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LA INSEGURIDAD DE LA SEGURIDAD COLOMBIA 1958-2005 Revision y actualizacién de Lar seu nacional a la deriva, Det Frente Nacroal lu posguerra fri, Boyoui, AlfaomegarCeso, Uniandes-Flaese, Sede Eeuador, ener ‘ie 2002 UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA DIVISION BE FEIT AD@UISICIONES ‘© Francisco Leal Buiteago, 2006 © Fadnorial Planeta Colombiana 8. A. 206 Calle 73. N° 7-60, Bogots, D.C ISBN: 958.42-1412-8 asa Armada clecirinica: Fuitorial Planeta Colombi Inpresiin y encuadernacisn: Editorial Nomos S. A. Impaeso en Colombia 1. ni to¥al ni parcialmente, sin el previo permis ‘ehctile dol editor. Todos los derechos reservados. ste tilne ni poi ser reproducid Para Magdalena, Claudia Maria y Marta Viviana CAPITULO DOS Adopcién del modelo de seguridad nacional 1958-1990 E| Frente Nacional genero algunos de los cambios politicos mas destaca- dos del pais en el siglo XX. Comenz6 en 1958 con la puesta en marcha de un nuevo régimen que le dio un vuelco a la Logica de la organizacién politica predominante desde mediados del siglo XIX, y terminé en 1974 dejando las bases de un nuevo sistema como legado. Con el Frente Nacional culmin6 la era de gobiernos hegem@nicos alternades entre los dos partidos tradicionales. e] Liberal y el Conservador, dentro de un Es- tado premoderno en el que las elecciones definian la mecanica politica sustentada en Ja autoridad de los “jefes naturales”. Culminé también la tendencia histérica de coaliciones bipartidistas pasajeras para conjurar momentos de crisis. En su lugar, se pas6 al monopolio bipartidista en la administracion de un Estado mas grande y en vias de modernizacion. El nuevo régimen excluy6 la oposicién democratica, y la burocratizacion y el clientelismo sustituyeron al sectarismo como fuente principal de re produccién de los partidos. Pese a estos cambios, la tradicional debilidad politica del Estado se alteré poco. Al igual que ocurria con el resto de instituciones estiatales, las institu- ciones militares se encontraban a las puertas de la modernizacion, Aunque la participacién colombiana en la guerra de Corea (1951-1954) fue un estimulo para la modernizacion militar, ésta no logré coneretarse, debi- do al cambio de funciones institucionales provocado por los dos tinicos gobiernos militares del siglo XX en Colombia, los del general Gustavo Rojas Pinilla (1953-1957) y la Junta Militar (1957-1958). Ademas, esta falta de concrecién fue reforzada por la incapacidad castrense de arbi- rar la confrontacién armada entre Ios partidos Liberal y Conservador conocida como La Violencia (1946-1965).! Antes de la guerra de Corea, Ja instruccién militar se apoyaba en conocimientos tedricos derivados de a Primera Guerra Mundial, y los de ta Segunda Guerra apenas se esbozaban. La asesoria que los estados mayores prestan a los comandantes en la conduceién de la guerra empez6 a comprenderse s6lo a partir de las viveneias del Batallén Colombia en Corea, Con ellas comenz6 a actualizarse la ensefiaza militar, En esa guerra se conocié también la utilidad de Jas tablas de organizacin y equipo (TOE), que permiten disefiar, de acuerdo con la misién, qué personal y equipo requicren las unidades en todos sus niveles. Asi mismo, se en- tendieron cuestiones que hoy son rutina, como la importancia téctica y psicoldgica de igualar ef uniforme y hasta la comida entre la oficialidad y la tropa? El general Alberto Ruiz Novoa, comandante del segundo: contingente del Batallén Colombia en Corea (1952-1953), anotaba: La influes ja de esa guerra fue evidente en términos téenicos. Participa: ‘mos en una guerra real, dentro de una organi7acién moderna, operando con unidades completas, bien organizadas, Fue fécil para los que Legamos “Jos escalones importantes influir para que esa doctrina de funcionamien- {o militar moderno calara mejor. Sin embargo, en armamento seguimes taciones, al igual que en equipo.? 1 polpe det general Rojas en 1953 fue propiciado por una coaicién de sectores ists, a causa oe ta diticullad de controlar la guerra desatada entre los dos par lids y el pelipto de la ryptura del régimen por parte de la dictadura civil de Laureano Gomer (1950-1953), F. Leal, tates on el Uesartollo del Estado, 1907-1960", e Francisco Leal Buitrago, Esiado y politica en Colombia, 2a, edicidn aumemuida, Bogots Siglo XI Editores-Ceree, 1989. "Entrevista cow el brigadier veneral (1) Gabriel Puyana, octubre de 1991 Los * Fnmtevisia conel general (r) Alberto Ruiz febrero de 1992, La formacigin temps le guerrillas pattigistas durante La Violencia obligé al Ejéreito a iniciar su preparacidn rorativa en la guerra iregalar (en [95S fue fundada Ia Escucla de Lanceros, centro pinnero de entrenamieato antiguerrllero en América Latina), al tiempo que retard6 su percepeidn del “espectro comunista” derivado de la Guesra Fifa. inicio de guest ‘conunistas en esa época y la partcipacién en Ja guerra de Corea mermaron poco la in ‘Nuon ileologica del bipatidismo entre los militares. La ideologta del anticomunismo ‘que difwaudio esa guerra cn un grupo militar de élite quedé a Ta espera de una situacidn propicia para yeneralizarse, como fueron la Revoluckéa Cubana y los planes estratépicos ‘continentales de Bstados Unidos. ADOPCION DEL MODELO DE SEGURIDAD NACIONAL Elafio de gobierno de la Junta Militar, que siguid a los cuatro afios en Jos que el general Rojas estuvo en el poder, fue una transicién dil para ustrenses. En la medida en que se iban transfiriendo ignes administrativas a las autoridades civiles, los militares las instituciones las oblig se fueron reencontrando con las responsabilidades que les eran propias. Tuvieron que enfrentarse al reto de modernizar una institucién que operaba bajo la influencia de patrones de comportamiento heredados del modelo prusiano, que la creciente influencia militar estadounidense atin no habia soeabado.4 El Frente Nacional sirvié para que los militares se subordinaran a las instituciones de la democracia liberal, como parte del proceso de modernizacién del Estado, El fracaso de algunos sectores militares en derrocar a la Junta Militar y lamar de nuevo al general Rojas, en mayo de 1958, fue la tiltima expresién de rechazo abierto al acatamiento de Ja autoridad civil, A la hora de la verdad, la mayor parte de los oficiales involucrados ei el complot no cumplieron con lo pactado,” y el general Rojas Pinilla perdi el respaldo que ain tenia dentro de las instituciones, militares. El arraigo social del bipartidismo era todavia muy grande, y con él, la vadicién de subordinacién militar al poder eivil de los parti- dos.® Prueba de ello fue el acatumiento de la Junta a las directrices de los gestores del Frente Nacional. De ahi en adelante, la subordinacién militar a los partidos pusé poco a poco al Estado. El proceso de despolitizacién bipartidista, estimulado porel reparto paritario de Ia burocracia estatal entre liberales y conserva- ares adquirir cierta autonomtfa politica, que se dores, permitié a los r reflejé en su manejo del orden paiblico y en la conservacién y adquisicion * La influencia prusiana emper6 con la misién ehilena que apoys el inicio de ta tarda profesionalizacién militar con la fundacién de fa Escuela Militar del Ejéreito, en 1907. 5 Un relato sobre este episodio se encuentra en Alvaro Valencia, Tessimonio de una época, Bogoté, Planeta Colombiana Editorial, 1992, pp, 329-343, © 1a subordinacién militar al bipartdismo tuvo sus rafces en las crisis gemeradas por la dictadura de Bolivar (1828-1830) y el golpe de Pstalo det general José M. Meto (854); fue refirzada por la adseripeisn de los colomianos al bipatidismo 2 lo Largo de las guerras civiles de la segunda mitad del siglo XIX y por ki wl profesionalizacién militar darant ta primera mitad del Siglo XX. LA INSEGURIDAD DE LA SEGURIDAD de prerrogativas institucionales. Este proceso comenz6 con la reunién convocada por el presidente liberal electo Alberto Lleras Camargo con a oficialidad de la guarnicién de Bogotd, una semana después del frus- trado golpe a la Junta Militar. En un trascendental discurso, el presidente electo seflalé la necesidad de que los militares fueran apoliticos frente al bipartidismo. La importancia de este discurso radica en que fue la tinica directriz politica general en materia militar formulada de manera explicita por los gobiernos establecidos entre 1958 y 1990. En su afin de aistar a Jos militares de Ia influencia politica bipartidista, el presidente senté las bases de la autonomia relativa castrense, al revalcar que asi como ellos no debian intervenir en asuntos partidistas, los politicos tampoco interferi en materias militares,” De esta forma, el celo de su posici6n doctrinaria liberal fue Tevado al extremo y, con el transcurso del tiempo, el mensaje se volvi6 dogma, Estos postulados fueron recordados hasta hace un poco més de un par de décadas por algunos presidentes en momentos de duda sobre fa lealtad militar al gobierno, En ese entonces, comenzaha la marcha hacia el logro de ta coneitia- cidn p: politico resultaba exitoso, la violencia pol to del futuro presidente era sélo el directrices ra la que se habia propuesto el Frente Nacional, Si este acuerdo 2 cesarfa, Bl planteamie’ io de un proceso en el que las iviles de la politica militar debian revisarse y actualizarse segtin fuera necesario, Pero ello no ocurrié, De ahi en adelante hubo un desfase entre los cambios sociales y la incapacidad de los gobernantes, de formular una politica militar, De esta manera —como se dijo—, se afianz6 la autonomia de las instituciones castrenses, en particular en el manejo del orden ptiblico. Este manejo se volvié estratégico a medida que avanzé la confrontacién armada entre las guerrillas y Militares, y se ampliaron y diversificaron las violencias.* is Fuerzas 7 Yo no quiero que las Fuerzas Armadas decidan ctimo se debe gobernar a ta vacidin, en vez de que lo decida el pueblo, pero no guicro, en manera alguna, que los vlicos decidan eémo se debe manejar las Fuervas Armadas, en su funciGn técnica, en wu diseiplina, en sus reglamentos, en su personal.” Allerto Lleras. Sus mejares piginas, ‘i, Editors Latinoamericana, 20, Festival del Libro Colombiano, Biblioteca Bisica Je Cultura, 6 f, pp. 213-214, ton ppaci6n se fort In 0 militar foe frecuente en América Latina, La ene Wwtutelaca t Jos aos cincuenta las interven rca on que la Alno revisarse y actualizarse las escasas y timidas directrices pal cas del papel militaren la sociedad, los altos mandos eastrenses asumicron su disefio en forma improvisada, de acuerdo con sus percepciones de las situaciones de orden piblico, orientadas por los planteamientos antico- munistas, la concepeién politico-militar norteamericana y la Doctrina de Seguridad Nacional suramericana. De manera excepcional los militares adelantaron planes de importancia y las orient estratégicas fueron elaboradas para fines coneretos y de corta dura cas de los gobiernos a estos planes y orientaciones solamente se produjeron cuando los consideraron incompatibles con los objetivos clectorales del bipartidismo, Durante el Frente Nucional ta dirigencia politica se ocupé pri palmente de construir y consolidar maguinarias para la reproduecién laciones con pretensiones. 6n. Las €1 ci electoral del bipartidismo, En contraste, la protesta social no encontrs mayor receptividad insti régimen no contemplaba espacios de oposicién. Por ello, esta protesta se convirtid en asunto de orden pablico mangjado exclusivamente por militares y policfas. Ademas de las guerrillas, el si jales © reales a quienes tan slo pretendian ponerse cional en la clase politica, maxime cuando el lema convirtié en enemigos potem por medios pa Los militares se subordinaron a los gobiernos del Frente Nacional haciendo abstraccién de su pasado castrense de politizacién bipartidista, Buscaron limitar sus funciones al plano militar, enmaresindolas-en un poco claro concepto de defensa nacional. 9 Laliberacion de la tutela ideolégica bipartidista les permitié identificarse mejor con su concepeidn abstracta acién no fue facil ni fivos. de nacién, asf como con el Estado, Pero tal identifi ciones politicas del lamado viejo mititarismo, Pero tal relaci6n disminuy6 de manera significativa con el nuevo militarismo surgide de la Guerra Fria, que se apoyaba en la os por Estados Unidos, {ye lego al poser con el goipe brasilefio de 1964 » Sin embargo, hasta los ats setemta, “...) eh oden piblico, como fs ineursiones uerrilleres, lasmotines estdiantiles. las proestasobreras,evocal ban] pr bs litigentes politicos colombianos, no propiamente el famtasma de la dictalura dl profetariado, en ge nai cree, sino el ms palpable de la dictadura mibitae” Mario Amrubla, “Sinesis de historia polfica eontemporsnes, en Colombia how: perspecticus hacia et siglo XXE, 1" edicion, Bogot, Siglo XI Baitores, 1991, p. 198 W) KAINSEGURIDAD DE LA SEGURIDAD arménica, La biisqueda de una concrecién de la nacién y de la manera de abocar su defensa no produjeron una visién global, sino una serie de s poco coherentes entre sf, Dichas tendencias se derivaron de la influencia de las ideologs rior y de vivencias profesionales como la participacién en la guerra de del pais, Algunas de estas tendencias se enfrentaron entre sf, en buena medida por el deseo de un amplio sector castrense de aislarse de la politica al concebir el asunto militar como téenico, Esas contradieciones fueron a ‘veces alentadas por dirigentes det bipartidismo, segiin sus conve! politicas del momento.” A mediados de Jos aiios sesenta, mientras se extinguii del conflicto armado bipartidista, apare tica; las guerrillas surgidas de a Guerra Fria. Al igual que el resto de tendenc 5 politico-militares provenientes del exte- Corea, en la violencia bipartidista y en los problemas social jencias n Jos rezagos 6 oro tipo de violencia poli la sociedad, los militares avanzaban en un proceso de despolitizacién respecto al bipartidismo. Su inmersidn en ka nueva violencia politica les permitié Hlenar el vacio ideoldgico det bipartidismo con la ideologi del anticomunismo. Ello facilité que el concepto de seguridad nacional desplazara en importancia al de defensa nacional. El primero suponia una permanente amenaza de fuerzas nacionales e internacionales vin- culadas al comunismo, a diferencia del segundo, cuyo movil era la tradicional salvaguardia de la soberanfa, en especial frente a los paises vecinos, La defensa nacional se convirtié en el medio para garantizar Ja seguridad y de esta forma quedé involuerada también en la lucha anticomunista, La adopeién de la concepcisn de seguridad na military la autonomfa relativa en el manejo del orden puiblico terminaron ‘ional como direetriz " Andrés Davila periodiré las Muctuaciones productdas a partir del Frente Nacional con las relaciones de las instituciones militares con los gobiemos eiviles, ubicandolas centre posiciones extremas de subordinacién y autononnta. La suboedinaclin implieita con autonorfa desarnollista de los mniitares transcurrid entre 1958 y 1965; la subori ‘explicita con autonomia represiva, entre 1968 y 1977: la subordinacién minima eon autonomfa consoTidada, entre 1977 y 1982; ta subordinacisn obligada con autonomia ndestina, entre 1982 y 1989; y la subordinacién objetiva con antonoma especializa- a, entre 1980 y 1994, EL juego det poder: Historia, armas y votes, Bogott, Ediciones Uniandes-Coree, 1998, con la prevencidn militar de adoptar posiciones politicas frente a la con- frontacién armada. Esto se confirmé con el inicio de los procesos de paz en 1982. La consideracién de las guerrillas como problema politico por parte del gobierno de Belisario Betancur (1982-1986) y la combinacién del tratamiento militar con fas negociaciones despertaron la oposicién soterrada de los militares, quienes percibieron que el terreno técnico de control de la subversisn se estaba contaminando, Esta situacién general se prolongé hasta que la finalizacidn de la Guerra Fria y lt eoyuntura interna de 1989 a 1991 hicieron que el gobiemo del presidente liberal César Gaviria (1990-1994) iniciara un vuelco en las tendencias de tra tamiento del problema mifitar EI Plan Lazo y las tentativas de definicién de una politica militar Pese al fin de la confrontacién armada entre los partidos, durante el gobierno del general Rojas Pinilla resurgié la violencia a través de dos tendencias que se consolidaron durante el Frente Nacional: la bandole- rizacién de antiguas guerrillas y la insurgencia politica alimentada por la idcologia comunista, La primera derivé buena parte de su dinémica de la inercia de la antigua violencia y el retiro del apoyo partidista a los grupos armados como efecto del pacto frentenacionalista, asi como de la brisqueda de Iuero fiicil mediante acciones delictivas.!! La segunda tuvo oriven en grupos de autodefiensa, que afios después se convirtieron en guerrillas, debido al respaldo del Partido Comunista y al acoso det Ejército.”” La directriz politica para el ejercicio militar al comienzo del Frente Nacional la daba la necesidad de pacificacién dado el retiro del apoyo: bipartidista a las guerrillas, Ello, bajo los principios de autonoméa enun- ‘as en el discurso mencionado. El ciados por el presidente Alberto Ll Frente Nacional reservé la cartera de Guerra (nombre hasta 1965 del ' Gonzalo Siinchez y Donay Mecrtens, Bandoleros, gamonates y campesinos. EL case de la violencia en Colombia, Bogots, El Ancora Editores, 1983. 2 Eduardo Pizarro, con la colaboracién de Ricardo Pearanda, Las FARC (1949- 4, Tere 1966). De la atodejensa ta combinactn de todas tas formas de lucha. Bi Mundo Eitores-fepri, Universidad Nacional de Colombia, 1991 LA INSEGURIDAD DE LA SEGURIDAD actual M generalmente al més antiguo del escalafin, lo que convirti isterio de Defensa Nacional) a un militar en servicio activo, ‘ese minis mandato terio en una jefatura militar adicional a su cardcter politico. constitucional de paridad burocritica bipartidista avalaba la medida, debido a que entonces habfa trece ministerios. Los dos ministros de Guerra del presidente Alberto Lleras (1958- 1962) fueron fieles a la subordinacién militar al gobierno civil, no obstante ciertas resistencias al plan guberamental de rehabilitacién, que hac ‘a de pacificacién nacional. Lleras defendié esta politica, pero por lo demds se limité a apoyar los escasos planes y normas expuestos por estos generales, 0 los tramitados desde los es- calones subalternas del planteamientos de su discurso, parte de la pol inisterio de Guerra, en concordancia con los: El Decreto 256 de 1960 fue la primera norma importante sobre asuntos militares del primer gobierno del Frente Nacional.'* Con él se reorganizé el Consejo Superior de la Defensa Nacional, asignando la presiden de Gobierno, al ministro de Guerra, y dando participacién a los ministros jenda y Relaciones Exteriores y al comandante general de las Fuerzas Armadas. Este Consejo habia sido creado en 1943, durante Ja Segunda Guerra Mundial, Su reorganizacién lo revivio y actualiz6, ssigndindole funciones de asesoria al gobierno y de colaboraci6n en el estudio y preparacién de las medidas requeridas para la defensa nacio- nal, El Deereto 1705 del mismo aio precisé que el Consejo Superior de la Defensa Nacional debia ser un organismo asesor del ministro de Guerra," lo que aumenté su importancia, Este Consejo se convirti6 en el principal vinculo organico oficial entre militares y civiles en materias castrenses La falta de aplicacién de estas dos normas en los afios subsiguientes influyé en forma decisiva en la politica estatal en materias castrenses. No operé lo que mostraba ser el comienzo de institucionalizacién de una politica militar, como parte del proceso de modérnizacién del Estado. © Duuria Oficial, N° W0.164, 22 de febrero de 1960, Diario Oficial, N WO.M02, [1 de agosto de 1960, Adems, el Decreto 1705 la Direceidn de la Policia Nacional de depender del Comaado General de las Militares al Ministerio de Def ADOPCION DEL MODELO Dk SEGURIDAD NACIONAL 08 Quee se sepa, el Consejo no se utilizé como organismo asesor en esta época crucial, en la que se disetié la politica militar para controlar la violencia bandoleril, En términos generales, las politicas gubernamentales formuladas durante cl Frente Nacional y la vigencia del sistema politico que éste configurd fueron desarticuladas y carecieron de continuidad. Pese a la continuidad de los objetivos militares centrales de pacificacién y derrota de enemigos genéricos (bandoleros, guerrilleros y comunismo), y a la persistencia de pairones de comportamiento estamental, los militares estuvieron supeditado: politicas estatales. Cada ministro militar tuve la pos propia politica subaltemos inmediatos, especialmente los comandantes de las Fuerzas, Militares y e] Fjéreito. Con cierta excepcidn del Plan Lazo, durante més de tres décadas, pricticamente no se formularon planes que ameriten el nombre de politivas militares de Estado. El Plan Lazo fue la estrategia militar disefiada para lograr la paci- ficacién del pais en ta etapa final de la confrontacién bipartidista.'S Su importancia radica en que fue el Gnico ejemplo exitoso de planes mi litares de envergadura nacional con objetivos de largo alicnto. Fue una estrategia ajena a las preocupaciones de las autoridades civiles, muestra de la tendencia de independencia relativa dé las instituciones militares para formular sus planes. Ademds, indied el peso de las decisiones y las entonees a la improvisacidn y a los cambios de las ilidad de definir su cuando no lo hizo, la iniciativa corrié por cuenta de sus ‘capacidades individuales en tales formulaciones, en detrimento de una participacién mas institucional. Lo més importante de! Plan Lazo tue su cardcter desarrollista, Fue un, intento por integrar la accién militar en la sociedad, de la cual se tenia la visi6n simple y esquemitica propia del pensami por la concepcién de seguridad nacional—. ta, el Plan desarrollo, lo que concordaba con los esquemas de de fondo era la erradic: mo militar —acentuado asucardeter desarrollis- Lazo pretendia colaborar en el proceso de despeaue hacia el époea, BE] objetivo ciGin del comunismo, pues se suponia que esta de las doctrinas estadounidenses deri © Aungue ef Plan Lazo tuo influenci de la Guerta Fria, su nombre no coresponde a una adaptacién ve la sigla Laso (Latin American Security Operation), como afirman algunos analistas. 64 LAINSEGURIDAD DE LA SEGURIDAD ideologia propiciaba las guerrillas y Ia subversién, siempre y cuando existiera el caldo de cultivo de la pobreza, El Plan se articul6 con las directrices norteamericanas que difundian lay tdeticas de contrainsurgencia y hacian énfasis en el componente psicolégico de ta “guerra irregular”. Uno de sus pilares, la “accién civico-militar, proponia ganarse a la poblacién civil con jornadas de alfabetizacién, salud y obras publicas, con el fin de quitarle el apoyo popular a las organizaciones armadas rebeldes. El apoyo a la accién ico-militar iniciada con el Plan Lazo provino principalmente de la Ayuda Estadounidense (Usaid) y del Mutual Aid Program (MAP). Entre 1961 y 1967 Colombia recibi6 60 millones de délares, como parte del Acuerdo de Asistencia Militar con Estados Unidos, firmado en 195. ‘También le fueron consignados 430 millones pata asistencia econdémic provenientes de la Alianza para el Progreso.'” Sélo Brasil y Chile supe- raaron esos montos, Por otra parte, el entrenamiento militar en la zona del ‘anal de Panama y en Estados Unidos fueron un importante medio par difundir las téctieas norteamericanas de contrainsurgencia, A partir de 1964 auments la participaci Ademas, Estados Unidos aliments los ejéreitos de América Lati n colombiana en los cursos en el extranjero.!* acon su ideologia de seguridad nacional a través de las conferencias anuales de comamdantes de ejércitos ameriesnos, Esas reuniones comenzaron en 1961 y continuaron por espacio de dos décadas alterndndose entre diver sas capitales de paises latinoamericanos, la zona del canal de Panam y ciudades estadounidenses, Colombia estuyo presente en todas ellas."? 6 Edwin Liewen, Generates contra presidentes en América Latina, Buenos Aices, iglo Veinte, 1965, p. 178 Richard Maullin, Soldiers, Guerrillas and Polties in Colombia. Lexington, Lexingion Books. 1973, pp. 107-108. Con ef MAP y con los cursos operatives y tee hicos que adelantaron militares colombianos en Estados Unidos, se inieis la influencta nsttucional norteamericana, que se superpuso la erencia prusiana °S Martin Posada, “Bjército y poder bungués en Colombia: el periodo del Frente Nacional, en Una ex Dos, N.°6, Medellin, noviembre dle 1975, pp. 14-15. ™ Mayor Gonzalo Bermudez Rossi, EI poder miiar en Colombia, Rogoti, Ee ciones Expresion, 1982, pp. 125, 162 y 169. En los aitos setenta hubo intesrupciones de estas conferencias debido a dificultades derivadas de posiciones de autonomia adoptadas, El general Alberto Ruiz fue el gestor principal del Plan Lazo.” Desde el Comando del Ejército defini6 una nueva forma de abocar los problemas de orden piiblico, que continus y amplié tras ser nombrado ministro de Guerra al iniciar el mandato el presidente conservador Guillermo Leon Valencia (1962-1966), La visidn desarrollista del general Ruiz no era contraria a sus ideas anticomunistas, herencia de su participacién en la guerra de Corea. El general afirmaba que la influencia comunista era posible por causa del atraso de Ta sociedad y los problemas que conlle- vaba. Por ello la “reforma de las estructuras” era requisito para erradicar la subversidn y por eso mismo fue critica de la ausencia de reformas por parte del Estado.2! El general Ruiz, consideraba que el esfuerzo de integraciGn militar en la sociedad deberfa estar orientado por las institu- ciones militares y no por otras instancias del Estado, Para él, la estrategia politica de la defensa y la seguridad nacional es exclusiva del émbito militar.” Esta visién de autonomia militar con proyeccién politica, que implicé criticas al sistema, determiné su retiro por voluntad presiden- cial en 1965. La clase politica abri6 fuegos contra Ruiz, pero fueron las presiones ejercidas sobre el presidente Valencia por la cipula militar las que decidieron su retiro, Los militares consideraban deliherativa, y por tanto inconstitucional, la posicidn eritica del ministro. La creaci6n en 1961 del Destacamento Operacional del Quindio fue el primer experimento del Plan Lazo.2 En el Destacamento convergfa la jurisdiceién de tres de las siete brigadas con que contaba el Ejérci en su organizacién operativa. EI mando de esta unidad se ubicd en ciudad de Armenia, que dependia de la jurisdiccién de la IV Brigada, Pero su responsabilidad era slo operativa, ya que el apoyo administrative * Bl general Riz tivo formacion y experiencia excepeionales para st tiempo, Entre 1946 y 1949 hizo el curso de estado mayor en Chile, uno dé los paises latiioamericanos con mayor solide en ta profesionalizaci6n militar. Enire [952 y 1953 fue comandante | Batallon Colombia en ta guerra de Corea. Durante el gabiern Contraloria General de li Repiblica, primero como subcontralor y luego come contra lor. Con posterioridad. fue jefe de Estado Mayor de las Fuerza Amadis y i 1959 Lue nombrado comandante del Ejército. ilar estuvo en Le 2! Alberto Ruiz Novoa, Ef gran desafio, Bogots, Tercet Mundo, 1965, 2 Ibid, Entrevista con el general (1) Hernando Curre noviembre de 1991 estaba a cargo de las tres brigadas. Con posterioridad, al Destacamento Jo convirtieron en la VIII Brigada, comenzando asf la multiplicacién de estas unidades y el crecimiento sostenido del pie de fuerza, a medida que el conflict armado se expandié.* En 1964, durante Ta vigencia del Plan Laso, el Ejéreito adelants acciones militares contra las “reptiblicas independientes”, zonas con influencia comunista y organizacién de autodefensa campesina ubicadas en el centro del pais, subproductos de la confrontacién bipartidista, Se buscaba “ejercer soberania” y de paso mostrar at las instituciones castren: ses la realidad del comunismo, ‘Lodo ello se logr6, pero las autodefensas se desplazaron a nuevos territorios y pronto dieron origen a las Fuersas Armadas Revolucionarias de Colombia (Fare), Por la misma époea, en Ja zona de Santander, se organizaba el Ejército de Liberacién Nacional (ELN), cuya primera aceién armada inauguréel afio 1965.5 Enel mismo. afio culminaron la ditima etapa de ta violencia bipartidista, asi como el Plan Lazo. que sirvié para aeabarla, Varios militares opinan que el Plan Lazo fue un producto exclusi- ndo la influencia de la concepeisn norte- neral 028 vamente “criollo”, desconos americana del Estado de seguridad y el hecho de que el mismo Ruiz trajera una misién militar estadounidense para ayudar a su diseni¢ Sefalan, ademss —asumiendo una posicién de falsa autonomia—, que algunas de las ejecuciones del Plan fueron tomadas como ensefianza por Jos programas antiguerrilleros de Estados Unidos.” Pero no debe olvidar- se que ese Plan se desenvolvié dentro de la ideologfa del anticomunismo propia de la Guerra Fria, cuando la Revolucién Cubana era identificada por los militares como el principal problema de la regién. Adem, habyfan ios pafses latinoamericanos, aparecide movimientos guertilleros en y Estados Unidos promovia la militarizacidn de fa politica internacional acl Pjerte Gilhodgs ealeula que entre [961 y 1965 las Fuerzay Militares aumentaren de 23.000 hombres 2 37.000, “El Ejéceito colombiana analiza la violencia”, en Gonzalo duncher y Ricardo Pearania (compiladores), Pasado y presente de la violencia en Colombiet, Bogots, Fondo Editorial Cerec, 1986, p. 306. ° Leal Buitrago, “Los militates en el. 1907-1969", pp. 208-212 mayo de 1991, Entevisias con los generales (1) Ruiz... y Alvaro Valencia, febrero de 1992. 2 Entrevista con el coronel (2) Humberto Ganzi \DOPCION DEL MODELO DE SEGURIDAD NACIONAL 67 mediante su concepcién de seguridad nacional. En estas condiciones, que exterminar al comunismo personiticado en la subversin. EJ Plan Lazo tuvo amplias repercusiones ideologicas y organizativas en las instituciones castrenses. En el plano ideolégico, dio paso al antico- monismo como directriz para la identificacién de un nuevo “enemig hat categoria central de Jas misiones militares. Las publicaciones militares introdujeron conceptos novedosos, como el de seguridad interna,” com- plementario al de seguridad nacional. En la Escuela Superior de Guerra comenz6 el estudio de los problemas de 1a segunda posguerra, sobre la hase de dos bloques antagdnicos. Ademés, el estudio de a insurgencia ines sobre la guerra de guerrillas, que nen La enseftanza de una de las formas mds anti- de Argelia dio paso a considera supuso la reeupera ‘gus de combate.” Pero lo més importante fue Ta fusi6n de la teorfa y Ja préctica a partir de 1964, mediante operaciones contra las Hamadas incependientes, baluartes de las autodefensas campesinas de crientacién comunista, Estas operaciones, adela ces del Plan Soberania —dependiente de la estrategia del Plan Lazo—, fueron el acicate principal para la constitu, En el plano organizativo se introdujeron principios como la necesidad de que los estados mayores prestaran asesoria a los gobiernos para definir politicas de seguridad del pais. Esta y otras ideas se elevaron a fuerza de ley com la expediciGn del Decreto-Ley 3398 —Es- taruto para li Defensa Nacional— de diciembre de 1965.°! Esta norma fue particularmente importante porque no hubo ninguna otra directriz, nie el resto del siglo XX. Aunque el Plan Lazo culminaba cn ese momento con la liquidacion del ba del general Ruiz, la expedici nueva concepcién de defi reptiblieas taddas bajo las directei- nde las Fare." mportantes, militar estratégica dur ndolerismo y el re $n del decreto le dio peso institucional a la nsa nacional. El decreto ta definié come “la organizacién y previsién del empleo de todos los habitantes y recursos > Gilhods, “EL Ejéreito colomibiano analiza... pp. 34317 » Fnrevista con el brigadiey general (6) Puya © Una vision militar del proceso se aprect 452-400, cen Valencia, Fessimoniy de... pp. " Ministerio de Defensa Nacional, Compitacisn de disposiciones legales vigentes, 1964-65. Tomo N, Bogor, limprenta de las Puerzas Militres, 1970, pp. 267 y ss 8 LAINSEGURIDAD DE LA SEGURIDAD del pais, desde tiempo de paz, para garantizar la Independencia Nacional y lwestabilidad de las Instituciones”. En esa tarea se involueraba a todos y se consi- los colombianos y a todas las personas naturales y juridicas deraban la defensa civil y la movilizacién como partes integrantes de la defensa nacional. La norma también sustituyé el nombre de Ministerio de Guerra por el de Ministerio de Defensa Nacional. En las considera- ciones para justificar la norma se seftalaba la necesidad de contar con un instrumento reglamentario de la defensa nacional, que estrueturara los planes de seguridad interior y exterior de la naci6n, Se anotaba también “que la aceién subversiva que propugnan los grupos extremistas para alterar el orden juridico, requiere de un esfuerz0 coordinado de todos los, 6rganos de! poder pibli én”. Ademés, en las responsabilidades asignadas a las autoridades quedaron cobijados as dela soy de las fuerzas vi los organismos armados y algunos civiles del Estado por las decisiones ernientes a Ja defensa nacional. militares en cuestiones con Alfio siguiente de expedido el gobierno reglamento, mediante el Decreto 893 de 1966, el articulo 33 de es norma, en lo concemniente a definicién, clasificacién y porte de armas? Al permitir el porte de armas de uso privativo de los organis- ‘mos del Estado a organizaciones de defensa ci partir de Jos afios ochenta con statuto para la defensa nacional, el |. abrid el camino aun prolongado problema que se acrecent Ia proliferaci6n de grupos paramilitares y de autodefensa, Ausencia de una politica militar de Estado Aunque cl componente desarrollists de la estrategia de contrainsur- gencia no desaparecié del todo. a partir de 1965, luego de la experiencia de! Plan Lazo, los mi es, La entrada en escena de nuevas guerrillas, estimuladas ares hicieron énfasis en las operaciones estri mente mili \durecimiento de las acciones armadas. por ka Guerra Fria, propicié ele Pero los intentos de algunos militares —en especial de quienes habian apoyado las ideas del general Ruiz— de ayanzar en la formulacion de politicas que orientaran el ejercicio castrense, sobre todo en su con- frontacidn con ta subversi6n, fueron fallidos. Hasta 1990 se formularon ® Ministerio sle Defensa Nacional, Compilacidn .. Tomo VI .. pp. 142 y ss ADOPCION DEL MODELO DE SEGUKIDAD NACIONAL 09 normas poco articuladas entre si, en lugar de politicas militares que consideraran el papel del Estado como un todo, Quizis el tinico factor ‘articulador” de dichas normas fue la excepcionalidad constitucional del estado de sitio, que permitié escamotear el Estado de derecho, Por eso este factor se destaca en el andlisis del problema de Ja defensa y la seguridad nacional en Colombia, Esta excepcionalidad se convirti6 en la practica en una situacién ju- ridica normal debido a su frecuente uso desde 1948, cuando la violencia bipartidista se extendi6 en el pats. El uso indiscriminado del estado de sitio se generaliz6 a mediados de los afios sesenta, cuando comensé a utilizarse més para reprimir los movimientos populares que para com- batir la violencia armada," Asi, el Estado de derecho en Colombia fue abolido de facto, pues, hasta la promulgacién de la Constitucién de 1991, Colombia vivi6 casi siempre bajo las condiciones del articulo 121 de la Carta de 1886. En mayo de 1963, luego de casi dos aftos de normalidad jurid (el lapso mas largo desde 1949), el gobierno declaré turbado el orden piiblico, es decir, declaré el estado de sitio, por medio del Decreto 1288.4 Un decreto subsiguiente, el 1290, autorizé la convocatoria de consejos verbales de gucrra, incluso para los civiles, medida que no podia dictarse bajo normalidad juridica.** Este decreto se apoyé en la Ley 141 de 1961, que convirtié en legislacién permanente el Cédigo de Justicia Penal Militar expedido por la Junta Militar, Ese e6digo buses dar coherencia a las normas dictadas al respecto desde 1948. Incluia centre las competencias de la justicia penal militar delitos contra el Es- SS Gustavo Gallon, Quince aflos le estado de sitio en Colombia, 1958-1978, Bosots, Euitovial América Latina, 1979: Ivan Orozco, Combatientes, rebeldes y errovistas. Ge rma y derecho en Colombia, Editorial Temis-lepri, Universidad Nacional de Colombia, 1992. Ein Lat replica de las armas, Bogota, Cinep, Serie Controversia, Nos. 109-110, 1983, p. 27, Gallon seftala: se restableci6 desde 1965 la pritica atilizada durante la dictadura de somoter a tos civiles a juzgamientos militares’ ™ Al amparo de esta norma se promula6, entre otros, el 1965, que organiz6 la defensa nacional itado Decesto 3398 de Virgilio Barco, EY restablecimiento del onden publicos Una witicacién novedosa del estado de sitio, Informe del presidente de la Republica al Congeeso Nacional, Tomo VIL, Bogoté, Presidencia de la Repéblica, 1990. 20 LAINSEGURIDAD DELA SEGURIDAD tado cometidos por civiles y desarrollaba lo concerniente a los consejos verbales de.guerra.° El estado de sitio fe ilares. tanto de cardcter normative como operativo, ¥ actus como visto bueno anticipado para las acciones represivas por venir, Propicis la autonoméa de las acciones astrenses al eliminar las comtapisas jurfdicas y estimulé una dinamica violatoria de los derechos humanos. Ademis, en determinadas coyuntu- ras, algunas de las normas acumuladas mediante el estado de sitio fueron seleccionadas y reagrupadas para ser convertidas en legislacién perma- nnente, con el fin de crear un cuerpo legislativo relativamente homogéneo que sirviera de modelo estratégico contra la subversién. Convertir en legislacién permanente ta dispersa normatividad pro- mulgada bajo el estado de sitio posibilitaba el levantamiento de la excep- cionalidad constitucional sin alterar la capacidad represiva del Estado. Sin embargo, el torpe manejo de los problemas sociales por parte de los gobiernos convirtid la biisqueda de normalizacién constitucional en un cfrculo vicioso por la necesidud de improvisar nuevas normas restrictivas, ademas de reforzar la autonomia militar en el manejo del orden puiblico. [As{lo atestiguan el recurso continuo al estado de sitio en momentos de ristica de su legislacién, ta ausencia de so- as crisis, la inmediatez car lucidn a los problemas sociales y su reemplazo por medidas represi La Ley 48 de 1968, expedida bajo el gobiemno siguiente al de Guillermo, Leén Valencia, dio comienzo a este problema, pues ademds de convertir el decreto sobre defensa nacional de 1965 en norma perma aesta condicidn otros 26 decretos expedidos y revisados desde la iltima vigencia del estado de sitio.” El siguiente gobierno, el del presidente liberal Carlos Lleras Restrepo nenle, agreg6 (1966-1970), buses que la prictiea de los gobiernos compartidos no se acabara con la finalizacién del Frente Nacional, La Reforma Consti- tucional de 1968 dispuso el desmonte progresive de normas, como la % Ibid, Laos consejos verbales de puerta fueron una respuesta oficial a la revels Popular del 9 de abril de 1948, provocads por el. asesinato del Isler populista Jonge E. Gaitén, Adolfo Leow Atehortia y Humberto Vélez, Extido y Fucrcies Armadas en Co: Lombia, Bogota, Tetver Mundo Bditores- Universidad Javeriana, Sevcional Valle, 1994. » Ministerio de Defensa Nacional. Compilacidin ... Tome VI, pp. 244 y ss ADOPCION DEL MODELO DE SEGURIDAD NACIONAL TI alternaci6n presidencial y la paridad en el Congreso, al tiempo que dej6 vigente la continuidad de la coalicién de los dos partidos en ta burocracia, mediante la “participacién adecuada y equitativa” del segundo partido en votos, Ademis, le quité al Congreso el manejo de la politica econémica con el fin de mantenerla alvjada de las précticas clientelistas en ascenso, a las cuales Ia reforma iisma les abria las puertas,* La separacién de las politicas econémica y partidista se sumé a laa tonomfa militaren las funciones represivas, impulsada desde el gobi anterior. En consecuencia, la politica de Estado quedé circunscrit econdmico; los asuntos partidistas, a la potestad de los gobiernos y sus coaliciones, y la cuesti¢n militar, a la ctipula castrense. Esta separaciéin contribuy6 a la formacién de fo que puede denominarse sistema politi- no alo co del clientelismo,” en el que la esencia politica se limité al manejo bipartidista con fines electorales En este sistema se considera que las politicas econdmica y militar son usuntos basicamente téenicos, y por ello se dejan en manos de organismos con autonomfa, como el Banco de la Reptiblica (antes en manos de la Junta Monetaria), el Ministerio de Hacienda y el Departamento Nacional de Planeacién para la primera, y_ el Ministerio de Defensa para la segunda. tarlos Lleras buse6 la consolidacién de la tendencia teenoerética stros de Defensa de su gobierno no comulgaban con la linea desarrollista, Para esta época, la violencia bipartidista habia sido sustituida por la violencia comunista, con el nacimiento de las Fare y el ELN, Luego surgirian otras guerrillas. La linea de mando que sustituy6 al creador del Plan Lazo consideraba que el problema de la subversién debia tratarse s6lo con las amas, pues cualquier otra consideracién implicaba inmiscuirse en politica. La bipolaridad ideolégica internacional no era considerada politica, pues confrontar el comunismo era sencillamente un deber patristic. Durante las admi istraciones posteriores a la del presidl cia, hubo en los altos mandos castrenses ofi nte Valen ales que colaboraron en el ® Franciseo Leal y Andaés Davi regional, Bogoti, Tercer Mu 1991, p.67, Mids . Cliemtelismo. El sistema politico ¥ su expresin lo Editores-lepri, Universidad Nacional de Colombia, ap. 1 T. —_LAINSEGURIDAD DE LA SEGURIDAD desarrollo de los principios estratégicos del general Ruiz, pero también otros que no compartian tales orientaciones, Por eso hubo distintas orien taciones en las normas y acciones referentes a la defensa y seguridad Ejemplo de ello fue el curso de Altos Estudios de la Escuela Superior de Guerra adelantado en 1967, del que hizo parte un grupo de oficiales con vision desarrollista, calificida por ellos mismos como “Linea socio logica”. En este curso se elaboré un nuevo plan nacional que recogié las enseftanzas del Plan Lazo y Jas actualiz6 de acuerdo con la nueva dimensiGn del conflicto guertillero.*" Ese ejercicio académico militar de contrainsurgencia sirvi6 de semilla para el Plan Andes, del Ejército, el intento mas claro de formulacién desde el dngulo castrense de una nueva politica militar. En el segundo semestre de 1968, con el visto bueno del presidente, comenzé la ejecucién del Plan Andes. Pero en 1969 se frustr6, debido principalmente a la declaratoria de ilegalidad del sistema de reclutamien- to de los bachilleres y universitarios integrados como cuerpo técnico al Plan, ¥ la destitucidn del comandante del Ejército, gestor e impulsor del Plan, Este militar fue destituido por defender piblicamente la a tonomfa militar en el manejo presupuestal, en contra del pensamiento presidencial.!! Durante el gobierno del conservador Misael Pastrana (1970-1974) hubo un solo ministro de Defensa, Su visi6n desarrollista se plasmé en las reorganizaciones del Ministerio de Defensa en 1971 y 1973.7 Segin el ministro, para alcanzar los objetivos de las Fuerzas Militares cada es- calén de mando deberia desarrollar tareas complementarias en las areas que conforman el objeto de acei6n de la seguridad nacional: estructural, logistica, doctrinaria, de entrenamiento, inteligencia, desarrollo e imagen publica. De acuerdo con esta simple apreciaci6n, el cardeter doctrinario ‘49 Entrevista con el general (©) Valencia... 441 Robert W. Studer, “The Colombian Army: Political Aspects of its Role”, Uni- versity of Southera California, Ph. D. Dissertation, 1975, p. 247; Valen des PP. 538-541 Testimonio *2 11 Decrets 2495 de 1971, que reorganiz6 el Ministerio, ratifies la existenicia del Consejo Superior de la Defensa Nacional, organismo encargado de asesorar al gobiemo racional en materi de defensa y eolaborar con el estudio y preparacin de las medics yy planes de sewuridad. Compitacidn .. Tome XH. 1978, pp. 389 y ss \BOPCION DEL MODELO DE SEGURIDAD NACIONAL 73 militar se deriva del contenido de una serie de principios, procedimientos y métodos que configuran un sistema que guia la accién castrense."* Durante este perfodo presidencial fueron expedidas dos normas de importancia, El Decreto 2046 de 1972 reglamenté el Consejo Nacional de Seguridad, (nica instancia operante de discusién de los problemas de orden piblico en el gobierno central. Queds presidido por el ministro de Gobierno, con participacién de los ministros de Relaciones Exteriores, Justicia y Defensa y el jefe del DAS. Posteriormente, sus funciones fue- ron ampliadas, al igual que su conformacién. En la prictica reemplaz6 a Tos demas consejos relacionados con materias de orden piblico y se con! jtuy6 en Ia instancia central de discusién de estos temas entre las autoridades civiles y militares, Entre 1958 y 1990, los inicos escenarios institucionales de discusién concertada sobre los problemas de orden piblico fueron el Consejo Nacional de Seguridad y en menor grado los consejos regionales sobre el mismo t6pico. Pero las reuniones de estos organismos obedecieron casi siempre a situaciones de emergencia y muy poco a labores de planificacién, El mismo decreto ratifies al Ministerio de Gobierno como “coordi nador de las sgados de la guarda del orden piiblico” y contribuyé a precisar el cardeter politico y civil de la funcién de coordinaci6n de dicha materia. Pero en la préctica continus la ambivalencia de funciones entre militares y civiles. Mientras las ins tituciones castrenses se comprometian cada vez mas en la lucha contra la “subversi6n” (actividades guerritleras y de sectores de la sociedad supuesta 0 realmente vinculados a ella), el Ministerio de Gol coordinaba solamente lo que quedaba excluido de ta defini de orden piblico, como las Iuchas sindicales. En su funcién de coor- dinaci6n, el Ministerio de Gobierno habria podido impartir directrices, pero se abstuvo de opinar sobre cuestiones que eran consideradas como propias de la érbita casirense. vidades de los organismos enc “Entrevista con el general (f) Currea. + Mediante ¢! Deereto ley 659, de 1974, el gohiemo ubieti el Consejo Nacional de Seguridad! en el Ministerio de Gobierno, En 1976, a los miembros mencionados se agregaron el director general de la Poli y el jefe de la Defensa Civil. Diario Oficial, NP 34.074, mayo de 1974, y N?34.491, lebiero de 1976. 4 LAINSEGURIDAD DE LA SEGURIDAD. El Deereto 1573 de 1974 fue la otra norma importante, Establecié y clasificé la documentacidn relativa a la planeacién de Ta seguridad nacional."® Pese a su poca operatividad, junto con el Estatuto para la Defensa Nacional (Decreto 3398 de 1965) fue la matriz. orientadora para la elaboracién de planes de seguridad nacional durante el resto del perfodo considerado en este capitulo, y su importaneia se pro- Tongs hasta el fin del siglo. Con la especificacién y clasificacién de la documentaeién se abria el camino para disefiar y reglamentar la seguridad nacional, pues la tiniea base que existia hasta ese momento era el Estatuto mencionado con el que culmind la etapa del general Ruiz. De hecho, la norma reglamentaria de 1a documentacién sobre seguridad nacional se apoy6 en un articulo del Estatuto, con el fin de desarrollarlo, Decreto 15 especifica el concepto de seguridad nat 3 fue la primera norma en mencionar de manera jonal, pues hasta ese entonce s6lo se habia enunciado en escritos militares de orden tedrico. En esta nnortna estan presentes varios de los principios de la Doctrina de Seguridad Nacional elaborada en el Cono Sur y Brasil durante la década anterior: Es el caso de los cinco frentes de poder considerados como los ejes de tro de Gobierno; el externo, la sociedad: el interno, asignado al mini al de Relaciones Piiblico: el militar, al de Defensa Nacional, y el técnico- Educacién Nacional. Este esquema asumié la concepeién que afirma que no son los ejércitos los que combaten, sino que-es | Fue el rescate del viejo principio alemén de la nacién en armas del siglo XIX, afiadiéndole la defensa interna a causa de la subversiGn, aspectos que mostraban la incorporacién normativa de elementos de la Doetrina de Seguridad Nacional. Quizés el efecto més importante del Decreto 1573 fue la elaboracién del Manual provisional para el planeamienio de la seguridad nacional, que bused desarrollar esa norma, Fue publicado en 1975, durante la siguiente Exteriores; el econémico, al de Hacienda y Crédito ntifico, al de \6n1 misma. 9 Ministerio de Defensa Nacional, Compitactdn .., Tomo XIIL pp. 439 y $8. BL Decreto delinis, clasifios y espevificd Tos documentos de planewcivin de la seguridad, fundamento dle lus responsabilidades institucionales politicas y militares en el Estado sobre la materi \VORCION DEL MODELO DE SEGURIDAD NACIONAL 75 administracion. F se a su cardcter provisional, fue el nico manual que hubo en el pais para orientar la politica militar sobre seguridad nacional hasta 1991. Pero su visisn esquemitica, tendencia propia del pensamien- to militar, simplifica en extremo la forma como puede onganizarse una sociedad para los menesteres de la defensa y la seguridad. En agosto de 1974 asumi< la Presidencia de la Republica el liberal Alfonso LGpez Michelsen (1974-1978), En ese momento estaba en st fase final la operacién Anorf, ejecutada por la IV Brigada, que acabé con gran parte del ELN.7 Seguin opiniones castrenses, la intervencién del presidente impidié el aniquilamiento detinitivo de ese grupo guerrillero, ya que el mandatario “tenia gran prevencién con la aecién civico-militar, con todo lo que implicara una penetracidn militar en la poblacién”. Segin la misma fuente anterior, al finali ur la operacién Anori los remanentes, del ELN estaban rodeados. Esta guerrilla le propuso al gobernador de Bolivar entregarse al gobierno pero no al Ejéreito, y el presidente acepts. Después de haber sido abastecida de vestuario, viveres y drogas, la gue= nilla se escapé sin entregar las armas. Asf se perdi6, en opinién de esta fuente militar, la oportunidad de demostrar que el Ejército si es capaz de acabar militarmente con una guerrilla.4® La versidn expresuda en el libro de W, J. Broderick es distinta, ya que otros “remanentes” del ELN se encontraban en lugares distintos, n esta época el movimiento insurgente nacido en el decenio ante- rior entré en declive. Esta situaci6n se prolongs hasta 1979, cuando se inici6 una etapa de reactivacién del movimiento guerrillero.” Si bien es cierto que las Muctuaciones en Ia actividad guerrillera han influido cn la vida de las instituciones armaidas del Estado, no parece que exista Presidencia de Ja Reptilia, Consejo Superior de la Defensa Nacional Fjecutiva Permanente, Manual provisional para ef planecamiento de la seguridad nacional, Bogotd, Imprenta y Litograffa de las Fuerzas Militares, 1975, Walter J. Brodevick, £1 guerrittero invisible, Bogotd, Intermedio Editores. 20 a7 pp. **Valeneia Tovar, Fewimonio de... pp. 584-566, * Fauardo Pizarro, “La insurgencia armada: Rafces y perspectivas”.en F Leal yLy Zamose, Ai fle del cuos. Crisis pottca en ta Colombia de los aos 80, Bogota, Tercer Mundo Fitores-lepr, Universal Nacional de Colombia, 1991, pp. 425-430. 16 LA INSEGURIDAD DE LA SEGURIDAD un patrén que relacione esa actividad con las formulaciones y pricticas militares, al menos hiista 1998. Estas estavieron mas influenciadas pot otros factores, como la politica partidista, ta visién presidencial de las instituciones castrenses, la personalidad de los ministros de Defensa y los miembros de la ciipula militar, los aspectos ideoldgicos internacionales y la ayuda extema. Durante los cuatro afios de la administracion Lépez hubo un solo ministro de Defensa, Aunque los militares siguieron siendo auténomos en el manejo del orden publico, el gobierno de Lépez no brinds apoyo especial a los proyectos castrenses, particularmente en materia de accién civico-militar." El ministro no tenfa la fuerza ni el interés suficientes para defender un tipo de accién que se habia debilitado. Ademés, su vision correspondfa a las expectativas del presidente en el sentido de no tener pfetensiones desarrollistas en el campo militar. La escasa produccién normativa en materia de defensa y seguridad durante este cuatrienio corrobora la poca atencién que prestaba el presidente al tema militar, asi como el bajo perfil del ministro de Defensa. La personalidad del presidente Lépez, las diferentes formas en que los. mmilitares interpretaban su papel en la sociedad y las frecuentes rivalidades, internas en la institucisn, provocaron dos cambios en la jerarqufa militar, que acarrearon consecuencias importantes. La primera fue el retiro del general Alvaro Valencia Tovar, comandante del Ejército, a escasos cinco de comenzado el gobierno, debido a su opinién independiente sobre el manejo militar. La segunda fue la salida del general José Joaquin Matallana en 1977, consecuencia tardia de los cambios producidos por el retiro de Valencia! Estos abruptos cambios en los altos mandos fueron cl inicio de a desaparici6n de la concepeién de militar. En ello fue decisivo el reemplazo en el Comando del Bjército de Valencia por el general Luis Carlos Camacho Leiva, poco afin a Ta tendencia desarrollista, En el gobierno de Lépez el clima politico det pats se enrarecié. Este mandatario no hizo mayor esfuerzo por alterar Ta tendencia a la meses rollista en Ia politica % Valencia, Testimonto de, pp. 580-582. 1 Valencia, Pestimonto de... pp. 608-659) L Estado, 1970-1983", ., pp. 256-261 al, “Los mili es en el desarrollo del burocratizacién y clientelizaci6n bipartidistas en la administracién del Estado, ni llevé a la practica su programa electoral de apertura de la democracia. Las decisiones que se tomaron se apoyaron en las posibi- Jidades establecidas por la Reforma Constitucional de 1968 y, por lo tanto, mantuvieron la continuidad de hecho del Frente Nacional. Estas circunstaneias, unidas a la precaria situacién econémica, contribuyeron a crear un clima de descontento popular —que contrasts con el entu- siasmo con que habfa sido elegido L6pez, primer presidente posterior ul al Frente Nacional— que desemboes en una amplia movilizacin al- rededor del paro nacional de septiembre de 1977. Al final de ese ao, los generales y almirantes de Bogoti, encabeados por el comandante de las Fueraas Militares, general Camacho, hicieron piiblica una carta al presidente exigiéndole medidas de emergencia frente al desorden social. :| presidente logrd escamotear el tema, gracias a su habilidad politica y a que se encontraba a escasos ocho meses de terminar su mandato. Pese a las normas y pricticas desarrolladas durante: los gobiernos de Pastrana y Lopez, ld ausencia de una politica articulada sobre la cuestin militar continué siendo Ia constante. Por circunstancias de antigtiedad y rotacién buroeritica, en 1976 Hegaron a la Escuela Superior de Guerra oficiales con una visi6n reformista, que vefan la necesidad de actualizar Ja instituci6n, estancada desde la aplicaci wnzas derivadas de la participacién en la guerta de Corea, Hasta esa época habia pre dominado el estudio de estrat nde las ens caleadas de los manuales militares norteamericanos, de la Segunda Guerra Mundial y algo de ka guerra civil espaiiola, y de las ensefianzas de quienes habian estudiado en Estados Unidos y Panamii, Los ejercicios se haefan sobre la base de cuerpos de ejército y divisiones blindadas, unidades inexistentes en el pais. Aunque habia adaptaciones al ambiente colombiano y al conflicto armado inter- no, esa no era la regia.’ De manera paraddjica, durante una déeada los mil fares combatieron a la insurgencia, sin que en la principal institucién de estudios militares la preocupacidn por el “enemigo interno” despla- © Ibid, pp. 261-262. © Entrevista gon el eoronel (9) Gonziler 78 LAINSEGURIDAD DE LA SEGURIDAD zase al tradicional pero hipotético enemigo extemno. Pero desde 1976 esta escuela te dio més peso a tacticas adecuadas para Tas opera internas. Adicionalmente, se disefi6 un esquema de seguridad nacional, jones. apoyado en los principios del Estado de seguridad norteamericano y la Doctrina de Seguridad Nacional. Sin embai zaron mis alld de esto. El gobierno del presidente liberal Julio César Turbay (1978-1982) fue quizis el ms representativo del sistema creado por el Frente Nacional. El pragmatismo de Turbay y su habilidad como negociador le perm obtener reconocimiento y escalar posiciones politicas mediante el uso de Jas relaciones de clientela, Su gobieme ha sido uno de los més criticados, por los sectores democniticos desde la creacién del Frente Nacional debido a su pol comprender ef ambiente represive que se desat6. En primer lugar, desde que ejercid como ministro de la Junta Militar, Turbay habia manitestado sus simpatias por los intereses gremiales de Jos militares y habfa sido condescendiente con las decisiones castrenses de la fuerza. En segundo lugar, el presidente no tenia un proyecto politico definido, y menos en materias militares. Opt6 por dejar él campo libre a las iniciativas provenientes del Ministerio de Defensa, Jo que, ademas, era avalado por la tradicién del Frente Nacional. Esta los cambios no avan- jeron mas represiva, Cuatro consideraciones contribuyen a enelejercie tradicién incluia el respeto al escalaféin del Ejército, au vio, hubo unas pocas excepeiones. El presidente Turbay se encontrs asf con el general Luis Carlos Camacho a la cabeza del escalafén cas~ trense y procedié a nombrarlo como ministro de Defensa Nacional. 1. personalidad po! como lo revel su estabilidad durante los cuatro aiios del periodo de gobiemo. En tercer lugar, el general Camacho no perteneefa a ninguna de las dos tendencias que desde los anos sesenta debatian cual debia ser el que, Como se ica del ministro era compatible con la del presidente, papel castr ba casi extinta, y la “profesionalizante”. Esto se debfa a que el nuevo nse en Ia sociedad: In sociol6gica, que por entonces esta Ly oem Bxcuela Superior do € seguridad nacional isto de Defens al Congreso” de 1977 afirma que la roving, actualiz6 y adceus los documentos referentes a la JOPCION DEL MODELO DE SEGURIDAD NACIONAL 79 stro hi bia transitado la mayor parte de su carrera por la burocracia castrense, siempre cerca al centro de decisién ministerial, donde habia aprendido el papel de la intriga como arma para ascender en la jeranqui- zada organizacién burocratica y profesional del Ejército. La formacién de abogado del ministro, excepcional en los oficiales combatientes de su tiempo, le habia facilitado ese camino, Su pragmatismo politico y su orientaci6n tradicional dieron paso a las marcadas tendencias militares anticomunistas que vefan la represiGn como el medio mas idéneo para combatir al enemigo. Por Gitimo, la situacién politica del pais era diffeil y los militares achacahan los problemas al comunismo. Ya se mencioné el descontento social y 1a agitacién laboral que c tiembre de 1977 y a la protesta posterior de los generales al exigir del presidente Lopez, medidas de fundamental de la di guerrilleros y del supuesto clima de subversién que permeaba todas las ndujeron al paro nacional de sep- emergeneia, Para los militares, la causa cil situa jn social, de la existeneia de los grupos instituciones del pats © el deber de combatir ‘Como consecuencia de las presiones militares y de la condescenden- cia de politicos, que el presidente Turbay no tenia intencién alguna de resistir, el nuevo gobierno se inauguré con ka promulgacién del Decreto Jativo 1.923 de 1978, conocido como Estatuto de Seguridad. Este recopil6 y ordend una serie de normas dispersas de La justicia penal mi- litar referidas a la poblacisn civil. El Decreto 1923 fue la dniea norma de importancia promulgada en mater cuatro aitos del gobierno de Turbay, Con este decreto y el respaldo pleno del presidente, las instituciones militares ampliaron su autonomia en el manejo de los asuntos de orden piiblico a niveles sin precedentes, en lo. ituy6 el ejercicio mas completo de asimilacién colombiana de a Doctrina de Seguridad Nacional, Durante este perfodo los consejos de guerra se multiplicaron, las declaraciones pablicas anticomunistas por parte de los Comandantes inilitares fueron recurrentes y la violacion de el comunismo internacional, que ellos tenfan lee s de defensa y seguridad durante los que cons Ministerio de Defensa Nacional, Compilacidn ... Tomo XVIL ... 1978. pp. 31 80 LAINSEGURIDAD DE LA SEGURIDAD. Jerechos humanos se hizo ostensible, hasta el punto de que el propio presidente se enfrascs en conffictos verbales eon organisms internacio- nales defensores de derechos humanos.** Con el Estaruto de Seguridad la represin ejercida por los organismos armados clel Estado se expandi6 a las ciudades, sin que se abandonara la ejercida por largo tiempo en el campo. Ademés de la guerrilla del M-19 (Movimiento 19 de Abril), en los centros urbanos se vieron afectados grupos sociales medios, en especial académicos ¢ intelectuales sospe- chosos de ser los generadores o trasmisores de la ideologfa comunista. A diferencia de lo que ocurria en el campo, las arbitrariedades en las ciudades requerfan un respaldo juridico mas sélido, como el proporcio- nado por el decreto aludido. Una fuente militar seftalaba: _el Estaruto de Seguridad, mis que una estrategia, fue una politica de seguridad, un mecanismo juridico para tratar lu subversiGn. A las Puerzas Militares no se les aument6 su capacidad represiva, sino que se reforza- ron Jos instrumentos juridicos. Fueron normas aplicadas anteriormente yy otras redisenadas, que no intredyjeron tna meednica militar di de la que se venta aplicando. Fueron las dridenes de! ministro dentro de su cénelave militar las que hicieron Ta lucha mds represiva y al general Camacho el pais le alubo su: mano de hierro..7 EI M-19, creado en 1974 como consecueneia de las elecciones su- puestamente fraudulentas del 19 de abril de 1970, era la Gnica guerrilla cuyas actividades cran en esencia urbanas, lo que contribuyé a que ‘0 principa que no era el grupo fuerte, era el que habia realizado las acc se volviera el obje del ejército. Au insurgente mas espectaculares. La confrontacién con el Ejéreito condujo a nuevas ae- ciones guerrilleras de gran impacto publicitario, como el robo de armas del Cantén Norte de Bogoti, en el Aiio Nuevo de 1979, y la toma de la Embajada de la Repdblica Dominicana a comienzos de 1980, en la que se mantuvo a 16 embajadores como rehenes durante dos meses. El operativo militar emprendido tras la primera de estas acciones Hevé a la detencién de la plana mayor del M-19 y a su posterior procesamiento, jones mais % Leal, “Las milittes en el desarrollo del Estado, 1970-1983" ... pp. 26: © Entrevista con el general (2) Valencl ADOPEION DEL MODELO DE SEGURIDAD NACIONAL 8 en un consejo de guerra muy sonado, que concluyé en les postrimerias del gobierno de Turbay.* La guerra de las Malvinas, en la que Argentina se enfrenté a Ingla- terra entre abril y junio de 1982, hacia finales del gobierno de Turbay, fue importante para el desenvolvimiento de las instituciones militares del continente. Estados Unidos apoy6 a Gran Bretafia en contra de Argentina, demostrando la fragilidad del tratado de Rio de Janeiro de 1947, Tiar, que responsabilizaba a Estados Unidos de la defensa con- tinental, mientras que dejaba la defensa interna de cada pais en manos ada Estado. Como respuesta a esta amenaza ia la seguridad externa, Jos militares confirmaron la importancia de mantener la tradicién de los ejércitos regulares. Después de defender la necesidad de concentrarse on el enlrentamiento contra Ia subversién, los militares colombianos se hallaron en una posicién ambivalente al tratar de hacer compatibles ka organizacién tradicional para la guerra regular y la organizacién hetero- doxa necesaria para enfrentar a las guerrillas. Los procesos de paz: sustitucién parcial de las practicas itares Debido en buena parte a las eriticas recibidas y a cierto retroceso de Ta guerrilla, el presidente Turbay decidié a finales de su mandato nuevos métodos para tratar el problema de la subversi6n, Creé una con exigencias extremas hechas a los grupos guerrilleros y de haberse extinguido antes de la finalizacién del gobiemo, mostr6 que el atajo sefialado por el Estatuto de Seguridad no era el tinico camino posible para la pacificaci6n, Turbay también levant6 el estado de sitio, luego operante el Fstatuto de Seguridad. Con ello buse6 dejar la impresién de que las intent in de paz que, a pesar de resultar inoperante por las de seis aos de vigencia ininterrumpida, quedando asi condiciones de orden piiblico volvfan a la normalidad y que su politica represiva habia sido necesaria, £1 Decreto legislative 2482 de 1979 modifies el articula 574 del Cécigo de Busi Penal Militar en materia de procedimiento de los consejos verbuales de guerra (Virgilio Barco, Fl vestablecimiento del orden publico: Una utiticacién...),.con el fin de “ugiliza™ cl proceso que se adelantaba contra la dirigencia del M-19. 482. LAINSEGURIDAD DE LA SEGURIDA La campafia de los candidatos a la Presidencia de la Repiiblica también apuntaba hacia la necesidad de pacificacién expresada en Tas encuestas de opinién, Alfonso Lopez buscé su reeleccién apoyado en Ia consigna sectaria de “Ia paz es liberal”, y Belisario Betancur, en su tercer intento por aleanzar la Presidencia, lo hizo a nombre de un abs- tract “movimiento nacional”, en cuyos postulados el tema de la paz era prioritario. El contundente triunfo de Betancu Partido Conservador, ratilicé la necesidad de nbio de rumbo frente au opinidn publica en la que los grupos independientes se habfan expandido, El presidente Belisario Betancur (1982-1986) continud con la tradi- mnen mates it de nombramientos militares, al designar como ministro de Detensa al comandante del Ejéreito, dentro de la “linea sociolégica” o desarrollista, como ta mayor parte de ‘ste militar comenz6 su carrera quienes hicieron escuela en la guerra de Corea, Desde hacfa algunos afios la posicién ideolégica del general Landaziibal se habia desdibuja- do. La conducta del nuevo ministro en su cargo demostré que el general Camacho habia consolidado en astrenses la ideologia de la Doctrina de Seguridad Nacional las instituciones Betancur inauguré la era de los procesos de paz. Comenz6é por reconocer el caricter politico de las guerrillas, mediante un proyecto de ley de amnistia. El proyecto fue aprobado el mismo afio por el Congreso, gracias al amplio respaldo que en la opinién publica te n1eFOSO fan el presidente y su politica pacificadora, Sus inmediatos beneficia- rios fueron los miembros de la dirigencia del M-19, recién condenados en consejo de guerra, Por eso los militares culpan al presidente de haber frustrado su triunfo militar y de haber sembrado la semilla del fortaleci- miento guerrillero, El proceso de paz fue activado con el nombramiento de una numerosa y heterogénea Comisién de Paz, a la que siguieron otras comisiones y el anuncio oficial de dilogo con las guerrillas y la Socorra Ramirez y Luis A, Restrepo, Actores en conflicto porta pas, El prices de paz durante of gobierno de Betisavio Betancier, Boge, Sighs XX1 Falitores-Cinep, 1989, y Ana M. Bejarano, “Estratewias de paz y apertura democritiea: Un balance de Jas udministraciones de Betancur y de Barco”, en Leal y Zamose (edllores), Al fer del eaos creaci6n de! Plan Nacional de Rehabilitacin (PNR), que en sus inicios fue un programa de inversiones pablicas en las zonas donde operaban los movimientos subversivos. relaciones entre el presidente Betancur y los militares fueron contlictivas desde el principio y empeoraron con el tempo. La autono- mfa militar habfa Hegado al climax durante el cuatrienio del presidente ‘Turbay. y el contraste con la nueva visiGn gubernamental era muy grande, La politica de paz era un claro intento por limitar la autonomia castrense en el manejo del orden puiblico. Pero el problema no fue sdto Ta decisién de imtentar una soluci6n negociada, sino que el presidente ignors a los militares en sus decisiones sobre la politica de paz. También busc6 el fortalecimiento relativo de las Fuerzas militares diferentes al Ejército, ademas de la Policia Nacional. Fuera de ello, el presidente decidié investigar las actividades del MAS (Muerte a Secuestradores), grupo paramilitar surgido en 1981 tras el secuestro por parte del M-19 de una familiar de narcotraficauntes, que segtin el procurador tenfa nexos con algunos militares, No son de extraifar, por lo tanto, ef adio que despert6 el mandatario en Jos eirculos castrenses y las diatribas que allf se lanza ban en su contra.*! Las resistencias militares fueron acalladas transitoriamente tras ke renuncia del Ministro de Defensa, a comienzo de 1984, ante una flamada atenci6n piblica del presidente por sus eriticas al proceso de paz. stro asumié una actitud mis prudente, a pesardel disgusto de El nuevo mi (By 1985 fue nombrado un general de la Fuerza Aérea como comandante de las Fuerzas Militares, hecho insta dentro de la tradicién castrense. Para'dar mayor inde pendencia a la Poliefa, el gobierno aprobs el grado mixin de general para los oficiales ie ese cuerpo armado, aumentd sus efeetivos y modemizé cl equipo y el armamento policiales © Entrevistas cow oficiales retirados del Ejéreito, 1991 y 1992, © Los cuestionamientes del ministro de Defensa habyan alentad posieiones similares de los altos mandos, fo que dio lugar a una polémica sobre la prohibiciin dle detiberar ‘que establece la Constitueién respecto de los militares, A eausa cle un editorial en ta * Revista de las Fuerzas Armas y de un informe del ministto al Consejo Superior de Ta Detensa Nacional, el presidente record6, en un largo discurso, el curticter no deliberante de los militares y st necesaria subordinacia al poder civil, lo que proxiujo la remncia ‘del ministeo, EY Tiempo El Espectador, julio de 1983 a febrero de 1984. M4 LA INSEGURIDAD DE LA SEGURIDAD que causaron entre los militares los acuerdos de tregua firmados por la mayor parte de los grupos guerrilleros y la Comisién de Paz. Esa actitud fue continuada por su sucesor, primero como encargado, ante la enfer- medad del ministro, a mediados de 1984, y luego como titular, debido a Ja muerte de éste a comienzos de 1985. Con el asesinato del ministro de Justicia, Rodrigo Lara, en abril de 1984, comenzé el terrorismo mediante el cual los narcotraficantes inten- taron acabar con las timidas acciones estatales que hasta ese momento se habjan adelantado en su contra nacional el estado de sitio parcial decretado a causa de una a . El gobierno extendié a todo el territor én del M-19 y amplié la jurisdiceién de la justicia penal militar a los delitos del narcotrifico.” Sin embargo, las aceiones guber mentales frente al narcotritico y al narcoterrorismo no fueron constantes, evidencia de la carencia de una estrategia, Esta conducta erritica oficial se extendid hasta el gobierno siguiente y culmind en 1989 con la guerra” a ese negoci Luis Carlos Galan. La soterrada “labor de zapa” del Ejé ‘declaratoria de icito y su violencia tras el asesinato del senador ito contra las guerrillas en ies politicas y militares del M-19, le- varon al rompimiento de la tregua por parte de este grupo a mediados de 1985. Ello no ocurrid con las Fare, debido a que esta guerrilla eifraba su estrategia de paz en la formacisn de la Unién Patridtiva (UP), partido politico en el que confluian con el Partido Comunista. tre} . sumada a las ambigi Sin embargo, la UP no pudo desligarse de la tutela de! movimiento armado, lo que con tribuy6 a su fracaso y asu aniquilamiento por parte del paramilitarismo. ELELN y el EPL (Bjército Popular de Liberacién) rechazaron desde el comienzo la politica de paz del gobierno, mbre de 1985, el M-19 cometié el mis gar errores politicos: la tome a En novi fal de sus. ilitar del Palacio de Justicia. Esta accién "© Decretos legisativos 666 « 670 y 747 de 1984, Hasta 1986, decretos acicionales Inerementaron las penas ¢ incluycron mis acciones bajo la competencia de Ia justicia penal militar iseo Leal Buitrago, Fra unas consideruciones acerca dela eoytntura polit ca”,en Alvaro Camacho (compiladon), La Colombia de hoy, Bogot, Cidse, Universidad et Valle-Ceree, 1986, pp, 43-70. ADOPCION DEL MODELO DE SEGUKLL i puede explicarse por el predominio de la linea guerrerista dentro del M-19, por su equivocada valoracién de la realidad politica e institucional del pais y por el acoso del Ejército. El episodio tuvo un sangriento y absurdo desenlace, en el cual murieron incinerados mas de un centenar de personas entre magistrados, guerrilleros y visitantes. La operacién de recuperacién del Palacio de Justicia tuvo fallas maytisculas desde el punto de vista militar. La experiencia militar en operaciones urbanas iba poco mids alld de la ocupacién de reas pobladas y de patrullajes con funciones de polieia militar, De ahi que la improvisacién fuera la regla y faltara una evaluacién de la especificidad del “campo de batalla”, A ello se agregaron los erasos errores de la guerrilla, que supuso una reaceiGn militar mesurada ante la importancia de los rehenes. Pero. aparte de estas consideraciones, lo que tuyo més peso en fa burda ofensiva militar fue el trasfondo politico de la batalla, pues ef Ejéreito se top6, de buenas a primeras, con la iniea oportunidad de hacer valer su autonomia politica ante el presidente y el M-19 al mismo tiempo. Con su acci6n, los milita- res recuperaron Ia iniciativa plena en ¢l manejo de los asuntos de orden puiblico. De esta forma, durante los nueve meses restantes del periodo presidencial, el proceso de paz-entré en receso, en medio de una esealada de acciones militares antiguerrilleras. Apaute de los numerosos decretos y leyes relacionados eon el proceso de paz, las normas sobre defensa y seguridad durante el perfodo presiden- cial de Betancur fueron escasas. El Decreto 2092 de julio de 1985, sobre planeamiento, preparacién y conduccién de las operaciones militares, dividis al pais, segin la nomenclatura militar, en cinco teatros de opera: ‘ciones terrestres, dos navales y uno aéreo. Esta delimitacién estimulé una reorganizacién del Ejército, en aras de mejorar en su funciGn operativa unidades mayores estratégicas cuya jurisdiceién correspondié grosso modo a Jos teatros de operaciones, con el propésito de contar con una instancia mayor de decision y apoyo n las zonas mis afectadas por la violencia, Se crearon cuatro divisiones con comandos en Santa Marta, Bucaramanga, Cali y Villavicencio, que subordinaron a las brigadas que operaban en sus areas. ste Deereto también creé las divisiones © Ministerio de Defensa Nacional, Compitacidn ... Toma XX1 ... 1983, pp. 185 ys84 Diario Oficial, N° 37.094, 6 de agosto de 1985. A fa sombra del proceso de paz Las brigadas habian sido hasta ese momento las unidades operativas més grandes. Al inicio del Frente Nacional habia seis, mas una especial en Bogotd que comprendia las escuelas de formacién militar del Bjército Con ef aumento y la diversificacién de ta violencia se crearon nuevas brigadas, sin que contaran con el ntimero de batallones (unidades téc- ticas mayores) que deben tener segtin las TOE. Adem, la expansién cuantitativa de unidades, casi siempre propias de la organizacién para Ja guerra regular, no estuvo acompaflada de cambios cualitativos.% Con a creacién de las divisiones se amplié la burocratizacién de la evipula militar, al dar cabida en el escalafon a un mayor ntimero de generales de alto rango. Reorganizaciones militares posteriores al periodo consideraclo en este capitulo introdujeron tropus divisionarias, buscando en buena parte justificar la existencia de las divisiones al mimetizar su objetivo burocritico. En forma paralela a la reorganizacién oper y 1985 se dio nuevo impulso a ka acct del Ejército, en 1984 n civico-militar con la creacién de hubo un esfuxer7o ciseunstancial por reforzar la ensefianca de la estrategia en la Bscuels Superior de Guerra, pues lo que importabs basta ese momento era, sein palabras ce ial, “eémo echarnox plomo, cémo vamos a ganas, y ne daraostas de Clausewitz de von Molkes. Los alts mands decian que se debi enseitar como maar chusme: 0s y e6mo no dejarnos matar. Habia un desprecio por la estrategia”. Entrevi coronel (F) Gonzilez % Durante el periodo considerado en este capitulo hubo dos casos adicionales de lunidades especiales. Los comandos operativos, creaclas con posterioridad a la vigencia del Plan L4z0, como escal6n operativo transitoria para atcnder situaciones de emengencia fen zonas de desorden pablicu y compuesios por un comando con wn reducida estado mayor sin labores administrativas y dos © tres batallones. Los comandos operativos ependieron inicislmente del Comando del Ejército y posteriormente se subordinaron 2 las brigadias. Con la ereacigin de las divisiones, fos eomundos eniraron a depenuler de EEL segundo caso es ol de las jefaturas militares regionales, que tuvieron la part ccularidad de udentrarse en ef ambito politico-administrative, pues por razones ce osden pablioo se superponian en sus funciones a las de los gohernadores y alcaldes, Aunque Ja ini fa casi siempre de la Grbita militar, para su Creacion ert neeesaris a decisién exprosa del presidente de la Repiblica. La préetica alternativa de nombrar militares come gobernadores.o intendlentes Tue comin durante los pobieros militares 5 se prolongs hasta los tiempos del Plan Lazo. Duramie el gobierno de Bureo se eeeupers cesta experiencia con el nombramiento de intendenies militares en Caqueté y Arauca y ‘con la ereaci6 de la Jefatura Militar de Urab lativa prover comandos de desarrollo en las brigadas, Estos comandos se emplearon especialmente con el fin de contrarrestar la influencia guerrillera en zonas urbanas, sobre todo la del M-19 en Cali. Aunque la accién civico-militar tiene origen desarrollista, su renacer se dio cuando la linea profesionali- zante dominaba las instituciones castrenses. En sus postrimerias, el gobierno de Betancur creé la Fuerza Flite Antiguerrillera compuesta por soldados profesionales, por medio del Deereto 2157 de 1985, Este Decreto se complements y reafirmé con la Ley 131 de 1985 sobre servicio militar, que permite el reclutamiento voluntario, ademds del obligatorio, con el fin de organizar unidades con- traguerrilleras permanentes.®? Durante el siguiente gobierno se amplié el rechitamiento voluntario, pero fue a partir de 1991 cuando adquiri6 mayor tuerza. El presidente liberal Virgilio Barco (1986-1990) inicié su gobierno sin la pretensién de inmiscuirse en los asuntos militares, pero su mandato experiment6 grandes sobresaltos en ese eampo, principalmente por los cambios en la ctipula castrense y el enfrentamiento armado con el nareo- trafico. Aunque no estuvieron exentas de conflictos, las relaciones entre el Ejecutivo y las instituciones militares estuyieron lejos del traumatis- mo producido durante el gobierno de Betancur. A ello contribuyeron la personalidad del presidente y el deterioro de la legitimidad del régimen creado por el Frente Nacional. La escasa capacidad politica de Barco y su terquedad, ademiis de su alejamiento de la tutela del bipartidismo y los poderes rectores de la economia, hicieron que varias de sus dec fueran tesoneras ¢ imaginativas. Barco designé al general Samudio, que encabezaba el escalafén militar, como ministro de Defensa Nacional. Aunque contaba con poco prestigio dentro de las filas castrenses, pudo ejercer el Ministerio sin di cultades, gracias en parte a su formacién adicional de abogado. Al afio de © Ministerio de Detensa Nacional, Compilacisn .., Tomo XU... 1985. pp. 48 y $8. El Decteto 2157 posibilite y reglament6 la prirroga voluataria del servicio militar, Sobre la base de las facultades de estado de sitio, reviviendo lo propuesto en el Decreto legislative 2170de 1971, con el fin de erear una fuerza élite para la lucha antiguersller. Para darle caricter permanente a Ja medida, el Congreso expidié Ia Ley 131 de 1985, Diario Oficial, N° 37.295, 31 de diciembre de 1985. 88 LA INSEGURIDAD DE LA SEGURIDAD niciado el gobierno tuvo que afrontar un incidente con Venezuela, ajeno ala tradicional preocupacién militar interna del pais. El patrullaje de la corbeta Caldas en aguas del golfo de Venezuela produjo Ia amenaza de ese pats, Los militares venezolanos asumieron una actitud arrogante y be- licosa secundada por quienes tradicionalmente han agitado en la opini6n publica del vecino pats el conflicto de delimitacién de aguas territoriales con Colombia. El incidente puso de presente la incapacidad operativa y técnica para manejar una confrontacién militar correspondiente a la defensaexterna, ya que, ademds de no contar con medidas preestablecidas para manejar este frente, por descuido la corbeta patrullaba desarmada.* Sin duda, la dedicacién al problema interno ha limnitado Ia funcién militar de salvaguarda de las fronteras, pese a que la organizacién de las Fuerzas Militares ha sido en general propia de guerras regulares. Bl pais habfa renovado su armamento liviano mediante una politi jada durante la presidencia de Carlos Lleras, pero no se habfa hecho suficiente con respecto al armamento pesado. BE] gobierno de Pastrana adquirié 16 aviones Mirage y planeé la compra de corbetas y submari- nos, frente a la posibilidad de una confrontacién con Venezuela, dada la idcologfa nacionalista imperante en ese pats y la compra significativa de equipo de guerra. En los siguientes gobiernos se adquirieron corbetas, submarinos y helieépteros, pero su mantenimiento habia sido precario y cl pats segufa rezagado con respect a la tecnologia disponible, Una de las armas més sofisticadas de] Ejército eran los carros blindados Caseabel, de fabricacién brasilefia, adecuados para la conftontacién interna y las caracterfsticas geograficas del pais. A partir del incidente del golfo de Venezuela y con la aprobacién por parte de! Congreso de 503 millones ini Cone] conflicio de la cotbeta Caldas, on la Escuela Superior de Guesta se aplicé cl procedimiento ‘apreciacion estratégica para el manejo de una situacin de crisis", que ‘es una visidn general del problema para dar recomendaciones, Peto por estar las tropas ‘enipefiadas en la confrontacién con la guerrilla y el nareoteifico, la seguridad exterior estaba desmantelada. Los venezolanos sf ejecutaron los movimientos apropiados, Li Ineficiencia militar no se debe slo a razones organizacionales, sino también a Ia situa cidn politica, como ta impunidad, la exces ‘eign de los organismos de fsealizacién el Estado, la dessomposicisn social que dificulta Ia seleceién de oficiales en la Escuela Miltary ta poltica de “arreglo politico” que li Entrevista con el eon ala intensificacigin dela aceién armada” el () Gonzales ADOPCION DEL MODELO DE SEGURIDAD NACIONAL de délares, el gobierno progeamé la reconstrucciGn de los equipos de la Armada y la Fuerza Aérea. Buena parte de los nuevos armamentos fue adquirida en Israel, como los aviones K-Fir, las baterias antiaéreas computarizadas y las unidades lanzamisiles. ‘Con respecto a la politica de paz, el presidente Barco estableci6 la Consejeria Presidencial de Reconciliacién, Normalizacién y Rehabilita- cién, ligada al PNR, con lo cual le dio mayor impulso a este programa, “También se amplié su cobertura: de los 147 municipios seleccionados durante el mandato de Betancur, a 311 en 1989. Con ello, el PNR se convirtié en una versi6n civil del Plan Lazo: si esa estrategia se habfa di- seftado desde la 6rbita militar con exclusidn civil, el PNR fue su opuesto, A ambos les falté su complement, aunque la filosoffa desarrollista fue a misma: quitarle a la subversi6n las zonas deprimidas y conflictivas, nar su caldo de cultive por medio de inversiones pablicas. El iado. al elin PNR fue la tinica estrategia civil efectiva durante el periodo estu Constituyé lo que se denomina en economia un gasto social relativo, ya que estuvo motivado por razones de seguridad.” Este programa, sin embargo, perdié su horizonte desde 1991, debido a la burocratizacién y n que suftié, hasta que durante el gobierno de Ernesto la clientelizai Samper (1994-1998) cambio sus objetivos y se le puso el nombre de Red de Solidaridad Social En lo relacionado con los dilogos, la politica de paz estuvo es- tancada durante buena parte del gobierno de Barco. Se mantuvo de manera formal el cese al fuego acordado con las Fare desde el gobiemo anterior, hasta que una emboscada al Ejército en La que hubo numerosos muertos y heridos Hlevé a su ruptura a mediados de 1987. Las guerrillas on geogrificamente sus acciones mediante It multiplicacién extent de sus frentes y Ia formacin de una alianza a través de la Coordinadora Israel también se compraron fusiles Galil para reemplazat los G-3 alemanes. Por alguna razén extrafa tambigirse negoctaron armamentos con Surifrica, Andnés Soto, ‘Una aproximacién conceptual al estudio de las felaciones entre estamentos civiles ¥ militares a nivel intragubernamentat”, Monografia para optar al titulo de politslogo, Bogota, Universidad de los Andes, 1991, pp. 107-108. 0 Una visiin militar del PNR en coronel (1) Carlos Alfonso Velisquez, “La direccién politica de los militares: Una nevesidad estratégiea, on Andilisis Fotitien, jacional de Colombia, septiembre-diciembre de 1999. lepri, Universi 90 LAINSEGURIDAD DE LA SEGURIDAD Guerrillera Simén Bolivar.”! El fraeaso frente a las guerrillas se sumé a las recurrentes movilizaciones y paros civicos con que Barco se en- contré desde el comienzo de su gobierno, Sin embargo, a fines de 1988 el Ejecutivo opté por aprovechar la disposicién que tenia cl M-19 para adelantar negociaciones y desmovilizarse debido a su desgaste politico y militar. Esta situacién contrast6 con Ja actitud intransigente del ELN y las Fare. El proceso con el M-19 Ileg6 a feliz término al empezar 1990, El Gobierno recupers asi, al inal de su mandato, la linea politica original de los procesos de paz.” 7 Esta administracién tuvo que afrontarla escalada de la guerra sucia, sobre todo la exterminaciGn de la UP, resultado de la expansién del narcotrafico y de su apoyo a la formacién de grupos paramilitares. Fl Magdalena Medio se constituyé en el centro de opera la jones de estos grupos.” En 1988 aumentaron las acciones de los paramilitares, a tra vés de masacres de campesinos y el asesinato de personajes, entre los cuales se destaca el del procurador general de la Naci6n. El asesinato comienzos de 1989 de una comisisn judicial en el sitio de La Rochela, municipio de Barrancabermeja, y otros erimenes, Hevaron al gobierno a expedir numerosas nermas destinadas a controlar Ia situacién.”* Hacia La Coondinadora Nacional Guerrillera (CNG). fue ereads en 1985, tras romperse fos acuerdos de tregua con el M-19 y con el EPL. estos grupos se unieron el ELN y el Ricardo Franeo, disidencia de las Fare. Fn 1987, luego de una reunién en Uribe, Meta, centre dsigentes de las Fare, ¢lM-19, 1 BPL, el BLN. cl PRT y el Quintin Lame, se eres Ju Coordinadora Guerrllera Simon Bolivar (Cgsb). Rafuel Pardo Rueds, De primera ‘mano. Colombia 1986-1994: Exare conjlictos v experunsas, Bogetd, Cerec-Grupo Edi torial Nortna, 1996, p. 109, © Ibid. capinolos 4.5 9 6. 7 Hecho destacado de la guerra sucia fue el exterminio sistematico de la militancia de 1a UP. inchuyendo a su presidente y candidato presideneial Jaime Pardo, Asimismo, ol wsesinato de jueces, magisiraos. perodisas y polieias por parte del narcotic. Semana, N° 254, Bopoté, 17 al 23 de marzo de 1987, y Semuma, Nos. 295-296, Bogotd diciembre 29 de 1987 a enero 11 de 1988, ** Blanco de los asesinates fue la rama judicial lebido a los process adelantatos ‘contra los nareotrfcantes, Con Hrecus denomninsdlo “Los 7994 ..., capitulos 1a 8. " ——L finales del periodo, en medio de La guerra declarada al narcotratico, marié asesinado el senador Luis Carlos Gal4in, el mis firme candida- to a la Presidencia. También fueron asesinados durante la campana presidencial los dos candidatos de la izquierda: Bernardo Jaramillo, de la UP, y Carlos Pizarro, del M-19." De esta manera, quienes de- fienden privilegios aberrantes en la sociedad borraron del escenario politico la expresion desarmada de ta izquierda y sus posibilidades demoeriticas en el pais, reforzaron la intransigencia de quienes usan las armas como argumento y proyectaron el recrudecimiento del conflicto armado y la erisis politica. El reto era entonces ver hacia el futuro si la justicia lograba someter a los responsables de estos hechos y si las clases dirigentes podian controlar las explosiones desatadas de la violencia. Ladiversificacion y expansién de la violencia pusieron sobre el tapete el tema de {a ineticacia de las instituciones militares en el manejo del orden publico, Los altos mandos insistieron en que lt insuficiencia de cer efectivas las partidas habfan reducido la recursos y la demora en ha capacidad operativa de las unidades militares. Sin embargo, eso no era del todo cierto. En 1987 se habia aprobado un impuesto especial que permitié recaudar 20,000 mitlones de pesos adicionales para justicia y defensa y a mediados de 1988 se agregaron otros 10.000 millones al presupuesto militar cavia militar se sumaron los rumores Sobre enrique- Altemade la inef cimiento ilicito del ministro de Defensa y la vinculacién de las fuerzas armadas con los grupos paramilitares. Estas circunstancias fortalecieron lacapacidad politica del Bjecutivo y otras ramas del poder piblico frente a Jos militares y contribuyeron a que el proceso de paz.con el M-19 pudiera realizarse —como se veri adelante—. Muestra de ello fueron el fallo de la Corte Suprema de Justicia en 1987 que puso fin al juzgamiento de Ene 1988 y 1990, un total de 1.940 personas murieron en asesinatos miltiples cen diversas reginnes del pals. Pid... p. 64 74 En junio de 1988, en earta al Presidente, el minisiro de Defensa se yusjaha de que cen los tltimos diez aiios el miimero de miembros de las Fuerza Militares haba erecido. {te 80.000 135,000 y Tos de fa Policia de 40.000 a 72.000, sin gue hubicran cambiaco las partis presupuestales. EY Tiempo, 10 de junio de 1988 2 LA INSEGURIDAD DELA SEGURIDAD viles por parte de militares,”’ el nombramiento en el mismo aio de un abogado civil como procurader delegado para las Fuerzas Militares,”® el rechazo del procurador general de la NaciGn en 1989 a los impedimentos para que el Ministerio Publico investigara y sancionara administrativamente alos miembros de las fuerzas armadas en servicio active” y la sentencia de la Corte en ese mismo afio que obligé a que los militares que cometieran delitos fuera del servicio fueran juzgados por civiles." Las reiteradas discusiones piblicas en torno a a ineficacia militar y la disminucin de las pretrogativas castrenses Hevaron finalmente en 1988 a fa renuncia sin traumatismos del general Samudio al Ministerio de Defensa. En su reemplazo fue nombrado el general que le seguia en antigtiedad, con cierto prestigio dentro de la institucién. Sin embargo, esta designaci6n duré solamente ocho meses, pues, al parecer por problemas personales del Ministro, a mediados de 1989 el presidente lo sustituyd, sin ningsin conficto, porel general Oscar Botero, que seguta en el escala quien también tenga aceptacién entre Los militares, El mayor reto politico del cuatrienio de Barco fue la Hamada “guerra del presidente” contra el narcotrfico, adelantada durante el tiltimo aio de su mandato.*! Esta guerra fue la respuesta a la escalada del terrorismo perpetrado por el narcotrafieo, Ast, més que una lucha contra el negocio del narcotrifico, con sus mil caras, el enfrentamiento de Barco se centré enuna sola de sus manifestaciones: el Ilamado narcoterrorismo. El presi ” Desde 1987 se presentaron pugnas entre los altos mandos y otras instancias esta tales, por declaracionesy determinaciones que afectabun las prerrogtivaseastrenses. EP Tiempo y El Espectador,eneroa junio de 1987, Sobre el allo de la Conte, véase Virgilio Barco, El restablecimiente del orden publica: Una wiiicactén .., pp. 41 y ss. Este fallo condujo a la expedicion de un nuevo e6ligo de justicia penal militar en 1987, * FI Fspectador, 27 de mayo de 1987. ” Decretos 85 y Lille 1989 sobre cédigos de Régimen Disciplinario de las Fuerza Militates y de a Polieva, respectivamente, rectiticadas por los decretos gubernamentales aclaratorios 179 y 180 del misino afio. Diario Oficial, N.° 38.649, 10 de enero de 1989: 38.651, 11 de enero de 1989, y N.° 38.668, 29 de enero de 1989, *£] hecho que motivé esta decisis fue a s ___ ce ie idm fue una miasacre en ef munieipin de Segovia, canovienree 198, queaparetementesont con i compldad te und mit "Ivan Orozco Al septicmbre wad, “La guerra del presidente”, en Analisis Politic, N°, Bogati liciembre de 1989. dente pretendié comprometes en su guerra al mayor nimero de fuerzas de la sociedad, pero fueron pocas las que respondicron a su llamado. Incluso dentro de los organismos armados del Estado hubo algunas reticencias, debido en buena parte a las vinculaciones que habia con el narcotrético, Pero, mal que bien, las fuerzas: ‘armadas entraron en la “guerra”. Este fue el Gnico momento en el que los militares estuvieron involucrados de leno en la represidn a fenémenos derivados del narcotréfico durante el period considerado en este capitulo. La guerra de Barco generé consecuencias de todo tipo: una Huvia de decretos en materia de orden pablico.*? actos terroristas contra objetivos oficiales, ofertas de negociacién de parte de paramilitares y narcotrafi- cantes, una cumbre de presidentes andinos en Cartagena con asistencia del primer mandatario de Estados Unidos, estuerzas para controlar ta corrupcién de organismos del Estado, renuncia de un ministro de Gobier- no por desacuetdo con Ja politica oficial y. en el horizonte, una inmensa incertidumbre en la sociedad. También contribuy6 a que fuera aprobada una consulta popular informal al amparo del proceso electoral, que fue capitalizada como plebiscite en favor de una reforma constitucional. Esta guerra le demostré al nareoterrorismo que los magnicidios no son suficientes para destruir un Estado. Sirvi6, asimismo, para que disminu- yera la corrupcién creada por las alianzas entre sectores de las Tuerzas amadas, el narcotrdfico y los grupos paramilitares. El conflicto tuvo otros efectos sobre Las Fuerzas Armadas, Un mes, después de iniciada la “guerra” el ministro de Defensa manifesté su SE} Gobiemo diets numerosas normas sobre erden piblico, entre ellas,e! Decreto 1857. que auntents las pena a los dlitos polticns y asigns competencia als jurisdiceién de arden paiblico para conocer de estos delitos; el Decreto 185K, que erigi6 en delito el prosclitismo armado con fines electoraies y lo cobijé bajo la misma jurisciecién (para contrarrestar al Movimiento de Renovacién Nacional [Morenal, imputsato porscetores vinculados al narcotrifico y a los prapos paramilitares); el Decreto 1859, que umplis la ‘ncomunicacién por delitos de narcotréfico y conexos; el Decteto 1860, que autorizé ka ‘extrudicion de nacionales ¥ extranjeros por delitos de narcotriicn y eonexos mediante procedimiento administrativo, yel Decreto 1895 que erigié en detitoel enriquecimiento {licito-y dio competencia para su tratamiento a Ia jurisdiceion de orden priblico. Vieglio Barca, £7 resiablecimiento del orden publica: Una ailicacion Este problema alcanz6 a la cua de la Policia, pues al comienzo de 1989 tae reemplivado el general dinestor de fa Policia Nacional. Poco despues, ta revista Time MM LAINSEGURIDAD DE LA SEGURIDAD. preocupacién por la inmovilidad de la cuarta parte del total de los efec tivos militares, dedicados a vigilar las propiedades decomisadas a los narcotraficuntes.™' Esta situacién era particularmente problematica si se tiene en cuenta que la ofensiva contra el narcotratfico diversificé los fren tes de lucha, ya que los enfrentamientos con las guerrillas continuaron, Sin embargo, durante la “guerra”, los altos mandos aseguraban que el principal enemigo era el narcotréfico y no los grupos guerrilleros. Pero el efecto principal s6lo se vislumbré una vez cess la confrontacién, ya en cl gobierno siguiente: la guerra de Barco 110 entendids que la lucha contra el narcoterrorismo no es sinénimo de lucha contra el narcotrifice.> Aunque en ese entonces Estados Unidos consideraba ya al nareotritico como amenazst sn Colombia esta preocupaci6n no existia: era el narcoterrorismo y no el nareotrafico lo que se consideraba peligroso, Sin embargo, los gobiernos colombianos sf habian emprendido una serie de acciones contra otros aspectos de} narcotriifico, en gran medida, ‘como respuesta a presiones norteamericanas. mmo de Turbay, ;tados Unidos habia comenzado a presionar para lograr la erradicacié de los cultivos ilicitos mediante la fumigaciGn, pero ese gobierno opts por una ofensiva militar contra fa marihuana. La confusi6n entre nareotritico y cuando éste realiz6 nicio de la ofensiva al gol narcoterrorismo comenz6 en el gobiemo de Betanc ciones en el pais como respuesta al Tas primeras fumig: terrorista del narcotréfico. Con el gobierno de Barco continus la fumiga cin, aunque al final disminuy6 este esfuerzo, debido a que el gobierno prefirié combatir al terrorismo con medios como la extradicién.®* afirmé que la causa del retro del direct el narcotrfico. Posteriormente, se iniei6 un proceso contra ese general por enriqiice de la Poli se debia a sus vinculaciones con mento ici, Seaiin los decretos de orden piiblico, ls bienes decomisados y allanados debian pasar al control del Consejo Nacional de Estupefacientes y el Tribunal Superiocde Orden Pablico, organismos que no tenian la capacidad de vigilaneia y manejo de ta cantidad de bienes incautados, ® Sobre las eonsecuencias de li guerra contra ef narcotratico, véase mi trabajo “Estabilidad macroecondmmica ¢ institucional y .”, pp. 49-50. Juan Tokatlian, “Estados Unidos y la fumigaci6n de eultivosiffitos en Colombia In funesta ratinizacidn de una estrategia desacertada”, en J. Tokatlian, Globalisacicn, narcotvificoy violencia, Siete enservos sobre Colombia, Bogoté, Grupo Editorial Norm, 2000. ADOPCION DEL MODELO DE SKGURIDAD NACIONAL De manera sorprendente, el conflicto con el narcotrafico: contribuyé 4 que se concretaran las negociaciones para la incorporacién del M-19 «tla vida civil. Al delimitar los frentes de batalla con la identificacién y jerarquizacién de los enemigos, se pudieron culminar en mejores términos y sin interferencias militares Las negociaciones del gobierno con el M-19 © iniciar conversaciones con el EPL, de tendencia maoista. El gobiemo pudo preocuparse, ademés, por discutirel derecho internacional sobre los vonflictos armados y su eventual aplicacién en las luchas internas, lo que proporcioné mayores elementos de juicio para negar el carscter politico de la ofensiva narcoterrorista y evitar darle un tratamiento negociado. Enel cuatrienio de Barco las normas expedidas sobre defensa y se- uridad nacional no fueron trascendentales, aunque si numerosas. F i ron producto de reacciones coyunturales del gobierno frente a las graves circunstancias de orden pablico que tuvo que afrontar, especialmente por causa del paramilitarismo y el narcotrafico.®” E legislativo del conflictivo aio 1989 fue el 813, que cred la Comision Asesora y Coordinadora de planes para combatir los escuadrones de lam primer decreto rte, las bandas de sicarios y los grupos de autodefensa y justicia privada, Este Decreto fue la respuesta a la matanza de funcionarios ju- diciales en la localidad de La Rochela. A mediados del aito, el Decreto legislative 1194 adicioné esa norma al Estatuto Antiterrotista y erig en detito toda actividad relacionada con los grupos paramilitares.** EL Decreto legislative 815 de 1989 suspendié el articulo 33 del Estatuto Orgainico para la Defensa Nacional de 1965, que permitia obtener sal- voconducto para portar armas de uso privativo de las Fuerzas Militares y organizar grupos de autodefensa. Este Decreto reconocié el cardcter *" En 1987 el gobierno promulg6 el Decreto legislative 944, que incluyé en el Con- seje Nacional le Estupefacientey a los minisuos de Defensa y Com i Barco, El restablecimiento del orden: Unaa utili cin... Pp. 273 y ss. Ello signifies un reconocimiento, por via represiva, de la importancia gue habia aleanvzado cl fendmeno de! narcotrafico como problema de defensa y seguridad en el pais, Ei 1988 se expidid cl Deereto legisiativo 180, conocido como Estatuto Antiterrorista 0 de Defe traci, que fue el punto de partida de la guerra contra el nateou con el disgusto militar la Corte Suprema de Justicia delat ine del Estatuto relacionados con tos allanamientos, el de! Personas sin previa erden judicial, ® Pbid., pp. 829 y ss. de la Demio- ico. Posteriormemte, y equibles das articulos ido proceso y la retencin de criminal que habfan tenido las autodefensas.*” Uno de los tiltimos decretos del gobierno en materia de defensa fue el 814 de 1989, que cred el Cuerpo Especial Armado de la Policia, conocido como “Cuerpo Elite”, destinado a combatir los escuadrones de la muerte, los grupos paramilitares y las organizaciones del narcotrafico.®” Esta unidad, que el Ejército se negé a conformar, contrarres represiva contra el narcotréfico, pues cumplidé un papel importante en la “guerra” desatada por Barco en el tiltimo afo de su mandato. No obstante, las operaciones adelantadas violaron con frecuencia los ‘6 en parte la inoperancia derechos humanos.”! En cl campo de la estrategia militar la novedad fue la creaci6n, en 1990, de las brigadas méviles del Ejército, cuyo propésito fue enfren- tar Ja subversi6n. En abril de ese aio se puso en marcha la primera. Las nuevas unidades, comandadas por un brigadier general y forma- das por soldados profesionales y tres batallones de contraguerrillas, estaban equipadas con armamento ligero sofisticado y apoyadas por helic6pteros. Fueron destinadas a objetivos geograficos transitorios con misiones especificas. En visperas del relevo presidencial los narcotraficantes anunciaron la suspensién del terrorismo, al tiempo que se abria un amplio horizonte de renovacidn con el acuerdo de los partidos politicos para convocar una asamblea constituyente. ® [bid., pp. 853 y ss. ” Virgilio Barco, ET restablecimiento del orden piibliva: Una uilizacion .... pp. 843 y ss. °*' Las medidas tomadas durante el tiltimo aio del gobierno de Barco representaron la Gnica ofensiva gubernamental clara contra el profongado fenémend del paramilitarismo durante el periodo analizado en este capitulo, que cortié pareja con la desatada contra él narvotréfico, pues la antigua actividad de las autodefensas se habia transformado y potenciado mediante la intervencin de los narcotraficantes hasta llegar a ser parte de su estrategia de confrontacién con el Estado, La complicidad de la clase dirigente con el senso econdmico de los narcotraficantes fue el factor fundamental de ésta y las futuras desgracias que vendrian.

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