FAJARDO-HUMACAO
“Vivamos la resurrección”
MONS. EUSEBIO Ramos Morales
Obispo de la Diócesis de Fajardo-Humacao
Durante toda la Cuaresma, con la llama-
da de “Ver, Juzgar y Actuar para una Nue-
va Vida”, nos fuimos preparando de diversas
formas para este momento: purificar nuestros
corazones, cambiar de mentalidad, transfor-
mar nuestras relaciones, contemplar la realidad
social como cristianos, a la luz de la fe y de la
Palabra de Dios, fueron algunos de los caminos
señalados para esta preparación.
Ayer, Viernes Santo, hicimos la celebración
memorial de su muerte, actualizándola en las
realidades de muertes y en los crucificados de
hoy, víctimas de odios, injusticias y egoísmos.
Pero seguimos el proceso de la pasión y muerte
de Jesús, acompañados de la confianza y espe-
ranza de su madre, María, de la fe y el testimo-
nio de su discípulo amado, Juan.
De la oscuridad
a la Luz del Resucitado
Así, llegamos a esta gran Noche para la
celebrar la Liturgia Madre en la Iglesia. Toda la
Escritura, la Historia pasada apuntaban a este
gran acontecimiento. Como hemos visto, esta
Celebración está llena de acciones y gestos sim-
bólicos.
Recreamos con la oscuridad el principio de
la historia y fuera del Templo, en un lugar apar-
tado, encendimos un fuego: así, surgió un res-
plandor de luz, de vida y esperanza. Se trata de
un resplandor que disipa tinieblas y comienza a
iluminar la noche de la Humanidad. Es el fuego
del Espíritu Santo que levantó a Cristo de las ti-
nieblas de la muerte y ahora quiere levantarnos
a nosotros. De este fuego, encendimos un Cirio
Pascual completamente nuevo, que representa
a Cristo, Luz del mundo, Señor de la Historia y
del tiempo. Por eso, Él es el Alpha y la Omega,
principio y fin de todo lo creado.
Inmediatamente, iniciamos la Procesión, re-
presentando la marcha de Cristo en la historia
nueva y, de ese Cirio Pascual, comenzaron a en-
cenderse las velas, las almas y los corazones de
los creyentes. Como se va irradiando la luz nue-
va en medio de la asamblea, así tenemos que ir
llevando la luz de Cristo a nuestros hermanos
para iluminar a una sociedad que languidece en
la penumbra de la soledad, del aislamiento e in-
diferencia religiosa, de los egoísmos que matan
relaciones y compromisos.
Sólo Cristo Resucitado, Luz del mundo pue-
de llevar alegría al corazón humano y restable-
cer relaciones. Por eso, esa procesión culmina
con al Canto del Pregón Pascual.
Es la alegría de Cristo Vivo que se levantó
de la muerte y que nos abraza a cada uno de
nosotros y nos dice: mírame, tócame, siénteme.
Soy Yo, el Crucificado. Humacao, Diócesis de
Fajardo-Humacao, Puerto Rico, es Jesús Resuci-
tado que en esta Noche de Pascua te muestra la
18 al 24 de abril de 2010 ev: 23
Vida Nueva, el camino de la fe y de la esperanza
que tanto necesitamos.
Querido Joven atrapado en drogas, vicios
y modas, Cristo, hoy, te ilumina la senda de tu
vida: tu hogar, relaciones con tus padres, tu ca-
rrera profesional, tu llamada al sacerdocio, tu
relación sentimental, es hora de decidir pero
con la luz del Resucitado en tu mente y en tu
corazón.
Familias y Comunidades, no más tinieblas,
no más miedos, no más odios, celos y rencores.
Son los sepulcros que Cristo ha abierto en esta
noche. Puedes salir, mira su luz, libérate.
Hombres y Señores de las drogas y las ar-
mas, no más violencia, no más muerte, no se
roben la vida de nuestros jóvenes y de nuestro
pueblo. Abran, también, ustedes sus corazones
a Jesús que ilumina y vence tempestades. Es no-
che de luz y de alegría, es Pascua: triunfa la vida
sobre la muerte.
La Historia de la Salvación
en La Palabra de Dios
La experiencia de la resurrección libera de
miedos y temores, causa alegría y provoca mi-
sión, anuncio.
Puerto Rico, si abres tus sepulcros de la
violencia, del maltrato, de la corrupción, de las
injusticias contra los más pobres, podemos re-
crear a nuestro País en la paz y en la concordia
fraterna.
Iglesia, si abrimos los sepulcros de la ruti-
na y el estancamiento apostólico, del mínimo
esfuerzo y de la desconfianza podremos abrir
la puerta de la renovación de nuestras comuni-
dades, de la comunión y de la participación so-
lidaria, del discipulado misionero y del testimo-
nio alegre y esperanzador. Abramos las puertas
al perdón, a la acogida y al respeto fraterno y
dejemos que aflore el cariño, la tolerancia, el
servicio del uno al otro como nos mandó Jesús.
Conclusión:
De la muerte a la vida
La Diócesis de Fajardo-Humacao necesita
de cristianos vivos y despiertos, que no estén
cansados ni instalados y acomodados. Jesús nos
quiere en misión con anuncio de vida alegre y
lleno de esperanza. Dejemos que la resurrec-
ción se haga experiencia en nuestra vida cristia-
na. Que su luz erradique las tinieblas de nuestra
existencia. Que su Palabra nos forme, día a día,
(ARCHIVO EV / RICARDO RIVERA)
con su Evangelio; que así seamos portadores de
buena noticia, la cual hay que irradiar y testifi-
car. Vivamos la resurrección y vayamos a contar
la buena noticia a los hogares, a la familia, a la
comunidad y al país.
(Extracto de la Homilía predicada en la Vi-
gilia de la Pascua del Señor, en la Concatedral
Dulce Nombre De Jesús, Humacao, Puerto Rico,
el sábado, 3 de abril de 2010. Texto completo “…necesita de cristianos vivos y despiertos, que no estén cansados ni instalados y
disponible en www.elvisitantepr.com). acomodados”.