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TEXTO INTRODUCTORIO:

"Mente y Conocimiento Sensible: Estética y Sentidos".


Parte-II

Algunas apreciaciones "aclaratorias" ...

Quizá se agolpen razonamientos, sentimientos y -hasta- silencios en relación a


la fundamentación "trivial" de la naturaleza del conocimiento en su ser-biológico,
o las afirmaciones sobre el pensamiento sin más (despojado de las cualidades
morales de lo racional/irracional). Es posible que los aspectos comprensivos de
estas constataciones, en el marco de una reconsideración de los elementos
científicamente probados, contribuyan a suavizar alguna "perplejidad".

Trataré de incidir en relación a la afirmación de que lo "racional" y lo "irracional"


son, en lo básico, categorías morales, aunque "bien-disfrazadas" de objetiva-
realidad natural por una consideración "lógica-equívoca" que no pudo
desprenderse del "espejismo-egocentrista" desplegado en la "mente-humana",
quizá, temiendo caer en algún pozo-profundo de "irracionalidad-biológica"
demasiado fácilmente asumida. Al consentir en esto, la mente-humana se
adentra -sin opción- en un pozo-metafísico, en un pozo-moral.

Un poco más adelante, continuaré en relación a la fundamentación "trivial" (el


pensamiento en su evidente "cualidad" biológica), y repasaré -en lo posible- las
cuestiones que permiten intuir -siquiera- las maneras y métodos en que pueden
asentarse bases-documentadas para una comprensión sistemática al respecto.

El tiempo de lo "racional" es pasado, en el sentido en que podemos desplazar


este concepto de la categoría objetiva-natural, y entender sus componentes
(útiles, por otra parte) como afirmativas de su naturaleza moral.
A lo largo de la historia del pensamiento filosófico, la razón, poderosa
herramienta-capacidad valorada, sustento de una ciencia gestándose en el
albor de la civilización (digamos humana, siendo el caso), advierte de una
"esencia" que (en castellano) se orienta, sin disimulo, hacia el sentido de "raza",
como esencia "superior" adscrita a las personas en exclusiva y "natural"
cualidad diferenciadora.

No escaparía de esta lógica la relación, complementaria, visualizable en el


concepto "co-razón" (corazón), adscribiendo lo emotivo al nivel de una co-
razón, o una co-razonada, que fluyera desde un paralelo sentido co-sustancial,
también, a la razón, y formando una entidad de vida (cuerpo/mente) humana.

Esto en castellano es sencillo, quizá algo menos evidente resulte en otras


lenguas... donde razón y corazón no comparten una construcción basada en el
co (de la misma cosa) ... (en euskera, ko asigna pertenencia, ej., Gernika'ko
Arbola=Árbol de Guernica, en el inglés, Gernika's Tree)

Se puede entender la frase: "a-sintiendo la razón expresada, los asistentes


convinieron en dar por buena la idea". Se destaca el sentir afirmativamente la
razón, y esto lo vincula al "compartir la razón", a la coincidencia formal y
expresada para argumentaciones de la razón.

Para el lenguaje castellano, este "sentir la razón" no sería trasladable, en


idéntico, a otros seres vivos; el sentido quedaría un tanto "fabulado". Así, ej.,
una afirmación tal que: "a-sintiendo la razón, el cachorro convino en dar por
buena la idea transmitida por su amo". Esto chirría y hace mucho ruido fuera de
la poética; más bien, se utilizaría un metafórico: "entendiendo las razones de su
amo, el cachorro obedeció", o un más probable quizá: "obedeciendo la órden de
su amo, el fiel cachorro acudió" (por poner el caso). Sin embargo, en todas las
miradas-lecturas posibles, el cachorro... entendió.

El lenguaje-castellano no cierra-herméticamente las puertas al entendimiento, al


pensamiento animal, a la comunicación entre especies. De hecho, nunca lo ha
hecho; y no se trata del resquicio de la creencia-animista, sino de la lógica
perceptiva humana mejor conectada con la observación acumulativa de la
biología en que se integran personas y culturas (en raíz del ser).

Se pueden encontrar otros enfoques-matices, ej., co-razón y co-raza (coraza)


esta última como protección efectiva, o capa-razón (caparazón). En casi todos
los esquemas de construcción-castellana de conceptos (de la razón) fluye la
esencial referencia a la raza como potencia superior de entendimiento y vida,
también -entonces- un argumento de protección (de la humana vida).

No insistiremos mucho en esto. En otras lenguas en las que puedan no existir,


en idéntico, las tales directas construcciones simbólicas (las letras en las
palabras, y la formación de los conceptos de la razón), sí que existen -y son
notorias- las vinculaciones en relación a su asignación diferenciada a las
personas, a la mente humana como categoría "superior" de entelequia.

Esta subyacente realidad ha marcado la lógica y la comprensión de manera


inequívoca-cierta y moral (la moral-humana). Es, por tanto, un "espejismo-
egocentrista" atenazador de la mente humana, y se manifiesta en la misma
consideración del concepto razón (capacidad de pensamiento-raciocinio como
potencia superior y cualidad inherente a las personas).

El "buen" pensamiento humano "racional" elevado a la cúspide de la auto-


valoración (como "debe ser", aunque, en demasiadas ocasiones, termine no
siendo ni bueno, ni racional; y lo que es severo, exactamente lo contrario del
"debe ser" inicial-presupuesto).

La Razón Humana... y una cierta lógica confusa.

Si analizamos la realidad biológica mejor establecida acerca del funcionamiento


de la mente, acerca de la conciencia (de un@ mism@, de otros, de las
relaciones con el medio), es fácil mostrar-entender que nuestra naturaleza
humana está -en lo intrínseco e indisoluble- adscrita al fenómeno social; y que
esta realidad no implica una disolución de la individualidad.

Mutatis mudandi, la misma ley-natural se ha constatado en múltiples grupos de


otros animales, ej., los primates, y otras especies no tan cercanas (aves, otros
mamíferos, insectos, y un amplio etc.).

La jerarquía social, en la mayor parte de los grupos biológicos, tiene unas


componentes funcionales-estructurales bien asentadas en las multidimensiones
en que prospera la vida de las especies "sociales", "gregarias", "culturales".

Al referir "multidimensiones" no se está haciendo referencia a un étereo-


indeterminado grupo de vías-relacionales que "determinan-condicionan" las
resultantes de vida. En contrario, se identifican así las constatables y plurales
sustentaciones de lo obvio, lo acumulativo, lo que es repetitivo, y la confirmable
generalidad; incluso, aun no estando absolutamente identificadas-todas las
existentes estructuras funcionales y vitales. La biología hace tiempo que trabaja
con realidad innumerable-cambiante, adaptativa y progresiva, sucesional, viva
en redundancia (no es prudente dejar de enfatizar).

En el pensamiento, a lo largo de la Historia Humana, la noción de jerarquía se


ha hecho presente con mayor o menor intensidad, asignándose, también (y con
curiosidad), jerarquía al pensamiento de quienes ya no estaban "vivos", salvo
en sus obras, o en el recuerdo-transmitido de las mismas. Es la cita.

De la misma manera, se nos muestran innumerables actos de auto-afirmación


(a favor y en contra de la jerarquía-establecida) y, sobre todo, se nos muestran
generalizables comportamientos "pensadores" gustosos de obtener un cierto
grado posible de incidencia universal, de oportunidad para el ejercicio de la
influencia, el prestigio, o la consecución práctica (teórica incluida).

No es posible ejercer aquí una sistemática presentación evolutiva del concepto


"razón", del concepto "racionalidad", del concepto "racional", y su opuesto
"irracional"; o de la sin-razón (que no es exactamente lo opuesto a razón, sino
lo que se opone a con-razón; también, hay un argumento conceptual que los
une, ej., la "duda"; de ahí, "dualidad", como marco en la escogencia entre-
opciones, cuando ello es posible, o imposible racionalmente/irracionalmente).

La súper-valoración de la razón, del pensamiento-cierto, en la evolución de la


filosofía, la ciencia y la humanidad, en general, se ha conducido desde una
doble perspectiva que puede, quizá, resumirse: (1) la razón como facultad
capacitante para "acceder" a la naturaleza de las cosas, al conocimiento; (2) la
razón como esencia-humana que permite entender los misterios del Universo y
ejercer la práctica realización -también- de las cosas sencillas (desde el tomar
conciencia de uno mismo, a sumar aproximadamente uno más uno).

Ambas perspectivas se asientan en una metafísica insoslayable. La segunda,


es "negada" por la teología (la razón es infundida por Dios, a Su Imagen y
Semejanza), aunque puede "aceptar" la primera, ya que no compromete en
exceso la Obra de Dios. La primera, es básicamente "aceptada" por la ciencia;
que "negará" la segunda por metafísica y -a efectos prácticos- por redundante
con la primera y resultar algo "optimista" en un exceso no-constatado
precisamente (para todo-misterio).
Ambas perspectivas, sin embargo, son -en idéntico- constitutivas de un
"pecado" de "espejismo-egocentrista" y, ambas, incluyen con -mayor o menor-
descaro una desbordada fudamentación metafísica: la esencia de la razón está
en la capacidad humana, en sí misma, producto evidente de la potencialidad
humana, per se; valor que cualifica a la mente humana separádamente de
cualquiera otra criatura viva (salvo las "imaginarias", o las que "pudieran" llegar
desde algún "extra-terrestre" lugar distinto al "planeta-nuestro").

Es inútil disfrazar la "esencia-metafísica" tratando de "aceptar" que no es "en sí


misma", sino producto de algún -desconocido, por ahora- mecanismo de la
evolución natural de la mente-humana. Se deja subyacente la afirmación
metafísica de "nueva-cualidad" y adscrita -directamente- al campo del "en sí
misma"; haciéndose (por demás) severo el "desconocimiento-efectivo" de la
Evolución Biológica, que no es precisamente un "saco-metafísico" del que
podemos esperar obtener cualquier esencia-nueva, y "en ella-misma".

Al contrario, la evolución biológica no crea nada-nuevo, sólo vida diversa. Es la


propensionalidad viva de la materia universal, entiéndase bien para poder
escapar de este pozo-metafísico. Alguien pudiera pensar que es para caer en
un otro pozo-metafísico, un tanto más lejano o alejado; sobre esto volveremos
al concretar lo que significan los "espejismos-racionales" en la mente-humana y,
cómo pueden ser las cuestiones en materia de conocimiento-biológico efectivo.

Y la lógica-filosófica ha consentido en aquella "fundamentación" de la razón,


incluso ha desatado eternas batallas triunfadoras para mostrar lo fácil que
resultaba sostener el templo de la ciencia sin acudir a metafísica o teología
alguna. Desde estas posiciones "triunfadoras" se ha brindado (y se brinda, chin-
chin) mil-veces por la Era de la Razón y el Conocimiento.

En el fondo, en el trasfondo, está la evidencia de que -finalmente- todo queda


en una afectada asignación moral (el debe ser): se desgaja el concepto razón
del soporte lógico natural, se le imprime un fundamento-sutilmente metafísico, y
se consiente-sesudamente (consensuadamente) en moral, en tratar de evitar
que el "espejismo-mental" resulte demasiado notorio, alegando utilidad práctica,
costumbre (quizá "buena" costumbre-humana), y mucha cultura (humana).

No han pasado demasiadas décadas, o siglos, y la biología evidencia lo


prudente de solventar la inconsistencia "filosófica". Se arrancó con la, aún no
agotada, ni asentada, consideración explicativa de la Evolución, se ha
proseguido desmontando atisbos metafísico-exclusivistas en la capacidad
humana, y se han aportado bases para establecer la naturaleza biológica del
conocimiento. Se continúa, diariamente, tratando de aclarar la futilidad del
destino evolutivo de la humanidad si sigue "adueñándose" del espacio-vivo a
costa de extinguir la vida que le rodea y de la que depende esencialmente.

En este proceso, la razón (entendida como se ha entendido tradicionalmente


por la ciencia) queda definitivamente adscrita al campo de la moralidad
humana. Es decir, al de las valoraciones subjetivas y de consensos cambiantes,
sin siquiera la estricta consideración ética que parecía "incuestionable" en la
base misma de la "racionalidad" humana.

La generalización del pensamiento, su naturaleza biológica inherente y básica,


asigna identidad natural al pensamiento racional e irracional como dos
componentes inseparados, inevitables, del pensamiento (de todo pensamiento).

Dimensiones constitutivas que no son aislables, pues -ahora- el pensamiento,


se reconoce, al tiempo de la acción biológica, como objetivo-subjetivo, real-
irreal, sensorial-imaginario, posible-imposible, cierto-falso, lógico-ilógico, válido-
inválido, consecuente-inconsecuente, vital-inanimado, útil-inútil, específico-
general, voluntario-involuntario, consciente-inconsciente, intuitivo-instintivo, etc.

El pensamiento es un auténtico proceso multidimensional del funcionamiento


vivo (simple o complejo) y como tal, estructurado en múltiples niveles de
organización y jerarquía, sincronizados y dispuestos a la acción y el tempo en
que operan los procesos vivos, la vida.

La mente biológica, en sus procesos de conciencia (con mayor o menor grado


de consciencia), siente la estructura fundamental del pensamiento y responde
siempre (aunque algunas de sus respuestas sean, precisamente, la inhibición
de una, algunas, o el cuasi-toda respuesta aparente).

En muchos casos, la respuesta es (incluso) contradictoria: se activa una


respuesta y -simultáneamente- se activa la contraria, la que la contrarresta, y el
resultado no siempre es neutro; aunque siempre es aprendizaje y conocimiento
(con mayor o menor grado de consciencia), ganancia de experiencia, y
"progreso" de la vida (incluso con la muerte).

En una absoluta mayoría de las circunstancias, se activan una "infinidad" de


respuestas (de cuasi-todo tipo); algunas contradictorias, otras complementarias
dentro de una cierta lógica de la acción, otras supresoras, otras diferidas, otras
a corto plazo, otras a largo plazo, otras de reconsideración, otras de simulación,
otras de "falsa respuesta", otras de auto-estructura mental, etc.
No todas las respuestas son adaptativas, de hecho una infinidad de ellas son
"inadaptativas", desadaptativas, "absurdas-biológicamente", "corto-circuitadas",
incapacitantes, auto-destructivas, etc.; no por ello son "irracionales" (la razón no
es su quid, sino su origen), en contrario, son señal inequívoca de vida y, sobre
todo, respuestas naturales que se re-despliegan en "estrecho-margen" de
fluctuación azarosa-dirigida; a veces, dirigidas a la "inexistencia" (un acaso
probabilístico-propensional equívoco-confuso de la vida en sus condicionantes).

Salvando la "patología", si ello fuera posible en diferenciarse sano/enfermo; es


de tal magnitud la complejidad simultánea y sucesiva, al ritmo irrefrenable de la
acción y el tempo biológico que, para hacernos una idea, quizá puede servir el
ejemplo de la nota siguiente.

Nota: las "súper-computadoras" quedan en una comprometida situación comparativa; por


muchos "0/1" que manejen en "cuentas con los dedos"; pues -en buena medida y
aunque parezca otra cosa- no hacen sino eso (que ya es bastante y
sorprendentemente valioso lo que así se logra). Cuentas con los dedos a la "velocidad
de la luz" y con una miriada (multiplicidad) de manos con muchos dedos.
Nadie piense que usar la "velocidad de la luz" es cosa de máquinas humanas. Es cosa
de la vida desde hace mucho, mucho tiempo antes.
¿Cuántos fotones maneja una "súper-computadora"?, ¿cuántos fotones maneja una
célula?. Digo fotones, digo maneja; digo..., por favor, no se dejen nada fuera de la
cuenta, ni los fonones, y -desde luego- no vale hacer trampa.
Está bien, se acepta que contabilicemos los electrones; aún mejor, hagamos el cálculo
incluyendo protones, neutrones (sobre esto se sabe poco, ¿eh?), iones, moléculas;
pero, sobre todo, pongamos la cosa algo más fácil, totalicemos en relación a un micro-
segundo de pleno trabajo promedio. Comparemos una "súper-computadora" con una
bacteria del colon (la Escherichia socorrida)... ambas activas a "plenitud". No
tendremos en cuenta que una se reproduce y la otra se estropea un poco.
El cálculo comparativo, si se pudiera aproximar un resultado, con un mínimo de
certeza en ambos competidores, daría para aplaudir al incansable socio que tenemos
trabajando en el "yo y mi circunstancia", gastando tan poco y haciendo tantas cosas
distintas a un mismo tiempo de la acción.
Matemática, Química y Física, lo que se dice... como tal... mejor las pensamos en el
reino de la biología, del conocimiento biológico, en el reino de la vida. Siendo
personas, podemos apuntar un camino para elevar -precisamente- estas ciencias.
Y es una única bacteria la del ejemplo, qué tal si la cuenta se hace para un grupito de
ellas, o para el cerebro de un mosquito o de una nube de ellos, o para el cerebro de un
bebé que, al crecer y ser adulto, quizá resulte en cerebro galardonado (aunque con
menos neuronas que las iniciales), o para los cerebros de una ciudad humana de
tamaño medio en China, por masificar humanidad espectacularmente viva.
Con cálculo o sin él, no es prudente apostar por la "súper-computadora"... tampoco
mejora mucho la cuestión si consideramos todas las "súper-computadoras" juntas e
incluimos las micro-computadoras del planeta... y las comparamos con las hormigas
del mundo... no quiero abusar... sólo las hormigas cabezonas del mundo.
Espero que sirva para meditar; y es que algunos logros relucientes de la tecnología,
siendo bien relucientes y útilizados con "provecho-humano", parecen aún muy lejanos
de "redondear" esa básica cualidad de logro vivo que llamamos vida; aunque sean
productos biológicos inexcusablemente, y bellos por cierto... y -sin duda- muy
racionales en lo que hacen-bien (con poco "error-humano").
¿Dónde quedan la razón, los coeficientes intelectuales?, ¿dónde quedan los
coeficientes de vida?. ¿No será conveniente reconsiderar un poco la base
fundamental en que han de sustentarse la humanidad del conocimiento, y el
conocimiento de las mentes-humanas?.

La matemática es ciencia que con "urgencia" requiere el adquirir consciencia de


la naturaleza del conocimiento y sus condicionantes. A su favor juega el que la
mayor parte de sus aciertos reacomodan su generalidad (nunca fue pura
allende el campo biológico). En su contra juega el que no podrá escapar de la
naturaleza misma del conocimiento y, por lo tanto, se desmorona el gran
asiento moralista que la encumbra hoy. Mañana, con todo, será otro día.

Es probable que esto suponga algún atisbo para una Lógica Viva (quizá alguien
piense en una Lógica Confusa, nada parecida a la Lógica Borrosa actual; en lo
personal, yo la llamaría -quizá- Lógica sin más).

Tampoco las hipotéticas-máquinas pensantes pueden escapar de tal constante


universal (la naturaleza biológica del conocimiento). Siendo fabricadas por
seres vivos, son producto biológico; siendo fabricadas por otras máquinas, en
acto auto-reproducible, son producto biológico por definición, y quizá alcancen
la "cualidad" de ser-vivo... el día que sepamos abarcar qué es la vida.

Sobre esto aún queda camino que recorrer, y no hay seguridad posible que
apunte a que será un camino a recorrer por las especies humanas. Es cierto
que los indicios maquinistas de la humanidad son singulares, de realidad global;
sin embargo, estamos muy lejos de no caer en la misma fosa de extinción que
los dinosaurios, por ejemplo.

Muchas personas parecen apuntar a los botones que harían que, incluso, hasta
la dicha fosa la caváramos humanamente de manera acelerada e irreversible...
Ante lo expuesto, las "constantes" físicas universales, que se piensa son
fundamentales, pronto (más temprano que tarde) quizá comiencen a mostrar lo
que son... hermosas variables en el universo (ésta, puede ser una extrapolación
biológicamente inconmovible de la naturaleza propensional del universo vivo).

Siendo esto así, las cuestiones "eternamente" buscadas por la matemática (las
ciencias exactas), probablemente, aparecerán mejor conociendo de los
algoritmos de la vida... razonando acerca de ellos.

En contrario, buscar con el énfasis puesto -sólo- tratando de alcanzar-respuesta


a buenas preguntas humanas (acerca de la vida y la no-vida, en su expresión
constructiva matemática), quizá permita acometer desarrollos de una "perfecta"
matemática-humana; sin "resquicio-irracional", pero inevitablemente atada al
"espejismo-egocéntrico" de la mente humana. Entonces, los avances seguirán
con la fundamentación "lógica" acotada en el campo-moral, alejados de la
naturaleza universal del conocimiento. Elijan: el camino fácil a equívoca parte
lógica, o el de la vida (aún más confuso).

Ya sabemos que los sistemas de ecuaciones diferenciales de "alto-orden", en la


práctica, siendo elegante descripción del planteamiento de los fenómenos
biológicos de cambio, no son los instrumentos que estamos buscando (en
general). ¿Cómo se las ingenian los organismos vivos, y los sistemas biológicos
para integrar tamaña diversidad?, ¿son las soluciones a los problemas, en el
sentido clásico, una necesidad biológica efectiva para encontrar las respuestas
válidas y con sólida base biológica?.

¿Es la naturaleza del planteamiento teórico de los problemas biológicos (todos)


abordable con las herramientas del pensamiento clásico-moderno matemático?;
¿son los esquemas de organización-evolución biológica los que pueden servir
en la construcción de un pensamiento matemático enfocado desde la vida?;
¿cómo se codifican axiomas, lemas y teoremas para que surja una topología de
los fenómenos vivos?.

Cuando un matemático dice: sea un conjunto de n-elementos..., ¿es realmente


aplicable esta lógica (por demás útil) a los sistemas vivos?. ¿No se nos ocurre
alguna alternativa fundada en la manera de resolver los problemas, sencillos o
complejos, que tienen otros seres vivos?.

Sabemos cómo contamos las personas, pero ¿realmente cuentan así los
animales que sabemos que cuentan?; ¿cuáles sistemas referenciales y qué
lógicas utiliza la biología para contar-enumerar y mentar?; ¿cuáles son las
similitudes con la lógica humana-actual y cuáles las diferencias?.

¿Por qué la matemática deja estas cuestiones-trascendentes en manos de los


biólogos?; ¿son los matemáticos seres supra-biológicos?; ¿tienen miedo?; ¿no
hay incentivo-dinerario porque los buenos-matemáticos son seres supra-
biológicos que han convencido a los patrocinadores de que ellos también son
seres supra-biológicos?... ¿tan compleja es la biología?... y si es así... ¿cuánto
tiempo se debe esperar para reconocer esto?...

Finalmente, reconociendo esto... ¿no es suficiente argumento para comenzar a


trabajar firme en ello?. Redoblando algún esfuerzo... quizá.

Este énfasis en la matemática (sublimada en toda persona, como capacidad, no


se entienda otra cosa, por favor) es necesario hacerlo. Sobre las bases de la
consciencia de la naturaleza biológica del conocimiento se requieren urgentes
instrumentos con los que acometer tarea (y en esto, la biología está con la
matemática, y nada-nadie escapa).

En igual medida, la física es imprescindible, y la química. El arte ya hemos


mostrado que no es ajeno a esta realidad universal. La filosofía, en plenitud,
tampoco... la humanidad, la moral, y la vida, menos.

Los caminos recorridos pueden requerir cualquier cantidad de correcciones,


reajustes, reconsideraciones, esto es lo que -humildemente- las ciencias y las
artes posicionan como recuerdo de la "verdad" en la memoria-presente de las
personas ("sólo sé que no sé nada", "son tantas cosas sobre las que no
sabemos...", "a medida que conocemos, descubrimos lo poco que realmente
sabemos"; etc.)

No estaría de más, quizá, señalar lo adecuado de no "repetir-automáticamente"


esta "media-verdad" (sin asumir su significado). El riesgo es que la autocrítica
quede en un mero ejercicio de falsa-modestia, en una severa reafirmación
subyacente de la "flojera" para esculpir conocimiento y, peor aún, una
desvergonzada desmemoria de la suma incalculable de labor científica y
artística que -eso sí- humildemente atesora la vida (también humana).

Asomar la mente, en la manera creativa, a los insondables abismos en que la


humanidad navega sin timón, sin capitán, sin barco (pues nada le pertenece en
exclusiva-moral), es -posiblemente- un heróico ejercicio de pleno conocimiento
al servicio de la vida.
Sembradas las Dudas ... en el campo de la Moral ...

Puede ser hora de acentuar la consciencia de la cualidad fundamental del


conocimiento, y parece llegada la hora de trazar alguna "línea-coloreada" que
diferencie, de forma inequívoca, el conocimiento y el pensamiento sin más ... de
la, en exceso atenazadora, sin-razón (por más actual y "prometedora" que
parezca).

"Todo él es co-razón" (DIN A4, 2002)


Boligrafía Pictórica sobre papel

"... la simplificación conceptual que se asienta en una figuración que busca un marco válido
para el desarrollo de la abstracción real: la que funde la dicotomía dialéctica en una única y
objetiva lógica viva".
La estructura estética del pensamiento, la conveniencia de apreciar el
conocimiento estético transmitido, en cualquier mensaje, puede verse, en los
comentarios acerca de esta obra, tomados del "Catálogo Jusepín'2007":

"Este llegar sin desvíos a la atención del observador es una manera de favorecer el clima de
ensimismamiento estético al que es necesario entregarse para abarcar, paso a paso, la
multiplicidad de sentidos y significados que se acumulan en la identidad del retratado, y así
percibir mejor la manera en que se han solucionado las necesidades pictóricas. Abrir el análisis
de los valores y medios empleados, contextualizar la obra en la verdad artística y de vida del
personaje, ampliar la interpretación al universo de plausibles significados, son maneras de
abarcar el mensaje en la totalidad de la obra".

Baste sustituir los términos: pictóricas, retratado, artística, personaje, etc., por
los términos que procedan en cada caso concreto del mensaje, los medios
empleados, y el ámbito del mismo (literario, visual, científico, etc.). El fenómeno
de la experiencia estética es universal.

Muy útil es considerarlo en relación al conocimiento científico, o la literatura


científica y su efecto, la difusión periodística ejercida; y, cómo no, en relación al
destinatario del mensaje.

Arte y Ciencia, nunca en la historia humana han estado en contraposición... ese


es un "espejismo" que puede desmontarse con sistemática, aun asignando a
cada disciplina nítidas perspectivas diferenciales. Sus contribuciones,
aunándose indisolubles, sin alternativa, lo son a una única lógica-vital.

En relación a una obra que incorporo en la siguiente página, expresaba:


"Decir que el Arte es un juego es una manera de decir uno de sus valores, pero es un juego en
el sentido en que progresa el aprendizaje sensible, el gusto por la comprensión del mundo en
uno/a mismo/a (nosotros mismos); una fórmula de acertar con la felicidad inherente a la
realización de los sentidos. Sí, el Arte es un juego que puede elevarse a categorías infinitas de
la realidad sensible y perceptiva en los seres vivos. El juego es una clave biológica del Arte".

y, proseguía:

La renovación formal tiene variantes bien establecidas en la realidad del arte


contemporáneo, y la renovación conceptual más poderosa se ha enmarcado en
la aportación de un torrente de significados paradigmáticos, en lo retórico e
inevitable de la significación, y en referencia veraz-transformadora del mundo.

El juego es una clave biológica del Arte ... y de la Ciencia, también.


"Construcciones infantiles" (DIN A4, 2004)
Boligrafía Pictórica sobre cartón coloreado.

Finalmente, acerca de otra de mis obras: "Construcciones luminosas" (DIN A4,


2004)... no la incorporo aquí... rescato los siguientes comentarios:

"Todas las fórmulas que el autor posiciona a la visión tienen que ver con el concepto de
integralidad biológica, algo que dista mucho de la organicidad formal en que muchos atenazan
la unidad. Desde la óptica del biólogo experimentado, la unidad no es una realidad objetivable,
y –muy probablemente- tampoco sea una característica universal de la materia.

En lo vivo, la unidad no es sino una función natural de las partes cónsonas; y, en este sentido,
indicadora de una formal manera de adscribir funcionalidad para la emergencia de nuevas
“unidades”. La unidad orgánica es apenas un límite incierto inasequible. Para el autor, la
organicidad, la unidad, las partes en sus relaciones, conforman el instrumento modelador para
la materialidad energética de la información. Es decir, el autor apunta a una ecuación no
encontrada en que materia, energía e información intervienen agrupándose funcionalmente,
como manera viva maleable y universal. Microcosmos y macrocosmos, son vivos".

.../ (to be continued, but only if for you... is a good idea)

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