Caminaba por la vereda de la plaza, al ver un banco vaco, me detuve a descansar.
Sentado all extend mis brazos sobre la madera del ancho respaldo; levant la vista, y observ un cielo celeste atrapado entre las hojas y ramas de los rboles. Una densa nube blanca se estiraba en lo alto, formando una angosta manga que se estiraba en la cola del avin de pasajeros que iba rumbo al norte. De pronto desapareci entre las hojas que cubran las ramas que se extendan en la copa del rbol. Baj la vista, y sent algo raro. Palp la zona del bolsillo del pantaln, y asombrado not que faltaba mi billetera, tambin mi reloj pulsera, mi anillo y el telfono celular. Rpidamente me levant del asiento y observ a dos jvenes, que subieron a una moto y pude ver que el rodado se perda a lo lejos dejando por detrs, una manga angosta de humo color blanco y celeste, que se disipaba en el aire. Vi crecer la angustia y la bronca, porque estuve distrado.