Está en la página 1de 1

TE

EL CRITERIO ESPIRITISTA.
R E V I S T A

Q U I N C E N A L

D E

E S P I R I T I S M O .

FUNDADOR, ALVERICO PERN.


M\DRID, i." DE NOVIEMBRE DE
INTRODUCCIN.
Gran misin es en este momento la
nuestra; grande el trabajo que sobre
nosotros echamos. Esto no se nos ocult a , y que valemos poco para ello, inmodestia fuera no confesarlo.
Al lanzar la arena pblica E L CEIT E R i o ESPIRITISTA, adivinamos tres preguntas mentales que el pblico nos dirigir.
Qu fin os impulsa?
Qu creis ?
Qu nos venis ensear ?
Tanto es lo que nuestra imaginacin se agolpa para contestar estas,
al parecer, sencillas preguntas, que nos
serian precisos algunos volmenes para
contestarlas.
Pero, puesto que hemos de concretarnos los estrechos lmites de un artculo de introduccin, procuraremos dar
xma idea concisa, pero clara, de nuestro propsito, para que, siendo conocido, pueda ser debidamente juzgado.
Tiempo y pginas nos quedarn para
en el curso de nuestra publicacin desenvolver extensamente lo que hoy tan
Blo n o s es dado indicar.

Qu fin nos impulsa, deseis saber?


Pues oidlo.
Ofrece el mundo nuestros ojos, en
la poca presente, un espectculo lastimoso, triste, desconsolador.
Gran parte de nuestros hermanos
(que, creyentes incrdulos, todos son
nuestros hermanos) marchan, unos arrastrados por la soberbia que en ellos
ha despertado un poco de ciencia mal
aprendida y torcidamente aplicada;
otros escpticos por sistema, dudando
hasta de su propia existencia ; los ms
posedos de una estril indiferencia, y
todos con un vaco en el alma, imposible de llenar, marchan, repetimos, con
paso vacilante y temiendo encontrar al
fin de su camino un amargo desengao.
Nadie, absolutamente nadie, deja de
aspirar, pesar suyo, una dicha, una
tranquilidad de espritu que en vano
busca por doquier ; todos, cual ms,
cual menos, somos desgraciados; pero
aquellos de nosotros que bendecimos
nuestros dolores, porque comprendemos su utilidad futura y svi justicia
presente, posedos del ms vivo inters,
salimos cariosamente al encuentro de
los dems con el intento de decirles que
marchan por un camino sembrado de
escollos, que nosotros queremos llenar
de luz, alumbrndole con la antorcha
de nuestra fe.

También podría gustarte