LA COMEDIA
Con este término se agrupan una serie de obras de mucho ingenio verbal, en las
que hay derroche de cambios de identidad y festivas situaciones recogidas en gé
neros anteriores como la comedia española o la italiana. También encontramos obr
as que mezclan las tradiciones cultas europeas con recursos provenientes de narr
aciones populares y cuentos de hadas.
EL DRAMA HISTÓRICO
Dos son las vertientes de estas obras, por un lado, las que se basan en episodio
s de la historia inglesa, en el siglo XV, durante la guerra entre los York y l
os Lancaster, llamada la Guerra de las Dos Rosas. De otra parte, las extraídas d
e fuentes griegas y latinas en diversos periodos de la antigüedad.
INFLUENCIA EN EL MUNDO HISPANO
En lo que concierne a su influencia sobre otras la cultura hispana en concreto,
Shakespeare fue siempre una caudalosa fuente de inspiración para escritores mode
rnos y contemporáneos, pero no llegó a dejarse notar verdaderamente hasta el sig
lo XIX. En Hispanoamérica autores como Rubén Darío y en particular el ensayista
José Enrique Rodó leyeron con especial interés La tempestad. Rodó, por ejemplo,
articuló en su conocido ensayo Ariel (1900) toda una interpretación de América s
obre los mitos de dos de sus personajes principales, Ariel y Calibán.
Pero la coronación de Shakespeare como autor de la Literatura universal debió es
perar en España hasta fines del siglo XVIII, cuando Voltaire suscitó entre los i
lustrados españoles cierta curiosidad por el autor inglés a través de lo que dij
o de él en sus Cartas inglesas.
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Abril 14, 2010
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El rey Lear
William Shakespeare 1564-1623
CORDELIA – Miradme, señor, y extended vuestra mano para bendecirme. ¡No os arrod
illéis!
LEAR – No te burles de mí, te lo ruego. Sólo soy un anciano que chochea, los och
enta ya pasados, ni un día menos, y, hablando con franqueza, me temo que no esto
y en mi juicio. Creo que te conozco, a ti y a este hombre, pero estoy dudoso: ig
noro del todo qué lugar es éste y, por más que lo intento, no recuerdo esta ropa
; ni tampoco sé dónde he pasado la noche. No os riáis de mí, pues, tan verdad co
mo que soy hombre, creo que esta dama es mi hija Cordelia.
Romeo y Julieta es, quizás, la más popular de las grandes tragedias de Shakespea
re; El Rey Lear, procedente de una crónica Celta, es a mi entender, la cumbre de
su ingenio; en eso coinciden poetas y escritores de todas las culturas y tradic
iones. Como en un cuento, el rey viejo, les exige a sus hijas que le manifiesten
su amor, que le digan cuanto lo aman: Sus hijas mayores, ambiciosas e hipócrita
s, lo adulan con bellas palabras, mientras que su hija menor, Cordelia, afirma
sus sentimientos con sobriedad. El Rey, vanidoso y caprichoso, cede a las dos pr
imeras sus privilegios y su hacienda. Una vez desposeído de sus títulos y sus bi
enes, humillado y desconcertado, las hijas lo echan de sus posesiones convertido
en un mendigo desquiciado y loco. Al final de la obra, Cordelia paga con su vid
a la tardía restitución del honor y jerarquía paterna. La obra es una prodigal
idad de sabiduría verbal e intelectual y la mejor meditación sobre el poder, la
soberbia y la decadencia.
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Abril 14, 2010
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Hamlet
William Shakespeare 1564-1623
.Nuestras voluntades y nuestros sinos corren tan contrarios, que nuestros planes
pronto son derribados: Nuestros pensamientos son nuestros sus finales nada tien
en de nuestros.
.
Sin duda alguna es la más famosa, glosada y comentada de todas las tragedias d
e la cultura occidental incluyendo en ellas las obras de los trágicos griegos.
Sus cuatro mil versos recrean el drama en el cual el príncipe heredero de la cor
te danesa, tras la muerte de su padre, ve el espectro de su progenitor que clama
venganza contra su viuda y su hermano, a los que acusa de su asesinato. Hamle
t, en lugar de actuar precipitadamente, trata de asegurarse de forma incontrover
tible acerca de los asesinos: finge estar loco, actúa como si lo estuviera, des
quicia a Ofelia, la trastorna y causa su demencia y ulterior suicidio. Por últim
o, para espiar a su madre y a su tío, monta una representación teatral en la cor
te en la que muere un rey en la misma forma en que le ha contado el espectro los
sucesos de su óbito. Esta tragedia, plena de versos memorables, se ha convertid
o en el paradigma de la sensibilidad moderna, de la reafirmación de la personali
dad humana.
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Abril 14, 2010
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Medida por medida
William Shakespeare 1564-1623
.
Intentando vivir, encuentro que busco morir, y buscando la muerte, encuentro la
vida. Dejemos que venga.
.
En esta obra, cuyo tema fundamental es el carácter arrasador del deseo, Isabel s
e presenta a rogar por la vida de su hermano ante el Duque Angelo. El Duque se e
namora de Isabel, a quien atribuye una pureza absoluta. Se disfraza de fraile, y
conquistarla y seducirla se convierte en su objetivo, aun comprendiendo la mal
dad del propósito, por ello afirma:
Teniendo ya tantos terrenos públicos, ¿desearemos arrasar el santuario para
establecer en él nuestro lugar de esparcimiento?
A pesar de que el final es reparador, Angelo es un personaje inquietante y egoís
ta, que queda librado a sus propios y violentos arrebatos.
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Abril 14, 2010
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Enrique IV
William Shakespeare 1564-1623
.
Un hombre sólo muere una vez.
.
Es una trilogía. Aquí descubrió Shakespeare el atractivo de la utilización de la
historia al ambientar los hechos en el siglo XV, durante la Guerra de las Dos R
osas entre los York y los Lancaster. Los Tudor (1485) habían acabado la contiend
a y cimentado la dinastía de la que descendía Isabel I, bajo la cual vivía el a
utor, expresando la importancia política que la trilogía enseñaba, al contrapone
r la inestabilidad del régimen anterior con la prosperidad del presente. Obra, é
sta, abigarrada de acciones, muestra la maestría en el uso del lenguaje de reyes
, nobles y la riqueza, la picaresca del habla de soldados y plebeyos.
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Abril 14, 2010
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Timón de Atenas
William Shakespeare 1564-1623
.
Mi corazón está siempre a vuestro servicio.
.
A Shakespeare se le atribuye la autoría de esta obra, enigmática sin lugar a dud
as. A través de sus palabras, hombres y mujeres, reyes y bufones, ambiciosos y m
enesterosos, locos y cuerdos, inocentes y perversos se nos muestran en todo su i
nagotable misterio. No hay límites que la escritura de Shakespeare no haya supe
rado, no existen abismos a los que sus versos no se hayan asomado.
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Abril 14, 2010
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La Celestina
Fernando de Rojas 1476-1541. Durante mucho tiempo se dudó acerca de la autoría d
e la obra. Se da como seguro que fue Fernando de Rojas, que nació en Puebla de M
ontalbán (Toledo), probablemente en 1476. Estudió leyes en la Universidad de Sal
amanca y llegó a ser Alcalde Mayor de Talavera (Toledo), donde murió en el año
1541.
La mayor gloria que el secreto oficio de la abeja se da, a la cual los discretos
deben imitar, es que todas las cosas por ella tocadas se convierten en mejor de
lo que son. De esta manera me he habido con las zahareñas razones y esquivas de
Melibea. Todo su rigor traigo convertido en miel, su ira en mansedumbre, su ace
leramiento en sosiego. Pues ¿a qué piensas que iba allá la vieja Celestina, a qu
ien tú, además de tu merecimiento, magníficamente galardonaste, sino a ablandar
su saña, a sufrir su accidente, a ser escudo de tu ausencia, a recibir en mi man
to los golpes, los desvíos, los menosprecios, desdenes, que muestran aquéllas en
los principios de sus requerimientos de amor, para que sea después en más tenid
a su dádiva? Que a quien más quieren, peor hablan. Y si así no fuese, ninguna di
ferencia habría entre las públicas que aman, a las escondidas doncellas, si toda
s dijesen sí a la entrada de su primer requerimiento, en viendo que de alguno er
an amadas. Las cuales, aunque están abrasadas y encendidas de vivos fuegos de am
or, por su honestidad muestran un frío exterior, un sosegado rostro, un apacible
desvío, un constante ánimo y casto propósito, unas palabras agrias, que la prop
ia lengua se maravilla del gran sufrimiento suyo, que le hacen forzosamente conf
esar al contrario de lo que siente. Así que, para que tú descanses y tengas repo
so, mientras te contare por extenso el proceso de mi habla y la causa que tuve p
ara entrar, sabe que el fin de su razón fue muy bueno.
El siglo XV se cierra con la aparición de una de las obras cumbre de nuestra lit
eratura: La Celestina. Es una época en que el humanismo ya está en plena vigenci
a, que también influye en la obra de Fernando de Rojas. De Italia han llegado n
uevas ideas, la nueva estética que se plasmará definitivamente en las costumbre
s, las artes y las letras…
En La Celestina se muestran los trágicos amores de Calisto y Melibea y las malas
artes que emplea la alcahueta Celestina para que se enamoren.
Calisto, un mozo inteligente y de la aristocracia, ha conocido en una huerta a l
a bellísima Melibea, y se ha enamorado de ella. Vuelve a encontrársela en la ciu
dad, cerca de la iglesia, y le comunica sus sentimientos; ella lo rechaza. Vuelv
e Calisto a su casa y confiesa su amor y su pesar a su criado Sempronio. Éste le
propone que utilice a la vieja Celestina como intermediaria, para que suavice l
a aspereza de Melibea.
Celestina logra entrar en la mansión de Melibea e intercede en favor del enamora
do; consigue vencer su esquivez y la joven corresponde a Calisto. Calisto suele
visitar a Melibea trepando a su jardín por una escalera de cuerda; estando en él
, se produce en la calle una pelea. El joven, pensando que uno de sus nuevos cri
ados tiene problemas, desea intervenir en ella y al bajar por la escalera cae al
vacío. Calisto muere, y Melibea, al saberlo, sube a una torre y se arroja desde
lo alto.
La obra termina con el llanto de Pleberio, padre de Melibea.
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Abril 5, 2010
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Lolita
Vladimir Nabokov 1899-1977. Novelista estadounidense de origen ruso, poeta y cr
ítico, considerado como una de las principales figuras de la literatura universa
l.
Lolita no es una niña perversa. Es una pobre niña que corrompen, y cuyos sentido
s nunca se llegan a despertar bajo las caricias del inmundo señor Humbert, a qui
en una vez pregunta: “¿Siempre viviremos así haciendo toda clase de porquerías e
n camas de hotel?” Pero respondiendo a su pregunta: Su éxito no me molesta. Yo n
o soy Conan Doyle quién, por esnobismo o pura estupidez, prefería ser conocido c
omo autor de una historia de África (risas), que imaginaba muy superior a su She
rlok Holmes. Y es muy interesante plantearse como hacen ustedes los periodistas,
el problema de la tonta degradación que el personaje de la nínfula que yo inven
té en 1955 ha sufrido entre el gran público. No sólo la perversidad de la pobre
criatura fue grotescamente exagerada sino el aspecto físico, la edad, todo fue m
odificado por ilustraciones en publicaciones extranjeras. Muchachas de 20 años o
más, pavas, gatas callejeras, modelos baratas, o simples delincuentes de largas
piernas, son llamadas nínfulas o “Lolitas” en revistas italianas, francesas, al
emanas, etc. Y las cubiertas de las traducciones turcas o árabes. El colmo de la
estupidez. Representan a una joven de contornos opulentos, como se decía antes,
con melena rubia, imaginada por idiotas que jamás leyeron el libro. En realidad
, Lolita es una niña de 12 años mientras que Mr. Humbert es un hombre maduro, y
el abismo entre su edad y la de la niña produce el vacío entre ellos; entre ese
vacío, ese vértigo, la seducción, atracción de un peligro mortal. En segundo lug
ar, la imaginación del triste sátiro, convierte en criatura mágica a aquella col
egiala americana tan trivial y normal en su género como el poeta frustrado Humbe
rt lo es en el suyo. Fuera de la mirada maníaca de Mr. Humbert no hay nínfula. L
olita, la nínfula, sólo existe a través de la obsesión que destruye a Humbert. É
ste es un aspecto esencial de un libro singular que ha sido falseado por una pop
ularidad artificiosa.
Un hombre maduro desea a la «ninfa» Lolita. Para tenerla cerca no dudará en casa
rse con su madre, que muere luego en un accidente.
Lolita, como todas las grandes obras de la literatura universal es varias cosas
a la vez, es un melodrama, una tragedia, una comedia pero, sobre todo, es una
crítica a la sociedad norteamericana de su tiempo y, por qué no, a toda la socie
dad occidental.
Excelente y humorística novela donde se narran las relaciones entre un profesor
maduro y una niña de doce años. A pesar de lo escabroso del tema, Nabokov hac
e un relato divertido, más sugerente que pornográfico (nunca llega a serlo) en e
l que asistimos a la pérdida de razón del protagonista, llevado por sus sentimie
ntos y pasiones hacia la niña. Ésta, dejos de ser una criatura inocente, se nos
revela como una mezcla entre ingenuidad y provocación, que juega con el hombre y
obtiene de él lo que desea.
La gran pregunta, el meollo del asunto, es ¿quién seduce a quién, quién es la m
arioneta y quién tira de los hilos? ¿El enfebrecido Humbert, o la ninfa que par
ece crecer desde una ingenuidad precoz y perturbadora hasta valerse astutamente
de su supuesta inocencia para manipular a su aparente conquistador? Su lectura c
orrerá el manto del misterio.
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Abril 5, 2010
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El aleph
Hay dos recuerdos de Neruda que signan su trayectoria vital: El cisne de cuello
negro y un coleóptero. Dos seres que se quedaron
grabados en su memoria: el primero, porque, a pesar de su lucha por salvarlo, mu
ere: “Aprendí que los cisnes no cantan cuando mueren”. El segundo, porque “nunca
me he recobrado de aquella aparición deslumbrante”. Las dos frases nos revelan
la sensibilidad del poeta, su profundidad, su humanidad: “Tal vez el amor y la n
aturaleza fueron desde muy temprano los yacimientos de mi poesía”. Neruda escrib
e versos extraordinarios, versos resistentes a la depredación del tiempo, versos
que se escuchan y se van guardando como joyas preciosas en la memoria de las ge
ntes, versos que se hunden en la tierra y germinan como un don para el espíritu.
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Marzo 25, 2010
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El extranjero
Albert Camus 1913- 1961
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Cuanto menos sentido tiene la vida, más vale
la pena vivirla.
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Cuenta la historia de Meursault, un individuo desplazado al que todo le resbala:
Muere su madre -le resbala-; mata a un árabe en una playa argelina -le da lo mi
smo-; es condenado a muerte -ni siquiera se defiende-. Las primeras frases del l
ibro ya lo dicen todo: “Hoy, mamá ha muerto. O tal vez ayer, no sé.” La obra nos
enseña a los grandes perdedores de la humanidad, a los anti héroes, seres que s
iguen deambulando pese a la inutilidad de todo.
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Marzo 25, 2010
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El corazón de las tinieblas