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Peete ea ec ea eR Oe an ee eee ees profesién viene asumiendo, Ce ee et ee ae Ce ee et ee ee CN eo ea a es Ne et er near a Cee eee eee Bee Rete ee eens See ee eee Cee ee ee ed Cee Dene ee ee ee eet nee Ce oo eed Etec ee erence Terapia Ocupacional Un enfoque epistemoldgico y social Maria Heloisa da Rocha Medeiros ‘a Roche Medes, Mara Hela, TRespa cipacional- un enlaque saree y soci 1d Sorta Fo: Uversiad Nacional ta, 2008. 98pp.; 25x17 en (Céad, Cees Soins) IsaN978-97-s06854-9 1. Tapia Ocupacional 2 Etamolya To copersesi s ‘Woduaste del potuguts le eras, Marele Nebega Natalia Yow y a La Pyjto Corcracén score Tet Ccoeccin: Aa Ua ato ‘isto oignal eit: Serra Metagnn Dlagamacon de eereres asco (© Nata Hacisa da Rocha Medstos, 2008: eetcloestte. Secretaria de Bens, Unies Nacional or, Sara Fe, penn, 2008, ‘Quods necto ol depts gun marcatn ley 1.723 Resavede todos oe derechos. 8. jo 8552, cp. 00, Sania F, Argon te o3e24s71196 Terapia Ocupacional Un enfoque epistemolégico y social Maria Heloisa da Rocha Medeiros “Para quern quer se soltar invento 0 cals’ Milton Nascimento Este loro trata sobre el dejarse levar ala deriva -algo que experimenta todo aquel ‘que descubre que pensar es soltar amamras y aventurarse- Tata también sobre ol abrir senderos ~y lo experimenta ol que descubre que e! placer no reside en halla f&- Cclmente el camino sino en el desaffo de percerse y volverse @ encontrar en escenarios 10 imaginados. Yee andando y abriondo sendas como Helo Medairs, en su nuevo libro sobre los tundamentos episiomolbgicos dla Terspit Ocupacioral, nos iia fav of tec do de sus inquistudes y bissquedas, revelando caminos ¢ inseguridades pero constru- ‘vendo, paso a paso, sus argumenios @ ideas. or eso, éste no es un trabajo para leer de manera fragmentaria nl desordenada. Es revelador justamente por tratarse de un pensar an voz alta, provacador como siempre quien ya vio & Helo en debates y congresos lo sabe-. Ela nos invita a un pensar con fundamento, can la consistencia defo estuciado en su vida acadérrica, de lo aprenci- do en el compromiso de su actividad dovente, de lo sentido en el cldlogo con al otro, {02 lo petcibido en lo vivid. De los agradaciienios a las contibuciones finales, vernos cémo Heloisa se va pre- ‘guntando sobre a Terapia Ocupacional y sus cllemas histrico-epistemotégicos, al tiempo que presenta los fundamentos histéricos y floséfioos, teje sus ideas y constru- ye caminos posibles para pensar la Terapia Ccupacional y la formacién de un profesio- ral con actuacién cca y creatva, “invento o mar Invento em mim o sonhador. Para quem quer me seguir eu quero mais” Milton Nascimento Desde las primeras vivencias como alumna -mucha gente, muchos olores, mucha 4 la creatividad dle! hombre, en vez de su sumisién a estereotipos- Helo presenta, cas! como un memorial si trayectora, y muestra cérto “invents (e “inventarnos") una Te- rapia Ocupacional citerente de la que habia (habiamos) aprendido, Una TO compro- ‘etida con la Teracién de los sujetos y de los colectvos,involucrada en la transfor macién radical de la sociedad ‘Sus reflexiones recorren la historia de la TO desde sus origenes pero se entrentan Con la ufanfa y la finealidad evolucionista dela ‘historia oficial’, que pretence explicarla « partir de sus precursores y no tiene en cuenta los ritmos, los tiempos y los contextos sociales, polices, econémicos y culturales. De esta manera, Helo profundiza en la cis ccusién sobre los modelos de TO y exalica sus diferentes préctias @ part de las dis- tintas concepciones de hombre, salud y enfermedad que se fueron consituyendo his- toricamente. Més adelante nos trae el debate epistemol6gico actual y sus implicancias para la protesion. Fundementando sus ideas y posiciones, Helo nos habla del terapeu- ta ocupacional necesario y su rol social -un profesional creaivo y crtco, involucrado con las politicas de salud, con fas polticas sociales. “invento iva nova a clarear Invento 0 amor e seta dor de me langar” Miton Nascimento Como si eso no fuera suficiente, Maria Heloisa da Rocha Medsiros comparte con osatros sus conocimientos sin fa pretensién de la verdad 0 la exclusvidad. El encon- tar e! camino y recorrerio, ol pensar ortico y creative son su mayor compromiso. En suma, este libro es una invitacion @ la edueacién continua, no limitada a nuevos cur- '808 y supanisiones sino comprometida y dispuesta al pensar permanente en fa actua- .cién profesional ~en lo que se hace, en lo que se quiere crear y en lo que se pretende ofrecer en el Ambito de las subjetividades y de los contextos sociales-. Este es uno de {os principales tegados del liso. Un reflexionar hermoso y doloroso, Al fn de cuentas, quien cree que ef momento de la creacién no incluye dolor es porque tal vez fo ha ofi- {dado © atin na cre nada. Un reflexionar doloroso pero hermoso, porque da fo nuevo, la alegrfa de! descubrimiento; porque olscurre acerca de los valores personales y co- lectivos. Sandra Maria Galheigo Para Jos terepeutas ocupacionales, ‘emperiados en otfecer a sus pacientes ‘una vida més olgna. Para mi padte, ‘in memoriam, por ef apoyo silencioso y constante de toda una vida Agradecimientos Este libro es el futo de caminos transitados y del aparte de los compefiros de vai. Es ol resultado de mi cisertacién de maestria, de la tesis de doctorado y de articulos, y conferencias presentados en congresos de Terapia Ocupacional. For eso, en estos graclecimientas se reproducen algunos paseles como forma de rescatar las emacio- nes vvidas, ‘Ante mis primeros tropiezos en la redaccin dela dsertacién, mi orientadora, Cons- tanga Marcondes Cesar me adviié: “Hacer una disertacién, Heloisa, es como andar ‘en un barco a la deriva... Aprovecha y ve mirando todos los paisajes".“/Linda ayudal", pensé. "2C5mo puedo andar sin saber adénde voy alleger? 2ué hago con miinecest- dad de control? eDénde esté mi puerto seguro?" YY como estaba Indagando en la epistemotogia de la Terapia Ocupacionel y tenia ‘que buscer en la flosofia muchos de sus fundamentos, en aquel momento mi barco parecia recorter mares europe0s, de las islas grleges al continente. Lindo... Lindo, pero sufido, Penssé que la inexperiencia fuese la causa de ese sutrimiento y que después de ese Viaje estaria més tranqulla para los que siguieran, A dar mis primeros tropiezos en la redaccién de la tesis de doctoredo, Bizabeth ‘Smeke, mi orientadora, me dijo: “Hacer una tesis, Heloisa, es como entrar en un bos- ‘que desconccido e ir descubriendo sus caminos... Tal vez encuentres senderos ya records; si no, td misma tendrés que construios. Aprovecha y disruta de los pai sajes..”."iLinda ayuda! -pensé- De nuevo esa historia de sumergiime en lo descono- ciddo". Pero, como estaba decidida a viajar, acepté el desafio. Sélo que esta vez toms algunas precauciones:retomé la terapiey las clases de antigimnasia, hice un progra- ma para adelgazar y comencé a dar la wielta, clariamente, ala laguna del Taquarel, en Cempinas. iSabia que precisaria estar en forma! Fui a realizar las entrevistas de campo. Las personas se mostraron dispuestas a respondery gentiménte me cedieron tiempo y atencion, materiaes y docurentos rele- vantes. Un elumne, Renata Palu,transcribié ef material grabado, ayudandome mucho en esa primera tarea. La CAPES (Coordenagao de Aperteigoamento de Pessoal de En- sino Superior) bring otra buena ayuda, mediante una beca que re posibité el acoe 80 a la Informatica, En esa etapa, los encuentros con Beth estaban llenos de informaciones, beisque- as, textos, documentos y gran curlosidad de ambas partes acerca del camino a se- uit. Tenfa que estorzarme, ya que las novedades erari muches. Necesitaba, también, aprender a liciar con la computador, Con Ricardo tuve las primeras clases y as primeras crisis en el enfrentamionto con la méquina. Me espera- ‘ba mucho trabajo. ‘Acosta altura, el depertamento de Terapia Ocupacional de la Universidade Federal e Sao Carlos (UFSCa’, al comprender las diflcutades y la importencia de mi terea me concedié un afo y medio de licencia integral. Eso fue fundamental para la continu dad del viaje. ‘Trabajando en casa pero enredada en la marafa de estos estudios tuve la conten- «ion y paciencia incondicional, el carifo v la alearia de Emilia, Pedro v Eunice. Los amigos de siempre, Marcia, Verinha, Cecilia, Fred, Lourdes, André, Neudl, Lik eu, Michele, Selma y Lea no se cansaron de ofrecerme ayuda: dispuesios siempre a i, prestar materiales y mantener lrgas charias. €, innumerables cafectos de por me- io, hicieron que fos momentos de angustia, de dudas y de pérdida det rumbo se fue~ ran lenando de sentido, Sin embargo, era necesario otro tipo de ayuda, lo que Beth sabiamente me indicé: Emerson Merhy y Arthur Hyppblto de Moura CCon ellos hubo nuevos encuentros, més libros e indagaciones, mayor crecimiento Yy descutbrimiontos, Por fin, una primera versién de la tesis estuvo lista para la mesa de calificacién, Los aportes de Adriano, Aurea, Egberio y, extraoficialmente, Arthur fueron importan- tes por su lectura aienta. Una etapa ya estaba superada, pero atin habia caminos para recomer. El tiempo co- ria implacable y sa estaban agotando los plazos. Para esa época ya me habia acostumbrado a ser una vialera y habla abandonado las precauciones iniciales. Por eso, y sabiendo que el viaje estaba terminanco entré en Ln torbeliino emocional: los lantos y el rechinar de cientes no lo fueron s6lo en sentido figurado. Ana Paula y Raquel me socorrieron en fo odontokigico con gran dedicacién yeatecto, Todo parecia dar “tit ‘Tuve que recurtr alos socorristas en informatica: Ricardo, Pauto (PT), Fred y Guste- Emilia, Eunice y Pedro se ganaron el premio "Paciencia de oro" por aguantar mis inestabilidades. Useron diversos recursos: comiditas especiales, cuartos ordenados, autonomia en las decisiones cotidianas, charlas placenteras y hasta... su pediatral ‘Los amigos que poniendo ef hombro me ayuclaron, paso a paso, a salir ce las cficulta- dos en que me encontraba funcionaran como un verdadero equipo de primeros auxiios, Mis padres, hermanos, sobrinos y ahijada fueron solidarios, y se mostraron com prensivos ante mis prisas y ausencias. Percival, “viejo y gran amigo", me ayud6 una vez més con la correccién ce! portue ‘gués, cun con todas mi indecisiones para conclu el trabajo. 'No pusdo dejar de agradecer a Yara Carvalho y 2 Flavio, que me impulsaron a trans- formar todo este material en libro, Parecia que yo no queria terminario y siempre hallaba nuevas cosas para inclui, para corregi...Beth me tlevé a tera fime con su dedicacién y aliento pero advirtiéndo- me sobre las tareas concretas ain sin realizar ‘Arthur me premi6, otra vez, con la lectura atenta y minuciosa de mi texto cas! listo, 16 ‘que me permitié repensar algunas cuestiones y me dio énimo para reescribirles Finalmente, la formacién de la mesa examinadora y angustia en el coraz6n: “ZEstard terminado? éSeré que dos arianas pueden hacer y concluit un trabajo juntas?" En resumidas cuentas, esta trabajo legé a su térmnino, cuiminando un proceso ins: cripto en un tiempo muy especial. Y resulté en ganas de emprender nuevos viajes. Alaura ue presentacion Las roflexiones que presento en este trabajo se refleren a mis preocupaciones en la pce en que trabajaba en la disertacion de maesttia, en 1969 (Maestrfa en Fllosofa 2 la Educacién, PUCCAMP -Pontticia Universidade Catdlica de Campinas, SP-), a ‘as que se suman las que me motivaron a elaborar la tests de doctorado, en 1994 (Sa |ud Mental, UNICAMP -Universidace Estadual de Campinas, SP-), ‘Aunque Catan de esa época, las considero en parte actualizadas, Tales reflexiones se {generaron en mi préctica como terapeuta ocupacional y dacente del rea, y dabo resaltar {Que lz cuestién deta formacién del profesional reviste para mi signiicatva importancia. En Terapia Ocupacionel se formulan a diario preguntas del tipo: équé terapeutas ‘cupacionales se debe former?, épara qué?, Zcdmo? 2Soy capaz de aportar para (880? Ede qué forma? ZQué tipo de conocimiento y qué tipo de hombre valora la Tera pia Ocupacional? ‘Tengo ahora que tomar una posicién més personal en estas cuestiones, ya que no ‘consigo ver el tema de la formacién como una prética tan objetiva y aséptiea. Para mi es una cusstién de reacién, de la relacicn que se establece entre mis alumnos y yo, en- tte los profesores y yo, entre los diferentes momentos que viv y que contribuyeron para repensar sobre mi préctica, Cuando ingresa a ta Universidad toda persona ya trae valo- ‘es, expectativas, y el papel del profesor es estar dispuesto a relacionarse con eso. Ai presentar ahora la trayectoria de mi formactin sélo pretendo skuarme en un tiem Po hist6rico vivido, que dio origen a mis motivaciones para estos estucios y reflexiones. Cuando ingresé en e! curso de Terapia Ocupacional de la USP (Universidade de S30 Paulo) en 1969 poco sabia de esa profesién. En realidad, de la escasa informacién que tenfa no me atrala casi nada. Por el contraro, habla cosas que cetestaba totalmente, ‘como tener que saber de trabajos manuales y lidiar con personas inmovilzadas y ser 8 ‘su soporte para a higiene y fa almentacién, Lo vela como ser nifera de gente enferma Y prolesora ce trabajos manuales, stuaciones contra las que siempre protesté cuando nila y adolescents; me parectan de poca importancia, sin vida, sin emocién. Me acor dba de que mi madre me imponia que aprenciera a bordary a toler, tanto en el perio- 0 escolar como an las vacaciones. Alinicler el curso entré en contacto con un ambiente que ciferla totalmente de mi nr tina cotidiana: hospiteles, ambulancias, médicos, enfermeras, estudlantes -todos de Dlanco- que exhivan sus estotoscopios, libros de anatomia,jengas: piezes anatéri. cas embebicas en foro pasilos profuncos y oscures; escaleras y sétanos. Mucha ente, muches olores, mucha oscuridad. Los pacientes crculando en camlas,sitas de ued 0 esperando en fia. Estabe en el complejo hospitalario dela Universidade de do Paulo, Pero el examen de ingreso habia sido interesante: ademés de les pruebes de cien-” Clas fiscas, biotigicas y.matemétioa, durante dos olas pasamos por una bateria de tests psicolégices. Los encontré dvertios, pero nunca fuve la devolucién de sus ro sultados. Luego supe que varias personas fueron reprobadas por causa de esos test, ‘aunque habian pasado las otras pruebas. No corsegul saber por qué, pero era eso le He nos diferenciaba de los demés grupos de estudiantes de esa facutad, For lo demés, nosotros también ancbamos de blanco y tenfamos casi las mismas Gisciplinas con casi los mismas protesores. Pero no usébamos estetoscopio ni join: (988. Fr una oportunidad podimos a alguien yuw ios Nelera un ache. Esa persona ensé fetal, como simboto de la profesin, un instrumento quo le fuera caracerst- £0, que la ciferenciara de fas demas profesiones. Quedemos aténitos cuando vimos que Probablemente deberiamos usar aguja e hlo como herramientas caracteristics.. ‘Aunque en ea ép0ca casi la totalidad de los estudiantes de Terapia Ocupacional era ‘mujer eprenciamos también otros oficios como carpintera, encuademacién, trabajos en cuero} debiamos saber cémo manejamos con esas actividades para los casos da pacientes masculinos. ra muy exraro convivr can esas discipinas artesanales dado el contexto biolégh coy mécico que nos rodeaba, Sélo cuando en forma paralsa a fa facultad hice un eurso de espectaizacién fui en- Contréndote un sentido a todo eso, £1 curso, “Formacién de profesores en actividades ‘expresivas’, en el Centio de Educacién y Are, digido por la pecagoga Fanny Abra. ‘movich, fue impartido por artistas plésticos,teatistaa, miisioas; todos ellos educado. {s,El objetivo primordial era reinsertar las actividades expresivas en el curculo esco- 'ar como una manera de promover ia creatvicad, la exprestén y la crtica dentro de las escuelas. Hasta entonces, el contacto con esos lengua se habia dado a través de mi quit ‘ra y mi canto, Peto pude vivir experimentaros de une forma para mi rueva e impor ‘ante al sour sobre los fundamentos pedagégicos de tales précticas. En ese momento comencé a identticar las diferencias ene esa manora de utlizar las actividades y fo que se proponia en la facultad, Porque en el fondo se hablaba de hombres diferentes, de mundos diferentes, do proyectos de vida diferentes, Identficéndome con un proyecto de accién que epuntara a la oreatidad del horn- bre en vez de su sometimionto a estereotipos, que incentivara la curfosidad en vez de ‘a pasivided, que estimulase al hombre para su propia transformacién y la de sus con- diciones citcundantes, pasé a querer ver la Terapia Ocupacional bajo esa éptica. Y vi ‘que era posible; que seria diferente, pero que era posibe. Yl diferencia consistia sobre todo en la manera de encarar al hombre que iiamos a ‘rater. El paciente en camilla, en al lecho, en la fila de espera, no era simplemente un ma- ‘ojo de mi'sculos, huesos, 0 un higado enfermo de la cama tal, Era preciso tratario como persona, con su vision del mundo, su necesidad de expresar emiociones, de conocerse més a través de las oportunidades de vivir experienclas que le fueran signifcativas. La diferencia radicaba también en cémo lidiar con esas actividades: valorizando el proceso vivencial, en vez de hacerlo apenas con et producto final de su trabejo, Los simples ejercicios motores, asi como la mera acupacién de las personas asis- tidas delaron de tener significacién para esta nueva Terapia Ocupacional que me pro- pponia inventar. ‘También fueron doterminantes las clases de pediatria, que sefialaron la importancia ela nuticién y el afecto para el desarrollo integral del nino, relacionando aspectos de la maduracién neurolégica con el aprendizeje. Hasta entonces solo se nos mostraba la posibiidad de tratar a nifos portadores de deficiencias 0 enfermedades. Fue entonces que resolv! realizar una experiencia con niffos carenciacos en guarderfas y en la FEBEM (Fundacio para o Bem-Estar do Me- Nor). A pesar de querer comprobar aquello que aprendiora sobre las carencias y sus consecuencias en el desarrollo infant, no consegut hacerio fehacientemente. La prin- Cipal cferencia entre los nifios raicaba en las condiciones proporcionadas por las ins- ttuciones que frecuentaban, en la adminisracién de gus rutinas y en las posibiidades de experiancias vivenciales, Uegué a la misma conciusién en el érea de psiquiatria: mas que la enfermedad, es la insttucién la que determina cuanto y de qué modo se puede “enfermar”. No habia ‘espacio real en estas instituciones para un trabajo de rescate del hombre cteacor, sen- sible, citico y transformador. La Terapia Ocupacional era requerida para e! bienestar de ‘a institucion, 0 sea, para aliviar las tareas-de rutina de sus empleados, entreteniendo a los pacientes para que no alteraran el orden establecico, ‘Asi, cuando ereia haber encontrado un sentido para la Terapia Ocupacional, advert ‘Que las nstituciones eran una traba para su realizacién, Una légica de la salud que pa- recia mas una légica de la enfermedad, Inicié mi carrera docente dictando “Terapia Ocupacional aplicada a las condiciones sociales". Fue un debut dil y, al mismo tiempo, fascinante, ya que no la habia tenido nel curticulo, Por lo tanto tuve que inventarla, y para eso recurt a las produaciones de las éreas de psicologla, psicologia social, servicio social y educacién, Los problemas Sociales que enfrentébamos (197) se agravaban, ya que bajo la dictadura militar la ersecucién poltica contra quien osara denunclar las situaciones de descontento s0- ial era implacable. imperaba la censura a las noticias, a los libros y a textos mas pol ticos. Aun ast initié mis estudios sobre marginalidad social, poniendo en evidencia los problemas de los *menores", de ancianos, presidiatios y dems grupos sociales ex ‘luidos de! sistema de produccién. Como se vivia la tase de proliferacién de carreras de ensefianza superior en él in- terior de San Pablo se estaban creando nuevas carreres, y fui nuevamente convoce- (da para dar clases, Ahora de oira disciplina, “Actividades y recursos terapSuticos". Era 'a oportunidad para aplicar la experiencia acquirida en el Centro de Educacién y Ar- tes. Crela que vivenciar actividades expresivas e incluso arlesanales era ko més impor- ‘ante para que se pudiera comprender el proceso de Terapia Ocupacional, asi como Para desarrollar una més completa peroepoién de si mismo y del otro, en una relacién. ‘reativa de trabajo. Ese proceso vivendlal, marcado por ol placer, conquistas y des- Cubrimientos personales y grupales, junto con una préctica profesional no limitada a amiientes hospitalarios deberia encargarse de formar un terapeuta ocupacional més ctitico de su papel social Esa experiencia se fue enriqueciendo a partir do otras vivencias, gracias al grupo de Profesores que compartia objetivos semejantes. Los cambios curriculares implemen- tados en las carreras de Terapia Ooupacianal en el periode 1981-1982 roffojan la pre- ‘ecupacién por una formacién més humanista, con la inclusién de un gran nimero de Gisciplinas de las ciencias humanas y el intento de un mayor equilitrio et los crédtos de las disciplinas "biolégicas" En las ditimas décadas numerosos profesores ingresaron a programas de posgra- do y, aralz de eso, advirieron fa earencia, en su formacién, de instrumental metodols- {g1¢0 para el andlsis y la produccién cientifica. A partir de esta constatacién se introdu- Jeron en los curriculos disciplinas tales como metodologta de! trabajo cientiico, lo que Provocé numerosas discusiones de carécter epistemol6gico y flosético entre los do- centes del rea, Con eso esperdbamos garantizar un terapeuta ocupacional pensante, crtico y dota- do de herramientes para ejercer con creatividad su actividad profesional L@ publcacién de este trabajo pretende ser una contribuoiin mas en ese sentido. Introducci6n La situaci6n de la Terapia Ocupacional en el sistema de las ciencias La Terapia Ocupacional, como érea de conocimiento y practice de salud, se intere ‘82 por los problemas del hombre en su vida de actividades. En otras palabras, consi- dra las actividades humanas como al producto y el medio de consiruccién del propio hombre y busca entender las relaciones que éste establece, mediante su actividad, en ‘su condicién cle vie y ce salud, Consttuyen su corpus de conocimiento prineipalmente las clenclas psicosociol6- sicas, cuando busca conocer al sujeto psicolégico y social; las ciencias biolégicas, a través del conocimiento de! organismo tisico del sujeto y las clencias médicas, cuando to que busca es la comprensién de la salud y la enfermedad, asf como fundamentos de procedimientos terapéuticos. Su objeto de estudio se anroxima al de la psicolagia, por el hecho de que intenta ‘onocer al comportamiento humane y sus unciones mentales y emacionales. También al de la sociologta, al considerar y rater de entender al hombre como un ser social, de ‘elaciones, de participaciones y organizaciones sociales, creando y siondo oreado por €l modo de vida de la sociedad en que esté inserto. Se eproxima al de la biologia, al ‘estudiar la dimensién anatomatisiolégica del cuerpo humane (condicién material de su existencia y de sus actividades) y lo hace con el de la medicina al buscar comprender las dimensiones de salud y enfermedad en el cuerpo individual y social Pero, también se puede decir que su objsto de estudio se diferencia de los de estas Ciencias cuando busca integrar cde modo especifico tales conocimientas, con ta inten- ‘én de estructurar un canocimiento acerca del hombre-activo, de sus posiblldades de accién y de la interrelacién de sus diferentes dimensiones y contextualizacion hist6ri- co-social, en la construccién de si mismo y de un mundo humanizado, como punto de ppartida y meta de su intervencién terepéutica. Como método terapéutico pretends recuperar la dimensién activa del hombre como Indicador de salud, valiéndose para eso del uso de las actividades emprendides por La practica de la Terapia Ocupacional esié enmarcada en modelos y técnicas de ine tervoncién diferentes, modticados a lo largo de su historia como consecuencia de las

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