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Mare Angenot De hegemonias y disidencias Coleccion Conexiones y Estilos Dirigida por Antonio Oviedo Tiulos originales de los articulos incluidos en este edicin* = La critique du discours social: & propos d une orientation de socherch Hégémonie, dissdence et contre-iscours, Rétlexions sr les ptriphénies du discours social en 1889 - Les idéclogies ne sont pas des systémes [histoire en coupe eynchronique ittrature at discours socal Frontiére des études literals: science dela fiterture, science des dscours La conversion au socialise [Ga propagande socialise. Elements de rhetorique et de pragmatique -Uinjul trahire: la préfiguration de V'Aifaire Dreytus (1886-1894) La fin d'un sexo: lo scours sur les femmes en 1889 * La seleccién de los aieulos estuvo a cargo de Maria Teresa Dalmasto y Adriana Boria (© Eeitorial Universidad Nacioual de Cordoba ab, Imprenta, Ciudad Universitaria Director de la Editonal: Antonio Oviedo Disefio: Fernando Ferreyra Disero de tapa: Pepe Moneo ISBN. 950-33-0195-5 Hecho el depdsito que marca la ley 11.723 Impreso en Argentina Marc Angenot Interdiscursividades. De hegemonias y disidencias Prélogo Hace algo mas de una década tomamos contacto por primera ‘vez con algunos trabajos representatives de la obra de Marc Angenot Desde nuestra formacion linglistica primero y semidtica después, hhabiamos desarrolado una serie de ideas acerca de la produccién social del sentido que se nos revelaron como mareadamente afines con las que acababamos de descubrir. Ideas que, por otra parte, no fran ajenas alas ensefanzas con que Luis Prieto thuminara nuestras primeras aproximaciones a esta problemética. En este sentido, no pudimos dejar de asombrarnos euardo, a leer Critique de la raison sémiotique (1985), comprovames el peso que en sus reflexiones te6ricas le otorgaba al pensamiento del semidlogo argentino. De ahi en més, sus propuestas teéricas y metedolégicas contribuyeren a reordenar nuestras investigaciones y se reflejaron en la labor do conte, ‘La dificultad para difundir su bibliografia -aparecida en francés © ‘en inglés- ha hecho que desde tiempo atrés acaricidramos el prove to de traduecién formal y de publicacién de, al menos, parte de st ‘bra. Con la valiosa colaboracién de Adriana Boria emprendimas al fin la tarea y coneretamos la seleccién. Censurada la labor. nos sentimos obligadas 2 explicar al lector las causas que nos llevaron a sacrificar aquellos trabajos que, por presentar un planteo general de bs teoria, hubieran merecido oficiar de introduccién. Su no inclusi6n ‘obedecié a que. precisamente por estas caractersticas, vienen cir- ‘culando en miesiro medio desde hace algin tiempo, a través de traducciones domésticas. Este investigador de origen belga, radicado en Canadé, funds junto a Antonio Gomez Moriana y Régine Robin e! Centro Interuniversitario de Andlisis del Discurso y Sociocritca de los Tex- tos (CIADEST). En su discurso de presentacion resume el proyecto ‘eérico: se centra en la intencién de determinar la especificidad del ‘objeto discurso en el encuentro de ls diferentes ciencias humanas y ‘enfatiza ol rechazo a la mera yuxtaposicién de metodologias. ‘Angerot, como Baitin, solo concibe la aproximacién al discurso desde bs interdisciphnariedad, 0 quizA seria mis ajustado decir desde la transdisciplinariedad. La formulacién del principio heursteo que rge la propuesta teé- rica desarrollada por Marc Angenot trasunta, en una apretada y ‘exhaustiva sintesis, el marco global en que se inscribe su pensa miento, es decir, las redes interdiscursivas donde se nutre ya las que 9 Maria Terosa Dalmasso al mismo tiempo sive de alimento. La aceptablldad de su propio liscurso delata el lazo con esas raices que, disefiando un teido que no reconoce origen, cubren el vasto campo social y delinean su fisonomia. Al mismo tiempo, quedan al descubierto las ruptures, debilitamientos y huecos por les que han podido deslizarse algunos de los matices ms originales de su enfoque. Para ustrar sin tracio- nes el pensamiento del propio autor, reprostucimos la literalidad de su discurso en la definicién del programa que vertebra la totalidad de su obra: «Pensar histéricamente el discurso social y percbirlo en su totalidad..) Perebir el poder de los discursos en su ormnipresencia y su omnipotencia difractada en todas partes, sin embargo con disfuncionamientos aqui y alls, desequilorios, brechas que fuerzas homeostaticas tratan perpetuamente de colmar. Poner en conexién los campos literarios, los campos cientificos, el campo fitoséfico, los discursos politicos, la prensa y la publicidad, todo ke que se inscribe ¥ se difunde en lugares particulares. Y, sin descuidar lo que ponen en juego y las determinaciones de e303 campos, examinar las fron- teras recenocidas o discutidas, los puntos de intercambio, los vectores interdiscursivos que alli penctran, las reglas de transformacion que pponen en conexion esos diversos sectores y organizan la topologia global» (1988.97) Los intertextos que enhebra y reelabora, explcita 0 implicita ‘mente, dan cuenta de sus travesias tebricas por senderos inexcusables para quien, en nuestro tiempo, se mueve en el dominio de Ins ‘ciencias historicas y sociales’. De este modo percibimos en sus tex tos tanto la palabra de Foucault como la de Bajtin, Gramsci o Bourdicu, entre otras. Sin olvidar el vigor fundante con que emerge cl pensamiento de Luis Prieto. En la actualided, cuando el discurso se ha constituido en objeto insoslayable de las diversas disciplinas sociales, el andlisis del discur- so impone una aproximacién interdisciplinaria, El enfoque sociodiscursivo, tal como lo dsevia Angenot, es el fruto de esa movi- lizacién generalizada en el campo de las ciencias sociales. En tal estado de cosas, considera ineludible recoger y coneilar la diversi: dad de aportes disciplinarios, en lo que é! concibe como una «Prag- ‘mitica sociohistoricas Elabora, en consecuencia, una teoria del discurso que lo Neva & afirmar-no sin marear su eoincidencia con Prieto- que +..)el ico ‘objeto posible de la semidtica es una ciencia historia y social de las 4 Angenot, M., (1988) Pour une théorie du discours socal: problématique dune recherche en cours, en Rewe Littérature, Médiations du socal Recherches actuelles, n° 70, Ed. Larousse, Paris, (La traducciin es rivet). 10 Prélogo. ‘maneras de conocer y de representar lo conocHlo, y que esas mane- ras de conocer estan igadas a una funcién’ a una press, (198555)? Es esta linea tc6rica la que lo conduce a desarrolar una suerte de sgnoseologia social © critica de la ideologia, orientada a dar cuenta de la particular construccién del mundo que opera cada sociedad y ‘su consecuente configuracion de subjetividades. Dentro de este mar- ‘co conceptual, deviene imposible comprender la signifiencion de cus!- ‘quier objeto si no es a la luz de la interaccién simbélica global. ‘Un comentario especial le dedica al hecho de que esa interaccién simbélica global -que presupone el cardcter intertextual e Intendiscursivo del discurso social- no cesa de expanditse. Angenot ‘no ignora el influjo que mediante la imposicin de modelos cognitivos ¥ de una tépica particular: ejerce en el discurso social de nuestros dias la dinémica comunicativa a escala planetaria, posibiliada por los prodigiosos avances tecnolbgices y favorecida por el implacable juego de los poderes politico-econémicos. Si bien la definicion del discurso social pasa por la nocién de hhegemonia, no adquiere el carécter de un todo homogeéneo inaltera be, sino que es concebido como una entidad compleja en la que actaan fuerzas centripetas pero también centrifugas que permiten sti movlidad y cuyo equilbrio esta asegurado por su propia capaci- dad autorrequladora. Esta hecemonia discursiva no es ajena a la hhegemonia cultural englobante sino que revela uno de sus aspectos, Un rasgo inherente del discurso social asi coneebido es Ia interlegibilidad cultural concomitante con cierta tendencia homogeneizante y quiza reduccionista en le interpretacién de la semiosis, gracias a la naturalizacion de ciertos sentidos. No obstan- te, tomando una distancia critica con respecto de lo que califica de euforia pesimistar en Foucauit y de salternative voluntarista: en Habermas, considera que, a pesar de la triple funcién del discurso social: éntica, axiolégica y pragmética, «no hay que atribuir a los dliscursos toda la ‘magia’ de la servidumibre voluntaria y de la repre sion social (1988:94) Los articulos que componen el presente volumen -aparecidos en los iltimos diez afios- han sido escogidos con la intencién, no de agotar la propuesta formulada por el autor, aunque si de dar cuenta se aquellos aspectos que nos parecen més productivos. De ese modo, * Angenot, M.{1985) Critique de Ia raison sémiotique Fragment ‘avec pin up, Les Presses de | Université de Montréal, Montéal (Le traduc ibn 2s nuestra) Angenot, M (1988) Ibidem. (La traduceién es restr. nu Maria Teresa Dalmaso — amos Intreducklo env primer lugar Critica del discurso socials dor- «de Angenot despllega una vasta y rqurosa argumentacion en contra ‘dl tableaniento diseiplinar quo, a su eriterio, conduce a la creacion dle problemas artiiciles, evitables mediante un enfoque integral de |i protueeiin simbliea Se sirve de las nociones de hegemonia y de \deologia para robustecer su posicién en favor de la inehudible Interdiseiplina, Introduce dos problemsticas de indectinable pert nencia en los estudios semiticos actuales: la que se desprende dela silobalizackin y los consiquientes avatares del discurso social, y otra undamentalmente de orden metadolégico- que atafe a la compleja ‘puesta en relacion de los discursos lingiisticos con discursos propios de otron lenguajes, dado sus regimenes peculiares de produccién del sentido, Cierra el trabajo con una explicitacién de Ia afinidad de! ‘autor con los «Cultural Studies+ que confirma su vocacion transdisciplinar. Uno de los aspectos que suscita las mayores reticencias entre quienes se aproximan a la teoria del discurso sociales la relativa a la temergencia de ln disidencia; lo que a simple vista parece poco com patible con el postulado del discurso hegeménico. En +Hegemonia, disidencia y contradiscursor, sin embargo, separandose de lo que denomina sel pesimismo cultural contemporanecr, Angenot se ex- playa en la consideracion de la +heteronomias, en cuya existencia cumplirfan un papel esencial los margenes del sistema discursivo de luna época, la periferia de los sectores reconocicos como legitimos, Deja claramente expuesta le necesaria relacion entre heteronomia y aceptabilidad -que esté en la base de su planteo sobre la necesidad de desarrolar una pragmitica sociohistrica para abordar el estudio del discurso social. Precisamente, esta relaci6n que parece generar la ineluctable dependencia de la heteronomia respecto de la hege- ‘monia queda abierta 2 una lectura critica mas profunda, puesto que a pesar de las prevenciones de Angenot podemos quedar atrapados fen una suerte de visién inmovilsta. No deja de advertr, sin embar- 90, contra los errores a los que puede inducir el also novum, como asi tambien sobre la dificult para reconocer le autticamente revo a causa de lecturas sesgadas desde la vision hegeménica Adhiriendo a la posicién bajtiniana, en «Las ideologias no son sistemas releva el carécter Kleologico de los fenomenos semidticos. Conviceién que, por otro lado, uniria a la mayor parte de los inves tigadores de lo que él lama sruiestra era de ln sospechas. No obstart te, cree necesario revzar los alcances de la nocién de ideotogia y, en. consecuencia, se aboca al examen critico de una de las definiciones ‘mis difundida hasta nuestros dias, que es la formulada por Louis ‘Althusser. Cuestiona la concepcion de la ideologia como sistema y 2 Prélogo resalta su cardcter heterdnomo ¢ interdiscursivo, donde conviven aporias y antinomias y germinan enfrentamientos y rupturas. Con tinuando la linea de pensamiento plasmada en el trabajo citade pre- cedentemente, se impone para el autor una reformulacién del con- cepto de ideologia que, eliminando la nocién de sistema, permita dar cuenta de la movilidad discursiva. Como ejemplo de la tesis que sostiene, examina el desarrollo de la ideologia socialista en Europa ¢n el espacio temporal que abarca desde la Cammuna hasta la Revo- Jucién bolchevique Por otra parte, el andliss de algunos aspectos de la propaganda socialista, difundida en Francia y en los palses francoparlantes de Europa entre la Comuna y la Primera Guerra Mundial, constituye el ‘objeto de un meduloso y esclarecedor trabajo publicado bajo el titulo de +La propaganda socialista. Elementos de retorica y pragmatica El anilisis de un conjunto de discursos de propaganda preducidos desde distintos sectores del socialismo le permite constatar que, més alla de las diferencias entre estos grupos, se puede establecer la cexistencia de un niicleo comin que constituye la axiomiética del dis- curso socialista revolvcionario. La propaganda sociaista se estructu ra en torno a una serie de topo, de relatos recurrentes que, en un juego de establlidad y movimionto, se reiteran, se renuevan, se ac- tualizan o se adaptan. Atendiendo al aspecto pregmatico, dibuja un ccuado detallado y explicativo de sus funciones que arroja huz sobre estrategias tales como las de legtimacion, persuasion, construccién de identidad, activacién del pathos y movilizacién. Complemen- tariamente, desaaja los conjntos de topol en torno a los cuales se consiruye la argumentacién-narracion. Esto le sive pare demostrar cémo se estructura, prolia y recurrentemete, un relato que parte de |a observacién de los vicios y crimenes de la sociedad burguese y capitalista para anunciar el advenimiento de una Revolucion que aparece como inminente, que se impone como la ultima y que leva- 1 fatalmente a la instauracién definitiva del socialismo. En -Un judio traicionara: La prefiguracién del Affaire Drevius (1886-1894), a través de un recorrido que confirma sus planteos teoricos -formulados especialmente en -Hegemonia, disidencia y contradiscurso-, el autor se propone demostrar cémo el advent miento de semejante episodio no es mas que la consecuencia prev sible de un antisemitismo generalizado, cuyas representaciones so- ciales fueron recogidas, acumuladas, hiperbolizadas y condensadas ppor la cada vez mas intensa propaganda racista. De manera corwin- conte va hilvanando un razonariento que sella con demostraciones: antiserinismo miltante logré consiruir un sistema explicative glo bal, recurriendo al sentimiento que ya estaba instalada en los diver- 2B 508 sectores de la sociedad. El fanatismo antiserita fue posible por- que se inscribié en una doxa que, naturalizando sus enunciados, los dotaba de aceptabilidad. El paradigma de la destersitoralizacion que essiructuraba la isin del mundo a fines del siglo XIX, regido por una légica binaria acumulaba predicados que denunciaban la desestabil zacion y la descomposicién socal. Al mismo tiempo, reclamaban un sujeto responsable, a cuya imagen parecia respordler holgactamente la construceién del Judio. Angenot logra patentizar cémo, inexore blemente, el «Affaire Dreyfuss se erigié en la prueba necesaria para confirmar la profecia, El paradigma de la desterstorializacion sirve también para inser- tarla emancipacién femenina en el polo de la degradacion, tal como lo presenta en «EI fin de un sexo: el discurso sobre las mujeres en 1889, En el marco de una doxa que vaticina un porvenir de deca- dencia, la mujer moderna se corwierte en una prucba més. La natu: rlizacion de la corruptibilidad femenina asumne tanto el tono solemn ne e incuestionable del discurso cientifico como el matiz no por subjetivo menos convincente de la literatura profana. En todos los casos, la mujer carece de historia, tal como lo confirma el indiscut- do seterno femeninor. Como lo afitma Angenot, ni siquiera los dis- cursos de la periferia pueden escapar a este saber hegemonico, in- cluso los discursos feministas caen en la trampa de revalorizar aa ‘mujer a partir de sus cualidades naturales, Tampoco logra eludirla cl discurso socialist, ‘Al abordar la problematica planteada en el dominio de los esti dios lterarios -en «Frontera de los estudios iterarios; ciencia de la literatura, clenca de los discursos, refuta la corsistencia de la cate- goria sLiteraturae y pone en evidencia el hecho paradéjico de que los estudios literarios han desarrollado mintuciosas metodologias pero ue, sin embargo, tienen claras dificultades en dlscerir los limites de su objeto. La interdiscursivided conlleva la interdisciplinariedad Sefiala, sin embargo, los frustrados intentos de una semidtica gene- ral de la cultura por substituir los estudios sectoriales mediante el recurso a un paradigma unificado. Rescata los desarrollos operados ‘en Gran Bretaia por los «Estudos culturales, y subraya en este sentido sus coineidencias con Terry Eagleton. Reitera la inexistencia de un objeto estable y delimitado de los estudios iterarios. ¥ para terminar, precisa que la presunta especifcidad del hecho Iterario es ‘una funcién de la economia global del discurso social y que, en con secuencia, es el discurso social en su totalcdad el tnico objeto con entidad propia. Partir de un cvestionamiento a la pretendida espect ficidad del discurso lamado Merario, conduce al autor, una vez més, a confirmar la necesided de desarrollar una teoria y una historia del 4 discurso socal En la misma direccién, «La historia en corte sincr6nico: hteratura ¥y discurso socials, presenta a la literatura inmersa en la sincronia vva el discurso social total de la sociedad contempordnea o el de estados anteriores de constitucién de la “modernidad”! ¢De qué ‘manera examinar el regimen diferencial de produceién de sentido ( x de funciones sociales) enire lo impreso verbal y la imagen - espe calmente la imagen reproducida en ltoarafia 0 en heliograbado en 1889, en los comienzos de la cultura visual y de la prensa ilustrada? Que 0s Jo que se representa en imagenes que casi no se tematiza fn frases? Y atin més: -, pero como dar cuenta de ello para los estados de sociedad antiguos? - 2Qué ocurre en lo oral: en las coralidades burguesa y mundana, pequeria burquesia, obrera y paisa na -que se encuentra rechazado de lo escribible, d= lo imprimible, 24 Lacritiea del Discurso Social: a propbsito salvo a titulo de una muy ocastonal transcripeién pintoresquista como testimonia para el principio del siglo pasado la obra de ‘cinometodologia_avont fa lettre del genial Henri Monnier? Ain asi, como lo sugeria yo mas arriba, cqué formas narrativas cognitivas desplazan hoy el relato cinematogratico dela ficion impresa y como ‘se desplazamiento se explica y se regula a si misma? ; Como cons- truir , atin a golpes de conjeturas riesgosas, la relacién entre los dliscursos y las otras practicas significantes? ¢ Cémo pensar tedrica mente, sin limitarse a la intuicion sumaria que ya tenemos de ella, las relaciones entre los discursos del sexo (desde la represién méd ‘a hasta el lbertinajetiterario del boulevard) y las practicas sexuales?

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