de cuatro reinos sobre el mar: Rosala con Efigenia y Lucila con Soledad. En el valle de Elqui, ceido de cien montaas o de ms, que como ofrendas o tributos arden en rojo y azafrn. Lo decamos embriagadas, y lo tuvimos por verdad, que seramos todas reinas y llegaramos al mar. Con las trenzas de los siete aos, y batas claras de percal, persiguiendo tordos huidos en la sombra del higueral. De los cuatro reinos, decamos, indudables como el Corn, que por grandes y por cabales alcanzaran hasta el mar. Cuatro esposos desposaran, por el tiempo de desposar, y eran reyes y cantadores como David, rey de Jud.