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[BREVE HISTORIA DEL.CATECLMENADO, por Ad Dari INICIAGION CRISTIANA-DE LOs ADULTS por Ah Boirier LAORACION DEL CORAZON. pr Pats & Baca cu Sor leer Client Pade Des UATCLESINREZA Ts tn defn Sls Clsala, or E Ble Sees Gnd! ERS” CORNIDADES NEOCATECUMENALES. Dscerinieno telgenr Rlde ges EAS SENTENCIAS DE IOS PADRES DEL DESIERTO:Losapotgmas des Fadeat Ranson de eae a) CiATEOUISIS ¥ CELERRACIONES PASCUALES, por Doris Soin LAS AGUAS DEL EDEN. Hlmtenn den shhloahe por ne Regt ELSENOR ESCINO. por Die han ASTREZABA)ESUS BE RING, por ff door ELCANTAR DE LOS CANTAKES. pr Us Nir DBETASTINIESLASACALUZ po dw id LOS HOMBRES DRT MAGSTAG. por Wim Bar ESCRUTAD LAS ESCRITURAS I Cmnetanes clo C, por Mae? Fare Ved ELCSHABGAT por Ata bus Hc TA¥O2 DEL SINA por fo ants TACENA DIE SENOR, por brit Dn TAIGIESIAPRIMITIVA APOCRIFA por Ba ALELUYA. por Univ ESCAUTADS LAS ESCRITURAS. 1 Retestons sobre el lo A, por Heat ame ae ESGRUTAD LAS ESCRETURAS. 1 Releniones obi al co B, por ‘at Face ats MORALECLESIAL Telogts mr cs en ua Ie renova, por natant ELCANTICO DEL RAAR Mach sobre xo por Urn Ao QUIEN SOV 16? Antropol sca isi pl undo, 1 ane in RiORAL SERUAT pr ition meer LASLITURGIAS ORIFNTALES, or feet: Detan OR QUEIUZEAS TU HERMANO! pn Ea Vn SANCRIODETERUSALEN. Creu Irénée-Henri Dalmais, O.P. LAS LITURGIAS ORIENTALES DESCLEE DE BROUWER 191 ‘Titulo del original: LITURGIES D'ORIENT © Les Editions da Cert, Pars Version castellana de: A.C.M. Liditoral Desclée de Brouwer, S.A, 199E enzo, 6 48005-81840 ISBN: 84-330-0870- Depesito Leg: BI93/91 Inypreso por Inlstias Grificas Garvia, S.A. -48025-Bilbeo INDICE Prstogo CCaptuio 1. Las Iglesias orimtales en ef espacio y en el siempo 1. Diteres Las Iglesias monofisias a Iglesia maroni Las Ielesias onadoxas EI Orion enstan después del Islam Distibcién y organizacion actual de las Ielesiaseviesaes Captalo 1, ,Qué es un ro? CCaoiciad coesaly diversidad de ete Capitulo IL, Las grandes fomiliaslnspieas de Orieme, su historia y sus rlaciones 1 Perio de los origenes (siglo H-V) 2. Consiucisn definitive vestrarua de las slversasTiurglasovieniales (A) La Fauiabiien siti 1 La rama siro-orintl 2. La rama sto-oe dental 3. Larama sio-tsitice 1s 8 6 9 2B 3 Pa ‘Titulo del original: LITURGIES D'ORIENT © Les Editions da Cert, Pars Version castellana de: A.C.M. Liditoral Desclée de Brouwer, S.A, 199E enzo, 6 48005-81840 ISBN: 84-330-0870- Depesito Leg: BI93/91 Inypreso por Inlstias Grificas Garvia, S.A. -48025-Bilbeo INDICE Prstogo CCaptuio 1. Las Iglesias orimtales en ef espacio y en el siempo 1. Diteres Las Iglesias monofisias a Iglesia maroni Las Ielesias onadoxas EI Orion enstan después del Islam Distibcién y organizacion actual de las Ielesiaseviesaes Captalo 1, ,Qué es un ro? CCaoiciad coesaly diversidad de ete Capitulo IL, Las grandes fomiliaslnspieas de Orieme, su historia y sus rlaciones 1 Perio de los origenes (siglo H-V) 2. Consiucisn definitive vestrarua de las slversasTiurglasovieniales (A) La Fauiabiien siti 1 La rama siro-orintl 2. La rama sto-oe dental 3. Larama sio-tsitice 1s 8 6 9 2B 3 Pa Copitulo Iv, aptly Capitulo Vi CCaptulo Vu. Capitulo Vin, (RENEE HENRI DALMASS. OF. 1B) La familia lejandina F Ehrito opto 2. La liugia cudpicn El eariter de los rts orientles Los tos des niacin visa, basismo {confirma ‘Los priors ito prparatoros siglo Ie y) Renuncia a Satands y profesion de fe ‘Consagrovion del agua, uneién prebau: ‘smal y bautisme Confirmacion y Comnion ‘Liturgia Eocaristicn 3 Rios de preparscion 1a titra de Ja Palabra ‘La gran andra eucristicay sus peepar Ritos de a fac, de a comaniny de fa acién de graces (Oca docuentcion Sedro de entrada de ta lungn si para domingo Hino maroita Ls tes grandes pogaras 6 Is fsreia copta ances de Ta anions Ritos de la peritenci, dela enfermedad y de a mere t 2 Rts dela penitencia sacrament Loe rts dela uscd de enfermos y de los meres Rios do ondenscign 1 2 Rito de Ia consageacion episcopal ‘Ordenaeidn de Sacerdetes 12 us us 47 7 ma m ry 13. 59. LAS LITURGIAS ORENTALES 3. Ondenacisn de diconos 4 Los cetgosintrices 5. Otra docomentcién Las formulas mas caractristicas de las ‘otdenaciones en os tos orenales sito copie sito nestoriano (0 cade) Capitulo IX, Liurgia det matsimoaio 1. Algunas palabras sobre la historia 2, drial bizantino y el de as tas iglesias ovietales Capitulo X, El ofcio divine Bibliogsata 1, Bstractira de Oficio 2, Santfcacidn del empo 5, Eleulto de los santos 4 La pest y su dediacion ua 146 146 146 146 9 131 15 136 163 166 ns im 183 9 195 ww PROLOGO. En un mando discordante, las culturas heredadas del pasado se deshacen frente a una emodernidads que no ha ‘modelado atin su lenguaje. Los hombres se encuentran, de- ‘masiado frecuentemente chocan sin comprenderse, en la bis- ‘queda de su identidad. ;Pero qué riqueza se nos ofrece hoy ‘en la posbilidad de superar el estrecho dmbito de nuesiras ‘antiguas culruras! Especialment los cristianos debertan ser ssensibles a estas cambios, ellos que tienen fa vocacion de dar testimonio de wcatolicidads, en la que debe converger la insusttuiblediversidad de traiciones y de lenguayes con los que cada uno intenta expresar a su manera la een Cristo, Seory Salvador, que reconeilia alos hombres con el Padre. Esta fe no se expresa solamente, ni en forma especial, on el testimonio individual; sino més bien en fa Iglesia, es decir, en x comunisn de los que, stmergidos por medio det Dertismo en la muerte y resurreccién de Cristo, son vivift- ‘adios por el Espiritu recibido de El para poder. a su vt dirigirse al Padre como Jess mismo, Jlameindolo Abba. Comulgando, en el Memorial que les ha dejado, el Cuerpo 4 la Sangre de Cristo y presentando a Dios el Sacrificio de a Reconciliaci, sella laalianza definitiva que —por me- ‘io de los signos sacramentales que nos sealan el Mistevio— prefigura y anticipa el cumpliniento imo, cuando Dios serd todo en todos. 2 IRENEE-HENRI DAIMAIS. 08, Elconjunto de gesios, signos y palabras recibidas yacep- tadas en la Iglesia constitayen lo que desde hace alin tem- po se suele lamar Litargi. Esta tsurgia, aunque compro- meta a toda ta iglesia © eeatolicidade, sin embargo lo hace inevitablemente bajo formas igadas a una radleién eultral, Nutrida por ef mensaje aposidlico —escuchado espectal- ‘mente en la Escrtura cuya proclamacién consttuye la trama de coda litarga eristiana— esta ast modelada a fo largo de os sighos bajo formas en las que se reflea el cardcter propio de cada comunidad. En Europa occidental es la expresion sromanay la que se ha impuesto poco a poco, enriquectén- dose de muchos aportes: galicanos, hispanas, celtas 0 ger- tmdnicos. La expansion de la que te ha venido a Hamar scultura occidental» ha difundido esta liturgia en todo el ‘mundo. Desafortunadamente ia conservacién de la lengua latina como tinica y ta suspicaz desconfianza con que {a iglesia eaiSlico-romana postridentina considers la novedad, que se temia aientara a la puresa de ta fe, habla hecho crecer ta distancia enire la titwrgia romana y la sensibildad religiosa de los pueblos. La «renovacion ltirgicas que ha ‘marcado la primera mitad del siglo XX se ha empetado en a reconstruccign de los puentes. Siguiendo el Concilio Va- Ticano II y en fidelidad de sus orientaciones fundamentaes, Jia parecido clara la necesidad de una reconversién para abrir ef camino a una renovaciin diferenciada segiin las cexpresiones culturales de nuestro tiempo. Hace falta tempo ara hundir las ratces en ef humus acumulado a fo largo de los sigios, para exiraer ta savia, aprovechindose de las expresiones pasadas, como de los erroresy de los eaminos sin sada. Pero estas experiencias y estas riquezas no son solamente del cristianismo occidental. Las Ielesias orien- tales, que mejor han conservado vivas sus tradiciones, pue~ den enseharmes hoy mucho. Dichas Iglesias no han sentido, hasta ahora, ta urgente LAS LTURGIAS ORIENTALES a necesidad de sransformaciones radicates. Las condiciones de vida del pasado y las que también hoy se imponen a ‘muchas de ellas nos explican en parte esta reserva. Viviendo ‘enunambiente extraio'y muchas veces host a suf, aislada unas de ovras y de Occidéente a causa deta distancia y sobre todo por fa falta de comprensién o también por ta descon- fianca mantenida viva por la ingerencia politica, estas Igle- sias han tenido cuidado en conservar fielmente la tradicion de los Padres sancionada por los grandes Catdlicos ver- daderamete ecuménicos, en tos que se encontrabun fas di- versas formas dela comin Tradictén apostlica, La liurgia, ‘espresion solemne » comunitaria de la fe en una lengua y ‘enna cultura que favorece ia cohesion de un pueblo, ha sido y corinia siendo el medio privilegiado, a veces el inico posible, para defender la comunién en la fe y la herencia recibida de los antepasados. Como gusiaba decir el P. Cy- rien Kern, citado por C. Andronikoy: «Bl coro de la iglesia es una citedra de teologlay. ¥ Pavel Evdokikoy explicaba «La teologia comporta ciertamente un elemento doctrinal; ero ms profundamente, la Iglesia cultiva la savia misma del conocimiento escuckando a sus santos y a sus Padres, ‘limenidadose en su experiencia del Espirit Santo, en su ‘idlogo con el Verbo: y este mismo Verbo se afrece a todos en su lturgiae (1). Esto vale, de forma particular, paral lturgia bizantina, convertida en Ia itargia de todas las Iglesias de comunion ortodoxa, de Ia cual toman parte las Iglesias que han re- rnovado la comunién plena con la Sede apostdlica de Pedro: linurgia verdéaderamente ecuménica en la que se funden las litwrgias de las antiguas Iglesias de Alejandra, Artioguta, Jerusalén, Capadocia y las aportaciones de las familias mo- (1 P EVDOKIMOV. Lo Spr Samo nel raison eter. ii ‘ote Pasie, Rous 197i, p28 4 | REMEE-HENRE DALMIAS, OF. ndsticas de Egipto, Palestina, Constansinopta y del Monte Athos. Pero no menos preciosas son las liturgias mis res- tringidas que han conservado fielmense tas eradiciones ve nerables que se expresabain en langua aramea (siria), copta, ‘etidpica (ghee), armena. Son testimonio de diversdad cul: rural que prefigura la verdadera catolcidad, Exe libro, que quiere trazay un breve esboro de esta diversidad y hacer entrever su riqueza, ha debido linitarse a las lineas esenciaies, presentando solamente —para ani- ‘mar a lector a avancar en ta lectura— algunos Jormularios linirgicos ms catactersticos. Nuestro desea es gue el lector pueda participaren forma mas profunda en las celebraciones linirgicas: solo esta paricipactOn plena, consciente y activa —recogiendo las expresiones de la Consttucion del Vaticano 1 sobre la Linrgia~ puede hacer comprender realmente tuna accién en la que Ia Iglesia vive su propio misteria. una ‘comunidad humana de fa cual la Palabra viviente y eicaz de Dios que se expresa en los ros sacramentales, forma el Cuerpo mistico de Cristo. Redactado este volumen hace cerca de vein ails, ha sido reeditado respondiendo a la insisiente demanda. En lo posible se ha tenido en cuenta las observaciones hechas por los lectores y se ha intentado completorlo con ka inserci6n de numerosos textos litirgicos. actualizarlo y rabid co: rregirl, deseando que asi pueda responder mejor a si fi. Irénée-Henri Daliais, OP. CAPITULO T LAS IGLESIAS ORIENTALES EN EL ESPACIO Y EN EL TIEMPO E] cristiano accidental se sorprende, en principio, por la rmultiplicidad de Iglesias ovientales, cada una con sw propia liturgia, y mas as por las interferencias que aparecen entre varias de estas Iglesias en el mismo tesitorio. gNo existen tres patriareas catélicas titulares de Ia sede de Antioguta (Grecomelquita,Sirio, Marosita) y dos patriarcados disiden- tes (Greco-Ortadoxo, Sirio-Jacabita), sin mencionar un ti tulo, puramente honortico, de rito Iatino? Y en cualquier ‘gran ciudad de Oriente, como el Cairo o Alepo, se pueden Scontar una decena de obispos de distntos ritos, aunque Los o. Con precisin juridica que quiese teancar toda interpre- tacidn minimista, como habia sido demasiado propuesta des pus de la encfclica de Le6n XIML, este texto explicta que bajo el nombre de rito es nocesatio entender no sélo las ‘manifestaciones extemas que pueden acomypatat la oracign de fa Iplesia y a Ia orgnizacién eclesidstica: gestos, oma: mentos € insignias, protocolo, sino sebre todo «lo que se fefiere a Ia sagrada liturgia y las Ordenes jerdrquicas, asi come lo que concieme a los otros aspeetos de la vida eis Viana». Esta interpretacién extremadamente amplia de rio es ciertamente Ja tnica que conviene a lo que en todos los tiempos este término ha designado en ls Iglesias orientles, Por lo demas, tal significado no es arbitavio. Ha sido () Anadposlice Sats 3 984), 9p. 137-138. steer ee sus deren sob cuentas In conimd y hese exis eta seid ion LAS LITUROINS ORIENTALES x necesaria la deplorable decadencia de la vida litirgica en seidente, desde los éltimos siglos del medievo y el elvido el sentido sacramental que leva toda celebracin erisiana, expresin visible por tanto ritual del mistrio de la Iglesia, para que Ia palabra rit haya podide ser entendida en el sentido riguroso que hemos recordado, Semejante desventura no podia sobrevenir alas Iglesias cuya gracia propia, incluso en los perfodos mis oscuros y en el sen de una decadencia casi completa, parece haber Sido la de vive intensamente el misteriolitirgico como la ms alta y periecta expres del misterio de {a salvacién. Este misteio de la salvacién, es decir, el plan secreto de Dios manifestado en la obra recen- ‘ora de Cristo, encuentra su cumplimiento en este mundo en el ritual dela Pascua, ala que Cristo ha queride dar su pleno significado unigndola a su Pasion y a su Resusteceién, me: ante las euales hace pasar con El hasta el Packe aa hu- manidad asociada a su vietoria sobre la muerte. El memorial ‘euearstco, en el que la liturga cristina encuentra su centro ¥ se culien, anutcia la unién definitiva de la humana salvada en torno al banquete mesidnico y reliza mistri- semente esta union, Este pleno significado del rito se impone a cualquiera que tenga conciencia de Jo que es fa liturgia dela Iglesia y de o que es el hombre, creatura material yespritual al mismo Tiempo, que encuentra su norinal perfeccionamiento y de sarrolio en el seno de una comunidad, Vinevlads ala tradici6n ¥ wibutaria de todo ef ambiente geogritico ¢ histrico que ‘© expresa mediante una cultura, Pero es necesaro sacar les consecuencias: vesdaderamente todas las insttuciones y 10 dos fos aspectos de la vida erstiana, como declara Pio XII, se encuentran inseparablemente empefados, Una larga his toria, una comunidad de destino en condiciones particular simas, frecuentemente dfciles y muchas veces heroicas, han modelado el rosto de las Iglesias de Oriente. 38 snes La fiturgia no es més que la expresiGn més alta y més perfecta bajo Ia qu se ceveln este resto, y por su medio el alma de estas Iglesias. No podemos aislaria y arrancarla de su cuadro viviente, La ltrgia es la expresién sageade de luna comunidad humana en el memento en el que Cristo Je concede asociarse a la aceién sacerdotal mediante la cual hhace pasar con yuxtaposicion de individuos desencamados, std constituida por comunidades humanas unidas en un des- ‘ino comin. Le ltureiaasume, para transfigurarla, ests co tnunidad que en cambio se vera modelada por una espiritus- Tidad, una teologia y unos uses juridicamence suncionados. Asi, hoy como en otros tiempos, se constituye una Iglesia, Célula de Ta Iglesia catia en la comunién de la que ella cesté llamada a hacer escuchar su vor propia. Toda gran cl: tura humana se encuentea invitada a perfeecionarse y a su perarse en una lituegia, en las insttuciones y en los modos de existencia cristana, expresiones particulars de la fe eo Iain, Si Occidente entero se ha dejao modelar por a It nidad romana, con solo los matices de los temperamentos panticulares, las Iglesias orientales, herederas ytetigos siem pre vivos de grandes culturas, son un ejemplo de la posibi- lidad para ls jovenes Iglesias de Africa y de Asiv que vemos racer hoy CAPITULO IL LAS GRANDES FAMILIAS LITURGICAS DE ORIENTE, SU HISTORIA Y SUS RELACIONES 1 Occidental que pueda tomar parte en distintas liturgias orientles, ante todo se impresiona, de cienascaracteristicas comunes que las diferencian profundamente de la liturgia latina: solemnidad de la celebracién, siempre cantada (1) existencia de un tabique cubierto © 20 de iconos, © por Io ‘menos, como en el caso de los Armenias, de un velo que separa el altar de los Fieles (2); papel importante destinado al digcono. Otros sito son propios de determinadas Iglesias, como entre los Bizantnos la solemne procesién de las oblatas con el canto de} Cherubikon, Sise busca superar ests signas exterioresy muchas veces de importancia secundaria, se distinguen sin demasiadas di- feultades: 1} Las Iglesias de lengua siria, herederas mas 0 menos directas del patiarcada de Antiogula,srios Gacobitas los tos a ined on ceo os imac lene 9 en sn 2 Este dota dsapcie de nies marisa ng ino. ea RENEE HENRI DALMAIS. OF 4 catlicos) ysrio-mslankares; siio-oriental o mesopatimica “nestoriana 0 caldea) (3) y sirio-malabar, maronita; 2) las Iglesias de rto bizamtino (helénieas, melguitas, rusa, wera hiano-utena, rumana, georgiana, bilgara, seria, ete) y las Iglesias armenias (gregoriana o catoics) cuya litargin pre sent numerosos puntos eomunes con cl rito bizantino: 3) as Ielesias cops (isidente o eatdlica)y Ja Iglesia exispica, Un estudio mus profundo, apoyado en el examen atento de (as fuentes antiguss, permite Finalmente distinguir dos. granes amilios tiingicas: Ix familia antioguesa y !a famili alejan- rina, presentando esta lta algunos puntos de semejanza con Ia liturgia romana. El ifluje de las hiturgias, hoy de ssparecidas, de Jerusalén y de las Iglesias de Asia Menor, hha contribuido grandemenie « modelar ls rtos bizantino y anmenio. Las diferencias que existen ene los rtos de Sia ‘occidental o antioquena, fuertemente helenizada, y los de Sia oriental eufraten encuentran probablerente su primer origen en la doble cocriente de evangelizacion que se puede emontat 3 la époce apostlica: una deminuda por ls figura de Pablo, que se ditige directamente a los paganos mis © ‘menos belenizados; la Ara, que reclama particulacmente el apostolado de Santo Tomas, se esfuerza en anna el Evan= gelio a las comunidades judias y se apoya fuertemente ee sus traiciones rligiosas y lurgicas, I. EL PERIODO DE LOS ORIGENES (SIGLOS 11-V) Un previoso documento nas permite conocer la organi- zacion de la Iglesia y especialmente su vida liirgicn hacia (2) Por eves empleaenos teeensriete el Kita eld ‘ono singin een ele alo steel eel J eset Lys LTuRalas ORIENTALES al la mitad del siglo LI, en una comunidad siria de lengua griega pero fuertemente marcada por la tradicibn judi. Se tata de | Didascalia de tos apdstoles (4). que ser un siglo y medio és tarde, objeto de una nueva edicn considerablemente ampliada los seis primeros libros de las Consitciones apas- rolicas (5). Podemos completat sus informatciones actdiendo a fuentes mas seguras: las carequesis mistagdgicas sobre la iniciacion cristina y la celebraci6n de la eucaista, preci sladas en Aatioqula Sabre el 381, por Teodoro, futuro obispo {de Mopsuestia (6), por Juan Cris6stomo (7), futuro obispo ‘de Constantinopla, otras predicaciones de} mismo Suan Cri- s6stomo en Antioquia y en Constantinopla, las catequesis de Cirilo de Jerusalén o de su sucesor Juan (segunda mitad del siglo IV) (8), el diario de peregrinaci6n a los Santos Lugares se una religiosa procedente de Galicia o de Ia Gatia Nar- Donense: Egeria (9), Esta dacumentacién ya muy rica, puede ser completada por los intentos de zeconstruceién a partir de la consulta de libros Hiningicos mds tardfos. Ya los libros VIL y VIII de fas Constituciones apostolicas contienen dos rtvales-cucolégi- cons euyo interés no es despreciable. De ellos el bro VTL cs en su mayor pare una adaptacién de una obra atribuida 4 Hipotito de Roma (entre el 200 y el 215), le Tradicion 14) Tea snacoyubieado por PABLO DE LAGARDE ea 18S. {5) Ea Mime, PG. 1 308 150 y sore wo FUNK: Didar et CConsouionerSpolram, Pars 198. 6) Ed ad burcoa R TONNEAU on Sal Test 148, Cid dst Vado, 1848 1G) Bay ad. tasos: A, WENGER (Sores ctnne 0), Pai wos? (8) BA. ya, fees: A, PIEDAGNEL (Seweescriiennes 126, Pane 966; t EBARDISAN, Ea Palin, Roms, 199 eal 5. ToRTEGA. Ea PPC, Masi, 1988. al). {G)lEd.y ta. ances ELENA PETRE (Sores codomes 2, Pars 18 ta igtans §. CANDELARESL,B4.Pslp, Roms, 1979 ltd esp! A ARCE, BAC #16, Mai 1986.8. tT. 2 RENEE HEN DALMAIS, 0 apostélica, comparable a Ie Didascaliastia, cuyo texto or inal, hoy desaparecido, ha podido ser reconstruigo a patir de una traducein latina parcial y de adaptaciones difundidas sobre todo en el patriarcado de Alejandria (10), Ova adup- tacién de la Tradicin apostéica se inclaye en wn apserifo sitio del siglo V: 1 Testamento del Sefor (1), contiene {extosltlrgicos que continuabaa ussndose en la Iglesia siria hasta el presente. Hemos llegado también « zeconstrair con gran verosimilitud, examinando recensiones posteriores, lt forma original de la plegaria eucarstica, culmen de ls litur- gia, de Antioguta y de Siria oriental, dominsda a lo largo de los siglo ILIV por la intlueneia cultural de Edesa. He aqui dos textos de Ia Tradicién apostlica, aunque pueden Ser mis antiguos, cuyo uso se conserva, muy lejos de su Patra origina, en la isjana Evipia, ANAFORA ANTIOQUENA (12k: Es digno y justo glo- rifiearte, adorarte, darte gracias, a Ti que eres verdade- ‘ramente Dios (con tu Hifo y tu Espiritu Santo), En efecto Ti ‘nos has llevado del mo ser a a existencia, y después de nuestra caida nos has levantado y no has dejado de hacer todo lo necesaria hasta llevarnos al cielo y darnos el reino Jfutwro. Por todas estas cosas te daamos gracias (como igual- ‘mente tu Hijo tnico y a tu Espirit Santo). (Delamte det «estén los Querubinesy los Serafines con ses alas que grtar, ‘aclaman y dicen: Samo...) (40) Resonsveci de Dom RK. CONNOLY (Camis, (926% 9 de Dhom B BOTT (Sees reese 11), Pa 1826 Ta opts {esto en Easiozes Signe Tet Salemnes,T988 Neb 1 (1) ytd: PE. RAHMAN Mayen, 1889). kad fan cont FNAU-L'Octatngue de Cement, Pa, 113 (12) Revoasasasin de PA. RAPS. Etude a Urge by Zine de san Ja Chrsacteme oes simian pence NXT, 13 pp. 5:16), Roma, 1958. Low pase partes ene partes purse er lomo pure ela een pii, {AS LITURGIAS ORUNTALES 8 (Tit eres santo, santisimo, Th, ee Hijo nico y su Espiritu Santo), Eres sarto, santisime, magnifica es t gloria. Has ‘amado al mundo hasta darle a tu Hijo tinico, para que todos fos que crean en él no perezcan. sino que posean la vida sterna. Después que vino y hubo cumplido todo su designio {economia} a nuesiro favor, en la noche en la que fue en- sregado, toméd el pan en sus manos, lo bendiio y lo dio a sus diseiputos, los apéstotes, dciendo: Tomar, comed, esto ‘es mi Cuerpo roto por vesotros en renisién de los pecados, Igualmente con ef eds después que hubieron cenado, di- clendo: bebed todos, ésta es la sangre de la nueva Alianza, derramada por vosotros y por la multind en remisién de los pecados. Recordando pues, oh Sear. este mandato del Sal- ‘vador y todo lo que ha sido hecho por nosotros, la crus, la vresurreccién al tercer dia, la ascension al cielo, ef estar Lexis sertado a tu derecha y la segunda y gloriosa venida, ppor todos y por todo te glorifiamos, te bendecimos y te pedlimos Sear que envies tu Santo Espiritu sobre las obla- ciones agui presentes tha: de este pan el cuerpo venerable de Cristo y de este Céliz la sangre de Cristo}: que sean, para los que ios reciben, remision de los pecados (comu- hicacion det Espirit Santo para ta plenitud del reina, la confianza y la certidunbre delante de ti). ‘ANAFORA CALDEA DE LOS APOSTOLES (13): Es digno que toda bora glorifique, que toda vez confiese, que toda ereatura venere y celebre el Nomibre admirable y glo- vioso (de la Trinidad Santisima, del Padre, del Hijo y det Espiritu Santo) que fer creado el mundo en su gracta y sus Ihabivances en su clemencia, ha salvado a los hombres por (1) Remmi im BRONTE snp ans er tree Ones pens XV, Sp 298219), ‘Si ea HAMMAN Pier aes pros lens, Pa 9839 4 RENEE HENRI DALAL, 0 su misericordia y ha concedido a los mortales un inmenso beneficio, Nosoiros te confesamos, Seor, nosoiros tus sierves, por (que ti nos has dado una gracia inmensa que nosotros no podemos pagar. Ti te has revestido de nuestra humanidad, dias descendido con tu divinidad, has elevado nuestra bujeza, levantado de nuestra mseria, resucitado nuestra carne mor- tal, perdonado nuestra culpa, justficado nuestro pecado, coninado nuestra ineligencia, vencido.a nuestros enemigos, hhonrado nuestra pequete:. Serior Dies nuestra, a causa de a sobreabundancia de 1 gracia nasorros te respondemos on el canto, la gleria, la confesién y fa adoracion, ahora, siempre y por fos sigios de las sighos. Amén, (Narracién de Ja Institicion que no se reproduce) Y tambien nosotros tus servos, oh Sehor, rewnidos en tu hombre, estamos en tu presencia en este momento, nosotros ‘que hemos recibido en radicisn el Misterio que viene de Con ategria glorficamos, exaltamos, conmemoranos y ce lebramos este misterio, grande, temible, santo y divino, de la pasién, muerte, sepulturay reeurreecién de nuestro Seor 1 Salvador Jesucristo. ¥ a causa de fa gran economia, es decir del gran designio, inmenso y maravillaso realizado en medio de nosotros, con la boca ilena, con el restro desc Dierto, te damos gracias y te alabamos continuamente eta Iglesia rescatada por la sangre preciosa de tu Cristo. Res: ondemos con el canto, ta gloria. fa confesin y la adaracién @ tu nombre viviente, santo, vvificante ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amn. ANAFORA DE LA TRADICION APOSTOLICA DE HIPOLITO DE ROMA (14): Te damos gracias, of Dios, Dor tu querido hijo Jesucrsto, que en ests tiltinos tiempos (14) La Frain poses exp. V 6. Bane» 31) Ta, lions de Ke TATED, Bd. Putioe. Roma, 197, 9p. 8 LAs LITURGIAS ORIENTALES 4s nos has enviado como salvador, redentor y mensajero de tu voluniad. Eles m Verbo inseparable. por el cual has ereado todas lat cosas y en el que has puesto te beneplécito, al que enviaste desde el cielo al seno de una virgen donde fue Cconcebido, se encarnd y x manifesté como hijo uyo, nacido del Espiritu Santo y de la Virgen. Para cumplir t volumad y para conquistar um pueblo santo, El extendié las manos en fa pasion para liberar det sfrimiento a los que tienen confianca en ti. ¥. aceptando oluntariamente el sufhimiento para destrulr la muerte, rom per las eadenas del demonio, aplastar el inferno, ituminar 410s justos, establecer la Alianza y manifestar ta resurrec« cin, tomando el pan te dio gracias y dijo: Tomad, comed. fexto e¢ mi cuerpo que serd roto para vosotres. Del mismo ‘modo con ef cals dictendo Esta es mi sangre que es derra- ‘mada por vosorros. Cuando hagdis esto, hacedlo en mi me- Recordando pues su muerte y su resurreccién, nosotras teofrecemos el pan y eles y re damos gracias por habernos Jusgado dignos de estar en tu presencia y de servirte. Te pedimnos que envies ru Espiritu Samo sobre la oblacién de 1 santa Iglesia, gue concedas la unidad a todos los que participan y que les concedas lenarse det Espirine Samo para foraficar su fe en la verdad, afin de que te alabemos Y/te glovifiquemos por tu hijo Jesueristo, por el que te sean ‘dads honor gloria, Padre e Hijo con el Espiritu Santo en 1a Sona Igiesa, ahora y en los siglos de ios siglos. Amén. En esos tres textos —que se pueden considera anteriores 4s desarolles teol6gices y litirgicos scaecidas a lo largo del siglo IV— se afirman ya netamente los diversos tem- peramentos, atin teniendo en cuenta que los dos primeros| son reconstrucciones en parte hipotéticas, mientras gue cl teroero es obra de un Doctor que deja translucir sobre algunos puntos el pensamiento original. Por otra parte, no se olvide 46 EMHE AEN DALMA'S. OP. que, sin duda, en aquella época no existian textos fjos de tuna vez para siempre, sino que cada celebrante desaeollaba segtin su propio talent, un esquemsa tradicional. Dicho esto se observa, que en cuanto a la doctrina, la ansfora sitio- oriental resulta poco explicta la expresisa es tipieamente semitica. La ansfora antioguefa subraya Ia economa de Ia salvacién, lt espera escatol6gica y el explendor de la gloria Uivina, estos raspos quedarin como caructeristico del nto sivio. La anéfora de Hipdlto se distingue por la importancia que da 2 la misin del Vero, doctsina particularmente que= Tide por su autor, y también por su sobriedad y por su orien tacidn eclesiolégica. Todos estos aspectos se volverin a en ccomirar en las anaforas posterires de los ritos romano alejandrin. Para este dltimo no poseemos una documentacisn pare- ida a la que hemos podido disponer para los ttos sitios. Los doctores de Alejandria, atentos sobre todo a le vida spiritual, hun prestado paca atencién a los ritos externos; ninguna catoquesis mistagégica ha llepado hasta nosotros y podemos preguntamos si ellas nos hubieran aportado infor maciones precisas sobre el desarrollo de Ia iturgis. Por el ontario, tenemos la suerte de poseer boy una copia del siglo XI, descubierto en 1894 en un manuserito del Monte Athos, dde-un evcologio 0 colecciéa de oraciones litirgicas para el usodel obispo celebrante, atribuido aS. Serapisn de Thmuis, amigo de 8. Atanasio, mucrto en 358, Aunque en su estado actual esta colecciGn contiene elementos posteriores (15), nos permite no obstante conocer las lineas principales de la liturgia tautismal y eucaristica en Fgipto ® mediados del siglo IV. (15) Cle. B. BOTTE, L'Buchaoge de Sirpion cat othomiqu (nen ciatanar 18, T6S, pp. 5030, lo sedaeein Go we comers [No se olvide que, como para la liturgia de Hip6lito, aqut nos encontramos delante de una coleccién particular, obra de un obispo teslogo, ansioso por integrar en la celebracisn litdrgica los desarollos doctrinales reclamados por las preo- ceupaciones del momento y marcado por su caricter person En este periodo de formacisn fa liturgia se presta mas Facil mente que después, cuando las férmulas serén fjadas por una Farga tradiciOn, a tansformmar en ora la fe viva de la Iglesia y a prevenic alos fieles contra los riesgos de des- viaciones gue podian entrar las controversas sobre Ia doc ‘tina tintara y eristoldgica. Las lituspias orientales, espe- cialmente el rtp bizantino que ba encontrado ahi la fuente de sus mas belles desarolles, son siempre didascalias. I, CONSTITUCION DEFINITIVA Y ESTRUCTURA DE LAS DISTINTAS LITURGIAS ORIENTALES Entre ios sighos Vy X las liturgias orientales aleanzan, camo las de Oceidente, su estructura definitive a la que los esarollos y reformas que han podido intervenir en los si- {uientes sigs, no aportatén cambios sustanciales, salvo re ras excepciones. No nos es posible seguir el desarrollo de cada nade easel estado actual de a investigacin histrica es por otro lado, en la mayor parte de los casos, insuficiente para que se pueda intentar tal estudio. Para los sto sirio ental y copto especialmente, disponemos casi exclusiva mente de textos de época muy posterior, los comentarios Hegados hasta nasotos son poco numerosos y en su mayor parte ain inditos, ademds las informaciones que se pudieran recoger de los escitores eclesidstcos profanos, particu- larmente de los historiadores y de los hagiogratos, no se han reunido hasta el momento, Incluso en los casos més afor- tunados, como los ritos antiogufo y bizantino, no dispo- 4 MENEE HEN! DALAIAIS. 0° hemos de ediciones realmente entices, y mucho menos de ediciones sindpticas, las Unicas capaces de servir de base para un estudio hstérico seri. Hasta atiora cads uno de los poco numerosos investiga ores ha debido reunie por su cuenta la documentacion, ine vitablemente fragmentaria, que le ers accesible para el objeto de su estudio, Y, sin embargo, s6lo un estudio histrico y ‘comparativo, establecico sobre bases incontestables, es eale mente explicatvo. Sin esto estamos obligados « contentarnos| con una descripcion necesariamente superficial que no pe mite sacar el significado profundo de un rito o las diversas imterpretaciones que ha recibido a lo largo del tempo, fre ‘cuentemente por tazones accidentals; esta stuacidn se vue: vve muy dificil sobre todo para lo que constiuye el sltimo objetivo de Ia ciencialititgica: encontrar el alma viva de une comunidad tal como se express en sus celebraciones oficia- les. Nos contentaremos por lo tanto con algunas breves ab servaciones sobre cada uno de los tos actualmente existen= A) La fami itérgica sii 1. La rama sirio-oriental 8) Los ttos siriosmesopotémicos: nestoriano y caldeo Son numerosas las razones para comenzar este estudio por los rites siro-orienales © mesopatimicas, que parecen haber ecibido muy pronto su fisonamta caracteristica en la Iplesia de Edesa, poderoso foco intelectual y espirtual de lengua siria y de enltura semitica. La evangelizacion de las segiones del Eufates y del Tigris se hizo fundamentalmente 4 purtir de Antioquis: se wataba de provincias donde e! he LAS LITURGIAS ORIENTALES * Jenismo habéa peneirado muy poco, que hablaban dislectos| acameos y donde {a comunidad hebrea, numeross después {el exilio de Babilonia, estaba reforzada por elementos nue vs ¥ patticularmente aetivas como consecvencia de la des- truccidn de Jerusalén por obra de Tito y a dispersién de los jiuios. Por todas estas razones el crstanismo, quizés mis {que en otra parte, parece haber conservado las caracteristicas semiticas de las primeras iglesias nacidas de judaismo, Tal siwwacién deberfa merooer una particular atencién a la ta icin de estas Iglesias en el momento en el que la evans gelizacién se encuentra nuevamente frente al problema de expresar la fe y la vida cristiana en cultura conscientes de sit originalidad respecto a a condickén del mundo greco- La funcién de Edesa parece haber sido particularmente importante en el dessiolle de la himnogratia cristiana. Si Jos textos mas antiguos que conocemos, las Odas de Salo imén, pertenecen sin duda al norte de Sitia 0 & Asia Menor, Bardesanes de Edesa compone hacia finales del siglo 1150 himnes de sabor heterodoxo, cuya popularidad seré tal que a mitad del siglo IV S. Eftén adopraré su ritmo y sus melodias| para colocar textos ortodoxos. Este hecho sefalé el comienzo ‘dena himnograffa comin a todas In falesias de lengua sria y cuya in‘luencia se extender a todo el mundo cristiano. Pero fuera de estos himnos conocemos bastante poco de la ‘antigua liarpia de Edesa que se extendié muy pronto por Persis, Armenia ¢ incluso hasta la India (16) ‘Después del turbulento periodo de las guerras romano- persas, en tiempos de Heracli, y de la conquista abe, 1a 16) Elsorciode Sessa en 410 habia eid conto mara deena 1y it hciplion dea Ilva aca ae as sas exes. Fu in ds entancen cian se fodiens aes come lade de os ‘poste. vers e args de Amogaa 9a ade Ge Tesoro oe Mopsest gue po sor ua lepton do una wg de Asa Menor ot ees DALAAIS 0 rcorpanivacion de la Iglesia Tue paralela a la coditicacisn linirgiea eoyos tetminos extremes To consttuyen los patriar- cats [sho'yab Ht (650-658), a quien se ateibuye el poner en fren ef Mudra o libro del ofieio divine para los domingos, las fiestas del Setior y las ferias del wayuno de Ninive> y Yahballaka 11 (1190-1222), que habria dado su forma defi- nitiva al Gazza 0 eoleccién de himnos, antifonas, oraciones yy homilias para todus las fiestas del ao. Sa predecesor Elias I Abu Halim (1176-1190) babts enciquecido el saltesio con foraciones eompucsas por él 0 extaidas de autores mis ant us. Por lo menos desde el siglo VIL se usaban junto com la antigua ansfora de los Apéstoles, otras ansforasimportadas de Antioquia aunque remodeladas segtn la tradicién Sirio- oriental y puestas bajo Ia autoridad de dos grandes doctoces| de ia iglesia nestoriana Teodoro de Mopsuestia, el Interprete de la Escritura, y del mismo Nestor Las rtos del bautisme ¥yde las ondenaciones pasan por haber sido fijados por Isho"ats IU, El Ordinaric 0 Tipico del Convento Superior (Dayra "Ellayia), de Mossel, ha jugado un papel de primer plano cn Je organizaciin definitiva de la liurgia mesopotémica Después de la un con Roma los caldeos catdlicos avep- taron numerosos U89s latinos: ritual d2 Ta peniteneiay de ls lunciéa de enfermos que faltaban en los libros nestorianos, ficsas, oraciones ¥ précticas devocionales. En el momento actutl estérealizandose una revisién de libros litirgivos de estos desgraciadoS afadidos y devolveles su pureza tradi ional, teniendo 2n cuenta las legttimas adaptaciones, by EL rito sirio-ralabar ‘Cuando Tos portgueses tomaron contacto con fos cris: tianos de la cosia suroeste de la India, estos practicaban, ‘desde tiempo inatemoril, la licargia mesopotsmica con usos Las uruncias onsestates st sin duda particulars. Despraciadamente los untiguos libros Jueroe destruidos despues de lox sinodos de Goa (1585) y de Diamper (1599), que impusieron la adopeion de nume- os0$ rit y formularios latinos tomados en parte de ito de Braga y Coimbra. La liturgia en la Iglesia siio-malabar ea- tolica hi sido celebrada hasta hoy en esta forma hibrida. Su revisida ests en cura, 2. La rama Sirio-occidenal 4) El rito antioqueto entre Jos jacobits y los eatslicos 1a liturgia antioquefia més antigua nos es conocida en parte sin duda gracias a la Didascalia de fos Apdstles (siglo UL). A panir del siglo TV adopta diversos usos propios de Jerasalén y en particular la anitera eucarstca conecida bajo 1 nombre de Santiago. Desde este momento se caracteriza sin duda la Kturgis antiogueta por el esplendor de su rito y lugar otorgado a Jos himnos no biblicos. La predicacion de S. Juan Criséstomo y otras fuentes atestiguan ol enta- slasmo exagerado de los fieles de Antioguia por las proce- siones, sobre todo las procesiones noctumnas: las vigilias pa zecen haber gozado de wn favor excepcional. Al comienzo el siglo VI el patiarca Severo, el gran doctor monofisita, ccoinpuso una colesci6n de cantos, especie Je anttonaio, sept el ciclo litrgico y el orden de los servicios. Esta coleccidn, conocida bajo el nombre de Ocroeuco, fue tra , dicen las Constiuciones apastélicas. fgualente se explicen ampliamente ea sus minizos detalles la fOrmula de renuncia a Satands y de adhesisa a Cristo; Teodoro de Mapsuestia es particularmente explicito en este punto. Por el eontrario, a uncidn posterior al bautismo esta ausente en muchos documentos; solo S. Ciro de Jerusalén sume todo sv significado, Es realizada con éleo perfumado (onyron), en 1 frente, en las orejas, en la naviz y en el pecho y se pone en relacién con el descendimiento del Espiritu Santo sobre Cristo después del bautismo, El ritual de las Constiuiones apostlicas pedia tn s6lo: judo: ecturas de Ta Eseritua, entre las que se itercala el tanto de salmos o de himnos. una oracida de Ia asamblea or todas las necesidades de los hombres, la acciGn de gracias jonsacratoria sobre el pan y el vine mezclad com aga que Seta despues distibuido como el «mistesiow del Cuerpo y de ingre de Cristo, memorial de toda su economia de sl ‘acim para con nosotros. Esta oracin consucratoria sigue esc ef principio ef esquema de un plan teiparito acoptado yyeen Ia bendicin judia de la mesa (birkat ha-Mazon): 4 bbanza y bendicién del Dios Santo y Creador, recuerdo de su ‘cconommia salvadora central sobre la institucion de la Cena, stiplica e invocaci6n (epiclesis) para el eumplimiento total y Aefintivo de esta obra en el advenimiento del Reino (1) Est iltima parte reibe muy pronto un doble desarvoll: una imercesion por los miembros de la Iglesia vivos y di Tuntos, que compona la evocacién de nuestros grandes an- tepasalos que nos han precedido junto a Cristo uae expli- citacién de la epiclesisinvocando la venida del Espirite que deal sacramento su plena realidad y su total eficieneia. Este segundo desarrollo es propio de Is Titurgias orientales y ests atestiguado muy elaramente en las eatequesis mistagogicas atribuidas a S. Cirilo de Jerusaten y tomara un lugar cada veo ms importante en la doctrina de las Iglesias orientales. “Mucho antes de las lamentables controversias aparecidas en tre Griegos y Latinos desde les tihimos siglos del medievo, Ja atencidn dirigida a la epiclesis y el papel que se le reco rocis, en particular la vloracion expliita de una interven cidn del Espiritu Santo que viene a poner el sello al cu plimiento del sacramento subrayando asi que la Trinidad (1) Sone ee ssn, cl. L, SOUVER, Buhari, Pari, 1866 ap, WV di eap a Excar,Harsonn KN de Ps L- LIGHER, De I Cone defer Panphve de PUsize x: La Nin Diet 1 (166), 1 as LTURGIAs ORIENTALES 3 entera intervene en la accisn, han dado aka eucutsta oriental lunacento divetsoal de a miss latina. En efecto, en Occidente In alencién se concentra en el acto de ablacién de Cristo: el celebrante acta en nombre de Cristo (in persona Christ) En Oriente el sacerdove, despues de haber revordado lo (que Cristo ha hecho para nuestra salvacion y el memorial "que ha institu(do, suplicw humildemente al Espitta, fuente de vida y de samtficacién, que haga que la oblacién de la Iglesia sea verdaderamente, pura aquellos que en ella pat cipan, Cuerpo y Sangre de Cristo, Toeamos agus, en modo partculamente vivo y sobre un punto que puede consideratse como base fundamental, la diferencia de dos pesspectivas| ‘que deberian ser complementarias. El mismo misterio de ka salvacion es percibdo y visto en modo diverso, En Oxcidente la presencia de Crist, Sacerdote nico de la Nueva Alianza, sctuaiza a través del tiempo y dol espacio el sactticio re ddenfor es él quien acta mediante el ministerio de aquéllos ‘que han recibido de él lu delegacisn apostétic y la potestad sacramental. En Oriente, la elebracién eucaristica signifi y realiza toda la economia de salvacign en la que la Trinidad enters estd empedada; y la misteriosa «propiedad» de cada una de las divinas Personas es evocada explicitamente Sobre este fondo comin, forrmgdo muy pronto, las di- versa lturgas orientale han exeadé cada cual a suya propia de un modo diferente, segain el carécter propio de las co munidades y de las culturas que se expresaban por elas. Deseariamos recordar brevemente estos diversos matices si- _suiendo los diversos actos que constituyen desde hace siglos la liturgia eucaristiea 1, RITOS DE PREPARACION Los testimonios ms antiguos concuerdan en hacer o0- smenzar la liturgia eucarstca con 1a entrada solemane de kt os RENEE HENRI DALMAS. 0. comitiva de los celebrantes y con las lecturss acomparidas de salnos y oraciones. Pero més tarde todos los stos hen Introducido una preparacion oficial la celebracion, preps racidn de las personas, y en casi todos los ritas preparectén de las obatas La preparacién de ls personas se subdivide en un dobie tlemento: se encuentra en todos una preparacida comin para toda la asarablea; por el eontari, la prepacacién propia de las eelebraciones queda, en muchos casos, en un Fito pure ‘mente privalo. Slo los Siri y los Armenios lo han inkeo= \sucido en fos ritos comunes de preparacion. En cuanto ala preparacién de las oblatas, slo los Bizantinos la han con: servado con un cardeter toralmente privado. Sus titos, boy compleios yricos en simbolismos, son realized en la mesa de la presis detrs de las puertas del iconostasio cerradas. por un sacerdote y un didcono que recitan las fSrmulas en v0 baja En los otros ritos, que fa han puesto al inicio de Ta ce- lebravin, esté mis 0 menos bien adaptada a los otros ele imentos de la preparacién, Sin dada es en los rios sitios ¥ smaronita en los que esta integracidn se encuentra mas per- fectamente realizada, en el doble servicio de Melquisedee y ide Aarsn. El primera consist en a preparacisia de las bla {as, el segundo esti en torno a su ofertario e ineensacisn: pero son desarallestardios (siglos XIIL-XV). Los Anmenios han sirplificado ¢antiguo sito bizantino de ta prstesis, mucho menos complejo del que esti en uso actualmente: fos Coptos, por el contrario, han sabido darle una sobria solemaidad, poniendo antes del ofertario una pro- cesion de las ablatas ea torno al alt Ls prepuracion de Ia asambles, sirva 0 no de marco @ Jos rtos de oblacién, comports siempre dos elementos mis fo menos estrechamente unidos o yuNtapuestos: oraciones y 1s LITUROIAS ORIENFALES 9s canros, y una inceasacién a través de toda Ia iglesia. Los cuales se encuentran en toda su pureza y con una simplicidad satesiea entre Tos Caldeos y los Malabates. Como en todo oticio, se comienza con la recitacién del Parer, uso que se encuentra entre los Coptos; se aiaden inmediatamente los salmios 14, 150 y 116 y la cantifona det santuario»: «Como es bello glorieso 1 Sontuario, Dios santficador de todas fas cosas. Esta antifona anuncia la incensacion, preparada por una breve oracién de acciGn de gracias y acompariada ‘de un hirmno antiguo que reaparece en todos los ofieios del Tito caldeo: «A i, Seior del universo, nuestra alabansa a 1i Jesucristo nuestra bendicién, porque eres el Visificador de nuestros cuerpos y el Salvador de nuestras alma. ‘Los Atmenios han revestido la simplicidad de los rtos ‘con himnos suntuosos y largas oraciones privadas de los celebrantes, euyos sucesivos gestos son subrayados por el centor cuando se revisten el coro evoea el «misterio profundo € incomprensibler de la divina economia de salvacién, ves- ‘iders Tuminosa que envuelve fa Rumanidad regenerada ‘Mienias el cortejo hace su entrada se evoca fa magnificencia se Aaron; «Hoy Cristo hace aparecer bajo la misma forma a nuestro celebrate. Subiendo al santuario acuérdate de nuestros di Juntos: on ta oblacién del sacrificto acuérdate de mi, pe adors que Cristo use para mi y para nosoirs de miseri- cordia cuando regrese por segunda vez». Durante la incen- sacién se canta cl misterio de la Iglesia: is pecados, huir de ellos y vivir en tu gracia, ¢A qué puerta iriamnos a Hamar. Senor misericordioso, sino es a la mya? (Quien abogard por nuesiras falta, si te misericordia no Imercede cerea de ui, Rey, delante de cus majestad los reves se postran’». En este mismo rte el segundo servicio, la- mado de Aurén, acomparia ta ofrenda del pan y del vino y la incensacion que sigue, con la conmemoracién de todos los miembros de la Iglesia, dunt y vivos, y con oraciones dle intercesion. Se encuentra el equivalente en las res solem- nes oraciones eatélicas, caracteristicas del rito copto y en la ran letania diaconal que, entze los Bizantinos,abre la iturgia ceucarstca Le sigue un oficio curioso, llamado de los «tipicos», compuesto de dos sntifonas seguidas por una breve letania. La segunda antifona est acompatiada del canto del bimno atribuvdo al emperador Justiniano, adoptado pronto por las Iplesias armenia y stia: «Oh Hijo nico, Palabra de Dios (que eres inmorial y quisste, para nuestra sabvacion, encar- narte en el seno de ta Madre de Dios y siempre Virgen, Maria; ti que, sin cambiar, te hiiste hombre, faste er cificado y con te muerte has wriunfada de la muere; tt que eres uno de Tres, compartiendo la gloria del Padre y del Fspiria Santo, sitvanoss La diversidad de los ritos de preparacién, a menudo asi de complejos, denota su consttucin tard A veces el acento se pone sobre la prepuracn de ta asamblea, otras. veces {AS LITURGIAS ORENTALES 7 sobre la materia del sacritici, siendo esto atin ms tard El testimanio mas untiguo de ung féeraula de oblacién viene e Egipto: se tata de la veracign de S, Marcos», que nos haa sido transmit bajo la forma y las dimensiones de una verdadera anafora de consagracién) «Senor Dios, Jesueristo, Hijo nico y Palabra eterna del Padre inmaculado, que eres concustarcial a él com el Espirit Santo, ti eres el pan vivificamte bajado del cielo y ti eres digno de convertite en ws Cordero sin mancha para la vida dei mundo. Nosotras conjurumes tu bondad, Amigo del sé ntero humnano: muesira 1 rostro sobre este pun y sobre este call: que hemos puesto sobre tu mesa sacerdotal. Bendicelo, sanificato, puriicalo y wransférmalo, de tal forma que éste Patt venga a ser tu santo Cuerpo y la mezcla de este cliz venga a ser tu preciosa Sangre. Ambos puedan asi dar fa resurreccién, la curacién y la salvacion de nuestra alma, uestro cuerpo y muesiro espirin, Porgue ti eres nuestro Dios: a ti se deben ta gloria y el poder en unidad con et Padre excelente y con el Espirin Santo vivificante, ahora y siempre, por los silos de los siglos, Améns. ‘Una femula del misimo tipo, pero mucho ms breve, pues- 1a bajo el aombre de S. Juan Criststomo, se encuentra en los més amtiguos eucologios bizantinos. La féenula que se I conservado en este rite pertenecta en principio ala lturgia 4deS. Basilio, més amplia y menos precisa insistiende macho ‘ns on la santiffeacion de ia asamblea que en Inde las oblatas Esta santficaeidn de la asamblea y ms particularmente 4e los celebrantes es pedida en todos los ritos can formulas sgeneralmente tardas y frecuentemente muy semejantes ales ‘ Mientras entean en el santuario, el coro canta la esta «is6- slican: eVenid, adoremos a Cristo, postrémonos a sus pies. Salvanos, Hijo de Dios que ests resucitado de entre tos Inwerios (0, em la semana: que eres admirable en tus santos), nosotros que te cantamos: aleluyas, Este invitatorio es seguido del canto de algunas estofes(tropacios) propias del oficio del diy después solamente viene cantando muy so- Jeannemente por tes veces el Trisagion. En ningin otro rito se encuentra un ceremonial tan gran- tioso. Entre los Armenios la incensacién va seguida por el canto del intoito de! diay de una oracién del eelebrante que saluda al puebio. Durante el canto del Trisagion el discon ‘que debe cantar el Evangelio viene a tomar el libro del atar ‘ates ind camar anos palabeas de a comin, Los etdonos sti son Ge canna uci ce hs ue scurence ove oictamsiocnl sels mars mca ts anor Does Enos Strsties co letras ta sr opis sus bis, pero ssn eco prnere prominin vo Tes Worle savers. bas Maontary sobre oo oe Cop, nen motors retin de aconcetebcn nor Cleo ese ag {cca ver feta Sogndo t ceo ps peta ean Sea ds hosp cl ee en 0 RENEE HENEL BLAIS, OP. y lo da a besar a un representante de la asambles, Viene ‘ensexuids Ja Jetanfa que los Bizantinos han anticipado al inicio de la celebracin pero que tiene aqu su lugar normal. En os rtos sitio y maronita, el himno cue acompatia la procesisn del Evangelanio alrededor del altar esté. ined tamente sepuido del canto del Trisagion; pero esta procesisn no tiene lugar hasta después de la tes lecturas del Antiguo ‘Testamento previstas normalmente, Para fos Maonitas, que no tienen cl uso de estas lecturas, el canto del Frisagion esti scompaiado de una incensacién al akar y alas oblatas que precede la lectura de 8. Pablo. Entre los Coptos se realiza antes del Evangelio para darle a Ia procesion un lugar mas norma En cuanto alos Caldeos que no tienen ninguna huella de tal procesion cantan el Trisagion, excluyendo cuslquier oto himno, antes de ls Tecturas del Antiguo Testamento; tradi ign desaparecida entre los Malabares, que de los Orientales son los Gnicos que no cantan este his. Las lecturas del Antiguo Testamento no se han mantenido sms que en algunos ritos: los Armenios tienen una de los Profetay; Ios Caldeos dos: la Ley y los Profetas; los Sirios| tres: de la Ley, de los libros Sapiencales y de los Peofeas, pero han caido en desuso entre los catslicos. Las lecturas del Noevo Testamento son igualmente en auimero variabe: los Bizantinos, los Armenios, los Maronites y los Caldeos| tienen solo tas Cartas de S. Pedro y el Evangalio, siendo la lectura de S. Pablo sustituida por la de tos Hechos de los Apéstoles en el tiempo pascual y, ene los Bizantinos, por la de las Cartas caslieas durante Ia sltima semana del ciclo litdrgico. Los Siros y os Coptos tienen una Lectura especial de los Hechos que, entre los Coptos, en los dias de i festa de los santos es sutituida por la vida del sunto sacada del Sinaxario. Este rito tiene ademds una lecturasuplementaria de las Cartas {AS UTURGIAS ORIENTALES 01 ‘ex6lica, EI canto del Bvangelio es universalmente precedida de la aclamacién aleluyatica, frecuentemente acompafada de tm versiculo de Ia esertura o de un himno. Generalmente existe un canto antes de fa lectura de la Epistola, sea un brokimenon sacado de los salmos como entre os Bizatins y [os Matonitas, sea una antifona como es ef cas0 de Tos ‘Armienios y os Caldeos. Sélo los Coptos ao tienen ms canto ue €! Trisagion de la procesién del Evangelio, seguide del Aletuva Despuss del canto, siempre muy solemne, del Evangelio, los malabaresy, sin dda los Armenios han adoptad el uso latino de cantar inmediatamente el Credo que los otros rtos| reservan para la Titurgia de los fieles. Los Caldeos hacen seguir al Evangelio el canto de una anTona; los Siios, Ma sonitas y Coptos recten una oracién Desde los tempos mis antiguos Ia liturgia de {a palabra ‘erminaba con une «plegaria eatolica» por todas las necesi- ddades del universo,piegaria que por otra parte padia, donde no haba catecsmenos u otros excludes de la celebracién ‘cucarstica, desemocat inmediatameate en los ritos de obla- cin. Se sabe c6mo en el rito romano esta gran oracion, ab final de una historia compleja, fue reducida al Oremus gue recede a la antifona del ofertoro, ET Misal renovado de 1971 le ha resituido el lugar tra: dicional y la elastcidad necesaria de formulacidn, Una cost petecida ha sucedido entre los Maronitas que no han con- servado ninguna huella de tal oracion y entte os Sirios que J han absorbido enel Sedro de ofertorio. Hasidoigualmente suprimida por los Exfopes y por los Coptas catlicos; entre los Caldeos solo se ha martenido en su totalidad durante a ‘Cuaresma. Peto este rito he conservado mejor gue todos los ‘otros fa foram «sobre las cabezasinclinadas» que terminaba toda la celebracin, Por otra parte se encuentra el equivalent al final de Ta large leanta del rit armenio 2 EMER HENRE DALMANS, 0 En el sito bizantino la Jetanfa diaconal ha ahtogado Le plegarin sacerdotal, hoy recitada en voz baja a excepein de ln tina palabra. Esta forma mas popular permite especitiear lus periciones que se encuentran formuladas de seguido en fn pleguria del Fito copro, que ha transportade més bien la ran plegaria cat6lica ala liturgia de los files, bajo a forma fae ees habitual dees oraciones solemnes(estin recosidas al final de este capitulo). Es cient que el rto opto, como los its sitio y maronits, rho han conservado traza explivita de una despedica de los catecimenos y de Jos penitentes que_en los nites bizantino, larmenio y caldeo por el contrario se ha mantenido siempre aungue no llegando a ser aplicado realmente. Es expresado ‘dena forma particularmente impresionante por los Caldeos. Dos ministros, evando uno la enuz y el ot el libro de los Evangelios, precedidos de los acolits, se sitian a los dos Tados de Ia puerta del santuario cantando alernativamente: Quien no ha recibido aio et bautismo salga, quien no ha recibido ain el signo de la vida salga; quien no loa recibido sala, 1d, levitasy vigilad las puertas». Enice los Armenios ‘la proclamacién del didcono que probfbe a os atectimenos, ‘aquellos cuya fe es dudosa, alos penitentesy a Tos impuos acercarse a los sagrados misters, los clérivos responden con una antifona (Agiotogta) que inaugora la Iiturgia de los fieles: «El Cuerpo det Seior y la Sangre del Redentor van a hacerse agul presentes. Las virnudes celestes cantar in visiblemente y no cesan de repetir: Santo, Santo, Santo, et Seior Dios Sabahot 3. LA GRAN ANAFORA EUCARISTICA Y SUS PREPARATIVOS, Primitivamente Ja liturgia de Tos feles comenzai con la presentacion de los daaes que se han llevado para el sac care eterna agen ses toamemmannye agente trent Saimin LAS LTURGIAS ORIERTALES 103, ficio. Hemos visto que en la mayor parte de los rtas orien- tales esta preparacion de os elementos, acompafiada de una srimera oracidn de offenda, se anticipaba al inicio de ka selebracidn, Lo que es resultado de um cierto desarreglo de Js primeros actos de la liturgia de lox Feles. Es asf que la soletnne precesién que leva los dones de la sacristia al altar ‘no se ha mantendio en toda su amplitud mas que entre los Bizantinos y, en manera mds sobria, entre los. Armenios. Los Sirios, Maronitas y Caldeos han conservado el canto 4e 1a antifona procesional, pero no la procesin, porque en tos dos primetos itos los dones estin preparados sobre el altar desde el comienza de la celebracidn, y entte los Caldeas lo son directamente en aguel momento. Los Bizantinos scomparian la «Gran Entrada» con el can- to majestuoso del himno de los Querubines:

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