Era un jueves de tarde, tena que salir a Lima a una
capacitacin de un negocio nuevo al que me estaban presentando, a mis padres no les gustaba la idea de poder salir hasta la Cmara de Comercio de Lima, por motivo de llegar a casa a altas horas de la noche, pero aun as sal a las 4:00 p.m. aproximadamente, ya que el evento comenzaba a las 6:00 p.m., cuando culmin el evento ya era 10:30 p.m., sal junto con un amigo que viva por aa a tomar el transporte hasta mi casa, ya era las 11:00 p.m. y an segua en el transporte pblico que iba por la Autopista Ramiro Prial, el carro estaba muy lleno y no me daba a mirar por la ventana por donde estbamos, en ese momento me asust, pens que el carro se haba pasado mi paradero, grit: Baja, baja; me desped de mi amigo rpidamente y baj del carro. Al momento que el carro se fue, me di cuenta que an no haba llegado a mi paradero, faltaba dos miradores ms, en ese momento un miedo tremendo inund mi ser al solo pensar que estaba caminando por esa autopista sola y a las altas horas de la noche, mi reloj daba las 11:35 p.m., me puse a orar mientras caminaba y al momento sent que un carro iba parando a lado mo, era la patrulla de la polica, mi corazn palpitaba a mil por hora, no saba que me iban a decir y tampoco como iba a responder, solo peda ayuda a Dios en mi mente, en la patrulla iban dos policas, ellos me preguntaron a donde iba y porque estaba caminando por ese lugar tan peligroso,
les explique el porqu, ellos me dijeron que suba a la
patrulla, en ese momento sent una voz que me deca: Jessebel, sube, y sub, los policas me llevaron hasta la puerta de mi casa y les agradec, cuando ellos me dejaron mi madre y mi padre se dirigan al paradero Mapfre de la Prial a recogerme, ellos no saban que yo estaba en esa patrulla, aun as mi mam volte porque presenta que yo estaba ah, cuando baj de la patrulla, mir a mis padres dirigindose hacia m, realmente fue un milagro al llegar sana y salva a casa, ped proteccin a Dios y el me cuid con sus santos ngeles. Salmos 23:1-4 El Seor es mi pastor, nada me faltar. l me hace descansar en verdes pastos. Me conduce hacia fuentes tranquilas. l restaura mi alma. Me guiar por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temer mal alguno, porque t ests conmigo, tu vara y tu cayado me infundirn aliento.