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EL SEGUNDO SEXO
Beauvoir
Captulo II
El punto de vista psicoanaltico
Captulo III
El punto de vista del materialismo histrico
ella la categora original del Otro, y una pretensin original de dominar a ese
Otro, el descubrimiento del til de bronce no habra podido comportar la
opresin de la mujer.
Engels tampoco explica el carcter singular de esta opresin. Ha tratado de
reducir la oposicin entre los sexos a un conflicto de clases; por otra parte, lo
ha hecho sin mucha conviccin: la tesis no es sostenible. Verdad es que la
divisin del trabajo por sexos y la opresin que de ello resulta, evocan en
algunos aspectos la divisin en clases; pero no se deben confundir: no hay
ninguna base biolgica en la escisin entre las clases; en el trabajo, el
esclavo adquiere conciencia de s mismo frente al amo; el proletario siempre
ha comprobado su condicin en la revuelta, regresando por ese medio a lo
esencial, constituyndose en una amenaza para sus explotadores; y a lo que
apunta es a su desaparicin en tanto que clase.
Finalmente aclara que la relacin sexual que une la mujer al hombre no es la
misma que la que l mantiene con respecto a ella; el lazo que la une al nio
es irreducible a cualquier otro. La mujer no ha sido creada por el solo
instrumento de bronce: la mquina no basta para abolirla. Reivindicar para
ella todos los derechos, todas las oportunidades del ser humano en general,
no significa que haya que cerrar los ojos ante lo singular de su situacin. Y
para conocerla hay que desbordar al materialismo histrico, que no ve en el
hombre y la mujer sino entidades econmicas.