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MEMORIAS DE LOS MUNDIALES…

Argentina 1978

Entre la euforia y la locura…

El 1 de junio de 1978 comenzaba en Buenos Aires el mundial


de futbol que coronaría campeón por primera vez en su
historia al seleccionado argentino. Durante 30 días
consecutivos los argentinos seguirían al elenco de Menotti,
ovacionarían al dictador Videla en los estadios y apoyarían
una campaña mediática de la prensa que, más por temor que
convicción, anunciaba la propaganda de un régimen que
contra las criticas respondía con el slogan: “Los Argentinos
somos derechos y Humanos…”

Crónica de un golpe anunciado…

Para 1974 la república Argentina recibía la noticia de la muerte de su carismático líder Juan
Domingo Perón, quien tras 18 años de exilio había regresado para gobernar su país
acompañado ya no de la mítica Evita, sino de María Estela Martínez de Perón, conocida
popularmente como Isabelita, que además de ser la primera dama era la vicepresidenta de la
nación y quien asumiría el cargo más importante del país (presidencia) ante el fallecimiento de
su esposo. No obstante, sus casi 2 años de gobierno verían florecer diversos problemas
sociales, políticos y económicos que llevarían al país a caer en las manos de los militares,
quienes impondrían un régimen del terror y promocionarían desde un mundial de futbol, que
buscaba obnubilar a una nación entera frente a los miles de crímenes y desapariciones, hasta
una guerra que acabaría con toda una generación (Malvinas 1982).

Campeones a cualquier precio…

Con un sistema similar al empleado durante el mundial de Alemania cuatro años atrás, 16
selecciones competirían por alcanzar uno de los ocho cupos para la ronda definitiva del
certamen. Elencos como el de Holanda (apodado la naranja mecánica por su excepcional
juego) que superaría la primera ronda con algunos problemas, maravillaría al público en sus
partidos definitivos al eliminar tanto a Italianos como Alemanes (actuales campeones) y así
adjudicarse por segunda vez consecutiva en los mundiales un tiquete a la final.

Por otra parte, en el grupo dos el favorito para el titulo (Brasil) y la sorpresa futbolística (Perú)
debían enfrentarse al anfitrión del certamen, el cual había avanzado hasta esta instancia como
segundo de su grupo, detrás de Italia y dejando rezagado a Francia, y habría de verse
inmiscuido en una serie de polémicas que hasta la actualidad resuenan en la historia del
futbol. Valga citar situaciones como la llegada de Menotti como director técnico, la ley,
instaurada por los militares, que prohibía a la prensa criticar al técnico y a los jugadores de la
selección y aquel famoso partido contra la selección de Cueto y Cubillas (Perú) que además de
haber sido aplazado por un par de horas para esperar el resultado de los Brasileros en su
enfrentamiento contra los polacos, generaría toda clase de comentarios debido a un abultado
resultado (6 – 0) en favor de los locales, que ni el mayor de los optimistas esperaba, y por el
cual la Argentina se clasificaba para la final gracias a una mayor diferencia de goles con
respecto a su similar de Brasil.

En el partido final, Holandeses y Argentinos deberían alargar el juego para conocer al


campeón, pues un 1 a 1 en los noventa minutos obligaría a 30 minutos más de futbol que se
sellarían con los goles de Kempes y Bertoni, dando a más de 70.000 espectadores la alegría de
una copa que mas allá de la felicidad estaría impregnada por la sangre, el dolor y la ausencia
de los muertos, los torturados y los desaparecidos.

Finalmente, no dejan de sorprender las declaraciones de hombres que como Pérez Esquivel,
premio Nobel de paz en 1980, cuando recuerda la locura de una contradicción que para
muchos está llena de sentimiento: "En la cárcel, como los guardias también querían escuchar
los partidos, el relato radial nos llegaba por altoparlantes. Era extraño, pero en un grito de gol
nos uníamos los guardias y los prisioneros. Me da la sensación de que en ese momento, por
encima de la situación que vivíamos, estaba el sentimiento por Argentina…”

“Gauchito Mundialito”

Todo un emblema de la cultura


Argentina…

Sombrero, pañuelo y fusta,


símbolos representativos del
gaucho del sur…

Acciones para la memoria…

El 29 de junio de 2008 el mítico monumental de Núñez conmemoraba el


trigésimo aniversario de la consecución de la copa del mundo por parte
de los Argentinos. Sin embargo, en esta ocasión el recuerdo tenía otro
sentido, pues gracias a la iniciativa del instituto por la memoria y de
algunos grupos de derechos humanos, “la otra final”, como sería
llamado el partido conmemorativo, se convertiría en un acto de
desagravio para con los 30 mil desparecidos, y en el que participarían
varios de los ídolos de aquella época como Leopoldo Jacinto Luque,
René Houseman y Ricardo Villa, quienes recordarían con cariño la
hazaña de la victoria contra los Holandeses, pero a sus vez
manifestarían su inconformidad contra los crímenes de aquella
dictadura, efectuando nuevamente la vuelta olímpica mientras portaban una bandera gigante
con las fotos de los desaparecidos…
MEMORIAS DE LOS MUNDIALES…

España 1982

Una representación mundial…

Con debutantes como Argelia, Camerún, Kuwait, Honduras y


Nueva Zelanda el campeonato alcanzaba cada vez mayor empatía
internacional y convertía esta nueva oportunidad futbolística en la
primera en recibir participantes de los 5 continentes y en la que a
su vez de manera paradójica la mascota, llamada Naranjito, tenía
su propia serie de televisión y había superado cualquier
expectativa de aceptación nacional, pues muchos creerían que por
ser tierra taurina lo más común hubiese sido el toro, pero como su
mismo creador lo afirmó: "Vi las naranjas y me pregunté ¿por qué
no? Quería evitar lo del toro y la pandereta como mascota del
Mundial…"

Las normas se transforman…

Con la inclusión de un mayor número de seleccionados a la competencia (24 escuadras) el


sistema del campeonato albergaría nuevamente una serie de transformaciones. Un
conglomerado de 6 grupos, cada uno con 4 selecciones, en la primera fase era ya toda una
novedad para el certamen que a su vez en la segunda ronda recibiría una docena de equipos
que, divididos en cuatro grupos, disputarían por el liderazgo de cada una de sus zonas, con el
único objetivo de alcanzar una plaza en las semifinales del torneo, que como era de esperarse
resultarían electrizantes y catapultarían hasta la final a dos selecciones que, como Italia y
Alemania federal, buscarían por todos sus medios igualar a Brasil en la hazaña del
tricampeonato.

Que ruede la bola…

En cuestiones de futbol la competencia no daría mayores sorpresas, pues los favoritos


superarían la primera ronda sin dificultades y se instalarían en una fase de grupos que para
muchos marcaría el inicio de la verdadera lucha por el trofeo mundial. Selecciones como las de
Polonia y Francia avanzarían como líderes de su grupo sin mayores problemas, no así el caso
de escuadras que como la de Italia y Alemania federal, a la postre los finalistas del certamen,
tendrían que sufrir un poco más al encontrarse calificados en segunda ronda en unos
verdaderos grupos de la muerte.

Segunda ronda del certamen

Grupo 1 Grupo 2 Grupo 3 Grupo 4

Polonia Alemania federal Italia Francia

Unión Soviética España Brasil Austria

Bélgica Inglaterra Argentina Irlanda del norte


Para el 8 de julio los escenarios de Barcelona y Sevilla serían
testigos de los juegos semifinales que terminarían por instalar a los
Italianos en su cuarta final y dejarían en la memoria de los
aficionados la primera definición por penales en el recordado
partido entre Alemania federal y Francia, que tras empatar en los
120 minutos reglamentarios (3 – 3), no jugarían un nuevo partido
como generalmente era la norma, sino que definirían su suerte en
lo que muchos se han dado por llamar hasta hoy la verdadera
ruleta rusa de los penales.

Fue así como Alemania federal se clasificaría también a su cuarta


final tras derrotar a los Galos por 5 a 4 en una palpitante ronda de
penales e iría a enfrentarse a un seleccionado Italiano que con
grandes figuras como Rossi (goleador del torneo con 6 anotaciones) y el cancerbero Dino Zoff
(único portero que al igual que su compatriota y también arquero Gianpiero Combi en 1934,
alcanzaría la copa como capitán de su selección) no desperdiciarían la oportunidad de
convertirse en tricampeones del mundo y derrotarían a los germanos por marcador de 3 a 1 en
una final que les llevaría a la gloria.

Anécdotas para la memoria…

• El 21 de junio el estadio de Valladolid era testigo del encuentro futbolístico entre los
seleccionados de Kuwait y Francia. Cuando el reloj marcaba el minuto 35 del segundo
tiempo y los franceses ganaban cómodamente por marcador de 3 a 1, Alain Giresse
convertía el cuarto gol aprovechando el mutismo de los jugadores Kuwaitíes.

Fue en ese momento entonces cuando sucedió lo insólito, pues el jeque de Kuwait
Fahid Al Ahmad Al Sabah, presidente de la federación de futbol y hermano del
presidente de la nación, engalanado con su túnica blanca y un turbante invadía el
campo de juego para protestar contra el cuarto gol francés, pues sus jugadores
aducían haber escuchado un silbato, que claramente no era el del árbitro, y ante lo
que el intrépido hombre exigía al juez anular la anotación, bajo la amenaza de retirar a
su equipo de la cancha.

Tras varios minutos de discusión, el juez soviético Miroslav Stupar, anulaba el gol
francés y reanudaba el partido con un balón a tierra ante la sorpresa del público y de
todo el cuerpo técnico del equipo Galo.

Espere la próxima semana México 1986 e Italia 1990

Mauricio A. Montoya Vásquez.

Filosofo de la Universidad Pontificia Bolivariana (Medellín). Estudios de Historia en la


Universidad Nacional de Colombia (Medellín). Maestrando en Historia y Memoria de la
Universidad Nacional de la Plata (Argentina)

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