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Toda una experiencia

Me apasiona el cine; ver cine; pensar en y con el cine. Y cuando digo cine
no digo simplemente pelculas. El cine no solo es entretenimiento, sino
estremecimiento, reflexin, extraamiento. El cine se parece a la vida, a
las verdaderas experiencias vitales, que tampoco son solo actividades. Un
buen ejemplo es el cine de los hermanos Dardenne. Recuerdo una
conmovedora escena de El hijo en la que Olivier -un maestro de oficios
que trabaja con chicos problemticos en un taller de carpintera- descubre
que su nuevo aprendiz (Francis) es, ni ms ni menos, quien mat a su hijo
y cambi para siempre el curso de su vida. El maestro quiere saber todo
sobre ese enigmtico aprendiz, pero nunca le pregunta. Necesita saber,
necesita un porqu, pero llegar a saber la verdad le aterra. La escena
concreta a la que me refera se desarrolla en el momento en el Magali -la
ex-mujer de Olivier- descubre que el chico con el que su ex-marido ha
establecido una relacin es Francis. No pudiendo soportar lo que acaba de
descubrir se desmaya. Despus del shock sufrido, Olivier la sienta en el
coche y ella acaba despertando. An bastante trastornada acierta a decir:
Magali: Nadie hara lo que ests haciendo.
Olivier: Lo s.
Magali: Y, por qu lo haces?
Olivier: No lo s.

Una experiencia es aquello que modifica nuestra forma de ver, de sentir,


de vivir. La verdadera experiencia amorosa, educativa o poltica nos lleva
por un camino como a Olivier- que seguramente no hemos elegido, pero
que no podemos abandonar. No elegimos nuestros amores, nuestras
pasiones, ni el sentido ltimo de lo que hacemos pero no dejamos de
hacerlo. Esa es la experiencia del amor; esa es la experiencia poltica.

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