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Todos nosotros asumimos actitudes ante la vida y las personas. Igual hacemos con Dios,
asumimos determinadas actitudes que pueden ser valiosas para Él, pero no significa que
todas tengan igual valor.
La Biblia nos narra sobre una familia compuesta por tres hermanos (Lázaro, Marta y María)
a quienes Jesús amaba mucho. En estos personajes podemos ver reflejada las actitudes
del pueblo cristiano para con Dios, veamos cada una, y enfoquémonos en la que era más
importante para el Maestro, para así aplicarla a nuestra vida:
Lázaro era el tipo de hombre que revela que no era muy apegado al Señor.
Lázaro era el tipo de seguidor que no mantenía muy buena y profunda relación
con su maestro. Entre los creyentes que tipifica Lázaro están:
Encontramos muchas personas pensando que lo mejor que les puede pasar
en la vida es recibir sanidad o bendiciones materiales. Piensan que eso es lo
más maravilloso que Dios puede hacer.
C. Los que se resignan con que Dios los ame, pero ellos no aman a Dios.
Algunas personas no son recíprocas ante el amor de Dios. Les basta saber
que el Señor les ama pero no le corresponden.
Marta era el tipo de mujer que se re esforzaba por hacer las cosas bien, por
tener todo en orden. A ella le gustaba trabajar para Dios, y se dedico tanto a las
labores que descuido lo que para Dios tenía mayor importancia. Su con el Señor
era buena, pero no la mejor. Marta tipifica a:
Marta pensó que lo que más le iba agradar a Jesús era que le sirviera durante
toda su estadía en su casa. Ella pensaba que esta era la mayor bendición que
podía recibir alguien. Existen cristianos en este época que piensan igual, pero
esa no es “la mejor parte”.
Hay creyentes que se imaginan que tener un gran ministerio es tener un alto
nivel espiritual. Piensan que el ministerio es muestra de haber alcanzado lo
mejor de Dios, y están en un error.
María es el tipo de mujer que, al igual que la reina Ester, no solo se conforma
con su posición en el reino que quiera ser la amada del rey. Esa es la actitud
más valiosa e inteligente para Jesús, esa es la mejor parte. María tipifica a:
A. Los que rompen con los límites para poder estar cerca de Dios.
Marta pensó que lo que más le iba agradar a Jesús era que le sirviera durante
toda su estadía en su casa. Ella pensaba que esta era la mayor bendición que
podía recibir alguien. Existen cristianos en esta época que piensan igual, pero
esa no es “la mejor parte”.
Ahora bien, ¿Qué motivó a Jesús a pronunciarse sobre la actitud de María, diciendo que
había escogido la mejor parte? La razón es que ella estaba a sus pies deleitándose en su
presencia y escuchando sus palabras.
*Adaptado del sermón “La actitud más valiosa para Jesús” por Pastor Hemel Jiménez. Junio 28,
2009