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i LAS VIDASSEXUALIS DE LOS GHA 0 ARTHAS ‘venes damas ce quien bien pudo hacer algunos bocelos desnu- aso escasamente vestidas,recostadas en una cama sin tender. Quienquiera que haya sido, La maja desnuda exa toda una mujer. Su postura es descarada, sus senos generosos y, lo més chocante para la época, su velo piiico era una mata abun- dante. La obra fue calificada tan lasciva que no se mostr6 al priblico hasta 190%, mas de cien anos después de haber sido encargada por Godoy. 10 : EI pensador Nicitamosen gut ect Et ponder de Augusto Rodin [Lo que si conocemas es lo que pasaba por la mente del ‘gran artista, quien, al gual que la mayoria de los hombres, slo tenfa en a cabeza una cosa: sexo, exo sexo. Rodin fue el pri- mer gran escultor que bosquejé y esculpio mujeres con las pier- nas abiertas. Su obra muestra detalladamente las partes sexuales de las mujeres y las representa como criaturas sexuales, Rodin amaba tocar a sus modelos, no podia mantener sus ‘manos lejos de ells y solia inclinarse y besar el vientre de su. ‘modelo desnuda. La bailarina Ruth St, Dennis dijo que cuando _pos6 para él tv problemas para conservar puesta la blusa por- que el gran artista la sofocaba con sus besos “de la mueca al, hhombro” mientras balbuceaba palabras carifiosas. Gladys Dea- con, la segunda esposa del duque de Marlborough, decia que “se abalanzaba sobre la primera mujer que conocia y manosea- ba todo su cuerpo”. Incluso las vsitantes casuales recibfan el mismo trato. Exis- te una versién de que “en el curso de una conversacién sus, a 8 LAS VIDASSEXEALES DE LOSGRANDES ARTISTAS~ nanos acarciabn y etrujaban todo sano onalga que esti vera a su lence” ‘Mas de 80 por cinto de ss tims dibujo maestran a snjeres con las pleas aber, So taba se cortaba en los aay lo que representa un problea pars os peiods- de pbictiones fares, quienes legaban a su estudio So pata encntarse on su coecidn prvada de estas g- secoldgoos 0 con ceta catia de jovenesdesnudasadop- tando poscones acetic ‘embargo, postr para Rodin entusiasmabe as muje- rex Se deta que su esto offeca las mejores condiciones de tlio de ar escltoracostmlraba dees: "Note au rosea desvesie” mente la serve con fain, Sm mujer deanudérdose ec, “qu loos vii.” Ron ata que sus moves se masturbaren para Lo Se desndrenen duos ots niente acrceb unas ao, etecho clamor esbice fue establct come tre attic Grantee siglo x Tadionalment, hombres y mujeres no naan deandos juntos, prolas mujeres podian posar des Fudas con otras mujeres desnuda Tas melo cl gran esclfor no eran ls mors trabajo dora ls prostitutes que los atts de a épocaemplearon {ernajres de societal acceaon, incluso a condesa Anna te Nowles pos desnaa para y aunque fe escandalizabs ter dujos de mujeres “con fan pocavergenza como peta Tost oen places intimos tent a 6, cuando el artist se Trrodils ane ella om sus pies Te abi as peras Te po eso algo toalnene natal” : in las mujeres vests sentian su desbordado poder s- sual En cet casio acu a cenar casa de Mone, en Teta custo hemos jas. Rodin las io fan intensarmente ‘fe ana uray ae sintewn obligadas a sbandonar Ta mesa ra mujeres simplemente se ofecian a lo dan rosasen "Bradorabo alas mujeres y estaba muy cere de su mare, ese oe a peas Raa elsra ~ELPENSABOR- » a st hermana Maria, una educada mujer progresista. Su rela ci6n era tan cercana que se malinterpret6. lla prefirié volverse ‘monja antes que casarse y murié de viruela en 1862, En 1864 emple6 como modelo a Rose Beuret, una joven de ieciocho aos. “Ella se prendié a mi como un animal”, llegé a decir el escultor. ‘Como cualquier joven, Rodin era timido y torpe, aunque ‘especialmente habil para persuadlir alas jovenes de que se des- vistieran en nombre del art. “Solo la desnudez. va bien vestida”, solfa decir. Loque élamaba de Rose, afirm6, era que tenfa la carne firme de las hijas de los campesinos. Model6 y luego se mud6 con 41, En la primavera de 1865 quedé embarazada. Fila bautiz6 al nito, naturalmente, como Augusto, ‘A pesar de las innumerables infidelidades de Rodin, 61 yy Rose permanecieron juntos hasta su muerte, acaecida en 11917. Rose incluso era cémplice de sus aventuras, pues a ve- ‘ees convencia a algunas chicas de que posaran desnudas para 41, Aunque se casaron, el escultor nunca reconocié al nifio co- mo suyo. Para el desnudo, 1865 fue un gran aft: la Olympia de Ma- net puso otra vez de moda la desnudez femenina, lo que re- ssult6 grandioso para Rodin, quien se inspiré en el trabajo de “Miguel Angel, aunque sus intereses eran totalmente diferentes ‘Aparte de trabajar como modelo para el artista, Rose tra- ‘ajaba en el estudio como asistente y servicial ayudante. Ella carecia de amigas y para Rodin era sélo un cuerpo al que, cuan- do buscaba inspiracién, despojaba del vestido para examinar su figura desnuda, ya que ella no usaba ropa interior. En 1882 el escultor tom6 a un grupo de estudiantes, todas ‘eran mujeres y de inmediato Rodin se enamors de una: la bella y talentosa Camille Claudel. Fl tenfa cuarenta y seis aftos ella ‘s6lo dieciocho. La llamaba ma féroce anvie ~mi feroz amiga — y sus cartas hacia ella eran torturantes. “TG no creerias mi sufrimiento’, escribié Rodin cuando la joven no podria verlo, “La muerte debe ser més dulce... No * “14S VAS EXUALES DELOS GRANDES ARTISTAS” puedo soportar otto dia sin verte, Es una locura atroz. No soy Eapaz de trabajar. ;Diosa malévola! Y yo que te amo furiosa- mente.” Y le suplicaba que corriera a st lado, El escultor la citaba en una casa rentada no muy Tejos de su estudio, Camille decfa que no le importaba que él mantu- ‘Viera un hogar con Rose, pero hacia furiosos dibujos mostran- doa Rodin desnudo al lado de una mujer marchita Tl verdadero problema era que el escultor no podia evitar corteja a otras modelos, sin importar los reproches que le ha- ‘ia Camille. Rodin ya era famoso y podia vivir una libertad Sexval que él mismo se negé cuando era ms joven y que ahora podla disfrutar. Se rumoraba que tenia cuatro hijos con dife- rentes mujeres. Sin embargo, sus sentimientos por Camille eran muy in- tensos. Cuando ella fue a visitar a un amigo a Inglaterra, él.la igulo. mientras Rodin estaba fuera Rose aprovech@ la opor- tunidad para tener una breve aventura 'Al volver a Pari, Rodin précticamente evit6 esculpir hom- bres y concentr6 todas sus energias en el desnuclo femenino. Tend su estudio dej6venes modelos cuyos nombres ydireccio- nes Hlenaron varias ibreas, Todo su trabajo lo hacia directa- mente de sus modelos. Por esta época sus favoritas eran una pareja de hermanas italianas —una rubia y otra morena—, 2 {quienes haecfa posar juntas ‘Su éxito como excultor le permitiéconverttse en lo que se llamé un érotigque, es decir, un coleccionista de mujeres intere- santes. Se decia que nunca quedaba satisfecho de admirar la ‘desnuder de las hermosisimas moctelos que posaban para él "sas adorables criaturas con sus elegantes formas no puc- den pasar de forma impune por los talleres’, le eseribi el perio ddista Emile Bergerat, “La belleza no se puede ‘aprecar’ sin exponerse al amor que inspira.” Talus las modelos que accedian a posareffmeray casual mente para los artistas, se escandalizaban por la insacable con ‘ucta de Rodin, Los jovenes y hombres mas atractivos eran nde rival, oe acientes hasta la incomodidad de su condicl EL rENsADOR- ot “Conoet a una joven y hermosa modelo en el Boulevard Saint Germain”, relata el poeta y novelsta Pierre Louy’. “Se conwvirtig.en mi amante y se fea vivir conmigo, fbames a todas partes y nunca se separaba de mi lado, Me sentia seiamente Tigado ell hasta que una noche desaparecis, Primero me preocupé, pero después me enojé mucho y me puse furioso Ante su inexplicable abandono.” ‘Lous la buseé pero nadie edo noticias del joven. Has- ta que fue al taller desu viejo amigo Rodin "Cuando entéal estudio dee escapar un git. Ahi frente amis ojos, estaba mi pequena amante, pasando completamen- te desnuda, ocultando el rostro tras sus brazos. Armé un es- cindaloterible y ella rompi6 en lato.” “linsisti6 en llevarla de regeso a casa, pero Rodin se opu- so de manera rotunda, lo que ocasione una pelea, El escritor estaba furiono de que Rodin hubiera retenido a la joven du- ante una semana = {Por qué no dejaste que regresara conmigo? —le pre~ _gunté al escultor. n ha —Sabia que estaras closo y que no le permitrias venir ~respondié Rodin, Pero, ;Dios ella es mia, —Precisamente por eso ~concluyé Rodin. Despiiés, Lous examing la obra en que trabajaba Rodin “La imagen de mi mujer, cast viva, comenzaba a emerger de a arcilla, record, Sutra comenz6 a amainar. Rodin le pedia comprensign Si estuvieras en mi lugar habrias hecho lo mismo ~di- Jo~. ata pequeta mujer que encontr€ en tu departamento tiene un magnifico y nico cuerpo. Para mi es indispensable. l poeta acept6 de mala gana su derrota y e despidié de surmodelo, mientras Rodin cubria de besos ala joven desnuda 1 Te deca con alegri Te quedarss conmigo, Pierre ha dado su consentimiento. Por esta époxa Rodin esculpi6 Mier en cules, tombicn conocida como “la Rana”, que muestra a tina mujer con las » Ls DAS SEXUALS DELOS GRAN ppiernas abiertas y flexionadas con los érganos soxuales ex- puestos abiertamente. La modelo, Adéle Abruzzezzi, habia establecido mas que una relacién de trabajo con el artista. Ro- din decia a menudo que las sugerencias para posar procedian de las modelos mismas, Aunque él estuviese viendo a Adele desnuda y con las piernas abiertas al realizar su escultura, la ‘opinién de muchos criticos es que él pens6 todo el tiempo en Camille. ; Por supuesto Rodin no tenta a Camille pavonedindose con ddescaro por su estudio o en cucillas como Adale; pero con fre- cuencia esculpia su rostro, tal y como aparece en obras como Amanecer, Pensaiento, Francia y San jorge. Elle habia prometi- ddo que seria su tinica alumna, Estaba enamorado con tal deses- pperacién que prometié dejar de acostarse con sus modelos. Pero Ta nica modelo a la que no pudo dejar de ver fue a Rose, ast que Camille lo abanconé y se fue para tener una aventura amorosa con el gran compositor Claude Debussy y convertt~ se ella misma en una célebre escultora Eltema de las obras de Camille fue el mismo que el de Ro- din: trabajé con modelos desnucdos y cuando un eritico vio st escultura de un grupo de parejas bailando un vals, jo: “Pare- cen querer terminar cuanto antes de bailar para ise a la cama y hacer el amor.” Pero el gran escultor jams le perdoné a Camille haberlo dejado, Cuando ella quiso realizar una escultura en bronce subsidiada por el Estado, Rodin se opuso, La maqueta que se exhib en el San Primavera mostraba a un hombre desnudo caminando hacia los brazos abiertos de la muerte, mientras tuna joven mujer le suplicaba no seguir. Rodin, como primer escultor de Francia, emitié su veredicto y la escultura nunca se realize. Eeritco Octave Mirbeat le dij al esritor Edmond de Gon- court que Rodin era capaz de todo, incluso de cometer “un crimen si se trataba de una mujer”. Era, décia, “una bestia, "un sitiro que se revela en sus esculturas eréticas”. La verdad ‘era que Rodin era tanto un adicto al. trabajo como un sitiro y le era imposible decir no en su trabajo y en su vida privada, ‘Tras el rompimiento con Camille, comenz6 a trabajar con la pintora Helene Porges Wahl, esposa de Albert Wahl, el in- sgeniero en efe dela Marina francesa, Ambos compartian mo- Glos y le abrié su corazén a la artista “Ta trania de la pasin se ha ido’, dijo acerca de su sepa racign de Camille. "Eso no significa que ame a as mujeres me- nos que antes, pero ahora las amo de manera diferente. Por fin puedo llamarias mis divinas hermanas y admirarlas por la de- Ticadeza de formas con que han sido creadas. En el corazon y enel cuerpo, el Gran Fundador que nos ha hecho a todos las ts cle mejor material que a nosotros los hombres.” Rodin expres6 con precision su relacin con las modelos en Elesculfor yu musa, que muestra cémo Ta cabeza del escul- tor se enreda en el cabello de su musa desnuda, mientras ella sostiene el pene del artista, Es posible que tomara prestadas estas ideas de su amigo, el escitor Victor Hugo, a quien mucho inspiraban los senos, los muslos y sobre todo la “selva” de las ‘mujeres. Rodin lo lamaba “el tinel eterno” y pagé su tibuto con su escultura Iris, Planeada en un inicio para el Monumen- toa Victor Hugo, muestra a rs, la mensajra de los dioses, sin cabeza y con las piernas abiertas. De acuerdo can los primeros bocetos de Rodin, se suponia que laentrepierna apareceriadi- rectamente sobre la cabeza del poeta. Después de todo, decia Rodin, el deseo de los hombres por las mujeres era “voluntad de Dios y después def la fuerza mas poderosa en el mundo”. ‘Aver Is, su asistente Jean Alexandre Pezieux dio: “Nun- a habia hecho una mujer asi, es maravillosay esto es solo el comenzo... Rodin ests por completo dominado por su verga, la bestia.” Ena cima de su fama, Rodin fue acosadlo por una cohor- te de atractivas mujeres —Ia inglesa Emilia Cimino, Malvina Hoffman, Emestine Weiss, Judith Cladel, Sarah Hallowell y Loe Fuller, estrella del Folies-Bergéres. ot LAS MIDAS SEXUALES DELOS GRANDES ARTISTAS~ La joven refugiada polaca Sophie Postolska le escribié so- lieitandole ser su modelo. Ella aspiraba a convertise en artista, yy estaba feliz.de desnudarse para él, siempre y cuando estuvie- ‘an “solos”. Durante tres afios mantuvieron un intenso roman- ‘ce, quellos amigos de Rodin desaprobaban porque consideraban {que al intimar con el gran artista lo dinico que buscaba era al- canzar sus propios propésitos, Pero Sophie se obsesioné y se torné furiosamente celosa de las mujeres que se acercaban a él, incluso en una ocasi6n intents suicidarse antes de marcharse a Austria En la década de 1860 Rodin expuso la sexualmente expli- cita Puertns del infierno, “una audaz exhibicion de mérmoles y bronces escapados de la coleccién privada del Marqués de Sade”, dijo un eritico de la época. Otros lo elogiaron por res- catar él desnudo de la fria academia y otorgarle voluptuosi- dad y pasi6n: “Rodin ha descubierto ia Venus eterna en cada mujer”, decian, ‘En 1900 Rodin conoeié a Sophie von Hindenberg y a Hele- ne, su hermana de veintitrés afos,hijas del embajador aleman. Viajé a Italia con ellas y aunque Helene era treinta y ocho anos ‘menor que él la cubri6 de flores y pasaron mucho tiempo jun- tos, Sus cartas hablan de una iniensa pasién, E “Dios es tan grande que nos manda directamente inspira- ci6n, habla a nuestras debilidades y nos envia angeles terres- tres", escribi6, “Para el artista, una mujer dulce es el mensaje ‘ms poderoso. Una mujer asf es sagrada y emerge en nuestro ccoraz6n, nuestro genio y nuestra fuerza, Ella es la divina sem- ‘radora que cultiva amor en nuestros corazones para que po damos regresario a nuestro trabajo multpliendo por len” Esta apasionada correspondencia con Helene continu aun despa de que ella se case. Elle ecribia acerca dea lucha ene {re el sufrimiento y la voluptuosidad, y Ta lamé su musa. Y ét ya habla mostrado al mundo lo que se suponia era una musa, ‘Cuando inicié el nuevo siglo, Rodin se permitié mantener tun cierto namera cle modelos: Suzie Langlois, Renée Couchet, Ivonne Odero, Fenella Novell, Carmen Damedoz, Dourga le ~FPENSADOR- % ‘Hindu, Nora Falk, Maguerite ce Fontenay, Julia Benson y Juc liette Toulmonde. A todas les pagaba bien y veia por ellas cuando tenian problemas. “Bla dibujaba durante el diay las abrazaba por a noche”, cuenta el novelista Emile Zola, “aiunque el término abrazar re. sulta demasiado moderado.” Rodin acumulaba elogios cle sus bellezas desnudas, “las acariciaba algunas veces con los ojos y otras con las manos”. El Jas besaba, las acariciaba y hacia dibujos de ellas para su pro- Pio placer, pero todo era un esfuerzo, segén deci, por enten- der la “sexualidad femenina’. Los criticos han sefialado que el centro del trabajo de Rodin es el sexo, “un sexo tan conscien- te de sf mismo que encuentra una desesperada energia para Jograr lo imposible”. Los cuerpos que inmortalizaba, se decfa, estaban “agitados tanto por el recuerdo del placer sensual como Por su anticipaci6n”. El punto central de sus desnulos feme- Rodin encontr6 que las jovenes atléticas podian ejecutar igjor el tipo de modelaje que él prefer, y elas siempre pare- can dsfrutarlo, lgunas personas, inckiyendo al eseitor Ana- tole France, condenaron como obsesiva su fascinacién por los ‘rganos sexuales femeninos. Otros se mostraban artebata- dos por sus dibujos de mujeres desnudas tocéindose mutuamen- te. Sus clibujos estan Ilenos de anoranza. Rodin fue el primer artista en realzar la importancia de la sexualidad femenina. Hasta entonces, la desnudez femenina habia sido asexuada y pasiva. Sus modelos posaban no sélo por dinero, sino también por su carisma sexual. Gwen, lahermana de Augustus John, cayé rendia ante el encanto de Rodin. Abandoné Inglaterra a su familia y su arte para modelar con él. Ella pensaba que sus modelos debian ser Inteligentes ademas de hermosa. lescultor le hacia el amor después de las sesiones de mo- delay ya que los otros asistentes se hubieran ido. En sus car ws ella recuerda la felicidad de su despertar sexual en manos del escultor, Pronto se vio a sf misma como musa de Rodin. En 96 LAS VIDASSEXUALIS DELOS GRANDES ARTISTAS = ccasiones ambos hacian trio con la escultora finlandesa Hilda Fodin. Pero Goven era la que estaba enamorada de éy, aun ‘gotada, siempre le pectin que le hiciera mas el amor. Pronto ailelgaz® demasiado como para seguir siendo su modelo, pues “cara veces tengo tiempo para comer”, se quejaba. ‘Otra de sus modelos, Judith Cladel, desprecaba a Gwen por ser una mas de las “modelos histricas” que se endian al Emo a causa de su rapacidad sexual, Para Gwen hacer el amar tra un acto de veneracion. Sin embargo, Rodin tenfa otros alta- res ante os que podia ora. Hacer el amor en exceso le advirio 2 Given, conviertea la gente en animales brutales insstiéen {quella debia comenzar a pintar otra vez. En poco tiempo sus Vistas se redujeron a una hora © menos @ a semana lartista perdi ala joven Isadora Duncan cuando la bai- Jarina se sint6intimidada con su trabajo y dejé de buscato "Mi peregrinacién a Rodin se asemejaba a Psique buscan- ddoal dios Panen su grata” esribig Duncan en sus memoria, *S6io que yo no buseaba el camino a Eros sino a Apolo.” Ella se sini muy impresionada cuando él tomo dos pe- querias bolas de aril y las aplast entre sus mans. lrespir6 “pris yen dos patadas convirti las bolitas en un par desenos. Mientras ella exponia su teoria de la nueva danza, se dio ceuenia de que el viejo zorr no la escuchabo “El me miraba argamente sus os centelleaban’ escrbis 1a famosa bailarina, “Iuego, con la misma expresion que tenia ante sus obras, e acercba mi, desliz6 sus manos hasta mi cello Jymi pecho, estrujé mis brazos y puso sus manos en mis cade- os, mi piemas desnudas y mis pies. Comenz6 a amasat todo ini cuerpo como sifuera dearcilla mientras emanaba un calor {que me abrasaba, Mi deseo era entregare todo mi ser pero, en fez de ello, comencé a asustarme de mi absurdo deseo y me ‘etiré, me quit la tinica y me puse mi ropa mientras, confun- dlida, Lo aljaba de mi. jQué Iastimal Como me he arrepenti- dio le haber dado que mi infantil incomprensi6n me hiciers pens lacivins oportunidad de entree mi vnginilad al Gran -ELPENsApoR- ” Dios Pan en persona al Poderoso Rodin. Seguramente mi arte y toda mi vida hubiesen sido macho mas rics." Cuando Rodin viajéa Londres en 1904, no podia hospedar- se en ninguno de los hoteles elegantes, se quedaba en los de mala muerte dea calle Jermyn. Esto se debia a que las hordas de damas que venian a verlo no querian dar sus nombres. ‘Aunque las feministas lo alacaron,descubriern que Rodin no representaba alas mujeres como presas, sino como indiv- duos eon deseos propos, tanto animales como nobles al mis- mo tiempo. Rodin, se ceca, hacia que las mujeres se sntieran mas cémodas con sts propioscuerpos. El celebraba sus reali clades fica y emacional. Sin embargo, no se sentia malo en compania de las mu- jeres; al menos no cuando estaban vestidas. Pero las ofertas iguieron legando: Isabelle Perronnet, amante y modelo de Alexandre Falguigre, rival de Rodin, le escrbié un da despues Gel funeral de Falguitre,solicitando posar paral Elescultor a contrat y la despojé de sus rps. Las mujeres fo acosaban en todo momento. Un dia recbi6 tuna carta de Minna Schrader de Nygot, una joven de dec rueve aio, que decia haber perdido ass padres y que pron- to se-veria orilada a la prostitucion o al sticiio, Ella ofrecta smodelaey explcaba qe nunca antes Io habia hecho, pero "me pondré mis 6 menos aceptable y mis pechos son muy lindos". El escultor puto comprobarlo por st mismo y acepts to- marla como modelo, sin dejar de ver a las demas. judith Ca- del, ss bidgeafa, deseaba ser de naevo “inmortalizada en la fragil carne humana que soy”. Aunque, francamente lla ya no formaba parte de las jovenes frescas y bellas que Rodin idolatraba, ‘los setenta aftos Rodin se enamoré otra vez. La mujer en cuestiin fae Clare Couderet, marquesa de Choiseul, una esta dlounidense ce extracein francesa en la plenitud de su cunr- ta década y esposa del marques de Choiseu, a quien Rodin compré algunos bstos del siglo xv, Clare pronto se encon- tr6eserbiendo eartas de amor que firmaba como "tu pera 98 “LAS \IDASSENUALES DE LOS GRANDES ARTISTAS esposa”. La aventura ocasioné que Gwwen John cayera en un paroxismo de celos. Rose Beuret tampoco se sintio muy come placida, en especial cuando el marido de Claire le eseribié Ficiendo: “Madame, es insoportable que usted tolere una si- tuacign que yo ya no aguanto. Me refiero a la constante pre- ‘sencia de mi esposa en el estudio de Monsieur Rodin” Por cortesfa hacia Rose, Rodin dejé de ver a Claire. Pero al recibir una nota de su doncella donde decia que Claire no co Inia y se encontraba en un “estado terrible”, él cedio, Pasaron juntos en Dijon la Navidad de 1908, EI marqués era tan bueno, {que les envié una tarjeta de temporada. 'A pesar de su titulo de marques, este hombre no tenfa ni ‘un centavo, por lo que Rodin lo ayuds financieramente a cam- ‘bio del libre acceso a su esposa, Por propia iniciativa, el mar- aqués se elev6 a s{ mismo a la categoria de duque. Hl escultor cAntinu la relacién con la duquesa, quien ocupaba su tiempo ten vender sus obras a estadounidenses ricos, y modelaba para {aL Ella se instal6 en la vida del escultor a costa de las otras re- laciones de éste, quien pronto se sinti infeliz con la situacion. Claire compartia su vida como ninguna otra lo habia hecho: ‘decoraba su casa, elegia su ropa, viajaba con él y hactan vida ten la sociedad parisina de la €poca. “A iniciativa de la duquesa, Rodin acudio al estreno de la obra de Debussy Preludio a la siesta de un fauno, donde Nijinsky igener6 controversia al vestise con unas apretadas mallas y erseguir en el escenario a unas ninfas que no usaban naa {ebajo de sus ligeras tinicas, Pronto el propio Rodin fue rid ‘clizado en los periédicos. Una caricatura lo mostraba di jando a una joven desnuda tumbada en una cama, mint tra ninfula desnuda preguntaba: “gDénde estén mis ropa "Rodin y su duquesa pelearon a causa de una terera mujer “Marcelle Martin, la secretaria del escultor, a quien la duquess habia contratado. La joven fue despedida, pero el artista det dig deshacerse también cle la duquesa. Los amigos de Rodin oon nsban que ella habla dominado su vida durante demasiado: EL PENSADOR- ) —— are ea pera ne aes Eee eee a wl SE ae i eee co ee Beet ete ge ema See ary ania iy an Se rien reer {iene dinero? aaa pee arenes Peer peices oe eee pores on so areca ee ea ae era hasta su muerte acaecida en 1943. i. cre poet aa gees Bake Bstoy de acuerdo, pero qué es mas imy Ser aa ae ea roa

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