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Salmo responsorial: 85
R/ Ensame, Seor, tu camino, para que siga tu verdad.
+ Inclina tu odo, Seor, escchame, / que soy un pobre desamparado; /
protege mi vida, que soy un fiel tuyo; / salva a tu siervo, que confa en ti. R.
+ T eres mi Dios, piedad de m, Seor, / que a ti te estoy llamando todo el
da; / alegra el alma de tu siervo, / pues levanto mi alma hacia ti. R.
+ Porque t, Seor, eres bueno y clemente, / rico en misericordia con los
que te invocan. / Seor, escucha mi oracin, / atiende a la voz de mi splica. R.
Da litrgico: sbado despus de ceniza.
EVANGELIO
Lucas 5,27-32
No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan
En aquel tiempo, Jess vio a un publicano llamado Lev, sentado al
mostrador de los impuestos, y le dijo: Sgueme. l, dejndolo todo, se levant y lo
sigui. Lev ofreci en su honor un gran banquete en su casa, y estaban a la mesa
con ellos un gran nmero de publicanos y otros. Los fariseos y los escribas dijeron a
sus discpulos, criticndolo: Cmo es que comen y beben con publicanos y
pecadores? Jess les replic: No necesitan mdico los sanos, sino los enfermos.
No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan.
Palabra del Seor.
R/ Gloria a ti, Seor Jess.
Reflexin
Es frecuente la tentacin de convertirnos en jueces de los otros, sobre todo
cuando sus prcticas no son como las nuestras: Cmo es que comen y beben
con publicanos y pecadores?. Quisiramos maniatar a Dios arrogndonos el
derecho de sealar quin merece su salvacin y quin no, ponindonos a nosotros
mismos como referentes de ella. La observancia rigurosa de la religin, no
siempre nos humaniza o nos hace ms misericordiosos. Sintindonos muy seguros
de nosotros mismos, por las obras de la ley que practicamos, pretendemos usurpar a
Dios su lugar como juez amoroso de la humanidad. Jess, con palabras y gestos
eficaces, comunica la salvacin del Padre en favor de los excluidos de la mesa de la
comensalidad. El don, no suprime la exigencia de la conversin: (he venido a
llamar a los pecadores a que se conviertan), pero sta consiste, sobre todo, en hacer
efectiva la praxis del Reino. La misma que nos presentaba el profeta Isaas en la primera