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1 “P., H.
s/ recurso de casación”
ANTECEDENTES
I. El Tribunal Oral en lo Criminal Nº 5 del Departamento Judicial
La Plata condenó en causa 618 a H. P. a la pena de catorce (14) años
de prisión, con accesorias legales y costas, por encontrarlo autor del
delito de homicidio simple.
II. Contra este decisorio se alza el Defensor Particular del
encartado, Dr. Héctor Granillo Fernández, denunciando, como
nulidades de previo y especial pronunciamiento, en primer lugar la
violación a la garantía de imparcialidad –y, a la vez, de impartialidad- de
los jueces actuantes en el debate, en franco quebrantamiento de los
arts. 18, 33 y 75 inc. 22 de la C.N., en relación con el 8.1 de la C.A.D.H.
y 14.1 del P.I.D.C.y P.; 56, 334, 354, 360 –ap. 2º, 3º y 4º-, 364, 367 y
concs. del C.P.P.; y arts. 17 inc. 1º y 2º y 54 de la ley 12.061; habida
cuenta el interrogatorio activo y sin limitaciones que los Jueces habrían
realizado a los comparecientes en el juicio, excediendo claramente sus
facultades ordenatorias y aclaratorias. Como segunda nulidad
constitucional, estima inobservados los arts. 18, 33 y 75 inc. 22 de la
C.N. relacionados a los arts. XXVI de la D.A.D.H.; 10 de la D.U.D.H. y
14.2 del P.I.D.C.y P. y el art. 1º -3er. apart.- del C.P.P., por entender
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CUESTIONES
1ra.) ¿Existen nulidades de previo y especial
pronunciamiento?
2da.) ¿Se verifican nulidades producidas en el debate o
respecto a la incorporación de elementos de prueba?
3ra.) ¿Resulta adecuado a derecho la conforma-ción del
cuerpo del delito?
4ta.) ¿Se ha producido una errónea o arbitraria valoración
de la prueba producida en la audiencia, determinantes de un yerro
en la calificación discernida o en la autoría endilgada?
5ta.) ¿Resulta procedente la subjetivización de la pena
realizada?
Causa nº33.773
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s/ recurso de casación”
deberes que el cargo público les imponía o que el ejercicio del arte de
curar les proponía. Y esta caracterización de la problemática, que
extravasa ampliamente el sólo interés de la defensa y supera los
límites de lo meramente adversarial, no sólo posibilitaba sino que
imponía a los jueces despejar el ítem en función de un omnipresente
orden público. Incluso, y esto es gravitante, no se plasmó en el acta de
debate protesta alguna de acudir en casación por dicho particular y tal
documentalidad se firmó en total conformidad, tanto por la defensa
como por el encartado.
En definitiva: ni el derecho a un debido proceso –que, por cierto,
requiere la imparcialidad del juzgador y su no compromiso con las
partes- ni la garantía de la defensa en juicio sufrieron desmedro por la
impugnación que, por cierto, debe ser rechazada.
Voto por la negativa.
Judicial La Plata.
Oportunamente remítase.