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ltima vigilia

Qu oscuras son tus sienes,


tus manos, qu pesadas.
Tan lejos ya de m
que no me escuchas?
Bajo las llamaradas de la luz
ests tan triste y tan envejecida.
Tus labios cruelmente
crispados en eterna rigidez.
Maana ser ya todo silencio,
y quiz est en el aire
todava el crujir de las coronas,
y un olor a podrido.
Pero las noches cada ao
se vacan an ms.
Aqu, donde yaca tu cabeza
y ligera fue siempre tu respiracin.
Versin de Ernst Edmund Keil
"Tres poetas expresionistas alemanes" Ediciones Hiperin 1998

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