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Roland Barthes ESCRITOS SOBRE EL TEATRO ‘Textos reunidos y presentados por Jean-Loup Riviére PAIDOS EL TEATRO GRIEGO ‘carro y reclutando a los eoros sobre el te- zn que fue Thespis el inventor del primer guesiendo el patron d decir grandes promot ‘unos de ows, dan a la representacién dramética una es- desde el siglo 1v hasta el fin del periodo alejandrino, y a ex: del genio de los que sabemos bien poco (Menandro y la cor viene Ia deca- ddencix: obras mediocres, desaparecidas por esa misma ra- ‘0 dela estructura coral, a estruc- cepeién de algunos repunt expuesta, esta igue teniendo mucho de mi- ica, Sus rasgos son oscuros, en el mejor de los casos hipo- Ucigos: no sabemos nada cierto sobre la relacién que debe wertblecerse entre el teatro griego y €lculeo « Dioniso; y ne pricticamente todo el sélo conocemos bien ico: Esquilo, Sofocles, a obra de estos autores es una tin incompletas, a excepcion de La Or ia del Prometeo iberado, ignotamos la reso fuctén que daba Esquilo al conilicto entre los hombres y Ios digses, Otros rasgos, mejor conocidos, han sido defor: rmados por la imagen de la sincronia csi ims prestigioso, el siglo v, el teat 0 de proyecta pues una imagen que nece- siaria muchos revogues, Pero esta imagen tiene al menos tin punto de verdad: el teatro griego estéformado por un conjunto organizado de obras, de instituciones, de proto~ ness, posee una estructura. Y esta estructura ct Ia especia~ lacoheren- draméticos stints. Al rel tea sgo en el siglo vse pi ‘pero se gana tna verdad estructural, 5 que representacio- especie de oratorios éxpretes se situaban en la orchestra, alrededor de iar consagrado a Dioniso. be surgi en el siglo vit a. C. a partir de cier~ intos del culto a Dioniso, probablemente cerca into, villa comerciante y cosmopolita. Pronto tom6 ddos formas: un forma literaria y otra popular, en la cual el fento era (en gran medida) improvisado. Llevado a Atenas frambo se hizo un lugar propi rambo se representa sin actores aunque uber soos) xpret hombres. Era un coro ciclico, es decir, h thymele, y no de cara al pal ‘sia estaba basada pri la ver mis proeminencia rambo a nuestra 6pera. rambo, salvo algunos fragmentos ia del drama satiico es casi a misma, dtca porque era a continuacion trigica. De este género no nos és 3 de Séfocles, El lope de Eu- ides, y algunos fragmentos de Esquilo recientemente ‘encontrados. Procedente también dela regién de los do- Flos, el drama satiico habria sido introducido en Atenas por Pratinas, mis o menos por ls misma fechas en que Esquilo comenzaba su carrera; pronto f al complejo tragico ( aged tiene su mis ico. Lo que marca la di ituye el género, es que el coro est compu Stiros, onducidos (ei no, ps mado también drama si tuna gran importancia dramética, es el actor principal rmarea el cono del género, lo convierte en una «tragedia di- vertidae; y es que los sitiros son unos «desvergonzadi zo son «buenos para nada», son amigos de la broma, dela Dufonada (el drama satirico terminaba bien); sus danzas tienen un carter grotesco, van disfrazados y levan mis~ neste tearo toda obra tiene un estructura ij, lalter- nnancia dels partes st reglada, as vasiaciones de orden sor infimas. Una wagediagriegacomprende: el prélogo, escena preparacoria xp onlogo 0 didlogo); el parodos, tanto de entrada del coros ls episodio, muy pareidos alos, actos de muestra obras (aunque de longitud mas variable), separados po: eantos danzados del ima (a mica del coro cantaba las esto | episodio fina, que consista en general en la salida el coro, llamado exodos. La comedia reproduce una altemnanca andloga de canos corals y recitados. Su etruc- tura es sin embargo algo distina; respect ala tagedia, n- troduce dos eementos originals: el agdn, 0 combate, esce- ha que corresponde al primer episodio de ‘obligatoriamente una escena de distal tx el actor que presenta las ideas del poet. adversario (pues a comedia t fa siete partes: un canto muy © discursos del corifeo (menos ain a come ‘una unidad de espacio inque se tendia a els): en Las mujeres de ‘squilo, la aecin se desplazaba cuatro veces. ‘Mas allé ce las variaciones (histricas 0 de a estructura mantiene una constante, o lo que es tun sentido: laalternancia eglada del discurso y: Ta recitacin yel comentario. Tal vez sea mejor menos en la tragedia, veces refractada ‘cuales producen las ode ase- 0 escenas de ro modo la 2c- y seguro que las, fuera de la representaci6n propiamente ‘Bicha). Vemos surgir aqui la dialéctica formal que est en a base de este teatro: la palabra expresa la acci6n, pero tam- iende siempre aser lo queha recitada se ve periédicamente suspendida por (gue obliga al piblico a cambiar de perspectiva tanto intelectual como litica. Pues aunque el toro comenta lo que acaba de pasar ante nuestros ojos, Su comentario consiste esencialmente en una interrogacion: lo que ha pasado», el coro responde con un «qué pasara? ‘ragedia griege (pues de ella se rata principalmente) es siempre un espec- ‘culo triple: el espectéculo de un presente (asistimos a la transformacin del pasado en futuro), de una libertad (qué y de un sentido (la respuesta de los dioses a los el comentario aro grego: la lternancia oF- rogada (la aciéa, el escenari Ye hombre que incrtoga (el coro, el Comentario, la palabra lirica). Y esta estruccura «suspendi- dis corresponde ala distancia misma que separa el mundo de las preguntas que uno pueda hacer. Ya a mitologiahe- bia consisido en la imposicién de un vaso sistema semén~ la naturaleza, El teatro se apropia dela respuesta mi- toldgica y se sirve de ella en ‘Teserva para nuevas inte- frogacones pace interroga a mitologia os ietereogar 2 fo que en emooshabiasdo la espuesta completa lex tro gigo sens mismo un inerrogain,y cups en ete Sento on lage entre dos ncecrogciones a religion, a (enelsiglo wa.C). Yes ye una via de secusrizacin so» que Es- s menos que S6focles. A medida que la in- terrogacién ibs tomando formas cada vez més intelectua- les, la tragedia evolucionaba hacia lo que hoy llamamos e! drama, o incluso Ia comedia burguesa, basados en el con~ Flicto de caractees, no en el conflicto de destinos. ¥ lo que _marcé este cambio fue precisamente la atrofia progresiva del elemento interrogador, es decir, del coro. La ‘evolicidn se observa en la comedia; la comedia politica dde Arist6fanes) abandona progresivamente el cuestiona~ -miento de la sociedad (aunque este cuestionamiento fuera regresivo), para convertirse en una comedia de intriga, de ‘caricter (con Filemén y Menandro): la tragedia y dia pasaron a tener entonces por objeto Ia «verdad» huma~ na; en otras palabras, el tiempo de las preguntas habi sado para el teatro. Las insrrruciones {Teatro religioso o teatro civil? Los dos a la vez, sin duda: no podis ser de otro modo en una sociedad que des: a eligi (seria domina el origen del teatro griego, ye presente cones que lo regulan en su época adulta; pero cs yala ciudad la que eda su sentido: su ser depende desus caracteres adquiridos, més que de los innatos. Y si dejamos aun lado la cuestién del coro (que por otro Iado es un ele- mento celigioso transpuesto),elcuto dionsiacoestépre- sentesdlo en as coordenaas del espectculo (espacio y tiem Po), no en su sustancia. Es sabido que las representacionesteatrales s6lo podian tener lugar tres veces al afo, con ocasi de las fiestas en honor de Dioniso. labia una jorarquia: lar Grandes Din- fiesta ateniens pronto un caricter panbelénico), que tenia lugar al co- Inienzo de la primavera, hacia finales del mes de marzo; fiesta duraba seis dias e incluis normalmente tes concur sos (de ditrambo, de trageia y de comedia; en las Gran- des Dionisiacas tuvieron lugar la mayor parte de los es- trenos de Esquilo, Sofocles y Eurfpides. Las Lenaianas 0 Lenaias, o mas exactamente, ls Dionisiacas de Lenaion, tenfan Tugar en enero; era una tense, mis senila que las Grand ba mis que tres o cuatro dias y no bos. Las Dionisiacas campestres tenfan lugar a fi demos pobres honral los ricos organizaban concursos de tragedias y come- lo se ofrecian reposiciones, a excepcidn de los demos més ricos, como El Piteo, donde tuvo lugar, segiin ‘Sécrates, un estreno de Euripides. Para todas estas fiestas, se edificaba un teatro (que: fica, lceralmente, «el lugar desde donde se mira») sobre un rreno dedicado a Dionisos. La consagracién del espacio suponia fa consagracién de todo cuanto sucedia en los espectadores levaban la corona religiosa, los intér- pretes eran sagrados,y ala inversa, el delito se convertia en sacrilegio. En este espacio consagrado, habia dos lugares jimonio més conereto del culto que se ren- la orchestra, probablemente dominada por la miso, instalada con gran pompa al comienz0 thymele (qué eral thymele?; puede que un sues el sacerdacio era producto de la elec~ cin, dela suerte o de una transaccién, pero nunca vocacio- ral) el derecho a estos lugares de honor se llamaba proe- papel marginal: una vez iniciada la representaci6n, ningin clemento cultual interventa ya en su desarrollo (a excep- cid quizé de certas evocaciones de los muertos, y de cier- tas invocaciones divinas). Sin embargo, se atribuye habi- que pudiera tcmar esta da es la de Arie6teles: la tag satirico, y el drama bra seguido una via diferent, partiendo de los eantosféli- cos; Aristételes no aborda la cust de la relacién del di- tirambo con el cult a Dioniso, vineulo que los modernos, wan tempo esforzandose en explicar. Pero ges exacta iacién interra de los tres primeros géne as comienzan a surgir certas dudas; algunos piensan que solo el ditirambo, el drama satirico y la comedia deberian asociarse « Dioniso (a trageia seria un caso a parte), y que mera deta para cada gener: defini cig progresiva de una esenci ‘eulto a Dioniso, plagado de elemen- nia divina, y sabemos por ciertas tradic tales, todavia vivas hace un siglo en el islam, que estas rondas o ‘yuelias eran a la vez expresién y exorcismo de la histeria colectiva. En cuanto al drama satirco, su filiacién cultual lado, las danzas, consistentes en u ‘reproduciian la mania individu: ) que algunos han asimilado al -onvul- cde Charcot; por otro lado, su cardctertravestido (pues ros van disfrazados y enmascarados) vendeia de ear ‘Simplificando mucho, el lazo que une el culto dionisia- tres géneros seria pues de orden fisico, por lazo seria la posesi6n o, para ser mis precisos, mayoria de los debat diese Racine hasta Lessing, se han centrado en esta nocién a pasion (egin la bella expresin de Corn modestamente, de purifiara, de sublimarla, de plemente sus excesos iracionals (Racine)? No tendria Sentdo escamotearle a este debate todo lo que la histor le ha dado de autem ero desde un punto de vista ‘i Corneille, ni Racine ni asladar este tipo de ‘enifico de hoy, sabre todo jadas a wna representacion teatral {aunque el psicodrama y el sociodrama le dan ciertaac- slo podemos aventurar que en ia en {que el teatro antiguo procedi del clto a Di {ula una «experiencia total» que combinaba ssuma, una condueta concertada de «desposesién», o si pre~ téemino més s0s0, pero mas modemo, de «ex- ragedia? Paradéjicamente, el mis prestigioso de patrocinados por Dioniso no deberia nada, al ‘menos directemente, al culto del dios: por influencia de los géneros propiamente dionsiacos, la ciudad se habrfa vuelto Smplemente receptiva bacia una nueva forma dramética {reada por sus posts; a tragedia sera, en esenci, una crea~ cin de Atenas, ala que el dios haba cedido su teatro y su ie vecindad. Si fuera ast, ya no habria ‘que buscar una relacién de cardcter entre Dioniso y la tra- ‘gedia (una relacién que siempre ha resultado forzada). Dio- fiso es un dios complejo, podriamos decir que dialéctico; es lagrante: no hay nada en la tragedia gen en la irracionalidad dionisiaca, ya jaca o grotesca. “Todo esto invita a subrayar agriego, sobre todo en lo tocante a la tragedi viene dela dad, es decir, Aces io y nacién, sociedad particular y itegra el especticulo en esta socie~ dad? A través de tres instivuciones: la coregia, el theoricon, x civil del teatro cesencia le a laver pue- legalmente ofrecido por los ppobres. La coregia era una liturgia, es decir, una {que el Estado imponia oficialmente a los ciuda- I corego debia encargarse de instruir y equipar hhabia unos doscientos ciudada- ), de los cuarenta mil que vivian en. signaba el arconte a los coregos del ao, tantos evidentemente como coros admitidos a eoncur- inancieras eran importantes: el covego debia alquilar de ensayo, pagar el material, proporcionar ida a los ineérpretes, y hacerse cargo del salario de los ar~ 5 los gastos de un corego trigico se han evaluado en rcinticinco minas, y en quince los de un corego cémico (la mina corresponderia més o menos a cien dias de sueldo de ‘un obrero no especializado). Con el empobrecimiento dei 'stado (al eérmino de la Guerra del Peloponeso), se admiti6 la asociaciGn de dos ciudadanos en una sola coregia: fue la sin- coreg, Mis tarde la coreg desapareciy dio paso ala ago- rnothesia: una especie de comisariado general de los espec~ téculos, cvyo pi se alimentaba en principio del Estado, aunque tam enos en parte, del patrimonio del propio comisario (designado por un afio). Obviamente, ‘se puede establecer tn vinculo entre el empobrecimiento progresivo de ls fortunas y la desa del coro, ‘En un principio, la entrada al ceatro era gratuita para to- dos los cindadanos; pero como de este modo se atraia a un gran piblico, se establecié un precio de entrada de dos 6vo- rio de un obrero ‘no especalizado). Esta tas, poco des por perjudicar ‘los pobres fue pronto abolida y susttuida por una subven- a los ciudadanos pobres; la subvencién, de dos dvolos por cabeza (disvolo), fue establecida hacia el 410 por Cleoforke, y la institucién tomé el nombre de theoricon. ‘La conegiay el theoricon aseguran la existencia material del espectécalo, Una tercerainstitucién —no menos impor- tante— serdla encargada de asegurar el control cracia sobresu valor (y no hay que ol driamos compararla con auestras insticuciones deportivas. {Cuil es a funcin del agén, desde el punto de vista social? represenacin de valores lipo € Cees, on hecho quesigu endo, ca rebunte posts vee se he iene atesometdo sun Fagimen decomp ‘La mecinica d¢ sna i es Tories eran muy punlloros conf impera de 2 ica oe tal como hemos visto, desi tidos a concurso (el poeta er tarde pas6 a eseoger person Grandes Dionisiacas terminé por establecerse un concurso de actorestrigicos); el emparejamiento de los coregos(y de sus coros) por un lado, y de los poetas(y su compafiia) por Lotro, se realizaba por sorteo, democraticamente, es devi, ‘Asamblea del Pueblo. Habia tres concursantes para Ta tragedia (cada tno presentaba una tetralogia) y tres (mis tarde cinco) para la comedia. Cada obra se representaba ob- viamente una sola vez, al menos en el siglo v; mis tarde co- ‘menz6 a haber reestrenos: cada concurso ido por taciéa de un clisico (sobre todo Fx lo, qu seemita una ver conclida a esta, queda- ba confi tun jurado de cindadanos designados por sor too (no bay que olvidar que para los rego a suerte aun ise) en dos fase: en el momento de acons- do (de diez ciudadanos), es decir, antes de Taswepesenacones,y despues dela wotacién, momento en (igure realzabe un macro soreo queso dja cinco Sos, Haba premios par el coregos par el poe y ms tarde para el protagonista (tefpode 0 corona). El concurse jal grabado en marmol. terminaba conun veredicto lazos mis estrechos entre una sociedad y su especticulo. YY como esta sociedad era democritia justo en el momento cen que el arte de especticulo llegabaasu cima, se ha tomado sgustosamente el teatro griego como modelo del veatro popu lar, Hay que recordar, sin embargo, que por més admirable que fuera la democracia ateniense, no correspondia nia las condiciones nis las exigencias de una democracia moderna. ‘Como ya se ha dicho, se trataba de una demoeracia aristo- critica, que deja fuera a los metecos y alos esclavos: habia cuarenta mil ci bitantes del Ai hombres trabajaban por ellos. Pero una vez consttuido este reinaba en él una ticipaba en los asuntos pablicos el ciudadano gobernaba s- taba completamente inmerso en el poder a través de las mu- ‘merosas asambeas de gestin de las que formaba pare. Y, sobre rodo —ovrasingularidad— se trataba de una respon- sabilidad obligtora, es decir, constante, undnime; era el marco mismo de su mentalidad, no se p pensar nada fuera de un horizonte evi "No. Pero s teatro civio, teatro dela ciudad responsable. Los prorocotos ‘Todavia hace falta completar este cuadro instivacional con tn cuadro de usos, pues un especticulo no adquiere todo su sentido sino en la medida en que se artcula en la ‘vida material de sus usuarios. “El teatro griego es un ceatro esenc! fiesta que le sirve de ocasi6n es una farios dias, La solemnidad y la duracién tiempo; es sabido que sso semanal, que es una trabajar mas que en ecia otro tiempo, rnciencia, que podia vivirse no como un oy de placer, sino como otra vida. Y es que este tiempo suspen ido se convertia, por su propia duracién, en un tiempo saturado, ‘Es preciso recordar aqui hasta qué punto estaban carga- dos de actividades estos dias de fiesta. Antes de la fiesta propiamente dicha, te defile para presentar ‘compafias, La primera jornada estaba consagrada 2 rocesi6n destinada a sacar Ia estatua de Dioniso de su ioe instalarla solemnemente en el teat una hecatombe de to ‘mismo y disteibuida ener fam dias de representaciones ditirambics se celebraba un comos 0 cortejo; des- puts h ‘de representaciones dramstica fa cada maiiana (tres tragedias y un drama satirico, compl cierto tun cerdo joven; y el toque de trompeta que anunciaba el dicho. Los fe les de la antigua Grecia eran pues auténticas «sesiones» Grandes Dionisiacas duraban seis dias, y cada matinée ti- gica alrededor de seis horas, del alba al mediodia, para re- comenzar otra vez por la tarde), durante las cuales la ci dad vivia teatrlmente, desde la mascara que se ponian cciudadanos para mimesis del espect ‘a procesiéa inaugural, hasta la que ocurre en nuestro teatro bur- 1a fisica entre el espectéculo y los idad quedaba asegurada por dos que nuestro teatro ha tratado de la circularidad del espacio escéni- eatro griego era perfectamente circu: lar (de unos veinee metros de dimetro). Las gradas, que eposaban en general en las faldas de un monte, formaban algo mas que un hemiciclo. Al fondo, una construccién {que albergaba los bastidores en su interior, y cuyo muro frontal servia de soporte para los decorados: la skené. {DSnde actuaban los inter princi {a orchestra, donde se mezclaban actores y co due el coro perdia imporcanci cio era de madera, el suelo de los primeros teatros de piedra datan de mediados del siglo 1v, Como se ve, lo que hoy lamamos el escenario (conjun- to dela skenéy del proskenion) no tenia en el veatro griego ‘una funcién auténticamente orginica: como 26 accién, es un apéndice més bien

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