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1. Herramientas de trabajo
2010
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Contexto de referencia
(Función referencial)
Contacto
(Función fática)
Código
(Función metalingüística)
1 Jakobson, Roman. Lingüística y poética. (En: Ensayos de lingüística general. Barcelona: Planeta,
1981. Págs. 352-355)
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Actividades
. Lea atentamente el siguiente texto:
El código sociocultural
El código sociocultural abarca los conocimientos acerca del mundo
que el escritor y el lector tienen y que pueden provenir de la
experiencia directa o de otros textos. Humberto Eco lo llama
“enciclopedia”. Este código provee los marcos de referencia para la
escritura y la lectura, los referentes sobre los que se escribe y se
lee. El escritor maneja su marco de referencia y el lector, el suyo. Al
escribir, el escritor tendrá que imaginar el marco de referencia de su
lector y decidir qué informaciones tiene que explicitar y cuáles no.
El lector, por su parte, cuando lee, por ejemplo, un texto que fue
escrito hace mucho tiempo, necesita reponer el marco de referencia
del escritor para comprenderlo. Por eso, las ediciones de clásicos
anotados traen una introducción donde se repone el contexto de
escritura y notas al pie que completan las referencias que el lector
no tiene.
Los conocimientos que constituyen el código sociocultural
necesitan algún tipo de organización para ser guardados, porque la
memoria funciona como un archivo que clasifica la información para
poder conservarla; la información que no se organiza, se pierde. Esa
organización es la que permite, a su vez, recuperar la información
con relativa facilidad cuando se la necesita. ¿Cómo se guarda la
información en la memoria? Hay distintas teorías (de esto se ocupan
los psicólogos cognitivos). Una bastante difundida es la de los
marcos o esquemas. Humberto Eco, en Lector in fabula, usa el
término inglés frames. Según esta teoría, los conocimientos se
guardan en forma de esquemas. Hay esquemas que tienen una
organización descriptiva, espacial: son los marcos. Por ejemplo, el
marco “casa” (que para los occidentales es distinto del de los
orientales). También guardamos en la memoria esquemas de
acciones o comportamientos habituales. A estos esquemas de
acciones se los llama “guiones”. Todos tenemos incorporado el
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guión “comer un huevo frito”, por ejemplo. Las acciones que no son
frecuentes o habituales requieren instrucciones; las acciones
habituales se automatizan, es decir, incorporan un guión a la
memoria. Por eso se produce un efecto humorístico cuando se
formulan instrucciones para hacer algo que ya está automatizado,
como sucede con las “Instrucciones para subir una escalera” o las
“Instrucciones para dar cuerda a un reloj” de Cortázar (en Historias
de cronopios y de famas). En cuanto a los conceptos, también se
almacenan en la memoria en forma de esquemas, llamados
“esquemas conceptuales”, aparentemente con una organización
jerárquica o inclusiva. Estos esquemas son particularmente
importantes en la lectura de textos teóricos o científicos.
Los esquemas permiten economizar recursos al escribir, ya que es
posible elidir información que se prevé que el lector puede inferir.
Todos tenemos incorporado el guión “tocar el timbre”, por lo que es
innecesario explicitar que se pulsa con la mano (salvo en el caso de
un texto de ficción que construya un mundo en el cual los timbres
también se activen con la voz o la mirada). En Apostillas a El
nombre de la rosa, Humberto Eco cuenta que, cuando escribió esa
novela, partió de un deseo: deseaba narrar algo sobe un monje al
que se lo envenena. Entonces, empieza a buscar la información
necesaria. Para obtener información sobe venenos, consulta un
catálogo y habla con un conocido suyo que es especialista en el
tema. Pero, como también desea ubicar la acción en la Edad Media
(Eco es un estudioso del medioevo), se enfrenta a una dificultad:
necesita dar al lector una cantidad de información que éste no tiene,
para que pueda comprender la historia. La complicación reside en
que el narrador que elige, Adso, es un personaje de la época, que se
dirige a contemporáneos suyos, con un marco de referencia común
y que, por lo tanto, no necesitan la información que necesita el
lector de la novela. El problema que se le presentó a Eco, entonces,
fue el de tener que reponer el marco de referencia para su lector,
sin caer en lo que él mismo llama “salgarismo” (el estilo de Emilio
Salgari, que interrumpe la acción para dar explicaciones) y sin que
las explicaciones resulten inverosímiles o redundantes en ese
mundo de ficción. Recurre, entonces, a una figura retórica, que es la
preterición. La preterición consiste en decir que no se va a decir lo
que en realidad se está diciendo: “Está de más decir que…”, “No
voy a repetir que…”, son fórmulas que suelen introducir una
preterición. El narrador de El nombre de la rosa se vale de distintas
formas de esa figura retórica para dar la información declarando que
es innecesario hacerlo. Dice Eco:
El código ideológico
El código ideológico contiene los sistemas de creencias y de
valores que manejan tanto el escritor como el lector, y que
proyectan sobre los textos que leen o escriben. Se incluyen en este
código tanto los sistemas interpretativos más institucionalizados (las
teorías) como las creencias que forman parte del “sentido común”.
Es decir, por una parte, teorías (sicoanalíticas, filosóficas,
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El código retórico
Los griegos entendían por “retórica” el arte de hablar en público,
es decir, de saber utilizar la palabra en distintos contextos y para
hacer distintas cosas. Era el arte de la oratoria, el arte de
argumentar, de saber influir en el auditorio a través de la palabra.
Cuando hablamos de “código retórico”, entonces, nos referimos a
los conocimientos que tienen los hablantes acerca del discurso, es
decir, de los distintos usos del lenguaje. Por ejemplo, el
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El código lingüístico
El código lingüístico contiene los conocimientos acerca de la lengua
que tienen los usuarios, desde la fonética hasta el conocimiento
léxico y el gramatical. En el caso de la lengua escrita, se agrega el
conocimiento de la ortografía. Nuestra escritura no es fonética sino
fonológica; pero no reproduce exactamente los sonidos de la lengua
hablada. Si bien todos los hispanohablantes compartimos la misma
lengua, existen variedades regionales, dialectos, con
pronunciaciones diferentes; pero ortografía hay una sola. De ahí
provienen, en buena medida, los problemas que se plantean con la
ortografía: algunas letras no reproducen ningún sonido de la lengua
que se habla; en Buenos aires, no se diferencia el sonido de la “ll”
del de la “y” delante de la vocal, o el de la “s” de los de la “c” y la
“z”. Además, la lengua ha ido cambiando históricamente y se han
perdido antiguas distinciones en la pronunciación que, no obstante,
se mantienen en la ortografía, como la distinción entre “v” y la “b”.
En distintas épocas, ha habido intentos de simplificar la ortografía
para adecuarla más a la pronunciación; por ejemplo, Sarmiento y
Bello propusieron una reforma ortográfica en este sentido, que llegó
a implementarse en Chile, pero fracasó.
Aparte de las normas o convenciones ortográficas, los
hablantes de una lengua tienen incorporado en la memoria un
diccionario interno, donde están todas las palabras que conocen, un
lexicón que, obviamente, varía de una persona a otra. Son muchas
más la palabras que se comprenden que las que se usan, es decir,
existe un conocimiento pasivo del léxico mucho mayor que el activo.
Como todos los conocimientos almacenados en la memoria, esas
palabras que conforman el diccionario personal están organizadas.
No se trata de un orden alfabético, sino semántico. Las palabras se
vinculan en la memoria en forma de redes, de tal manera que
cuando se lee o escucha una palabra, automáticamente se la asocia
con otras vinculadas con ella por el significado. A medida que se
avanza en la lectura de un texto, se van reconociendo las palabras
que están en el diccionario interno. Obviamente, esa búsqueda está
automatizada; sólo se hace consciente cuando aparece una palabra
desconocida. En esos casos, a veces se recurre a un diccionario
externo, o bien se pregunta por el significado; se trata de búsquedas
hacia fuera, recurriendo a memorias externas. Pero en general, lo
primero que se hace cuando no se reconoce una palabra es tratar de
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.Material extraído de Alvarado, Maite y Yeannoteguy, Alicia. La escritura y sus formas discursivas.
Buenos Aires, Eudeba, 2000.
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Actividades
. Lea los conceptos anteriores. Busque en el diccionario los términos que le son
desconocidos.
. Señale la función del lenguaje del texto de esta página y fundamente por escrito.
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El texto que ha escrito es un texto que comunica según el sistema sígnico que
compartimos: la lengua española. Para ello, realizó una actividad mediada por un
saber, con el objetivo de cumplir con la consigna dada. Ese saber expresivo es el
conocimiento que poseemos para la elaboración de los discursos según la
situación de comunicación dada. Así en el campo académico y disciplinar, el saber
expresivo requiere de claridad de conceptos y de vocablos propios de la disciplina.
Por lo tanto, es conveniente centrar la atención, brevemente, en el significado de
texto, oración, discurso y enunciado.
Actividades
. Busque en el diccionario los vocablos oración, discurso y enunciado y
establezca sus relaciones con la lectura del siguiente escrito:
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Enunciado: designa una unidad de sentido, constitutiva del discurso y uno de los conformadores del sentido
global del texto. Se diferencia de la enunciación en cuanto ésta es un acto lingüístico, y el enunciado es el
resultado de dicho acto. Se diferencia de la oración en que ésta última es una unidad sintáctica, mientras el
enunciado es una unidad de sentido que se analiza en relación con el cotexto. (En: Marín, Marta. Conceptos
claves. Gramática. Lingüística. Literatura. Buenos Aires, Aique, 1992) p. 69.
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El método científico
Un método es un procedimiento para trabajar un conjunto de problemas. Cada
clase de problemas requiere un conjunto de métodos o técnicas especiales. Ejemplos de
tales técnicas o métodos especiales de la ciencia son la triangulación (para medir grandes
distancias) o el método de mínimos cuadrados (para dar una ecuación cuya gráfica
aproxime un conjunto de puntos dados).
Cada método especial de la ciencia es relevante en algún punto particular de la
investigación científica de cierto tipo. En cambio, el método general de la ciencia es un
procedimiento que se aplica al ciclo entero de la investigación en el marco de cada
problema de conocimiento.
Una buena manera de darse cuenta cómo funciona el método científico es
emprender una investigación en un tema determinado. Por el momento analicemos a
través de un ejemplo cuáles son esos pasos.
Supongamos que nos planteamos la pregunta siguiente: “¿Por qué diferentes
grupos humanos utilizan lenguajes más o menos diferentes?”
Es necesario definir con mayor precisión el problema a investigar: ¿qué grupos
son los que hablan de modo diferente? ¿Grupos étnicos, grupos sociales, grupos
profesionales? Sólo una investigación preliminar de esta cuestión previa puede ayudar a
formular en forma más precisa el problema.
Una vez hallado ese enunciado más preciso se formulará una serie de conjeturas:
algunas referentes a la determinación geográfica de las diferencias lingüísticas, otras a los
factores sociales, otras a los factores biológicos, etc. Esos supuestos deberán ser
verificados examinando sus consecuencias observables. Usando métodos estadísticos,
deberá comprobarse, por ejemplo, que el tipo de trabajo es efectivamente un
determinante principal de las diferencias lingüísticas (hipótesis), entonces los grupos
profesionales compuestos por individuos que en todo lo demás son semejantes, deben
hablar dialectos distintos (consecuencia sometible a contrastación –verificación- con la
experiencia. Los datos que deben reunirse deben ser obtenidos y controlados por
medios científicos. Por ejemplo, habrá que estudiar muestras al azar de grupos
profesionales para minimizar el efecto de una posible tendencia en la elección de los
sujetos. Entonces se estimarán los méritos de varias hipótesis propuestas y en ese
proceso quizás surgirán nuevas conjeturas. Por último, la solución del problema original
suele hacer surgir un nuevo conjunto de problemas.
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Las ciencias difieren sólo en sus tácticas especiales, pero todas comparten el
método científico. Podemos dar la siguiente definición: una ciencia es una disciplina que
utiliza el método científico con la finalidad de hallar estructuras generales.
Las técnicas científicas pueden clasificarse en conceptuales y empíricas. Entre las
técnicas conceptuales están aquellas que permiten enunciar de un modo preciso
problemas y conjeturas, así como los algoritmos para deducir consecuencias a partir de
hipótesis. Evidentemente la matemática provee el conjunto más rico de tácticas potentes
para enunciar problemas e hipótesis de un modo preciso, deducir consecuencias y para
someter las soluciones a pruebas o contrastación.
En lo que hace a las técnicas empíricas, podemos mencionar las que sirven para
realizar experimentos, para llevar a cabo mediciones, y la construcción de instrumentos
para registrar los datos.
Algunas técnicas que se usan en infinidad de situaciones son: el cuestionario
ramificado (que no es otra cosa que la metodización del procedimiento por ensayo y
error), los procedimientos iterativos (como el método dicotómico para hallar para calcular
una solución de f(x) = 0) y el muestreo al azar.
Las ramas de la ciencia
La diferencia primera y más notable entre las varias ciencias es la que se presenta
entre ciencias formales y ciencias fácticas, o sea, entre las que estudian ideas y las que
estudian hechos.
La lógica y la matemática son ciencias formales. No se refieren a nada que se
encuentre en la realidad y, por lo tanto, no pueden utilizar nuestros contactos con la
realidad para convalidad sus fórmulas.
La física, la química y la psicología se encuentran entre las ciencias fácticas: se
refieren a hechos que se supone ocurren en el mundo y, por lo tanto, tienen que apelar a
la experiencia para contrastar sus fórmulas.
La ciencia formal es autosuficiente en lo que hace al contenido y al método de
prueba, mientras que la ciencia fáctica del hecho en lo que hace al contenido o
significación y del hecho experimental para la convalidación. Esto explica por qué puede
conseguirse verdad formal completa, mientras que la verdad fáctica es tan huidiza.
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Lógica
Formal
Matemática
Física
Química
Natural Biología
Psicología individual
Ciencia
Factual
Cultural Psicología social
Sociología
Economía
Ciencia política
Historia material
Historia de las ideas
Actividad:
. Lea el resumen del capítulo 1 del libro La investigación científica de Mario Bunge,
publicado en Barcelona por la Editorial Ariel en 1989.
. Complete la información con la lectura del tema siguiente: El uso del lenguaje
simbólico.
. A partir de la lectura del corpus presentado, escriba un texto explicativo para ser
leído y para ser expuesto oralmente en clase.
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Por ejemplo:
a) Para definir el máximo común divisor de dos números enteros se dice que
es el mayor divisor común a ambos. Decirlo en símbolos “ocupa más lugar”
y resulta menos claro : ∀ a, b ∈ Z, ( a, b ) = c ⇔ c = mín { x ∈ Z / x | a ∧x |
b }, o bien ∀ a, b ∈ Z, mcd( a, b ) = c ⇔ c | a ∧ c | b ∧ ( d | a ∧ d | b ⇒ c <
d).
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Simbólicamente:
a ∈ Z, b ∈ Z, b ≠ 0, b | a ⇔ ∃ c ∈ Z / a = b.c
mismo suele ocurrir con los símbolos ⇒ y ⇔, que se reemplazan por “entonces” y
“si y sólo si”, o por su abreviatura “sii”.
No debe pensarse que porque se escriben ejercicios o textos de
matemática, de física o de química la puntuación de las oraciones que se escriben
debe desaparecer. Los puntos y las comas marcarán el ritmo del texto. Una forma
de corregirlo es leerlo en voz alta (de ser posible a otra persona). Esto también
ayudará a la elección de la simbología. Cuando se use simbología que no sea la
clásica o aquella de normal comprensión para el lector medio al cual está dirigido
el texto, debe aclararse su significado, en general antes, o en el momento, de su
primera utilización.
Del mismo modo, la Física (una ciencia basada en la medición) utiliza lenguaje
simbólico para medir, en donde se compara una magnitud desconocida con una
conocida de la misma especie. Esta magnitud conocida y aceptada por convenio
es la unidad. Sin embargo, aunque existe una tendencia a unificar las unidades,
todavía coexisten muchas unidades "para medir lo mismo" incluso dentro del
mundo científico y tecnológico (ver tabla). Por ejemplo, los instrumentos de los
aviones de fabricación occidental, vienen en unidades inglesas. En España se
conserva un fósil, el ancho de las vías de la red nacional de ferrocarriles es de
"seis pies castellanos": 1,645 m. Para evitar imprecisiones es que se diseñó el
Sistema Métrico Internacional (basado en el sistema métrico decimal) en donde se
establecen las unidades de medida para cada clase de medición. Este es el más
utilizado en la redacción de trabajos en el mundo científico.
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Actividades
Consignas de lectura y escritura
. Los textos a y b, ¿responden a las características de un texto escrito? ¿Por qué?
. Normalice el texto b.
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Texto a
Texto b.
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Normativa
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Tildación
. ¿Qué sabe Ud. de la tildación?
. Busque su significado en un diccionario.
. Conoce las reglas de tildación? ¿Cuáles son?
. Represéntelas en un gráfico. Dé ejemplos.
. Los monosílabos, ¿llevan tilde? Averigüe.
. ¿Conoce los pronombres relativos? ¿Cuáles son? ¿En qué se diferencia de los
pronombres interrogativos?
Mayúsculas
. ¿En qué casos se debe usar mayúscula?
. Escriba un texto con su respuesta. Incluya ejemplos.
Contracciones
. Escriba ejemplos.
. ¿Qué es la cacofonía? ¿Cómo se evita?
Conectores
Son palabras o expresiones que dentro de un texto, marcan la relación de una
palabra, un sintagma, una oración o un párrafo con su antecesor o con el que le
sigue. Es decir, son elementos léxicos cuya función consiste en enlazar las
distintas partes de un discurso. Por ejemplo, entre dos o más oraciones, entre dos
o más secuencias o entre dos o más partes de un enunciado. Pueden actuar
como conectores, las conjunciones coordinantes y subordinantes, los adverbios,
las locuciones adverbiales y cualquier otro tipo de palabra o construcción que
pueda ser utilizada para el desempeño de esta función.
. Copulativos: y, además, también, ni, e. Expresan una suma de los elementos que
coordinan. Encontró un paraguas enorme y antiguo.
. Adversativos: pero, aunque, sino, sin embargo, no obstante, con todo. Cuando
dos oraciones expresan juicios de cualidad lógica diferente, uno afirmativo y otro
negativo (o viceversa), la expresión copulativa se convierte a menudo en
adversativa. Puede ser restrictiva: expresa restricción en el juicio de la primera
oración y exclusiva: expresa una incompatibilidad entre ambas oraciones, de
manera que la afirmativa excluya totalmente a la negativa. Ejemplos: Caminaban
despacio pero sin descanso; todos hablaban pero nadie se entendía; no es esa mi
decisión sino la del director.
b) De subordinación:
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. Finales: para, a fin de, con el objeto de. Expresan la finalidad con que se realiza
la acción. Se puede usar el conector para seguido de subjuntivo o infinitivo. Me
levanté al alba para llegar a tiempo con el trabajo.
. Causales: porque, puesto que, ya que, como. Introducen la causa cuando entre
dos partes se expresa la relación causa-consecuencia. Irá otra vez porque lo
necesitan.
. Concesivos: aunque, así más verbo en subjuntivo, si bien, por más que, aun
cuando. Expresan una objeción o dificultad para el cumplimiento de lo que se dice
en la oración principal, pero este obstáculo no impide su realización. Aunque no
les tiene confianza, siempre los apoya.
. Condicionales: si ... entonces, si bien, por más que, aunque, con tal que, siempre
que. El cumplimiento de lo enunciado en la oración principal depende de la
realización de la oración subordinada. Si no razonas no te defenderás.
2. Extraoracionales
a) ordenadores: en primer término,, en primera instancia, para comenzar, en
segundo lugar, por último, para continuar, por otra parte. Estos relacionan
fragmentos mayores de discurso. Su función es ordenara la información y
organizar la lectura del texto.
b) anafóricos: relación (al respecto), en relación con, respecto de; semejanza,
asímismo, del mismo modo; apositivo, esto es, o sea; reiteración, reiteramos, es
preciso volver a explicitar; resuntivo, para resumir, en síntesis.
.
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Bibliografía:
Arnoux, Elvira y otros. Talleres de lectura y escritura. Buenos Aires, EUDEBA,
1998.
Estofán, Cristina y otros. Lengua y Literatura. Córdoba, Ediciones Chibli Yammal,
2000.
Lotito, Liliana y otros. Lengua 9. Buenos Aires, AIQUE, 2001.
Contenidos
Unidad 1: Comunicación y lenguaje
. Situación comunicativa y funciones del lenguaje
. Texto, discurso y enunciado. Conceptualización
. Lenguaje científico y notación en Física. Nomenclatura y simbología química
. Oralidad, lectura y escritura. Particularidades y relaciones
Bas, Alcira y otras. Escribir: apuntes sobre una práctica. Buenos Aires, Eudeba,
1999.
Van Dijk, Teun. Estrategias y funciones del discurso. Méjico, Siglo XXI, 1991.
Alumnos regulares:
. 70% de asistencia como mínimo a clases teórico-prácticas.
. 100% de trabajos prácticos presentados.
. 75% de trabajos prácticos aprobados, pudiendo recuperar 1 (uno)
. 100% de exámenes parciales aprobados, pudiendo recuperar 1 (uno)
Promoción directa:
. 80% de asistencia como mínimo a clases teórico-prácticas.
. 100% de trabajos prácticos presentados.
. 100% de trabajos prácticos aprobados con Buenos 6 (seis)
. 100% de exámenes parciales aprobados con Bueno 6 (seis)
Alumnos libres:
. Los alumnos libres aprobarán la asignatura mediante un examen final. El
mismo tendrá dos instancias: escrita y oral. El examen escrito es eliminatorio
respecto al oral.
. Se escriben con todas sus letras sólo las cifras del cero al nueve, ambos
inclusive. Las cantidades que puedan expresarse con dos o más números irán
siempre en guarismos.
. Las cifras mayores a 1000, se escriben con puntos cada tres unidades. Así 1.045
y 5.789.000, pero 7 millones.
. En los años, los números no llevan el punto del millar. El año 1963, pero 1.963
personas respondieron a la convocatoria. Excepto cuando se trate de ecuaciones.
. Los números romanos se escriben con las letras mayúsculas que correspondan,
sin espacio entre caracteres ni aditamentos.
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. Salvo que se trate de un listado por orden alfabético, los nombre propios se
escriben primero el nombre y luego el apellido.
. Algunas normas fueron extraídas del texto Normas de estilo y presentación de trabajos prácticos
del Taller de Redacción de la Carrera de la Licenciatura en Comunicación Social de la Facultad de
Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de Entre Ríos.