimensión en su plano medio.
En este caso se utiliza la hipótesis de Mindlin.
78
79
CAPÍTULO 8. ELEMENTO DE PLACA
De la figura 1 podemos ver que los desplazamientos están descritos por las expresiones:
ū0 = u0 ex + v0 ey + w0 ez
ū = uex + vey + wez .
Por hipótesis, los desplazamientos son pequeños y por lo tanto se puede asumir que:
∂w
α ≈ sen α ≈ tan α ≈ − (8.1)
∂x
∂w
β ≈ sen β ≈ tan β ≈ − .
∂x
Con las expresiones de los desplazamientos vamos a obtener las deformaciones de la placa, asum-
iendo que u0 , v0 y w0 son constantes:
∂2w
εx = −z ,
∂x2
∂2w
εy = −z 2 ,
∂y
∂2w
γxy = −2z .
∂x∂y
De donde se puede concluir que:
∂2w
∂x2
εx
∂2w
εy = −z
∂y 2
γxy
∂2w
2
∂x∂y
Analicemos ahora las ecuaciones de equivalencia entre tensiones y solicitaciones. En nuestro caso
vamos a trabajar con los momentos Mx , My y Mxy . Podemos expresar estos momentos como:
Z h
2
Mx = σx z dz,
−h
2
Z h
2
My = σy z dz,
−h
2
Z h
2
Mxy = γxy z dz.
−h
2
con
Mx
M = My .
Mxy
y
σx
σ = σy .
τxy
Reemplazando convenientemente tenemos:
∂2w
∂x2
σx
1 ν 0
2
σy = E ν 1 0 ∂ w
(−z) .
1 − ν2 1−ν ∂y 2
τxy 0 0
2
∂2w
2
∂x∂y
Si definimos
1 ν 0
E ν 1 0
C=
1 − ν2 1−ν
0 0
2
y
∂2w
∂x2
2
00
∂ w
w = = B(x, y)U,
∂y 2
2
∂ w
2
∂x∂y
82
3. PLACA PLANA CON HIPÓTESIS DE MINDLIN
M 00 + p = 0.
con
w(x, y) = H(x, y)U,
y, por lo tanto
δw(x, y) = H(x, y)δU.
Si definimos
h3
Z
KL = B(x, y)T CB(x, y) dA,
12 A
y Z
R= H(x, y)T p dA,
A
podemos escribir lo siguiente:
δUT (KL U − R) = 0,
que termina en el sistema de ecuaciones lineales ya conocido:
KL U = R.
En el punto, tomamos cómo hipótesis válidas que εz = γxz = γyz = 0. Esto nos permitía resolver
nuestra ecuación diferencial tomando cómo incógnitas nada más que los desplazamientos normales
a la superficie media del elemento, y los giros relativos. Al igual que en el caso de un elemento de
viga, también en placas planas podemos considerar las deformaciones introducidas por el esfuerzo de
corte.
83
CAPÍTULO 8. ELEMENTO DE PLACA
Para ello vamos considerar la denominada hipótesis de Mindlin, que introducen las distorsiones
6 0 y γyz 6= 0, quedando solamente que εz ∼
γxz = = 0.
De nuevo, vamos a proponer funciones para los desplazamientos y para los giros en cada nodo.
Así tendremos las siguientes funciones para cada caso. Desplazamientos:
X
w(x, y) = wi hi (x, y),
y giros:
X
βx (x, y) = βxi hi (x, y),
X
βy (x, y) = βyi hi (x, y).
El paso a seguir es definir las funciones de las deformaciones, tanto las debidas a la flexión como a
las debidas al corte, que tendrán la siguiente forma.
Flexión:
∂βx
∂x
εx
∂βy
ε = εy = −z = −zBf (x, y)U.
∂y
γxy
∂βy ∂βx
+
∂y ∂x
Corte:
∂w(x, y)
− βy
γyz
∂y
γ= = Bc (x, y)U.
γzx
∂w(x, y)
− βx
∂x
De acuerdo con la Ley de Hooke, tendremos las tensiones.
Flexión:
∂βx
∂x
σx
1 ν 0
E ν 1 0
∂βy
σ = σy = −z = −zEBf (x, y)U.
1−ν 2 1−ν ∂y
τxy
0 0
2
∂βy
∂βx
+
∂y ∂x
Corte:
∂w(x, y)
− β y
σyz
E ∂y
τ= = = GBc (x, y)U.
τzx 2(1 + ν)
∂w(x, y)
− βx
∂x
Si planteamos el término de la variación de la energía interna de deformación:
Z Z
T
δU U = δε dV + δγ T τ dV,
V V
84
4. ELEMENTOS ISOPARAMÉTRICOS
En esta expresión aparece también el coeficiente κ, como hemos visto en el capítulo de elemento
de viga. En ambos casos, nuestra formulación de los elementos se ha hecho con funciones desplaza-
mientos y giros en coordenadas x e y. Este procedimiento puede resultar engorroso cuando se trabaja
con elementos de diferentes tamaños o tipos. En esos casos se puede realizar el mismo desarrollo
mediante los denominados elementos isoparamétricos.
Los elementos subparamétricos. Son aquellos en los cuales la cantidad de incógnitas es menor a la
cantidad de coordenadas geométricas necesarias para definir el elemento.
Los elementos hiperparamétricos. Son aquellos en los cuales la cantidad de incógnitas es mayor a
la cantidad de coordenadas geométricas necesarias para definir el elemento.
Los elementos isoparamétricos. Son aquellos en los cuales la cantidad de incógnitas es igual a la
cantidad de coordenadas geométricas necesarias para definir el elemento.
Para nuestro estudio nos centraremos en los elementos isoparamétricos. Una correcta definición
de un elemento isoparamétrico es la siguiente.
85
CAPÍTULO 8. ELEMENTO DE PLACA
Definición 8.2. Un elemento isoparamétrico es todo elemento en el cual la geometría y las in-
cógnitas que los describen están formulados con el mismo tipo de función polinómica, también
llamadas funciones de forma.
Veamos la figura 4. Allí se muestra un elemento cuadrangular y las coordenadas de sus cuatro
nodos referidas al sistema coordenado local (r, s).
Recordemos primero el concepto de la matriz Jacobiana. Esta matriz nos sirve para transformar
las derivadas de una función respecto a dos variables dadas (por ejemplo x y y) en derivadas respecto
a otras variables (por ejemplo r y s) que a su vez son funciones de x y y. Es decir:
∂F (x, y)
∂F (x, y) ∂x ∂y
∂r ∂r ∂r ∂x
= ,
∂F (x, y) ∂x ∂y ∂F (x, y)
∂s ∂s ∂s ∂y
con
∂x ∂y
∂r ∂r
J= .
∂x ∂y
∂s ∂s
La transformación inversa queda de la siguiente forma:
∂F (r, s)
∂F (r, s)
∂x ∂r
= J−1
∂F (r, s) ∂F (r, s)
∂y ∂s
Apliquemos estos conceptos a lo visto en las placas con hipótesis de Midlin. En primer lugar
hallemos la derivada de los desplazamientos:
∂w(r, s) ∂h1 (r, s) ∂h2 (r, s) ∂h3 (r, s) ∂h4 (r, s) w1
∂r ∂r ∂r ∂r ∂r
w2
= .
w3
∂w(r, s) ∂h (r, s) ∂h (r, s) ∂h (r, s) ∂h (r, s)
1 2 3 4
w4
∂s ∂s ∂s ∂s ∂s
∂w(r, s) ∂w(r, s)
Para obtener y , debemos pre multiplicar el miembro de la derecha por J −1 .
∂x ∂y
Luego de realizar esta operación nos queda:
∂w(r, s)
∂h1 (r, s) ∂h2 (r, s) ∂h3 (r, s) ∂h4 (r, s) w1
∂x ∂r ∂r ∂r ∂r
w2
= J−1 .
w3
∂w(r, s) ∂h (r, s) ∂h2 (r, s) ∂h3 (r, s) ∂h4 (r, s)
1
w4
∂y ∂s ∂s ∂s ∂s
87
CAPÍTULO 8. ELEMENTO DE PLACA
∂βx (r, s)
∂h1 (r, s) ∂h2 (r, s) ∂h3 (r, s) ∂h4 (r, s) β
x
∂x ∂r ∂r ∂r ∂r 1
βx2
−1
=J ,
βx3
∂βx (r, s) ∂h1 (r, s) ∂h2 (r, s) ∂h3 (r, s) ∂h4 (r, s)
βx4
∂y ∂s ∂s ∂s ∂s
∂βy (r, s)
∂h1 (r, s) ∂h2 (r, s) ∂h3 (r, s) ∂h4 (r, s) βy
∂x ∂r ∂r ∂r ∂r 1
βy2
= J−1
.
βy3
∂βy (r, s) ∂h1 (r, s) ∂h2 (r, s) ∂h3 (r, s) ∂h4 (r, s)
βy4
∂y ∂s ∂s ∂s ∂s
Con ayuda de esta última expresión podemos escribir las siguientes ecuaciones en forma matri-
88
4. ELEMENTOS ISOPARAMÉTRICOS
cial:
w1
..
∂βx (r, s)
.
∂x
w4
βx
εx
1
∂βy (r, s)
..
= Bf (r, s) . ⇒ εy = −zBf (r, s)UL .
∂y
γxy
β x4
∂βx (r, s) ∂βy (r, s) βy
+ 1
..
∂y ∂x .
βy4
donde Z Z Z h
2
T
Kf = Bf (r, s) CBf (r, s) (−z)2 dz|J| drds,
s r −h
2
es decir,
h3
Z Z
Kf = Bf (r, s)T CBf (r, s)|J| drds.
12 s r
9 T EOREMAS VARIACIONALES MIXTOS
9.1. Introducción
Hasta ahora nos hemos ocupado de resolver nuestros problemas mediante la aplicación de méto-
dos que utilizaban incógnitas de un solo tipo, esto es, en el caso de los sistemas estructurales, pro-
poniendo funciones que determinaran los desplazamientos (Teorema de los Desplazamientos Vir-
tuales o T.D.V.), o las tensiones (Teorema de las Tensiones Virtuales o T.T.V.).
Así vimos que si aplicamos el T.D.V. en un sistema estático para hallar la función desplazamiento
y se pretende conocer el estado tensional en una sección determinada, por ejemplo, el momento flector
máximo en una viga, deberemos hallar dicho estado a partir de la función desplazamiento, en nuestro
caso, deberemos partir de la relaciónM (x) = −EIw00 (x), lo que significa una pérdida de precisión
en la solución aproximada introducida por la necesidad de derivar nuestra función desplazamiento dos
veces respecto a x. Esta pérdida de precisión en muchos casos es significativa, toda vez que depende
de la función desplazamiento elegida, y así se evidencia en varios ejemplos prácticos vistos como
aplicación del método de Ritz.
También hemos visto que mediante la utilización del método de los elementos finitos es posible
reducir el error en las aproximaciones de los resultados a través de discretizar nuestro sistema de
acuerdo con las necesidades del problema, pero esto requiere trabajar en forma iterativa. Igualmente
estos resultados también están vinculados al tipo de función propuesta como solución para elemento
considerado.
Para el estudio de estos teoremas partiremos primeramente de un caso sencillo y clásico de sis-
temas estructurales que ya hemos resuelto mediante el método de Ritz. Tomemos el ejemplo de una
viga simplemente apoyada con una carga concentrada en el centro de la luz.
La resolución de este problema mediante el método de Ritz arroja como función aproximada de
PL
los momentos flectores la siguiente expresión: M (x) = . Según vimos en el Capítulo 4, la función
8
de momentos es una función lineal, mientras que la obtenida por aplicación del método de Ritz es
una función constante. Esto es debido a que la función desplazamiento propuesta es una parábola de
segundo grado, que al ser derivada dos veces, se convierte en una constante.
Para resolver este problema y reducir el error para los momentos flectores, vamos a aplicar el
concepto de los teoremas variacionales mixtos con el objetivo de mejorar nuestra aproximación de la
función mencionada. Empezaremos de forma similar que en el caso del método de Ritz. Propongamos
89
90
2. TEOREMA DE HELLINGER-REISSNER
una función para los desplazamientos, en este caso, una función lineal definida de la siguiente forma:
x L
w1 2 L ,
si 0≤x≤ ,
2
w(x) = (9.1)
w1 2 1 − x , si L
h i
<≤ L,
L 2
Como podemos ver, la función que hemos propuesto cumple con las condiciones de borde cin-
emáticas:
w(0) = 0 y w(L) = 0.
Lo nuevo es que ahora vamos a proponer una solución aproximada para los momentos flectores. Para
ello, consideremos por un momento que no hay ninguna relación entre los momentos flectores y los
desplazamientos, es decir, no se cumple que M (x) = −EJw00 (x). Entonces, definamos la siguiente
función para los momentos:
x L
M1 2 L ,
si 0 ≤ x ≤ ,
2
M (x) =
M1 2 1 − x , si L <≤ L,
h i
L 2
donde M1 es nuestra incógnita momento (incógnita estática), que también está ubicada en el centro
de la luz de la viga en concordancia con la ubicación de la carga concentrada P . Esta función está
representada en la figura 9.3:
91
CAPÍTULO 9. TEOREMAS VARIACIONALES MIXTOS
Nuestra función solución para los momentos flectores es una función interpolante cuyas incóg-
nitas son discretas. Por otro lado, la función desplazamiento virtual o la variación de la función de-
splazamiento elegida es una función lineal, por lo que la derivada segunda es nula, y nuestra integral
no es posible de ser calculada. Pero aprovechando justamente que las incógnitas momento son disc-
retas, podemos discretizar el integral, o sea, convertirla en una sumatoria.
dw(x)
Sabemos, además, que φ = − . Con estos cambios, la ecuación 9.2 podemos expresarla
dx
92
2. TEOREMA DE HELLINGER-REISSNER
así:
Z X dδw(x)
X
δw U = −Mi δw00 (x) dx = − Mi = Mi δφi ,
dx
L i i
xi
donde las Mi son nuestras incógnitas de momentos y las δφi son las variaciones de los giros relativos
vinculados con las Mi , que vamos a definir en función de los desplazamientos virtuales δwi . En
nuestro ejemplo, la expresión anterior la reescribimos como:
δw1 δw1 δw1
δw1 U = M 1 + = M1 4 .
L L L
2 2
Ahora, expresemos el trabajo de las fuerzas exteriores. De nuevo, para nuestro ejemplo, tenemos:
δw W = P δw1 .
δw1 PL
M1 4 = P δw1 ⇒ M1 = .
L 4
En este caso en particular, con sólo haber planteado el Teorema de los Desplazamientos Virtuales,
hemos obtenido la solución para nuestra incógnita momento. Pero nuestro ejemplo está definido por
dos incógnitas, por lo que falta todavía hallar w1 .
Recordemos que para proponer una función interpolante de los momentos habíamos supuesto por
un instante que no se cumplía M (x) = −EJw00 (x). Sabemos que esto no es rigurosamente cierto,
por lo que debemos buscar la forma de hacer que esta relación se cumpla. Como estamos trabajando
con momentos discretos, los Mi , vamos a hacer que dicha relación sólo se cumpla en forma discreta,
es decir, que se cumpla sólo punto a punto, o dicho de otro modo, solamente donde se evidencien las
incógnitas momento (nodo a nodo). Vamos a plantear lo siguiente:
Esta expresión vincula a las funciones desplazamiento y momento flector, de modo que sólo se
verifique la relación M (x) = −EJw00 (x) en el punto considerado, es decir, no es continua en el
elemento. Esta condición se conoce como Teorema de Hellinger-Reissner.
Vamos a analizar esta igualdad. En primer lugar, propongamos una variación de la función mo-
mento. Esta variación será:
x L
δM1 2 L ,
si 0 ≤ x ≤ ,
2
δM (x) = (9.4)
h
δM1 2 1 − x i L
, si <≤ L,
L 2
dado que ahora la variación es de la función momento (M (x)) propuesta y sabemos que podemos
expresar φi en función de wi . Para nuestro ejemplo, la ecuación anterior se reduce a:
w1
δM1 U = δM1 4 .
L
Teorema de Hellinger-Reissner.
δσ U(σ, ε) = δσ U(σ).
94
2. TEOREMA DE HELLINGER-REISSNER
9.2.1. Ecuaciones para vigas sometidas a flexión con teoría de primer orden
Luego de haber resuelto por el Teorema de Hellinger-Reissner una viga simplemente apoyada,
vamos a generalizar las expresiones para un elemento de viga. Partiremos de un elemento genérico
con las siguientes características, como se ve en la figura 1.
Según hemos visto en los puntos anteriores, la expresión para la energía interna de deformación
es:
X
δφ U = Mi δφi . (9.5)
i
δwi
δφi−1 = ,
Li−1
δwi
δφi+1 = ,
Li
δwi δwi
δwi U = (Mi − Mi−1 ) + (Mi − Mi+1 ) .
Li−1 Li
El sentido positivo para el giro y para el momento, es aquel en que las fibras inferiores de la
viga son traccionadas.
Así, en nuestro ejemplo de análisis, δφi−1 < 0, δφi+1 < 0 y δφi > 0, en tanto que todos los
momentos son positivos.
La variación del trabajo de las fuerzas exteriores se puede expresar como:
Z Z
δwi W = q(x)δwi (x) dx + q(x)δwi (x) dx + P δwi .
Li−1 Li
De la figura 1 podemos hallar los giros en función de wi , y, en este caso sólo necesitamos conocer φi :
wi − wi−1 wi − wi+1
φi = + .
Li−1 Li
Luego de realizar los reemplazos convenientes nos queda:
wi − wi−1 wi − wi+1
δMi U = δMi + .
Li−1 Li
Nos falta la otra parte de la igualdad del Teorema de Hellinger-Reissner. Desarrollemos el segundo
término así:
Z
δMi U = − w00 (x)δMi (x) dx
Z L
M (x)
= δMi (x) dx
L EJ
Z Z
M (x) M (x)
= δMiIzq (x) dx + δMiDer (x) dx,
Li −1 EJ Li EJ
donde M (x) es la función momento real, y δMiIzq (x) y δMiDer (x) es la variación del momento,
como vemos en la figura 1.
Si integramos ambas funciones, obtenemos:
Li−1 Li
δMi U(M ) = (Mi−1 + 2Mi ) + (Mi+1 + 2Mi ) δMi .
EJ EJ
96
2. TEOREMA DE HELLINGER-REISSNER
Como resumen, si tenemos un sistema estático con m + n incógnitas, donde m son las incógnitas
cinemáticas (desplazamientos) y n las incógnitas estáticas (en este caso, momentos), podemos expre-
sar la aplicación de los Principios Variacionales Mixtos con ayuda d el Teorema de Hellinger-Reissner
de esta forma:
Teorema de Hellinger-Reissner.
wj − wj−1 wj − wj+1 Lj−1
δMj + = (Mj−1 + 2Mj ) +
Lj−1 Lj EJ
Lj
+ (Mj+1 + 2Mj ) δMj , dotted
EJ
con j ∈ (1, n).
Como caso particular, cuando Li−1 = Li y Lj−1 = Lj , nos queda:
w ∼ w
tan α ∼
= sen α = = , junto con cos α ∼
=α⇒α∼ == 1. (9.6)
L L
Con estas condiciones, y analizando desde un punto geométrico podemos definir que:
δu = αδw.
δu W = P cos αδu ∼
= P δu.
Con esta última igualdad obtenemos una expresión más general para el caso de teoría de segundo
orden:
98
2. TEOREMA DE HELLINGER-REISSNER
Teorema de Hellinger-Reissner.
wj − wj−1 wj − wj+1 Lj−1
δMj + = (Mj−1 + 2Mj ) +
Lj−1 Lj EJ
Lj
+ (Mj+1 + 2Mj ) δMj , dotted
EJ
con j ∈ (1, n).
Como caso particular, cuando Li−1 = Li y Lj−1 = Lj , nos queda: