Ofelia

I
Ratas de agua anidan en su pelo,
y anillos en sus manos, que como aletas son
sobre las olas; nada en la sombra
selva grande que en el agua reposa.
El sol postrero que va errante y a oscuras
se hunde profundamente en su cabeza.
Por qu muri? Por qu tan sola nada
sobre el agua que enreda los helechos?
El viento acecha en los espesos juncos
como mano que espanta los murcilagos.
Hmedos por el agua, con sus alas sombras
en el oscuro ro se alzan como humo,
como nocturnas aves. Largas anguilas blanquecinas
sobre el pecho resbalan. Una lucirnaga aparece
en su frente. Sus hojas llora un sauce
sobre ella y su pena silenciosa.
II
Granos. Sembrados. Y el rojo sudor en la mitad del da.
Los amarillos vientos de los campos duermen silenciosos.
Ofelia quiere dormir, un pjaro, se acerca.
Le abrigan, blancas, las alas de los cisnes.
Los prpados azules sombrean dulcemente
y entre el aire que brilla en las guadaas
suea en el carmes de algn abrazo
sueo eterno en su eterna sepultura.
Pasa, vuelve a pasar. Donde la orilla suea
con el bullicio de la ciudad, y el ro blanco
rompe diques y el eco largamente
retumba. Donde se oye, ro abajo,
el son de llenas calles. Repique de campanas.
El silbido de un tren. Lucha. Cae al oeste
sobre cristales empaados una sorda luz crepuscular
en que con brazos gigantescos una gra amenaza,

tirano poderoso, la frente ennegrecida,

Moloc al que rodean sus siervos de rodillas.
Carga de puentes que atraviesan con pesadez el ro
tal si lo encadenaran, dura condenacin.
Nada invisible que acompaan las olas.
Pero all donde cruza ahuyenta multitudes,
con grandes alas, un pesar profundo
que ambas orillas ensombrece a lo ancho.
Pasa, vuelve a pasar. Cuando se entrega tarde a la tiniebla
el alto da oeste del verano,
donde en el verde oscuro de los prados reposa
el cansancio sutil de la tarde lejana.
Lejos la arrastra el ro, mientras se hunde
en luctuosos puertos invernales.
Tiempo abajo. Por entre eternidades
cuyo horizonte humea como fuego.
Versin de Ernst Edmund Keil
"Tres poetas expresionistas alemanes" Ediciones Hiperin 1998