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Lección 3ª. Derecho de daños.

María Dolores Casas

TEMA 3
EL DAÑO

1.CONCEPTO Y CARACTERÍSTICAS DEL DAÑO

El daño es el presupuesto más insustituible de todos, pues es, en definitiva, el


que da lugar a la responsabilidad civil, a diferencia de otras responsabilidades, como la
penal o la administrativa, que no necesitan este presupuesto.

Sin embargo, hoy en día existe un fenómeno social, común a todas las
sociedades desarrolladas, por el que toda frustración personal se convierte en daño en
busca de un responsable. Asimismo, el aseguramiento de la responsabilidad civil anima
a la víctima a pleitear, bajo la excusa de que no se litiga contra el causante del daño
(médico, proveedor, director del colegio, etc.,), sino contra la compañía aseguradora.
Por consiguiente, la doctrina, jurisprudencia y nosotros nos debemos preguntar por el
“daño reparable”, que es el daño jurídicamente relevante.

El daño que se resarce es, como hemos visto anteriormente, el antijurídico o


injusto, es decir aquél que el perjudicado no tiene el deber jurídico de soportar.

. Definición:

Es clásica la definición de Larenz: “Todo menoscabo que, a consecuencia de un


acontecimiento o evento determinado, sufre una persona en su patrimonio o bienes de
la personalidad”. En otras palabras, el daño es la lesión de un interés jurídicamente
relevante, y para que sea indemnizable ha de ser cierto y probado por quién lo
alega (son requisitos exigidos jurisprudencialmente, pues no hay ningún precepto
legal que los regule).

. Requisitos:

1º.- Cierto y probado: requiere la existencia del daño, esto es, que no sea
imaginado, y se pueda probar por quién lo alega. La importancia de la prueba del
daño se refleja en la STS 28.12.1998 que rechazó la existencia de una
responsabilidad civil médica como consecuencia de un análisis de sida erróneo
por terrible daño psíquico al no acreditarse (es decir al no probarse por informes
psicológicos), a juicio de la Sala, daño alguno en el demandante.

2º.- Directo y personal: es decir, que afecte de modo directo al perjudicado al


ser consecuencia directa del evento dañoso. Existe una excepción a este
requisito, pues está admitido por la jurisprudencia que sean indemnizables los
daños indirectos o “por rebote” que sufren determinados familiares o
convivientes de la persona que sufre de modo directo el daño. Esto se ha
consagrado legalmente, por primera vez, para la responsabilidad civil ex delicto,
en el artículo 113 CP 1995 1. Estos son de dos clases: a) el pretium mortis, pues
es indemnizable el daño moral por quien sufre el fallecimiento de la víctima

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Art. 113 CP 1995: “La indemnización de perjuicios materiales y morales comprenderá no sólo
los que se hubieran causado al agraviado, sino también los que se hubieran irrogado a sus familiares o
terceros”

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inicial y lo prueba, a través de una relación de convivencia, aunque no se


acredite una dependencia económica, ni tampoco la condición de heredero (STS
14.12. 1996-RJ 1996\8970-). b) Y el de los grandes inválidos, esto es, en el caso
de las incapacidades muy graves, por la atención de los familiares a la víctima.
Estas dos posibilidades se recogen en el art. 10:301 de los PETL (Principios
europeos del Derecho de daños) al afirmar que: “También puede resarcirse del
daño patrimonial de aquellas personas allegadas a la víctima de un accidente
moral o una lesión muy grave”.

2. CLASIFICACIÓN DE LOS DAÑOS: DAÑOS PATRIMONIALES Y DAÑOS


MORALES

Existen distintos tipos de daños: por su naturaleza se distinguen en daños


patrimoniales, y no patrimoniales o morales:

a) El daño patrimonial: es el daño con repercusión en el patrimonio de una


persona y evaluable económicamente. Si bien, hay que señalar que, el daño
patrimonial se produce como consecuencia:

1º.- tanto de un ataque a los bienes materiales (cosas) e inmateriales (derechos


patrimoniales) pertenecientes al patrimonio de la persona, con una clara
repercusión económica y evaluables económicamente (por ejemplo, me hurtan el
coche, pues claramente mi patrimonio se queda sin el valor del coche);

2º- como, por un ataque a los bienes de la personalidad (derecho a la vida; a la


integridad física y psíquica; a la libertad; al honor, a la intimidad personal y
familiar y a la propia imagen; a un nombre; y derecho moral de autor). Por
ejemplo, el dinero que se deja de ganar por haber tenido un accidente de
circulación y dejar de trabajar; o la denigración de un comerciante puede hacerle
perder la clientela, etc.,

Tradicionalmente, el daño patrimonial comprende dos grandes partidas, según


el artículo 1106 CC que regula el daño contractual pero se aplica, de modo analógico,
al daño extracontractual:

I.- El daño emergente: el efectivo daño sufrido o disminución de los valores


patrimoniales en su haber, que comprende: a) el coste de reparación del bien
material; y b) gastos asumidos con ocasión del perjuicio y en relación inmediata
con él (por ejemplo: en el supuesto de un daño corporal, se satisfarán en todo
caso, los gastos de asistencia, médica y hospitalaria; en el supuesto de
fallecimiento, los gastos de entierro y funeral).
La jurisprudencia exige que para que el daño emergente sea indemnizable: 1º)
ha de probarse, a través de los correspondientes documentos de gastos
(facturas). 2º) ha de ser razonable y no excesivo (se concede el valor medio de
mercado): SAP de Valencia de 25.10.1990
resolvió un supuesto de responsabilidad civil de Generalitat de Valencia, como
titular del centro docente donde un menor sufrió lesiones en un ojo como
consecuencia del disparo efectuado por su compañero. La Generalitat de

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Valencia recurrió el coste de la indemnización por el tratamiento del menor en el


centro de Oftalmología Barraquer de Barcelona, alegando que el tratamiento que
se le dio al mismo en el Hospital clínico universitario de Valencia era adecuado
y, por tanto, innecesario que fuera atendido en aquél. El TS resolvió que los
padres tenían derecho a acudir al centro sanitario que le ofrezca las mayores
garantías, y el responsable sólo puede oponerse demostrando que el tratamiento
médico o quirúrgico empleado no fue el adecuado, o que el precio fue
“desorbitado”, lo que no probó la Generalitat de Valencia.
II- El lucro cesante: son los beneficios o ganancias futuras que se han dejado de
obtener, como consecuencia directa e inmediata del evento dañoso. La
jurisprudencia exige: 1º. La determinación del nexo causal entre la pérdida y el
evento lesivo; 2º.- Como esta partida participa de la incertidumbre propia de los
conceptos hipotéticos, nuestros Tribunales son cautos, y exigen la prueba de una
“alta probabilidad futura de la ganancia”, o una cierta “posibilidad objetiva de
ganancia” que resulte del decurso normal de las cosas y de las circunstancias
especiales del caso concreto, no bastando que las ganancias se funden en meras
esperanzas. Pues no es lo mismo el caso en que la fuente de la ganancia y la
ganancia existían con anterioridad al daño (por ejemplo, se incendia la casa que
estaba alquilada y ello determina la extinción del contrato de arrendamiento), y
aquellos otros que son supuestos de ganancias estrictamente futuras que
dependen de múltiples factores (por ejemplo, el incendio impide la iniciación de
una empresa hotelera). Y, 3º. Ha de probarse ambos requisitos, pero en este
caso su prueba ofrece más dificultad que la prueba del gasto emergente. Leer la
STS 8.7.1996 (RJ 1996\5662 2).

III. Según los PETL (pues no lo recoge el art. 1106 CC), existiría la posibilidad
de pedir daños patrimoniales (aunque no existiera lucro cesante) por la pérdida
de la capacidad de obtener ingresos (como una especie de lucro cesante),
aunque no vaya acompañada de pérdida alguna de ingresos, es decir, si en el
momento de sufrir el daño la víctima no explotaba dicha capacidad (por ej. amas
de casa o en general, personas que realizan un trabajo no remunerado). Estimo,
que este criterio lo irá teniendo en cuenta la jurisprudencia española, pues ya ha
sido positivizado en el Baremo de daño corporal modificado en el 2015 que se
verá a continuación.

b) El daño moral o no patrimonial: Se define como pretium doloris y que se ha


definido como dolor, sufrimiento, padecimiento psíquico o físico injustamente
ocasionado. Hay que tratar que estos daños no escondan otras partidas indemnizatorias
y que se produzca una duplicidad de indemnizaciones por conceptos iguales. Una pauta
para unificar conceptos o partidas indemnizables la encontramos en la Resolución 75/7,
del Consejo de Europa, que dispone en su art. 11 que: “la víctima debe ser indemnizada
del daño estético, de los dolores físicos, y de los sufrimientos psíquicos (entre éstos,

2
En este caso, el Tribunal no concede el lucro cesante solicitado por el demandante (en concreto la
reducción de ventas en su negocio de ordenadores), pues no probó que dicha pérdida fuera la consecuencia de las
filtraciones de agua caliente producidas por la rotura de las tuberías de la conducción pertenecientes a la Comunidad
de Propietarios demandada. En concreto, no se acreditó que tuvieran que cerrar el local y parar la actividad, pues la
reparación fue muy rápida; pudiéndose relacionar dicha reducción de ventas, adujo el Tribunal, con otras causas
completamente distintas, sobre todo, con las oscilaciones muy acusadas en el mercado de informática.

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sentimientos de inferioridad, disminución de placeres de la vida por la imposibilidad


de realizar determinadas actividades, etc.,)” 3.

Actualmente, los Jueces y Tribunales admiten como daño moral, tanto, el que
deriva de un ataque a los bienes de la personalidad (en realidad se presume el daño
moral que deriva de un ataque a la integridad física o daño corporal se presume,
habiéndose de probar el daño moral que deriva del ataque al resto de los bienes de la
personalidad, por ejemplo, de la calumnia como ataque al derecho al honor); como, de
un ataque a un bien patrimonial (material e inmaterial), aunque éstos han de probarse
y es más difícil que se admitan por los Tribunales (el daño moral por la pérdida de un
objeto de mucho valor sentimental).

. Posición jurisprudencial: La jurisprudencia ha evolucionado desde una


posición más restrictiva 4 a otra más aperturista en que reconoce el daño moral derivado
de ataques a bienes del patrimonio, aunque han de probarse. Así se refleja, TS
14.12.1917 que obligó a indemnizar por daño moral a un médico injustamente
expulsado de una corporación profesional; por el retrato peyorativo de una persona en
una novela (12.3.1928); indemnizar por la dificultad que para contraer matrimonio
hallará la mujer cuyo primer matrimonio es declarado nulo (STS 21.1.1957), o la STS
23.5.1975 que concedió indemnización a un compositor musical frente a quienes
hicieron una versión pop de una pieza suya considerando el sufrimiento de aquél “al ver
transportada su obra al ritmo pop, contrario a sus convicciones artísticas”. Incluso, es
reflejo de dicha línea aperturista, las sentencias que reconocen la indemnización por
malgasto de vacaciones por incumplimiento o cumplimiento defectuoso del contrato del
viaje combinado, o por ejemplo, la STS 31 de mayo de 2000 que reconoció el daño
moral por el retraso de ocho horas en un vuelo, lo que provocó tensiones,
incomodidades, y molestias 5.

En conclusión, cuando se habla del DAÑO CORPORAL, en realidad, es un ataque a


un bien de la personalidad (la integridad física), que produce tanto un daño patrimonial
(la nómina que dejo de ganar, como los gastos de hospital, medicamentos, etc.,), como
un daño moral (que se presume en este caso). Si bien, la particularidad que tiene el daño
corporal es que existe un Baremo que permite su valoración objetiva e igual para todo
ciudadano que sufra el mismo daño corporal, y que estudiamos a continuación.

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La propia ductilidad del daño moral ha hecho que los Tribunales de determinados países, sobre
todo, Francia y los países pertenientes al Common Law aprovechen esta partida para “sancionar”
determinas conductas, y prevenirlas. Por ejemplo, en los casos que se caracterizan por la grave
antijuridicidad de la actividad dañosa o por ser descalificables desde el punto de vista social, aunque no
lleguen a ser delito (manifestaciones racistas, contra la igualdad, el honor, etc.,).
4
Reconoció por primer vez el daño moral en la famosa STS de 6.12.1912 por daño moral
causado a una joven por la publicación de una noticia errónea.
5
No obstante, respecto a los daños morales los Tribunales son más restrictivos en el sentido de que hay que
probarlos y no los suele conceder por mero enojo, aburrimiento o molestia por los retardos de los vuelos a excepción
de que se pruebe una aflicción mayor, fruto de horas de tensión y de demoras importantes. De tal modo que el
Tribunal Supremo negó una indemnización por daño moral a una pareja de novios que viajó a Túnez por la pérdida
de equipaje, malas condiciones de hotel, no haber recibido los regalos prometidos.

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c) La pérdida de la oportunidad: Además de los daños patrimoniales y morales, parte


de la doctrina afirma que la pérdida de la oportunidad es un tercer tipo de daño (si
bien, su estudio se debe realizar respecto al presupuesto de la relación de causalidad). Es
decir, la víctima se ha visto privada de la posibilidad de conseguir un resultado
(generalmente económico) que de no mediar la acción u omisión de la que se trata
por parte del agente probablemente hubiera conseguido. Se solicita una
indemnización por la pérdida de la oportunidad de obtener una ganancia o tener un bien
material o inmaterial, o un suceso favorable.
Por ejemplo: Demandas contra acciones u omisiones en el asesoramiento y
asistencia de los abogados a sus clientes. La oportunidad que se pierde consiste en la
posibilidad de plantear un juicio-pleito, o de recurrir una sentencia desfavorable, bien
por falta de información, o bien por haber prescrito la acción. En estos casos, los
Tribunales, al no poder probarse con certeza que se hubiera conseguido dicha ganancia
o evitado un daño corporal, no conceden el daño patrimonial, pero sí el daño moral por
dicha pérdida de oportunidad como en la sentencia de 14 de mayo de 1999 (por la
pérdida de recurrir civilmente una resolución judicial para pedir indemnización de
daños y perjuicios). Si bien, vamos a ver (en el tema que viene) cómo en la actualidad
se aplica un régimen especial de imputación probabilística que conlleva que permita
reparar en parte el daño patrimonial causado (un 50%).

3. VALORACIÓN Y REPARACIÓN DEL DAÑO. REFERENCIA ESPECIAL


AL BAREMO DE VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL

3.a. Introducción

Tenemos que partir del principio general de “integridad de la reparación” a la


víctima, que comprende la reparación de los daños patrimoniales y morales. Pero para
ello, hemos de tener en cuenta que, mientras que la valoración de los daños
patrimoniales no ofrece dificultad (la constatación de los daños efectivos y probados), sí
la tiene la de los daños morales. Sólo en relación con los primeros cabe hablar de
resarcimiento, mientras que en los segundos es preferible hablar de compensación.

Así, respecto a los daños morales, la jurisprudencia española alude al prudente


arbitrio de los tribunales, la equidad, las circunstancias de cada caso, etc., como criterios
a utilizar en la valoración del daño moral. De modo que cada Juez va a poder valorar
con una cuantía distinta el mismo daño.

3.2. Baremo de valoración del daño corporal. Anexo del RDL 8/2004, de 29 de
octubre.

En consecuencia, la dificultad de valoración del daño moral hace que existan, en


determinados sectores, baremos que permiten cuantificar, de manera objetiva y general,
los daños morales producidos (por influencia de las Compañías aseguradoras). Este es el
caso del Baremo o Sistema de Valoración de los daños corporales (tanto el daño
patrimonial como el moral) derivados de accidentes de circulación, cuya valoración se
encuentra en el Anexo del RD Legislativo 8/2004, de 29 de octubre, por el que se
aprueba el texto refundido de la Ley sobre responsabilidad civil y seguro en la
Circulación de Vehículos a Motor (Anexo que ha de actualizarse todos los años, o de lo
contrario se actualizará automáticamente en el porcentaje del IPC correspondiente al

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año natural inmediatamente anterior) –visto por práctica-. Si bien, dicho Anexo ha sido
modificado recientemente por Ley 35/2015, de 22 de septiembre, de reforma del
sistema para la valoración de los daños y perjuicios causados a las personas en
accidentes de circulación (ha entrado en vigor el 1 de enero de 2016).

En realidad, es el único país de la Unión Europea que posee un baremo


vinculante de responsabilidad civil por daño corporal derivado de accidente de
circulación, dando lugar a indemnización la MUERTE, LAS LESIONES
PERMANENTES, INVALIDANTES O NO, Y LAS INCAPACIDADES
TEMPORALES. Por tanto, están excluidos del Baremo solamente los daños causados
con dolo, y los daños materiales en los bienes, y se aplica con independencia de la
existencia o inexistencia de seguro y de los límites cuantitativos del aseguramiento
obligatorio de vehículos. Incluso, dicho Baremo aunque no sea vinculación ante un
daño corporal no derivado de un accidente de circulación es aplicado analógicamente
por los Jueces (por ejemplo, ante accidentes laborales).

Más en profundidad, el daño corporal puede provocar: a) la muerte, b) la


incapacidad temporal: es el período de tiempo inmediato y posterior a la lesión
cuando el perjudicado no puede continuar con las actividades habituales que venía
realizando hasta la producción del daño. Etapa propia de la curación de las heridas, que
puede ser total o parcial 6; y la c) Incapacidad permanente: Cuando al perjudicado
quedan consecuencias más o menos irreversibles y duraderas la incapacidad temporal se
convierte en permanente. Tiene una gran relevancia jurídica el momento de
consolidación de las heridas, porque a partir de tal momento empieza el dies a quo de la
prescripción (como estudiaremos en el tema 7); de modo que será muy importante
contar con la valoración de expertos médicos.

Por otra parte en dicho Anexo se contiene un sistema de valoración tasado,


objetivo y uniforme de los daños y perjuicios a las personas ocasionados por la
circulación de vehículos a motor, que incluye la valoración tanto del daño moral,
como del patrimonial, esto es, del lucro cesante que sufra la víctima, pero
prescindiendo de la prueba de esta partida, por lo que en este aspecto en concreto es
criticable para parte de la doctrina. Aunque, desde otro punto de vista se podrían alegar
como ventajas de la aplicación del baremo que aumenta la seguridad jurídica, en la
medida en la que se sabe de antemano la cuantía de la indemnización, lo que, además,
disminuye la litigiosidad y facilita los acuerdos extrajudiciales, todo lo cual redunda en
un abaratamiento de los costes y en una percepción más rápida de la indemnización.
Más allá, a la cuantía que estable el baremo, habría que sumársele, en todo caso, los
gastos de asistencia médica, farmacéutica y hospitalaria en la cuantía necesaria hasta la
sanación o consolidación de secuelas, siempre que el gasto esté debidamente justificado
atendiendo a la naturaleza de la asistencia prestada (cuando no esté cubierto por la
Seguridad social pues, dichos gastos suelen estar cubiertos por la Seguridad Social que

6
Hay que tener en cuenta las diferencias entre ambas partidas y no confundir la incapacidad
temporal con el día de baja laboral. Así lo pone de manifiesto, la STS (sala 3ª) 20.10.1998 acerca de las
lesiones sufridas por un ama de casa que, por tanto, no puede provocar un lucro cesante alguno: “este
hecho, sin embargo, carece de trascendencia, pues la cantidad en que sufra la indemnización por los días
en que la interesada tardó en obtener la sanidad médica tiene la función de indemnizar daño moral que
la pérdida o disminución de la salud lleva consigo, por lo que no sea menester acreditar la baja
laboral”.

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luego puede repercutirlos contra el causante, conforme al art. 97.3 del Texto Refundido
de Ley General de la Seguridad Social).

Un ejemplo de la valoración del daño corporal con anterioridad a la reforma


sería el siguiente.
Para saber qué cuantía corresponde
por un determinado daño corporal habría que dar dos pasos: 1) en primer lugar,
consultar la tabla VI del Anexo del RDL 2004 para localizar el daño (Clasificación y
valoración de secuelas) y ver la puntuación que tiene dicho daño (la tabla se divide en
capítulos, según el daño se haya causado a la cabeza –capítulo 1, tronco –capítulo
segundo-, etc., sin olvidar el capítulo especial de perjuicio estético). Dicha puntuación la
concede el médico. 2) en segundo lugar, para saber qué cuantía corresponde a dicha
puntuación, hemos de acudir a la Resolución de la Dirección General de Seguros y
Fondos de Pensiones-DGSFP- de cada año). Dicha Resolución tiene diferentes tablas
(por muerte, lesiones permanentes, y lesiones temporales) con sus factores de
corrección. Según el daño nos situaciones en la tabla correspondiente y según la edad de
la víctima (había horquillas de edad) le corresponde UNA CUANTÍA POR PUNTO,
luego habría que multiplicar dicha cuantía por el número de puntos. Y después a dicho
resultado añadirle o aplicarle los factores de corrección. Y si hubiera daño estético (se
sumaría la cantidad que resultara de multiplicar de nuevo los puntos que le concediera el
médico forense por su valor).
Ver ejemplo, del esquema del tema 3.

3.3. Novedades de la reforma del sistema de valoración del daño corporal por Ley
35/2015, de 22 de septiembre

La finalidad del legislador con dicha reforma ha sido que las indemnizaciones por daño
corporal sean más acordes con la situación de la víctima (circunstancias personales,
familiares, laborales, etc.,.dividiendo el daño corporal en tres clases: muerte, secuelas
(la antigua incapacidad permanente) y la incapacidad temporal. Veamos, brevemente
algunas novedades.

a) Indemnización por muerte:

- El legislador diferencia entre tres partidas:

* perjuicio personal BÁSICO (según edad de la víctima)

* perjuicio personal PARTICULAR: según criterios correctores de


circunstancias muy grave-grave-moderado

* perjuicio PATRIMONIAL: (básico: 400 euros+ gastos de entierro


según costumbre del lugar) + lucro cesante (según EDAD del
cónyuge/víctima y AÑOS de matrimonio-hasta 85 años!!, y según exista
o no discapacidad).

-Aumenta hasta un 50% la cuantía por fallecimiento ---se actualizará cada año
según el INDICE DE REVALORIZACIÓN de las pensiones (LPGE)

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Lección 3ª. Derecho de daños. María Dolores Casas

-Los familiares tiene derecho hasta un máximo de 6 meses (tratamiento


psicológico)

-El baremo reconoce por 1ª vez como víctima a los “ALLEGADOS” del
fallecido, no familiares (5 años de convivencia familiar + especialmente
cercanas!!!!!).

- En definitiva, hay 5 categorías autónomas de perjudicado por fallecimiento:


cónyuge viudo (pareja de hecho estable); ascendientes, descendientes, hermanos
(dejan de serlo si se demuestra la desafección!!!!) y allegados (perjudicado
funcional!!!).

b) Indemnización por secuelas

- Tiene la condición de SUJETO perjudicado: LA VÍCTIMA DEL ACCIDENTE,


y los familiares o allegados en el caso de los grandes inválidos.

- Diferencia entre:

* perjuicio personal BÁSICO (edad víctima -no por grupos de


edad!!!!!!-)

* perjuicio personal PARTICULAR (los factores de corrección: daño


moral complementario por superar x puntos; por afectar a la calidad
de vida de la persona; por necesitar otra persona para su ayuda..
(muy grave-grave-moderado).

* perjuicio PATRIMONIAL: daño emergente (gastos de asistencia


sanitaria y otros) +lucro cesante: de tres tipos: a) incapacidad para
realizar cualquier trabajo; b) incapacidad para realizar su trabajo,
c) y muy interesante e importante, la incapacidad para acceder al
mercado laboral de menores y estudiantes que no todavía no han
accedido a él, etc., .

2) DAÑO EMERGENTE: GRANDES LESIONADOS:


-Cobertura GASTOS derivados de nuevos perjuicios (recambio de prótesis de
lesionados graves…) y 6 meses de tratamiento psicológico!!

c) Indemnización por incapacidad temporal

- El legislador, al igual que en los otros dos casos distingue en:


• Perjuicio personal básico (x euros/día)

• Perjuicio personal particular (si afecta a la calidad de vida: incluye el


anterior): muy grave-grave-moderado- por intervención quirúrgica (400
hasta 1600 euros).

• Perjuicio patrimonial: gastos emergentes (sanitorios+diversos)+lucro


cesante: su importe.

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Por último, otras novedades que aporta la reforma son las siguientes:

1) El legislador establece que la Compañía aseguradora realizará una oferta


motivada a la víctima (tener en cuenta el seguro obligatorio por CVMOTOR) y
se podrá llevar a cabo un Procedimiento de mediación PARA LLEGAR A UN
ACUERDO!!!!!

2) SI NO SE LLEGA AL ACUERDO, las partes pueden soliciar UNA PERICIAL


al INSTITUTO DE MEDICINA LEGAL Y CIENCIAS FORENSES por
reclamaciones extrajudiciales!!! (Decreto 1148/2015, de 18 de diciembre, que lo
regula)
INTERESANTE!!

UNESPA (Asociación Empresarial del Seguro) PRESENTÓ AL MINISTERIO DE


JUSTICIA en dic2015 una nueva CALCULADORA CONFORME AL NUEVO
BAREMO!! (de libre acceso y gratis)

3) EXISTE UNA “COMISIÓN DE SEGUIMIENTO” por las Asociaciones de


víctimas y entidades aseguradoras!!!

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