Está en la página 1de 2

El Ingrediente Perdido de la

Prosperidad
Durante aos escucho hablar de la prosperidad divina y la
gente solo coloca el nfasis en el dar y el recibir pero se olvidan
de lo principal que es lo que veremos en esta corta enseanza.
Deuteronomio 8:18
18 Sino acurdate de Jehov tu Dios, porque l te da el poder
para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que jur a
tus padres, como en este da.
En este pasaje vemos el hecho de que Dios nos da el poder
para hacer las riquezas, es decir somos nosotros los que
debemos hacerlas. No van a venir del cielo solo porque hemos
dado sino que nos corresponde trabajar a nosotros.
Deuteronomio 28:8
8 Jehov te enviar su bendicin sobre tus graneros, y sobre
todo aquello en que pusieres tu mano; y te bendecir en la
tierra que Jehov tu Dios te da.
Nosotros debemos poner las manos en algo para que Dios
pueda bendecirlo, si no queremos trabajar en nada Dios no
tiene como bendecirnos.
2 Tesalonicenses 3:10
Porque tambin cuando estbamos con vosotros, os
ordenbamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco
coma.
Es posible que pasemos un tiempo que no tengamos un
trabajo, y en ese caso llegar la bendicin sobrenaturalmente,
pero debemos tener la disposicin y deseo de trabajar para que
de ese modo Dios bendiga la obra de nuestras manos.
Un amigo cristiano chileno que era chef se qued sin trabajo; y
durante 6 meses por ms que buscaba no encontraba, me
contaba que en ese tiempo no solo no le falt sino que recibi
ms abundantemente que cuando trabajaba. Finalmente
consigui un nuevo trabajo donde reciba el doble de lo que
antes.

Dios nunca se olvida de nosotros porque nos ama.


El asunto es que si uno no desea trabajar, es mejor que se
ponga espiritual y ayune, porque Pablo dijo que el que no
quiere trabajar que tampoco coma.
Efesios 4:28
28 El que hurtaba, no hurte ms, sino trabaje, haciendo con sus
manos lo que es bueno, para que tenga qu compartir con el
que padece necesidad.
Al trabajar no solo suplimos nuestras necesidades sino que
activamos la ley de la siembra y la cosecha pues tenemos la
oportunidad de poder bendecir a otras personas.
As que trabajemos para darle a Dios la oportunidad que
bendiga la obra de nuestras manos.

También podría gustarte