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CapiruLo 2 LA CIENCIA 1. Ciencia y filosofia Aristételes comienza su Metafisica sefialando que «todos los hombres desean por naturaleza saber», y la historia de la humanidad es testigo de ese afin siempre vivo y renovado, de esa biisqueda sin término. Como el conocimiento espontaneo no responde por com- pleto a nuestros interrogantes, cl ser humano necesita razonar, rela- cionar datos y extraer consecuencias. Asi, a partir de la informacién insuficiente que nos proporcionan los sentidos legamos a conocer quello que no podemos observar directamente. Desde antiguo se ha dado el nombre de ciencia a este tipo de conocimiento que nos lleva més alli de la experiencia ordinaria. La palabra deriva del vocablo la- tino scientia, un sustantivo que procede del verbo scire, que significa saber. La indagacién cientifica intent6, desde el principio, entender el mundo material. Pero en el mundo hay aspectos que no son mate: rales, y que no se pueden expresar matematicamente. Aspectos tan reales como la libertad, los derechos humanos, los deberes, la inteli- gencia, el amor, el sentido de la vida... Ello explica que, también des- de los origenes, la reflexion filosofica se haya ocupado de los proble- ‘mas que surgen en el limite de la investigaci6n cientifica. De hecho, no hay filosofia sin ciencia. Ambas tareas son las dos grandes formas de conocer racionalmente la realidad, y han sido desempefiadas en muchos casos por las mismas personas: bastaria con pensar en Tales y Pitagoras, en Aristoteles y Alberto Magno, en Descartes y Leibniz, Newton y Pascal... Ello justifica su estudio comparativo en los tres primeros epigrafes de este tema. Ante todo, ciencia y filosoffa son conjuntos de conocimientos 28 FILOSOFIA MINIMA verdaderos, con independencia del diferente grado de verdad que puedan conseguir y del inevitable margen de error que puedan conte- ner, Si no fueran sistemas de verdades, su inclusién en los planes de estudio de todos los paises del mundo seria una tomadura de pelo universal. Ademés, la filosofia y la ciencia se asemejan en que ambas son racionales, siguen métodos de investigacién rigurosos, buscan explicaciones coherentes de la realidad y quieren resolver problemas humanos. En cuanto a las diferencias, la Iiea divisoria que separa la cien- cia y la filosofia la traza el Renacimiento. Esa diferenciacién la mar- can dos elementos con los que nace la Mamada ciencia moderna: la ex- perimentacién y la matematizacién. Por la experimentacién, la cien- cia se cifie al mundo material y se pregunta por el modo de ser de las cosas, mientras que la filosofia estudia lo inmaterial y lo espiritual, y busca el sentido tiltimo de la realidad y de la vida humana. Tres de los fildsofos espafioles mas importantes del siglo xx expresan muy bien esta diferencia: Zubiri: «Parala fisica, la libertad, por ejemplo, no tiene sentido, no porque no sea real, sino porque su realidad carece de sentido fisico {..d:En efecto, paralla ciencia, tener realidad significa formar parte del mundo de los fenémenos.» Unamuno: «La filosofia responde a la necesidad de formamos una, concepcién unitaria y total del mundo y de la vida.» Ortega y Gasset: «Queda usted en entera libertad de elegir entre es- tas dos cosas: 0 ser filésofo o ser sonémbullo. Los fisicos, en general, van sonémbulos dentro de su fisica, que es el suefto ezregio, la modo- rra genial de Occidente.» La ciencia y la filosofia son disciplinas intelectuales y académi- cas diferentes, como refleja la tradicional divisién entre ciencias y humanidades. Pero esa distinci6n no debe producir distanciamiento y, mucho menos, oposicion. Porque, al estudiar problemas comunes y estrechamente relacionados, ambas se necesitan mutuamente. Asi sucede, por ejemplo, con algunos temas fronterizos, de maxima im- portancia, como el origen del universo, el origen de la vida y el origen del hombre. Ademés, esa compenetracién es deseable: si el conoci- miento cientifico aporta realismo, la filosoffa reflexiona sobre la vali- dez del método cientifico y analiza los problemas éticos que suscitan las novedades de la tecnociencia. EL CONOCIMIENTO 29 Origenes griegos Ciencia y filosoffa fueron de la mano en sus origenes, y estos orf- jones fueron griegos. En su Historia de la ciencia, Dampier nos dice que en los documentos de Babilonia y del antiguo Egipto encontra- nos cierta estructuracién de conocimientos empiticos: unidades y joplas de medicién, aritmética elemental, calendario del afio, com- probacién de la periodicidad de ciertos acontecimientos astronémi- 008 y hasta de los eclipses. Pero los primeros que hicieron ciencia al someter esos conocimientos al andlisis racional y tratar de establecer Js relaciones causales que los enlazaban fueron los griegos, en con- (eto los fildsofos naturalistas de la Jonia La reflexién de los primeros pensadores griegos sobre la natura- Joza es, al mismo tiempo, cientifica y filosofica. Cientifica por la pre~ {ensién inicial de entender como se producen los fenémenos natura- los. Filos6fica por buscar el sentido global del mundo y una causa pri- nera y radical, de naturaleza inmaterial o inteligente. Los llamamos presocraticos porque son anteriores a Sécrates y viven en los siglos vi yVantes de Cristo, Toda su especulacién gira en torno ala naturaleza (physis) y por eso Aristoteles les llama indistintamente fisiGlogos y fi lsofos. En una época que sélo disponfa de los conocimientos pro- porcionados por la experiencia ordinaria, los presocraticos aventura- fon algunas intuiciones certeras, destinadas a explicar el orden natu- ul. Entre ellas destacan la unidad de composicién de la materia, la estructuracion unitaria del cosmos, el dinamismo de las entidades naturales, y la direccionalidad de su actividad. Algunosos presocriiticos, al observar el dinamismo esencial dela jaturaleza, Hegaron a pensar que la materia era viviente. Quiz la linica sentencia de Tales que ha legado literal hasta nosotros sea iodo esté lleno de dioses». Platén la cita como si fuera la quintaesen- ia misma de la filosoffa. Parece significar que todo esté lleno de mis- leriosas fuerzas vivas. La misma idea se atribuye a Heréclito. Su Inensaje central, junto con la afirmacion del Logos —una Inteligencia que divige el universo—, es que la realidad entera esté sujeta a cam- bio, Asimismo, los presocréticos atribuyen la direccionalidad de la hnturaleza a causas divinas, Anaximandro, al referirse al dpeivon como al principio radical de todo lo que existe, de cardcter divino inmortal, esta escribiendo la primera teodicea filos6fica. Anaxagoras habla de una Ley que gobierna el unvierso, y la ama Prewna (Espi- ritu) y Nous (Mente suprema): La Igteligencia ordend todas cuantas cosas iban a ser, todas cuan- tas fueron y ahora no gon, todas cuantas ahora son y ser inchiso 30 FILOSOFIA MINIMA, esta rotacién en la que ahora giran y se separan las estrellas, el sol yla luna, el aire y el éter. Estas intuiciones cosmolégicas coinciden con las afirmaciones basicas de la fisica actual, que concibe la materia como un dinamis- mo espacialmente concentrado y estructurado. Atomos, moléculas, cristales, células y organismos pluricelulares no son sino modos y formas del dinamismo material, formalizado en niveles cada vez mas complejos. Constatamos millones de reacciones quimicas en las cua- les los étomos y las moléculas se combinan, se descomponen, dan lu- gar a nuevos productos. Por eso, aunque hablamos de materia inerte para designar el émbito de los no vivientes, sabemos que lo inerte no €s un sustrato pasivo: est, como ya vieron los filésofos jonios, pleté- rico de actividad. La concepcién griega de la ciencia se despliega lentamente du- rante la Edad Media y cambia significativamente al inicio de la Edad Moderna. Sus nuevas coordenadas seran—como veremos en breve— Ja finalidad utilitaria, la expresin matematica y la experimentacién. La consolidacién de Ta ciencia empirica moderna esta protagonizada por el auge de la fisica y la astronomla, ligado estrechamente a las aportaciones revolucionarias de Coopérnico, Galileo y Newton, El desplicgue de las ciencias humanas tendrfa que esperar hasta el si- glo xix. En nuestros dias, la ciencia protagoniza un ineremento expo- nencial de conocimiento y complejidad, impulsado porlas aportacio- nes revolucionarias de la relatividad, de la fisica cudintica, de la biolo- gia molecular, de la genética y de la informatica, 3. Un conocimiento por causas Las ciencias y la filosofia son, como dijo Aristételes, conocimien- to cierto por causas: «poseemos la ciencia de un objeto cuando cree- ‘mos conocer la causa en virtud de la cual el objeto es, sabiendo que ella es su causa y que el efecto no puede ser de otro modo». Conocer las causas de las cosas —de una reaccién quimica, de una epidemia, de la conducta humana— significa conocer a fondo y con garantias, superar las dudas y opiniones hasta alcanzar verdades, pasar de la multiplicidad de los fenémenos a la unidad y estabilidad de leyes que explican esa multiplicidad. Las causas de las cosas siempre son miiltiples, Este libro que es- tds leyendo esta hecho de papel y tinta (causa material) en forma de hojas y letras (causa formal). Las letras forman un texto redactado por un escritor (causa eficiente o agente). ¥ el libro, por ultimo, ha EL CONOCIMIENTO 31 sido escrito para ser publicado y vendido, y asi enriquecer de di- verso modo al lector, al autor y al editor (causa final). Las causas material y formal son intrinsecas al objeto que estudiamos: las descubrimos en él, Por el contrario, las causas eliciente y final son gxtrinsecas, pues se dan en el agente, en quien planea y leva a cabo ja accion Si generalizamos este esquema explicativo, encontramos que los seres innumerables que componen el universo presentan una mate- ria y una forma determinadas, asequibles al estudio cientifico (el gua es hidrégeno y oxigeno con una formalizacién expresada en la formula H,0). En cambio, el cardcter extrinseco de las causas finales yeficientes puede situar su estudio fuera del ambito de la ciencia. En. efecto, la pregunta radical sobre el origen del hidrégeno y del oxige- no, igual que la pregunta legitima sobre el disefio y la finalidad del universo, no es cientifica. eComo es posible que la naturaleza no haga nada sin sentido? ¢Cual es la causa de todo ese orden y belleza que vemos en el mundo? {Qué impide a las estrellas caer unas sobre otras? :Por qué los cuerpos delos animales estén configurados con tanto arte y coordinacion entre sus partes? ¢Acaso ¢l ojo ha podido ser disefiado sin grandes conoci- mientos de éptica, y el ofdo sin conocimiento del sonido? ¢COmo sur- gen los instintos de los animales?

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