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HONORABLE CONVENCION PROVINCIAL

DISTRITO CHUBUT

Nuestra provincia adolece de una visión integral e integradora de todo su potencial socio económico,
padece la inexistencia de una política de estado que ponga en marcha el proyecto de desarrollo
sustentable, alternativo al esquema existente que propicia la enajenación transnacional de nuestras
fuentes energéticas, la extinción de nuestros recursos y la degradación irreversible del ambiente
irrespetando irresponsablemente la concepción de que "el Desarrollo Sustentable es aquel que
satisfaciendo las necesidades y las aspiraciones del presente, no comprometiendo la
capacidad de las futuras generaciones de satisfacer sus propias necesidades y
aspiraciones".
El mineral más importante, estratégico, vital e imprescindible que poseemos los Chubutenses
es el agua, y todas las demás acciones productivas deberán estar supeditadas al resguardo
de esta riqueza, teniendo en cuenta de que más de la mitad de nuestro territorio está constituido
por cuencas hídricas, y por lo tanto la falta de políticas sostenibles sobre producción agropecuaria,
forestal, industrial y hasta de ocupación territorial, atentan contra ese recurso sobre el cual estamos
teniendo un comportamiento pernicioso e irresponsable, provocando la verdadera debacle
del recurso, negando su condición de bien social, económico y agotable.
La incorporación de la megamineria del oro y la plata a las actividades económicas de la provincia
cambiara temporariamente nuestra matriz productiva y definitivamente nuestro perfil de provincia,
dejando en la mayoría de sus habitantes la impronta indeleble de la gran minería que exhiben
muchas regiones de nuestro país y el mundo, convenciendo a sus sociedades con el espejismo de la
las riquezas imperiales, pero condenándolos a corto plazo a la eterna pobreza del subdesarrollo el
despojo y la irreversibilidad.
Una actividad extractiva como la megaminería, no alcanzan sustentabilidad económica, ambiental o
social, no garantiza la base fundamental de recursos vitales como el agua, el suelo o el aire, atenta
contra la ocupación territorial, e implanta un modelo discriminatorio de distribución de la renta,
reduciendo a las empresas y sus promotores provinciales el acceso a los beneficios de la
explotación, en tanto que sus temporarios y magros efectos económicos locales, no gravitaran en
el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de la meseta central.

Ante la incapacidad gubernamental de encontrar alternativas productivas de continencia social en la


meseta central, acepta la megamineria como un paliativo para la región, desechando la manifiesta
desigualdad que se producirá en la distribución de los costos beneficios, los efectos devastadores en
suelos, ríos, lagos, lagunas y aguas subterráneas que desaparecerán, juntos a toda su
biodiversidad, y el irreversible destino de esas comunidades que quedaran empobrecidas y casi
extinguidas al cierre de las operaciones, sin considerar además el patrimonio cultural y natural
destruidos definitivamente, como queda palmariamente demostrado por el accionar de esta actividad
en todo el mundo, y sin que las sociedades afectadas hayan alcanzado índices de desarrollo y

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crecimiento acordes con lo que postulan los gobiernos que auspician a estas empresas (las
mismas que han actuado en muchos países y cuyos capitales transnacionales operan hoy en
el nuestro ).

La sociedad chubutense no debe tolerar que funcionarios circunstanciales y un grupo de tecnócratas


diseñen leyes y políticas que impulsen la megaminería, que nieguen y desconozcan toda una
historia mundial de despojo, desolación, degradación y abandono, que faciliten a través de una
asociación económica/política que la rapiña transnacional antisolidaria, retrograda y colonial, repita
en nuestra provincia su centenaria actitud de avasallamiento, saqueo y abandono.
Las posibilidades de transitar al desarrollo sustentable - lejos de la voraz teoría transnacional de
tierra arrasada - encontraran su origen en la disposición de la ciudadanía chubutense cuando en su
conjunto adhirieron a un objetivo excluyente; salvaguardar a la provincia del peligro y consecuencias
de constituirnos en un basurero nuclear continental, actitud y concepción ratificada por la
movilización de los ciudadanos de la comarca andina en oposición indiscutible al inicio de las
actividades mineras en la región.
Es falsa la premisa de que el progreso se paga con contaminación, es irresponsable desconocer
alternativas de desarrollo y crecimiento encontradas en otras zonas del país y del mundo con
limitaciones naturales similares o peores que las que ofrece la meseta, pero es incuestionable que
una medida como la de autorizar la megamineria en la provincia va mas allá de un grupo de
hombres que confunden al estado con sus necesidades partidarias. Nuestro futuro debe ser el
resultado de la concentración de esfuerzos y voluntades, lo que asegura compromiso,
participación y diversidad de ópticas, de la transparencia gestionaría; que garantice competencia
de actores e integridad en acuerdos o compromisos y de la intervención comunitaria, que defina
las conveniencias, consecuencias o compatibilidades.

Los radicales instamos a los chubutenses a asumir una actitud valiente y soberana, concluyamos
que el oro y la plata no son minerales estratégicos que varíen el destino económico de la provincia
más allá de las “regalías” y lo “temporario y circunstancial “de su efecto, definamos con los aportes
plurales, la verdadera, real y sustentable matriz productiva provincial en donde el crecimiento
económico y el desarrollo sean el producto de la interacción de los factores sociales, culturales y
productivos, fruto de la capacidad de organización social de nuestra comunidad y sus dirigentes que,
apostando a otros recursos naturales, tecnológicos y humanos se ensamblen con la cultura
conservacionista de nuestro pueblo, universalicen nuestras riquezas y obtengan de ello los ingresos
equivalentes, en una verdadera política de estado que garantice el bienestar general, alejada de
toda conveniencia, especulación o claudicación gubernamental, partidaria o sectorial.

Trelew, 20 de marzo 2010

UNION CIVICA RADICAL DE LA PROVINCIA DEL CHUBUT

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