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ALGUNOS ASPECTOS DE LA MISERIA Y DEL DESARROLLO

VISTOS DESDE EL “LUGAR” Y DESDE EL “NO LUGAR”

María Eleonora Neme1


“¡Oh sombrío Magreb! Perdura largo tiempo aún, amurallado,
impenetrable a las cosas modernas; vuelve la espalda a Europa,
e inmovilízate en las cosas pasadas. Duerme mucho, mucho tiempo,
y continúa tu viejo sueño, siquiera para que exista aún
un país en la tierra en el que los hombres recen sus plegarias…”
Pierre Loti 1

Un pintoresco y revelador recorrido turístico

Hace unos años, durante un breve viaje turístico recorriendo algunos centros
urbanos de Marruecos (Casablanca, Marrakech, Meknes y otros), tuve la oportunidad
de observar un interesante contraste cultural que analizado desde diferentes puntos
de vista -a los que para simplificar llamaré Oriental y Occidental y cuyas diferencias
más evidentes resumo a continuación- pone en evidencia problemáticas que resultan
comunes ( en diversos grados y/o modalidades) a casi todos los “modernos” centros
urbanos de los países subdesarrollados y que la cultura “occidental” en casi todos los
casos, tiende a minimizar y a veces a ignorar.
…cita decano….?

Dicho contraste se hace muy evidente en aspectos cotidianos y fácilmente


observables, que surgen como consecuencia de las marcadas diferencias entre dos
culturas –en este caso la Oriental y la Occidental 2- una de ellas marcada fuertemente
por los mandatos del islamismo y la otra por los mandatos de la economía
capitalista de mercado.
Algunos aspectos generales observados que ponen en evidencia esas diferencias
entre ambas culturas son:

• Los diferentes modos de vestir de las mujeres:


Había mujeres vestidas según pautas culturales de occidente; con
pantalones y/o polleras cortas, trajes de baño y pronunciados escotes en
verano, que ponían en evidencia su cuerpo ; y mujeres orientales ( en este caso
marroquíes) vistiendo túnicas que cubrían casi todo su cuerpo menos los ojos.

• Los diferentes modos de organización en viviendas y barrios:

1
Licenciada en Letras y prof. de Latín (UCC, ICPC); Técnica en Com Social (UNC). Prof.Adscripta a
Equipo de Investigación Ciffyh dir : Dra.Cecilia Luque. Profesora adscripta a Literatura I y II Prof. de
Portugués Fac. Lenguas UNC. Cursante de la MAESTRÍA EN ANTROPOLOGÍA ffyh UNC.

1
Se veían, barrios de estilo occidental con grandes mansiones cercadas y
muy custodiadas en la periferia de los centros urbanos. Éstos tenían algunos
grandes edificios, transitadas vías de circulación automovilística, grandes
carteles publicitarios y centros comerciales con venta de productos de marcas
internacionales. En medio de estos espacios urbanos, había unos antiguos
barrios rodeados por antiguas murallas semidestruídas, con pequeñas viviendas
apiñadas y distribuidas de modo irregular, con intrincadas y angostas calles
aptas sólo para la circulación de carros, bicicletas y personas, en los que aún se
mantienen cotidianamente prácticas y ritos de vida comunitaria pertenecientes a
tradiciones ancestrales, algunas de las cuales se mencionan más adelante en
este análisis.

El grupo de turistas en el que yo estaba incluida, recibía las explicaciones de un


guía acerca de las ciudades que íbamos recorriendo; su discurso destacaba diversos
aspectos acerca de todo el progreso que a esas ciudades estaba trayendo la cultura
occidental frente a atraso provocado por los resabios de la desprestigiada cultura
tradicional musulmana, que es sólo valorada actualmente por la grandeza
arquitectónica de algunas antiguas construcciones, por su notable artesanía y por la
sensualidad que incluyen varias de sus danzas tradicionales.
Cumpliendo con el circuito previsto y para corroborar sus afirmaciones, en cada
ciudad importante, el guía nos llevaba recorrer en primer lugar, la parte “moderna”
que en todos los casos, mostraba gente vestida “normalmente”3 , tránsito intenso de
autos, multitud de promociones publicitarias, Bancos y marcas internacionales de
productos de todo tipo…una réplica más de aquellos característicos lugares que
surgen en las ciudades modernas a los que Marc Augé denomina “no lugares” y a los
que me refiero más adelante (Augé, 1996).
Luego, nos llevaron a recorrer algunos hermosos monumentos que
recordaban las épocas de gran poderío de la cultura árabe y por último, a la parte más
“antigua” y “atrasada” pero pintoresca de la ciudad: las Medinas ( su significado sería
“barrios” en un intento por usar una palabra semejante en lenguaje de occidente)
donde se encontraban los Zocos o mercados en donde los marroquíes vendían sus
productos.
Al recorrerlos, me asombró observar cómo , esta desvalorizada y
atemporal cultura, se mantiene todavía realmente viva -inexplicablemente detenida
en el tiempo- en algunos “reductos” que hoy sólo son apreciados a nivel masivo como
un simple punto de interés turístico donde se pueden comprar artesanías de gran
calidad a muy buen precio por medio del “regateo”4. Es precisamente unos de esos
espacios el que me interesa especialmente como campo para el presente análisis :
Las antiguas Medinas que se formaron en torno a los Zocos
Los Zocos son mercados que vienen funcionando desde hace siglos con una
variadísima oferta que va desde alimentos, y vestimenta a objetos y espectáculos
artísticos.
En el zoco se producen tres principales formas de venta, por una
parte el precio fijo que es lo más corriente entre los productos
alimenticios, el precio fluctuante que da lugar al regateo entre comprador
y vendedor, y la subasta, o venta al mejor postor, que es la forma más
corriente de intercambio en la parte denominada joutia. (Mounir, 2008)

2
Están conformados por un multitud de mercaderes que se reúnen cotidianamente
para vender o canjear sus mercancías y que suelen instalarse en el centro de las
Medinas5, se extienden de modo arbitrario por sus intricadas calles y callejuelas6.
Todas ciudades árabes tienen uno o varios Zocos y sus miembros, están agrupados en
corporaciones que por su grado de organización y sus estrictas reglas, han hecho
perdurar esta actividad hasta la actualidad.
Cada oficio tiene su plaza, determinada por la categoría social
de sus integrantes… Los artesanos, elevados al rango de artistas,
son el alma del zoco… El corazón del zoco ha estado ocupado
siempre por las mercancías consideradas de mayor valor, como
sedas y joyas, y aún hoy son los lugares que mejor conservan el
misterio heredado de siglos pasados. Las especias, por ser
mercancías caras, dado que llegaban de lugares lejanos, han estado
siempre en un lugar preponderante. (Mounir, 2008)
Recomiendo para profundizar la temática en relación a los zocos, la lectura el
ensayo del antropólogo norteamericano Clifford Geertz: “Le souk de Sefrou”7 donde
se desarrollan en un profundo y documentado análisis sucesivamente tres temas: El
Bazar ( Zoco) como objeto de estudio y los procesos de formación de esta
institución. El Bazar como fenómeno cultural. Y el Bazar como fenómeno
económico.

Las Medinas que surgen con los Zocos:


¿“villas miseria”… o invalorables Reservorios de culturas en extinción?

Esos barrios o Medinas que rodean a los Zocos son “otro mundo” un ejemplo
muy rico de aquello que García Canclini llama culturas hibridas por su situación
espacial marginal (García Canclini, 1992), pues se encuentran insertados
espacialmente en el propio corazón de las ciudades pero separados de “la parte
moderna o progresista de la ciudad” por la distancia o por antiguas murallas que a
modo de “túnel del tiempo” marcan una transición.
Son espacios densamente poblados donde se mantienen tradiciones antiquísimas y
presentan varias características que –en mi opinión- sirven como un ejemplo de los
denominados por Marc Augé: lugares (Augé, 1996) ,tema al que me refiero más
adelante.
Se presentan en términos de lo que García Canclini ve como un importante
escenario legitimador de lo culto tradicional en un espacio urbano (García Canclini,
1992:263-283) donde no sólo resulta posible admirar y fotografiar una bella e
imponente construcción o un monumento que rememora épocas pasadas sino también
percibir la vida misma de una cultura, desarrollada día a día, con todos los conflictos
de una comunidad viva.
Al llevarnos a recorrer esas Medinas, el guía se preocupaba por mostrarnos el
“enorme atraso” que se mantiene a causa de mantener ciertas costumbres muy
antiguas y aún hoy vigentes de la cultura musulmana, haciéndonos observar algunos
detalles que me interesa mencionar a continuación:

- La mayor parte de las mujeres circulaban por los espacios públicos tapadas con
túnicas confeccionadas en telas vistosas que dejaban ver sólo sus ojos ( a veces su

3
cara) y sus manos. Atuendos que resultarían ridículos para el uso diario en una mujer
occidental.
- Los hombres eran los encargados de coser a máquina los bordados y los vestidos
para que usen sus mujeres.
-Había Mercados populares donde la carne cruda se conservaba en buenas
condiciones “sin frigorífico”…
-Había en las Medinas, baños públicos con agua fría, caliente y baños de vapor;
para que todos días en un horario acordado, se higienicen y relajen por separado
mujeres y hombres dado que en sus casas no tienen el espacio ni el suficiente
suministro de agua para hacerlo diariamente.
- Cerca o dentro de la Medinas hay Mezquitas donde cinco veces al día su
religión les obliga a lavarse y orar concentrados sólo en Alá.
-Había ugares donde (como en las guarderías de Occidente) algunas mujeres se
encargan de cuidar y transmitir sus conocimientos y cultura colectivamente a los
hijos pequeños propios y a los de sus vecinos.
- Se nos explicó el modo de funcionar de ciertas costumbres arraigadas
gracias a la transmisión de aprendizajes y de cultura tales como el aprendizaje de
los mercaderes que progresan en una jerarquía ascendente para llegar a ser maestros o
maâlem, con sistemas pedagógicos muy eficaces:
En esta jerarquía ascendente es el artesano consagrado que tiene
uno o varios aprendices a su servicio, dedicados a adquirir las reglas del
oficio y perpetuarlo. Después de pasar una prueba de grado ante una
comisión de maâlems, serán considerados a su vez como maestros y
podrán abrir su propio negocio. Elegido por el resto de artesanos, la
figura del amine hace oficio de conciliador. Si sus funciones dan
resultado, un amine puede perpetuarse en el cargo, con el acuerdo tácito
de los maâlems. (Mounir, 2008)
El guía, nos pidió disculpas por la “incomodidad” producida por unos
rudimentarios carritos que tirados por animales o personas , transitaban con prisa por
las angostas calles, “molestando a los turistas” llevando dos veces al día a hornear el
pan amasado en las casas , a hornos comunes para luego repartirlo recién
horneado entre todos...
Se nos habló también de la atrasada costumbre que impone a los hombres más
ricos la obligación de cuidar de varias mujeres a las que deben mantener ya que las
múltiples guerras producen una superpoblación femenina…
Finalizando el recorrido y luego de ver haber visto otros monumentos, el Guía,
con la condescendiente aprobación del grupo de turistas, argumentó por fin que esos
barrios eran -dadas sus atrasadas costumbres comunitarias- las villas miseria de
esas ciudades pero que pronto las costumbres de Occidente, modificarían todo ese
atraso incorporando paulatinamente “el progreso” y “sacando por fin de la
miseria y del atraso a toda esa gente”…

Una primera reflexión

Yo me pregunté si todos esos factores tan criticados por la cultura de Occidente en


boca de nuestro guía, perjudican o benefician a los habitantes de esos barrios
carenciados…Todo ese recorrido me hizo poder observar de otra manera a “nuestras”

4
villas miseria; las de los “latinoamericanos occidentalizados”, esas que con diversos
nombres según cada país…crecen a modo de “basural” en la periferia de nuestras
grandes ciudades y a las que damos la espalda para no tomar conciencia de que
continúan creciendo sin ningún tipo de organización ni pauta cultural interna que
no sea la conveniencia de los sucesivos gobiernos que cosechan demasiados votos con
escasas y míseras semillas, o el beneficio de traficantes de sexo, drogas y/o personas
que requieren de su existencia para el progreso de sus fructíferos negocios.
Me alarmó pensar que ese podría ser el futuro de las Medinas que acababa de
conocer; que en nombre de un criterio erróneo de progreso, podrían convertirse en
esos lugares caóticos y sin referencias culturales ancestrales que les dan estructura
sentido y sustento. Y pocas veces se me presentó un ejemplo tan claro del contraste
entre las categorías de lugar y no lugar incorporadas al análisis antropológico por
Marc Augé l y aplicadas a l análisis de la miseria y el desarrollo en diferentes culturas.

El lugar y el no lugar vistos desde diversas miradas.

Seleccionando algunas de las categorías de análisis definidas por Marc Augé al


describir un lugar:
Éste puede ser definido básicamente como un espacio de identidad, relacional e
histórica (Augé, 1996: 83-84) al cual Merleau Ponty denomina un lugar
antropológico:…lugar de una experiencia de relación con el mundo de un ser
especialmente situado en relación con un medio ( en Augé,1996: 85-86).
Ese lugar al que se refiere Marc Augé, posee espacios simbolizados y el uso de
un lenguaje propio, que caracteriza a quienes lo habitan. En él se puede desarrollar una
vida comunitaria regida por rituales tradicionales (muchas veces relacionados con
alguna religión como en el caso de las Medinas) que sirven indirectamente a la
preservación y a la subsistencia del grupo y de su entorno natural8.
En cambio un no lugar según el mismo autor, no puede definirse como espacio de
identidad, ni relacional ni histórico; sino como un lugar que no posee ni prioriza los
espacios simbolizados9 y que en su ámbito usa lenguajes estereotipados y variables en
su formato y duración, que no responden a pautas culturales tradicionales sino a
exigencias de mercado (en la actualidad, sucede a menudo con los lenguajes
artísticos). Se caracteriza además por la soledad, el individualismo, los límites y las
barreras visibles y/o invisibles entre los sujetos que lo habitan; sus estructuras
organizativas tienden a responder a una economía capitalista de mercado que no
protege la supervivencia de la totalidad de la comunidad ni tampoco la de su cultura y
sus recursos naturales no renovables. Merleau Ponty lo denomina lugar geométrico
(en Augé, 1996 : 85-86).
Los trabajos del comunicólogo brasilero Muniz Sodré coinciden en muchos
aspectos con el planteo de Augé y de otros autores que marcan -por diferentes
caminos- la dicotomía modernidad/posmodernidad. Entre esos otros autores pienso
que no deben excluirse a los autores de obras literariasquienes -como en el caso del
escritor y premio nobel José Saramago- abordan la misma problemática desde la
ficción en varias oportunidades como por ejemplo en su novela La Caverna, al
referirse al conflicto entre el oficio tradicional y personalizado del alfarero y el
progreso anónimo y avasallante del centro comercial10.
Volviendo a Sodré; es interesante observar cómo este ivestigador, en una
cuestionadora confrontación, -utilizando terminología de Marc Guillaume (Guillaume,

5
1989: 136-142)- plantea dos diferentes Modelos de Socialización con los que analiza
la violencia urbana en Brasil ; esos modelos pueden aplicarse como herramienta de
análisis para la descripción de otros campos como el que ahora nos
ocupa( Sodré,2001: Cap III ).
El investigador observa además -de acuerdo con otros especialistas en el tema,
que utilizaron los mismos conceptos- que en la actualidad:

Toda la línea de análisis en torno de la dicotomía


Modernidad/Posmodernidad se refiere directa o indirectamente
a tales modelos o a sus antagonismos en la contemporaneidad
(Sodré, 2001:34 )

Para tener una idea más clara de la diferencia entre ambos, los describo
brevemente:

Se trata de los modelos denominados respectivamente Modelo de Irradiación y


Modelo de Secuenciación:

a) El modelo de Irradiación (al cual relaciono con el concepto de no


lugar de Augé) se caracteriza por un esquema comunicativo en el cual

un centro (lugar de absorción y de transformación del flujo


histórico-dinámico de la vida social en proyecciones fantasiosas que
fingen dar cuenta de realidades objetivas) irradia efectos de los
mensajes simultáneamente sobre una colectividad” (Guillaume,
1989:142)

podría graficarse con la forma de una estrella.


La comunicación telerreal que predomina en este modelo no es interpersonal sino
mediada por la tecnología: (pantallas, aparatos de TV, radios, publicidad, etc.). Las
formas de socialización acompañan la profunda mutación cultural (…) permitiendo la
emergencia de nuevos modos de ser y de comunicarse” (Sodré, 2001 : 34-35), las
tecnologías masivas utilizadas impiden la posibilidad de respuesta y de diálogo entre
los miembros de la comunidad, o entre ellos y el centro de poder.
Todo esto provoca la existencia de una ontología relacional precaria:
denominada masa, en la que se destaca el hombre notorio quien aparece en los
medios de comunicación social (ver Neme, 2007: 129-140) pero no tiene contacto
humano con la comunidad ni posibilidad de diálogo. La opinión pública se
manipula desde un sistema corporativo existente entre el Gobierno y los medios de
comunicación masivos del que se benefician ambos (Sodré, 2001 : cap. V)

b) En cambio el modelo de secuenciación (al cual relaciono con el concepto de


lugar de M. Augé) “se caracteriza por una circulación secuencial de los efectos en la
colectividad. La epidemia, el rumor boca a boca, la imitación” (Guillaume, 1989 :
136). Por la comunicación interpersonal y no mediada por la tecnología.
Su esquema comunicativo podría graficarse con una línea continua y ondulada
formada por puntos que se vinculan entre sí. Este modelo supone la posibilidad de
respuesta de diálogo y de comunicación interpersonal. La plaza, la vereda o –en

6
este caso las calles , el templo y los baños comunitarios, se constituyen en un sitios
concretos de encuentro comunitario, donde se hace posible la comunicación “cara a
cara”, posibilita la reunión de una multitud, a la que Sodré se refiere como una

cadena humana susceptible de identificaciones y


emociones profundas, capaz de una voluntad de acción en la
historia”. En este modelo, la comunidad posee “la capacidad de
accionar los mecanismos simbólicos y los valores de
ordenamiento social que presiden la interdependencia de los
individuos. Es posible el compromiso humano y la expresión de la
voluntad comunitaria. (Sodré,2001 : Cap.III )

Una paradójica conclusión

Al comparar ambos tipos de barrios marginales carenciados (las Medinas que


rodean a los Zocos marroquíes y nuestras villas miseria que no describo en este trabajo
porque convivimos con ellas…), logro ver al desarrollo ofrecido desde la economía
capitalista de mercado, desde un nuevo punto de vista y me pregunto:
-¿Qué de tipo de “ventajas” trae el “progreso” a la gente más pobre de los países
no desarrollados si les “reemplaza” sus antiguas culturas por la cultura de un consumo
que no les sirve y al que no pueden acceder nunca plenamente?
- ¿Qué es esto de “progresar” cuando se pasa de un modo de organización
tradicional , antiguo y eficaz, relacionado con la geografía y los recursos naturales
; a una desarticulación de esos órdenes en función de las necesidades de marketing de
empresas y bancas multinacionales?
Nuestras villas son un dramático ejemplo del no lugar que describe Augé en las
ciudades modernas donde

… los sujetos se pierden en la muchedumbre…donde ni la


identidad, ni la relación, ni la historia, tienen verdadero sentido,
donde la soledad se experimenta como exceso o vaciamiento de la
individualidad…( Augé,1996: 82 a 89).

digo dramático porque a la desvalorización y hasta a la carencia de una cultura


propia, se le suma un grado extremo de pobreza material que por añadidura enriquece a
otros…
Estas preguntas no tienen todavía una respuesta y menos aún una solución; la
única ventaja de todo este análisis es la toma de conciencia acerca de este nuevo modo
de ver a las culturas y el desarrollo de la capacidad de observación para lograr
comprender el enorme el daño que nos hacemos sobre todo a nosotros mismos (hablo
desde mi pertenencia a la cultura occidental) al ignorar y avasallar culturas que no
conocemos...y que quizá como argentinos de múltiples orígenes, llevemos en nuestra
propia sangre sin haberlo todavía ni siquiera reconocido...

Eleonora Neme, Córdoba, Marzo 2008

7
8
1
Seudónimo de Julien Viaud, novelista francés (1850-1923). Usó Oriente como escenario de varias de sus obras.
2
La extensón del presente trabajo no me permite profundizar este tema que resulta de sumo interés.
3
Ropa Occidental.
4
Ver http://www.tu.tv/videos/marruecos-zocos-de-marruecos.
5
Fuera de las murallas y el perímetro de la ciudad, solían establecerse los zocos de ganado y en ocasiones
de verduras frescas, que los campesinos traían de los huertos de los alrededores…Aún hoy, en muchos lugares,
siguen coexistiendo el zoco principal del centro y otros más pequeños enclavados en puntos estratégicos de las
salidas de las ciudades. En cambio en los pueblos, el zoco ocupa un espacio delimitado en el exterior. Suelen ser de
carácter semanal, algunos mensuales y otros anuales coincidiendo con Moussems o celebraciones especiales.
Algunos pueblos incluso han llegado a existir alrededor de un zoco establecido semanalmente y han heredado de éste
su nombre actual, así por ejemplo estarían las poblaciones de : Tlat Bougrada(los martes), Souk l’Arba (los
miércoles), Khemis Zemmara (los jueves), Jamâat Shaïm (los viernes), Sebt Gzoula (los sábados), Had Draa (los
domingos) (Mounir, 2008)
6
Originariamente ciudades como Marrakech se han desarrollado al abrigo de un zoco que era lugar de descanso y abastecimiento de
las caravanas que se dirigían hacia Tombuctú. (Mounir, 2008)
7
Se publicó como ensayo en inglés en el año 1979. Estudio antropológico de los datos obtenidos en un trabajo realizado entre los años
65 y 71 en el mercado de Sefrou.. El autor reflexiona abundantemente sobre los aportes del zoco a la economía general del país sobre las
relaciones sociales que se daban entre los distintos actores. Para Geertz el zoco es una institución clave en la historia de Marruecos, tanto
como puedan ser para China la burocracia de los mandarines.
8
Tal es el caso por ejemplo de los baños públicos o del pan horneado de modo comunitario,que son un modo de mantener
condiciones mínimas de higiene y preservación del ambiente y de la salud de los habitantes.
9
Debemos tener en cuenta en nuestras apreciaciones que, como Sostiene Augé “ el lugar y el no lugar son más bien
polaridades falsas” ( Augé,1996: 84) . Se usan de este modo esas categorías para visualizar con mayor claridad La
oposiciones de los lugares y espacios que se describen..
10
Tema trabajado por mi en tres obras de Saramago ; ver (Neme,2007: 129-140)

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