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II) Para McGinn parece imposible llegar a comprender la propiedad P, aunque podría presentarse una teoría T que hiciese referencia a P, y que por tano explicara la dependencia de los estados conscientes con respecto a los estados cerebrales, sin embargo la pregunta seguiría presente: ¿puede o no conocerse —incluso formularse— una teoría T para comprender la naturaleza de P? El propio McGinn señala dos caminos posibles para poder identificar y comprender P: puede intentar alcanzarse P investigando directamente la conciencia, o bien apelando al estudio del cerebro: existe cierta facultad que nos permite apresar a la conciencia, dicha facultad es la introspección, por medio de ésta tenemos un acceso inmediato a la conciencia, así pue ¿por qué resultaría la conciencia un misterio para nosotros si tenemos aquella vía directa para acceder a sus propiedades? Mantener una posición así con respecto a la introspección es otorgarle demasiado, pues si bien resulta una vía directa a las propiedades de la conciencia nada nos asegura que ésta sea suficiente para alcanzar la propiedad P: por medio de la introspección —señala McGinn— tenemos acceso cognoscitivo directo sólo a uno de los términos de la relación mente-cuerpo, pero no a la naturaleza del vínculo mismo.
II) Para McGinn parece imposible llegar a comprender la propiedad P, aunque podría presentarse una teoría T que hiciese referencia a P, y que por tano explicara la dependencia de los estados conscientes con respecto a los estados cerebrales, sin embargo la pregunta seguiría presente: ¿puede o no conocerse —incluso formularse— una teoría T para comprender la naturaleza de P? El propio McGinn señala dos caminos posibles para poder identificar y comprender P: puede intentar alcanzarse P investigando directamente la conciencia, o bien apelando al estudio del cerebro: existe cierta facultad que nos permite apresar a la conciencia, dicha facultad es la introspección, por medio de ésta tenemos un acceso inmediato a la conciencia, así pue ¿por qué resultaría la conciencia un misterio para nosotros si tenemos aquella vía directa para acceder a sus propiedades? Mantener una posición así con respecto a la introspección es otorgarle demasiado, pues si bien resulta una vía directa a las propiedades de la conciencia nada nos asegura que ésta sea suficiente para alcanzar la propiedad P: por medio de la introspección —señala McGinn— tenemos acceso cognoscitivo directo sólo a uno de los términos de la relación mente-cuerpo, pero no a la naturaleza del vínculo mismo.
II) Para McGinn parece imposible llegar a comprender la propiedad P, aunque podría presentarse una teoría T que hiciese referencia a P, y que por tano explicara la dependencia de los estados conscientes con respecto a los estados cerebrales, sin embargo la pregunta seguiría presente: ¿puede o no conocerse —incluso formularse— una teoría T para comprender la naturaleza de P? El propio McGinn señala dos caminos posibles para poder identificar y comprender P: puede intentar alcanzarse P investigando directamente la conciencia, o bien apelando al estudio del cerebro: existe cierta facultad que nos permite apresar a la conciencia, dicha facultad es la introspección, por medio de ésta tenemos un acceso inmediato a la conciencia, así pue ¿por qué resultaría la conciencia un misterio para nosotros si tenemos aquella vía directa para acceder a sus propiedades? Mantener una posición así con respecto a la introspección es otorgarle demasiado, pues si bien resulta una vía directa a las propiedades de la conciencia nada nos asegura que ésta sea suficiente para alcanzar la propiedad P: por medio de la introspección —señala McGinn— tenemos acceso cognoscitivo directo sólo a uno de los términos de la relación mente-cuerpo, pero no a la naturaleza del vínculo mismo.
organizada, de igual manera, la conciencia tiene que ser un fenmeno natural que surgir
partir de ciertas formas de organizacin de la materia.
II) Para McGinn parece imposible llegar a comprender la propiedad P, aunque podra presentarse una teora T que hiciese referencia a P, y que por tano explicara la dependencia de los estados conscientes con respecto a los estados cerebrales, sin embargo la pregunta seguira presente: puede o no conocerse incluso formularse una teora T para comprender la naturaleza de P? El propio McGinn seala dos caminos posibles para poder identificar y comprender P: puede intentar alcanzarse P investigando directamente la conciencia, o bien apelando al estudio del cerebro: existe cierta facultad que nos permite apresar a la conciencia, dicha facultad es la introspeccin, por medio de sta tenemos un acceso inmediato a la conciencia, as pue por qu resultara la conciencia un misterio para nosotros si tenemos aquella va directa para acceder a sus propiedades? Mantener una posicin as con respecto a la introspeccin es otorgarle demasiado, pues si bien resulta una va directa a las propiedades de la conciencia nada nos asegura que sta sea suficiente para alcanzar la propiedad P: por medio de la introspeccin seala McGinn tenemos acceso cognoscitivo directo slo a uno de los trminos de la relacin mente-cuerpo, pero no a la naturaleza del vnculo mismo. Se puede llegar a introducir P en el curso de las investigaciones empricas del cerebro? McGinn considera que tampoco se puede alcanzar P mediante una apelacin al estudio del cerebro, puesto que los conceptos que se atribuyen a ste se encuentran tan alejados de la conciencia como cualquier otra propiedad fsica, la razn: el papel de la percepcin en la formacin de nuestra comprensin del cerebro, esto quiere decir que, si bien podemos llegar a observar un cerebro vivo y su interior, es decir, podemos observar su figura, su color, textura, etc., etc., no podemos por ello observar los estados conscientes, aquello que el sujeto experimenta; para McGinn los estados conscientes no son, por tanto, objetos potenciales de la percepcin, en otras palabras, la consciencia apunta es noumnica con respecto a la percepcin del cerebro. De esto se desprende la pregunta: est P cerrada a la percepcin? En este punto llegan a inmiscuirse tanto la clausura cognoscitiva como la clausura perceptual, pero el hecho de que se involucren slo da otra muestra de que la propiedad P se encuentra absolutamente cerrada para nosotros.
A qu se debe la imposibilidad de concebir la propiedad P? Dnde reside la raz del
problema mente-cuerpo? McGinn sostiene que se debe al hecho de que los sentidos estn dirigidos hacia una representacin espacial del mundo: no se puede vincular la conciencia con el cerebro en virtud de las propiedades espaciales de ste; el cerebro se nos presenta efectivamente como un objeto de la percepcin situado en el espacio con procesos distribuidos espacialmente, empero, la conciencia no parece estar constituida por procesos similares. Las propiedades a las cuales responden nuestros sentidos no pertenecen al tipo correspondiente para constituir la propiedad P; coincidiendo con Kant, McGinn afirma que, en efecto, la forma de nuestra sensibilidad externa es espacial, por tanto, P resulta noumnica con respecto a los sentidos: esto implica, pues, que ninguna propiedad espacial puede proporcionar una solucin satisfactoria al problema mete-cuerpo. A pesar de esto, McGinn sostiene que la clausura perceptual no implica la clausura cognoscitiva, ya que se tiene la posibilidad de formar hiptesis donde es posible conceptualizar entes inobservables, esto quiere decir que aunque P se encuentre cerrada a nuestra percepcin no se elimina por completo la posibilidad de formar una hiptesis con respecto de ella; McGinn se inclina a toma una postura diferente, pues a pesar de saber de dicha posibilidad sostiene que no hay mtodo alguno que nos lleve a P. Si bien para l no es posible saber que propiedad P del cerebro es responsable de la conciencia, y por tanto de eslabn mente-cuerpo, empero, afirma que podra existir otra explicacin al misterio del vnculo entre el cerebro y la conciencia sin recurrir a propiedades imposibles de representarse: de acuerdo con este enfoque, si ahora tuviramos una comprensin de la propiedad P sentiramos que an hay algo de misterioso, debido afirma McGinn a un rasgo epistemolgico especial de la situacin: nuestra familiaridad con el cerebro y nuestra familiaridad con la conciencia estn necesariamente medidas por facultades cognoscitivas diferentes, a saber, la percepcin y la introspeccin. De esta manera, la facultad mediante la cual captamos uno de los trminos de la relacin es distinta de la facultad mediante la cual captamos el otro; as pues, no es posible o mejor dicho suficiente utilizar slo una de dichas facultades para comprender la naturaleza del vinculo psicofsico.