El PSOE ha perdido poder para liderar porque el gran centro que
formaba con Ciudadanos, ya dbil el 20-D, se ha debilitado an ms en escaos el 26-J. Al PP le compete desactivar con inteligencia la capacidad de rechazo socialista En un sistema multipartidista (y el espaol lo sigue siendo aunque el 26-J haya acentuado los residuos bipartidistas), el voto de los electores otorga a los partidos un diverso y variable poder de coalicin.
Ese
poder
otorgado
determina
cuantitativa
cualitativamente el peso poltico y el estatus de cada uno: les
indica sus posibilidades y les seala sus lmites. Para entender de manera operativa lo que el poder de coalicin significa en un sistema multipartidista conviene distinguir cuatro dimensiones: poder de liderar, poder de reforzar, poder de legitimar y poder de rechazar. El poder de liderar define la capacidad que los resultados electorales conceden a uno o ms partidos para promover primero, y construir despus, coaliciones de gobierno viables, entendiendo por tales las que siendo polticamente razonables son adems numricamente posibles. El ejercicio del poder de liderar implica proactividad, no pasividad, y reclama inteligencia negociadora para, yendo ms all del logro de la propia aquiescencia del resto, incluir a los que puedan reforzar el liderazgo y desactivar a los dems, situndolos en el margen del rechazo.