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en el sistema-mundo (y en contra
de la aquiescencia sovitica a esa heg'emona)
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la
transform en un elemento importante de disciplina
historia del Partido Comunista Chino). Sin embargo, en don
de las circunstancias revolucionarias incluan una gran canti
dad de actividades espontneas (como fue el caso de la Re
volucin rusa de 1917 o el triunfo de Castro en Cuba), la
espontaneidad signific un quiebre en los constre11imientos
sociales y, por lo tanto, se asociaba, al menos en la fase ini
cial, con la contra-cultura (por ejemplo: "el amor libre" en la
Rusia pos-1917). La revolucin de 1968 tuvo, por supuesto y
de forma particular, un fuerte componente de espontanei
dad y de esta manera, como dice la tesis, la contra-cultura se
convirti en parte de la euforia revolucionaria.
No obstante, como todos hemos aprendido en la dcada
de los setenta, es muy fcil disociar la contra-cultura de la
actividad poltica (revolucionaria). En efecto, es fcil tornar
las tendencias contra-culturales en estilos de vida orienta
dos, muy redituables, hacia el consumo (la transicin de los
yippies en yuppies). Por tanto, mientras que la contra-cultura
de la nueva izquierda era lo sobresaliente en la mayora de
estas fuerzas, como lo vean sus enemigos, en ltima instan
cia era un elemento menor en el cuadro. Puede ser que una
de las consecuencias de 1968 fuera que los estilos de vida
dionisacos se difundieran con mayor amplitud, pero no es
uno de sus legados. Es a los legados polticos a los que debe
mos volver ahora.
II.
Los LEGADOS
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LAS LECCIONES
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Es obvio que existen otras formas del poder social -el poder
econmico, el poder cultural (la hegemona de Gramsci), el
poder sobre s mismo (la autonoma individual o de "gru
po"). Y es, tambin obvio, que los individuos, los grupos, las
organizaciones, buscan de manera constante tales tipos de
poder. Pero cmo los esfuerzos por obtener dicho poder se
articulan con la actividad poltica de los movimientos sist-
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El hecho de que hayan seis variedades de movimientos sist1nicos, una variedad "vieja" y una "nueva" en cada una de
las tres diferentes zonas, no me parece accidental. Refleja
una diferencia de realidades polticas en las tres zonas. Exis
ten ciertos intereses polticos unificadores que pudieran ori-
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CONCLUSIN
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