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SEPTIEMBRE 1990 EMPUJE-32

Recuerdos de Ayer

La palmera de Tenerife
Joaquín Bey
SEPTIEMBRE 90

n el año 1947 me encontraba en

E Tenerife, la preciosa isla espa-


ñola del archipiélago de las Is-
las Afortunadas. Bello nombre que
con justicia le corresponde por tantos
dones como la providencia les dotó.
Tenerife, nombre guanche que sig-
nifica «Monte Nevado» (Tener-Ife),
en honor al Teide, montaña de 3178
metros de altura, la más alta de Espa-
ña.
Además de su incomparable olima
y de sus bellezas naturales; el maravi-
lloso Valle de la Orotava, con su ri-
queza botánica que tanto entusiasmó
a Humbolt, con ejemplares únicos.
Recordamos el mítico Drago de Icod
de los Vinos, del que siempre se dijo
que es milenario, pero que los sabios
recientemente le han rebajado la
edad. No le quito un día de seiscien-
tos años; metido en edad de siglos,
qué más dá.
Entre sus plantas destaca, además,
la laurisilva y la planta que vive en
España a mayor altura, «la violeta
del Teide».
¡Recuerdos de ayer! Cómo afluyen
a mi mente, aunque nuestro sabio
Maimánides decía que no debíamos
volver la vista al pasado pues, de otra
forma, Dios nos hubiera puesto los
ojos en la nuca. Para los mayores no
cabe duda que el pasado supera al fu-
turo, así que cuando recuerdo a aque-
llos compañeros, que algunos ya no
están, pienso en Olivera, el Radio,
excelente y culta persona, y en los Pi-
lotos Correal, Güil y Marañón, con el
seguro, valiente y gran avión Jun-
kers.
Entonces, el único campo de avia-
ción de Tenerife era Los Rodeos ,
«portaviones», situado a cierta altura
y rodeado de montes, donde las nu-
bes atlánticas se detenían en la isla,
extasiadas ante su belleza, pero que,

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naturalmente, no permitían a los pá- no había problemas. En el extremo les de Marrakech!, ¡palmeras caribe-
jaros metálicos operar con seguridad. del campo había una caseta con un ñas!, podéis estar orgullosas de una
Para poder hacerlo con seguridad" radiotelegrafista que le estaba dando hermana vuestra, estrella chicharre-
el hombre siempre está buscando marcaciones radiogoniométricas al ra, hermosa Palmera de Tenerife,
nuevos y mejores sistemas de navega- avión. Cuando le oía, le comunicaba que sustituía perfectamente a todo lo
ción y aterrizaje. ¡motores!, entonces el avión, con humano de la época para aterrizar fe-
Uno de los primeros, y muy origi- rumbo de alejamiento, volaba varios lizmente.
nal por cierto, es el que usó el legen- minutos, viraba y volaba los mismos Ya Ulises a su amada Nausica le di-
dario Piloto Ansaldo en el año 1920. minutos con rumbo de acercamiento, jo estas palabras: «Que en verdad ja-
En Cuatro Vientos, volando el Ha- que ya era el de aterrizaje. Y antes de más contemplé criatura semejante a
villand, con motor Hispano de 300 sobrevolar la caseta, el radio le daba tí, ni en hombre ni mujer, por lo que
HP y, con motivo de una huelga de motores si iba bien y, entonces, baja- atónito estoy admirándote. Tan sólo
Correos, le mandan a Sevilla llevan- ba y tomaba tierra. Si el radio no veía una vez pude ver algo que se te pudie-
do el Correo. Como no había mapas, la cosa clara lo decía y, a repetir la ra comparar, yeso fué un joven reto-
le dan una guía de ferrocarriles, lle- maniobra. ño de la palmera que creió en Delos,
gando a Sevilla y regresando con una Como veis, la cosa era «de mucho junto al ara de Apolo. Y del mismo
serie de peripecias lógicas, dadas las tomate», pero eso era lo mejor que modo que contemplando aquel reto-
circunstancias. había. Vaya transcribir lo contado ño quedé estupefacto mucho tiempo,
De todas formas, todavía en la dé- por uno de los protagonistas, precisa- pues jamás había brotado de la tierra
cada de los cuarenta se empleaban en mente por Teodosio Pamba. un tallo como él, igualmente te con-
Aviación Militar, cuando las circuns- templo con admiración ¡oh mujer!».
tancias obligaban a ello, la navega- «Los alemanes inventaron el pro- Bueno, pues en Los Rodeos, cuan-
ción cambiando la vía aérea por la fé- cedimiento de aterrizaje sin visibili- do no había nubes, naturalmente no
rrea. dad, le llamaban el ZZ y pasaron una había problemas. Lo malo era cuan-
Cuando un avión se desorientaba comunicación a las Compañías do las había, pues la mayoría de las
sin solución aparente, el piloto busca- Aéreas diciendo que ellos habían in- veces Santa Cruz estaba despejado y
ba la vía férra, bajaba y la seguía has- ventado un procedimiento de aterri- Los Rodeos cubierto y entonces ope-
ta la primera estación de ferrocarril, zaje bastante bueno, que se llamaba rábamos así: antes de llegar a la isla
donde leía su nombre y ya se orienta- ZZ, que mandáramos a un piloto pa- se bajaba a poca altura sobre el mar
ba. Si no la conocía, seguía hasta la ra que se entrenara allí y luego él nos con rumbo a la ciudad, que la estába-
próxima y, si contaba con gasolina diera clase aquí. Entonces mandaron mos viendo. Al llegar a la costa el
suficiente, problema resuelto. Si nó, a Coterillo, que era uno de los más Junker Jü 52, subía trepando por la
a buscar un buen prado. antiguos y, al cabo de unos días, cuesta hacia Los Rodeos; iba paralela
En aquella época, en Canarias, mandó una carta que decía que esta- al renqueante tranvía que también
aparte de los servicios con Madrid, ba practicando; que sí, que tenía sus por la cuesta subía a La Laguna. En
sólo había Tenerife-Las Palmas y ventajas porque algunas veces se to- cuanto perdíamos contacto visual
Tenerife-Las Palmas-Cabo Juby-Sidi maba tierra con cierta fortuna y buscábamos por la derecha que se
!fni. Este último servicio era semanal cuando no se hacía con tanta fortu- nos apareciese la Palmera.
y recuerdo que embarcaban una caja na, los restos del avión quedaban Esta palmera estaba, como se ha
de madera donde iba el dinero para bastante próximos al aeródromo.» dicho, un poco a la derecha del rum-
las pagas del personal civil y militar, Hoy hay muchos ILS (Instruments bo de aterrizaje y a muy corta distan-
éste mayoritario en aquellas plazas Landing System) MLS (Micro Waves cia del aeródromo al que nos dirigía-
saharianas. Landing System) y otros más moder- mos por encima de los tejados.
En Sidi !fni había un gran cuartel nos y sofisticados y, por cierto, cada De pronto, entre el celaje, vislum-
de Tiradores de !fni, con sus vistosos vez con menos intervención del hom- brábamos los amorosos brazos ondu-
uniformes. Las Unidades africanas bre. lantes de la Palmera que nos llamaba.
tenían nombres especiales, Tabores, El procedimiento ZZ se usaba bas- Palmera de cimbreante talle, envidia
Mehalas, etc. Recuerdo que las de tante, pues no había otro pero ade- de las mujeres.
Camelleros se llamaban Mías. más se sumaban otros problemas. El gran pájaro metálico se acerca-
En Sidi !fni nos quedábamos a Pero volvamos a Tenerife y a Los ba hasta casi besarla agradecidamen-
dormir, pues no había tiempo para Rodeos. Allí no existía la menor ayu- te para, enseguida, tomar tierra con
regresar en el día. Como hemos dicho da para el aterrizaje con visibilidad toda seguridad.
antes, los sistemas de navegación y reducida. Si a esto se le une que el Los días de buen tiempo en que el
aterrizaje eran muy rudimentarios y aeródromo está en alto y rodeado de pájaro no la necesitaba y venía alto,
no muy fiables; como que eran de ha- montes, peor todavía, pues aquellas ella permanecía hierática y orgullosa,
ce medio siglo. nubes curiosas que se quedaban pren- pero presta a ayudar si era preciso.
En aquellas fechas, el más moder- didas en los montes, ponían la cosa
no era el sistema de aterrizaje a ciegas muy difícil. Tan difícil que para com- Palmera de Tenerife
ZZ, que más o menos, operaba así: el probarlo no hay más que repasar las que el suave céfiro mece
avión, cuando se encontraba próxi- estadísticas de Los Rodeos, pero ya deseo al Olimpo te ice.
mo al aeropuerto de destino, bajaba veréis cómo ocurrió el milagro para Si Eolo embravece
a la altura de seguridad del campo y que este campo tuviera en aquella tú te desmelenas
con rumbo opuesto al que iba a to- época una ayuda de un ser vivo para cual altiva princesa.
mar tierra; sobrevolaba el campo, na- el aterrizaje. «La Palmera de Teneri- ¡Amada mía! ¿Donde estarás?
turalmente, sin verlo, pues si lo veía fe», ¡palmerales de Elche!, ipalmera-

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