Este personaje es considerado por muchos tericos como el padre de la filosofa,
naci en Atenas (Grecia) en el siglo V a. C. Destac como soldado en una de las tantas guerras que libr Atenas, para luego convertirse en un personaje peculiar de esa sociedad. Conversaba con cualquiera que se cruzaba en su camino, especialmente con los jvenes de la ciudad. Al contrario que los sofistas (profesores que recorran el pas cobrando por ensear a los jvenes retrica y otras habilidades polticas), l lo haca gratis, y lo que es an ms importante, aseguraba no tener nada que ensear a los dems. Scrates deca no saber nada, de forma que si se consideraba ms sabio que otros, era nicamente por ser consciente de su ignorancia; por eso, se le atribuye a Scrates la famosa frase de solo s que no s nada. Para los psiclogos (especialmente los psicoterapeutas), Scrates es el padre de la psicoterapia, ya que se considera que fue el iniciador de curar con la palabra. Casi todo lo que sabemos sobre l se lo debemos a uno de sus mejores discpulos, Platn. Muchos expertos creen que algunos de los primeros dilogos platnicos constituyen la representacin ms exacta del Scrates histrico y de su forma de concebir la filosofa. En estos dilogos, por lo general Scrates se encara a un conciudadano que dice conocer algo (por ejemplo: la naturaleza de la justicia), demostrndole a continuacin que en realidad no sabe nada. Scrates fue tan influyente que permiti la aparicin de muchas de las escuelas filosficas conocidas, hay que recordar adems que lo que conocemos de Scrates no es por l mismo, ya que no ha dejado ningn escrito. El padre de la filosofa es una figura polimorfa que cada escuela de pensamiento, y ms globalmente, cada poca de la historia, lo han reinventado a su propia manera. Scrates fue juzgado en 399 a. C. por corromper a los jvenes atenienses con sus enseanzas. Durante este proceso (que Platn inmortaliz en su dilogo Apologa), el filsofo hizo su famosa aseveracin de que la existencia no vale la pena si no es para cuestionarla. Se declar inocente, pero fue condenado a muerte. Se le oblig a ingerir cicuta (veneno de una planta), por no creer en los dioses de la polis. Pas sus ltimas horas hablando de filosofa con sus amigos y admiradores, en una de las conversaciones que Platn registr de forma conmovedora en su dilogo Feln.