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Isabel Cuadrado Guirado. Profesora en el Dpto. le Psicologta Social y de las Orga- nizaciones de la UNED. Licenciada en Psicologia (1997) y Doctora en Psicologia (2002) por la Universidad de Almerfa. Sus lineas de investigacién prioritarias son di ferencias de género, liderazgo, relaciones intergrupales, prejuicio, discriminacién y aculturacién, Ha participado y participa en numerosos proyectos relacionados con ‘estas cuestiones. Algunas de sus publicaciones més recientes son: Women’s access to managerial positions: An experimental study about gender and leadership styles (2007); Estereotipos ce género (20071; Prejuicio y actitudles de aculturacién: la perspectiva de autéctonos € inmigrantes (2006); Mujeres y Liderazgo. Claves psicosociales del techo de cristal (2006). Itziar Ferndndez Sedano, Doctora en Psicologia por la Universidad del Pais Vasco (2001). Ha participado en varios proyectos de investigacién transcultural sobre actitu- des, autoconceptos y emocisn. En el 2006 obtuvo el premio nacional AIRCR, de segu- ‘iad vial, al trabajo titulado «Factores psicosociales y riesgo percibido: La conduccién en tGineles carreterosr. Actualmente imparte las asignaturas de Psicologia Social y Psi- cologia Comunitaria (Diplomatura de Trabajo Social) en la Universidad Nacional de Educacién a Distancia, tras haber sido profesora en la Universidad de Jaén. Sus temas {de interés cientfico son el «Estudio transcultural sobre emocioness y fa «Intervenciin psicosocial en catés- trofesy situaciones de riesgo», habiendo publicado diversas articulos en revistas especializadas del drea ‘Ana V. Arias Orduiia. Dociora en Psicologia por la Universidad Nacional de Educa~ ccién a Distancia (UNED). Comenzé su especializacién en 1992 (Master de Modifica- cin de Conducta eIntervencién Conductual en Psicologia de la Salud, Universidad Complutense de Madrid). Su experiencia profesional se centré principalmente en in- tervencién familiar, especialmente con afectados por el Sindrome Disociativo atipico consecuencia de influencia social coercitivafafios 2003-2005). Ha impartico docen- cia en la Universidad San Pablo CEL! de Madrid (1993); en la Universidad de Jaén (1997-2000) y desde entonces en la UNED. Esté especialmente interesada en el estudio de la cognicién social en el marco de la influencia social, agresién, ¢(injtolerancia en tomo a giupos vulnerables. xv Hena Gaviria Stewart, Licenciada en Psicologia por la Universidad Auténoma de ‘Madrid y Doctora en Psicologia por la UNED, donde actualmente es Profesora Ti- lular de Psicologia Social. Una de sus lineas de trabajo es el estudio de las relaciones de dominancia-subordinacién y el conflicto en grupos infantiles desde un enfoque etolégico, relacionando las estrategias de solucién con el desarrollo de la conducta prosocial y de intercambio. Desde un punto de vista ms amplio, se interesa por la interacci6n entre las bases biol6gicas de la conduct y la influencia del medio social y cultural. Entre sus publicaciones més relacionadas con los conteniddos de este texto se encuentran: Con- {cto interpersonal en grupos de nifios (1996); ¢A quién ayudan los nifos ce preescolar? (1998); Agre- si6n: el punto de vista etoldgico (1998); Altruismo y conclucta de ayuda (1999); El grupo de iguales como campo de practicas, Desarrollo de tendlencias prosociales y agonisticas (2003); Conilicto y estra- tegias de solucién (2006), Angel Gémez Jiménez. Es Profesor Titular en la Facultad de Psicologta de la UNED. Es Doctor en Psicologia por la UNED (1998). Actualmente trabaja en di- versas lineas de investigacién como la auto-verificacién, la fusién de la identidad, la reduccién del prejuicio y la discriminacién, el estigma y los efectos del con- {acto intergrupal. Colabora actualmente con Bill Swann, John F. Dovidio, Nyla Branscombe y Linda Tropp, investigadores de distintas Universidades Norteame- ricanas. Mercedes Léper Sez. fs Licenciada y Doctora por la UNED, donde ejerce como Profesora Titular de Psicologia Social. En su trayectoria como investigadora se ha centrado en diferencias de género, asf como en procesos de influencia y cambio de actitudes, habiendo dirigido proyectos de investigacidn y tesis doctorales sobre estos temas. Es autora de capitulos en manuales y de articulos en revistas cientificas sobre actitudes, procesos de influencia y diferencias de género. Entre sus publicacior més recientes se pueden citar: Cémo percibimos la influencia de las medios dle co- ‘municacién: el eefecto tercera persona» (2003); ginfluyeron los procesos de comunicacién sobre los su- ccesos del 11-M en las elecciones del 14-M? La percepcién de los jévenes en funcién de su ideologia politica (2005). Mujeres maltratadas y asesinadas por sus parejas. Violencia ge quié género? (2006). Fernando Molero Alonso. Es Profesor Titular de Psicologia Social en la UNED. En la actualidad imparte Psicologia de Grupos en la titulacién de Psicologia. Ha trabajado en cuestiones relacionadas con el liderazgo, él prejuicio y el individualismo, aspec- 10s sobre los que ha publicado numerosos capitulos de libro y articulos de revista, Participando ademss en diversos proyectos de investigaci6n. Entre sus publicaciones pueden mencionarse «El estudio del carisma y del liderazgo carismatico en las cien- Cias sociales: una aproximacién desde la Psicologia Social» (1995), y en colabora- EET cin con otros autores «Leadership in two types of healthcare organization» (1995), «lnmigracién, pre~ juicio y exclusién social: reflexiones en torno a algunos datos de la realidad espafiola» (2001), «Paupers or riches, The perception of inn (2003). ‘ants, tourists and ingroup members in a sample of spanish children» J. Francisco Morales Dominguez. Catedratico de Psicologia Social descle Julio de 1983, Premio Extraordinario de Licenciatura (1973), Premio Nacional Fin de Carrera (1975), Premio Nacional a la Vocacién (1975), Becario del Programa Fullbright (1976-77), Diploma de Estudlias Postdoctorales en el Dpto. de Psicologta de la Uni- versidad de California en los Angeles. Ha impartida dacencia en la Facultad de Ciencias Politicas de la Universidad Complutense y en la Facultad de Filosofia y Le- tras de Universidad de Granada. Estancias en el extranjero como Visiter Scholar en la Universidad de California en Los Angeles, y como profesor visitante en la Universidad de Macquarie de North Ryde, Sydney, Universidad de Miami, Ohio, y en la Universidad de Tel-Aviv. Fundador y Di- rector Colegiado de la Revista de Psicologia Social. Ha publicado numerosos trabajos (libros y artfeulos) sobre Psicologia Social, siendo uno de los més recientes (2007) la tercera edicién del manual de Psico- logta Social (McGraw-Hill, Encarnacién Nouvilas Pallejd. Licenciada en Psicologia por la Universidad Aut6- noma de Madrid y Doctora por la UNED, donde es Profesora Titular de Psicologia Social. Ha trabajaco y esta especialmente interesada por el desarrollo de esta area en el campo de la salud. Abre una linea de investigacién sobre Psicologia Social de la Salud, sobre la que imparte un curso de doctorado y una linea de trabajo para el perfodo le investigacién sobre aspecios psicosociales de la conducta y atencién de la salud. Santiago Yubero Jiménez. Catedrtico de Escuela Universitaria en la Universidad de Castilla La Mancha. Algunias de sus publicaciones més recientes son: «Aspectos pnsicosociales del proceso de socializacién: La familia como escenario de desarrollo» (2006); «Fracaso escolar y violencia en la escuela: Factores psicolégicos y sociales» (2006); «La identiticacisn en las organizaciones y su relacién con la prototipicidad Ee) y el conilicto entre grupos profesionalesy (2006); «La percepcién del consumo de alcohol: el analisis de los sesgos atributivos como orientacién para la intervencién social con jdvenes» (2005). CCuandlo terminamos de confeccionar este libro contébamos con la experiencia de la primera promo- cidn de Trabajadores Sociales diplomados por la Universidad Nacional de Educacién a Distancia. Este ‘camino, que hemos recorrido juntos, nos ha facilitado la labor de presentar hoy un manual especifico para os estudiantes de la Diplomatura de Trabajo Social que analiza el comportamiento de las personas ‘en socieclad, objeto de estuclio de la Psicologia Social. ‘A través de los diferentes capttulos del presente volumen se exponen las concepciones y bases teoricas y empiricas de la disciplina mas relacionadas, a nuestro juicio, con el desarrollo profesional de un‘a Trabajador/a Social. Por supuesto, la Psicologia Social se ocupa del estudio de numerosos procesos basicos y aplicados que no seran abordados en estas paginas. La seleccién de temas llevada a cabo responde a un doble hecho: la presentacién de los t6picos mas interesantes de la disciplina para la formacién de Trabajadores Sociales, unida a la consideracién del cardcter cuatrimestral de esta asignatura. El resultaco se manifiesta en los diez capitulos que componen el manual. El primero de ellos esta de- dicaco fundamentalmente a analizar las interconexiones existentes entre la Psicologia Social y el Trabajo social. Esta vinculacién permitiré a los futuros Trabajadores Sociales conocer las aportaciones de nuestra disciplina a su area de interés. A lo largo del capitulo se destaca el caricter aplicado de la Psicologia Social. A continuacién se abordan los comportamientos que llevamos a cabo en funcién del grupo cul- ‘ural de referencia, haciendo hincapié en las pautas de interaccién entre personas pertenecientes a di- {erentes culturas. El tercer capitulo se ocupa del analisis de uno de los tépicos mas importantes de la dis- ciplina: las actitudes, prestando especial atencién a las funciones y origen de las actitudes, asi como a Ia influencia entre actitudes y conducta. Los dos capitulo siguientes estén destinaclos al estudio de los procesos grupales y las relaciones intergrupales (Capitulo 4) y al estudio del prejuicio y la aculturacién {capitulo 5). En el primero de ellos se expone la notable influencia que ejercen el grupo y los procesos ‘grupales sobre el individuo, poniendo de manifiesto cémo la pertenencia grupal determina muchos de ‘nuestros comportamientos. Asimismo, se analiza la naturaleza de las relaciones intergrupales, haciendo especial hincapié en el analisis del conflicto intergrupal y las estrategias clestinadas a reducirlo. El Ca- pitulo 5 se centra en el estudio de uno de los problemas sociales més importantes en la actualidad, la inmigracién, en concreto analiza el prejuicio y la aculturacién, destacando los enfoques y concepciones predominantes en la investigacién de estos tépicos desde la perspectiva de la Psicologia Social. Se abor- xIx dan extensamente los modelos contemporaneos en el estudio del prejuicio, asf coma un modelo de aculturacién desarrollado en nuestro contexto social. En el Capitulo 6 se realiza un anélisis psicosocial del contlicto interpersonal y de las estrategias que permiten manejarlo o gestionarlo, incidiendo en la idea de que el conflicto no es siempre tan negativo como en principio pueda suponerse, sino que incluso puede ser necesario y beneficioso en nuestras re- laciones con los demés. El siguiente capitulo esté dedicado al estudio de la conducta de ayuda, la con- ducta prosocial y el altruismo, En él se analizan con detalle los origenes de las conductas prosociales en las personas, asf como la conducta de ayuda, tanto interpersonal como grupal. En el Capitulo 8 se realiza un andlisis psicosocial de la agresién, haciendo especial hincapié en la exposicién de las teorias Psicosociales sobre el origen de la agresién, los estudios clisicos llevados a cabo sobre este proceso, y los principales contextos en los que se procluce la agresién. El Capitulo 9 esté dedicado al estudio psicosocial del género, centrandose en los estereotipos y la identidad de género. Asimismo, se realiza un analisis de las acttudes sexistas y su relacién con la vio- lencia de género. En el tiltimo capitulo, de cardcter mas aplicado, se exponen los comportamientos mas caracteristicas sobre salud y enfermedad, profundizando en la comunicacién que se produce entre los profesionales asistenciales y los usuarios/enfermos. Cada capitulo presenta la siguiente estructura: términos clave, objetivos, introduccién, desarrollo de los contenidos de! capitulo y establecimiento de conclusiones generales, Hemos sustituid la amplia lista de referencias bibliogréficas que caracteriza a los manuales por su inclusién al final de cada tema, con el propésito de facilitar su busqueda al lector interesado. Asimismo, en cada tema se resefian direcciones Web y lecturas recomendadlas que facilitardn la profundizacidn y/o comprensién de los contenidos ex- puestos a lo largo de los capitulos, Finalmente, el manual cuenta con un glosario en el que se definen todos los términos clave referidos en los capitulos. ‘Antes de finalizar no queremos dejar de agradecer a nuestros compafieros de la UNED y al profesor Yubero, de la Universidad de Castilla La Mancha, su valiosa e imprescindiible colaboracién, ya que sin su experiencia, conocimiento y buen hacer este libro nunca hubiera visto la luz. Por supuesto, no po- demos dejar de expresar nuestro agradecimiento a la editorial Sanz y Torres, de manera especial a Al- berto Torres, por hacer realidad nuestro proyecto y por su disposicién a facilitarnos en todo momento ‘nuestro trabajo. Y, como no, manifestar nuestro més sincero deseo de que el estudio de los contenidos de este manual y la adquisicién de los conocimientos necesarios para superar la asignatura se conviertan en una tarea estimulante y satisfactoria a través de la cual los alumnos disfruten aprendiendo. Este propésito nos ha acompafiado durante todo el proceso de confeccién del manual Isabel Cuadrado e Itziar Fernandez Madrid, agosto de 2007 soe ee Y TRABAJO SOCIAL INTRODUCCION ELTRABAJO SOCIAL LA PSICOLOGIA SOCIAL APLICADA La investigacién-aceién Latiada steorfa, investigacin y prictica» Tecnologia Social La Psicologia Social Aplicable OBJETIVOS Y AREAS PROFESIONALES DEL TRABAJO SOCIAL RAZONES PARA UNA COLABORACION ENTRE TRABAJO SOCIAL Y PSICOLOGIA SOCIAL LA INTERVENCION SOCIAL: PUNTO DE ENCUENTRO IMPORTANTE DE LA PSICOLOGIA SOCIAL Y EL TRABAJO SOCIAL El Bienestar Social Pasos de la intervencién social Funciones y dreas de la intervencidn social LA PERSPECTIVA PSICOSOCIAL ‘CONCLUSIONES LECTURAS RECOMENDADAS Y REFERENCIAS EN INTERNET REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS J. Francisco Morales Dominguez Santiago Yubero Jiménez TERMINOS CLAVE DEL CAPITULO Investigacién-accién (o eAction Research) Psicologia Social Psicologia Social aplicable Tecnologta Social Trabajo Social ( OBJETIVOS ) | t f I | + Presentar la definicién de la Psicologia Social y seftalar las relaciones entre Psicologia Social y | Trabajo Social | + Resaltar el caracter aplicado de la Psicologia Social || + Mostrar, con una serie de ejemplos, que los contenidlos de los capttulos de este volumen recogen | el caricter aplicado de la Psicologia Social | + Sefialar los aspectos del Trabajo Social més relacionados con los conceptos y pricticas de la Psi- | cologia Social | + Mostrar la relevancia y complejidad del Bienestar Social | + Definir conceptualmente y con ejemplos concretos la Intervencién Social, por ser uno de los re= |__sultados més direcios de la colaboracién entre la Psicologia Social y el Trabajo Social | |. + Poner dle relieve la perspectiva psicosocial en la Intervencién Social | PSICOLOGIA SOCIAL Y TRABAJO SOCIAL © 3 {Este capitulo, que analiza las relaciones entre Psicologia Social y Trabajo Social, intenta servir como ‘marco general para la comprensién de los contenidos del presente volumen. La Psicologia Social se entra en el estudio de los procesos que posibilitan la insercién de las personas en la sociedad, como, par ejemplo, la cultura, las actitudes, los grupos y las relaciones intergrupales, los prejuicios y la acul- turacién, ef conflicto, la conducta de ayuda, la conducta prosocial y el allruismo, la agresién, el género, la salud, entre otros. Todos « la mayorfa de estos procesos interesan a muchas ciencias sociales, desde la Econom(a a la Historia, pasando por la Sociologta, la Ciencia Politica y la Antropologfa, entre otras, pero en Psicoloy Social se analizan desde una perspectiva peculiar. Asi lo apunta la definicién clésica de la disciplina de G.W. Allport (1968): eintento de comprender y explicar cémo el pensamienta, el sentimiento y la con- ducta de las personas individuales resultan influidas por la presencia real, imaginada o implicita de otras personase. Esta definicién enfatiza el vinculo que une a las personas entre si dentro del coniexto social y afirma que las personas se influyen mutuamente y que sus procesos psicolégicos individuales son un producto de sus relaciones con las otras personas con las que interactian. Aclara, al mismo tiempo, que esa interaccién no se limita a lo fisico, ya que también puede ser imaginada y hasta sim- bélica. El contenido del capitulo responde a los planteamientos anteriores. Se comienza con una definicén del Trabajo Social para pasar en seguida a analizar las relaciones de esta disciplina con la Psicologfa So- cial. Se dedica un amplio espacio a argumentar la naturaleza aplicada de la Psicologta Social que se con- creta en cuatro desarrallos, cacla uno de ellos asociado a un autor concreto: la investigacién-accién, la triada wteor'a, investigacién y préctica», la Tecnologta Social y la Psicologia Social Aplicable. Se consi- dora que es la Intervencién Social el resultado mas directo cle la colaboractin entre la Psicologia Social y el Trabajo Social, por lo que se le dedica a este apartado el resto del capitulo. Se comienza el apartacio con la introduccién de los conceptos e indices del Bienestar Social, tanto en su vertiente abjetiva como subjetiva, se sigue con la exposicién de los pasos y las funciones de la intervencién social y se finaliza ‘con una explicacién de la perspectiva psicosocial de la intervencién social. El Trabajo Social se vincula a los pracesos de cambio social, Estos han sido muy profundos y acele- rados en las sociedades contempordneas. Adquiere protagonismo cuando se generan desajustes y ne- ccesidades que afectan a los individuos y 2 los grupos. Su objetivo es contribuir al desarrollo del bienestar social, la salud y la calidad de vida, Se define como una profesién que «promueve el cambio social, la resolucién de problemas en las. relaciones humanas y el fortalecimiento y la promocién de la libertad de la poblacién para incrementar el bienestar. Mediante la utlizacién de teorias sobre el comportamiento humano y los sistemas sociales, I 4 @ PSICOLOGIA SOCIAL el trabajo social interviene en los puntos en los que las personas interactiian con su entorno» (AIETS, 2004, p. 31). UTILIDAD Dt La actual Psicologta Social dispone de un amplio y variado conjunto de conocimientos sobre los pro- ‘cesos psicosociales, es decir, sobre los procesos mencionados en un parrafo anterior (cultura, actitudes, grupos y relaciones intergrupales, prejuicio y aculturacién, conflicto, conducta de ayuda, conducta pro- social y altruismo, agresién, género, salud) analizacos desde la perspectiva explicitada en su definicicn. sos conocimientos se han ido generando por medio de esfuerzos funcamentalmente de teorfa e inves- tigacién, pero también de aplicacién. Este capitulo hard, precisamente, especial hincapié en el carécter apli- ccado de la Psicologia Social, ya que, aunque se tiende a pensar que es una empresa intelectual de busqueda de conocimiento, se olvida que surgié para responder a una demanda social. Numerosos autores, entre los que destacan Jones (1985) y Zajonc (1967), han mostrado que la Psicologia Social aparecié, con perfiles que anticipan los que tiene en la actualidad, cen las dltimas décadas del siglo xix, cuando la sociedad europea y, en ge- neral, la occidental, estaban sometidas a fuertes cambios y conflictos que pponian en entredicho la organizacién social existente, En ese periodo se intensificé la basqueda de explicaciones que pudieran dar sentido a una situacién que se caracterizaba por la inestabilidad objetiva y la experien- cla subjetiva de pérdida de significado, y en el que ni las explicaciones tra- dicionales (teolégicas, flos6ficas o juridicas) ni las relativamente nuevas explicaciones biolégicas resultaban ya salisfactorias. For tanto, la Psicologia Social surgié vinculada esirechamente a un determinado contexto histérico con el objetivo de ofrecer respuestas a los principales interrogantes que se planteaban. De aqut su «vo- cacién aplicada». Dicho de otra manera, generar conocimiento a través de la teorta e investigacién es tun paso fundamental, pero no el dltimo, ya que ese conocimiento ha de ser aplicado, ha de convertirse en algo practico para poder contribuir de manera eficaz a promover el bienestar de los seres humanos Fue asf en el despegue dle la disciplina y es asi en la actualidad, De ello trata el apartado que viene a ccontinuacién, LA PSICOLO Un trabajo reciente de Expésito (2005) muestra que la Psicologfa Social tiene una vertiente aplicada, Ya desde los inicios de la disciplina se consiaian intents de utilizacién del conocimiento psicosocial PSICOLOGIA SOCIAL Y TRABAJO SOCIAL © 5 para impulsar el cambio social. Algunos, sobre todo los més antiguos, resultan, desde nuestra perspectiva actual, algo desfasados, pero presentan ya elementos apreciables y un decidido afén por aplicar a los problemas sociales un enfoque psicosocial. En la década de los treinta del pasado siglo, Lewin dio un impulso definitivo alas aplicaciones psicosociales, se cre6 la eSociedad para el Estudio Psicolégico de los Problemas sociales», que todavia hoy sigue operativa, los psi- ‘cOlogos sociales estadounidenses contribuyeron al esfuerzo bélico de la tI Gue- ra Mundial y, tras un breve periodo de estancamiento, las aplicaciones volvie- ron con fuerza a partir de 1970 (véase el resumen de Expésito, 2005, p. 32). ‘A conocer el actual estado de la cuestién de las aplicaciones en Psicologia Social ayudard el excelente resumen realizado recientemente por Nouvilas (2007) de varios desarrollos, entre los que cabe destacar la investigacién-accién, la triada teori, investigacién y practica, la tecnologia social y la Psicologia So- cial aplicable. piece Seiten La investigaci6n-accién La investigacién-accién se asocia ala figura de Lewin (1946, 1948, 1978). Este autor cree que es un ertor que la teorfa y la aplicacién psicosaciales caminen de forma inclepencliente. Propone como solu- Cién para establecer una ligazén entre ellas el concepio de investigacién-accién, que Expésito (2005, 6) define de la manera siguiente: En a eAction Research» (investgacién-accién), sla adguisicin del conocimiento se concibe como insepa- rable de su aplicacién para el cambio social. Lewin propuso un maxlelo que conjugabs la investigacién so- cial y la accidn social. Dicho madela se traduce en un proceso cilico de planificacién, accién y evaluacién de fs resultados de investigacidn, en el que tanto la accién social como la investigacin que evalta dicha accién pueden suministrar informacién dtl para reformula la teorfa. En resumen, la investigacién-accién consta de tres fases: planificacién, actuaciGn y evaluacién. + Ena primera de ellas, o planificacién, juegan un papel muy importante los conocimientos teéricos y de investigacién ya existentes. Es decir, el psicélogo social que se embarca en una investigacién- laccign no parte de cero. Ahora bien, en Ia fase de planiticacién también se tiene que prestar atenci6n a las informaciones que se obtienen del estudio de la realidad social sobre la que se va a intervenir. ‘+ La fase segunda, o actuacién, es la propiamente activa de este proceso de investigacién-accidn. Los resultados de esta actuacién se analizan detalladamente en la tercera fase, que es tambien la final. ‘= En la evaluacién es preciso calibrar hasta qué punto se han conseguidlo los objetivos perseguidos con la actuacién y también en qué medida los conocimientos de partida de la planificacién re- sultaron iitiles y adecuados, asf como el grado en que necesitan ser modificados. Exe | Por ello, afirma Nouvilas (2007, p. 769), que la investigacién-accién tiene lugar «dentro de ciclos recurrentes de planificacién, actuacién y evaluaciéns {a investigacién-accién propuesta por Lewin dio lugar a una variante denominada «partcipativas. Esta surge también del trabajo con grupos del mismo Lewin (véase Lépez-Canabas y Chacdn, 1997) y tiene una versién latinoamericana (Cancian, 1993; Freite, 1970; Maguire, 1987) La triada «teoria, investigacién y practicay 5! punto de partida de Fisher (1982) es que la teoria la investigacién y la prictica comparten algo que las unifica por encima y més alld de sus diferencias: su cardcter psicasocial. Por eso, como seala Nou- vilas (2007, p. 770), estos tres elementos «se relacionan y retroalimentan dentro de un mismo campos. En concreto, la investigacién psicosocial se realiza en el laboratorio y en situaciones naturales, y se ealiza a partir de las hipétesis que surgen de la teoria. Exist, pues, una estre- cha conexién entre teoria e investigacién. Por su parte, la Practica, que combina diversas aproximaciones, como sla investigacién social, a investigacién-accién, la investigacién evaluativa y el desarrollo de programas» (Nouvilas, 2007, p. 770) se nutre de les conocimientos anteriores de teoria e in- vestigacién, si bien, a la vez, contribuye con nuevos cono- Cimientos que se generan en la confrontacién con los proble- mas que tienen lugar en los contextos de aplicacién. SS a A continuacién, se presentan seis ejemplos del alcance del planteamiento de Fisher (1982) extrat- los de capitulos del presente volumen. ‘Medias Implicitas de las Actitudes (Capitulo 3 sobre «Actitudes») Durante mucho tiempo preocups en Psicologta Social la posibilidad de discrepancia entre la actitud real o privada de la persona y la manifestacién piblica de esa actitud. Se intent superar este problema or medio de diversas estrategias. El procedimiento del IAT Umplicit Association Test representa el paso decisivo en esta direccién. Las medidas implicitas surgen de clesarrollos te6ricos sobre las actitudes y de la utlizacién de muchos étodas de investigacién diferentes. Dos aportaciones teéricas importantes son la distincién entre los aspectos evaluativos o connotatives (por ejemplo, bueno-malo) y los descriptivos o denotativos (por jemplo payo-gitano) y la distincién entre los procesos elaborados y automaticos en las actitudes. Desde lun punto de vista metodolégico, lo innovador es la ulilizacién de los tiempos de reaccién como medida de la actitud, en lugar de las escalas estandar. PSICOLOGIA SOCIAL Y TRABAJO SOCIAL © 7 Las implicaciones para la prctica de este tipo de investigacidn son muy numerosas. En muchas ac- titudes la probabilidad de divergencia entre lo privado y lo pablico es elevada, no s6lo porque las per- sonas intenten dar una buena imagen ante las demés y traten de ocultar su verdadera actitud, sino por los procesos automiticos que actiian sin que la persona sea consciente de ello. Aqui es donde alcanzan su verdadero valor las medidas implicitas. «Norma Subjetivas (Capitulo 3 sobre «Actitudes») La prictica psicol6gica en varios émbitos Salud, publicidad, organizaciones y educacién, entre otros) revela que no siempre una determinada actitud conduce a la conclucta correspondiente. Por ejemplo, una buena actitud del paciente hacia un determinado tratamiento médico no siempre se tradkuce en la esperable adhesidn a dicho tratamiento cumplimiento terapéutico. De forma similar, una buena actitud hacia el rendimienta en el trabajo no siempre se traduce en un rendimiento elevado. El concepto cle norma subjetiva permite explicar este desfase entre actitud y conducta. Una actitud favorable a comporiarse de una forma determinada puede quedar anulada o inhibida por una norma subjetiva contraria a la conducta en cuestién, Esto es lo que sucede con muchos tratamientos médicos que no tienen en cuenta el contexto del paciente ni el hecho de que el tratamiento recomendado va a interferir con las relaciones que mantiene con su familia, amigos o compafieros de trabajo. En el Ambito de las organizaciones suelen existir normas sociales de los propios trabajadores que regulan la cantidad y caliclad del rendimiento esperable y que tienen més peso que las acttudes privadas de los trabajadores Teoria del prejuicio manifiesto y sutil (Capitulo 5 sobre «Psicologia Social cel Prejuicio y la Aculturaci6ny) En la practica cotidiana se aprecia que manifestaciones piblicas de rechazo hacia grupos minoritarios (inmigrantes, gitanos, discapacitados, entre otros) son diffciles de encon- trar, aunque al mismo tiempo son noticia en los medios de comunicacién episodios de maltrato, abusos de poder e in- luso agresiones fisicas a personas de esos grupos. Es posible ue la forma de expresidn del prejuicio haya variado en los Gltimos afios y que ya no resulte aceptable mostrar prejuicio en ptblico, o que hayan aparecido nuevas formas que coe- xisten con las tradicionales. Pettigrew y Mertens (1995) formulan la teoria del pre- juicio manifiesto y sutl para intentar comprender los proce- — 50s responsables de las conductas observadas en la poblacién mayoritaria, Su investigaciGn consiste en desarrollar una escala capaz de medir separadamente cada uno de esos dos tipos de prejuicio y en usarla posteriormente para descubrir los correlatos 0 procesos psicol6gicos asociados con cada uno de ] 8 © PSICOLOGIA sociAL ellos. Esta investigaciéin desemboca, a su vez, en algo préctico, ya que la aplicacién de la escala permite elaborar perfiles diferenciados de personas prejuiciosas por lo que es itil para poner en marcha estra~ tegias especificas destinadas a eliminar 0 reducir el prejuicio. En la préctica, la eficacia de tales estra- tegias dependerd de que se ajusten al tipo de prejuicio que mantiene la persona, sPrivaciGn Relativas (Cuadro 6.4 del Capitulo 6 sobre «Conilicto interpersonal y su Gestiéns y Capftulo 4 sobre «Procesos Grupales y Relaciones Intergrupales») Con frecuencia, los medios de comunicacién difunden acantecimientos de violencia extrema y apa- Fentemente injustficada, como el motin de la prisién de Attica clescrito en el cuadro 6.4. La Psicologia Social ha desarrallado el concepto de «privacién relativa» para explicar las causas 0, por lo menos, los antecedentes de estos conflicios que son, a la vez, graves e inesperados. En la «privacién relativa» hay tuna idea innovadora: las personas recurren, para evaluar las situaciones que viven, a criterios relativos, no absolutes. &s decir, una situacién que observadores externas calif carfan de aceptable o normal puede resultar muy negativa, 0 incluso in- tolerable, para quienes la viven. La diferencia de evaluacién proviene de los criterias utilizados. El observador extemo recurre generalmente a criterios abstractos y genéricos (por ejemplo, compara esa situacién Con otras similares que conoce’. En cambio, los que viven esa situactén se comparan con otras personas que consideran similares para decidir si estén obteniendo lo mismo que ellas o menos, o tienen en cuenta las normas percibidas que regulan esas situaciones, los derechos que les asisten o los méritos que creen haber hecho. Es decir, utilizan criterios i relativos, En el caso del motin de Attica, la violencia extrema que se desencadené tal vez sea injustificada Para un observaclor externo, sobre todo si compara las condiciones de esa prisién con otras de las que tiene noticia: el observaclor externo piensa que lo qule ocurre en Attica no es diferente de lo que ocurre en la mayoria de las prisiones. Sin embargo, para los reclusos de Atica, lo crucial era el incumplimiento de unas promesas que se les habian hecho e interpretaron el incumplimiento como un desprecio de las autoridades de la prisién hacia sus derechos. En definitiva, el concepto de privacién relativa guarda relacién con la préctica, porque esté en la base de muchos acontecimientos violentos cotidianos. Surge de una teoria psicosocial que enfatiza la utili- zacién de criterios relativos por parte de los afectados, que recurren a compataciones con otros similares, a las normas percibidas, a los derechos adquiridos y a los méritos que se consideran consolidados, La 'nvestigacién sobre privacién relativa se ha realizado tanto en el laboratorio como en situaciones natu- rales. El acontecimiento descrito en el cuadro 6.4 es, precisamente, una de estas situaciones naturales, £s importante no olvidar que existen distintostipos de privacién relativa. Asi se sefala en el Capitulo 4, donde se habla de tres tipos principales, cada uno de los cuales se basa en un tipo concreto de com- Paraciones. El tipo intergrupal, también llamado «fratemalx,establece comparaciones entre el propio PSICOLOGIA SOCIAL Y TRABAJO SOCIAL ¢ 9 grupo y otros grupos similares. Se ha encontrado que es este tipo el que tiene probabilidad de desencadenar acciones destinadas a corregir la situacién de partida, es decir, la que se considera responsable de la privacién experimenta- dla, Por tanta, la privacicn relativa intergrupal es, en muchas ocasiones, el motor de la conducta colectiva Capitulo 8 «Aspectos bisicos del estudio psicosocial de la Agresién» La relacién entre Ia teoria, la investigacién y la préctica también es clara en el estudio psicosocial de la agresién. Esta perspectiva establece los supuestos basicos para el analisis de la violencia, identifica las condiciones que promo: cionan la violencia y sefiala tos mecanismos por los que dichas condiciones desencadenan comportamientos agresivos. Respecto a los primeros, se destaca la importancia de la cultura en el mantenimiento y promacién de la violencia, Este supuesto central de la Psicologfa Social es constatado por los estudios que verifican que el tipa de agresiones predominantes y a incidencia de estos com- portamientos varian en las diferentes culturas. Fl concepto de cultura del honor ilustra el conjunto de creencias, normas y pautas de comportamiento por el aque determinado tipo de saciedades regulan y promueven el uso de la agresi6n. Tal y como se menciona en el capitulo 8, en estas culturas se considera aceptable la violencia para resolver aquellas situaciones en las que el honor (personal, familiar 0 de propia comunidad) se ve amenazado 0 vulnerado. Este con- cepto es de gran utilidad para comprender la mayor incidencia que tiene, en ciertas comunidades, la violencia ejercida por los maridos hacia sus esposas o la violencia que se desencadena entre los jévenes pertenecientes a ciertas bandas callejeras. Las sugerencias de intervencién que se derivan de estas aportaciones se clarifican definitivamente cuando se identifican los mecanismos por los que la cultura regula la agresién. La teorfa del aprendizaje social, des- arrollaca inicialmente por Bandura, ha sefialado tres mecanismos esenciales: el aprendlizaje vicatio, la imi- tacién y el modelado. Este autor plantea que la observacién de comportamientos violentos permite a los observadores aprender pautas de conducta agresiva y ofrece, ademés, informacién acerca de las condiciones en que se ejerce la violencia y también de las consecuencias de estas acciones, La persona que acta de forma violenta se convierte asi en un modelo de conclucta a imitar, y las consecuencias sociales y personales {que experimente el madelo serén también incorporadas por el observaor como parte de la informacién {que deinen el significado de la violencia y el grado de aceptacién social de este tipo de comportamientos. “Teniendo en cuenta los aspectos sefialads, es indudable que para reducir los comportamientos vio- lentos la intervencién primaria debe incidir en la construccién cle una cultura de la paz en la que se sen- sibilice a los ciudadanos hacia el problema de la violencia, en la que se ensalce a personajes o modelos ‘cuyo comportamiento sea pacifico y no violento, yen la que se regulen las condiciones por las que el com- portamiento pacifico sea mas eficaz que la violencia para lograr el progreso de las personas y su bienestar. El capitulo 8 también alude a otros mecanismos que sefalan elementos clave en la intervencidn se- ccundaria. La escalada de violencia y la espiral del silencio son muy ilustrativas en este sentido, ya que reflejan dindmicas que con frecuencia participan en el aumento de la agresiGn. No hay que olvidar en ningéin caso que los procesos de violencia se alimentan de una fuerte carga afec- tiva. En el capitulo B se incicle en que la c6leray los sentimiientos de humillacin y de agravio estén presentes en la mayor parte de los actos de agresicn y constituyen los elementos basicos de la experiencia intima que desencadena la agresién. Contemplar estas aportaciones en la planificacién de acciones dirigidas ala in- ‘ervencién secundaria y tercaria supone desarrollar programas que doten a los individuos de las habilidades necesarias para regular la ira (p. ., la relajacién, el ejercicio fisico, identficar los pensamientos que con- tribuyen a experimentar esta emocién y aprender a interrumpirlos), asf como cesarrllar las habilidades ne- Ccesarias para canalizar el sentimiento de agravio y humillacién. Finalmente, deberia dotarse alas personas de las habililades necesarias para gestionar los conflictos de forma eficaz y pacitica (aprencler a identificar las propias emociones, defini as reparaciones o compensaciones que parecen adecuadas asi como las es trategias para satisfacerlas, y desarrolar habilidacles para prevenir las situaciones de agravio y humillacién), For tiltimo, Ia intervencidn tercariaseré més eficaz si incorpora programas de intervencién con las per sonas que no controlan su ira, como son los programas de control de impulsos, de reestructuracién cognitiva y de desarrollo de habilidades de afrontamiento pacificas. Por su parte, las victimas de agravios, humillacio- es 0 agresiones ffsicas extremmas requieren una intervencién profesional especializada y, si fuera necesario, la intervencién institucional que garantice que los agresores no reincidan en este tipo de comportamientos, Estudio psicosocial del altruismo (Capitulo 7 sobre «Conducta de Ayuda, conducta Prosocial y Altruismo») En ocasiones, agin suceso que moviliza emociones de gran intensidad cena poblacién impulsa desarrollos ledricos y de investigacién, En los afios 50 del pasado siglo apenas si se realizaban estucios sobre la conducta de ayuda y el altruismo, Fue un suceso que salt6 a los medios de comunica- ccidn, y se instalé en ellos durante mucho tiempo, el que cambié esta situa- cin: el asesinato de una enfermera (Kitty Genovese) que regresaba de ma- drugada a su casa después del trabajo, y a la que ningtin vecino ayudé a ppesar de que muchos de ellos presenciaron la larga secuencia dl asesinato desde sus ventanas. Esto convencié a los investigadores de la necesidad ur gente de tratar de explicar la ausencia de ayuda, A partir de las investiga- Ciones iniciales, se potencié la teoria y la investigacién sobre este asunto, Tecnologia Social Tytowae Es una aportacién que goza cle gran aceptacién entre algunos psic6logos sociales y se remonta al tra- bajo de Varela (1975), autor que la define de esta forma: «la actividad que permite disefar soluciones PSICOLOGIA SOCIAL Y TRABAJO SOCIAL © 11 i 2 los problemas sociales combinando hallazgos derivados de diferentes areas de las ciencias sociales» {(véase Nowvilas, 2007, p. 772). i Varela enfatiza la oposicién entre tecnologia social e investigacién. La primera se centta en el pro- | Iblema, la segunda en conceptos y variables. En la tecnologia social se busca un objetivo global y para ello el proceso de trabajo se encamina a conseguir sintesis de muchos conocimientos diferentes, mien- tras que la investigacién se interesa més por el andlisis y por aislar las relaciones entre variables. Otras i diferencias de importancia son las siguientes: la tecnologia social es pragmatica y utiliza todas las teorias | y hallazgos de investigacién que considera que le pueden ser de utilided, las combina segén sts apor- tacién al problema a resolver y no se preocupa por generalizar los resultados cle su trabajo sino, més | bien, de que éstos sirvan para resolver el problema al que se enfrenta. | Dos ejemplos del planteamiento de Varela (1975) en el presente volumen son los siguientes: mM Gestion de conflicos conjunta a través de la negociacién o la mediacién (Capitulo 6 sobre Conflicto Interpersonal y su Gestién») F Las estrategias de manejo de conflictos, mas que de te- ‘orias psicosociales investigaciones de laboratorio, surgen de las observaciones realizadas en situaciones coticianas. ‘Aunque realicen aportaciones te6ricas innovadoras 0 intro duzcan nuevas técnicas de investigacién, su interés funda- ‘mental resice més bien en la capacidad que demuestran para resolver contlictos reales. Parten de conocimientos ya existentes en las teorias psicosociales sobre actitudes, rela- Ciones positivas entre personas, aribuciones, entre otras muchas, siempre y cuando resulten tities para resolver el problema concreto al que se enfrentan y no se preocupan por generalizar esa solucién a otras problemas. Dan por supuesto que en otras acasinnes el nuevo problema exigiré soluciones hechas a medida que habré que bus- Pi car en ese contexto. En otras palabras, una buena negociacién o una buena mediacién responderd siempre \ una férmula Gnica que se acepta porque demuestra su eficacia en el lugar y momento en que se necesita. Estrategias de adaptacién a otros contextos culturales (Capitulo 2 sobre «El estudio | : de la Cultura en Psicologia Social») La familiaridad con las pautas culturales es necesaria para evitar problemas en la interaccién con per- sonas de otras culturas. A obtener esta familiaridad, ayucard el conocimiento generado por las investi- gaciones transculturales. Una interaccién fluida con una persona de una cultura colectivista exigird au- | -as, mientras que en una cultura individualista no habré que esperar que las personas I sencia de c } hhagan muestra de una elevada expresividad emocional | | 12. PSICOLOGIA SOCIAL La Psicologia Social Aplicable Es la aportacién de dos importantes autoras de Psicologia Social, Mayo y La France (1980) y consta de tres elementos fundamentales que se relacionan entre si de forma ciclica: la acalidad de vida», la sconstruccién del conocimientos y la cutilizacién e intervencién» (véase Nouvilas, 2007, p. 774). En primer lugar, estas autoras prefieren hablar de «calidad de vida» en lugar de problemas sociales. Ello da un giro positive a su aportacién y permite una aproximacién basada en la prevencién En segundo lugar, con su concepto de «construccién del conocimiento® llaman la atencién sobre la importancia que tiene para la Psicologia Social la capacidad de predecir la conducta, para lo que es fun- damental tener en cuenta el contexto en el que ocurre. Ello permite la introduccién de variables «ma- cro», es decir, estructurales y contextuales, En tercer lugar, la eutlizacién e intervencidn» es el objetiva final del modelo. Es un proceso complejo que incluye, al menos, los siguientes elementos: — la comunicacién entre los psicélogos sociales y las personas o grupos que solicitan o son el blan- co de la intervencién, — el establecimiento de las relaciones adecuadas con esas personas 0 grupos, y — el cudndo y el cémo de la intervencién, Pero, sin duda, lo mas interesante y atractivo del planteamiento de Mayo y LaFrance es su idea de ue los tres elementos anteriores se relacionan entre si de forma ciclica con la ayuda de los denominados sadapladoress. Ast, se puede pasar de la calidad de vida a la construccién del conocimiento por medio de una actividad que estas autoras llaman de formulacién del problema y eleccién del método», De la construccién del conocimiento a la utilizacién-intervencién se pasa con la ayuda del eandlisis del sis- tema y la definicién del rol», mientras el ciclo se cierra con el paso de la utiliza a. Ci6n-intervencién a la calidad de vida por medio de la «interpretacin y evalua- i6ne (véase Nowvilas, 2007, p. 775). En el presente volumen se pueden encontrar algunos ejemplos del enfoque de Mayo y LaFrance (1980). «Proceso de Aculturacién de la persona inmigrantes (Figura 5.2 del Capitulo 5) Se trata de mejorar la calidad de vida de los inmigrantes y de adelantarse al problema que para ellos supondria vivir al margen a espaldas de las normas, valores y conductas de la poblacién mayoritaria, Para conseguirlo, hay que com binar procesos de distinta naturaleza. Algunos de ellos son mas bien individuales (como las creencias y las formas dle pensar), mientras que otros son de naturaleza ‘macrosocial (los que tienen que ver con el sistema social, el econdmico y el tec- PSICOLOGIA SOCIAL Y TRABAJO SOCIAL © 13 nolégico). La aculturacién vendré dada por la combinacién aclecuada de estos procesos, tal como mues- tra la Figura 5.2. ts claro también que en esa Figura se promueve la prevencién, como recomiendan Mayo y LaFrance, porque en lugar de esperar a que se presente el problema, se describen las relaciones que existen entre los procesos intervinientes en la aculturacién y se sefiala como evitar que el problema llegue a produ- cinse. «lnfluencia de la cultura sobre la solucién de conflictos» (Capitulo 6) Responde al planteamiento de estas autoras tener en cuenta los procesos macrosociales y contextua~ les de los que depend en gran medida la calidad de vida. Considérese lo que sucede en un equipo de trabajo en el que coinciden personas de dos culturas ferentes, una individualista y otra colectivista. Al intentar realizar conjuntamente una tarea, los indivi- dualistas tenclerdn a tomar la iniciativa y a controlar la interacci6n. Por su parte, los colectivistas les ce- eran su tiempo de intervencién como muestra de deferencia, Pero de esta forma no es probable que la tarea llegue a buen puerto, ya que el desequilibrio en la interaccién dard lugar a desconfianza dentro del grupo. Unos, los individualistas, pensarn que la pasividad de los otros es producto de desinterés o incapacidad. Los colectivistas, en cambio, creern que el monopolio del tiempo por parte de los indi- vidualistas refloja su cardcter arrogante. Por tanto, superar las barreras culturales en equipos como el descrito es una importante dificultad, Hay que comenzar por convencer a los miembros de estos equipos de que la desconfianza mutua surge de la diferente procedencia cultural, no de diferencias de personalidad, conocimiento, dedicacién 0 in- terés, Sdlo sobre la base de este convencimiento serd posible elaborar pautas de colaboracién de cardcier innovador capaces dle superar las barreras cultural. eDeteccién del sexismo ambivalente en adolescentess (Capitulo 9 sobre «Psicologia Social y Género») La prevencién es un aspecto central del enfoque de la Psicologia Social aplicable impulsado por Mayo y la France. En el caso del sexismo, la prevencidin se tra- duce en la deteccién de este prejuicio en los adoles- centes, bajo el supuesto de que un elevado grado de prejuicio en esas edades serd un predictor fiable de un sexismo consolidado en la edad adulta, Recio, Cuadrado y Ramos (2007), en su intento de deteccién de sexismo en adolescentes, parten del co- nocimiento generado por las investigaciones sobre se- xismo ambivalente, que mostraron la conexiéin del se- 14 © PSICOLOGIA SOCIAL xismo con el patriarcad, la existencia de dos tipos de sexismo, un hostil y otro benevolente, yel impacto dle los dos tipos sobre la situacién de la mujer. Es un mérito de estas autoras haber demostracio que este enfoque cle sexismo ambivalente no es idé- neo para la deteccién de sexismo en adolescentes y haber procedido a elaborar un nuevo instrument adaptado a este objetivo. Se ala de una clara ilustracin del adaptador wformulacién del problema y eleccién del método» que sirve como transicién entre la emejora de la calidad de vidas y la «construc- cidn del conocimiento». Vase Cuadro 1.1 Cuadro 1.1. El cuestionario para la deteccidn de sexismo en adolescentes como adaptador «formulacién del problema y eleccién del método» om | a [SU RLMENTO™ | BELMODELO. QD ATIADONES DEL MODELO. | | Formulacién del problema: |More de ta >= _Detecci6n desexismoen =e Constuccién del |] calidad de vida: adolescentes ‘conacimiento: Prevencién Descubrir los para evitarla apecioscrucales Consolidacién de sexismo en del sexismo Eleccién del método: adolescentes — Creacién de la escala DSA «*Comparaciones emic y etic sobre culturas» (Capitulo 2 sobre «él estudio de la Cultura en Psicologia Social») {0s intentos de mejorar las relaciones entre culturas, habituales, por ejemplo, en la integracién de {os inmigrantes en la sociedad de acogida, en la formacién de equipos de trabajo compuestos por per Sonas de culturas diferentes, exigen instrumentos desarrollados en la propia cultura. Serfa un error pensar ue los instrumentos desarrollados en una cultura van a servir para realizar estudios en culturas nota- blemente diferentes, Es lo que se conoce como «etic impueston. En el modelo de Mayo y la France (1980), esto constituye un ejemplo de eleccién de método. OBJETIVOS Y AREAS PROFESION, Al sea interacci6n permanente persona-medio un presupuesto de pariida del trabajo social, el objetivo General de éste es el estudio de las relaciones que establecen las personas en su contexto socal, especialmente PSICOLOGIA SOCIAL Y TRABAJO SOCIAL © 15 ‘en los grupos y la instituciones sociales, para pasar luego a realizar las posterior intervenciones necesarias para que tales relaciones sean satisfactorias. Ese objetivo general se desglose en cuatro ms especificos: * Contribuira disminuir la desigualdad e injusticia social y facilitar la integracién social de los gru- pos de personas marginadas. * Promover el aprendizaje de destrezas a personas, grupos, organizaciones y comunidades para que se enfrenten a su marginacién y a quien la provoca. ‘© Mejorar el bienestar y la capacidad para resolver problemas dle las personas individuales, grupos, ‘organizaciones y comunidades que lo necesiten, + Informar sobre las oportunidades y desarrollar las destrezas emocionales, intelectuales y sociales necesarias para poder aprovecharlas, Estos objetivos se logran por medio de la intervencién directa 0 indirecta del trabajacior social. La pri- mera ocurre cuando existe contacto personal entre el profesional y la persona, familia 0 grupo. La se- gunda, cuando incluye actividades de andlisis, planificacién, evaluacién, coordinacién y supervisi6n. Dado que las relaciones en las que estén implicadas las personas son muy numerosas y de distinta naturaleza, y que, ademés, tienen lugar en contextos muy diferentes, es de esperar que la actividad pro- fesional de los trabajaciores sociales tenga que lievarse a cabo en diversas éreas y dentro de ambitos dlis- tintos, por ejemplo, en la administracién paiblica, en las asociaciones no gubernamentales, en fundacio- res, en federaciones, en organismos internacionales, en universiiades y en otras michas organizaciones sociales. Se dice que el trabajador social realiza una labor wasis- tencial» cuando se preocupa por la deteccién y analisis de las necesidades sociales y por facilitar el acceso a los re- cursos a todos aquellos que fo necesitan. Su labor es de eprevencidn» cuando intenta anticiparse a la reproduccién dle la marginalidad, la exclusi6n social, la pobreza y la vul- nerabilidad social, También interviene en epromocién y educaciéns cuando ayuda a las personas y grupos sociales a hacer uso de las oporiunidades que estén a su alcance, len umediacién y arbitrajen en aquellas ocasiones en que intenta resolver conflicios que afectan a las familias y gru- pos sociales en sus relaciones y en su entorno social. Oras labores importantes son las siguientes: «rehabilitacién», lo ‘que significa que se promueve el bienestary a integracién social de las personas y colectivos que se encuentran en desventaja social; «planificacién, anélisis de pro- cesos sociales y necesidades y evaluaciéns, que consiste en conocer y analiza los procesos sociales y las necesidades para disefar y ejecutar planes, programas y proyectos sociales; egerencia y administra- ciénm, lo que implica organizar, dirigir y coordinar los servicios sociales e «investigacién y docencian, 16 ® PSICOLOGIA SOCIAL Ya que se espera del trabajador social que aumente su co- nocimiento de la realidad social mediante la investiga- in y que ponga dicho conocimiento a disposicién de ‘otros profesionales. 1 dmbito més habitual de la labor profesional del trax bajador social son los Servicios Sociales, pero no el iini- 0. Estén también el Ambito de la salud, la educacién, justicia, empleo, urbanismo y empresa, medio ambiente, voluntariado, cultura y tiempo libre. En estos émbitos, los trabajadores sociales deben realizar sus intervencio. nes de forma coordinada y complementando a otros pro- fesionales, como psicélogos y educadores sociales, ast como a otros agentes sociales. = £1 Capitulo 10 sobre «Aproximacidn Psicosocial al estudio dle la salud es muy ilustrativo en este sen- tido. En él se reconoce explicitamente la labor del trabajador social en un area espectfca: la comunica. ci6n empitica y afectiva, en la que existen numerosas posibilidades de actuacidn. Es claro que todas elas se pueden potenciar con el conocimiento de la teori, la investigacién y la prctica psicosocial. El papel del trabajador social en el establecimiento de pautas de salud y, en general, en la atencién social alas personas en los contextos de salud puede ser muy activo, puesto que estos profesionales olrecen apoyo no slo a los usuarios sino tambien a la familia y al reso de los profesionales, Esto se aprecia de una manera clara en la actuacién de los trabajacores sociales para la mejora del cumplimiento terapéutico RAZONES PARA U Y PSICOLOGIA SOC Segtin el criterio de la naturaleza del proceso estudiado, los contenidos del manual se podtrian agru par en cuatro grandes categorias: ‘+ Procesos de naturaleza individual: Actitudes (Capitulo 3) * Procesos de naturaleza interpersonal: Conflicto Interpersonal (Capitulo 6), Conducta de Ayuda y Allcuismo (Capitulo 7) y Agresién (Capitulo 8) * Procesos de naturaleza grupal: Procesos grupales y relaciones intergrupales (Capitulo 4) y Psico- logia Social del prejuicio (Capitulo 5) ‘+ Procesos macrosaciales: El estudio de la Cultura (Capit lo 2) y Psicologia Social y Genero (Capitulo 9) Ahora bien, el predominio de un cierto tipo de procesos en un capitulo no significa la exclusién ab- soluta del resto de procesos. Asi, por ejemplo, el hecho de que el Capitulo 2 se cene en los procesos ‘macrosociales de cultura no quiere decir que en ese capitulo se pasen por alto procesos de naturaleza individual, interpersonal o grupal. Y lo mismo sucede en el resto de los capitulos. PSICOLOGIA SOCIAL Y TRABAJO SOCIAL © 17. Como se ha mostrado en un apartado anterior, todos los pracesos estudiados en el manual son sus- ceplibles de aplicacién y, por lo tanto, utiles para el trabajaclor social. Las cuatro formas de aplicacién de la Psicologia Social (investigacién-accién, triada teorfa-investigacidn-préctica, la tecnologia social y la Psicologia Social aplicable) no dependen de la naturaleza del proceso estudiado. Esto se ve con claridad en el Capitulo final, «Aproximacidn psicosocial al estudio de la salud», que presenta con detalle numerosos ejemplos de procesos de las cuatro categorias, tanto en la investigacion como en la prictica, Esto concuerda con la posture de varios autores que se han preocupado de analizar las relaciones entre Psicologia y Trabajo Social. Asi, Breakwell (1982) afitma que el recurso a estrategias psicosociales permite al tabajador social realizar diagndsticos de las situaciones y predecir qué tipo de decisiones to- ‘mar y cudles son las consecuencias que pueden derivarse de ello. Ariade que la psicologia realiza una importante contribucién a la formacién y al adiestramiento de los trabajadores sociales, como parte in- tegrante de su cualificacién profesional, con lo que contribuye a su construcci6n del marco te6rico y al ajuste de su perfil profesional a las demandas sociales. Por su parte, Femandez y Rondén (2003, p. 206) afirman que: sla Psicologia Social es In expecialidad mas aplicada al trabajo social por su marcado cardcter operativo y social y por compartir muchos espacios comunes, algunos de ellos de suma importancia, como la optimi= 2zacién de los recursos tanto personales 0 psicolégicos como sociales, el desarrollo, la comunicacién huma- ‘a, as relaciones intra e ergrupales, el estudio de los elementos que configuran la constiuccién del mundo social (cognicidn,atrbucién,acttudesy, en defntiva, la potenciacién de las capacidades individuales,gru- pales y comuniarias como las esrategias metodoldgicas que fundamentan la accién socials, Es decir, estos autores se muestran de acuerdo con Breakwell y reconocen que la Psicologia facilita, en buena medida, al Trabajo social a base tebrica y conceptual para la intervencién social, al tiempo i que aprovecha los conocimientos teéricos desarrollacios en torno a las actitudes y al analisis de com- i portamientos. Concluyen que ello le permite realizar una mejor aproximacisn a su objeto de i ida y a los comportamientos de las personas. Para Ares (1995), la aportacién de la Psicologta Social a la for ‘macién de los trabajadores sociales descansa en la utilidad préc~ tica de sus conocimientos. La profesién de Trabajo Social tiene tuna importante implantacién social en un proceso continuo cle auto-redefinicin. En el estudio realizado por Conde (2003), con estudiantes universitarios de trabajo social sobre su rol profesio- nal, se pone de manifiesto una perspectiva del trabajador social ‘como mediador, lejos de entenderse como un simple gestor admi: nistrativo 0 informaclor consejero. Esta orientacidn concuerda con Ia idea de una profesién que ha de articular sus esfuerzos, recur 08 € informaciones para fa resoluciéin de problemas, Junto a las razones anteriores, de naturaleza fundamentalmente intelectual, conviene sefialar que el Libro Blanco del Titulo de Grado en Trabajo Social (véase ANECA, 2007), ala hora de destacar las ca- racteristicas comunes dle los programas de formacién en su biisqueda del peril formativo idéneo para el Trabajaclor Social, afirma que, ademas de una preparaci6n te6rica y practica especifica en trabajo social, es necesaria una formacién basica en ciencias sociales aplicadas, Psicologia y derecho. Hay también razones histéricas: para los propios trabajadores sociales es claro que la Psicologfa ha teniclo una gran influencia en l Trabajo Social. De hecho, gran parte de los modelos de intervencién usados en Trabajo Social proce- den de la Psicologia. Es la Psicologia la que desde sus teorfas ha proporcionado un marco conceptual y elementos para el anzlisis cel comportamiento individual y social. Y dentro de la Psicologia, es el analisis psicosocial de la realidad el que facilta el conocimiento previo de los procesos que estén su- cediendo, para pasar a estudiar sus alteraciones y realizar las intervenciones que permitan un cambia hacia situaciones més favorables. En nuestro pais, la materia de Psicologia Social se ha cursado deste el comienzo de la formacién de los trabajadores sociales. sta reduccién del conilicto intergrupal desde la Teoria de la Identilad Socials, que se expone en el Capitulo 4, es un buen ejemplo de cémo la investigacién psicosocial es capaz de generar estrategias que ayudan a mejorar una dle las cuestiones que mas preocupan en Trabajo Social: las relaciones entre los srupos. En esencia, se trata de influir sobre el proceso de categorizacién y dle modificarlo. Hay tres for: ‘mas fundamentales de hacerlo. Una de ellas consiste en dar relevancia a la individualidad de la persona: es la descategorizacién. Otra es hacer consciente a la persona de su pertenencia a un grupo supraorde- nado, es decir, que engloba tanto a su propio grupo como al grupo opuesto: es la recategorizacién. Y todavia, en muchas acasiones, se puede hacer consciente a la persona de su pertenencia a los cos gre pos: es la calegorizacién cruzada. Esta titima slo puede darse cuando realmente existe esa perlenencia comin, Ts La imtervencién social tiene como objetivo ereclucir los problemas sociales, mejorar la calidad de vi- da, el bienestar 0, en general, la vida de las personas» (Nowvilas, 2007, p. 777). Abarca desde la infancia a la tercera edad, pasando por los problemas de relaciones entre géneros, [a violencia, el desempleo, 1 ocio, los medios de comunicacién, la salud, las discapacicades, el racismo, la inmigracién, la coo- peracién al desarrollo, la exclusidn, 0 los valores sociales, entre otros. Todos ellos constituyen contenidos de Psicologia Social, como ya se puso de manifiesto en apartacios anteriores de este capitulo, Al mismo tiempo, guardan una estrecha relacién con el trabajo social, que PSICOLOGIA SOCIAL Y TRABAJO SOCIAL © 19 tiene coma misién intervenir sobre los problemas psicosociales y que, como sefiala Conde (2003, p. 74) 1 «una de las profesiones de los servicios del bienestar orientada fundamentalmente a la intervenciéne, Eltrabajador social es un mediador para la resoluci6n de los problemas psicosociales y combina la pers- pectiva de los problemas de los individuos con las estructuras y las politics sociales (Ahearn, 1999), Este papel cle mediaciar pone de relieve la importancia de las habilidacles y de las competencias sociales que son recesarias para el desempefio de su rol profesional. De hecho, los estudiantes de Trabajo Social muestran tuna mayor sensibilidad social y mas sentido critico social que los estudiantes de otras carreras (Gori, 2006). ‘Sanchez Vidal y Morales (2002, p. 17) definen la intervencién social «como una accién intencionada para cambiar una situacién, que segiin ciertos criterios inecesidad, riesgo de conflicto o dafio, dlepre- dacién ambiental, entre otros) se considera intolerable o suficientemente alejada de unas pautas ideales de funcionamiento y relacién social (libertad, justicia social, sostenibilidad y similares) como para ne~ ccesitar correccién en una direccién marcada por unos objetivo». Hablamos de una acci6n intencionada ten cuanto al agente que interviene, pero desde el sueto/grupo objeto de la intervencién no siempre es asi, puesto que puede, efectivamente, como sefalan estos autores, haber pedido la ayuda o puede ha- berse produciclo de forma impositiva ante una determinada situacién social que, segdn las normas y va lores sociales, es icentificada como un problema social. El Bienestar Social El motor que activa el proceso de la intervencién social es la ‘consecucién del bienestar social. Ahora bien, cabe preguntarse quées, en concreto, el ebienestar social». Se podria pensar, con i razén, que es una medida objetiva del reparto de recursos so- ciales, pero no cabe olvidar su componente subjetivo que se relaciona con la calidad de vida. % . | Las medidas tradicionales del bienestar social configuran - ~ i un cuadro complejo. Se suele comenzar por el Bienestar Objetivo, que incluye, ' en primer lugar, el Producto Interior Bruto (PIB) per capita, 0 cantidad de bienes y servicios ditiles disponibles para una persona dentro de un pais, medido a precios de mercado, - Sobre él inciden varios factores, como: + La productividad, medida por el valor monetario de la cantidad de bienes y servicios que produce un trabajador en una hora j + La ratio de empleados por poblacién o porcentaje de la poblacién total que tiene un trabajo re- munerado. «El nimero de horas trabajadas por cada empleado al afo. E 20 © PSICOLOGIA SOCIAL Dentro del Bienestar Objetivo se suele incluir también el fndice de Desarrollo Humano (10H), que mide el bien- estar social a partir de tres elementos: * La esperanza de vida al nacer (vida saludable) + La tasa de alfabetizacién de adultos y la tasa bruta combinada de matriculacién en educacién prima- Fia, secundaria y terciaria (nivel edlucativo). ‘EI PIB per cépita (nivel de vida digno). Eltercer elemento del Bienestar Objetivo es el Indice de Pobreza Humana (IPH), con el que se calcula el nivel de pobreza existente en un pais. Comprende: * La probabilidad al nacer de no sobrevivir a los cuarenta afos. * Latasa de adultos no alfabetizados. + La media entre la tasa de poblacién sin acceso estable a una fuente de agua de calidad y la tasa de menores de edad con peso por debajo de la media. EI Bienestar Subjetivo se calcula a partir del porcentaje de personas que se consideran «felices» 0 muy felices» menos el porcentaje de personas que se consideran «no muy felices» 0 «infelices». La en- Cuesta mundial de valores de 1990 encontré una cortelacién entre el bienestar subjetivo y el PIB per cé- pila (r= 0.74) més elevada para niveles de renta baja (Inglehart, 2000). Tambien existen las llamadas «Escalas de bienestar». Se parte del supuesto de que el bienestar sub- jetivo es un constructo multidimensional que se refiere al grado de satisfaccién de una persona en dis- fintos aspectos de la vide. Se han desarrollado diferentes escalas para llegar a establecer una medida, La Giltima escala de bienestar psicolégico adaptada en Espafia es la versién de van Dierendonck (2004) de la escala propuesta por Carol Ryff, Psychological Well-Being Scale (PWS; Diaz y cols., 2006). Esta escala estd compuesta por seis dimensiones: ‘+ auto-aceptacién, el sentirse bien consigo mismo siendo consciente de sus propias limitaciones; ‘+ mantener relaciones positivas con otras personas, relaciones sociales estables, tener amigos en los que confiar; * autonomfa, mantener la propia individualidad en diferentes contextos sociales, independencia y autoridad personal; *+ dominio del entorno, crear entornos favoralales para satisfacer las necesidades personales; * propésito de vida, marcarse metas y objetivos que den sentido a su vida; crecimiento personal para llevar las propias potencialidades hasta el maximo. — PSICOLOGIA SOCIAL Y TRABAJO SOCIAL @ 21 EI Capitulo 10, «Aproximacién psicosocial al estudio de la salud>, hace hincapié en la estrecha re lacién entre el bienestar-calidad de vida y la salud, y alude tanto a los aspects objetivos de esta altima {por ejemplo indices sobre trastornos concretos), coma a sus aspectos subjtivos (la forma en que se vive y experimenta), Pasos de la intervencién social Se suele admitir que la intervencién social consta de cinco pasos. £1 primero es la «ldentificacién y definicién del problema». En él se analizan los presupuestos te6- ricos sobre las necesidades y los comportamientos sociales. Estos presupuestos provienen ce la Psico- logta Social, por lo que el trabajador social ha de poseer formacidn en esta disciplina. En esta fase tam- bién se ha de describir el contexto social ¢ institucional en el que se va a desarrollar la intervenci6n. £s el momento de definir el problema con la mayor claridad y objetividad posible. Para ello se acon- seja acudira diferentes canales de informacién y emplear las hesramnientas adecuadas a los agentes so- Gales de que se trate, En esta rea también la Psicologia Social aporta instrumentos muy tiles para la cevaluacién de las necesidades y de los problemas sociales. £ segundo paso es la «Basqueda de soluciones», S6lo sobre la base de un genuino conocimiento de los hechos sociales en los que se pretende intervenir se puede plantear la busqueda de una solucién. Hay que distinguir entre los factores que generan el problema y los factores que los mantienen, para to- mar decisiones sobre el objeto de intervencién. Schneider, Gruman y Coutts (2005) resaltan las ventajas de que la solucién del problema social se asiente sobre alguna teoria psicosocial. Por supuesto, coma indican estos mismos autores, [a primera al- temativa seréclegir una intervencién que ya se haya mostrado eficaz ante la misma o parecida situacién social. De ahi, la importancia del tltimo paso de las intervenciones sociales la evaluacién de la inter- vencién llevada a cabo. : El tercer paso es el «Diseito y planificacién de Ia intervencién». Exige la inclusién de los objetivos planteadbos, la especificacién de las acciones a realizar por cada uno de los especialistas que intervienen ¥ del contenido del programa de intervencin, Es necesario también determinar los medios econdmicos, personales y materiales precisos para ejecutarl. En la intervencién social en el siglo Xx, con una sociedad globalizada y plural, el aspecto relacional ha pasado a ser objetivo prioritario de las poitcas sociales, yla autonomia el reto a alcanzar en la in- tervencién (De la Red y Rueda, 2003) El cuarto paso es ya la «Realizacién de la intervencién», que consiste en poner en préctica las acti- vidades planificadas en el punto anterior. El quinto paso es la «Evaluacién de los resultados del programa». Se analizara si'el programa tiene fundamentos teéricos contrastados y si se han obtenido los beneiicios planificados: cumplimiento de ob- jetivos,ullidad social, impacto para los usuarios y satisfaccién de los beneficiarios. Mi | 22 © PSICOLOGIA SOCIAL a Funciones y areas de la intervencién social Sanchez Vidal (1996) enumera cinco funciones fundamen tales de la intervencién social: prestacién de servicios, desa- rrollo de recursos, prevencién, reconstruccién social y cam- bio social. Cada una de ellas se puede llevar a cabo en dreas diferentes. Por ejemplo, la funcién de «prestacién de servi loss se lleva a cabo en las éreas de salud, de educacién y de Servicios Sociales, mientras que la de «reconstruccién social» abarca las areas de familias de acogida, grupos de apoyo 0 ‘grupos primarios, como la familia, el grupo de iguales o la comunidad. Un ejemplo puede aclarar estos conceptos, Se trata de una intervencién que se lleva a cabo con Ia po- blacién inmigrante. Para empezar, es conveniente indicar que {os ejes fundamentales de las politcas migratorias son tes: * politicas dirigidas a la buena integracién de los inmigrantes, + Politics dirigidas a controlar los flujos migratorios desde el control de fronteras, * poltticas dirigidas a promover en los paises de origen un desarrollo econémiico que modere las ne- ccesidades de emigrar. os elementos de integracién de este colectivo (el primer eje} pueden ser tres: * Capacidad de desenvolvimento auténomo en la sociedad de acogida, * Fanticipacién en igualdad de derechos y responsabilidades en todos los émbitos de la vida social y cludadana. * Reconocimiento de todas las personas y colectivos como interlocutores y corresponsables en la construccién de una sociedad asequible para todos. {a integracin social de los inmigrantes tiene coro objetivo aleanzar el sentimiento de pertenencia 2 la comunidad receptora de los residentes extranjeros y de sus familias y contribuir de manera active al crecimiento del pais. La intervencién necesaria para ello consta de las siguientes acciones * Alcanzar el ejerccio pleno de los derechos: asistencia sanitaria, atencién educativa espectfica Para los alurmnos inmigrantes, reagrupacién dela familia y libertad religiosa * Adguisicion de la nacionalidad, mejorando y faciltando los procedimientos para dicha adquis- cién. * Incorporacién al mercado de trabajo en igualdad de condiciones que los espaftoles, facilitando itinerarios integrados de insercién ee — PSICOLOGIA SOCIAL Y TRABAJO SOCIAL ¢ 23 # Acogida y atencidn de extranjeros que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad a través de centros de estancia temporal y acogida en organizaciones no gubernamentales. ‘ Actuacién concertada para medidas de integracién con Administraciones pi- blicas y organizaciones no gubernamentales. © Refuerzo de la estructura administrativa para atender las necesidades de tramitacién de los inmigrantes mejorancio la coordinacién de los pro- cedimientos. + Lucha contra el racismo y la xenofobia através de campatias forma- tivas y fomentando los valores de igualdad y respeto alas diferencias. tos planes cle intervencién social con inmigrantes estén encaminados a facilitar el proceso de integracién a nivel personal y social en los campos la- boral, polico y cultural, mediante prestaciones y programas de intervencién dlirigidos a oftecer una atencién global ¢ integrada. Pero junto a ello, es imprescindible erradicar de la sociedad de acogida toda forma de discrimina- cién, Para ello, se desarrollan programas en servicios sociales, sanidad, educacién, vivienda, formacién y ompleo, atencidn juridica, cultura, sensibilizacién y cooperacién al desarrollo, junto con el apoyo imprescindible de formacién e investigacién. Por iltimo, entre los indicadores de evaluaciGn de la integracién social cle inmigrantes destacan los aspectos psicosociales:relaciones interpersonal, identidad personal, expectativas sociales, manejo de estereatipos, condicionamientos culturales, 0 adquisicién de roles. La vinculacién psicosocial con los procesos macrosociales y estructurales fortalece la figura del tra- bajador social, sobre todo a la vista cle la fuerte influencia de la perspectiva burocratica-asistencial tra- dicional, predominante todavia en las representaciones sociales de los trabajadores sociales (véase Bue- no y Pétez, 2000), La informacién recogida por Conde (2003) de los propios trabajadores sociales lo confirma: el caracter integrador interdisciplinar en la intervencién social que le corresponde al trabajador sécial ocupa una posicién secundaria tespecto a la gestién administrativa. Dado que el Trabajo Social es una profesién en desarrollo (Dominguez, 2000) sometida a continuos cambios de las demandas sociales (que son las que ponen en marcha la intervencién social), la redef nicién de los problemas sociales es continua (Lorenz, 2005) y se hace necesario el desarrollo de la in- vestigacién sobre los programas de intervencién social (Shaw, Arksey y Mullender, 2006). Por eso, en Espaiia y otros paises europeos la intervencién social se centra en la integraci6n de inmigrantes y las si- tuaciones de maltrato (en la infancia, a las mujeres, a los ancianos), mientras que los paises del conti- rente sudamericano el eje central de intervencién es la pobreza y las variables psicosociales que la sus- tentan (Palomar y Lanzagorta, 2005). Véase el Cuadro 1.2. | 24 ® PSICOLOGIA SOCIAL = ~ : icol6gicos y movilidad social en México Cuadro 1.2. Pobreza, recursos psi fede See e | La pobreza es uno de los problemas mas graves alos ue se enfrenta la sociedad mexicana. El desa- | rrollo econdmico de este pafs se ha caracterizado por acentuadas desigualdades sectoriales y regio- | ales, que se maniestan en marginacién del bienestar de una gran proparcién de la poblaciény | Profundas disparidades en inraestructura, servicios puilicos,ingresos per capita, grados de escola, fidad y califcacién laboral; excesiva concentracién econdmica y poblacional en cuatro grandes 20. | nas metrepolitanas, un mercado centraismo econémico, politico y cultural, y un profundo deterioro | ambiental | La movilidad social se define como la transicién del individuo de una posicién social a otra de di- ferent rango y marca el grado de ficez en laextatificaién de clases, La mayor parte de los trabajos sobre movilided social se han cenrado en el estudio de variables econdmicas, pero la movildad pue._ | de abordarse desde una perspectiva psicoligica, atendiendo a los valores, acttudes y creenclas de {a clase social. Algunas de las variables psicosociales relacionadas con la movilidad coctal som | — Redles de apoyo social. Los individuos en condiciones de pobreza suelen pedir ayud, ali- | | ™mentaria o econémica, a las personas de su red social, lo que les permite enirentarse en me. | jores condiciones a su situacién. — Depresién. Los individuos de bajos niveles socioecanémicos e culpan desu condicién yse | deprimen mas, lo que inhibe su posible ascenso en la escala social — Autoestima, El estrés econdmico tiene un efecio adverso sobre la autoestima y sobre las re- laciones familiares y afecta también a la autoestima de los nifios y adolescentes de la familia, Forel contrario, una alta autoestima facilita la adquisicién de estrategias dle movilidad ascen. dente y ayuda a la persona a situarse en un grupo socialmente mas elevado, — Internalidad. Los individuos de clase social baja que mantienen un alto sentido de control tie- rnen més posibilidades de entrar en el proceso de movilidad social, Cuando se considera que el esfuerzo individual y la responsabilidad son vias itiles para alcanzar una mejor posicion social, se incrementa la movilidad con independencia de la clase social de pertenencia, — Motivacién para el logro. Los nifios de familias con pocos recursos econémicos desarrollan sentimientos de fatalismo, indefensién, dependencia e inferioridad que in‘luyen en una me. | ‘nor motivacién para el logro y dificultan la movilidad social, — Afrontamiento del estrés. La pobreza promueve estrategias de afrontamiento del estés pas vas, emocionalos y evasivas. — Bienestar subjetiva. La pobreza esti asociada con elevados indices de eventos amenazantes € incontrolables en la vida, que conducen a infelicidad y problemas sociales. Un ascenso en {a escala social suele producir un mayor bienestar, La investigaciGn sobre la pobreza y la manera de comb da de los problemas sociales mundiales, a acupa un espacio relevante en la agen- Fuente: FlomaryLanzagons 2005 PSICOLOGIA SOCIAL Y TRABAJO SOCIAL © 25 i Un ejemplo diferente de una intervencién social en Espafia se presenta en el Cuadro siguiente. Cuadro 1.3. Evaluacién del riesgo psicosocial en fi de servicios sociales municipales EI maltrato infantil en la familia es un grave proble- ma a erradicat. Para ello se han creaclo recientemen- te equipos de intervencién especializados en la de- teccidn y el tratamiento preventivo con familias en situacién de riesgo psicosocial, dada la importancia dle evaluar con precisin el gracio de severidad cel riesgo psicosocial que afecta al menor. El punto de partida es la valoracién caso por caso {que realizan fos técnicos de los servicios municipa- les para determinar la ocurrencia de una serie de indicadores de riesgo, que reflejan la situacién fami liar desde el punto de vista de su peligrosidad para el desarrollo del menor. Se tienen en cuenta, por una parte, — los factores contextuales, como las redes de apoyo, la organizacicn familiar e historia per sonal y las caracteristicas del padre/madre, y, por otra, — os factores préximos de riesgo, como la relacidin de pareja, las practicas educativas de riesgo y los problemas de adaptacién del hijo/a, a fin de observar cémo se combinan para dar lugar a las diferentes periles de riesgo. Se ha obtenido una gran concordancia entre la clasificacién del nivel de riesgo reatizada por los \écnicos y la clasificacién pronosticada mediante funciones discriminantes del cuestionario em- pleado. Los profesionales son sensibles a la acumulacién de factores de riesgo y dan un peso im- portant tanto a los factores contextuales como a los préximos, especialmente a las consecuencias, rnegativas que tienen estos tltimos sobre los hijos. Los resultados obtenidos revelan que un perfil de maltrato y violencia en las familias biparentales predice las consecuencias mas negativas para la adaptacién de los hijos. En las familias monopa- | rentales los dos periles comprometen el desarrollo, Este trabajo muestra cémo la colaboracién de los profesionales puede aportar mejoras en la detec ci6n de situaciones de riesgo y facilitar la toma de decisiones que realizan los profesionales que tra boajan con familia Fuerte: Rives Camacho, Rodrig, Martin y Mirque 206, | “ |) 26 PSICOLOGIA SOCIAL | | CONCLUSIONES Beneraclos en sus teorias,investigaciones y préctica. Estos conocimientos se presentan ordenad, mente en los captulos de este volumen. A partic de ellos se pueden realizar la intervenciones so- ciales que demanda la sociedad, Exisen, por tanto, numerosas bases para la colaboracién entre Psicologia Social y Trabajo Social &! carécter aplicado de la primera encuentra en el segundo un terreno donde frctficar Por su | Part, el Trabajo Social puede contibuiren gran medida al progreso del conocimiento psicosocial, |_Ya.que se centra en los mismos procesos que preocupan centralmente a la Psicologia Social. ta Psicologla Social realiza diferentes aportaciones al Trabajo Social desde los conocimientos | I PSICOLOGIA SOCIAL Y TRABAJO SOCIAL @ 27 LECTURAS RECOMENDADAS Y REFERENCIAS EN INTERNET Bueno, JR. y Pérez, J. V. (2000). Percepciones de los servicios sociales y representaciones de los trabajadores sociales. Cuadernos de Trabajo Social, 13, 53-74. En este trabajo se presta atencién a cémo perciben los trabajadores sociales su propio trabajo. Con: ser un diagnéstico de la situacién de la profesién en el momento de la publicacin del trabajo. Conde, J. A. (2003), El rol del trabajador social: consideraciones psicosociales para la innovacién del rol. Cuadernos de Trabajo Social, 16, 73-91 Este trabajo complementa el anterior, porque aquf se hacen una serie de planteamientos para analizar el rol del trabajador social con vistas a realizar sugerencias para su posible cambio. Expésito, F. y Moya, M, (2005). Aplicand la Psicologia Social. Madric: Pirdmide, Fsta obra es la referencia fundamental en castellano de la Psicologia Social Aplicada. En ella se revisa el concepto de Psicologia Social aplicada, se cscriben sus contenicos y éreas fundamentales yy se proporciona una lista de los recursos con los que cuenta el psic6logo social para realizar apli- Nouvilas, E, (2007). Psicologia Social Aplicada. En |. F. Morales, M. Moya, E. Gavirla e I. Cuadradlo (Coords.), Psicologia Social, 3* Edicidn (pp. 763-785). Madrid: McGraw-Hill Este capitulo informa de la situacién actual de la Psicologfa Social Aplicada y ofrece una amplia discusién de sus principales contenidos, enfoques y métodos. tp: Auwn.cop.es/perfiles/contenido/is.him ‘A través de este enlace podré acceder a un dacumento elaborado por el Colegio Oficial de Psi- ccélogos de Espafia (COP) en el que se abordan diferentes aspectos de la Psicologia de la Interven- ign Social: desarrollo histérico, funciones, procedimientos, técnicas ¢ instrumentos, 0 Ambitos de actuacién, entre otros. hitp://ni he.com/sit (8448156080, Cay 448156080. Este enlace corresponde al Capitulo 1 de un manual de Psicologia Social publicado reciente- mente y destinado, sobre toelo, a estucliantes de la Licenciatura de Psicologia (Morales, J. F, Moya, M., Gaviria, E. y Cuadrado, |. (2007). Psicologia Social (3* ed.). Madrid: McGraw-Hil), A lo largo de este capitulo, los autores realizan un andlisis de la disciplina, destacando la amplitud y comple- jidad de sus contenidos, Su lectura facilitars el acercamienta a otros procesos psicosociales no con- templaclos en el presente volumen, yye una importante llamada de atenciGn en el sentido de que estas percepciones vienen a = j 28 © PSICOLOGIA SOCIAL : i REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS ‘Ahearn, F. (1999). Cien afios de trabajo social en Estados Unidos. Revista del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, 15, 13-25. AIETS (Asociacién Internacional de Escuelas de Trabajo Social) y FITS (Federacién Internacional de Tra- bajadores Sociales) (2004), Esténdares globales de calificacién para la educacién y capacitacin en Trabajo Social. Obtenido en www.aissw-aiets.org. Allport, G.W, (1968). The Historical Background of Social Psychology. En G. Lindzey y E. Aronson (Eds,), ‘Handbook of Social Psychology (2° ed., Vol. 1, pp. 1-80). 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EI modelo sociocultural de Hofstede Los modelos de valores de Schwartz Integracién de modelos TRABAIANDO JUNTOS HACIA LA INTEGRACION ‘Choque cultural Pautas de interaccién y estrategias de adaptacién a otros contextos culturales CONCLUSIONES LECTURAS RECOMENDADAS Y REFERENCIAS EN INTERNET REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS ANEXO: PUNTUACIONES POR NACION PARA LOS MODELOS DE HOFSTEDE Y SCHWARTZ Itziar Fernandez Sedano ‘TERMINOS CLAVE DEL CAPITULO Cultura Emic-etic Estrés de aculturacién Estudios transculturales Falacia ecolégica Holismo ‘Modelo multinivel 0 jerérquico Socializacién Valores colectivistas Valores individvalistas Valores mintos { I 32 PSICOLOGIA SOCIAL ‘OBJETIVOS Analizar la importancia que tiene la cultura sobre el individuo { Eitudlar las diferentes unidades de andlsis en Psicologia Social {J Fonacet los enfoques emic y etic empleados en la investgacicn transcultural + Examinar distintos tipos de culturas * Mostrar cémo el cambio de habitos culturales que vivir en un nuevo contexto cultural Ofrecer pautas de interaccién diferentes culturas 5 un problema para las personas que tienen Para una adecuada relacién entre personas pertenecientes a | | | EL ESTUDIO DE LA CULTURA EN PSICOLOGIA SOCIAL ¢ 33 INTRODUCCION Los psicélogos sociales saben que la cultura tiene profundos efectos sobre la conducta, Por ello, se hace necesario observar lo que hay alrededor de las personas para poder comprender lo que hacen, lo que dicen, lo que piensan y lo que sienten, Por tanto, es importante conocer la influencia de la cultura sobre el comportamiento social. Esta influencia sirve para mostrar la tenue frantera que existe entre lo social y lo cultural. De hecho, lo social y lo cultural son dos reas que se complementan. Asi, saber cémo ia gente reacciona ante las emaciones en funcién del contexto cultural, o conocer si un lider eficaz en Asia es similar a un buen lider anglosajén, son algunos ejemplos de las investigaciones que se llevan a cabo en la Psicologia Social Transcultural. En general, la Psicologia Social analiza cémo los grupos sociales, las insttuciones y las culturas afec- tana la conducta del individuo, sienclo uno de sus objetivos conocer el funcionamiento de la mente en sociedad, Esta determinacién mutua de mente y sociedad es lo que estudian los psicélogos sociales (Turner, 1999). La Psicologia Social Transcultural tiene en cuenta los conocimientos generadlos en la teorfa e inves- Ligacidn psicosociales y los aplica al estudio de las culturas. Una de las principales caracteristicas que la definen es que trata de establecer similitucles y diferencias entre contextos culturales en creencias, nor mas, valores y roles. Es decir, la Psicologfa Social Transcultural realiza comparaciones en’ * las creencias que las personas tienen sobre la cultura, ‘+ las normas como las reglas y expectativas que regulan las conductas que son deseables e indesea- bles para los miembros de la cultura, + Ios valores como principios relevantes en la vida con los que las personas evaliian lo que es de- seable, bueno o bello, y que sirven de guia para la conducta diaria o como enunciados acerca de ‘cémo deben ser las cosas, «+ los roles como las conductas esperadas y prescritas para las personas con posiciones definidas en la estructura social (Triandis, 1995), Por su parte, el trabajador social se ocupa, entre otros problemas, de las diversas carencias del indi- vviduo inmerso en una sociedad. Asi, como se ha sefialado en el Capitulo 1, uno de los objetivos del tra- bajador social es proporcionar bienestar al ser humnano, y en esto se incluye la adaptacién de las per- sonas a su entorno cultural. Este hecho requiere el conocimiento de la Psicalog(a, ya que esta disciplina permitiré al trabajador social conocer las manifestaciones y capacidades dle las personas frente a sus ne- ccesidades, asf como su comportamienio en las relaciones individuales, grupales y sociales. Al mismo tiempo, le facilitard la comprensi6n de la interaccién de los individuos en las estructuras de los grupos yy organizaciones sociales (Ares, Ramirez y Sanchez, 1987). Parte de lo expuesto anteriormente se refleja a lo largo de los diferentes capitulos que constituyen ‘este manual. En concreto, éste se centra en explicar la importancia que tiene la cultura sobre el ser hu- mano. Para ello, en primer lugar, se abordaré el concepto de cultura. En segundo lugar, se analizardn 34 © PSICOLOGIA sociaL algunas matizaciones sobre el estudio de las culturas. A continuacién presentaremos das de los modelos, el de Hofstede y el de Schwartz, que sirven para estructurar las diferencias culturales y, por tltimo, mos- traremos las estrategias de interaccién que permiten tener una adecuada adaptacidn a los diferentes contextos culturales El individuo en sociedad Una de las cuestiones que terminamos de plantear es que la Psicologia Social estudia la relaci6n del individuo y la sociedad, aunque esta interaccién individuo-sociedad ha estado teftida de controversias. En este sentido, es importante conocer la visin que sostuvieron los individualistas metodolégicos y los seguidores de las aproximaciones més holisticas. Dicha disyuntiva se intenta explicar mediante una co- rriente mas integradora, el interaccionismo. En el Cuacro 2.1 se presentan estas tres perspectivas. } individvaliama metodologico * Supremacia de lo social sobre lo individual. &s + El individu es latina unidad de anilisis de ecir, lo sociales mas importante que el fas ciencias sociales. Es decir, no se tiene en Conjunto de individuos que constituyen una ‘cuenta la unidad de anzlisiscolectiva. sociedad, + Los componenies del mundo social son * La vida individual tiene su origen en la vida indlividues que actéan a la luz de sus colectiva, disposiciones mentales, inieraccionismo * La inleraccién entre individuos puede producir procesos psicolégicos diferentes a los de la Psicologia individual * Las reacciones de las personas ante el mundo son una funcién de eémo percibeen, comprenden interpretan dicho entorno social * Las mentes individuales no se forman en aislamiento, sino en interaccién social. Fuente: Turner 1999, pp. 3:6 Los interaccionistas estudian a los individuos en relacién con sus sistemas y comunidades culturales. ‘Ademas, este enfoque de analisis incluye tanto procesos entre las personas —denominados interperso- nales—, como procesos individvales (intrapersonales), sin olvidarse de lo grupal y lo societal. Veamos a continuacién en qué consisten cada uno de ellos. ‘Segin Sapsford (cit. en Morales, 1999) en el estudio de la Psicologia Social se pueden diferenciar cua- tro dominios de analisis: las sociedades o instituciones sociales, los grupos, las relaciones interpersonales EL ESTUDIO DE LA CULTURA EN PSICOLOGIA SOCIAL © 35 vyel dominio intrapersonal. Adem ningin dominio es ms importante que oro es decir; no exis tne velacién jerirquica entre ellos sino de complementarieda, esto significa que todos ellos contribuyen tlece su éptica a la comprensién de Ios fenémencs, siendo esa comprensién mucho mas rica si se tienen en euenta fs relaciones entre los diferentes dominios. Vearnos a continuacién cémo se caracie- riza cada uno de ellos £1 dominio societal comprende los procesos colectivos que se caracterizan por ser extemos @ los individuos. Por ejemplo, el estudio de las culturas, «- Eldominio grupal se ocupa dela interaccin de las personas que consttuyen un grupo. Esta inkers= cién grupal puede generar una serie de sigificados compartdes, como, por elem, la cohesién grupal, que se analiza en el Capitulo 4 sobre «Procesos grupalesy relacione® intergrupaless. «El dominio interpersonal implica la participacién de dos © més personas. Aqui las personas s¢ COP vidoran como un todo, sin referirse asus perenencias grupales yculturales. En estesentid, el Ca- pitulo 6 ilustra este dominio de analisis. « ridominieintrapersonalenfoca las esiructuras intemas dela personas, por ejemplo, las acttudes fa agresin. Ambos temas se abordarén en dos de los Capftulos de este manual el 3 y el 8, res- pectivamente). ‘Ademis, y siguiendo a Morales (1999), hay que reconocer la distincin entre dominios para ety los errores que se originan entre [as distntas unidades de andlisis. Estas confusiones son la falacia eco- Logica y el error opuesto. — La falacia ecoldgica: se comete cuando s@infere que a particle las caracerstcas 0 relaciones que se encuentran en el dominio societal, éstas se dan también en el interpersonal. Este error da For supuesto que todos los miembros de un grupo muestran ls mismas caractrisicas Por ejem- plo, por el hecho de pertenecer a una cultura se aplican falazmente @ un individuo algunas de las caracteristicas utfpicas» de la cultura (como considerar que cual- quier persona por ser alemn es extremadamente racional). Es decis se tilizan los datos agregados del grupo para realizar inferencias sobre Jos individuos. — La falacia atomistica 0 error epuesto: en este caso se infiere que los procesos que se producen en el dominio intrapersonal se dan también ten los dominios grupal y societal. Es decir, es el error de inferie conclu- siones sobre el nivel superior con datos correspondientes a unidades inferiores 0 a partir de datos incividuales. Llegados a este punt es importante matizar que en el andlisis ranscultural se suelen tener en cuenta las unidades de andlisis individual y colectiva. Ast, ——————— Tat Fanehec Moral Caeaca de ‘ical Social en a Unvesiad ee analizan los resultados de cacla uno de los individuos en relaciGn a su cul _Nclomi de Edicion Daan {ura de pertenencia a través de modelos multinivel. Estos modelos, también denominados jerdrquicos, arrolan informacion a nivel individual y colectvo, y resuelve la falaciasecolégica y atomistien que terminamos de mencionar. En conjunto y para concluir con este epigrafe, la Psicologia Social, tal y como terminamos de ex- Foner €s ¢] estudio de la mente en sociedad Si bien, en este capttulo nos vamos a centraren el estudio de la mente pero en la cultura. Es decir, en el papel que juega la cultura sobre In persona, En sinless el debate sobre la inluencia dela cultura en ls procesospsicoldgicos mentales tiene una larga trayectoria en la Historia de la Psicologia (véase Cubero y Santamaria, 2003), Estos autores destacan 's importancia de los sigificados culturales en la constitucién de la mente del indivduo. ¢ Wait (cit, En Cubero y Santamaria, 2005) defend la influencia de la mente en la cultura, estableciende uns re lacién de imterdependencia entre mente y cultura. Waitz no slo considers que la cultura determina los Inodos de pensar y relacionarse con los dems, sino que va mis alli y analiza el oto sents lare- taci6n. Es decir el pensamiento incide en la cultura generéndola y preservindola DEFINICION DE CULTURA Tratar de dar una definicién de cultura no es tarea facil, ya que existe un amplio debate sobre este Concepto. Al mismo tiempo, hay una gran variedad de definiciones. Asi, en un primer ‘momento, los an- tropélogos se centraron en el estudio de los grupos de personas relativamente equerios y aislados. Sin embargo, en la ivestigacién realizada en lasislas de la Polinesia, Malinoswski (1927, ch cg Smith, Bond ¥ Kagitsibasi, 2006) fue capaz de aunar tanto los aspecios abjetivos coma subjetivos de la cultura, es deci relacioné por ejemplo la reproduccidn dela especie aspecto abjetivo} con el modelo de familia {aspecto subjtivo. En su defnicién de cultura incluyeel habitat, las creencias, las norras y los valores heredados,formando parte integral de un modo de vivir particular. Estas relactones son importantes, ya ue consideran a la cultura como un todo. xisten muchas definiciones de cultura analizades desde otras orientaciones teéricasaffnes a las Ciencias Humans. Ast, autores como Geertz (1988) definen la cultura como un Conjunto de significa- Glones, pero més que una definicién, lo que propone este autor es una forma diferente de ver las cosas, es decir, de observar las rea. lidades. En general, desde estas orientaciones cientificas, como ro Se puede conocer directamente el contenido mental de una perso- fa, lo que se hace es determinar esas caracter(sticas mentales a tra- vés de la observacién de los comportamientos personal y grupal. Por su parte, os psicélogos sociales han centrado su atencidn en el hecho de que todos nacemos en un contexto cultural. En el pro eso de socializacion dentro de este medio aprendemos a adoplar los usos y costumbres de otras individuos. Los otros con quienes [a concepelin dots cukua Gono maps mena mantenemos contacto son parte de una sociedad; su cultura consiste en las précticas vigentes, transmitidas de generacién en ge- nneracién (Baron y Byte, 2005). Por tanto, clesce esta Gptica la cultura representa un mapa mental, es deci, cada indi- viduo posee una guia de comportamientos culturales que comparte con su grupa social Los trabajos cle Casullo y Femandez (2005) indican que el iérmino cultura incorpora aspectos muy diferentes, como valores, actituces, opiniones, tradiciones, costumbres e his- toria. El plano cultural refleja patrones aprendidos de com- portamento, pricticas de crianza, criterios de eleccién de parejas, asf como rtuales relacionados con las concepciones de salud y enfermedad. Sin olvidarnos del hecho que el mar- ~ tals de vein prone de compet ‘int, las els, as ist ra mio 9 ~Obsanablee = lors, norma, reac ¥ Preuncioneseorpariae ~Inobonables Trea cor Cnn de caacesicas near Incberables qe comprin os memos de una comune ‘day que sn Yanatis degeneracs en generic, co cultural pone en evidencia sistemas de gobiero e insttuciones saciales, como los servicios sociales. A pesar de la diversidad conceptual que existe sobre el término cultura, tal y como hemos tenido oca- sién de observar en los pairafos anteriores, la mayarfa de los autores estén de acuerdo en que debemos cconsiderar a la cultura como un todo que incluya el conocimiento, las creencias, las normas, los roles, las costumbres y cualquier otra capacidad adquirida por la persona como miembro de la sociedad. Ende tva, tras las diferentes definiciones que los académicas ofrecen acerca de la cultura, cabe des- tacar que no prevalece un «nico criterio, mas bien existe un consenso que indica que la cultura implica numerosos aspectos objetivos y subjetivos interrelacionadios, tal y camo se muestra en el Cuadro 2.2, ‘Aspectos subjetivos A) Creencias, normas y valores sobre: {a elacibn con fa autridad, 2) laelacién entre la persona y e grupo, {a elacign entre hombres y mujeres, los modelos de familia, ‘cbmo se manejan los conflicts, fa elacién ene la persona y la naturalezo, la concepeicn del vabajo, B) Roles adscritos a la estructura social, posiciones definidas socialmente y conductas esperadas (pades- hijos,trabajador social-inmigrantes, etc.) AA) Patrones de reproduccién. B) Habitat. ©) Idioma, Fuente: Elaboracién propia a panic de Paez, Fernindez, Ubilos y Zubi Aspectos objetivos: 2003) Claves para entender el andlisis de la cultura Las investigaciones realizadas sobre la cultura seftalan que es importante considerar una serie de Claves para reconocer qué entendemos por cultura. Estas claves, que a continuacién vamos a explicar brevemente, han sido recopiladas por Paez y Zubieta (2003), 1. La cultura es compartida: las concepciones de la cultura suponen el cardcter compartido de las creencias o significados. Asi, se considera cultural una conducta que, aunque no sea practicada ppor todas las personas, es juzgada y compartida como apropiada por una mayoria social 2. La cultura es dindmica y contradictoria: la cultura no es una entidad estable e inmutable, sino ue es un sistema en tensién, dentro de la cual existen normas contradictorias. Por ejemplo, el individualismo norteamericano caracterizado por dar prioridad! a los fines individuales se asocia simulténeamente con una gran capacidad de adaptacién a los otros. 3. Lacultura es normativa: los valores culturales, que moldean la conducta so- cial, definen lo que se espera que sea la realidad. Es decir, lo deseable y aceptable socialmente. Estos valores generalmente son sistemas de creencias ‘compartidos por las personas que tienen un mayor estatus social 4. La cultura se transmite: la conducta es aprendida y transmitida de generacién en generacin. 5. La cultura como un conjunto de significados: la cultura es una abstraccién © inferencia de conductas y creencias individuales, aunque no es una reali- dad diferente de éstas. Es decir, no se trata de una entidad superior a las con- ductas de las personas que conforman una sociedad. 6. La cultura no coincide con la raza, la etnia, la nacién, ni con el lenguaje. Comparaciones emic y etic sobre culturas Tras la presentacién de algunas claves sobre el andlisis de la cultura, y antes de exponer los mo- delos de Hofstede y Schwartz, es importante conocer cémo deben realizarse las comparaciones entre diferentes culturas. En este sentido, la distincién emic-etic nos permitird mostrar cémo se pueden rea- lizar las comparaciones transculturales. En muchas acasiones, se estudian culturas aplicando instru- ‘mentos que no se generaron en ella. Este enfoque, denominado etic impuesto, es el que ha predo- minado en la investigacién transcultural. Es decir, frecuentemente se han utilizado instrumentos desarrollads en la cultura occidental para realizar estudios en otros contextos culturales. Esto ha su- Puesto la universalidad de las categorias occidentales y su consiguiente imposicién en otras culturas (Berry, 1989) La cultura como ereatividad: la cultura es una caja de herramientas que las. “SaSePCRSSE ROR, Personas utiizan activamente para crear y recrear significados. Soca ens Uiesiad dl in ‘Accontinuacién, y siguiendo al psicélogo canadiense Berry (1989), presentamos en la Figura 2.7 un cingrama que describe los pasos a seguir para determina si existe comunalidad ene culuras Comenzar la investigacién en la propia cultura, (culture A) ‘Transportar la investigacién aorra cultura (cultura B) Conocer a la otra cultura CComparar las dos cultura. ‘Comparacién inviable. Comparacién viable. ie derivado Fuente: Ber /1989, p. 730 En {a Figura 2.1 el lector puede constalar que, para poder realizar comparaciones transculturales, es fundamental desarrollar instrumentos emic en diferentes culturas. En este caso se ejemplifican las tulturas con la graffa Ay B, «emic A» y . Apoxiese ms a ls persons de lo que es biel en SPA sise se mal terpet ls intenciones de exas personas. local o ener una sania fis dace ig que ed acostmbrado no significa obligatoriamente una intencién de ig, sino una ma nilestacién de simpatia y amistad. Hace ese utarasfemeninas vloran el ato mas gently suave, Evite griaro discus fueemente por mots de le vida coiling, Se interpreta como una descosideacion yun sano de nudeza Cémo interaccionar con las personas que pertenecen a culluras ‘masculinas Si trata con personas de culturas mas masculinas que [a suya, no espe" que tengan el mismo nivel de expresividad emacional que Ud. No lo interprete como falta de interés 0 simpatia, sino como que a ‘en este tipo de sociedades no se potencia la expresion explicita de emaciones, no se permite ser wlan | do». Se espera que uno se mantenga firme aunque sufra, sobre todo si es un hombre. En las culturas masculinas se valora mas el logro y la brientacién a la tarea, asf que puede que el cli- \ rma en el trabajo, por ejemplo, le parezca muy duro. Se evita hablar mucho y se stele procurar més el | | 54 ® PSICOLOGIA sociAL ‘cumplimiento de los objetivos laborales. Sea mas directo y explicite claramente lo que quiere decir, No insinde, sino exprese sus ideas con claridad y de una forma mas definida. ‘Antes de concluir con estas pautas de interaccién entre culturas, es necesario puntualizar que estas rientaciones son generales. Sin duda alguna, cada persona aparte de pertenecer a una cultura con cier tas paulas de pensamiento y conducta (valores culturales compartidos} tiene su propio autocancepto y ‘experiencias vitales (Paez y cols., 2003). Adaptacién a otros contexts culturales A continuacién se ofrecen una serie de estrategias de adaptacidn en funcitn de los diferentes marcos Cculturales. No estén todas las combinaciones posibles, pero también somos conscientes de que conociencla {o que es adaptativo en el polo de una dimensién (por ejemplo, la adaptacién en contextos con alta dls- tancia jerérquica) uno podré desenvalverse mejor en el otro polo. De este modo, se presentan algunas in- ddicaciones para las personas que deciden o tienen que relacionarse con colectivistas y que poseen una alta distancia jerérquica, o que son més masculinos que ellos, sin olvidamos qué es lo que se espera de nosotros cuando interaccionamos con personas socializadas en otros contextos culturales diferentes al nuestro. Adaptacién a culturas colectivistas con alta distancia jerérquica. Estos contextos culturales estarian representados por Africa del oeste, Guatemala y Panama. As, si Ud. tiene que adaptarse a estas culturas es importante que: 1) Se tome su tiempo para expresar una idea y, aclemds, es fundamental que tenga en cuenta que stodos los caminos conducen a Roma» 2) Recuerde que el tiempo es flexible y que la puntualidad no es una norma social 3) Tenga en cuenta que no hay normas que diferencien los distintos tipos de interaccién (laboral / amistach. 4} Respete los titulos, la edad y las conexiones de una persona, al margen del tema de la interaccién que estén tratando. 5} Conozea que lo piiblico y lo privado, la laboral y la amistad estén profundamente mezclados. 6) Examine el conjunto de la situacién y no exprese abiertamente emociones y pensamientos cuando sean conflictivos o pongan en entrediicho la opinién de una persona que ostenta poder. 7) Exprese demandas y orientaciones afectivas ambiguas y sutiles, que permitan varias interpretacio- nes, con el objeto de salvar la cara de su interlocutor. ‘Adaptacién a culturas masculinas. Paises con elevadas puntuaciones en este indicador cultural son, entre otros, Austria, Estados Unidos, Japon, México y Venezuela, En estas culturas la adaplacién sera mejor si: 1) Conoce que se valoran la competicién y la dureza. 2) Tiene en cuenta que las formas de relacionarse entre géneros son diferentes. Ast, las interacciones centre personas del mismo sexo tienden a ser mids cercanas que las relaciones entre géneros opucs- tos, : 3) Recuerda que no se reconocen las flaquezas, ni las debilidades. tn aprendizaje del nuevo contexto cul- también de los mados de establecer re- 1 espacios multiculturales que fa- En general, la adaptacién implica un conocimiento del ott, tural y conlleva la transformacién de conductas y, en ocasiones, laciones. En definitiva, requiere el desarrollo de habilidades sociales e vyorezcan y refuercen las relaciones de convivencia. 56 ® PSICOLOGIA SOCIAL ‘Como hemos visto al inicio del capitulo, la informacién obtenida a partir de las unidades de and- lisis en Psicologta Social nos brinda la posibilidad de encuadrar el estudio de las diferencias cultu- rales dentro del dominio societal, teniendo en cuenta, por tanto, la unidad de andlisis de cardcter Colectivo, Posteriormente, y tras la presentacién del concepio cultura, hemos de considerar que no revalece un Gnico criterio que la defina, ya que el estudio de la cultura conlleva un anélisis del Conjunto de normas, valores, actitudes y conduuctas compartidas por un grupo de personas, Este ané- lisis debe realizarse atendiendo a la distincién entre lo emic y lo etic. En coricteto, lo emic parte de la exploracién de las diversas formas en que un comportamiento se desarrolla en un contexto determinado, mientras que lo etic eniatiza la conducta universal Alo largo de este capitulo hemos querido hacer hincapié en cémo influye el contexto cultural sobre el comportamiento de! individuo. Es por ello que nos hemos centrado en analizar las dife- ‘encias entre cultura individualistas-colectivistas, masculinas-femeninas, con baja o alta distancia jerdrquica, etc. Estas dimensiones sobre el conocimiento cultural parten del modelo sociocultural de Hofstede y se complementan con la teorfa de valores culturales de Schwartz (conservadurismo vs. aulonomia, jerarquia vs. igualitarismo, dominio vs. armonia). Asi, la comprensién de dichos modelos nos va a permitir afrontar con mayor éxito el reto que supone tener que habituarse a un ‘Ruevo marco cultural o tener que interaccionar con personas socializadas en otras normas sociales, En definitiva, el estudio de las diferencias culturales entre grupos deberfa servirnos para buscar me- tas comunes, que mejoren la convivencia intercultural y la integracién social, aminorando —en la medida de lo posible— el chogue cultural. Finalmente, hemos tratado de destacar que en sociedades cada vez més multiculturales, los Tra- bajadores sociales deben ser capaces de relacionarse y comunicarse con personas muy diversas En conclusién, deben conocer cudles son los comportamientos que se ven influenciados por la cultura y saber cémo mediar en las diferencias interculturales, intentado oftecer pautas de interac- ign y estrategias de adaptacién para una adecuada relacién intercultural aisle eel EL ESTUDIO DE LA CULTURA EN PSICOLOGIA SOCIAL @ 57° LECTURAS RECOMENDADAS Y REFERENCIAS EN INTERNET Feméndez, |. y Basabe, N. (2007). Psicologta Social y Cultura. En J. F. Morales, M. Moya, E. Gaviria «|, Cuadrado (Coords.). Psicolog/a Social (3 Ed., pp. 63-95) Madrid: McGraw-Hill En este capitulo se presentan, de manera pormenorizada, diferentes modelos sobre valores que ayudan a entender las diferencias culturales, concretamente, el de Hofstede, Triandis, Schwartz, fe, Trompenaars ¢ Inglehart. Acemds, el lector puede examinar algunos de los factores ecologl- cos, socioecondmicos y macro-sociales que se vinculan a la variabilidad cultural en las investiga- cones transculturales. Morales, ). F. (2004). Aspectos transculturales del estudio de los grupos. En C. Huici J. F. Morales (Dits), Psicologfa de las Grupos I. Estructura y Procesos. (pp. 51-79) Madre: UNED. En este capitulo se realiza una detallaca y amena exposicién de los aspectos transculturales so- bre los grupos humanos, con especial interés sobre la interaccién de personas que proceden cle di- ferentes grupos culturales. Péez, D,, Fernandez, I., Ubillos, S. y Zubieta, E. (2003). Psicologia Social, Cultura y Educacién. Ma did: Pearson / Prentice-Hall. En este manual se incluyen, con detalle, parte de los modelos que sirven para estructurar las di- ferencias culturales. Espectficamente, se analizan los antecedentes y consecuencias de las dimen- siones postuladas por Hofstede. A lo largo de los 26 capitulos que constituyen la obra, se pueden ic analizando los diferentes procesos psicosociales y a cultura. Ademés, se muestran investigaciones transculturales que permiten anlizar las diferencias culturales, asi como ofrecer una visi6n actua- lizada de las experiencias interculturales. ‘smith, PB., Bond, M.H. y Kagitglbasi, C. (2006). Understanding Social Psychology Across Cultures Living and working in a changing world. Londres: Sage. Fsta obra, estructurada en tres secciones y consttuida por 13 capitulos, es una excelente revision de los estudios transculturales realizados en Psicologfa Social. Al final de cada capitulo se exponen tuna serie de preguntas con el objeto de afianzar los contenidlos que se han ido presentando ante- riormente. btlp://mww.ac.wwwu.eduy/ culture! Enesta pina, de la Universidad occidental de Washington, se puede acceder a diferentes pu- blicaciones, en inglés, sobre Psicologia y Cultura. La pagina esté estructurada en dieciséis secciones, que van desde el estudio de los conceptos y definiciones, pasando por el andlisis del desarrollo hu- mano finfancia, adolescencia y vejez), hasta la investigacién de la enfermedad mental a través de fas culturas, g http:/Awww.ehu.es/pswoarod/ Esta pagina corresponde al grupo de investigacién consolidado de la Universidad del Pats Vasco, dirigido por el Profesor Dario Péez. Esta Web incluye mas de 100 publicaciones sobre diferentes ‘reas de Psicologia Social, con especial interés en el estudio de la cultura, el conocimiento social de las emociones y los factores psicosociales en relacién con la salud. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS Aves, A., Ramireg, | Sanchez, A. (1987). Papel de la Psicologia en la formacién del Trabajador Social. Papeles del Psicélogo, 28-29, 15-16. Baron, R. A. y Byrne, D. (2005). Psicologia Social (10* Ed.). Madrid: Pearson/Prentice Hall Basabe, N. (2007). 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APL CONCLUSIONES | LECTURAS RECOMENDADAS ¥ [REFERENCIAS EN INTERNET REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS | a 64 © PSICOLOGIA SOCIAL El objetivo de este capitulo es conocer y comprender los aspectos basicos sobre actitudes, segtin se conceptualiza este téimino en el marco de la Psicologfa Social. La consecucién de dicho obje- tivo general implica alcanzar los siguientes objetivos espectticos: * Comprender qué se entiende por actitudes en Psicologia, asi como la estructura de los ele- mentos psicol6gicos que componen las actitudes Entender el cardcter funcional de las actitudes Identificar los procesos de aprendiizaje y cambio de las actitudes Conocer los elementos de la Teorfa ce la Acci6n Razonada y de la Accién Planificada e j identificar las relaciones que se establecen entre dichos elementos Definir los principales elementos que constituyen la base sobre la que se desarrolla la Teo~ ria de la Disonancia Cognitiva, identificar las variables que modulan la magnitud de la di- sonancia y conocer las caracterfsticas de los principales paradigmas de investigacién que se han desarrollado en torno a esta teoria ACTITUDES © 65 INTRODUCCION jfstés a favor 0 en contra de la legalizactn de ls drogast yCrees que se debe limitar la entrada de inmigrantes a nuesto pats? Te parece adecuada la poltca de empleo del gobierno? Te gusta el sushi, ay el chocolate? ;Cémo te cae el novio de tu amiga? Todas estas preguntas alucen a acttudes y lo que tienen en comiin es que en ellas se pice una eva- luacién, Se solicit la valoracién, desde un punto de vista personal, de algo o cle alguien. Constantemen- te estamos evaluando diferentes aspectos de nuestro entornofisico y social, por lo que se podrfan poner ientos de ejemplos de expresién de acttudes 2 lo largo del dia tanto en lo que respecte alas preferen- cias por objetos y personas, como en lo referido a la expresién de opiniones, Las actitudes son wna parte imporiante de l Psicologfa humana. Las personas estin a favor oen contra de determinadas ideas 6 conducias, aman u odian a determinados individuos, y les gustan o les disgustan ciertas cosas, Pocas Veces nos sentimos indiferentes ante el mundo que nos rodea. Algunas de nuestras actitudes son tan im- portantes que muchas personas son capaces de morir por defender sus convicciones y también mucha ffente ha matado por acttudes sexistas, racists, nacionalista oreligoses. El racism, el sexismo, el na ccionalismo y el fanatismo religioso también son ejemplos de actitudes. El papel de as actitudes es trascendental en distintos procesos psicoligicos que estén relacionados ‘con diferentes dominios ce andlisis caractersticos de la Psicologia Social: individual, interpersonal, grax pal y macrosocial (en el Capitulo 2 de este manual se ha realizado una descripcin de estos dominios) Por ejemplo, la autoestima, positiva 0 negativa, es el resultado de una actitud hacia si mismo. Si clas fieamos a una persona de acuerdo con alguna de sus acttuds, es frecuente que se infiera que tendra luna serie de actitudes relacionadas. Asal catalogar a una persona como ecologista por su preocupacién porel medio ambiente, no séo inferiremos que su actitud hacia el transporte pdblicoo hacia e reciclado the desechos va a ser favorable, sino que es facil que le atribuyamos actitudes en contra dela fabricacion dde armas oa favor de una globalizacién no capitalist, Esta visién de esa persona influrd, sin duda, en {a forma en que vamos a relacionarnos con ella sitratamos sobre temas medioambientales. Tan precios son actitudes, en la mayoria de fos casos negativas, hace grupos coneretos (en el Capulo 5 Ue este manual se aborda la concepcién del prejuicio émico como una actitud negativa). Del mismo mo- do, podemos considerar que algunas de las actitudes hacia principios abstractos, como la igualdad 0 [a juslicia, son la base de los valores y la ideologia sobre las que se sustentan las leyes que rigen en una sociedad concreta El capitulo se inicia precisando conceptualmente qué se entiende por actitudes en el marco de la Psicologia seRalando los elementos psicoldgicos en los que se basan las actitudes,¢ indicando cémo se pueden medi. A continuacién, se incluye un epigrafe con a tipologta surgida del estudio de las fun- Ciones que cumplen las acttudes. Seguiclamente, se dedica un apartado a la explicacién de los pro- ‘ces0s implicados en la formacién y cambio de actitudes. Para finalizar, se estudia la relaci6n entre ac- titudes y conducta, desarrollindese de forma resumida los postulads basicos de las dos teorfas mis importantes en torno a esta relacin: la Teoria de la Accién Razonada y la Teoria de Ia Disonancia Cognitiva in los 66 © PSICOLOGIA SOCIAL QUE SON LAS ACTITUDES Definicién de actitud Si se tiene en cuenta la importancia de las actitudes dentro del marco de la Psicologia Social, no re- sulta extrafio que hayan surgido muchas definiciones a lo largo de la historia de esta disciplina. En todas {as aproximaciones conceptuales a este término, el elemento comtin en el que coinciden las definiciones recoge siempre su caracter de valoraciGn. Por ejemplo, en el Handbook de Psicologta Social editado en 1998 se adopta la siguiente definicién: «En términos formales, una actitucl es una tendencia psicolégica 1 expresada evaluando un ente determinado con cierto grado de favorabi: lidad o desfavorabilitads (Eagly y Chaiken, 1998, p. 269). Las actitudes se refieren siempre a un “ente determinado”, lo que técnicamente se de- nomina ef objeto de actitud, que puede ser practicamente cualquier cosa, ya que todo lo que sea susceptible de ser valorado puede ser objeto de actitud. Los objetos de actitud pueden ser concretos (las gardenias, el ‘Museo Picasso), abstractos (la libertad, la igualdad), ideas y opiniones (Socialism, pena de muerte), conductas (uso de preservativos, reciclado de productos), personas (el presidente de los Estados Unidos) 0 grupos |. (los homosexuales, los andaluces). Como veremos en el siguiente apar- taco, la valoracién cle un objeto de actitud depende de varios factores. Las bases de las actitudes Las actitudes son un constructo complejo, en el que pueden confluir diferentes experiencias de la Persona en relacién con el objeto de actitud. Esas experiencias previas son una fuente de informacién gue le sirven de base para evaluar dicho objeto (Bohner y Wainke, 2002; Zanna y Rempel, 1988). Las ‘actitudes puedlen basarse en creencias y conocimientos (componente cognitivo), en sentimientos y emo- iones (componente afectivo), 0 en las experiencias en comportamientos anteriores (componente con- ductual) Es decir, cada uno de estos tres componentes pueden constituir la estructura que da origen a tuna determinads actitud, favorable o desfavorable, hacia un objeto. Por ejemplo, una persona puede es- tar convencida de que la comida japonesa es muy sana (evaluacién cogniliva, basada en creencias), en- Contrar el sashimi muy sabroso (evaluacién afectiva, basada en sentimientos) y apetecerle comer habi- tualmente pescado crudo (evaluacién conductual, basada en la tendencia a esa accién), Estos tres tipos de componentes (creencias, emociones y conductas) no estén necesariamente sepa- rados ni necesariamente unidos en la valoraciéin del objeto. Es dificil pensar que una persona con fuertes Convicciones en contra de la pena de muerte (componente cognitive) no se entristezca o se indigne Cuando se ejecuta a otro ser humano en alguno de los pafses en los que las leyes lo admiten (compo- nente afectivo). No obstante, las actitudles pueden consistir en componentes Ginicamente cogritivos o ‘ACTITUDES ® 67 afectivos yno es necestio que la persona manifest ls tes tipos de componentes. Volviendo al ejemplo EW die la comida japonesa, se puede mantener Ia creencia de que el pescado crudo es muy sano y, sin em- boargo, la falta de habito de comerlo puede product repugrancia Por ‘este tipo de comida. En este caso, | Ia respuesta aectva negativa poda llevar ato consumi el shi El conjunto de las valoraciones que aa haven de un objeto consttuyen la evaluacién final que hemos definigo como actitud. | La estructura que da origen a una determinada ‘actitud es la integracién de las evaluaciones basadas i cenuno, dos, o tres de sus componentes, Las evaluaciones de cada uno de esios components pueden pid, Por ejemplo, las creencias pueen ser favorables al objeto y los sentimientos desfavorables. Cuando los elementos de uno de los companentes, 0 los componentes enlee {, no son consistentes en svaluacién, las acitudes son ambivalentes. & muy frecuerte que las personas ‘muestren ambivalencia ertitadinal hacia objelos que tienen aspectos positivos y negativos. For ejemplo, es comin encontrar arnbivalenciaacttudinal hacia el ejercicio fisica ola alimentacién. Sabre estos temas, se pueden observar croencias avorables 0 desfavorables dependiendo de las dimensiones que se con” sidleren, o del momento en el que [a actitud sea accesible, asi como com- portamientos contradictorios. No es extrafio que una persona esté dis- puesta a seguir una alimentaci sana y a reduc ls grasa en 4 dieta rabid al conocimiento que tiene de lo nocivo de est tipo de alimentos para su salud y ue, sin embargo, cambie suactitud cuando viene laoca- erg de comer alguno de sus platos favoritos con alto contenido en este tipo de nutrientes. ata cuestin puede tener una serie de aplicaciones en la vida rea. Por «ejemplo, cuando s¢ quiere (Levine y Moreland, 1994, p. 306). Esta es la nocién de grupo mas habitual y que, probablemente, viene a nuestra mente cuando nos referimos a un grupo. Finalmente, desde el punto de vista de la estructura, cabria definir un grupo como wun sistema or ganizado de dos 0 més individuos que llevan a cabo alguna funcién, relaciones de rol entre sus miem- bros y un conjunto de normas que regulan la funciénw (Shaw, 1976, p. 8). Un estudio mas detallado de los diversos aspec- tos de la definicién de grupo puede verse en Huici (2004a, pp. 36-36) Si se reflexiona un poco nos daremos cuenta de que las definiciones de grupo que hemos mencionado no son in- compatibles, simplemente senalan diferentes aspectos del mismo fenémeno, De esta forma, la interacci6n o interde- pendencia para conseguir una meta, por fuerza ha de generar una estructura de roles y una cierta identidad social compar- {ida. Por su parte, si una serie de personas comparten una identidad social es més probable que se agru- pen para conseguir sus fines y que se cree una estructura de roles. LA INFLUENCIA DEL GRUPO SOBRE SUS MIEMBROS La mayorfa de los lectores estard de acuerdo en aceptar que los grupos influyen sobre las ideas y las Conductas de las personas que los componen. Sin embargo, saber en qué consiste exactamente esta in- fluencia, y cuando y bajo qué condiciones se produce no es tarea facil. Por eso a continuacién, en el Cuaclo 4.1, presentamos de forma breve algunos experimentos clisicos dentro de la Psicologia Social que abordan estas cuestiones y revelan cémo se ha estudiado la influencia grupal en nuestra disciplina, La tendencia al conformismo: Asch (1951) El grupo como agente del cambio. deactitudes £1 wabajo de Asch demuestra la influencia que la mayoria, aunque esté equ wocadla, puede llegar @ ener sobre el individuo, Asch solicitaba alos parc pantes en su experimento que compareran la longitud de una linea pation cep otas tres lineas. De elas, una eraidéntica a la linea pat y las otras cla Famente diferentes. En la condici6n de control, es decir, cuando no habia in- fluencia del grupo, no exist(an précticamente respuestas erréneas: todas [as personas sefalaban claramente ls dos lineas similares. Sin embargo en la eendicién experimental, en la que ocho personas cmplices del experimen tedor daban respuestas eréneas, el Unico sujeto no cmplice se dejaba influir por ls respuesas de los otros y su porcentaje de errores ascencla al 32% Este Prsltado se ha replicado en numerosas ocasiones encontréndose que, ante tn grupo que se manifesta undnimemente equivocado, la persona tend 2 xpress conformidad en un porcenaje rlaivamenteelevado de ocasiones Nie obstante, existe varios factores que inciden en el grado de conformismo. tn general, la conformidad con el grupo aumenta al aumenar su tarafo, Sungue legac un determinado punto se etabiliza, La unanimidad exstente dlentvo del grupo mayortaio también es importante. En sus experimentos, ‘pech observ que al exitir un segundo sujeto discrepante, la tasa de confor- trismo del primer sujeto disminuie dréticament. Finalmente, se ha observa- fo también que, cuando la persona esa fuertemente implicada con una de- ferminada respuesta 0 con una determinad actitud, opone una mayor resistencia alas presiones del grupo. ‘Newcoml (1952) taté de investigar la influencia de grupo sobre Ins actitudes sociopoliticas de sus miembros. En su estudio, realizado entre los aos 1932 411940, paticiparon 550 extucianes (mujeres) que acudan a una Universidad Frivada que se caracterizaba por su ideolgia liberal. La paradoja esque as fea provenian de familias de clase mediavalta con unas ideas fuertemente sprcoadoras, Los resultados mostraron un cambio en las ideas de las alum as hacia el polo liberal. Vein aos mis tarde, Newcomb, Koening, Flacks 1 Warwick (1967) localizaron als participants enelestutioy vlviron a Malizar sus acttudes. Encontraron que las personas que habian pasado més tiempo en [a universidad mantenian sus posiciones liberals y apenas habian txperimentado cambios hacia las posiclones conservadorasiniciales de sus fropias familias (una desripcién més detallada de este trabajo puede verse tn Morales, 1999, pp. 204-206).

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