Mi nica carta de amor.

Una vez le escrib una carta a una chica del colegio que me gustaba mucho. Yo tena 11
aos y ella 13, dos aos ms que yo en ese momento, y eso en el colegio era bastante.
Recuerdo que me demor tres semanas. Finalmente, cuando se la entregu, se puso a
llorar. Me dijo que era muy tierno, pero que no poda corresponderme porque era muy
"chiquito". Y en verdad lo era. Ella era una cabeza ms alta que yo. Desde ese momento
sent que no vala la pena escribir cartas de amor y no lo hice ms. No funcionaban.
Cuando escribo, a veces, pienso en esa carta. Pienso en mi esfuerzo que no dio el
fruto que yo esperaba. Lo curioso es que no recuerdo el contenido exacto. Solo recuerdo
el nerviosismo que senta para seleccionar las palabras adecuadas: como si hacerlo mal
me traera graves consecuencias. Y es lo mismo que siento ahora. Me parece que nada
de lo que escribo est en el lugar correcto y dudo. Esa misma duda que me hizo demorar
tres semanas con la carta, es la que me atormenta y no me deja avanzar cuando quiero
sentarme a escribir algo. Lo ms complicado, es que al escribir pienso es en la
posibilidad de quedar como un tonto: como aquel pequeo nio que se arriesg a
declarar sus sentimientos en una hoja arrancada de algn cuaderno y fue rechazado. Me
gustara recordar exactamente lo que deca la carta. Saber si era buena o mala. Tal vez
me ayudara a entender porque hasta ahora pienso en ella cuando escribo.
Lo que si recuerdo es que Katty as se llamaba- unos aos ms tarde, me dijo
que an conversaba la carta. Me qued con las ganas de pedrsela. Ahora no s nada de
ella, ni si an conserva ese pedazo de papel. Seguir con la duda si la carta fue buena o
mala.