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EI mundo de los humanos Prometeo el astuto 1 distrbuir los lugares entre los dioses y los hombres? En ste caso la violencia brutal es inconcebible. Los humanos son do débiles, basta un leve golpe para aniquilalos. Tam- Puede haber acuerdo entre inmoraales y mortales como si n pares. Por consiguiente, se impone una solucién que no producto de un exceso de fuerza ni de un acuerdo entre igus realizar esa operaciin, necesariamente esputia ¥ arbi Zeus recurre a un personsje llamado Prometeo. La separ nde dioses y hombres, la solucion de la competencia entre se realizar de manera por demas extravagante, y Prometeo ‘personaje mais adecuado para llevarla a cabo. jPor qué? En do de los dioses, el ocupa un lugar ambiguo, indefinido, Se dice que es un Titin. En realidad es hijo de ipeto, 0 de Cronos. Por consiguiente, su padre es un Titin. no lo es, pero tampoco es un Olimpico, por cuanto no su estirpe. Su naturaleza es titinica, como la de su Aas, que también seri castigndo por Zeus. ceo es un espiritu rebelde, astuto e indisciplinado, npre dispuesto a criticar. {Por qué Zeus recurre a él para este asunto? Porque este Titin que no lo es del todo eombatié con los Titanes contra Zeus. Adoptd una posi- n neutral, no participé del combate. Algunas leyendas 6 ERASE UNA VEZ, EL UNIVERSO, 105 DIOSES, LOS HOMBRES dicen que Prometeo ayud6 a Zeus, quien sin los consejos de este bribén astuto jamais hubiera triunfado, En este sentido es un aliado de Zeus. Aliado, pero no partdario: no pertene- ce al bando de Zeus sino que actia de manera auténoma, por su cuenta. Zeus y Prometeo comparten muchos rasgos en el plano de la inteligencia y el espiritu. Ambos se caracterizan por un espiritu sutl y perverso, por esa cualidad que Atenea encar- zara entre los dioses y Ulises entre los hombres: a astucia. El astuto sale adelante en situaciones que parecen completa: mente desesperadas, encuentra una salida donde todo esta cerrado y, para lograr sus objetivos, no vacila en mentir, ten der trampas al adversario, recurrir a todas las artimafas imaginables. Asi son Zeus y Prometeo. Poseen esa cvalidad en comin. Sin embargo, la distancia entre ellos es infinita. Zeus es un rey, un soberano que concentra todo el poder en sus manos, En este plano, Prometeo no es su rival. Los Titanes cran rivales de los Olimpicos; Cronos era el de Zeus: queria ser el soberano cuando éste consideraba que debia reempla- zarlo, Prometeo jamds piensa en ser rey, en ningin momento compite con Zeus en ese terreno. Pertenece al. mundo creado por éste, distribuido, jerirquico, ordenado de acuerdo con estados, diferencias de grado y honor, pero ocupa un lugar difil de definix. Aun mis complejo por cuanto Zeus lo con- denari, lo hari encadenar antes de liberarlo y reconciliarse ‘on él, lo cual sefiala en su destino personal una oscilacién, tn ida y vuelta entre la hostilidad y la concordia. En. pocas palabras, se podria decir que Prometeo expresa la disidencia en el seno de este universo ordenado. No quiere ocupar el lugar de Zeus, pero en el orden instituido por éste es la vor de la disidencia, una suerte de Mayo Francés de 1968 en el Olimpo, dentro del mundo divino. 'HLMUNDO DE Los HUMANOS | Prometeo mantiene una relacién de complicidad y ralidad con los hombres. Su estado es préximo al de hhumanos porque éstos también son criaturas ambiguas poseen un aspecto divino -al principio convivian con doses a la vez que un aspecto de animalidad, de bestia |. En los hombres, como en Prometeo, hay aspectos con- lictorios. Una partida de ajedrez In escena. Los hombres ylos dioses se han reunido como bitual. Zeus esti en la primera fila y encarga a Prometeo realice la distribucion. (Como procede éste? Trae un gran sno, un toro magnifico, lo sactfica y lo corta en troz0s. el animal en dos partes, no en tres. Cada porcién, tal la ha preparado Prometeo, expresari la diferencia de entre los dioses y los hombres. Es decit, en la frontera ‘core estari aquello que separa a los dioses de los hombres. smeteo procede como en el sactificio griego ondinario: to y despellejado el animal, se lo corta en trozos, En primera operacién se descarnan totalmente los huesos 38 de las extremidades anteriores y posteriores, los ostea no debe quedar earne sobre ellos. Realizada esta ta Prometeo retine los huesos pelados y los envuelve en ‘capa delgada de grasa blanca y apetitosa. Este es el pri paquete. A continuacion prepara otro en el cual colo- los krea, las carnes, todo lo comestible. La came comest esti envuelta en el pellejo del animal. Este paquete que ye todo el alimento comestible es colocado a su ver en ister, el estémago, el vientre viscoso, feo, desagradable a vista, 62 ERASE UNA VEZ. EL UNIVERSO, 108 DIOSES| 108 HOMBRES Asi se presenta el reparto: por un lado, la apetecible grasa blanca que rodea los huesos pelados; por el otro, la panza escasamente atractiva en. cuyo interior se encuentra todo lo ‘que es bueno para comer. Prometeo coloca los dos paquetes sobre la mesa frente a Zeus. De acuerdo con su eleccién se dibujaré la frontera entre los hombres y los dioses. Zeus con- templa los paquetes y dice: ~Ab, Prometeo, tt que eres un bribén tan asturo, hiciste un reparto muy desigual. Prometeo sonrie levemente. Por cierto que Zeus ha desc biero el ardid, pero acepta las reglas del juego. Acepta ser el primero en elegit. Con aire satisfecho, toma el paquete mais bello, el de la apetitosa grasa blanca. Ante todas las miradas, dleshace el paquete y se encuentra con los huesos pelados. Lo cembarga una furia espantosa contra aquel que ha querido engaarlo, Asi culmina el primer acto de esta histori, que tiene por lo menos tres. Al cabo del primer episodio del relato, se esta blece eémo los hombres se relacionan con los dioses, a tra vvés del sactficio, como el que hizo Prometeo al despachar al animal. En el altar fuera del templo arden las hierbas aromé- ticas que despiden un humo eloroso; allt se colocan los hue 08 blancos. La parte de los dioses son los huesos pelados uuntados de grasa que se alzan al cielo convertidos en. humo. Los hombres reciben el resto del animal para consumirlo asa do o hervido. En largas lanzas de hierro o bronce ensartan twoz0s de care, en particular el higado, que asan directa- mente sobre el fuego. Coloean otros trozos en marmitas para hervirlos. Asar unas partes, hervir otras: en lo sucesivo los hombres deberin comer la carne de los animales sacrifcadlos Y.ezwar alos doses la parte que les coresponde, es dest, el 1umo aromético. ELMUNDO DE Los HUMANOS 6 Esta historia es asombrosa porque parece indicar que supo engatar a Zeus al dar a los hombres la mejor del sacrificio. Ofrece a los hombres la parte comestible, disimulada bajo una apariencia repugnant, y a los dio- Ja paree no comestible, envuelta, oculta, disimulada bajo cia de una gordura apetecible y luminosa. En el re tha actuado como un embustero, recurriendo a falsas apa ins. Lo bueno esti disimulado debajo de lo feo, lo malo la apariencia de lo bello. ;Pero es cierto que ha dado a “hombres la mejor parte? Todo es ambiguo. Es verdad que hombres reciben Ia parte comestible del animal, pero en ‘mortales necesitan comer. Su condicién es opuesta a la dioses, ya que no pueden vivir sin alimentarse constan- . Los hombres no son autosufcientes, deben tomar re ‘energéticos del mundo eircundante, sin los cuales pere- ‘Lo propio del ser humano es comer el pan y la carne de los ficios, beber el vino de la vita. Los dioses no necesitan t No conocen el pan, el vino ni la carne de los animales VViven sin comer, solo absorben los seudoalimentos y ambrosia, los de la inmoreaidad. La vitalidad de los fs de distinta naturaleea que la de los hombres. La de una subvitalidad, una subexistencia, una subfuerea: energia eclipsada, Hay que alimentarla constantemente. realiza un esfuerzo, el ser humano esti cansado, agotr hambriento. Dicho de otra manera, en el reparto de 1 la mejor parte es aquella que bajo la grasa apeteci- ‘oculta los huesos pelados. En efecto, los huesos blancos entan aquello que el animal o el ser humano tiene de 20, de no mortal; los huesos incorruptibles eonstituyen Aarquitecrura del cuerpo. La carne se deshace, se descompo- mientras que el esqueleto representa el elemento constan- To que no es comesible en el animal, lo que no es moral, 64 ERASE UNA VEZ. EL UNIVERSO, 105 DIOSES, LOS HOMBRES lo inmutable, se acerca mis a lo divino. A los ojos de aquellos que concibieron estas historias, los huesos son tanto mas im portantes por cuanto contienen la médula, ese liquido que, para los griegos, esti relacionado con el cerebro y tambien con la simiente masculina. La mésula representa la vitalidad del animal én su continuidad; a través de las generaciones, ase- ‘gura a fecundidad y la descendencia, Es la sefial de que no se ¢s un individuo aislado sino un portador de hijos. Por iltimo, lo que se oftece a los dioses por medio del em: buste de Prometeo es la vitalidad del animal; lo que reciben. los hombres, la carne, no es sino el animal muerto. Los hom bbres deben repartirse un trozo de animal muertos este repar to les da una impronta decisiva cle mortalidad. En lo sucesi vo, los seres humanos son mortals, efimeros, al contrario de los dioses, que son no morales. Con este reparto de los ali- rmentos, los humanos estin marcados por el sello de la mor- talidad, los dioses por el de la perennidad. Zeus lo ha com: prendido perfectamente. Si Prometeo se hubiera limitado a separar las dos partes, los huesos de un lado y la carne del otto, Zeus hubiera pod do elegir la vida del animal, Pero como todo estaba alterado por las falsas apatiencias, como la care estaba oculta en el ‘aster, la panza, y los huesos estaban envueltos en grasa humi- rosa, Zeus comprendié que Prometeo quiso engafiarlo. Por consiguiente, decidi6 castigarlo, Naturalmente, en la bata Ila de ardides entre Zeus y el Titin, cada uno trata de burlar al otro; como en una partida de ajedrez, se dan golpes eng ‘Aosos para confundir al adversario y darle jaque mate. Final ‘mente se impuso Zeus, quien sin embargo fue desconcertado por las astucias del Titin EL MUNDO DEOS HUMANOS 6s Un fuego mortal prance el segundo acto, Prometeo pagard caro su embuste s decide quitar a los hombres el fuego y el trigo. Golpe olpe, como en una partida de ajedres: Prometeo habia do la carne en algo que parecia repugnante y los hue algo que parecia agradable; ahora Zeus se va a venga. marco del reparto entre dioses y hombres, les quita lo tes tenian a su disposicién. Antes los hombres dispo- libremente del fuego de Zeus, el fuego del rayo, que se faba en lo alto de ls fresnos, donde no habia mis que lo, El mismo fuego circulaba entre dioses y hom por intermedio de esos grandes irboles doncle lo deposi- Zeus. Los hombres disponian de él como de los alimen- 0s cereales que crecian sin ser cultivados y las canes, ecian ya cocidas. Zeus oculta el fuego, situacién su desagradable por cuanto los hombres quieren co- del animal sacrificado, Los morales no son can: Destis salvajes que comen la carne cruda. Sélo mera si esti cocicla, sea hervida 0 asada, a fa de fuego es una catistrofe para los hombres. Zeus ‘en su corazén. Entonces, Prometeo descubre una ma de burlarlo. Con aire inocente, como un viajero que on una planta en la mano, lleva al cielo una rama de hinojo. Este tiene una caracterstica particular, su 8 contraria a la de los demas drboles. En efecto, se208 por fuera, del lado de la cortera, y hiimedos ro, donde circula la savia. En cambio, el hinojo es o'y verde por fuera, pero completamente seco por den: ometeo se apodera de una semilla del fuego de Zeus, Pyros, y la introduce en su hinojo. Este comienza a lo largo de su tallo, Prometeo regresa a la tierra, siem- (6 ERASE UNA VEZ. EL UNIVERSO, LOS DIOSES, LOS HOMBRES pre con el aire de un viajero indiferente que se pasea bajo la equesia sombra de su planta. Pero dentro de ésta arde el fuego, tomado de una simiente divina. Prometeo lo entregi a los hombres, que proceden a iluminar sus hogares y cocinar In carne. En lo alto del cielo esti Zeus, distendido y satisfe- cho por haber ocultado el fuego. Bruscamente, ve el resplan: dor en las casas, y lo embarga la furia. Adviértase que Prometeo ha utilizado el mismo procedimiento que para el reparto del sacrificio. Ha jugado con la oposicién entre lo interno y lo externo, la diferencia entre Ia apariencia exte- rior y la realidad interior. Junto con el fuego, Zeus habia ocultado de los hombres el bios, la vida. Es deci, el alimento vital, los granos, el trigo, In cebada, Les niega el fuego y los cereales. Durante la era de Cronos, en el mundo de Mekone, el fuego estaba a dispos cidn de los hombres en lo alto de los fresnos, los cereales crecian por su cuenta, no era nevesario labrar la tierra. No cexistia el erabajo, no habia labores que realizar. El hombre no estaba obligado a participar activamente de Ia recolec cidn de su alimento. No estaba sometido al esfuerzo, la fat 1, la extenuacién para obtener los alimentos requeridos por su vitalidad. Ahora, por disposicion de Zeus, lo que era es pontineo se wuelve penoso, dificil. El trigo esté oculto, ‘Asi como Prometeo debi ocultar una semilla del fuego en su vara para levarla @ los hombres, en lo sucesivo los pobres seres humanos deberin ocular Ia simiente del trigo y la ce hada en el vientre de la tierra. Es menester abrit un sureo en la tierra y enterrar la semilla para que germine la espign. ED sintesis, de golpe se hace necesaria Ia agricultura. Habra que ganarse el pan con el sucdor de la frente, transpirar sobre los surcos al arrojar la semilla en ellos. Asimismo, habra que con servar la semilla de afto a afo, no consumie todo lo que se ELMUNDO DE Los HUMANOS « - El agricultor debera poseer tinajas donde conser en su casa la parte de la cosecha que no podri consumir. nnecesaria una reserva para que el hombre no se encuen ovis en la rimaves, en es penosa tanscién del como habia un sperma del fuego hay un sperma del tr: lo sucesivo, los hombres deberan trabajar para vivir. secuperado el fuego, pero éste, como el trgo, no es lo ‘que era antes. El fuego ocultado por Zeus, el fuego al que tiene constantemente en su mano, jamas se ni se pierde: es inmortal. El que poscen ahora los. a partir de una simiente, es un fuego “nacido” y que fanto va a morit. Es preciso conservarlo, velar por él. bien, ese fuego posee un apetito similar al de los mor- zo se lo alimenta permanentemente, se extingue. Los 8 lo necesitan no solo para obtener calor, sino tam comer. A diferencia de los animales, no comen la sino cocida, Hay un ritual, unas reglas a obser Jmplican que los alimentos sean cocidos. os griegos, el trigo es una planta cocida por el ealor Pero también por el trabajo del hombre. El panadero Ho, introducirlo en el horno. Por consiguiente, el fa verdadera impronta de la cultura humana. El fue- co, robado con astucia, es un fuego “técnico”, un jento intelectual que separa a los hombres de las Y consagra su cardcter de crianuras civilizadas. Sin em: fen la medida en que ese fuego humano, contrariamen. necesita alimentarse para vivir, tiene también el dle una bestia salvaje, que una ver descontrolada es de detener. Consume todo, no sélo el alimento que sino ademas las casas, las ciudades, los bosques; e= ie de bestia ardiente, famélica, a la que nada detie- (68 ERASE UNA VEZ. EL UNIVERSO, LOS DIOSES, LOS HOMBRES ne. Con su caricter extraordinariamente ambiguo, el fuego pone de manifiesto la especificidad del hombre, recuerda a la ver su origen divino y su impronta bestial, tiencle a ambos como el hombre mismo. Pandora o la invencién de la mujer Se podria creer que la historia esti consumada, pero no es asi, Comienza el tercer acto. Los hombres poseen la civiliza cid, Prometeo les ha entregado todas las ates. Antes de su intervencién, vivian como hormigas en sus cuevas, miraban sin ver, ofan sin escuchar, no eran nada y luego, gracias a é, se convitieron en seres civilizados, distintos tanto de los ani- males como de los dioses. Pero la Tucha de astucias entre Zeus yy Prometeo no ha terminado, Zeus oculto el fuego, Prometeo Jo robe; Zeus ocults el trig, los hombres trabajan para ganarse dl pan. Sin embargo, el dios no esti satsfecho, porque eons: dera que la derrota de su adversario no es total; le tiene re servado un nuevo chasco, y suet una de sus estruendosas carcajadas, Tercer acto. Convoca a Hefesto, Atenea, Afrodita y divinidades meno- res como las Horas. Ordena a Hefesto que tome arclla hu- rmedecida con agua y modele una suerte de manigui con for ma de parthenos, de mujer, més precisamente de joven, mujer preparada para el matrimonio pero atin sotera, y sobre todo {que no haya tenido hijos. Hefesto modela una estatua con rasgos de hermosa virgen. A continuacién, Hermes le insula Ia vida, le da la fuerza y Ja vor de un ser humano y otras ex racteristicas que se describiran mas adelante en este relato Zeus ordena a Atenea y Afrodita que la vistan, protejan st telleza con el brill de los aderezos propios del cuerpo ferne EL MUNDO DE 10s HUMANOS ornaments, joyas, sostenes, coronas. Atenea la envuel en una vestimenta magnifica, brilante, luminosa como la que envolvia los huesos en la primera parte de esta na- jén. La joven virgen brilla con todo fulgor. Hefesto la con una diadema de donde cuelga un velo de esposa. diadema esta decorada con todos los animales que pue ‘el mundo: péjaros, peces, tigres, leones. El rostro de la resplandece con la vitalidad de todos los animales. Es vision espléndida, thauma idesthai, una maravilla que deja n a ve estupefacto y totalmente enamorado. ‘esti la primera mujer frente a los dioses y los hombres, reunidos. Es un maniqui fabricado, pero no a semejanza la mujes, porque ésta atin no existe. Es la primera mujer, ipo. Lo femenino ya existia, puesto que habia Han modelado este ser femenino como una parthenos, a de las diosas inmortales. Los dioses crean un ser de yy agua al que le otorgan la fuerza de un hombre, sthenos, dde un set humano, phonos. Pero Hermes pone en st. palabras mentirosas, la dota de un corazén de zorra y spetamento de ladron. Este maniqut, origen de la “raza ‘ujeres”, como la distribucién del sacrificio y la vara tiene un aspecto exterior engafioso. Uno no pue- mntemplarla sin quedar pasmado, embelesado. Posee la de las diosas inmortales, su apariencia es divina. bien dice Hesfodo, uno queda deslumbrado. Su be realzada por las joyas, la diadema, el vestido y el velo adora Irtadia chars, un encanto inginito, un resplan- ‘que subyuga a quien la ve. Es pole charis, charis infinita, iplicada. Hombres y dioses caen subyugndos. Mas en su ior se oculta otra cosa. Su vor le permitiré convertirse compafers del hombre, su doble humano, Podrin con- Pero la palabra le ha sido dada a esta mujer no para 40 ERASE UNA VEZ. EL UNIVERSO, LOS DIOSES, LOS HOMBRES deci la verdad y expresar sus sentimientos sino para mentir yy ocular sus emociones. De los descendientes ce Noche nacieron todos los males, Ja muerte, el asesinato, las Erinias, por cierto, pero ademés ‘esas entidades que se podrian designar como “palabras men tirosas o seductoras”, “unién o ternura amorosa”. Ahora bien, Afrodita también esti acompafiada desde su nacimien- to por esas palabras mentirosas propias de la atraccién amo- rosa. Lo mas nocturno y lo més luminoso, aquello que irra- dia la mayor felicidad y el conflicto mis sombrio, se reiinen ‘en estos embustes, en la seduccién amorosa. He aqui Pandora, luminosa a la manera de Afrodita y semejante a tuna hija de Noche, hecha de mentims y coquetetia, Zeus no ha creado esta parthenos para los dioses sino para los mor tales. Asi como se habia desembarazado de la querella y la violencia para arrojarlas a los mortales, ahora les destina ‘esta figura femenina Es una nueva derrota para Prometeo. Sibiamente, compren- de la amenaza que acecha al género humano al que ha tratado de beneficiat. Como indica su nombre, Prometeo es el previsor, el que comprende por adelantado. Su hermano, lamado Epi- ‘meteo, es el que comprende después, epi, demasiado tarde, el que siempre resulta engafiado y vencido por no haber previsto lo que sucederia. Nosotros, pobres y desgraciados mortals, so- ‘mos a la vez prometticos y epimetecos: prevemos, hacemos pl nes y con frecuencia las cosas suceden contrariamente a nies ‘tas previsiones, nos sorprenden y nos encuentran indefensos. Prometeo comprende lo que sucederi y adviere a su hermano: —Escucha, Epimeteo, si alguna ver los dioses te envian un regalo, no lo aceptes, que regrese por donde vino. Epimeteo jura que no lo aceptari, Pero resulta que los dio- ses le envian a Ia persona més encantadora que existe, Es "HL MUNDO DE Los HUMANOS " , regalo de los dioses a los humanos, quien golpea a puerta. Maravillado, deslumbrado, Epimeteo le permite fen su casa, Al dia siguiente se casan y Pandora se que vivir entre los humanos como esposa. Asi comienzan las desgracias de éstos. la humanidad es doble, no esti constituida «nica: por el género masculino. La componen dos sexos dife- , ambos necesarios para la descendencia. A partir del fen que los dioses producen a la mujer;los hombres aparecen de golpe sino que nacen de ella. Para repro- los mortales deben copular. Esto inicia un movimien- poral diferente. qué los relatos griegos atribuyen a Pandora, la prime- Wer, coraz6n de zorra y temperamento de ladrén? Esto ue ver con las primeras partes de este relato. Los hom ‘ya no disponen del trigo y del fuego como al comienzo, iImente, sin esfuerzo y de manera permanente. En lo vo, el trabajo forma parte de la existencia. Los hom- Mevan una vida dificil, estrecha, precaria. Deben ingirse constantemente. El labrador se desloma en su 'y no obtiene gran cose. Los bienes jams son suficien- Jos hombres deben economizar, ser prudentes, no gastar dde lo necesario. Pero esta Pandora, como todo el genos, la de las mujeres femeninas, se caracerisa por ser insacia [por estar siempre insatisfecha. Lo poco que hay no pue- Satisfacerla, Quiere ser saciada, colmada continuamente. ‘0 el relato dice que Hermes le ha dado corazén de 20- Su avides es de dos érdenes. En primer lugar, es alimenti Pandora tiene un apetito feroz, come constantemente, esti sentada a la mesa. Tal vez le queda un vago te. © suefio de la bendita edad de oro en Mekone, donde hhumanos se encontraban siempre sentados a la mesa sin 12 BRASE.UNA VEZ. BL UNIVERSO, LOS BIOEES, LOS HOMBRES 1 En cada hogar donde hay una mujes © Genie re hens tone, un spe devoradr, Bo et tentido, la situacién es similar a la de una colmena. Por un lado estin las abejas obreras que por la mafiana vuelan al ‘campo, se posan en las flores y recolectan la miel que llevan dde vuelta al hogar. Por el otro, estin los zinganos, que jams bandonan el hogar y jamés estin satisfechos. Consumen toda la miel recogida pacientemente por las obreras. Asimismo, en los hogares humanos, por un lado estin los hombres que sudan en los campos, se desloman para abrir los surcos y recoger el trigo, y por el otro, en las casas, estin las mujeres que, cual zinganos, devoran la cosecha. No sélo devoran y agotan las reservas sino que ésa es lar 26n principal por la cual la mujer trata de seducir al hombre. Lo que ella quiere es su granero. Con la sutileza de sus pala- bras embriagadoras, su espiritu embusteto, sus sonrisas y st *grupa emperifollada’, como dice Hesiodo, envuelve al joven célibe con sus aires de seduccidn, pero en realidad espia de reojo su reserva de trigo. Y cada hombre, como Epimeteo, rmaravillado y deslumbrado, se deja cautvar Las mujeres tienen no s6lo ese apetito alimenticio que ha arruinado la salud de sus esposos, quienes jamais traen sufi ciente comida a la casa, sino ademas un apetito sexual de- vorador. Clitemnestea y otras mujeres conocidas por haber ‘engufado a sus maridos siempre dicen que son la zorra que vela por la casa. Desde luego, el temperamento de zorra se nelle ambin al epee seal Los griegos dicen que ln particularidad de las mujeres, in- cluso las mejores, las que poseen un espiritu de moderacién, ‘es que por haber sido creadas de arcilla y agua pertenecen al ‘universo himedo. Por su parte, los hombres tienen un tem peramento afin a lo seco, lo eélido, el fuexo. EL MUNDO DE LOS HUMANOS 2 En ciertas estaciones del afio, en particular la Hamada ca- jeula, Ia estacion del perro, cuando la estrella Sitio, el Pe- ‘10, ¢s visible en el cielo muy cerea de la tierra, cuando Sol y Tierra estin en conjuncién y hace un calor atroz, los hom- bres, que son secos, caen agotados. En cambio, las mujeres florecen gracias a su humedad. Exigen a sus esposos una asi- uidad conyugal que los deja postrados. Prometco urdié una treta que consistié en robar el fuego de Zeus, pero provocs una réplica encarnada en la mujer, sinénimo del fuego ladrén, creado por el dios para fastidiar a Jos hombres. En efecto, la mujer, la esposa, es un fuego que ‘gonsume al marido constantemente, dia tras dia, lo deseca y To envejece antes de tiempo. Pandora es un fuego que Zeus hha introcucido en los hogares y hace arder a los hombres sin “necesidad cle encender llama alguna. El fuego ladrén es la ‘respuesta al latrocinio del fuego. {Que se puede hacer en esas liciones? Si la mujer no fuera mas que este espirita de esa embustera que mira de reojo el granero, esa *grupa “émperifollada” que hace morir a los maridos antes de tiem: 4éstos sin duda hubieran buscado la manera de prescindir ella, Pero, nuevamente, hay una oposicién entre lo inter y lo externo. La mujer, con su apetito animal, tanto imentario como sexual, es un guste, una pana, un vient. resenta de alyiin modo la animalidad de la especie hu- su parte bestia. Como gaster devora las riquezas de su larido, Cuando Prometeo introdujo los alimentos reserva- 8 a los hombres en el gaster de la vaca ereyé que hacia lo jor, pero result victima de su propia astucia. Ahora, el ma es el siguiente: si un hombre se casa, su vida se vuelve infiero, salvo que tenga la suerte de conseguir una espo- muy buena, pero éstas son escasas. Por consiguiente, la ida conyusal es un infieeno, los males se suman. Un hombre 14 ERASE UNA VEZ. EL UNIVERSO, LOS DIOSES, LOS HOMBRES «que no se casa puede llevar una vida felis, tener de todo, pet© en el momento de morir, qué seri de su riqueza acumulada? Sera distribuida entre allegados por los cuales tal vez no sienta mucho afecto. Si se casa, es una catistrofes si no s€ €a80, €5 otra clase de catistrofe. La mujer es un ser doble. Es una pans, un vientre que devo ra todo lo que su esposo ha recogido a costa de dolor, trabajo ¥ fatiga; pero este vientre es el nico capar de darle aquello ‘que prolonga su vida: un hijo. El vient femnenino representa contradictoriamente la parte nocturna de la vida humana, el agotamiento, pero también Ia parte de Afrodita, la que trae nuevas vidas. La esposa encarna la voracidad que destuye y la fecundidad que produce. Resume todas las contradicciones de nuestra existencia. Como el fuego, lleva la impronta de lo hu mano, porque s6lo los hombres se casan, El casamiento distin- sue a los hombres de las bestias, las cuales copulan como se alimentan, al azar de lo que encuentran, de cualquier manera. La mujer es earacteristica de una vida cultivada; ha sido crea: dda a imagen de las diosas inmorales. Cuando se mira a una mujer, se contempla a Aftodita, Hera, Atenea. Por su belleza, seduccién, charis,es de alggin modo la presencia de lo divino sobre esta tier. La mujer une el aspecto de zorra de la vida hhumana con su aspecto divino. Oscila entre los dioses y las bestia, lo cual es propio de la humanidad. El tiempo que pasa ‘Volvamos sobre la historia de manera mis anecdtica. Pandora hha entrado en la casa de Epimeteo para convertise en la pri ‘mera esposa humana. Zeus le susurra al ofdo lo que debe hacer. En la casa de Epimeteo, como en Ia de todo agricultor griego, hay una cantidad de jarras y entre ellas una grande, oculta, {que no se debe tocar. {De dénde viene? Se dice que los Sétiros Ia trajeron, pero no se sabe a ciencia cieta. Un dia, cuando el esposo de Pandora ha salido, Zeus murmura en la oreja de la mujer que levante la t@pa y la cologue en la jarra de inmedia- to, sin demora. Asi lo hace. Se acerca a las jartas, que son muy numerosas. Algunas contienen vino, otras trigo aceite, to- das las reservas de alimentos. Pandora levanta la tapa de la jarra oculta y en ese momento todos los males éalen al univer so. Cuando Pandora vuelve a colocar la tapa, atin permanece en el interior eis, la esperanza, la espera de lo que sucederi, que no ha tenido tiempo para salir. Por consiguiente, todos los males estin en el mundo por culpa de Pandora. Su presencia misma los encamaba, y aho- ta la jarra abierta los ha multplicado. ;Cudles son los males? ‘Son muchisimos: la fatiga, las enfermedades, la muerte, los accidentes. Las desgracias son increiblemente movedizas, orren sin cesar, jamas permanecen en un lugar. Son invisi- bles, informes, inaudibles, al contrario de Pandora, delicio- samente visible y agradable al oido. Zeus ha negado a esos males una figura y una vor que permitan a los hombres pre- ‘averse de ellos y descartarlos. Los males que los hombres tratarian de evitar, porque saben que son detestables, per ‘manecen en Ia invisibilidad, son indistinguibles. El mal que se ve y escucha, la mujer, disimulada por la seduccién de su belleza, su ternura, sus palabras, atrac y subyuga en lugar de asustar. Una de las caracteristcas de la existencia humana es la disociacién entre la apariencia, lo que se ve y escucha, y la realidad. Tal es la condicion en que se encuentran los home Ibres metced a las réplicas de Zeus a las astucias de Prometeo. Este no esti bien porque Zeus lo atrapa entre cielo y tierra, lo encadena y sujet a una columna en la mitad de la ladera ERASE UNA VEZ. BL UNIVERSO, 10S DIOSES, LOS HOMBRES de una montafia, Prometeo, que habia entregado a los hums: tos el alimento mortal que es la carne, sive ahora de ali mento al ave de Zeus, el aguila portadora de su rayo, mens jera de su poder invencible. El mismo es la vicima, un troz0 de carne es cortado de su cuerpo. Cada dia, el aguila de Zeus devora su higado totalmente. Cada noche, éste se reconstituye. De dia el aguila come Ia carne de Prometeo y de noche ésta crece nuevamente para que al dia siguiente cl aguila encuentre su pitanza intacta. Asi seri hasta que Hercules libere a Prometeo con el acuerdo de Zeus. Prometeo recibe una forma de inmortalidad a cambio de la muerte del centauro Quirén. Este héroe civilizador, que ha ensefado a Aquiles y a tantos otros a ser héroes perfectos, sufte una he- rida que no sana, pero por mis que lo anhela, no puede mo- rir. Entonces se realiza un trueque. La muerte es otorgada a ‘Quiton y su inmortalidad es otorgada a Prometeo. Uno y otro son liberados. Prometeo recibe el castigo condigno por su pecado. Ha querido ofrecer a los morales la care, en especial el higado, que representa un bocado selecto del animal sacrificado por- que es en él donde se lee si los dioses aceptan el sacrifico, A su vez, el higado de Prometeo se convierte en el alimento preferido del dguila de Zeus. El ave es el simbolo del rayo divino, portador del fuego del dios tonante. De alguna ma- neta, el fuego robado por el Titin regresa sobre su higado para Hevarse una parte del festin siempre renovado. Hay otro detalle que no carece de significacion. Prometeo 5 un ser ambiguo, su lugar en el mundo divino no es claro. La historia de ese higado devorado todos los dias y reconstituido siempre igual a si mismo durante la noche revela que existen por lo menos tres tipos de tiempo y vita lidad. Esta el tiempo de los dioses, la eternidad en la que ELMUNDO DE LOS HUMANOS ” nada se pierde, todo ya existe y nada desaparece. Esta el tiempo de los hombres, lineal, siempre en el mismo sentido: se nace, crece, madura, envejece y muete. Todos los seres vivos estin sometidos a él. Como dice Platén, es un tiempo que avanza en linea recta, Existe, por ultimo, un tercer tiem po evocado por el higado de Prometeo, que es circular o en. zigrag. Indica una existencia similar, por ejemplo, a la de la Luna, que se agranda, muere y renace indefinidamente. El tiempo prometeico es similar al de los astros, es decir, los ‘movimientos circulares que se inscriben en el tiempo y per- ‘miten medirlo, No es la eternidad de los dioses ni tampoco et tiempo terrestre, mortal, que avanza siempre en el mismo sentido. Es un tiempo del cual los filésofos dirin que es la imagen movil de la eternidad inmutable. El mismo perso- naje de Prometeo, como su higado, esta estirado entre el tiempo lineal de los humanos y el ser eterno de los dioses. Su funcién de mediador aparece muy claramente. Por otra parte, esti colocado entre cielo y tierra, a media altura de tuna columna, en una situacién intermedia. Representa la Disagra entre la época muy remota de un cosmos organiza: do conde ain no existia el tiempo, los dioses y los hombres vivian juntos, reinaba la ausencia de muerte, la inmortali; dad, y la época de los mortales separados de los dioses, su jetos a la muerte y al paso del tiempo. El higado de Prometeo, ‘imagen de los astros, es similar a lo que da ritmo y medida a Ia eternidad divina a la vet que cumple una funcién de tmediacion entre el mundo divino y el humano.

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