y una vida ya entregada por vocacin; llagas del verbo entregado y un dolor, algn recuerdo de lo que fue la misin.. El profesor de setenta aquel gigante, pausado es su caminar, herida su piel, clamor y quejido del instante el cuerpo ya cansado no le es fiel. Antes que te vayas, profesor forjador, y el yunque hayas dejado con dolor, y te conviertas en paria del olvido, recuerda los destellos del aula y su clamor, antes que la fra loza te llame, lugar temido. Slo el alumno deja en ti triste dolor cuando te alejas del aula entristecido. Profesor viejo, hoy te plasmo aunque te hiera el recuerdo de alegras que se fueron, deseo plasmar el sentir a mi manera para expresar tus verbos que en mi florecieron