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C
uando Cicco se cansó de los “periodis- vida—, en pos de una narración auténtica, de
tas de culo pesado”, se lanzó a las ca- primera mano, con olor, con color, con un sen-
lles con la cabeza llena de técnicas que tido, con una revelación”, resume Cicco.
no eran del periodismo y asistió a autopsias fo-
renses, a orgías, se empleó como enterrador ¿Qué fue lo que más te costó y lo que más te
en el cementerio de la Chacarita, como asis- gustó de hacer periodismo border?
tente de boxeo, fue catador sexual, cazador, an- Lo que más me costó fue convencer a mi jefe
fitrión de tangos, nudista y volvió como “una de que el border era también periodismo. En
bestia corrompida que descubrió que la `rea- ese entonces trabajaba en Revista Noticias, un
lidad real`, la `verdad verdadera`, por algún semanario que le daba bola a los textos, pero
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motivo, no entraba en los medios”. “En fin, me era demasiado estructurado. Y lo mejor del bor-
divertí”, cuenta Emilio Fernández Cicco en su der es, déjame pensar… ¿acabarle a una chi-
libro Yo fui un porno star y otras crónicas de ca en la cara, que salga disparado como un
lujuria y demencia. Con el tiempo fue molde- collar de perlas, y que la escena
ando un estilo que bautizó como periodismo sea parte de una película XXX
border. Y lo que estaba haciendo le trajo pro- cuyo estreno ves con todos tus
blemas: se peleó con mucha gente, le dijeron amigos? Sí, creo que eso
gay, antisemita, drogón, inútil, y lo dejaron afue- es lo que más me
ra de fiestas y eventos. gustó.
“El periodista border viola todas las reglas, sal-
ta la frontera y regresa cargado de sustancias
ilícitas sorteando la aduana de los editores, in-
toxicando todo lo que le rodea —el género, su
o b lev é
Trip l e d
www.noticias.uol.com.ar
www.revista—noticias.com.ar
www.lsf.com.ar/libros/92/RODRIGO—SUPERSTAR/
¿Podrías contarnos cómo es tu sistema para más larga posible. De ese modo, el lector cuan- Parece que los editores de muchos diarios y
conocer a las personas? Ese que implica ver la do llega al punto, ya leyó bastante de lo más revistas piensan que los lectores no leen. Las
heladera, e l baño y la habitación del entrevis - jugoso que tenías para decirle. Después, si sa- páginas están repletas de fotos, cuadritos, in -
tado. bés encadenar el relato, sigue con el envión. fografías, etcétera…
Es la infalible trinidad periodística border: ba- Y yo creo lo mismo. El lec-
ño, heladera y dormitorio. Si conocés esos tres ¿Por qué abundan las tor no lee. Me gusta pensar
ambientes, podés decir sin temor a equivocar- crónicas sobre margi -
“La infalible trinidad que no lee porque está to-
te que conocés a la persona en la intimidad. nalidad y violencia y no periodística border: do el tiempo cogiendo. Y
Por eso tantos famosos no te permiten entrar. las de la “alta socie - baño, heladera y no le queda espacio para
A veces hay que hacer trampa. Yo la hice con dad”? dormitorio. Ahí leer tu nota del orto sobre
Dolina. Y así pude ingresar a su baño lleno de Eso es parte de un le- conocés a la persona la inseguridad en los coun-
sprays para el pelo y cremas humectantes. Ahí gado pelotudo y malen- en la intimidad”. tries. Tiene mejores cosas
entendí todo. tendido de Rodolfo para hacer.
Walsh. Es una falsa mi-
¿Qué importancia le das a la primera frase, al tología de que, para hacer una buena crónica, te- ¿No habría una paradoja entre un supuesto au-
primer párrafo de una crónica? nés que estar al filo de que te rompan el orto. ge de la crónica latinoamericana y la idea de
Mucha, y trato de que que los lectores no leen?
sea lo mejor y ¿A qué le prestás especial atención al momen- El auge de la crónica latinoamericana es un in-
to de ir a hacer una crónica? vento editorial. Como lo fue el boom del pe-
A todo. En especial, al detalle llave. El detalle riodismo de investigación en el menemismo,
llave es el que te permite entrarle a la esencia y las novelas históricas en los 90. Todo pasa.
del entrevistado. A veces se encuentra. A ve- Pero como las editoriales no saben cómo co-
ces no. Puede ser un objeto. Una frase. Un ño vender libros, tienen que inventar fenóme-
hilito de sangre. No importa. Cuando lo en- nos, corrientes y auges. Como dijimos, el lec-
contrás es milagroso. Y el personaje por su- tor no lee. Coge.
puesto, después te putea de arriba abajo.
¿Podrías recomendar algunos libros imprescin-
dibles para un aspirante a cronista?
Pero claro. Tengo tres: Yo fui un porno star. Yo
fui un porno star. Y Yo fui un porno star. En ese
orden. Es el único libro periodístico latinoame- 39
ricano con un enfoque realmente distinto de
los últimos 50 años. Lo demás, es basura. O
está escrito en inglés y sin traducir.
Eduardo Duhalde: “Un periodista que sólo pregunta Gaby Álvarez: “No sé qué le hice. Vino acá, le abrí las
pavadas”. puertas de mi casa ¡y sacó esa crónica espantosa!”.
Leticia Brédice: “Cuando lo vi, pensé que era gay o Pepe Eliaschev: “No entiendo cómo le dejan espacio
que consumía alguna droga”. en los medios a un tipo así”.