DIAZ GARCIA ORLANDA El Trabajo Social Ante La Crisis Económica

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Bisuo [1578-0236 (2012) XILEXTRA, 239-244] EL TRABAJO SOCIAL ANTE LA CRISIS ECONOMICA SOCIAL WORK FACING THE ECONOMIC CRISIS Ortanoa Diaz-Garcia Untversiban be Casria-La Manca. Espatia RESUMEN Existe un discurso de los medios hacia la poblacién general, para justifcar el ataque al Estado de Bien- estar, y los recortes en recursos sociales de todo tipo inclusive recursos humanos: “Los Gobiernos se en- deudaron demasiado, entre otras causas por el in- cremento del gasto social que ha legado a ser insos- tenible y ahora estén pagando el precio; hoy la nica respuesta es la austeridad fiscal, reducir el deficit y ddesechar o recortar el Estado de Bienestar Social”. Desde el Trabajo Social hay que darle este discurso toda la importancia que tene, ya que si desde esta disciptina se da por vido sin mas el Trabajo Soca, se converte en un simple instrumento al servicio de las Politicas Sociales que priman en el momento. Las Paltcas Sociales en sentidoamplio estén conforma- {das por la Politica Econémica, Educativa, Sanitaria, y Social en sentido restringido (base para el Siste- rma Pilblico de Servicios Sociales); es decir, todos Jos ambitos que configuran el Estado de Bienestar. Poreello, especialmente en el momento actual, se re- quiere el refuerzo de un émbito del Trabajo Social, el de asesoramiento en las Poitcas Sociales. Su gran repercusién se fundamenta en que: a) es un campo muy amplio que puede implementarse a nivel Esta- tal, Autonémico y Local) el tipo de Polticas Socia- les aprobadas en un pals, comunidad auténoma y ayuntamiento,infuirén en la amplitud o restrccion de la mayor parte de émbitos restantes del Trabajo Social. PALABRAS CLAVE Estado de Bienestar. Polticas sociales. Gasto piibll- co, Inversién sodl. Recibido: 2011.12.11. Revisado: 2011.12.19. ABSTRACT Thereisa common discourse in the media addressed to the general public to justify ther attack against the WelfareState, the cutsin octal resources of every kind, including human resources: “Governments got. ‘themselves too deeply in debt, due to, amongst otherreasons, the increase of social costs which have become unsustainable. And now, they are paying the price; today, the only answer is Fiscal Austerity, a reduction of the deficit and to scrap or reduce the Social Welfare State”. From Social Work, ths issue must be considered with its entire importance Because if it were accepted as valid. without argument, the Social Work would become just an instrumentat the service of the ruling Social Policies atany gave time. Social Policies in the widest sense, are shaped by Economic, Education, Health and Social Policies in the narrowest sense (the basis for the Public System of social services), that is to say, every aspect of the Welfare State. Ths fact requires, especialy at the present moment, a strengthening ofthe Social Work and Social Policies Advisory. Thelr ‘major impact is based on: A) itis a wide field which can be implemented at any national, regional and local level. 8) the type of Social Policies approved nationally, regionally and locally, would determine the extent of restriction of the rest of fields of the Social Work. KEYWORDS Welfare State. Social Policies. Public Expenditure. Social Investment. Aceptado: 2012.01.20. Publicado: 2012.02.01 Correspondencia: Orlanda Diaz Garcia. Universidad de Castilla-La Mancha. Facultad de Ciencias Sociales de Talavera de la Reina, 45600 de Talavera de la Reina (Toledo). Espafia. Tfno (00-34). 902 204 100. Orlanda.Diaz@ucimes. Ponruiania Vou. XIl, N° Exrea, [239-2441 ssw 1578-0236 DOF 10.5218/rs.2012,0026 Onno Disz-Gaets Intropuccion Sabemos que el Estado de Bienestar se basa en criterios de igualdad, justicia social y pleno empleo como objetives. Por coherencia, estas objetivos de- ben ser los mismos de las Politics Sociales. La no- cidn de Politcas Sociales entendidas como todo el conjunto de medidas y herramientas (econdmicas, de salud, educacién, servicios sociales, empleo, vi- vienda, ete.) que utiliza el Estado para aleanzar et Bienestar Social. La definicién de Politicas Sociales siguiendo a Rubilar (2001) es: “un cuerpo consisten- te de divectrices, criterios y programas diseiados para lograr explicitamente objetives compartidas relacio- nado: con la provisién de bienes y servicios de inte- rés social en dmbitos diversos como: superacién de la pobrexa, igualdad social, educacién, salud, familias, jbvenes, ete.” Por su parte el Trabajo Social requiere conoci- miento sobre el contexto politico-social, desarrollo y condueta humanos, métodos de ayuda social y relaciones entre las personas (individuos y grupos) y el medioambiente. Un amplio sector de la pobla- cién identifica politica con dmbito publico, limi- tando asi su presencia a las actividades de partidos politicos, grupos de presién, elecciones, parlamen- tos, congresos, regimenes militares o gobiernos ci- viles. Los medios de comunicacién han contribuido aque as{ ocurra personalizando la politica en de- terminadas acciones y organizaciones. “La politica cesté en el centro de toda actividad colectiva, formal ¢ informal, piblica y privada, en todos los grupos hhumanos, instituciones y sociedades, no sélo en al- gunos de ellos” (Lefewich, 2004), y_ por tanto los profesionales del Trabajo Social son sujetos polticas tanto como aquellos sujetos sociales que requieren de esta accién La prdctica de la Politica Social y del Trabajo So- cial se da en el contexto de politicas econémicas y sociales. (Wharf y McKenzie, 2004). Con objeto de abordar la Politica Social es necesario compren- der de qué trata, quién la hace y también el medio ambiente general del lugar y momento en el que la situamos. ‘Mareriat y Metovos Los expertos en economia de tendencia poskey- nesiana, es decir, defensores del Estado de Bienes- ‘ar, tanto en Espafia, como en Europa, como a nivel ‘mundial sostienen que relacionar la salida de la cri- sis con recortes al Estado de Bienestar no tiene nin- 240 gtin fundamento, dado que la inversién en Estado de Bienestar no es un gasto, sino una via de produe- cin y empleo. Un andlisistedrico de las fuentes de datos actuales nos daré idea de la mayor inversi6n en gasto social que se hace en los paises con los que se nos compara a nivel europeo y mundial Es importante recordar ef impacto corrector que la intervencién de la administracién puibli- ca efectia sobre la pobreza y exclusin social. Es fundamental la intervencién del Estado en la eco- noma, Espafia alcanzaba una tasa de pobreza en 2007 antes de las transferencias sociales (es decir, sin la intervencién del Estado, simplemente como resultado de las fuerzas de la oferta y la demanda del mercado) del 39 % y después de las transfe- rencias sociales se reduefa al 20 % (esto es, con la incervencién del Estado de Bienestar). Hablamos del grado de desarrollo de la proteccién social. El informe anual sobre proteccidn social ¢ inclusién social de la Comisién Europea con datos corres- pondientes a 2008 dice que Espafia sigue entre los paises de la UE con un mayor porcentaje de po- blacién en riesgo de pobreza, el 20% del total, a mismo nivel que Grecia o Lituania. No obstante, cl estudio pone de relieve que, debido al impacto de la crisis, Espafia serd uno los paises de la UE donde més aumentaré el gasto social entre 2007 y 2010 (del 21% al 26% del PIB), sobre todo por la clevada factura de las prestaciones por desempleo por el fuerte aumento del paro. Pese a ello, el gas- to social en Espaiia seguird muy por debajo de la media dela UE (que también aumentaré del 28% en 2008 al 31% del PIB en 2011) En el ranking de potencias econémicas, la agen cia de calificacién Standard&Poors, certificaba en un informe de 2007 que Espatia ocupaba el octavo lugar a nivel mundial. Lo mismo afirmaba el Banco Mundial en sus estadisticas referidas al afio 2005. Sin embargo, el gasto puiblico en proteccién social de Espatia no es comparable con el de esas poten- cias como cabria esperar. Existe un gran déficit de gasto piblico en proteccién social. Algunos in- vestigadores han estudiado incluso la insuficiencia del gasto publico social a nivel municipal (Bosch y Espasa, 2007). Hacemos lz comparacién con los paises de la Unién Europea y vemos que el gasto piiblico que dedica Espafia ala proteccién social sigue una linea ascendente, pero sigue situdndose por debajo de Alemania, Austria, Bélgica, Grecia, Hungria, Inlan- da, Italia, Portugal, Reina Unidos y muy por debajo de Dinamarca, Finlandia, Suecia, Francia y Palses Bajos (Tablas 1 y Gréfico 1) Poxrutana Vou. XII, N® Exrna, [239-244] ww 1578-0236 FL reapo soi anv 1 cass ecowsca Tabla 1 . Gasto Publico En Proteccién Social en Unién Europea (% Sobre PIB) 2002 2003. 2004 2005 2006 2007 7 eo tise ig tafe ps 134 ope a fee [em |e ae eee | om ot oan fim ees en va acs mT Seta] So iso mfomwatese fener i9c | maar emia iis 7 _ ss 1 tog inate ep geo anata ae fag 7 A a er oe Bo eee fee is fafa fs mem gee opal ae 10,5 12) 13,5 13,8 14,0 13,5 re 49 48 EX) 36 37 42 Naa {ar fe as Sek ocala alien nao ae ruemestuest 010 Gréfico 1:Gasto publico eel oe ia will == See ELD oxo 2g¢@ a3 i Fee torn pos fos 2010 peat Yo LN Ee YH ES a evo Diz-Garcta Con los datos publicados por Burostat en Bruselas «el pasado 2010 sabemos que el gasto piiblico destina- do a la proteceién social en Espatia supuso en 2008 un 13,9% del Producto Interior Bruto (PIB), segiin. los datos de la oficina estadistica europea. Este por- centaje posiciond a nuestro pais cuatro puntos por debajo de la media europea, situada en el 18,29. Espafia destind el 6,1% del PIB a salud, el 4,79 a servicios ptiblicos generales y el 4,6% a educa- cién. Todos estos capitulos tuvieron un gasto infe- rior ala media de la Unién Europea (UE), que fue del 6,9%, 6,3% y 5,296, respectivamente. El gasto puiblico en 2008 en el conjunto de la UE supuso el 46,8% del PIB y el grueso del mismo fue a parar a la proteccién social en todos los Esta- dos miembros sin excepcién, aunque el porcencaje coscila de manera notable y varia del 9,4% de Esto- nia al 22,4% de Dinamarca, ef 21,8% de Francia 0 el 21,5% de Suecia. Los paises con un mayor nivel de gasto puiblico durante 2008 fueron Suecia (53%), Francia (52%), Dinamarca (51,8) y Bélgica (50%), mientras que ‘el menor gasto correspondié a Eslovaquia, Luxem- burgo, Bulgaria y Lituania, que gastaron entre el 34% y el 379 del PIB. El gasto piiblico en Espafia alcanzé el 41,1%. No tiene que dar miedo el gasto piblico. Empe- zando por un plan de gasto para fomentar el empleo. Las empresas, en especial las medianas y pequefias (que son las que ctean més empleo en cualquier pals) no pueden crear empleo porque, ademés de tener dificultades en conseguir exédito de los ban- os, tienen insuficiente demanda de sus productos. Y la demanda es insuficiente porque la mayoria de Ja poblacidn (que pertenece a las clases populares) no dispone de suficiente capacidad adquisitiva para compratlos, resultado de las politics liberales leva- das a cabo en la mayorfa de paises de la OCDE (el grupo de paises més ricas del mundo). ‘Nos encontramos que, el circulo vicioso for- mado por la falta de crédito por un lado, y de ‘escaser de demanda por el otto, no va a producit creacién de empleo en el sector privado, a no ser que haya un aumento de la capacidad adquisitiva de la poblacién. La forma de salir de ese circulo es romper con el dogma liberal y que sea el Estado el que cree empleo masivamente. Es impensable que podamos salir de la gran crisis actual sin un intervencionismo piiblico mucho mds acentuado que el que se est promoviendo en la Unién Buro- pea (incluyendo Espafia). En Espafa (y en la UE) el Estado debe ser mds activo que nunca con una intervencién puiblica masiva en la inversin en in- 242 fraestructuras del pais para crear empleo. ¥ no sélo en inflacstructuras de obras piblicas, sino sociales, Por otra parte, cl gasto social ha de ser presenta- do como inversién y no como consumo. El Levy Economies Institute of Bard College de EEUU ha mostrado que las inversiones en la ereacién de em- pleo en sectores sociales son més eficaces en creat ‘ocupacién y en beneficiar a amplios sectores de fa poblaciéa que en cualquier otro sector. “La in- versién social erea muchos més puestos de trabajo que cualquier otro sector” (Navarro, 2009). Algu- nos economistas llegan al punto de augurar que si no se frena el crecimiento del desempleo me- diance la inversi6n paiblica —el arma més a mano ¢ inmediata para el Gobiemno—, podria llegar un ‘momento en que la crisis econémica se transfor- ‘ase en una crisis social, no sélo en Espafia, sino en toda Europa (Galvez, 2008). Si el gasto puiblico se utiliza para elevar la eficiencia de la produccién. nacional (transportes, tecnologia, capacitacién, et- cétera), se inerementara el empleo, la produccién y por tanto crece la economia. Otra medida im- portante es priorizar la reduccién del desempleo sobre la del déficit publico; la reduccién del des- empleo redunda en mayor estimulo a la economia. (Oura propuesta de inversién publica es en capital tecnoldgico y humano, donde Espafia tiene déficic con respecto a la media europea. Es muy dif tener crecimientos en la productividad sin bases de capital porentes, por tanto éste es el momento perfecto para invertir en lo que habria que dedicar los préximos cinco o seis afios (Ontiveros, 2009). Hay una parce del capital humano, en el que se ha de invertir, que tiene amplias trabas que superar. Estoy haciendo referencia al importante nimero de mujeres que cubren las deficiencias del Estado de Bienestar, atendienda los hijos hasta los 32 afos (de promedio), a los eényuges! compafieros y a los ancianos. Esto produce un estrés en mu- jeres de entre 35 y 55 afios que se traduce en tres veces més enfermedades que la media espafiola Si el indice de participaci6n de las mujeres en el mundo laboral fuese similar al de Suecia, habria 3 millones més de trabajadoras produciendo. Pense- mos ef incremento de riqueza en afiiaciones a la seguridad social, en el IRPE, pago de impuestos. Las inversiones en el Ambito social, en el Estado de Bienestar, son bisicas en un doble sentido: en su repercusién directa en mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y como inversi6n econémica- mente productiva. Todo ello nos dice que hay que hacer inversién social no sélo por justicia social, sino también por eficiencia. Posratania Vou. XI, N® Extea, [239-244] ssw 1578-0236 x reano Soci are A cs EEeNSCA Las alternativas de economistas, sociélogos y expertos en ciencias polfticas, van de la mano del Estado de Bienestar para salir dela crisis econémi- ca, porque las proponen sobre los cimientos de la justicia social y la igualdad de oportunidades. Los Tiabajadores y Trabajadoras Sociales (que tenemos esos valores como principios rectores entre otras) jemos y estamos obligados a hacer nuestras pro- puestas de Politica Social en los diversos ambicos, Estatal, Autonémico y Local Frente al balance positive que ha supuesto el ‘Trabajo Social en Espafia, con una trayectoria de progreso répida, perviven algunas dificultades que Jo han relegado a un papel algo restringido, aso- ciado atin a determinados grupos y sobre todo a determinados Ambitos. En la préctica profesional, se configura principalmente como instrumento de la Politica Social; es decit, el Trabajo social suele realizar la intervencién que le cabe en el marco de las politicas sociales (de empleo, acceso a la vivien- da, prestaciones sociales, ete) preestablecidas. Sin embargo debe establecerse un ciclo de retroalimen- tacién para que aquel con la visién social integral gue le caracteriza haga propuestas en las polfticas sociales Revisando la Encuesta de Presupuestos Fami- liares y la Encuesta de Condiciones de Vida (INE, 2009), el Anuario Estadistico de Espafia: Nivel, ca- lidad y condiciones de vida (INE, 2010) y el Plan Nacional de Accién para la Inclusién Social del Reino de Espatia 2008-2010, podemos ver el perfil de personas en riesgo de exclusién social en Ia ac- tualidad y el perfil que se estd dibujando, y que a corto plazo llegard al Sistema Publico de Servicios Sociales con unas necesidades concretas, derivadas del momento econdmico, politico y social que es- tamos viviendo. Porque, aunque ya se ha notado este cambio de perfil cumplidos tres afios de la crisis _mds profunda, atin se encuentra “in crescendo”. Las Administraciones, especialmente las puibli- cas como responsables (en sus tres mbitos Estatal, Autonémico y Local) tendrén que hacer un esfuer- 10 de adaptacién urgente a los resultados de la crisis econémica, proponer nuevas estrategias en el gas- to social, que tendria que inerementarse, y nuevas estrategias de intervencién. El diagnéstico a nivel Eseatal y Autonémico es facil ya que se dispone de importantes fuentes y documentos como los men- cionados, entre otros. La Administracién local, asf ‘como todas las Organizaciones No Gubernamenta- les, entidades y organismos de intervencién directa, tienen que aciuar con inmediatez para elaborar un diagnéstico social de la situacién actual, répido y Porrutama Vor. Xil, N° Extn, [239-244] ssw 1578-0236 preciso, para evicar que los requerimientos sociales terminen por desbordar a laslos_profesionales del Bienestar Social y en concteto a Ttabajadoras y Tra- bajadores Sociales. RESULTADOS ¥ DISCUSION Se pueden promover cambios en las politicas so- ciales de recortes al Estado de Bienestar Social que se han iniciado. Podrian ser diferentes, sitrabajadoras y trabajadores sociales con capacidades apropiadas de andlisis, de intervencién, estrategias de servicio y de evaluacién, hubiesen estado involucrados en el proceso de definicién de las politicas sociales. Son relevantes las condiciones socioeconémicas y politicas donde se inserta el ser humano. El alean- ‘ce de las habilidades en Trabajo Social y lo extenso de su aplicacién es una buena base para el anilisis e implementacién de nuevas politicas sociales. La mayor parte de trabajadores y trabajadoras sociales trabajan en organizaciones, publicas, mu- nicipales y privadas y dencio de la estructura de las politcas sociales, en los Ambitos de familia, s2- Jud, proteccién de menores, delincuencia, y otras. Los trabajadores sociales tienen una obligacién de comprender y analizar las politicas sociales corres- pondientesa sus pricticas. Sin embargo, la préctica social viene respondiendo (muchas veces sin pre- tenderlo) a los intereses del poder, por la actitud de Trabajadores y Trabajadoras sociales de negacién hacia la politica. Toda la actividad social colecti- va, formal e informal, piiblica y privada, todos los grupos humanos, instituciones y sociedades, estén inmersos en algtin tipo de politica. Por otra parte, el acceso a las politicas sociales nos brinda la posibi- lidad de conocer la realidad desde diversos prismas, como la psicologia, la sociologla, Ia antropologia pero se necesita tener una visién de la totalidad social con amplitud para validar la realidad; desde una plataforma de participacién y con objetivo de crecimiento social. Las decisiones politicas deben ser tomadas dentro de un contexto que involuere a las personas de una manera inmediata y compro- ‘metida, ya que las consecuencias revisten suma im- portancia en sus vidas (Wharf y Mckenzie, 2001) Los/as Trabajadores/as sociales estin preparados y preparadas para formular propuestas de cambio y disefiaralternativas innovadoras de politica, cuando las politicas existentes vayan en detrimento de las personas a las que van dirigidas. Las Polfticas plantean las vias generales posibles de solucién ante las necesidades o problemas, mien- tras la préctica requiere la intervencién frente una 243, Onno Dikz-Cascs situacién especifica y muchas veces urgente. Con demasiada frecuencia las politicas disefiadas sin el asesoramiento del Trabajo Social, no responden a las verdaderas circunstancias de la vida real, ni a la diversidad de realidades humanas. Esto es lo pri- ‘mero que las politicas deben considerar. Es esencial romper con la separacién entre politica y realidad social. El éxito de las politicas depende de su con- crecién ¢ impacto en la realidad local. La interrelacién entre Trabajo Social y Politica Social implica conocimiento respecto a cémo facili- tar cambios. La promocién de cambios implica ha- bilidades en las estrategias de asesoramiento sobre la politica social. Para contribuir a los cambios es necesatio que los Trabajadores y Trabajadoras So- ciales estén presentes en niimeros significativos y sean reconocidos como integrantes importantes de la Comunidad de la Politica Social (Wharf y Mac- kenzie, 1998). Las propuestas para salir de la crisis econémica tendrén que ir de la mano de un buen y accualizado Estado de Bienestar Social, con ineremento de a inversién pablica y més concretamente en ambitos sociales. Este tipo de inversidn crea empleo. El em- pleo es la fuente principal de generacién de in- gresos en los hogares esparioles. En nuestra cultura cccidental, el trabajo es el mecanismo de relacién personal ¢ insercién social por excelencia. Los datos de empleo configurados por el indice alcanza- do y las condiciones laborales de calidad son claro indicador del grado de madurez de un Estado de Bienescar. Nien el dmbito de empleo ni en ningtin otto deben quedarse los trabajadores y trabajadoras so- ciales ala espera de directrices, sino trabajar por el ‘mantenimiento y crecimiento de un renovado y sa- neado Estado de Bienestar. Lo cual requiere el for- talecimiento de ese ambito del Trabajo Social que es el Asesoramiento en Polfticas Sociales. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS Ayala, L. (2010). La pobreza en Expat: tendencias y _fectores de cambio. Madrid: Instituto de Estudios Fiscales/Universidad Rey Juan Carlos. Bosch, N. y Espasa, M. (2007). El gasto social en la administracién local. En La situacién social en Espana, Programa de politcas Péblicas y Sociales Madrid: UPP. Fundacién F. Largo Caballero. 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