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Pablo Neruda Soneto 22

Cuntas veces, amor, te am sin verte y tal vez sin recuerdo,


sin reconocer tu mirada, sin mirarte, centaura,
en regiones contrarias, en un medioda quemante:
eras slo el aroma de los cereales que amo.
Tal vez te vi, te supuse al pasar levantando una copa
en Angola, a la luz de la luna de Junio,
o eras t la cintura de aquella guitarra
que toqu en las tinieblas y son como el mar desmedido.
Te am sin que yo lo supiera, y busqu tu memoria.
En las casas vacas entr con linterna a robar tu retrato.
Pero yo ya saba cmo era. De pronto
mientras ibas conmigo te toqu y se detuvo mi vida:
frente a mis ojos estabas, reinndome, y reinas.
Como hoguera en los bosques el fuego es tu reino.

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